tribunalsupremo

Anuncio
TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Penal
AUTO
CUESTION COMPETENCIA
Nº de Recurso:20408/2012
Fallo/Acuerdo: Auto Resolviendo Cuestión Competencia
Procedencia: JDO. INSTRUCCION N. 1 DE BARCELONA
Fecha Auto: 08/11/2012
Ponente Excmo. Sr. D.: Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
Secretaría de Sala: Ilma. Sra. Dña. María Antonia Cao Barredo
Escrito por: MGP
CUESTIÓN DE COMPETENCIA
Recurso Nº: 20408/2012
Ponente Excmo. Sr. D.: Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
Secretaría de Sala: Ilma. Sra. Dña. María Antonia Cao Barredo
TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Penal
AUTO
Excmos. Sres.:
D. Juan Saavedra Ruiz
D. Julián Sánchez Melgar
D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
En la Villa de Madrid, a ocho de Noviembre de dos mil doce.
I. HECHOS
PRIMERO.- Con fecha 6 de junio se recibió en el Registro General del Tribunal
Supremo exposición y testimonio de las Diligencias Previas 947/12 del Juzgado de
Instrucción nº 1 de Barcelona, planteando cuestión de competencia con el de igual
clase Central nº 6, Diligencias Previas 124/11, acordándose por providencia de 11
de junio, formar rollo, designar Ponente al Excmo. Sr. D. Juan Ramón Berdugo
Gómez de la Torre, y el traslado al Ministerio Fiscal.
SEGUNDO.- El Ministerio Fiscal por escrito de 17 de julio dictaminó: “…
no se trata de dar una interpretación extensiva a la competencia atribuida a dicha
Audiencia, sino de atender a la voluntad del legislador. Por ello, es oportuno y
esclarecedor el examen de la terminología utilizada en él tanto en el Código Penal
como en la LOPJ, así como comprobar que en la fecha de aprobación de aquélla,
la coincidencia era plena, y como al incluirse el art. 160 bis en el anterior Código
Penal, dicha competencia quedaba referida también a la tutela de las asambleas
legislativas autonómicas. Tal espíritu es el que lleva a la redacción actual del art.
498 del texto penal, en el que se incluyen dichas asambleas, junto al Congreso de
Diputados y al Senado. La sustitución de la referencia a las “Instituciones del
Estado”, donde antes se hablaba de ”altos organismos de la Nación”, obedece a
un criterio clarificador, ante las diversas interpretaciones y concepciones sociopolítico-culturales de la palabra “nación”. La no actualización de la terminología
del art. 65 de la LOPJ, no es sino una falta de coordinación del legislador, sin
duda, poco conveniente, pero que no permite excluir la competencia como se
pretende.
Obviamente, el examen de los precedentes legislativos no pretende dar a la
norma una vigencia más allá de su derogación, sino efectuar un adecuado
entendimiento de la misma.
En fin, la referencia a la base de la organización territorial y la pretensión
de establecer la cúspide de la organización judicial de las comunidades autónomas
en el respectivo Tribunal Superior de Justicia, no permite atribuirle unas funciones
que el legislador, en este momento le ha otorgado.
Por cuanto antecede se entiende, como ya se alegó en la instancia, que
deberá resolverse la competencia a favor del Juzgado Central de Instrucción nº 6
para que continúe la investigación iniciada…”.
TERCERO.- Por providencia de fecha 9 de octubre se acordó, siguiendo el
orden de señalamientos establecido, fijar la audiencia del día 7 de noviembre para
deliberación y resolución, lo que se llevó a efecto.
II. RAZONAMIENTOS JURÍDICOS
PRIMERO.- Por el Juzgado Central nº 6 se incoaron las Diligencias Previas
124/12 con motivo de los hechos acaecidos en día 15 de mayo de 2011 ante la sede
del Parlamento de Cataluña, en la Plaza de Cataluña, donde se celebraba sesión del
mismo. Una pluralidad de personas realizaron protestas verbales, en la citada fecha,
insultando y zarandeando a algunos políticos a la entrada al Parlamento y
lanzándoles objetos, como harinas y similares, por la posible comisión de un delito
del art. 498 del Código Penal. Planteada cuestión de competencia por la
representación letrada de algunos encausados, fue resuelta por auto del Pleno de la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en la cuestión de competencia 23/11 en
la que se consideraba que, era competencia de los juzgados de Barcelona, la
investigación de los hechos. Lo que determinó, en su cumplimiento, la inhibición a
favor de los mismos. En informe previo el Ministerio Fiscal consideró que el
órgano competente era el Juzgado Central de Instrucción y no el de Barcelona.
Recibida la inhibición, el Juzgado nº 1 al que por reparto correspondió, rechazó la
misma siguiendo el criterio del dictamen fiscal, ante dicho Juzgado, coincidente
con el emitido en la Audiencia Nacional, y dictando auto de 15/5/2011, rechazando
la inhibición y resolviendo plantear cuestión de competencia.
SEGUNDO.- A efectos de dirimir la cuestión de competencia, debemos
resaltar el contenido del auto de Barcelona “… Resulta pacífica y no se ha
discutido hasta este momento por la propia Audiencia Nacional la calificación de
estas conductas como eventualmente constitutivas de un delito contra las
Instituciones del Estado previsto y penado en el art. 498 del Código Penal, al
menos, con el carácter provisional propio de la fase de instrucción y sin perjuicio
de la concurrencia de otros delitos conexos con el anterior…” y el auto de
27/1/2012 del Pleno de la Audiencia Nacional (fundamento segundo) “El art. 65.1
de la LOPJ establece la competencia de la Audiencia Nacional y los Juzgados
Centrales de Instrucción en los delitos contra los Altos Organismos de la Nación.
La cuestión controvertida es si el tipo penal comprendido en el art. 498 del Código
Penal dentro de los “delitos contra las Instituciones del Estado”, cuando como en
este caso se trata de una Asamblea Legislativa de una Comunidad Autónoma,
puede entenderse como un delito contra un Alto Organismo de la Nación. Ambos
términos no son equiparables, en cuanto que no todas las Instituciones del Estado,
pueden reputarse Altos Organismos de la Nación, pues sólo lo serán aquellos
organismos del Estado cuyo ámbito sea la Nación. Por tanto la competencia de la
Audiencia Nacional debe limitarse a los Altos Organismos cuyo ámbito sea el de
toda la Nación. Debe tenerse presente que la interpretación del art. 65 de la LOPJ
no puede ser extensiva, pues se trata de un órgano especializado de la jurisdicción
penal con títulos de atribución de competencia precisos.
A ello se añade que la propia base de la organización territorial de las
Comunidades autónomas pretende que la cúspide de la organización judicial en su
ámbito territorial sea el del Tribunal Superior de Justicia…”. Resulta difícil
cuestionar la competencia de la Audiencia Nacional vía art. 65.1.a) para conocer
del delito del art. 498 por mucho que el título de la Sección que lo cobija haya
pasado de utilizar el término “Nación” al de “Estado”. No existe razón alguna
para sostener que cuando el legislador elabora el nuevo texto penal y hace uso de la
expresión “instituciones del Estado” en vez de la de “Altos organismos de la
Nación” pretendiera directa o indirectamente desapoderar a la Audiencia Nacional
del conocimiento de estos delitos. Lo que el legislador hizo fue adecuar la
terminología del Código Penal a la estructura territorial del Estado diseñada con la
aprobación de la Constitución en 1978, actualización terminológica que, por el
contrario, no se ha operado paralelamente sobre el art. 65 LOPJ, no obstante ello la
equiparación entre Parlamentos estatales y autonómicos tanto en el aspecto penal
sustantivo como competencial, encaja con la configuración territorial del Estado
que la Carta Magna diseña en su Título VIII, particularmente en los arts. 148 y 149.
Se define un reparto territorial del poder del Estado mediante la distribución de
competencias entre el Poder Central y las Comunidades Autónomas, atribuyendo a
estas últimas una esfera de competencias en régimen de exclusividad o de
concurrencia con las del Estado. Ello otorga a los Parlamentos autonómicos una
posición institucional no muy alejada del de las Cortes Generales, con una potestad
legislativa asimilada al de éstas. No obstante ello debemos recordar el carácter de
órgano especializado por razón de la materia de la Audiencia Nacional y que las
reglas de atribución de competencia a este órgano judicial deben ser objeto de una
interpretación restrictiva. Por lo tanto, la competencia de la Audiencia Nacional de
los delitos contra las Instituciones del Estado requiere de la concurrencia de dos
requisitos: a) Que el sujeto pasivo del delito sea un Alto Organismo de la Nación o,
en terminología del Código Penal, una Institución del Estado; y b) Que el bien
jurídico protegido lo constituya la dignidad y normal funcionamiento de esas
Instituciones. Ambos requisitos concurren en el caso que nos ocupa: relevancia
constitucional de los Parlamentos autonómicos, asimilada y cercana al de las Cortes
Generales, y que, en el tipo del art. 498 se tutela y protege el normal
funcionamiento de las Cámaras Legislativas, sean estatales o autonómicas, como
órganos de representación y manifestación de la soberanía popular y titulares de la
potestad legislativa, y ello porque ese normal funcionamiento tiene como
presupuesto básico el que los parlamentarios puedan acceder con normalidad y
libertad a las sedes parlamentarias y así ejercer sus funciones emitiendo opiniones,
participando en los debates o emitiendo su voto. Aunque la conducta típica de
fuerza, violencia, intimidación o amenaza grave se dirija directamente contra la
persona del parlamentario, la finalidad es la perturbación del funcionamiento de la
propia Institución, que se ve alterada cuando se impide o coarta e éstos su
asistencia a las reuniones, la manifestación de sus opiniones o la emisión de su
voto. Se trata, en definitiva, de un tipo penal de naturaleza pluriofensiva en el que
se ve afectada la libertad y seguridad del parlamentario, pero también y
fundamentalmente, en el que se ataca y cuestiona el funcionamiento de la propia
Institución parlamentaria. En este sentido, el sujeto pasivo de la acción podrá serlo
el parlamentario, pero el sujeto pasivo del delito como titular del bien jurídico es la
misma Asamblea legislativa. Esto es lo que cualifica este delito respecto a las
coacciones o amenazas genéricas o respecto al delito genérico de atentado
cometido sobre miembros de las Cortes Generales o de las Asambleas Legislativas
de las Comunidades Autónomas que expresamente se tipifica en el art. 551.2 del
Código Penal, y en relación a los cuales, obviamente, no se predica la competencia
de la Audiencia Nacional. Por lo expuesto y conforme al dictamen emitido por el
Ministerio Fiscal ante esta Sala, siendo de aplicación al delito del 498 del Código
Penal, el criterio de atribución de competencia a la Audiencia Nacional previsto en
el art. 65.1º.a) de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en consecuencia la
competencia corresponde al Juzgado Central.
III. PARTE DISPOSITIVA
LA SALA ACUERDA: Dirimir la cuestión de competencia negativa
planteada otorgando la misma al Juzgado Central de Instrucción nº 6 (D.Previas
124/11) al que se le comunicará esta resolución así como al nº 1 de Barcelona
(D.Previas 947/12) y al Ministerio Fiscal.
Así lo acuerdan y firman los Excmos. Sres. que han constituido Sala para
ver y decidir la presente, de lo que, como Secretaria, certifico.
D. Juan Saavedra Ruiz
D. Julián Sánchez Melgar
D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
Descargar