PAUTAS PARA VIVIR September 16 ABDUL RAHMAN ABDUL RAHMAN Dirigiéndose a todos, declaró: Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga. Lucas 9:23 Abdul Rahman había sido sentenciado a muerte y no había muchas probabilidades de que la ejecución no se cumpliera. Su caso era difícil. El confesó su crimen cometido hace 16 años: Se convirtió del Islám al Cristianismo. Rahman en ese entonces vivía en Afganistán donde la constitución permitía la libertad de culto, pero diferentes leyes contenidas en el Sahria o ley religiosa condenaba a muerte a la persona que se convertía a otra religión que no sea el Islam. Usted puede estar pensando, “Y eso es todo lo que él hizo”? Sí, pero sucedió en un país musulmán donde la ley religiosa condena a una persona a muerte por tal acción. Cuando la prensa internacional reportó que habría esta ejecución, hubo una fuerte reacción que eventualmente salvó la vida de Rahman. El tribunal lo declaró mentalmente desequilibrado. En otras palabras, lo declararon loco! Por qué? Cuando el fiscal le hacía preguntas, según el representante de la corte, Rahman hablaba en voz baja con él mismo. Cuando le preguntaban qué hacía, él respondía: “Estoy hablando con Dios”. A una multitud de individuos desconocidos que se convierten al Cristianismo no les va muy bien. Por ejemplo, la persona que respondió a la programación cristiana en Arabe producida por Radio Transmundial, un grupo importante de comunicaciones Cristianas. El oyente escribió al productor del programa y le confesó que ha depositado su fe en Jesús como su Señor y Salvador. Unos pocos meses más tarde, cuando el comunicador viajaba por el área en el que el oyente vivía, preguntó dónde podía encontrar a esta persona. “Le llevaré hasta él” le dijo un muchacho. Le llevó no a una casa, sino al cementerio local. “Aquí está. Esto es lo que le sucede a alguien que se convierte a Jesús”. Desde 1980 ha existido un movimiento en los países islámicos para rechazar la ley secular y favorecer el Sharía, donde los clérigos y los Imames demandan represalias más severas para sus víctimas y procuran tener más autoridad que los gobiernos. La ley islámica no muestra misericordia ni compasión, pero demanda cumplimiento total e incondicional de sus seguidores. Las penalidades son brutales, no solo para los que se convierten a otra religión, sino para aquellos que no cumplen en su totalidad con sus demandas. Jesús dijo: “Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga”. (Lucas 9:23) No hay duda que muchos más enfrentarán el mismo desafío de Rahman. Lectura: Gálatas 2 The preceding material was written and produced by Dr. Harold J. Sala. All rights reserved. Reproduction for sale or financial profit is prohibited. Permission to reprint may be obtained by contacting Guidelines International Ministries, 26161 Marguerite Parkway, Suite F, Mission Viejo, CA 92692, USA. PHONE: 949.582.5001, E-MAIL: [email protected], WEB: www.guidelines.org.