separación de cuerpos sin expresión de causa.

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CAPÍTULO IV
SEPARACIÓN DE CUERPOS SIN EXPRESIÓN DE CAUSA.
4.1.
ANTECEDENTES DE LA SEPARACIÓN DE CUERPOS.
La separación de cuerpos siempre ha sido polémica. Se hace mención al
Derecho Canónico, para desentrañar lo que es la separación de cuerpos, ya
que la Iglesia al sustentar que el matrimonio era indisoluble por ser divino,
negaba rotundamente el divorcio. Motivo por el cual, la única manera de
divorciarse era la muerte (canon 1141).
Mencionaba, además, que los cónyuges tienen el deber y el derecho de
mantener la convivencia conyugal a no ser que haya una causa legítima. En
cuyo caso era por adulterio, impotencia para la cópula, enfermedades
contagiosas
o
graves,
permitiendo
la
separación
de
cuerpos
pero
permaneciendo el vínculo matrimonial para ambos cónyuges. Aunque establece
claramente que se debe proveer siempre la debida manutención y educación de
los hijos.
Ahora bien, a lo largo del tiempo, por las diferentes vertientes, se ha
dicho que no funciona del todo este tipo de dogmas religiosos, ya que siempre
ha existido indulgencia hacia la infidelidad del hombre pero no tolerancia a la
prostitución ejercida por mujeres. Y en ese aspecto el Derecho Canónico sólo
promueve que la parte ofendida otorgue el perdón para que se continúe con los
lazos matrimoniales.
4.2.
CONCEPTO DE SEPARACIÓN DE CUERPOS.
La separación de cuerpos es una institución del Derecho de Familia que
consiste en la interrupción de la vida conyugal por decisión judicial que
suspende los deberes relativos al lecho y habitación, y pone fin al régimen
patrimonial de la sociedad de gananciales (PERALTA ANOÍA).
Resultado obtenido por una sentencia que decreta el divorcio no vincular,
limitado a liberar a los cónyuges del deber de cohabitación.18
4.3.
CONCEPTOS DOCTRINARIOS.
A la separación de cuerpos la doctrina también la ha denominado
separación conyugal, separación del matrimonio y con mayor propiedad
separación judicial.
Dice Diez-Picazo y Gullon: se denomina separación a “aquella situación
del matrimonio, en la que subsistiendo el vínculo conyugal, se produce una
cesación de la vida en común de los casados y se transforma el régimen
jurídico de sus respectivos derechos y obligaciones, obedeciendo la
terminología al hecho de que determina un alejamiento o distanciamiento
personal”.
Jean Carbonier, expresa: que consiste en la relajación del vínculo
matrimonial merced a una resolución judicial, que dispensa a los cónyuges del
deber de convivencia.
18
De Pina, Rafael. Diccionario de Derecho. Edit. Porrúa. México, Pág. 453
“La Separación de Cuerpos es considerada como una institución del
Derecho de Familia que consiste en la interrupción de la vida conyugal por
decisión judicial que suspende los deberes relativos al lecho y habitación”
(PLACIDO VILCACHAGUA, Alex. “La Separación personal y el divorcio vincular
como sanción (por culpa) y como remedio (objetivo)”, (Comentario al artículo
333º del Código Civil), en Código Civil Comentado, Tomo II, Gaceta Jurídica,
Lima 2007, p. 347)
19
“Divorcio por separación de cuerpos: en este sistema el vínculo
matrimonial perdura, quedando subsistentes las obligaciones de fidelidad, de
ministración de alimentos e imposibilidad de nuevas nupcias; sus efectos son: la
separación material de los cónyuges, quienes ya no estarán obligados
A vivir juntos y, por consiguiente, a hacer vida marital”.20
4.4.
LA SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA HISTORIA DE MÉXICO.
La separación de cuerpos existe desde los tiempos remotos del derecho
antiguo, conociéndosele entonces como “QUO AD TORUM”, o del tálamo, que
era la separación de cuerpos.
En los primeros siglos del cristianismo, el divorcio fue condenado
basándose en el Nuevo Testamento (San Mateo, San Lucas y San Marcos ), en
donde se reconoce la
indisolubilidad del matrimonio, sin dejar de lado las
causales que propician la separación de cuerpos, tomando en esos tiempos
como la más grave la del adulterio.(José Méndez de La hidalga, Indisolubilidad
del matrimonio y divorcio civil: una triple perspectiva matrimonio civil y canónico,
Servicio Editorial del Arzobispado de Madrid, Madrid, 1977, p. 97).21
19
www.buenatarea.com
ROJINA VILLEGAS, Rafael, “Compendio de Derecho Civil”, Edit. Porrúa. México, p.356
CHAVEZ, ob. cit. p. 434, 435.
20
21
Aún así, se trató de evitar el divorcio, a pesar de las leyes romanas,
quienes si lo tenían permitido, pero de igual forma, tomó en cuenta que existían
hogares donde las desavenencias eran tan fuertes, que optó por crear la
separación de cuerpos como un medio alternativo, el cual era la suspensión de
los deberes de lecho y habitación, pero impidió a los cónyuges a contraer de
nueva cuenta matrimonio con otras personas.
En la antigüedad, el divorcio sólo podía ser solicitado por una de las
partes, la separación de cuerpos tenía que ser de manera canónica, o de
justicia. De igual manera, se menciona que en el derecho francés, la mujer era
la única que podía solicitar la separación sin límite alguno, lo que se dejaba al
libre arbitrio de los jueces; pero el esposo solo podía solicitar dicha separación
por adulterio de su mujer.
Durante el Derecho Medieval, y debido que el matrimonio tomó tintes
sacros, entra en vigencia el Derecho Canónico, sólo lo permitía
en
circunstancias especiales y muy bien definidas, es decir, causas legítimas,
obligando en los casos en los cuales no se llenaban los requisitos que el
Derecho Canónico tenía a proseguir en la convivencia conyugal y de
cohabitación.
Durante la Revolución Francesa, los legisladores sólo veían el
matrimonio como un contrato civil, por lo que se adoptó el divorcio y se suprimió
la separación de cuerpos. A lo largo de la historia y principalmente en los países
donde conquistaban los países católicos, impedían el divorcio, solo aceptando
la separación de cuerpos para tal efecto. Entre ellos podemos mencionar a
México.
Lo anterior queda debidamente fundamentando tomando en cuenta que
en los Códigos de 1870 y 1884, fue el único que se reguló.
CÓDIGO CIVIL DE 1870. En este código, en su Capítulo V, se regula
todo con respecto al divorcio. Pero inicia desde el punto de vista que el
matrimonio es indisoluble, motivo por el cual, el divorcio no es admisible,
señalando así, seis causas de divorcio (separación de cuerpos), las cuales
según señalan inducen sospecha fundada de mala conducta, siembran el
resentimiento y la desconfianza, y hacen sumamente difícil la unión conyugal.
(Exposición de motivos del propio ordenamiento).
En sus artículos 239 y 240 del citado Código, disponían textualmente:
Art. 239: “El divorcio no disuelve el vínculo del matrimonio:
suspende sólo algunas de las obligaciones civiles, que se expresarán en
los artículos relativos de este código”.
Como podemos notar en este Código se protege al máximo al
matrimonio, ya que lo maneja como una institución indisoluble, debido a lo cual
impuso formalidades excesivas para la realización del divorcio en sí.
Ahora bien, también prohibía el divorcio por separación de cuerpos
cuando los cónyuges llevaban más de veinte años de casados.
Para que se llevara a cabo el divorcio por separación de cuerpos, debían
de tener más de dos años como mínimo, desde que ocurriera el matrimonio,
antes de los cuales no era procedente el divorcio. Este tipo de divorcio en este
Cuerpo legal tenía como causas, en su artículo 240 las siguientes:
Art. 240: “Son causas legítimas de divorcio: 1ª.- El adulterio de uno
de los cónyuges; 2ª.- La propuesta del marido para prostituir a su mujer,
no solo cuando el mismo marido la haya hecho directamente, sino
cuando se pruebe que ha recibido dinero o cualquier remuneración con
el objeto expreso de permitir que otro tenga relaciones ilícitas con su
mujer; 3ª.- La incitación o la violencia hecha por un cónyuge al otro para
cometer algún delito aunque no sea incontinencia carnal; 4ª.- El conato
del marido o de la mujer para corromper a los hijos, o la connivencia en
su corrupción; 5ª.- El abandono sin causa justa del domicilio conyugal
prolongado por más de dos años; 6ª.- La sevicia del marido con su mujer
o la de ésta con aquél ;7ª.- La acusación falsa hecha por un cónyuge al
otro;
CÓDIGO CIVIL DE 1884.- En su artículo 226, manifiesta que el único
divorcio que era viable era la separación de cuerpos, como ya se ha
mencionado con anterioridad, sólo se suspendían algunas de las obligaciones
civiles que imponía el matrimonio.
Si los cónyuges quisieran separarse del lecho y habitación y hacerlo de
común acuerdo, debían acudir con un Juez para que este la decretara, cabe
mencionar que no era el simple hecho de que se separaran para considerar
como realizado el divorcio, ya que este debía ser decretado por autoridad
judicial competente.
Cabe hacer mención de que aun cuando el Código de 1884, en sí,
extrajo los preceptos del código anterior, si redujo notablemente los efectos y
las formalidades así como los trámites necesarios para la consecución del
divorcio, haciendo así más fácil la separación de cuerpos.
4.5.
LA SEPARACIÓN DE CUERPOS EN LA ACTUALIDAD.
En la actualidad los doctrinarios sustentan que consideran la separación
de cuerpos como una institución absolutamente independiente de la figura del
divorcio. Ya que, muestra sólo el decaimiento conyugal y no precisamente su
terminación o disolución, por eso, podría ser tomado como una causa de
divorcio o como un medio para llegar a él, pero no como el divorcio mismo.
Ahora bien, se toma la separación de cuerpos, como una posible
reconciliación entre los cónyuges.
4.6. LA SEPARACIÓN DE CUERPOS EN EL CÓDIGO DE FAMILIA PARA
EL ESTADO DE SONORA.
Cabe advertir que en algunos países de Latinoamérica como Perú,
Paraguay, Argentina entre otros, la separación de cuerpos existe en sus
Ordenamientos Civiles, así como en algunos de Estados de México.
En el Estado de Sonora, puesto que en el Código Civil sólo estaba
previsto como un procedimiento cautelar, siendo la novedad, el que los
cónyuges opten entre la separación de cuerpos por un término de dos años y la
ruptura definitiva del vínculo matrimonial, dicha disposición se legisló en la Ley
Familiar Local, que entro en vigor el 1º de abril del presente año.
Diciendo textualmente lo siguiente en su artículo 141 del Código de
Familia para el Estado de Sonora:
Art. 141.- La separación de cuerpos sólo puede ser decretada por
el Juez, a solicitud de los cónyuges y sin expresión de causa, siempre
que éstos acuerden sobre la custodia de los hijos, los alimentos y la
situación de los bienes, pero transcurridos dos años desde que se
suspendió la cohabitación, cualquiera de ellos puede solicitar, con
audiencia del otro, la conversión a divorcio por causas objetivas,
entendiendo que el término de la separación es prueba suficiente de que
el matrimonio no puede cumplir sus fines esenciales.
4.7. ANÁLISIS AL ARTÍCULO 141 DEL CÓDIGO DE FAMILIA PARA EL
ESTADO DE SONORA.
Algunos doctrinarios que consideran el tema que nos ocupa de la
siguiente manera:
“La separación de cuerpos es una situación cruel, que deja
subsistir todas las obligaciones y todas las cargas del matrimonio, y que
al mismo tiempo suprime todas las ventajas que puede ofrecer la vida de
familia. Cuando se ha perdido toda esperanza de arreglo, esta situación
llegaría a ser intolerable, de no tener fin. De Marcere, relator de la Ley de
1884 decía: “para los esposos la separación de cuerpos es el desarreglo
de la vida o el celibato forzoso, es decir un estado contrario a las leyes
sociales, o a la naturaleza humana”. Por ello, se ha dejado a los esposos
un medio para librarse del matrimonio convirtiendo su separación en
divorcio al fin de tres años. Frecuente en la práctica es el ejercicio de
esta facultad, y el número de conversiones tiende a aumentar. De 4 a
500 separaciones de cuerpos convertidas en divorcios (430 en 1898, 482
en 1902), su número llegó a ser de 797 en 1919.” (Ricardo Couto,
Derecho Civil Mexicano, De las Personas, México, 1919, t. I, Págs. 303 y
304). 22
“Impedidos los esposos separados de contraer un nuevo matrimonio, no
les queda más que dos caminos: o condenarse a un celibato forzado o buscar
la satisfacción de sus pasiones en uniones reprobadas por la sociedad; lo
primero es contrario a la naturaleza; lo segundo es contrario a lo moral; ahora
bien, un sistema de legislación que no se compadece con los principios
naturales y morales, no podrá menos de producir funestas consecuencias para
el individuo y para la sociedad.
Mucho se habla de que el divorcio es contrario a la dignidad del
matrimonio; nosotros preguntamos ¿no es más indigno para el matrimonio y
más contrario al respeto que se merece esta institución el pretender que se
mantenga por la fuerza? Además, ¿no es una tiranía, una violencia
incompatible con la dignidad humana el querer que dos individuos sigan
llamándose esposos y teniéndose las consideraciones como tales, cuando han
22
Citado por: ROJINA VILLEGAS RAFAEL. DERECHO CIVIL MEXICANO. DERECHO DE FAMILIA. t. II. Edit.
PORRUA, 5ª Ed. MEXICO, 1980 p. 384
mediado entre ellos ofensas gravísimas contra la persona y contra el honor?”23
(Ricardo Couto, Derecho Civil Mexicano, De las Personas, México, 1919, t. I,
Págs. 303 y 304).
Toda vez que el matrimonio es considerado un acto jurídico,
tiene
elementos esenciales y de validez. Siendo los esenciales los referentes al tema
de investigación que nos ocupan ya que como son los que están constituidos
respectivamente por la manifestación de voluntad de los consortes y del Oficial
del Registro Civil y por el objeto específico de la institución, que de acuerdo con
la ley consiste en crear derechos y obligaciones entre un hombre y una mujer,
tales como hacer vida en común, ayudarse y socorrerse mutuamente,
guardarse fidelidad recíproca, etc.
De igual manera, el matrimonio requiere un objeto que sea física y
jurídicamente posible. Luego entonces, al existir un objeto directo en el acto del
matrimonio, el cual consiste en la creación de derechos y obligaciones entre los
cónyuges, de tal forma que los fines específicos del mismo imponen a los
cónyuges respectivamente la obligación de vida en común, ayuda recíproca,
débito carnal y auxilio espiritual. Entonces, la separación de cuerpos presupone
un acto jurídicamente imposible, ya que es ilógico que subsista el matrimonio
cuando ya no existe convivencia conyugal ni cohabitación.
Ahora bien, la Ley también menciona en el artículo 11 del Código de
Familia para el Estado de Sonora, lo siguiente:
Art. 11.- “El matrimonio es la unión legitima de un hombre y una mujer
con el propósito expreso de integrar una familia, el respeto reciproco y la
protección mutua, así como la eventual perpetuación de la especie.
23
Citado por: ROJINA, ibídem, p. 385
Cualquier condición contraria a estos fines, acordada por los cónyuges,
se tendrá por no puesta”.
Luego entonces, es nulo el convenio que se realiza por los cónyuges en
cuanto a separación de cuerpos puesto que siendo las obligaciones de
cohabitación y convivencia conyugal las que se suspenden, entonces es
imposible la realización de los demás deberes y siendo la base del matrimonio
la formación de una familia y eventualmente la perpetuación de la especie, lo
cual se torna imposible por este precepto legal, al no existir la cohabitación ni la
convivencia que se requiere para tal efecto.
Como
mencionan
algunos
doctrinarios
al
manifestar
que
debe
descartarse la legalidad del convenio que los consortes celebren para vivir
separados. Considero que no es posible por el solo acuerdo de voluntad
suprimir el deber de convivencia conyugal. Los pactos de esta índole no tienen
eficacia jurídica y así lo expresan, entre otro Ludwig Enneccerus, Theodor Kipp
y Martin Wolff al señalar que, “no puede eliminarse por contrato el deber de
convivencia conyugal. Si uno de los cónyuges permite al otro la separación
puede en todo momento revocar su permiso”. (Tratado elemental de Derecho
Civil, t. I, 1 Editorial Cajica, S. A., Puebla, México, p.452).24
De igual manera menciona Eduardo A. Zanoni al expresar: “la ley no
reconoce eficacia jurídica a ningún convenio o acuerdo que pudieren hacer los
cónyuges en orden al cumplimiento de su obligación de convivir. Se trata de un
deber indisponible, y, por ende, es nulo todo pacto que dispense a los esposos
de cohabitar”. (Derecho Civil, Derecho de Familia, Ed. Astrea, Buenos Aires,
Argentina, p. 356).25
Luego entonces, convenio que no tiene eficacia jurídica no tiene razón de
ser. La ineficacia revela que se actúa contra los principios legales del Derecho
24
25
CHAVEZ ASENCIO, op. Cit. p. 179
CHAVEZ, ídem.
de familia que son de orden público, y, como consecuencia, será nulo el
convenio. En especial, en esta materia, no es exigible porque contraria a la
naturaleza del matrimonio y va en contra de uno de sus deberes fundamentales.
Haciendo un orden jerárquico, se tienen en primer lugar las normas de
orden público, que disponen actitudes a seguir con base en el interés primordial
de la nación. En segundo término están las de interés social que se relacionan
con un sector de la sociedad sobre el cual hay interés especial. Por último, las
normas prohibitivas son para situaciones a la que se refieren.
En el Derecho de Familia se pueden encontrar las tres clases de normas.
Las primeras comprenden la institución conyugal y la familiar con sus fines
propios y naturales y sus deberes jurídicos. A las segundas se refieren las
situaciones menos generales como pueden ser los alimentos, etc., que hacen
referencia a las obligaciones patrimoniales-económicas. Las últimas están
expresamente señaladas en artículos que prohíben determinados actos.
De la propia naturaleza del matrimonio y de la familia, se puede observar
en algunos de los escritos de diferentes doctrinarios, donde se prohíben los
pactos contra la perpetuación de la especie así como la ayuda mutua que se
deben los cónyuges y los que fueren contra las leyes naturales y fines del
matrimonio.
Ahora bien, debemos tomar en cuenta que no significa una limitación por
causa externa a la voluntad; la responsabilidad a la que se obligan los cónyuges
al contraer matrimonio, o sea al cumplimiento de los deberes y obligaciones
legalmente por propia decisión en la relación jurídica.
Ya que los cónyuges expresaron libremente su voluntad y asumió los
deberes y obligaciones, entonces, es ilógico que se considere otro tipo de
conducta con respecto al matrimonio, hablando en cuanto al convenio para la
separación de cuerpos sin expresión de causa.
Ahora bien, los convenios conyugales o familiares no pueden alterar los
deberes y obligaciones ya surgidos, los van a regular, y, en cierta forma, a
modificar sin que implique la extinción o cambio; por lo que existiría ilicitud en
estos convenios, teniendo un doble origen: porque sería por violación de un
deber o una obligación previamente surgida al originarse la relación jurídica por
un acto o hecho jurídico; o bien, puede la ilicitud provenir por el no cumplimiento
del deber y obligación reglamentada por el convenio en particular. La primera
será ilicitud en el origen y la segunda derivada por el convenio. La ilicitud, se
considera como lo que impide o por lo menos estorba la armonía entre los
sujetos de la relación jurídica.
Los convenios son los que son nulos por la ley, no la relación
matrimonial.
Ahora bien debemos recordar que la convivencia en el domicilio
conyugal, está establecida en la ley como obligación, que es de orden público
como todo lo relativo al matrimonio.
Ahora bien, en el artículo 156 fracción VI del Capítulo VI del Código de
Familia para el Estado de Sonora, se menciona textualmente:
Art. 156.- “Son causas de divorcio por culpa:..VI.- la separación del hogar
conyugal por desavenencia entre los cónyuges, si se prolonga por más
de un año, caso en el cual, cualquiera de ellos puede pedir el divorcio….”
Luego entonces, si van a durar dos años, manteniendo un matrimonio en
el cual no se llevan a cabo los fines para lo que fue creado al no vivir juntos,
mas sin embargo, podría obtenerse el divorcio en la mitad del tiempo por
desavenencias, es lógico que los cónyuges no tendrán problema en divorciarse
por medio de esta causal.
De igual forma, en el mismo cuerpo legal menciona en su artículo 152 lo
siguiente:
Art. 152.-“La separación por voluntad de ambos cónyuges, prolongada
por más de dos años, constituye una causal objetiva de divorcio que
cualquiera de ellos puede invocar, ya que el acuerdo de voluntades para
suspender la cohabitación impide el cumplimiento de los fines del
matrimonio”.
Entonces, si ya se sobreentiende que los fines del matrimonio no se han
estado cumpliendo ¿para qué esperar tanto tiempo si de igual manera la pareja
se va a divorciar? ¿No sería postergar lo irremediable?
La mayoría de personas que hemos litigado sabemos que las parejas
que se van a reconciliar no necesitan ni tanto tiempo ni necesitan de un
convenio cuando el amor conyugal aún existe. Pero, de igual manera sabemos,
que cuando ya se habla de separación de cuerpos, es porque la vida es
completamente caótica en el hogar, dañando no solamente a los cónyuges sino
a los hijos en los desafortunados daños colaterales que ya conocemos.
Ahora bien, el daño psicológico y emocional de la convivencia forzada
como lo es la separación de cuerpos, sólo amplia el margen delictivo. Basta
observar las estadísticas de criminalidad infantil o de adolescentes, pero es más
aún, de llamar la atención que estos niños provienen de familias con problemas,
en su mayoría provenientes de familias donde el padre y la madre seguían
juntos sólo por interés de algún tipo.
Imaginemos
entonces,
como
sería
la
separación
de
cuerpos,
manteniendo todos los deberes, sólo suspendiendo el de la cohabitación y
convivencia. Teniendo como base que la familia es la célula o el núcleo de la
sociedad, no podemos negar que aunque los legisladores quieran mantener un
vínculo matrimonial si la pareja que es la que directamente está implicada en
ello, no lo desea, ya no hay nada que hacer.
Cabe mencionar que es considerado como uno de los detonantes más
absolutos pero no definitivos para la criminalidad juvenil, ya que recientes
investigaciones han dilucidado que la conducta delictiva de los menores de
edad, muchas de las ocasiones es debido a los conflictos entre los padres.
En su libro “Delincuencia Juvenil. Aspectos sociales, jurídicos y
psicológicos” , Martha Frías Armenta y Víctor Corral Verdugo, hacen mención
sobre que se ha encontrado un vínculo entre la violencia intramarital y la
delincuencia juvenil, ya que, mientras más intenso y frecuente es el conflicto
entre los padres existe un mayor porcentaje de que los menores se involucren
en actos delictivos.
Como manifiesta el Dr. Adrián Duarte Moller, especialista en Psiquiatría
Criminal al mencionar en su concepto de salud mental:
-
Es un estado armónico entre el interior y el exterior.
-
Es el equilibrio de las fuerzas intrapsíquicas y las extrapsíquicas.
-
Es el estado ideal del ser humano en el que exista una armonía entre su
mundo existencial y su medio ambiente.
Entonces, como se podría mantener lo anteriormente expuesto por el Dr.
Duarte Moller, cuando la pareja ya no quiere estar unida y se le recomienda que
acepte la separación de cuerpos como opción para que no se realice el divorcio
vincular, ¿podría mantener los tres puntos manifestados?
De igual forma, en la Escala Holmes-Rahe, se hace notar como factor
más estresante estando en solo dos posiciones más abajo de la muerte el
cónyuge a la los problemas conyugales. Quedando con esto más que claro el
impacto emocional; así como el impacto social que puede tener un ambiente
emocional no saludable como lo es, el mantener unida a una pareja por un
lapso de dos años.26
De igual manera, se ha demostrado de manera científica que el estrés
familiar que origina las rupturas matrimoniales y familiares de cónyuges que
viven unidos aun, son detonantes para que las personas no funcionen de
manera correcta en nuestra sociedad.
Y no hablamos únicamente de los que conviven en el domicilio conyugal,
sino los que se encuentran en domicilios distintos, puesto que los conflictos y
más aún, cuando por el transcurso del tiempo, los cónyuges empiezan a tener
problemas en el dinero, ya que por el motivo de no convivir juntos tienen gastos
extras como lo son la renta de otro domicilio, otra alimentación, transporte, etc.
Luego entonces, la situación se vuelve más tensa. Peor aún, cuando alguno de
los dos o ambos cónyuges, ven la posibilidad de rehacer su vida, vislumbrando
otro camino, la situación es por demás desastrosa. La ley nos marca que el
matrimonio es un contrato y como tal, debe tratarse, cuando se terminan los
deberes como lo son la fidelidad, el socorro y auxilio mutuo, la convivencia, el
diálogo, el respeto, simple y sencillamente el matrimonio no existe.
Así como en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en su artículo 4º, en el cual, se manifiesta la Protección de las
personas como familia y de manera individual al manifestar, en si la igualdad, la
libertad, el derecho a la salud, el derecho a la vivienda y derecho a un medio
ambiente sano, en el cual podemos enumerar el ambiente psicológico, mental y
espiritual de la familia.
26
a
González, Luis Jorge, “Libertad ante el estrés con programación neuro-lingüística”, 3 Ed., Ediciones del Teresianum,
México, 2002, p. 37, 38.
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