sgdi172 - Comunidad Andina

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
INFORME SOBRE LA VIABILIDAD DE MEJORAR LA UTILIZACION DEL CONVENIO
DE PAGOS Y CREDITOS RECIPROCOS DE LA ALADI PARA LOS PAISES DE LA
COMUNIDAD ANDINA
I.
Antecedentes
El objetivo de este estudio es contribuir al análisis de la optimización a nivel subregional
del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de ALADI (CPCR) para cumplir con un
pedido formulado por el Consejo Asesor de Ministros de Hacienda o Finanzas, Bancos
Centrales y Responsables de Planeación Económica de los Países Miembros de la
Comunidad Andina con ocasión de su reunión en la ciudad de Bogotá el día 24 de
octubre de 1998.
El Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CPCR) de la ALADI fue suscrito por los
Bancos Centrales de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México,
Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y la República Dominicana, en la ciudad de
Montego Bay-Jamaica, el 25 de agosto de 1982 1. Los objetivos básicos del Convenio
son estimular las relaciones financieras entre los países de la región, facilitar la
expansión de su comercio recíproco, reducir los flujos internacionales de divisas entre
los participantes y sistematizar las consultas mutuas en materias monetarias,
cambiarias y de pagos.
En el marco de dicho Convenio se cursan y compensan, durante períodos de cuatro
meses, los pagos internacionales derivados de operaciones de comercio de los países
de los bancos centrales miembros, de bienes originarios y de servicios efectuados por
personas residentes (comprendidos en acuerdos que celebren pares o grupos de
bancos centrales), de modo que al final de cada período de compensación sólo se
transfiere o se recibe, en dólares de los Estados Unidos de América, según resulte
deficitario o superavitario, el saldo global del banco central de cada país con el resto.
El CPCR, fue concebido con la finalidad de iniciar una formal cooperación multilateral
entre los bancos centrales de la región para llegar en etapas sucesivas a la integración
financiera y monetaria. Inicialmente, el convenio estableció un sistema integrado por
tres componentes fundamentales; un Mecanismo de Compensación Multilateral de
Pagos, un Sistema de Garantías y un Mecanismo de Financiamiento transitorio de los
saldos de la compensación multilateral.
Adicionalmente, el Convenio prevé un conjunto de garantías referidas a la
convertibilidad de las monedas nacionales a dólares de los Estados Unidos, a la de
transferibilidad de éstas a través del Mecanismo, y al reembolso y pago de las
operaciones que se cumplen por el Convenio a través de los Bancos Centrales.
En los años de vigencia del Convenio hasta 1989 ha observado un grado de utilización
importante, por parte de los Bancos Centrales miembros. A partir de 1989 la tendencia
es marcadamente decreciente, disminuyendo de un nivel de utilización del 90% hasta
de 11% en 1998, como se puede observar en el siguiente cuadro. (V. cuadro No. 1)
Ello se explica a partir de la disminución de problemas de balanza de pagos en la región
y, por ende, de la recuperación de los niveles de reservas y acceso al crédito
1
Este sustituyó, sin solución de continuidad, al Acuerdo de Pagos y Créditos Recíprocos de la ALALC,
suscrito en 1965.
internacional; la liberazación de los regímenes cambiarios; la apertura de los sistemas
financieros locales a inversión extrajera; y muy posiblemente debido a las condiciones
de acceso (regímenes internos) al CPCR y a los montos de los créditos bilaterales.
Merece destacarse que tanto por la última razón señalada en el párrafo precedente (
cupos de los créditos bilaterales), y fundamentalmente debido al costo financiero del
mecanismo para los bancos centrales (que ha resultado más oneroso que la
rentabilidad de sus inversiones de la reserva monetaria internacional), se han
incrementado las operaciones de prepago, según el cuadro 2 anexo.
Se ha tratado de corregir la situación anterior, pues a partir del presente año, se ha
pasado de la definición de la tasa de interés aplicable a los débitos, del 90% de la tasa
PRIME (New York), a la base LIBOR (a tres meses) lo cual implicará un menor gasto
de aproximadamente un punto porcentual por operación.
Con el objetivo de precisar el grado de utilización del CPCR por parte de los Países
Miembros de la Comunidad Andina, se ha relacionado el comercio realizado por estos
países en el marco del CPCR y el comercio total de los mismos (Cuadros 4, 5, 6 y 7),
confirmándose la tendencia general de reducción del grado de aprovechamiento del
CPCR. En los cuadros 4 y 6 se observa que el grado de uso del CPCR en el comercio
Intra-Comunitario, durante el período 1995-1998, se ha reducido de un nivel de 41% en
1995 a 5% en 1998.
II.
El mandato del Consejo Asesor de Ministros de Hacienda o Finanzas,
Bancos centrales y responsables de la planeación económica y la posición
de los Bancos Centrales de los Países Miembros de la Comunidad Andina
La II Reunión del Consejo Asesor de Ministros, realizada el 24 de octubre de 1998, en
Santafé de Bogotá, Colombia, a propuesta de la delegación de Colombia 2, acordó
solicitar a los Bancos Centrales de los Países Miembros “estudiar la viabilidad de
incrementar el cupo del Convenio, preferiblemente hasta un 50 %, pero en todo caso
superior al 20% vigente hoy sobre el patrimonio técnico asignado a sus bancos
autorizados”, a fin de permitir una mayor fluidez para los pagos, fomentar las
operaciones de comercio en la región y facilitar los flujos de financiación externa hacia
la banca local.
Si bien el CPCR y su Reglamento establecen las normas generales para las
operaciones del Sistema, los Bancos Centrales tienen la facultad de regular tanto las
operaciones canalizables como los instrumentos utilizables en cada país para cursar
pagos por el mismo, de acuerdo a sus requerimientos o necesidades internas. Ello
implica que la utilización y operación del Convenio, si bien se rige básicamente por
normas uniformes, tiene diferentes alcances dependiendo de la reglamentación que,
para cada país, adopten los Bancos Centrales y depende del monto de los créditos
bilaterales que en teoría debería estar en función de volumen del comercio bilaterial y
de la capacidad y disposición de los respectivos Bancos Centrales para asumir los
riesgos derivados.
Al respecto, los Bancos Centrales de los Países Miembros remitieron a la Secretaría
General de la Comunidad Andina, la posición oficial con relación a la propuesta de la
delegación de Colombia. Adicionalmente, remitieron un reporte técnico sobre las
normas internas aplicadas en los Países Miembros para el acceso al CPCR. Un
resumen de dichos informes se presenta a continuación.
El Banco Central de Bolivia (CBB), informó que para acceder al CPCR de la ALADI
está regulado por la Resolución del Directorio 165/97. El artículo 3 del mencionado
Reglamento establece el cumplimiento de los requisitos para la habilitación y/ o el
mantenimiento de los bancos como Entidades Financieras Acreditadas (EFA), que son;
a) mantener la suficiencia patrimonial requerida por Ley; b) estar al día en las
obligaciones contraídas con el BCB; c) que el endeudamiento del Banco con el BCB, a
través de los instrumentos del CPCR, no exceda una vez su Patrimonio Neto; d) que el
Banco no esté en situación de incumplimiento del Artículo 45 de la Ley de Bancos y
Entidades Financieras; e) que la cartera en mora del Banco no exceda el 12% de su
cartera bruta, ni que la cartera en mora neta de previsiones para cartera incobrable
exceda el 8% de su cartera bruta; f) que el Banco no esté beneficiándose con un crédito
de liquidez del BCB; g) que el Banco no haya incurrido en multas de la
Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras (SBEF); y, h) que los bancos de
reciente creación tengan por lo menos doce meses de funcionamiento.
Adicionalmente el informe señala que los Bancos intervenidos por la SBEF y el BCB, en
los términos de Artículo 67 párrafo II de la Ley Nº 1732, no podrán habilitarse como EFA
mientras dure la intervención.
2
En particular el Ministerio de Comercio Exterior de Colombia
De conformidad con lo que establece el artículo 34 del Reglamento Interno para la
Canalizaciones a Través del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la ALADI
(Resolución de Directorio Nro. 165/97 del 25/11/1997, Bolivia fija como “límite máximo
del valor de los Instrumentos de pago emitidos y que se encuentren pendientes de pago
por la Institución Autorizada, no podrá superar el setenta por ciento (70%) de su
Patrimonio Neto 3”, el mismo que es ajustable periódicamente según la información que
proporciona la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras. 4.
Por su parte, las instituciones autorizadas están habilitadas para emitir y evaluar
instrumentos de manera directa, a un plazo máximo de 5 años.
El informe del Banco de la República de Colombia, señala que el Banco determina en
su reglamentación interna los siguientes requerimientos para tener acceso a la
condición de institución autorizada para operar a través del CPCR: a) mantener una
relación de Activos de Riesgo frente al Patrimonio Técnico en los términos definidos por
el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero Colombiano y demás disposiciones que
regulen la materia; b) disponer de un Patrimonio Neto superior al 50% del Capital
Pagado o, lo que es equivalente, no encontrarse en situación de insolvencia; y, c) no
estar adelantando un programa de recuperación patrimonial con el Fondo de Garantías
de instituciones Financieras (FOGAFIN) y/o la Superintendencia Bancaria.
La Reglamentación Interna del Convenio de Pagos (Circular reglamentaria DCIN-52 de
mayo de 1996), en el literal G establece que el límite máximo establecido para
determinar el cupo asignado es del 12% del valor del Patrimonio Técnico 5 para las
entidades que empiezan a operar a través del Convenio, cupo que se incrementa al
25% en el segundo año y al 35% a partir del tercero. Esta diferencia de nivel permite
darle una mayor participación a las entidades en la medida en que demuestran haber
adquirido experiencia y un equilibrio en sus indicadores.
De igual manera, el informe del Banco de la república señala que se ha fijado en la
tercera parte del cupo asignado, el monto máximo para emitir instrumentos a plazo con
vencimiento superior a un año.
Por su parte el Banco Central del Ecuador (BCE) ha informado que de acuerdo con el
Reglamento interno vigente para Calificar a las Instituciones Autorizadas y Normar la
Ejecución de Operaciones por Medio de los Convenios de Créditos Recíprocos y
Acuerdos de Pagos, y que fue aprobado por la Gerencia General del Banco Central del
Ecuador el 2 de mayo de 1996, se establece en su numeral 14 que el cupo de
operaciones sobre el cual emitir cartas de crédito, letras y pagarés avalados será del
20% del Patrimonio técnico, pudiendo exceder el cupo previa entrega de garantías en
moneda extranjera de primera clase, emitidas por instituciones financieras que registren
al menos uno de los siguientes puntajes mínimos de calidad crediticia: a).Moody´s
Inverstors Service Aa3; b) Estándar & Poors Rating Service AA-; c) IBCA International
3
El informe señala que se entiende por patrimonio neto al patrimonio contable que surge del estado de
situación patrimonial consolidado, de acuerdo a lo que establece el Reglamento para la Determinación
del Patrimonio Neto, aprobado por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras mediante
Circular SB 0225/96.
4
El cuadro 2, presenta de manera resumida y comparativa una recopilación de las regulaciones internas de los Países
Miembros de la Comunidad Andina.
5 En el capítulo XIII de la Circular Reglamentaria Externa No. 100 de noviembre de 1995, expedida por la
Superintendencia Bancaria, se define que el Patrimonio Técnico comprende la suma del capital primario y
secundario; en el se define además que incluye el capital primario y el capital secundario.
Credit Rating Agency AA-. El informe del banco Central del Ecuador consigna que el
porcentaje utilizado con relación al cupo fue de 67% y 70% en 1997 y 1998,
respectivamente.
El informe del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) señala que éste norma el
acceso de las entidades del sistema financiero del Perú al CPCR, conforme con lo
dispuesto en la Circular Nº 037-96-EF/90, del 21 de noviembre de 1996. Dicho Banco
asigna el monto máximo de obligaciones que puede emitir la institución autorizada y
puede restringir esa autorización o cancelarla cuando lo estime conveniente.
Luego de la evaluación de la situación económica y financiera del banco local, el Banco
Central asigna el límite máximo de utilización para la emisión de obligaciones
intermediarias a través del CPCR. Este límite máximo se determina individualmente,
asignándose a cada institución autorizada un monto en dólares de los Estados Unidos
de América relativo a su Patrimonio Efectivo (PE)6. Así, los bancos que recién entran a
operar por el CPCR pueden emitir obligaciones hasta por el 6 por ciento de su PE
durante el período de inicio de sus operaciones y el resto de bancos pueden emitir
obligaciones hasta un límite máximo del 110 por ciento como total.
Mensualmente el Banco Central de Reserva del Perú, revisa el monto asignado a cada
banco teniendo en cuenta las variaciones en su PE y la situación económica y
financiera de cada entidad autorizada. En la actualidad la mayoría de los bancos que
operan el Perú por el CPCR tiene una asignación entre el 100 y 110 por ciento de su
PE; no obstante la utilización del límite asignado no supera en promedio el 10 por ciento
y el banco local que presenta el máximo nivel de utilización alcanza el 24 por ciento de
su asignación.
El Banco Central de Venezuela puso en conocimiento de la Secretaría que el
procedimiento utilizado por dicho Banco para la asignación de límites a las Instituciones
Autorizadas consiste en la aplicación de porcentajes al patrimonio, basados en la
ponderación de sus indicadores financieros (numeral 9 de la Norma adoptada el 22 de
abril de 1996 por el Directorio del BCV). Adicionalmente, la metodología contempla la
posibilidad de constituir garantías, en caso de que alguna Institución Autorizada
requiera emitir compromisos que excedan el límite asignado. El límite máximo de
asignación a los bancos locales para operar por el Convenio es de hasta el 80% del
patrimonio.
6
El procedimiento para la determinación del patrimonio efectivo se establece en el artículo 185 de la Ley
26702 (Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia
de Banca y Seguros).
III.
Análisis y consideraciones sobre la propuesta para la optimizar la
utilización del CPCR, en lo concerniente al incremento del cupo referido al
patrimonio técnico
De conformidad con lo señalado en el acápite anterior, la regulación relativa a las
condiciones y responsabilidades de las instituciones autorizadas a operar bajo el
sistema del CPCR es definida al interior de cada País Miembros, por los respectivos
Bancos Centrales. Dichas regulaciones se establecen de conformidad con las
realidades particulares de cada país, fundamentalmente en lo que respecta a criterios
de riesgo, eficiencia y solvencia de la banca comercial.
El cuadro No. 3 anexo, contiene un cuadro comparativo de los regímenes internos para
acceder y utilizar el Convenio de Pagos.
El Banco Central de Bolivia, en su informe remitido a la Secretaría General señala que
según Resolución de Directorio Nº 165/97 vigente a partir del 1º de enero de 1998, se
establece un margen del 70% del Patrimonio Neto de las instituciones autorizadas para
la canalización de operaciones de comercio y sus servicios a través del Sistema de
Pagos de la ALADI. Con esta norma el Banco Central de Bolivia se coloca por encima
del 50% que se señaló como deseable dentro del planteamiento recogido por el
Consejo Asesor.
Por su parte, el Banco de la República de Colombia, señala que tiene fijado en su
reglamentación interna para sus instituciones, un cupo del 35% del Patrimonio Técnico
reportado por dichas entidades a la Superintendencia Bancaria. Al respecto menciona
que, de acuerdo con las estadísticas de movimiento del convenio, el cupo del 35%
nunca ha sido utilizado en su totalidad por las instituciones colombianas. Es más el
Banco de la República señala que "…el cupo es suficiente y que no llega a una
utilización promedio del 1.18%".
De otro lado, el Banco Central del Ecuador informó también a la Secretaría General
que está analizando la propuesta de Colombia, y que evaluará la posibilidad de emitir
una disposición mediante la cual se elevaría el cupo de operación del 20% sobre el
patrimonio técnico asignado a los bancos autorizados a operar en el convenio citado;
previo un cambio de las normas relativas a garantías, con el fin de incentivar el
comercio exterior con los Países Miembros de la Subregión y de la ALADI,
El Banco Central de Reserva del Perú señala que en los últimos años la utilización del
límite asignado ha ido disminuyendo paulatinamente, a fines de 1995 la misma fue de
38 por ciento, decreciendo a 20 por ciento y 12 por ciento respectivamente para
diciembre de 1996 y 1997. Esta evolución se explica por una menor utilización del
CPCR, debido principalmente a una mayor presencia de empresas extranjeras en
sectores como el comercio exterior y el financiero, que están en condiciones de
comercializar productos y efectuar pagos directamente con sus filiales. Además, señala
que el límite asignado se incrementó significativamente debido al aumento de 60 por
ciento, aproximadamente, del patrimonio efectivo de la banca local entre 1995 y 1998.
Igualmente, el Banco Central de Venezuela que asigna límites a los bancos locales
de hasta el 80% de su patrimonio señaló que "…la mayoría de las instituciones
autorizadas utilizan menos del 50 por ciento de su línea…".
Con respecto al planteamiento inicial formulado por el Consejo Asesor, solamente el
Banco Central del Ecuador y el Banco de la República tienen un cupo inferior al del 50%
que se señala en dicho planteamiento como deseable; y este último banco señala que
su cupo actual es más que suficiente.
En consecuencia, es razonable suponer que la optimización de la utilización del CPCR
que busca el Consejo Asesor, no tiene necesariamente que venir únicamente mediante
el incremento del cupo para las Instituciones autorizadas, pues Bolivia, Perú y
Venezuela, tienen cupos sustancialmente más altos que el nivel propuesto del 50%, e
igualmente han sufrido una sistemática reducción en la utilización del CPCR.
Entre los factores que podrían explicar la declinación en la utilización del Convenio
merecen destacarse:
-La normativa interna que regula en cada el país el acceso al CPCR por parte de las
Instituciones Autorizadas.
-La apertura de los sistemas financieros locales a inversión intrasubregional y
extranjera directa, creando redes financieras propias a través de las cuales se
canalizan, con beneficio de márgenes para el intermediario financiero las
operaciones de comercio exterior. 7. El incremento de las operaciones realizadas por
“comercializadoras” quienes, generalmente financian las operaciones de pre y post
embarque a los entes productivos de la región, restando operaciones realizables vía
el Convenio.
-El grado de liberalización de los sistemas cambiarios que han restado validez y
necesidad de la garantía de libre convertibilidad que conlleva la utilización del
CPCR.
-La disposición de los banco centrales a no facilitar o fomentar la utilización del
CPCR en condiciones en qué sus nuevas funciones, consagradas en las
constituciones y a nivel legal, garantizan su independencia frente al gobierno y su
objetivo único y fundamental de garantizar la estabilidad de precios y de la moneda.
La optimización del CPCR en las actuales condiciones podría ser un instrumento útil
para evitar la reducción de las corrientes comerciales que ocurrieron ante la presencia
de dicho fenómeno en décadas anteriores, ya que constituye un mecanismo que facilita
el financiamiento externo y que podría ser aprovechado en los actuales momentos, en
que la banca internacional ha disminuido las líneas de crédito para el sector financiero.
Asimismo, serviría para disminuir el grado de incertidumbre entre los agentes
económicos ante los efectos que podrían generar las crisis económicas que atraviesen
algunos países miembros.
En opinión del Banco de la República de Colombia, la sola existencia del CPCR
constituye un instrumento valioso por los importantes beneficios potenciales que puede
reportar al intercambio regional, especialmente en coyunturas de escasez de divisas; en
este sentido, resalta la experiencia del comercio con Venezuela en el año 1994, en la
que la utilización del Convenio coadyuvó a moderar la reducción de los flujos
comerciales derivada de las dificultades del sector externo de la economía venezolana.
7
Esta situación se verá reforzada conforme se adopte la liberación del mercado intrasubregional de servicios
financieros, con base en lo dispuesto en la Decisión 439 relativa al Marco General de Principios y Normas para la
Liberalización del Comercio de Servicios en la Comunidad Andina.
Las dificultades de balanza de pagos, que atraviesa actualmente Ecuador 8, así como
sus reducidos niveles de reserva, igualmente hacen pensar que el CPCR no dejará de
tener validez y al contrario debería ser fomentado en circunstancias como las descritas,
más aún cuando el escenario internacional es restrictivo en el acceso del mercado de
capitales para la región.
Cabe entonces abordar el pedido del Consejo Asesor desde una perspectiva más
amplia, para considerar todas las acciones posibles para mejorar la utilización del
CPCR a nivel andino, teniendo siempre presente que el mayor desarrollo y expansión
del sistema financiero; la reducción y concentración de funciones de la banca central;
así como la profundización de la liberalización del comercio de servicios en la
Comunidad Andina en el futuro inmediato, por mandato de la Decisión 439, además del
compromiso de avanzar hacia la conformación del Mercado Común Andino (que
supondrá que a nivel intrasubregional existirá el libre movimiento de capitales), podría
significar que se requiera en el mediano y largo plazo hacer un replanteamiento total del
Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de la ALADI.
En el corto plazo se podría pensar que los países andinos, que en sus normas internas
tengan definidos de manera general, o para casos determinados (como por ejemplo
para bancos que por primera vez solicitan su autorización), porcentajes inferiores al
20% del patrimonio técnico de sus bancos autorizados, eleven a niveles superiores de
dicha participación; además de flexibilizar otras normas respecto a operaciones a
plazos, monto máximos por operación, presentación de garantías, comisiones, etc,
donde también podrían acordar una armonización. Estimamos que el cuadro (No.3)
comparativo de las normas internas que se adjunta, es suficientemente explícito en las
diferencias fundamentales que existen.
Evidentemente, y de acuerdo a la agenda del Consejo Asesor, se continuará avanzando
en la convergencia de las políticas macroeconómicas, especialmente cambiaria,
monetaria, fiscal y de crédito público, lo cual eventualmente tendrá en el largo plazo
una evolución natural en una unión económica y monetaria - y posiblemente involucre
finalmente una moneda única que supere la necesidad de un Convenio de Pagos para
la subregión diseñado para minimizar la transferencia de divisas entre los miembros.
8
En otras dimensiones Brasil, que también es miembro de ALADI.
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