SOLEMNIDAD DEL PATROCINIO DE SANTA MARÍA VIRGEN

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Roma, 21.11.2015
Prot. N. PG078/2015
SOLEMNIDAD DEL PATROCINIO DE SANTA MARÍA VIRGEN SOBRE LA ORDEN HOSPITALARIA
Mis queridos Hermanos, Colaboradores y miembros de la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios
El tercer sábado del mes de noviembre, celebramos en la Orden la fiesta más
importante de Nuestra Madre, la Virgen María: la solemnidad del Patrocinio
de Santa María Vírgen sobre la Orden Hospitalaria, Patrona de nuestra
Familia Hospitalaria de San Juan de Dios. Este año es el día 21 y con este
motivo os envío mi felicitación y os invito a todos a celebrarla con alegría y
con la debida preparación.
La Virgen María ha estado siempre presente en nuestra Orden desde San
Juan de Dios, que la llamaba la siempre entera. Durante los casi cinco siglos
de existencia Ella ha ocupado un lugar muy importante en la vida, en la
espiritualidad y en la misión de la Orden, que ha sentido y sigue sintiendo su protección y su
patrocinio como Reina de la Hospitalidad. Existen muchos ejemplos de ello, gracias a la firme
devoción que los Hermanos y Colaboradores han vivido y alimentado siempre, de muchas formas
y modos.
Apenas hace unos días tuvimos en Roma la Asamblea de Superiores Mayores de la Orden, en la
que reflexionamos sobre el futuro de nuestra Institución. Coincidimos todos que se trata
seguramente del desafío más importante para nuestra Familia en los próximos años. No es una
cuestión meramente estadística, ni solo una reestructuración de las Obras o incluso de las
Provincias. Se trata de un proceso de discernimiento integral de toda la Orden. Necesitamos
discernir sobre la Orden que queremos para el futuro, sobre todo acerca de la Orden que nos pide
el Espíritu Santo para los próximos años.
Debe ser un proceso que involucre a toda nuestra Familia Hospitalaria de San Juan de Dios, con las
mismas líneas guía para todos, aunque dicho proceso debe hacerse en cada Provincia, Región o
también lo pueden realizar varias Provincias al mismo tiempo. Se requiere un esfuerzo para que
participen todos los Hermanos y también buena parte de los Colaboradores. Ha de iniciarse por la
Vida de los Hermanos y Comunidades, la Formación y la Misión Apostólica, pero en su momento
implicará también a las estructuras, tanto de las Provincias como de las Obras Apostólicas.
Se trata de un proceso de discernimiento y por lo tanto exige una postura abierta al Espíritu y no
tener prejuicios ni miedos paralizantes al cambio, porque lo que buscamos es aquello que el Señor
quiere para nuestra Institución, con el fin de seguir haciendo presente y actual el carisma y la
misión de la hospitalidad. Un proceso, por otra parte, que la Orden ha debido realizar ya en otras
ocasiones a lo largo de su historia. Ello nos debe animar a afrontar este nuevo proceso con la
esperanza y la audacia que nuestros Hermanos que nos han precedido tuvieron, cuando debieron
afrontar los cambios que la Iglesia y la sociedad les pedía.
Las próximas Conferencias Regionales en los meses de febrero y marzo de 2016, tratarán y
profundizarán en este tema, así como los diversos eventos y encuentros que en la segunda parte
del sexenio se tendrán hasta el próximo Capítulo General.
Cuando fui elegido Superior General puse este sexenio bajo la protección de Santa María la Virgen
del Patrocinio. Siguiendo la tradición de la Orden deseo poner ahora este proceso de
discernimiento sobre el futuro de la Orden bajo la protección y el Patrocinio de Nuestra Madre. Le
pido que Ella nos acompañe y nos asista para que hagamos lo que su Hijo nos manda, tal y como
pidió que hicieran a los sirvientes de las bodas de Caná (cf Jn 2,1-11). De esta manera podremos
descubrir lo que se nos pide, los cambios que hemos de realizar y desde luego no nos faltará su
asistencia para que seamos capaces de llevarlos adelante.
Pedimos a Nuestra Señora del Patrocinio por todos los enfermos y las personas asistidas en los
Centros y Servicios de la Orden y por sus familias, para que los proteja, los consuele y los cubra
con su manto de Madre. Especialmente le encomendamos a todos los inmigrantes y refugiados de
Europa y de todo el mundo, así como a las víctimas de las guerras y de las catástrofes naturales
que últimamente se han producido en diferentes países del mundo.
Deseo para todos, en mi nombre y en el de toda la Familia Hospitalaria de la Curia General, una
feliz celebración de la solemnidad de Nuestra Señora del Patrocinio y le pido que bendiga a
nuestra querida Orden y a todos los que formamos la Familia Hospitalaria de San Juan de Dios.
Un abrazo fraterno
Hno. Jesús Etayo
Superior General
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