Informe Sabine Otros pueblos

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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
INFORME PREPARATORIO PARA LA MISION INTERNACIONAL DE
VERIFICACION DE LA SITUACION DE DERECHOS HUMANOS Y DERECHO
INTERNACIONAL HUMANITARIO EN PUBLOS INDIGENAS EN COLOMBIA
LA SITUACIÓN ACTUAL SOBRE LA VIOLENCIA EN PUEBLOS INDÍGENAS EN
CUATRO REGIONES EN COLOMBIA:
EL PUTUMAYO – CALDAS/RIOSUCIO – LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA –
LA GUAJIRA
Sabine Kienzl
Julio 2006
1
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
PRÓLOGO
El fin principal de los próximos cuatro informes – en que cada uno representa una región
determinada - es el apoyo de la “Misión Internacional de Verificación de la Situación de
Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de los Pueblos Indígenas de
Colombia” que va a visitar el país en septiembre del año 2006. Esta misión va a estar
conformada por representantes de varias entidades internacionales, con el objetivo de
hacer visible y difundir la verdad sobre la continua violencia en pueblos indígenas en
Colombia, causada principalmente por el conflicto social y armado que vive este país
desde hace más de 50 años. De esta visita se espera, sobre todo y entre otras cosas, el
inicio de acciones que deben poner fin a los crímenes de lesa humanidad contra
miembros de los Pueblos Indígenas – un trabajo muy importante y especialmente urgente,
para que los actores involucrados en este conflicto no acaben con los pueblos indígenas,
porque ello implicaría la extinción de las riquezas culturales junto con las sabidurías
ancestrales de los médicos y autoridades indígenas que forman parte de cada uno de estos
pueblos.
Este informe debe servir, entre otras, como una fuente de información básica y muy
actualizada para los miembros de la misión internacional, de modo que de antemano
puedan orientarse e identificarse con la problemática con la cual se enfrentarán en
Colombia.
El informe se basa en 90 testimonios individuales y 9 testimonios en grupo con personas
indígenas afectadas por la violencia causada principalmente por el conflicto social y
armado en Colombia. Estas entrevistas fueron tomadas por la misma autora durante los
meses de Mayo y Junio en los departamentos del Putumayo, Caldas, La Guajira, el Cesar
y la región de la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia. Adicionalmente, se tomaron
en cuenta varios informes de organizaciones locales e instituciones nacionales que
proveen información actualizada sobre el tema de violencia en contra de los pueblos
indígenas colombianos.
Quisiera aprovechar este espacio para agradecer a todas las personas que me apoyaron en
este proceso y en especial a las personas indígenas que estuvieron dispuestas a dar sus
testimonios, contándome que fue lo que les había pasado y cómo han vivido, o en su
mayoría siguen viviendo, esta violencia tan tremenda y tan fuerte que ha azotado sus
pueblos. Aprecio este espíritu sobre todo en un ambiente como el de Colombia, donde la
violencia no se ha acabado todavía y donde la gente aún corre peligro de ser castigada por
hablar. Es justamente ésta la razón por la cual los nombres de las personas involucradas
en este proyecto no son mencionados en el informe.
Quisiera también dar un agradecimiento muy grande a la “ONIC-Organización Nacional
Indígena de Colombia” y a las organizaciones locales indígenas en las regiones como la
Asone'hwesx, el Consejo Regional Indígena de Caldas (CRIDEC), la Organización Wiwa
Yugumaiun Bubkuanarrua Tayrona (OWYBT) y el Cabildo Wayúu Nóüna de
Campamento. Ellos me dieron un fuerte apoyo en la recolección de los testimonios y me
acompañaron muchas veces personalmente a las viviendas de las victimas, estando más
2
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
de una vez preocupados por mí y su propia seguridad, ya que Colombia en este momento
no es un terreno seguro y confiable para ejecutar un trabajo de este tipo – ya sea para
extranjeros o colombianos.
El trabajo de campo que ejecuté para poder realizar este informe es un trabajo de alto
riesgo, ya que Colombia en este momento se encuentra en una situación bastante peculiar
para establecer una “Comisión de Verificación de la Verdad”, puesto que el conflicto en
el país no se ha acabado todavía; razón por la cual mucha gente aún tiene miedo de contar
su historia, su experiencia y decir quién exactamente está involucrado en la ejecución de
los crímenes. La gente tiene miedo porque teme las posibles consecuencias de dar
testimonios –que pueden significar una “simple” amenaza o inclusive la muerte de la
misma persona.
Es por la colaboración de la gente en este proyecto - que no es un proyecto entre muchos,
sino un trabajo de alta importancia - que arriesgaron sus vidas porque confiaron en mí
cuando hice las visitas de campo, ya que tienen esperanzas en la visita de la misión
internacional que va a visitar Colombia, y porque también confían en que ella va a tener
el poder de devolverles sus vidas, su dignidad y su tranquilidad – es por esto que yo
espero que tanto este informe como la visita anunciada vayan a tener el alcance esperado.
Sabine Kienzl,
Colombia, Junio 2006
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
INDICE
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en las Comunidades Wayúu, La
Guajira/Colombia………………………………………………………………………..6
1.) PANORAMA GENERAL............................................................................................. 7
1.1.) Concepto Cultural................................................................................................... 7
1.2.)Desarrollo del Conflicto Social y Armado y el Ocultamiento del Concepto
Cultural Wayúu............................................................................................................... 9
1.2.1.) El Desarrollo de Actividades Económicas al Margen de la Ley ..................... 9
1.2.2.) La Posesión y el Uso de Armas ..................................................................... 10
1.2.3.) La Forma de Vida Poliresidencial ................................................................. 10
1.2.4.) Aclaración...................................................................................................... 11
1.3.) Antecedentes Recientes y Situación Actual ......................................................... 11
2.) CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO SOCIAL Y ARMADO.............................. 13
2.1.) Violaciones Masivas de Derechos Humanos........................................................ 13
2.2.) Pérdida de Tradiciones Culturales........................................................................ 13
2.3.)El Desplazamiento Forzado como una Consecuencia Principal del Conflicto
Social y Armado ........................................................................................................... 13
3.) CONCLUSION Y RECOMENDACIONES............................................................... 17
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en los Pueblos Wiwa y Kogui en la
Sierra Nevada de Santa Marta/Colombia……………………………………………..19
1.) PANORAMA GENERAL........................................................................................... 21
1.1.) Contexto................................................................................................................ 21
a) Creencia Ancestral ................................................................................................ 21
b) Recursos Naturales y Biodiversidad..................................................................... 22
c) Evolución del Conflicto en los territorios Wiwa y Kogui .................................... 22
1.2.) Antecedentes......................................................................................................... 23
a) Masacre de El Limón ............................................................................................ 24
b) Masacre de Potrerito............................................................................................. 24
c) Masacre de Marokazo........................................................................................... 25
d) Masacre de La Laguna.......................................................................................... 25
e) Masacre de Las Mercedes..................................................................................... 25
f) La Violencia de los años 2004 - 2006 ................................................................... 26
1.3.) El caso especial del pueblo Kogui ........................................................................ 27
2.) CONSECUENCIAS DEL CONFICTO SOCIAL Y ARMADO ................................ 28
2.1.) Desplazamiento .................................................................................................... 28
2.2.) Violación de los Sitios Sagrados .......................................................................... 30
2.3.) Robo y Expropiación de Alimentos...................................................................... 31
2.4.) Obstaculización de la Prestación de Servicios de Salud....................................... 31
2.5.) Reclutamiento de Jóvenes .................................................................................... 31
3.) CONCLUSION Y RECOMENDACIONES............................................................... 32
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en los Pueblos Indígenas del
Departamento de Putumayo/Colombia y en especial de la Población Indígena Desplazada en
Mocoa……………………………………………………………………………………..33
1.) PANORAMA GENERAL……………………… …………………………………...35
1.1.) Datos Demográficos……………………………………………………………..35
1.2.) Evolución Histórica del Conflicto en el Putumayo……… …………………….35
2.) EL DESPLAZAMIENTO FORZADO COMO UNA DE LAS CONSECUENCIAS
PRINCIPALES DEL CONFLICTO ARMADO Y SOCIAL........................................... 37
2.1.) Introducción y Situación de Desplazamiento en Mocoa ...................................... 37
2.2.) Antecedentes......................................................................................................... 39
2.3.) Consecuencias del desplazamiento....................................................................... 40
3.) CONCLUSION Y RECOMENDACIONES............................................................... 41
3.1.) La inefectividad de la “Proyectitis”...................................................................... 41
3.2.) Fortalecimiento de la Cultura Indígena ................................................................ 41
3.3.) Mejorar la Situación de las Personas Desplazadas especialmente en Mocoa ...... 42
3.4.) Erradicación Manual............................................................................................. 42
3.5.) Protección Especial a los Líderes Indígenas......................................................... 42
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en las Comunidades Embera Chamí,
Riosucio/Caldas…………………………………………………………………………42
1.) PANORAMA GENERAL........................................................................................... 44
2.) PROBLEMAS ESPECÍFICOS.................................................................................... 45
2.1.) Violación a los Derechos Fundamentales............................................................. 45
2.2.) Violación a la Autonomía Territorial ................................................................... 46
2.3.) Violación al Fortalecimiento del Proyecto Político.............................................. 46
3.) CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES............................................................... 47
Observaciones Finales……………………………………………………….…………48
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en las
Comunidades Wayúu, La Guajira/Colombia
Este informe se basa en diez testimonios tomados por la autora, en el mes de junio de
2006, tanto como en los siguientes materiales secundarios:
-
Juan Carlos Gamboa, Análisis Estructural Sierra Nevada de Santa Marta. Versión
muy Preliminar, (Valledupar, Colombia: Febrero de 2006).
-
Karmen, Ramirez Boscán, “Reflexiones sobre la violencia paramilitar, el conflicto
armado y el pueblo Wayúu de la Media Guajira, (Maicao/La Guajira, Colombia: 1
de Noviembre de 2005).
-
“Acerca de la problemática del desplazamiento interno – consideraciones de
organizaciones del pueblo Wayúu”, Reflexiones conjuntas presentadas en
Valledupar (Cesar), el domingo 25 de junio de 2006, por el Cabildo Wayúu
Nóüna de Campamento de Maicao (La Guajira;), el Cabildo Wayúu de Wepiapaa
de Mingueo, Dibulla (La Guajira) y por la comunidad Wayúu que se encuentra en
situación de desplazamiento en Santa Marta (Magdalena) en reunión sostenida
con el señor Walter Kälin, Relator Especial de Naciones Unidas para los
Refugiados y Desplazados Internos.
-
Darío Mejía Villegas, “Informe de Riesgo No. 17-06 de Inminencia para la
subregión de la Alta Guajira, en especial para las poblaciones de Poropo, Peruana,
La Esperanza, Tres Bocas, Pusheo, La Loma, Kariwac, Jatete, Jepsut, Karimaya,
Arigunakimana y el sector aledaño a Bahía Portete del municipio de Urumita,
Departamento de la Guajira, destinado a Fernando López Suarez, Defensor del
Pueblo Seccional Guajira”, (Bogota, Colombia: 28 de Abril de 2006).
-
Fundación Hemera, Etnias de Colombia
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
“Una lágrima se asoma en sus ojos,
el dolor es más fuerte que su rabia,
su fragilidad femenina comienza a imprimirse
en sus palabras: “Los grupos armados al margen
de la ley le han hecho mucho daño a mi familia,
a mi etnia Wayúu, han violado tierras,
nos han pisado y eso entre nosotros nunca
se había visto, y son crímenes de lesa
humanidad los que ellos han cometido
y el Gobierno no hace nada”
(una señora Wayúu)
1.) PANORAMA GENERAL
La historia del pueblo Wayúu con respecto al conflicto armado interno que existe en la
República de Colombia desde hace más de 50 años, es una historia llena de
equivocaciones e interpretaciones equivocadas. Las características culturales de la etnia
Wayúu han causado que las consecuencias del conflicto armado y social, con todas las
implicaciones que conllevan, nunca se hayan visibilizado al nivel nacional o
internacional. Violaciones masivas de derechos humanos, muertes, desplazamientos y
todo lo demás que encaja en esta categoría de crímenes de lesa humanidad, se han
escondido detrás de conflictos y guerras inter-claniles y estilos tradicionales de vida poliresidencial. Las violaciones que este pueblo ha sufrido por falta de conciencia acerca del
conflicto nacional en sus comunidades y por falta de la prevención de la misma por parte
del gobierno, han hecho, que el número de habitantes de esta etnia se esté disminuyendo
cada vez más. En este momento, el pueblo Wayúu se encuentra en una situación muy
vulnerable, que puede seguir empeorándose, y en el peor caso, va a significar profundas y
no deseadas transformaciones de la cultura Wayúu, si las entidades responsables para
manejar esta situación tan complicada no empiezan a actuar de manera rápida.
Para entender la situación actual del pueblo Wayúu con respecto al conflicto social y
armado, es fundamental comprender la base de su concepción cultural, su cosmovisión,
sus antecedentes y cómo esto ha causado graves confusiones y equivocaciones con vistas
a entender los impactos del conflicto colombiano. Hasta el momento actual, este pueblo
todavía esta sufriendo las consecuencias de esta confusión – un hecho que tiene que ser
visibilizado, para que los grupos armados legales e ilegales no pongan en riesgo la etnia
entera. El objetivo de este informe es justamente esto: hacer visible y mostrar la verdad
sobre lo que está pasando en las castas Wayúu en este momento.
1.1.) Concepto Cultural
Ubicación: El pueblo Wayúu reside en el área de la península de La Guajira en el norte
de Colombia y noroeste de Venezuela, sobre el mar Caribe. El clima es cálido, seco e
inhóspito (de desierto) y presenta estaciones climáticas marcadas por una primera
temporada de lluvia, llamada Juyapu, que se desarrolla durante los meses de septiembre a
diciembre y continúa con la época seca, conocida como Jemial, que va desde diciembre
7
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
hasta abril. Posteriormente, sigue otra vez una época de lluvia, llamada Iwa, que termina
con el inicio de un largo periodo seco que va desde mayo a septiembre.1
Población: Según los censos realizados, el pueblo Wayúu es el más numeroso en
Colombia (y Venezuela) y está constituido por 144.003 personas que representan el
20.5% de la población indígena de Colombia y constituyen el 48 % de la población de la
península de la Guajira. Los Wayúu ocupan un área de 1’080.336 has., localizadas en el
resguardo de la Alta y Media Guajira.2 Adicionalmente se encuentran más resguardos en
el sur de La Guajira y en la media Guajira.
Poli-residencia: Los Wayúu no se distribuyen de manera uniforme en su territorio
tradicional y la distribución demográfica depende de los cambios estacionales. Esto
significa que durante la temporada seca, muchos Wayúu buscan trabajo en las ciudades o
pueblos, pero cuando llega la lluvia, un gran número de ellos retorna a sus “Rancherías”
tradicionales, que están conformadas por cinco o seis “Ranchos” (casas tradicionales de
los Wayúu). Cada “Rancho” consiste en varias casitas pequeñas, como las “piichi” donde
cuelgan las hamacas para dormir en la noche o la “luma”, que consiste en un techo plano
sobre seis postes, que les sirve para desarrollar las actividades del día. Los Wayúu no se
agrupan en pueblos y las Rancherías se encuentran distribuidas en toda la zona, una lejos
de la otra. A causa de sus “desplazamientos culturales” que van conforme con los ciclos
estacionales de la naturaleza, la vida tradicional de los Wayúu muchas veces ha sido
confundida con la vida de tribus nomádicas, que se desplazan de un cierto lugar, pero
después ya no retornan. Los Wayúu, al contrario, son poli-residenciales, lo que significa
que habitan de manera no permanente diversos lugares de Colombia y Venezuela. Su
descripción errada como nómadas o seminómadas por parte de ciertos investigadores ha
servido para justificar la expropiación de partes de su territorio que supuestamente ya no
utilizan. 3
Organización sociopolítica: La organización sociopolítica de los Wayúu se caracteriza
por el clan matrilineal, endogámico, en donde los parientes se identifican por la línea
materna. Cada clan está asociado a un animal totémico que surge del origen mitológico
de cada familia. Entre sus principales clanes se encuentran por ejemplo los Epinayú, los
Epieyú o los Uriana. Algunos clanes son considerados pobres, otros, políticamente
influyentes.
Economía: Como los Wayúu habitan en las tierras de La Guajira menos aptas para el
cultivo y las fuentes de subsistencia no son suficientes para cubrir sus necesidades
alimenticias, han desarrollado una economía mixta, basada en la cría y pastoreo de
ganado, combinada con una horticultura especializada de maíz, fríjol, yuca, ahuyama,
pepinos, melones y patilla (sandía), además de actividades como la pesca, la caza, la
explotación de sal marina y el contrabando, que ejercen en la frontera con Venezuela,
1
Fundación Hemera, Etnias de Colombia, www.etniasdecolombia.org
Fundación Hemera, Etnias de Colombia, www.etniasdecolombia.org
3
Juan Carlos Gamboa, Análisis Estructural Sierra Nevada de Santa Marta. Versión Muy Preliminar,
(Valledupar, Colombia: Febrero de 2006).
2
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
surgido históricamente del comercio de productos básicos de los clanes familiares que
están ubicados tanto en Colombia, como en Venezuela.
Sistema Judicial: Según el derecho interno de los Wayúu, “Suküaipa Wayúu” muy rara
vez se acude a la justicia estatal para resolver los conflictos que se presentan en su
interior. De acuerdo a este derecho, la gravedad de los delitos depende del número de
familias que están involucradas en el problema. Según este entendimiento, la mayoría de
los delitos – y los de sangre son los más graves - involucran tanto a la familia del agresor
como a la familia del agredido. La resolución de estos delitos se efectúa con un pago en
dinero o en especie. En el caso que no sea pagado, se inicia una guerra fuerte entra las
familias involucradas. Una persona muy importante en este respecto es el “putchipüu”,
(palabrero de paz), que es la autoridad tradicional para mediar y conciliar conflictos. 4
El Wayúu tradicionalmente es un pueblo de guerreros y muchos de sus conflictos
internos han sido resueltos a través del uso de armas. Sin embargo, a pesar de lo
sangrientas que han sido estas guerras, los Wayúu siempre han manejado un estricto
código de honor y una ética de guerra que no acepta ni la muerte de mujeres y niños, ni la
profanación de los cementerios. Con la penetración de los grupos armados legales e
ilegales, las guerras fueron cooptadas y pervertidas por estos grupos, que las manipularon
y las usaron en su estrategia de expansión militar. 5
Con respecto a lo anterior, los tres puntos más importantes que surgen de sus
características culturales y que han dificultado hacer visible el conflicto en su territorio
son: (a) el desarrollo de actividades económicas ilegales, (b) la posesión y el uso de
armas y (c) la forma de vida poli-residencial.
Los siguientes párrafos intentan iluminar la forma en que el conflicto social y armado que
vive Colombia, fue evolucionando y se escondió detrás de estos tres puntos en el pueblo
Wayúu.
1.2.) Desarrollo del Conflicto Armado Interno y su Ocultamiento del Concepto
Cultural Wayúu
1.2.1.) El Desarrollo de Actividades Económicas al Margen de la Ley
Como fue mencionado anteriormente, los Wayúu basan su actividad económica en la
pesca, la cría y el pastoreo de ganadería de cabras, la explotación de sal marina y en el
activo comercio tanto de productos básicos de la canasta familiar, como de gasolina entre
Colombia y Venezuela. De éste último punto surge, por causa de la dinámica histórica de
la región, el contrabando entre Colombia y Venezuela, a lo cual algunos miembros de la
etnia Wayúu se dedicaban y todavía se dedican. Estas condiciones naturales que ofrecen
ventajas para el tráfico de mercancías, vehículos y personas, tomando en cuenta la escasa
presencia de la Ley, han sido un factor fundamental para que los grupos armados ilegales
hayan hecho presencia en la región buscando canalizar estas ventajas para sus respectivos
4
5
Ibíd.
Ibíd.
9
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
negocios a través de la vía armada y la utilización de métodos violentos. En
consecuencia, la población Wayúu, en su condición de grupo mayoritario y socialmente
vulnerable, ha venido sufriendo desde hace varios años las constantes amenazas de los
grupos armados ilegales. Los testimonios tomados confirman, que en el principio de los
años 90 la violencia fue ejercida sobre todo por parte de los narcotraficantes y en la
segunda mitad de los años 90 por parte del Ejército Nacional. A partir del año 2001, las
amenazas contra el pueblo Wayúu vinieron especialmente y en mayor medida, de los
grupos paramilitares y de la misma Fuerza Pública que se han instalado en el terreno.
1.2.2.) La Posesión y el Uso de Armas
El pueblo Wayúu, ante la imposición de una serie de medidas por parte de los
paramilitares, que operan en su territorio a partir del año 2001, han venido desarrollando
acciones de resistencia, como no brindarles ningún tipo de apoyo en el suministro de
información que les facilite su operación logística y la movilidad en la Alta Guajira. La
reacción de los paramilitares ha sido violenta, y ha hecho que ciertas familias Wayúu
hayan recurrido a las armas, generando enfrentamientos violentos. Esta circunstancia, ha
venido propiciando la organización de miembros armados de la etnia Wayúu para
defenderse de la agresión de los grupos paramilitares, lo cual evidencia el grado de
amenaza en el que se encuentra este grupo étnico.
Cuando el pueblo Wayúu intentó llamar la atención del Gobierno y demostrar lo que
estaba pasando con su gente, las instituciones gubernamentales lo descartaron
simplemente como un conflicto interclanil e intraétnico, cosa que en esta instancia ya no
era cierta. De hecho, muchos actores legalmente e ilegalmente armados se aprovecharon
de los conflictos interclaniles para ejecutar sus guerras sucias.
1.2.3.) La Forma de Vida Poli-residencial
Como fue mencionado al principio, una característica del pueblo Wayúu es el
desplazamiento voluntario de su gente dentro de su territorio, dependiendo de la
temporada estacional. En la temporada seca, se desplazan a las ciudades, porque la vida
en las “Rancherias” durante este tiempo es simplemente imposible, por falta de agua. En
la temporada de la lluvia, los Wayúu vuelven a sus casas.
Otro tipo de desplazamiento de carácter menos voluntario surgió por causa de los
conflictos interclaniles.
Un tercer tipo de desplazamiento de carácter forzado, que muchas veces no se percibe,
pero que de hecho está causando grandes migraciones involuntarias dentro del pueblo
Wayúu es el desplazamiento por causa del conflicto armado interno que está viviendo
Colombia. Este desplazamiento ocurre de un lado, por enfrentamientos armados entre
miembros de las castas Wayúu, por la resistencia de estos indígenas a grupos legalmente
e ilegalmente armados, que afectan su integridad y vida civil. De otro lado, se han
presentado masacres y/o asesinatos selectivos en contra de los pobladores de la zona que
10
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
no obedecen y acatan sus múltiples imposiciones. Estos hechos obligan a familias enteras
de esta etnia indígena a desplazarse.
1.2.4.) Aclaración
Lo que además dificulta la visualización de la violencia tan tremenda, a causa del
conflicto social y armado, que vive este pueblo es el hecho que: (a) Algunos miembros de
los clanes Wayúu, sí se han involucrado con varios grupos armados, (b) algunos
miembros de los clanes Wayúu sí se han desplazado a causa de conflictos interclaniles,
(c) algunos miembros de los clanes Wayúu sí están involucrados en el contrabando de
manera excesiva – cosa que les ha ganado la reputación como un pueblo que maneja de
forma exagerada los negocios ilegales.
Pero lo que también es muy cierto, y que nunca se visibiliza, es que:
a) la mayoría de los miembros Wayúu no se ha involucrado con los grupos armados –
todo lo contrario, muchos de ellos han sido victimas de una guerra que no es de ellos,
con la cual no tienen nada que ver. A manera de ejemplo: Si voluntariamente un
Wayúu, visto individualmente, se vincula a un grupo armado legal o ilegal y ese
grupo armado eventualmente realiza acciones donde muere algún Wayúu o se ofende
la dignidad de los Wayúu, los familiares de la víctima o los que se han sentido
ofendidos no van a diferenciar que en esa acción participó un solo Wayúu
individualmente, sino que involucran a toda su familia materna en el problema.
Entonces, es probable que individualmente sean pocos los Wayúu involucrados con
los grupos armados, pero estos terminan involucrando con sus acciones a toda su
familia materna. En otras palabras, si en un grupo armado, sobre todo ilegal, hay un
Wayúu, los demás Wayúu de las otras familias van a pensar que no sólo es él el
responsable, sino toda su familia.
b) la mayoría de los miembros Wayúu se ha tenido que desplazar forzosamente por
causa de acciones de los grupos armados legales e ilegales relacionados al conflicto
armado interno– una cosa que no tiene que ver nada con el desplazamiento voluntario
a causa de su forma de vida poli-residencial o a causa de conflictos tradicionales,
interclaniles.
c) la mayoría de los miembros Wayúu que viven en la Media y Alta Guajira
históricamente han derivado su sustento del ejercicio del contrabando. En ese
contexto La Guajira ha sido por excelencia un territorio propicio para la ilegalidad y,
consecuentemente, ha configurado una cultura de la ilegalidad muy arraigada que
puede ser mal vista en otros lugares pero que en La Guajira es asumida como una
actividad de prestigio. El problema estriba no tanto en el contrabando sino en el
tráfico de estupefacientes y drogas. Realmente son muy pocos los Wayúu que tienen
un papel importante en el negocio de las drogas.
1.3.) Antecedentes Recientes y Situación Actual
El 18 de abril del 2004, los paramilitares entraron a la zona de Bahía Portete y sus
alrededores violentamente, ocasionando maltratos, desapariciones y homicidios de
mujeres, niños, jóvenes y ancianos de la etnia Wayúu. Estos hechos generaron un
11
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
desplazamiento masivo hacia otras partes del departamento de La Guajira y hacia
Venezuela con el objetivo de salvar sus vidas. En este momento, Bahía Portete está
habitada por cuatro familias. En julio de 2005, el gobierno departamental organizó el
retorno de la población desplazada, pero por falta de seguridad, que se demuestra en el
constate acoso y la presión de los paramilitares contra la población, este retorno no se ha
podido concretizar.
Con la excepción de la masacre en Bahía Portete en abril de 2004 y de algunos
desplazamientos individuales de familias Wayúu a cascos urbanos, la violencia ejercida
por los paramilitares en La Guajira ha sido selectiva, focalizada y adelantada a través de
acciones sutiles y de baja intensidad. Esta facilidad de los paramilitares de realizar sus
acciones violentas de una manera muy hábil ha originado, que muchas de las violaciones
de Derechos Humanos no se hayan visibilizado. Una cosa que contribuye adicionalmente
a la invisibilidad de los crímenes cometidos es un temor impresionante de parte de los
Wayúu de denunciar los hechos violentos.6 En los meses de mayo y junio de 2006 fueron
asesinadas dos personas por actores desconocidos después de haber denunciado ciertas
muertes ante instituciones gubernamentales.
Este temor de denunciar surge por la falta de confianza en la Fuerza Pública y en las
instituciones gubernamentales, que según los testimonios recibidos, cooperan con las
Autodefensas, de las cuales, según el Director del Sistema de Alertas Tempranas, del 28
de Abril del 2006, 70 hombres del Frente Contrainsurgencia Wayúu no se han
desmovilizado dentro del proceso de negociación de las AUC con el Gobierno Nacional.
En este informe, el Defensor del Pueblo menciona que: “Este grupo armado ha proferido
amenazas contra la población con el fin de intimidarla y evitar que los pobladores
denuncien ante las autoridades su accionar en el territorio y el control que vienen
ejerciendo sobre las actividades de contrabando, tráfico de estupefacientes, armas,
combustibles y sobre la actividad comercial ilícita que se realiza en la región; así mismo,
este grupo armado pretende mantener el control de los puertos y de los corredores
naturales que facilitan la comunicación desde la península de La Guajira hasta los
territorios de la República Bolivariana de Venezuela.” Este grupo quiere seguir
manteniendo el control no sólo de las actividades comerciales ilícitas y licitas que se
realizan en La Guajira, sino también sobre la población civil, en particular sobre las
castas Wayúu, para que acaten sus orientaciones a fin de no realizar acciones de violencia
en su contra. 7
Por ejemplo, en abril de 2006, los paramilitares incursionaron en una vivienda de Poropo,
donde torturaron y asesinaron a un señor de la casta Uriana, porque no les quería dar la
6
Karmen, Ramírez Boscán, “Reflexiones sobre la violencia paramilitar, el conflicto armado y el pueblo
Wayúu de la Media Guajira, (Maicao/La Guajira, Colombia: 1 de Noviembre de 2005).
7
Darío, Mejía Villegas, “Informe de Riesgo No. 17-06 de Inminencia para la subregión de la Alta Guajira,
en especial para las poblaciones de Poropo, Peruana, La Esperanza, Tres Bocas, Pusheo, La Loma,
Kariwac, Jatete, Jepsut, Karimaya, Arigunakimana y el sector aledaño a Bahía Portete del municipio de
Uribia, Departamento de La Guajira, destinado a Fernando López Suarez, Defensor del Pueblo Seccional
Guajira”, (Bogota, Colombia: 28 de Abril de 2006).
12
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
información en donde se encuentra el resto de la familia. Este hecho resultó en el
desplazamiento de 50 personas de esta familia.
En este sentido, se ve muy probable el desplazamiento forzado de más familias Wayúu y
enfrentamientos armados entre miembros de las castas Wayúu, que intentan a resistir sus
imposiciones. Además es muy probable que se profundice la continua presencia de
muertes ejemplarizantes, representadas en masacres y/o asesinatos selectivos contra
familias y personas individuales.
2.) CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO
2.1.) Violaciones Masivas de Derechos Humanos
- Masacres
- Desapariciones
- Homicidios Selectivos y de Configuración Múltiple
- Enfrentamientos Armados con Interposición de la Población Civil
- Destrucción de Bienes Civiles
- La Afectación de Bienes Indispensables para la Supervivencia
- Desplazamientos Forzados
2.2.) Pérdida de Tradiciones Culturales
A causa del conflicto y del desplazamiento forzado, la vida tradicional de los Wayúu, ya
no es posible como lo era antes. Por un lado, las familias Wayúu están totalmente
restringidas en su libertad de movimiento y su forma de vida “poli-residencial” es
prácticamente imposible. Una mujer Wayúu mencionó en su testimonio, que “después de
las 5 de la tarde uno ya no sale de la casa. Yo me duermo de las 4 de la tarde hasta la 1
de la mañana, porque estoy demasiado intranquila en la noche. En la noche me quedo
despierta y me paso el tiempo tejiendo.” Los hijos crecen de una manera muy diferente y
muchas veces no conocen ni la vida en las “Rancherías” ni el idioma tradicional indígena.
2.3.) El Desplazamiento Forzado como una Consecuencia Principal del Conflicto
Armado Interno8
La poli-residencia de los grupos Wayúu - que se manifiesta en una gran movilidad
geográfica determinada por el ciclo de estaciones - y la organización social basada en la
configuración de castas autónomas, descentralizadas y dispersas, hacen muy difícil
establecer diferencias entre la itinerancia realizada por grupos familiares Wayúu que
responden más a razones identitarias, de aquellos desplazamientos forzados relacionados
con las dinámicas del conflicto social y armado que se escenifica en el territorio.
8
Esta sección se basa en gran parte en el informe sobre el desplazamiento en los pueblos Wayúu,
preparado para la visita del Relator Especial de Naciones Unidas para los Refugiados y Desplazados
Internos, Valledupar en Junio del 2006.
13
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Estas especificidades han hecho que las expresiones y formas del desplazamiento,
terminen siendo imperceptibles; un hecho que sin duda ha contribuido a su invisibilidad y
negación por parte de sectores gubernamentales y estatales. Frente a recientes
desplazamientos que involucraron a familias Wayúu, el gobierno, en todos sus niveles,
pretendió bajo diversos artilugios, negar la condición de desplazamiento a las familias y
personas Wayúu que huyeron de la violencia tanto del Alto San Jorge en la Sierra Nevada
de Santa Marta, caso Wepiapaa en el municipio de Dibulla, como de la Media y Alta
Guajira, como es el caso de los desplazamientos hacia el distrito de Santa Marta. Parte de
la población afectada por la violencia en Colombia se desplaza también hacia Venezuela,
donde a pesar de que poseen la doble nacionalidad -colombiana/venezolana- muchas
veces se les niega el estatus de refugiados.
Sin embargo, según informes de organizaciones de derechos humanos de Venezuela9,
unos 300 Wayúu que cruzaron la frontera en mayo de 2004 después de la masacre de
Bahía Portete, sí fueron atendidos en sus necesidades básicas por las dependencias
oficiales responsables, y sus solicitudes de refugio tramitadas. Empero, las presiones del
gobierno colombiano demandando que retornaran puesto que en apariencia se les
garantizaría las condiciones de seguridad en La Guajira hicieron que tras el retorno, se
registrara un nuevo asesinato de una de las mujeres que era autoridad tradicional.
El hecho que los fenómenos del desplazamiento interno parecen invisibles, o difícilmente
observadas, no significa que sean irrelevantes o inexistentes. De hecho, este es uno de los
mayores problemas – el no querer a reconocer el desplazamiento del pueblo Wayúu. De
esta problemática surge la pregunta de ¿cómo se van a encontrar soluciones a un
problema del que se niega su existencia?
Los desplazamientos que se han presentado en el pueblo Wayúu eran generalmente
desplazamientos que se han presentado “gota a gota”, de manera que primero van
llegando unas familias y con el paso de los meses van llegando otras emparentadas, hasta
conformar núcleos de familias desplazadas que se concentran alrededor de un mismo
lugar. La inmensa mayoría de estos desplazamientos, tanto masivos como individuales,
no han sido reportados y la población involucrada no aparece en ningún registro. Ya sea
por desconfianza, por temor, por ignorancia o por pragmatismo, el hecho es que son
muchas las familias Wayúu que se desplazan quedándose por fuera de las estadísticas y
de los registros.
Según el informe, preparado por diferentes organizaciones Wayúu para la visita del
Relator Especial de Naciones Unidos para los Refugiados y Desplazados Internos, en
junio del 2006, actualmente en la comunidad de Wepiapaa, localizada en Mingueo,
municipio de Dibulla, se encuentran treinta y seis (36) familias Wayúu en situación de
desplazamiento. Estas familias llegaron en tres oleadas sucesivas entre octubre y
noviembre de 2006 procedentes de un asentamiento, hoy desaparecido, que se ubicaba en
9
Programa Venezolano de Derechos Humanos, PROVEA: en
http://www.derechos.org.ve/publicaciones/infanual/2003_2004/20asiloYrefugio.pdf
14
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
el Alto San Jorge en la Sierra Nevada de Santa Marta. De otro lado, en diferentes barrios
marginales del distrito de Santa Marta - Timayuy, Cristo Rey, La Paz, La Parrilla…- se
han reportado cuarenta y cinco (45) familias Wayúu que, provenientes de diversos
lugares de la Media y Alta Guajira, llegaron hasta allí en cuatro oleadas diferentes. Por
su parte, la comunidad Nóüna de Campamento, localizada en zona rural de Maicao, ha
visto reducir el número de sus familias por cuanto varias de ellas, de manera sucesiva,
emprendieron un éxodo, ya sea hacia Venezuela o hacia diversas ciudades del interior del
país, huyéndole a la violencia. Estas familias Wayúu que se desplazaron de esta
comunidad no se registraron en ninguna parte como desplazadas.
Según las organizaciones indígenas Wayúu, los principales problemas con respecto al
manejo del desplazamiento Wayúu por parte de organismos gubernamentales son los
siguientes:
•
La frecuente negación del estado de desplazamiento en el cual muchas familias
Wayúu se encuentran, a veces manifestando que no eran desplazadas sino que
eran oportunistas interesadas en acceder a los beneficios que el gobierno tiene
para la población desplazada.
•
La poca voluntad política de las entidades gubernamentales que se traduce
muchas veces y sobre todo en el caso de Wepiapaa, en la generación de una
atmósfera enrarecida en la relación entre instituciones públicas y autoridades
indígenas que configura una animadversión contra la comunidad.
•
El “afán destructivo” de parte de las entidades gubernamentales para adelantar los
procedimientos para recibir las declaraciones de la población desplazada, que
puso en evidencia, para el caso de Wepiapaa particularmente, varias
inconsistencias, como la de recibir declaraciones de Wayúu con un pobre
conocimiento del castellano y prácticamente monolingües de wayunaiki, sin la
intervención de un intérprete o traductor y sin la presencia de las autoridades de la
comunidad. Esto se tradujo en que las declaraciones consignadas no se apegaron a
la realidad de lo que los declarantes expresaron.
•
Problemas con las entregas de la ayuda humanitaria: la ayuda era insuficiente, los
alimentos no se correspondían a la dieta alimenticia tradicional de los Wayúu, las
entregas se hacían por familia sin atender al número de personas que las
componían, las entregas fueron incompletas y a destiempo y se entregaron en
demasía productos que no se necesitaban.
Si las entidades gubernamentales, en todos sus niveles, no han podido o tal vez no han
querido ver las dinámicas del desplazamiento interno y el refugio hacia Venezuela, que
afectan al pueblo Wayúu desde hace algo más de dos años, se debe principalmente a que
tampoco han querido reconocer, en su entera dimensión, la existencia de estructuras
paramilitares que ejercen dominio y control en importantes áreas de la Media y Alta
15
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Guajira. Como quiera que los fenómenos del desplazamiento interno y del refugio, para
el caso de la Media y Alta Guajira, pero también para el caso del Alto San Jorge en la
Sierra Nevada de Santa Marta, aparecen asociados intrínsecamente a la presencia y
accionar de grupos paramilitares, es lógico pensar que mientras no se desmantelen
plenamente estas estructuras paramilitares, seguirán produciéndose desplazamientos
internos y hacia Venezuela.
Se promocionó ampliamente en los medios masivos de comunicación que las estructuras
paramilitares que operaban en el Alto San Jorge en la Sierra Nevada de Santa Marta se
“desmovilizaron”. Desafortunadamente, la realidad muestra que ello no implicó el fin del
paramilitarismo en la región, puesto que bien pronto estos grupos se transformaron y
surgieron otros grupos que continúan haciendo presencia y controlando las actividades
económicas más importantes del entorno. El paramilitarismo sigue operando activamente
en la Media y Alta Guajira, bajo la forma de ejércitos privados y red de sicarios y
“gatilleros”. En los testimonios que se tomaron muchas familias Wayúu en situación de
desplazamiento que llegaron a Santa Marta procedentes de la Media y Alta Guajira,
señalaron que habían sido amenazadas por grupos paramilitares, en fechas posteriores a
la “desmovilización” de estas estructuras.
El 14 de agosto, la guerrilla causó en Maicao un incendio de grandes proporciones contra
88 camiones cisterna, que, según informes de prensa [se] “concretó una vieja amenaza
del grupo insurgente [Frente 59 de las FARC] contra [la cooperativa indígena]
Ayatawacoop, como se llama el centro de almacenamiento creado por los wayúu para
comercializar en territorio guajiro [colombiano], la gasolina que les vende Venezuela, y
que algunos asocian al poder económico de las AUC (…) El centro de copio y otras 11
cooperativas de los indígenas nacieron tras un convenio de los gobiernos venezolano y
colombiano para terminar con el contrabando de combustible”.10 La misma fuente
asegura que el jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, “Jorge 40”, habría advertido que las
FARC ocuparían los territorios controlados por el “Frente Resistencia Wayúu” de las
AUC, compuesto por 150 hombres, aunque editorialistas del diario aseguran que éste
desea permanecer en la zona para poder ejercer control hacia los hombres bajo su
autoridad11.
10
El Tiempo, 15 de agosto de 2006.
11
Hernández-Mora, Salud: Pero volvamos con '40'. Hace varias preguntas que no deberíamos echar en saco
roto: ¿Qué es más útil: un jefe paramilitar que aún ejerce liderazgo sobre su tropa controlando la
reincorporación de sus hombres a la vida civil desde un centro agrícola en su región, o encerrado en una
celda lejana? Si fue su patrón por años, ¿para qué renunciar al liderazgo que aún pueda ejercer sobre una
tropa inclinada a volver al monte?
16
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
La búsqueda de soluciones para hacerle frente de manera estructural a los fenómenos del
desplazamiento en el pueblo Wayúu pasa necesariamente por el reconocimiento de que
los grupos paramilitares siguen controlando extensas áreas de la Media y Alta Guajira y
este reconocimiento es imprescindible para que el Gobierno Nacional y el Estado los
pueda combatir con firmeza.
3.) CONCLUSION Y RECOMENDACIONES
1.) La visualización de la violencia como consecuencia del conflicto armado interno en el
pueblo Wayúu.
Mientras se siga negando que el pueblo Wayúu sea un pueblo que está fuertemente
afectado por el conflicto armado y social, va a ser muy difícil encontrar una solución que
les devuelva su dignidad como pueblo, su tranquilidad y una forma de vida que les
permita dormir tranquilos, sin temor por sus vidas. En este sentido se invita también a las
organizaciones indígenas Wayúu como las Waya Wayúu (Manaure), Wayúu Painwashi
(Riohacha), Wayúu Araurayú (Uribia) y AACIWASUG (municipios del Sur de La
Guajira), para que participen activamente en hacer visible su situación, empezando con
un análisis y lectura del problema que se viene presentando de tiempo atrás, para llamar
la atención del publico y para hacer conocer la problemática de su mismo pueblo.
2.) La identificación y persecución de las estructuras paramilitares que no se
desmovilizaron en el territorio del pueblo Wayúu.
Según los testimonios recibidos, los grupos paramilitares, que supuestamente se debían
haber desmovilizado en el marco de la negociación del gobierno con grupos
paramilitares, no lo han hecho en el territorio del pueblo Wayúu. Estos grupos siguen
intimidando, aterrorizando y asesinando a miembros del pueblo Wayúu – muchas veces
en cooperación con la misma Fuerza Pública. Por esto es apropiado informar al
Ministerio del Interior y de Justicia, al Comando de las Fuerzas Militares, a la Dirección
General de la Policía Nacional y al Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH.
3.) Protección especial al pueblo Wayúu
Para proteger a la población civil indígena que se encuentra en el territorio y en situación
de desplazamiento (o refugio) por fuera de su territorio tradicional, es importante tomar
las medidas necesarias para que sus vidas no sigan siendo fuertemente amenazadas por
parte de grupos armados legales e ilegales.
4.) Con respecto al Desplazamiento, las mismas Organizaciones Indígenas Wayúu
recomiendan los siguientes pasos12:
12
“Acerca de la problemática del desplazamiento interno – consideraciones de organizaciones del pueblo
Wayúu”, Reflexiones conjuntas presentadas en Valledupar (Cesar), el domingo 25 de junio de 2006, por el
Cabildo Wayúu Nóüna de Campamento, Maicao (La Guajira;), el Cabildo Wayúu de Wepiapaa de
Mingueo, Dibulla (La Guajira) y por la comunidad Wayúu que se encuentra en situación de desplazamiento
en Santa Marta (Magdalena) en reunión sostenida con el señor Walter Kälin, Relator Especial de Naciones
Unidas para los Refugiados y Desplazados Internos.
17
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
- Reconocer las especificidades y las características del desplazamiento en el pueblo
Wayúu, tomando en cuenta que la invisibilidad de la problemática del desplazamiento
interno en el pueblo Wayúu se ha convertido en una amenaza para la integridad étnica y
cultural de su gente.
- Las entidades gubernamentales y estatales concernidas a la problemática del
desplazamiento interno y de los refugiados, deben incorporar modificaciones en sus
respetivas estructuras organizacionales, a fin de realizar las adecuaciones institucionales
que se requieran [para] brindar una atención adecuada y fundada en la interculturalidad,
para atender a las demandas de la población desplazada y refugiada perteneciente a los
pueblos indígenas y a los grupos étnicos.
- La población en situación de desplazamiento perteneciente a los pueblos indígenas y a
los grupos étnicos, no debe seguir siendo asumida por las entidades gubernamentales y
estatales pertinentes como [mero] objeto de la ayuda humanitaria nacional e internacional
que se les brinda, sino que debe ser tratada y considerada como sujeto de derechos, con el
propósito de mantener y potenciar su dignidad como personas y como pueblos. La
población Wayúu en situación de desplazamiento no es una masa amorfa y abstracta sino
que tiene sus autoridades propias que deben ser valoradas y respetadas.
- Dado el desconocimiento grande que se tiene sobre los derechos de los pueblos
indígenas y sobre los derechos de la población desplazada, se hace urgente diseñar e
implementar programas de capacitación dirigidos tanto a las poblaciones concernidas
como a los funcionarios públicos municipales y departamentales que más relación tienen
con los pueblos indígenas. La realidad ha demostrado que no sólo la población Wayúu
desplazada no tiene conocimiento sobre sus derechos, sino que los funcionarios públicos
también adolecen de grandes vacíos sobre estos temas.
5.) Formación de un grupo de trabajo
Se parte de la conclusión de la visita gubernamental-interinstitucional que se presentó en
La Guajira, en la cual participaron ACNUR y la OEA, y la cual se realizó porque el
gobierno venezolano ha expresado por vías diplomáticas al gobierno colombiano su
preocupación por los Wayúu que han llegado a Venezuela a causa del conflicto armado.
El gobierno venezolano quiere saber si hay las condiciones de seguridad para que se
organicen los retornos. En esta visita se concluyó la conformación de un grupo de trabajo
para que aborde los siguientes temas:
•
Caracterización del fenómeno del desplazamiento, interno y a Venezuela, en
referencia al pueblo Wayúu.
•
Identificación de los factores de riesgo y amenazas que se ciernen sobre los
Wayúu.
•
Abordar lo referente a la protección y autoprotección de los derechos humanos del
pueblo Wayúu.
18
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
A partir de este grupo de trabajo, en el cual se espera participen los Wayúu, se formulará
un Plan de Promoción y Protección de los Derechos Humanos del Pueblo Wayúu.
19
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en los
Pueblos Wiwa y Kogui en la
Sierra Nevada de Santa Marta/Colombia
Este informe se basa en 27 testimonios recibidos por la autora, en el mes de junio de
2006, y toma en cuenta los siguientes materiales secundarios:
-
Juan Carlos Gamboa, Análisis Estructural Sierra Nevada de Santa Marta. Versión
Muy Preliminar, (Valledupar, Colombia: Febrero de 2006).
-
Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Oficina de Educación
y Participación, Senunulang – Umunukunu - Sitios Sagrados de los Pueblos
Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, (Santa Marta, Colombia:
Diciembre de 2004).
-
Gobernación del Magdalena, Ministerio del Interior y Justicia, PNUD, Resguardo
Arhuaco, Los derechos humanos y los derechos fundamentales de los pueblos
indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, (Santa Marta, Colombia: Marzo
del 2006).
-
Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarua Tayrona – Resguardo KoguiMalayo-Arhuaco, MSD/USAID, MEMORIA DEL CONFLICTO ARMADO DEL
PUEBLO WIWA “PRIMER ACERCAMIENTO” DESDE 2001 A ENERO DEL
2006, (Valledupar, Colombia: Febrero de 2006).
-
Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarua Tayrona – Resguardo KoguiMalayo-Arhuaco, Comunicado de Prensa sobre la actitud del Gobierno frente las
Medidas Cautelares en el pueblo Wiwa,Valledupar, Colombia: Diciembre de
2005.
20
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
“De la tierra madre provenimos y somos lo que somos,
la que nos fue dada desde el origen del mundo,
es la que sustenta nuestra convivencia,
nuestra razón de ser como indígenas de la Sierra,
en este territorio están las normas que como portadores
de una cultura determinada debemos cumplir,
es donde están cada uno de los sitios de nuestra historia,
es los que compone lo que podremos denominar como territorio propio,
como espacio sagrado que alimenta y fortalece y nos da la existencia en el universo.”
(sabiduría Wiwa)
1.) PANORAMA GENERAL
1.1.) Contexto
a) Creencia Ancestral
Según la creencia ancestral de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada, ella es la tierra,
donde está guardado el conocimiento. La “línea negra” traza los límites del corazón del
mundo, y contiene los guardianes de aquellos que se encuentran al interior de esta zona.13
Aquellos son los que velan por el saber de la montaña, donde los “Mamos” siguen
practicando el conocimiento y el cuidado de tal corazón. Según su creencia, es ésta la
práctica de la cual depende la sobrevivencia del conjunto del cuerpo universal. Si los
puntos de la parte baja se dañan, esto afecta a los de arriba, a los Mamos, a los humanos,
a la naturaleza, a la vida - es un todo. No es simplemente un límite, más bien son las
señales culturales que les dicen qué deben hacer para que el manejo ambiental sea acorde
con la educación que les hace ser pueblos indígenas. En la consulta al Mamo, los
consejeros ven la ley del origen, que es la ley del conocimiento y el cumplimiento en
espíritu de las leyes que mantienen en orden el cosmos. Según la concepción indígena, a
los pueblos indígenas de la Sierra les dejaron la ley y la misión de pagar los tributos
(“pagamentos”) de todo cuanto existe, los árboles, el agua, la piedra, la lluvia, la
atmósfera y la laguna; todos los Mamos recibieron este compromiso.
Nosotros, “los hermanos menores” (los no-indígenas), tenemos que entender, que para las
autoridades tradicionales y los miembros de los pueblos indígenas, las violaciones que se
han cometido contra ellos, van más allá del asesinato de los miembros individuales; es la
violación de la naturaleza, la “Madre Tierra”; la cual esta cada día más amenazada por los
megaproyectos que “buscan extraerle los órganos internos de la Sierra para
comercializarlos” – no es la sola violencia contra un territorio lleno de recursos naturales,
sino la destrucción de una tierra que es fundamental para la sobrevivencia de los pueblos
indígenas de la Sierra Nevada; la cual ha sido declarada como reserva del hombre y
biosfera por la UNESCO.
13
La Línea Negra define, según la cosmovisión de los pueblos Kággaba, Ika, Wiwa y Kankuamo, los
límites de la Sierra Nevada de Santa Marta. El reconocimiento de la demarcación simbólica de la Línea
Negra fue realizada a través de la Resolución No. 0002 del 4 de enero de 1974 del hoy Ministerio del
Interior y de Justicia.
21
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
b) Recursos Naturales y Biodiversidad
La Sierra Nevada de Santa Marta cuenta con una gran diversidad de recursos naturales;
un factor que aumenta el interés de los diferentes actores legales e ilegales, armados y no
armados en la zona y que endurece y prolonga el conflicto – ya que los pueblos indígenas
no tienen que defenderse solamente contra los actores armados en si, sino también contra
los diferentes megaproyectos que destruyen sitios sagrados y territorio de vida.
Las mayores riquezas naturales que se encuentran en la Sierra Nevada de Santa Marta son
rocas ornamentales o piedras naturales, recursos biológicos, pero sobre todo, el agua. La
Sierra Nevada de Santa Marta produce unos diez mil millones de metros cúbicos de agua
al año, de los cuales una parte significativa se convierte en fuente de agua para alrededor
de dos millones de personas. En los ríos Guatapuri y Ranchería se planea la construcción
de las represas de “Los Besotes” y “Ranchería”, respectivamente, con el objetivo de
producir electricidad, abastecer agua potable a Valledupar y varios municipios guajiros,
así como irrigar una considerable área productiva en Valledupar y el sur de La Guajira,
no tomando en cuenta que la construcción artificial de dos gigantescos espejos de agua
derivará en el calentamiento y consecuentemente en la disminución de los casquetes
nevados, con serias implicaciones de cambios climáticos en la región y en el planeta. 14
c) Evolución del conflicto en los territorios Wiwa y Kogui
Los hechos violentos cometidos contra los pueblos indígenas en Colombia tienen sus
inicios en los diferentes periodos de la historia, tales como el periodo de la invasión
iniciada en 1492 y la posterior conquista del año 1492. Tanto los conquistadores como
los misioneros católicos destruyeron una gran parte de las culturas indígenas.
Por otro lado, más adelante, la bonanza “marimbera”( de la marihuana) que aparece en la
Sierra a comienzos de los años setenta, también contribuyó a la generación de violencia y
trajo el desplazamiento de familias enteras hacia lugares lejanos y más hacia las cumbres
de la Sierra por necesidad de las tierras aptas para los cultivos de marihuana y después,
de coca.
Uno de los aspectos que marcaron después de la bonanza marimbera es la incursión de la
guerrilla al territorio, que data desde el año 1985 en búsqueda de zonas estratégicas para
sus intereses, pero de igual forma trajo consigo hechos de violencia como asesinatos,
desapariciones y desplazamiento interno y que posteriormente a la llegada de los
paramilitares en el año 1999 se agudizó la oleada de violencia en las comunidades
sumándosele, finalmente, la bonanza cocalera (cultivo de uso ilícito contemporáneo)
ocasionando la disputa del dominio del territorio por parte de los actores armados, tanto
legales como ilegales: Guerrilla, AUC, Ejército y delincuencia común.
14
Juan Carlos Gamboa, Análisis Estructural Sierra Nevada de Santa Marta. Versión Muy Preliminar,
(Valledupar, Colombia: Febrero de 2006).
22
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Estos grupos llegaron a la Sierra Nevada por ser un lugar estratégico para sus intereses
por la salida al mar y el contacto con el resto del país; convirtiéndose en un corredor
indispensable para las maniobras y la comercialización de productos como las drogas
ilícitas y las armas. En segundo grado de interés, las riquezas de los recursos naturales
renovables y no renovables de la Sierra Nevada de Santa Marta, inciden en que existan
múltiples intereses privados para la apropiación con fines comerciales.
Las consecuencias dejadas por el conflicto armado son enormes y han ocasionado el
desequilibrio espiritual, moral y psicológico de la cultura, por el sólo hecho de no poder
llegar a los diferentes sitios sagrados a realizar los respectivos pagamentos, porque no es
posible hacer los recorridos libremente desde la orilla del mar hasta los picos del nevado
en desarrollo de los trabajos tradicionales, por temor a ser asesinados, capturados o
señalados de pertenecer a uno u otro grupo armado. Por otra parte los indígenas no
cuentan con los suficientes materiales adecuados para sanear las violaciones dejadas por
el conflicto armado, para que se pueda atender la crisis humanitaria que ha aumentado de
manera fuerte en los últimos 5 años.
Las acciones subversivas y contrainsurgentes de los diferentes actores resultaron en una
cantidad de asesinatos contra los líderes, desplazamientos internos, quemas de viviendas
y reclutamientos de los miembros indígenas a las filas de los grupos armados tanto como
en violaciones de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario hechos que han quedado grabados en la memoria de los ancianos, muchos de ellos ya
fallecidos y los que aún viven se negaron durante mucho tiempo a narrar los hechos por
el dolor y el temor que les genera el tema. A través de los testimonios que se han tomado
para este informe, con el objetivo de dar a la luz la verdad sobre la violencia en los
pueblos indígenas, muchos de ellos han empezado a hablar y a contar la realidad violenta
que vivieron –lo dijeron porque consideran que la injusticia que se presentó y que sigue
presentándose en sus territorios ya no puede seguir, sino que tiene que acabarse, porque
temen la pérdida de sus vidas, sus tradiciones y culturas – una pérdida que afecta en
primer lugar los mismos pueblos, pero además de esto es una pérdida para toda la
humanidad.
1.2.) Antecedentes
Los pueblos Kogui (Kággaba) y Wiwa hacen parte de los cuatros pueblos indígenas
(Kogui, Wiwa, Arhuaco [Ika], Kankuamo) que actualmente habitan la Sierra Nevada de
Santa Marta.
Los asentamientos que los conforman se encuentran ubicados en jurisdicciones de los
departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena.
Los pueblos Wiwa y Kogui habitan el resguardo Kogui, Malayo y Arhuaco, en
jurisdicción del municipio cesarense de Valledupar, de los municipios guajiros de San
Juan del Cesar, Riohacha y Dibulla y del distrito magdalenense de Santa Marta.
23
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
En el resguardo se registran varios actos violentos cometidos por los diferentes grupos
armados, en especial en los últimos cinco años, acabando con las vidas de muchos
indígenas y desplazando incluso pueblos enteros. Una gran parte del resguardo fue
fuertemente controlada por la guerrilla hasta la llegada de las AUC y la Fuerza Pública en
los primeros años de este siglo.
En una de las entrevistas, un testigo de la masacre de Marokazo comentó lo siguiente:
“[…] aquí no vamos a tapar nada. Antes de traer el Estado por aquí, […] lo que se veía
aquí era Guerrilla […] traían secuestrados, traían vainas para acá, […] eso eran
cantidades que llegaron, cantidades de guerrilleros, entonces ellos ¿qué hacían?: se
ponían a ofrecerle plata, prestarle plata a la gente a que se meta con ellos, para que
trabajen con ellos […] Y ¿qué pasó? Si uno no quería servirles a ellos, lo mataban, lo
mataban. […]”.
Al lado de los asesinatos selectivos cometidos por las guerrillas, como se explicó arriba,
las masacres empezaron cuando entraron la Fuerza Pública y las AUC al territorio,
condenando indiferentemente a todos los habitantes de los pueblos indígenas de ser
guerrilleros, por la presencia de la guerrilla en su territorio, no tomando en cuenta que
esta presencia no era un hecho que los mismos indígenas podían controlar, sino más bien
una situación que se les impuso y que estaba por fuera de su control. Los testimonios
tomados confirman que, esporádica e individualmente, había miembros de las
comunidades indígenas que sí se dejaron seducir por las tentaciones de la guerrilla. Los
testimonios confirman también que estas personas eran una minoría, pero causa suficiente
por la cual la Fuerza Pública y las AUC cometieron masacres espantosas, matando,
maltratando y torturando niños, mujeres y ancianos indistintamente.
a) Masacre de El Limón
La primera masacre fuerte en el territorio, causando el desplazamiento de todo un pueblo
entero fue la “Masacre de El Limón” entre los días 30 de agosto y 5 de septiembre del
2002 causando la destrucción de 23 viviendas y seis muertos, entre ellos dos ancianos y
tres jóvenes menores de edad. Los testimonios tomados confirman que la masacre fue
ejecutada por las tropas del Batallón Cartagena y los paramilitares conjuntamente,
quemando las viviendas de la gente, inclusive torturando y aterrorizando varias personas.
Una mayor parte de ellos se desplazó para Riohacha, al barrio “Abuwimake”, donde
siguen viviendo en este momento, paralizados todavía, con temor de volver.
b) Masacre de Potrerito
Pasaron pocos meses de los hechos anteriores, cuando en el mes de enero del 2003,
comenzó la “destrucción de la comunidad de Potrerito” ocasionando la quema de
viviendas, el colegio, centros de salud y cultivos a través de bombardeos y
ametrallamientos indiscriminados, tanto por tierra como por aire, a manos del Batallón de
Artillería No 2 la Popa y las AUC. A finales del mes de enero y comienzos del mes de
febrero del 2003, los habitantes de la comunidad de Potrerito se desplazaron por los
impactos generados por el conflicto armado entre guerrilla, AUC y tropas adscritas a
24
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Batallón La Popa de la Décima Brigada. Los habitantes se desplazaron a las diferentes
zonas rurales y urbanas de los municipios de San Juan del Cesar, Villanueva, Valledupar,
Riohacha y la serranía del Perijá. Solo cinco familias se encuentran concentradas en la
población de La Peña de los Indios del Resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco.
c) Masacre de Marokazo
Desde el comienzo de la Semana Santa del 2003 (16 al 20 de abril de 2003) tropas
combinadas del Ejército Nacional [Batallones Rondón y Cartagena] con jurisdicción en el
Departamento de La Guajira, empezaron a concentrar tropas en el corregimiento de
Caracolí, con el propósito de controlar y contrarrestar las acciones armadas en el
territorio indígena.
El día 21 de abril de 2003, dichas tropas ingresaron a la población de Marokazo, con
helicópteros artillados realizando bombardeos, produciendo daños materiales, amenazas
contra la población civil y después de marcharse el Ejército Nacional, penetró a la zona
las AUC. En su recorrido asesinaron, torturaron a varias personas y golpearon a hombres
y mujeres. Destruyeron el Centro de Salud de la comunidad de Marokazo, llevándose
consigo las medicinas y otros elementos; al igual que quemaron varias casas, sacrificaron
animales, destruyeron la tienda comunitaria y una tienda particular. Como respuesta de la
comunidad a estas acciones, se produjo un desplazamiento de 19 familias, más o menos
175 personas, las cuales se localizan en las poblaciones de El Machin, otras en La Peña
de los Indios, Ulago y el casco Urbano de San Juan del Cesar.
d) Masacre de La Laguna
Otro caso se produjo en la comunidad de Cuachirimake (La Laguna), por tropas de los
Batallones Cartagena, Rondón y los paramilitares entre los días 20 al 25 de abril del 2003
causando ametrallamientos indiscriminados desde un helicóptero y aviones de combate
pertenecientes a la Fuerza Área Colombiana (FAC). Como resultado de estas acciones se
causaron desplazamientos internos y masivos de 52 personas entre adultos y niños, a las
poblaciones vecinales Kággaba de El Colorado y Mamarongo en la parte más alta de la
Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM).
Sólo un mes después, entre el 21 y el 24 de mayo de 2003, se presentaron combates por
segunda vez, afectando directamente las poblaciones de La Laguna, Sabana de Joaquina,
Seminke y Goamaka, comunidades que fueron desplazadas internamente. En septiembre
del mismo año, los combates seguían en la comunidad de Sabana Grande y resultaron en
el desalojamiento de toda la comunidad. En la actualidad, la gente se encuentra viviendo
en los cascos urbanos de San Juan, Valledupar y en algunas comunidades del resguardo
por los lados del departamento del Cesar.
e) Masacre de Las Mercedes
El día 8 de diciembre del 2003, fue destruida la comunidad de Las Mercedes, por el
accionar de la guerrilla que restringió el paso hacia las otras comunidades ya que éste
25
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
área es estratégica por el acceso desde la parte baja hacia la parte alta del territorio Wiwa
en el departamento del Cesar. Para el mes de diciembre de 2005, se encontraban
desplazadas 50 familias dentro y fuera del resguardo. Hoy en día, la comunidad se
encuentra totalmente desolada, donde sólo algunas ruinas que aun continúan en pie son la
evidencia de tan macabra acción.
f) La Violencia de los años 2004 - 2006
Durante el año 2004 se presentaron varios asesinatos, torturas y desplazamientos aislados
por los diferentes grupos armados, acusando a los indígenas de colaborar o al uno o al
otro grupo armado. El 15 de enero de 2005, en el municipio de San Juan del Cesar- La
Guajira, miembros de las AUC asesinaron a dos indígenas Wiwa, uno de los cuales era
un reconocido líder, miembro de la directiva de la Organización Wiwa Yugumaiun
Bunkuanarrua Tayrona, (OWYBT). Estos hechos, denunciados ante las autoridades
competentes y ante organismos defensores de los Derechos Humanos, fueron el hecho
contundente para que a raíz de estos sucesos se le dictara al pueblo Wiwa Medidas
Cautelares como mecanismo de protección, por parte de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, (CIDH).
Sin embargo, los muertos, asesinatos y desplazamientos seguían en el año 2005. El 12 de
octubre de 2005, en la comunidad Wiwa de Gongra, localizada en jurisdicción del
municipio de Riohacha (La Guajira), incursionaron aproximadamente trescientos
hombres fuertemente armados, pertenecientes a un grupo armado ilegal de la guerrilla,
apropiándose y posesionándose de los cultivos y las casas de la comunidad. Establecieron
su campamento y base de operaciones, causando el desplazamiento forzado de
aproximadamente 12 familias de esta comunidad Wiwa.
La presencia de la guerrilla, que seguía en el territorio Wiwa, generó acusaciones de parte
de las AUC y la Fuerza Pública, manifestando que ciertas personas indígenas eran
colaboradores de la guerrilla, sin tener pruebas o argumentos legítimos para ello. Este
tipo de acusaciones afectaron, por ejemplo, al profesor de la Comunidad Sabana Joaquina
del municipio de San Juan del Cesar. En el marco de la denominada “Operación
Atánquez”, en agosto del 2005 se presentaron 5 helicópteros, una avioneta y un
helicóptero que aterrizaron a unos 70 metros de la escuela aproximadamente y ocho
agentes de la policía, los cuales se dirigieron a la escuela, con los fusiles en posición de
disparar y de manera amenazante llegaron al salón de clase. Una persona encapuchada
señaló al profesor, siendo capturado inmediatamente por un contingente de la Policía
Nacional. Posteriormente a estas detenciones los medios masivos de comunicación,
recogiendo las versiones de la Fuerza Pública, difundieron ampliamente la noticia que
con esta captura se le había infringido un duro golpe militar a la guerrilla, ya que no sólo
era el “jefe político” del frente 59 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo --FARC-EP--, sino que estaba implicado en la emboscada en la que
murieron quince (15) miembros de la Policía Nacional. Inclusive, lo acusaron de enseñar
a los niños la “ideología de la guerrilla”; cosa que nunca se ha probado y que según su
testimonio fue simplemente inventada. De la misma manera arbitraria como fue
capturado, así fue dejado en libertad otra vez. Esta persona se encuentra libre en estos
26
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momentos; libre, pero con la reputación dañada y difícilmente recuperable, recibiendo
amenazas de los actores armados.
Por la misma razón, finalizando el año 2005, tres personas del Ejército, llevaron a un
indígena de la Comunidad Ulago, localizada en el municipio de San Juan del Cesar (La
Guajira) “para el monte”. “[…] era el ejercito […] ellos dijeron que fueron el Ejército de
Buenavista […] nosotros lo levantamos en el Batallón de la Popa […] a el se lo llevaron
en un pantalón mocho y una camiseta y después de que lo mataron, lo uniformaron, […]
le pusieron unas botas, le pusieron dos granadas […] y después salió en las noticias que
murió en un combate con la guerrilla […]”
La violencia en el territorio Wiwa no se ha acabado todavía. A pesar de la fuerte
presencia militar de parte del Ejército Nacional, los asesinatos, muertes y
desplazamientos siguen, muchas veces ejecutadas por la misma Fuerza Pública.
1.3.) El caso especial del pueblo Kogui
El caso del pueblo Kogui parece un caso bastante especial, en el sentido de que no se
pudieron observar masacres fuertes o desplazamientos masivos en dichos pueblos; más
bien son muy escasas las veces donde se puede observar un indígena Kogui desplazado.
Este hecho puede tener varias razones:
1.) De los primeros pueblos afectados por el conflicto armado en la Sierra Nevada de
Santa Marta fueron los pueblos Kankuamo y Arhuaco – pueblos que se encuentran
localizados a cierta cercanía de los cascos urbanos y que son relativamente fáciles de
acceder. El pueblo Kogui es el pueblo que se encuentra localizado más arriba en la Sierra
Nevada, requiriendo a sus “visitantes” horas de marcha, antes de llegar. Esta lejanía, el
aislamiento y la dificultad en llegar puede ser un factor por el cual ellos no han sido tan
afectados por los actores armados.
2.) El pueblo Kogui ha conservado muy bien sus tradiciones, rituales, su idioma y su
cultura en general; inclusive las personas Kogui que no hablan el castellano son una
mayoría, sin duda. El hecho de no poderse comunicar con ellos podía haber contribuido
al hecho que los actores armados no se hayan involucrado con ellos.
Sin embargo, según el anterior Cabildo Gobernador del pueblo Kogui, Arregocés
Conchacala Zalabata, se podía observar la presencia de la guerrilla en el territorio Kogui
en los últimos dos años, obligándoles a ciertos miembros de la comunidad a colaborarles.
Los actores armados ilegales del conflicto se han venido moviendo constantemente de un
lugar a otro, de acuerdo a la presión ejercida por la Fuerza Pública, lo que se traduce en
que las regiones con presencia más o menos regular de estos actores, cambie
constantemente. Masacres y desplazamientos se han presentado sobre todo cuando los
diferentes grupos armados han aparecido en el mismo terreno. La persecución de los
actores ilegales armados (en especial de la guerrilla), por la Fuerza Pública ha causado
que ellos se sientan obligados de retirarse más y más hacia terrenos menos accesibles. La
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
observación de la guerrilla en el territorio Kogui en los últimos dos años puede ser una
consecuencia de la persecución de la guerrilla por las AUC y la Fuerza Pública, que les
obligó a retirarse hacia las cumbres de la Sierra. La situación de las comunidades del
pueblo Kogui es bastante preocupante en este momento, por lo que ellos muy fácilmente
pueden ser las victimas de posibles enfrentamientos entre la guerrilla, las AUC y la
Fuerza Pública en este futuro muy cercano.
De hecho, desde fines principios del 2004 hasta mediados del 2005, han sido muertos y
desaparecidos aproximadamente 10 (diez) Kogui, todos en las cuencas de los ríos Ancho
y Jerez, en jurisdicción del municipio guajiro de Dibulla. Recientemente, en el
corregimiento de Mingueo, (Dibulla) apareció una fosa común, en la cual se han
encontrado restos de 34 personas. Se cree que en esta fosa común puedan encontrarse los
restos de varios de desaparecidos Kogui. De la misma manera, hay que recordar que en
abril de 2006 dos Kogui, un padre y su hija, fueron muertos al pasar por un campo
minado, hecho ocurrido en el corregimiento de Palomino, en Dibulla.
2.) CONSECUENCIAS DEL CONFICTO ARMADO INTERNO
2.1.) Desplazamiento
Una de las consecuencias directas del conflicto armado es el desplazamiento forzado que
se ha presentado de forma masiva en las comunidades Wiwa.
En el año 2003 se desplazaron 22 familias, un total de 133 personas, de las cuales 62 son
mujeres y 71 son hombres. La gran mayoría de las familias desean retornar, pero no
cuentan con los recursos físicos y económicos que les garantice el retorno a sus tierras y
sobre todo el temor de perder la vida por que no existe una forma de seguridad
garantizada a largo plazo.
Durante el año 2004, al casco urbano del municipio de San Juan del Cesar-La Guajira se
han desplazado 90 familias de diversas comunidades del Resguardo, para un gran total de
509 personas de las cuales 251 son hombres y 255 mujeres.
En el año 2005 se presentaron 6 muertos, 5 desapariciones - incluyendo un niño de ocho
años - y se desplazaron alrededor de 10 familias Wiwa y varias personas individuales.
En el año 2006 se registraron dos desplazamientos de sendas familias, ambos en
jurisdicción del municipio de Riohacha. Se ha presentado un desplazamiento de alrededor
de 23 personas de una misma familia en el corregimiento de Palomino, municipio de
Dibulla. Adicionalmente pequeños desplazamientos de familias se han venido
sucediendo.
A pesar del sufrimiento padecido, el Gobierno Nacional continúa sus políticas de retorno
de los desplazados a sus comunidades de origen,pero éstas no son sostenibles en la
práctica. Algunos Wiwa han retornado por su propia cuenta y esto les ha ocasionado
diversos problemas dentro y fuera del resguardo con los diferentes actores armados, tanto
28
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
legales como ilegales. Los que se resisten a abandonar sus comunidades es porque se han
arraigado al trabajo tradicional con los Mamos en La Loma, que les protegen, y que
buscan calmar y controlar el conflicto de la mejor manera posible.
Los que se han desplazado hacia los cascos urbanos cercanos o más distantes, sufren no
solamente la pérdida de sus tradiciones, de su cultura, de su vida espiritual, aguantando
pésimas condiciones de vida, sino muchas veces también la continua violencia en el sitio
de recepción.
En el barrio “Abuwimake” de Riohacha reside una gran mayoría de las personas
desplazadas por la masacre de El Limón en 2002. El barrio, que consiste en casas de
plástico, establecidas por la alcaldía, no cuenta con la infraestructura necesaria para que
la gente pueda vivir una vida digna. Niños y adultos están enfermos por falta de agua
limpia, y consecuentemente por falta de una higiene básica. Aparte de la ausencia de
condiciones fundamentales de vida, la gente sigue sufriendo la violencia por actores
ilegales y legales, acusándoles de manera arbitraria, de pertenecer a uno u otro grupo
armado.
La esposa de una de las personas afectadas por esta practica contó de la “mata explosiva”
“ ... resulta que llegaron del DAS y se lo llevaron [al esposo] […] duró 12 días en el
DAS, le investigaron pero no le encontraron nada […] el mismo DAS vino a traerlo aquí
a la puerta de la casa[…] salió inocente el muchacho […] le metieron muchas cosas […]
pero no encontraron nada porque él es inocente[…] duró tres meses aquí en la casa […]
en diciembre vuelve la policía y nos trae una matera […] eso fue el 15 de diciembre del
2003 […] una matera fina […]; una matera [de las] que compran los ricos […] de pinos
[…] el pino lo sacaron de la matera y abajo la metieron unas bolsas largas y unos cables
[…] vino la fiscal y yo les dije[…] dénme la orden de allanamiento […] no hay orden
[…] bum bum empujaron la puerta […] y entraron para dentro […] ‘está detenido
usted’ [le decían al esposo] […] ‘¿por qué esta detenido él?’ […] porque aquí hay no se
qué de armas […] buscaron y buscaron y no encontraron nada […] la matera recuerdo
yo, la matera la bajaron del carro de la policía y la metieron allá al lado de la ventana
[…] yo les dije que por favor me saquen esta vaina de ahí, porque no es mía […] así en
la esquina ya veo cómo el otro está colocando como un radio que ellos cargan […] a mi
esposo se lo llevaron por subversivo y lo encarcelaron durante 19 meses […] salió en las
noticias como terrorista, como subversivo e informante de la guerrilla, le metieron de
todo […] comandante de la ELN, porte ilegal de armas, hurto, […] el 26 de mayo del
2005 le hicieron la audiencia y él apareció inocente […] ya salió contento, porque iba a
trabajar, […] y se fue a trabajar donde un señor en una finca […] pero la SIJIN siguió
molestándole, lo seguían buscando, preguntaban por él […] y un día yo le llamé a mi
esposo porque vino un señor de derechos humanos de Barranquilla de la fiscalía, para
que hable con él y le cuente, ‘él quiere ayudarte’ dije yo, […] entonces como se trataba
de derechos humanos, él [el esposo] vino […] a las ocho en punto [de la mañana] paró
él aquí para hablar con él [con el esposo] […] no hacían dos minutos cuando le cayó la
policía […] y se lo llevaron delante del fiscal […]” Este señor se encuentra encarcelado
en este momento, posiblemente en la Cárcel Judicial de Santa Marta.
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
La gente desplazada sale de sus territorios porque teme la violencia y la guerra en su
tierra. Pero lo que encuentran en ciertos sitios de recepción no es otra cosa sino la
extensión de una violencia que supuestamente iban a dejar atrás. En el caso especial de
los Wiwa que residen en Abuwimake, la Fuerza Pública sigue persiguiéndolos porque les
acusan de guerrilleros o terroristas. La pregunta es, ¿si fueran guerrilleros, por qué
huyeron y se desplazaron? Si fueran guerrilleros ¿no se hubiesen más bien metido con la
guerrilla en su sitio de origen?
La situación de la gente desplazada sigue siendo muy difícil, y no es solamente por vivir
lejos de sus territorios, tolerando los prejuicios sociales de una sociedad que tiene un
pensamiento totalmente diferente al de ellos, sino también por la falta de servicios
básicos, de empleo y sobre todo por la violencia que les persigue hasta en los sitios de
refugio.
2.2.) Violación de los Sitios Sagrados
Para los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, el principio fundamental
de su convivencia es el carácter sagrado del territorio. Los sitios sagrados son lugares
donde se hacen los diferentes trabajos espirituales que cada uno de los miembros de la
comunidad indígena debe hacer de la mano del Mamo (la autoridad tradicional).
Alrededor de cada uno de los asentamientos, existe por lo menos un sitio de vital
importancia para el respectivo pueblo. Los sitios son “sagrados” no solamente por su
importancia simbólica o espiritual, ya que son considerados sitios de los ancestros o
espíritus, sino también porque son lugares de alta riqueza en diversidad biológica.
Muchas veces son sitios ubicados en pequeñas colinas, desde donde se puede tener una
extensa visibilidad sobre los alrededores – una causa por la cual estos sitios son usados
con frecuencia por parte de los grupos armados para establecer sus campamentos con las
consecuencias que conlleva este comportamiento: las piedras son removidas o usadas
como fogones y en los alrededores de estos lugares hacen sus necesidades fisiológicas –
mientras que otros sitios muchas veces son violados en su totalidad.
Con la intensidad del conflicto armado en los últimos años, ciertos usos y creencias
tradicionales se han debilitado puesto que los indígenas no pueden llegar a ciertos sitios
sagrados porque se encuentran bajo el dominio de los grupos armados. Los indígenas ven
su cultura en peligro por la pérdida de las tradiciones debido a que los ‘pagamentos’ no
se están realizando en estos sitios correspondientes, que se encuentran distribuidos en
toda la Sierra Nevada, desde la orilla del mar hasta los picos más altos. Estos lugares son
muy afectados por el conflicto armado debido a los enfrentamientos, bombardeos
indiscriminados, la construcción de campamentos de los actores armados, las
profanaciones y los estudios arbitrarios de los mismos con el objetivo de explotación
económica y reconstrucción de futuras represas en los ríos.
Aparte de los sitios sagrados que se encuentran alrededor de los pueblos, en general cada
comunidad posee también una casa ceremonial, “La Unguma” [para los Kággaba], donde
se reúne el Mamo con el pueblo y donde se efectúan ciertos tipos de ceremonias como
bautizos. Muchas veces cuando llegan los grupos armados a las comunidades, es usual
30
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
que invadan estos espacios y que roben los objetos sagrados de las autoridades. La
pérdida de estos objetos implica la pérdida del poder por parte de las autoridades, con las
graves consecuencias que esto representa para el control de sus comunidades y de su
cultura.15
2.3.) Robo y Expropiación de Alimentos
Con la mayor intensificación del conflicto y la mayor presencia de gente armada, la gran
mayoría de los grupos ilegales, e incluso, los miembros de la Fuerza Pública, llegan a las
fincas y toman para sí mismos, sin ningún permiso, las cosechas, los animales que la
gente cría o los que forman parte de los bienes de cada comunidad. Esta situación ha
llevado a que en muchas de las comunidades se viva una crisis alimentaría, no sólo por
acción de los grupos armados que se encuentran en los alrededores de las comunidades
tomando los productos, sino también por el hecho de que quienes controlan las partes
bajas impiden la subida de alimentos, tanto los que se logra adquirir en los centros
urbanos adyacentes a la Sierra, como los que son donados por diversas instituciones. 16
2.4.) Obstaculización de la Prestación de Servicios de Salud
El conflicto armado en la Sierra ha generado un problema grave en la prestación de los
servicios básicos de salud en el interior de las comunidades. Unas de las primeras
personas amenazadas por los diferentes grupos armados muchas veces han sido los
promotores y auxiliares de salud indígena y los equipos médicos que suben a cada
asentamiento a prestar servicios de salud. Una de las acciones que hacen los grupos
armados es saquear los puestos de salud, robándoles las medicinas a la población. Por
causa de esto, la única solución en caso de una emergencia médica era la remisión de los
pacientes a los hospitales de las ciudades, cosa que también era obstaculizada por los
actores armados, impidiendo el traslado de los pacientes.
2.5.) Reclutamiento de Jóvenes
Uno de los problemas que ha generado la presencia de la guerra en los territorios
indígenas es el reclutamiento de jóvenes, hombres y mujeres en las filas de los grupos
armados ilegales. En general, los indígenas que se han incorporado a los grupos armados,
son aquellos que han infringido la ley tradicional en las comunidades y que desobedecen
los mandatos de las autoridades. Para no cumplir la sanción a la que estarían sometidos,
huyen de las comunidades y se enrolan en las filas de los grupos armados, quienes los
reciben. Además de esto, en algunas ocasiones estas personas reclutadas, como represalia
por la sanción impuesta por las autoridades por su falta de cumplimiento de la ley
tradicional, acusan ante los comandantes de esos grupos armados a dichas autoridades o
15
Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Oficina de Educación y Participación,
Senunulang – Umunukunu - Sitios Sagrados de los Pueblos Indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta,
(Santa Marta, Colombia: Diciembre de 2004).
16
Gobernación del Magdalena, Ministerio del Interior y Justicia, PNUD, Resguardo Arhuaco, Los derechos
humanos y los derechos fundamentales de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta,
(Santa Marta, Colombia: Marzo del 2006).
31
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
a personas de la comunidad, quienes toman como cierta la acusación y proceden contra
ellos. 17
La guerrilla llegó por primera vez en los pueblos Wiwa en los años ochenta, con su
discurso de ayudar al pueblo y que estarían para cuidarlos de las acciones injustas de
varios actores. “[…] dichas ideologías no compaginaban con las nuestras, debido a que
las nuestras están desde la creación del mundo, mas no se hicieron cuando llegó
Cristóbal Colon o la Guerrilla, los Paramilitares o las Fuerzas Estatales.”18
Los actores armados muchas veces utilizan estrategias falsas para involucrar a ciertas
personas en sus filas, con afirmaciones de que lucharán por los intereses de los indígenas
defendiendo el territorio, la autonomía y la preservación cultural. La presencia de la
guerrilla se ha convertido en un problema enorme para las comunidades, los líderes, las
autoridades, los usos, costumbres, tradiciones y creencias.
Las AUC, hicieron aparición por primera vez en el año 2001 con retenes en las vías que
conducen a las comunidades del resguardo. Han usado la estrategia de utilizar a algunos
indígenas, atraídos por el dinero, por intimidación de no asesinarlos o asesinar a sus
familias. Les usaron como guías, traductores o para que identifiquen a ciertas personas;
técnicas que también han sido usadas por la guerrilla.
El discurso violento de los grupos armados no es un discurso compartido por los pueblos
Wiwa, Kogui o los otros indígenas de la Sierra Nevada. Todo lo contrario – el discurso
promovido por los pueblos indígenas de la Sierra es un discurso completamente pacífico.
Entre más fuerte la cultura tradicional de los mismos pueblos indígenas, y entre más
profunda la identificación de los miembros de las comunidades con su propia cultura
indígena, mucho menor es el riesgo de que se dejen seducir por las ofertas amorales de
los grupos armados. En este sentido, el fortalecimiento de la cultura indígena no debe ser
solamente en el interés de los mismos indígenas sino también en el interés de toda la
nación.
3.) CONCLUSION Y RECOMENDACIONES
Los testimonios recolectados y el material secundario usado para la realización de este
informe demuestran que la violencia más fuerte en el pueblo Wiwa se vivió entre los años
2001 y 2005. Durante este periodo, muchas comunidades y líderes fueron declarados
objetivo militar por los diferentes grupos armados. Este hecho resultó en asesinatos,
desaparecidos, en comunidades quemadas, desplazamientos internos y externos, niños
huérfanos, mujeres viudas, detenidos acusados de rebelión, pérdidas de bienes,
enfermedades sicológicas, desequilibrio espiritual y la profanación de sitios sagrados.
17
Ibid. p. 8.
Organizacion Wiwa Yugumaiun Bunkuanarua Tayrona – Resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco,
MSD/USAID, MEMORIA DEL CONFLICTO ARMADO DEL PUEBLO WIWA “PRIMER
ACERCAMIENTO” DESDE 2001 A ENERO DEL 2006, (Valledupar, Colombia: Febrero de 2006)
18
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Aunque, afortunadamente, no se registraron desplazamientos masivos o masacres con
muchas víctimas entre el segundo semestre de 2005 y el primero del 2006, la violencia en
especial en contra de los líderes indígenas o personas activas en las comunidades,
principalmente quienes trabajan el tema de derechos humanos, sigue igual. Amenazas de
muerte, atentados y otros hechos violentos hacen parte de su rutina y es particularmente
el trabajo tradicional de los Mamos, de las autoridades tradicionales, a través del cual
buscan a proteger sus vidas. Puede decirse que, hoy por hoy, son los pueblos Wiwa y
Kogui los más afectados por el conflicto armado, ya que el escenario de guerra que
había en las comunidades de los pueblos Kankuamo y Arhuaco se desplazó hacia sus
territorios.
Desafortunadamente, los pueblos indígenas de la Sierra Nevada no son solamente las
victimas de una guerra sucia ejecutada por los actores armados ilegales, sino también de
una política demasiado arbitraria por la propia Fuerza Pública. La Fuerza Pública,
muchas veces acusa a ciertas personas indígenas a ser colaboradoras de uno u otro grupo
armado. Les castigan sin investigar el caso – les llevan, les encarcelan sin orden de
captura, acusándoles de ser una persona “subversiva”. Los pueblos indígenas quieren
plantear, de manera muy clara, que “nuestros pueblos no se encuentran en territorio de
ningún actor armado, sino que son los actores armados los que están en nuestros
territorios, realizando una guerra que no sólo es ajena sino que no la alcanzamos a
comprender. Es así como los diferentes actores armados transitan y viven en nuestros
territorios, pero no viven entre nosotros.”19
De esta conclusión se derivan las siguientes recomendaciones:
1.) Rechazar, investigar y sancionar las acusaciones arbitrarias, encarcelaciones injustas y
detenciones sin orden de captura por parte de la Fuerza Pública.
2.) Apoyar el proyecto de fortalecimiento de la cultura tradicional de los pueblos
indígenas. Esto implica
- la protección y recuperación de sitios sagrados
- la protección de las tierras indígenas en general y la ampliación del Resguardo
Kogui, Malayo y Arhuaco
- el apoyo en la recuperación de las tradiciones indígenas que están en riesgo por la
prolongación del conflicto armado
3.) Brindar protección especial a las y los lideres y activistas indígenas que corren un
mayor riesgo por su posición Pública, por ejemplo a través del Programa Presidencial de
Derechos Humanos y DIH.
4.) Brindar protección especial al pueblo Kogui que corre un riesgo alto de ser victima de
posibles enfrentamientos entre los grupos armados en un futuro muy cercano, por la
reciente presencia de grupos guerrilleros en su terreno.
19
Organizacion Wiwa Yugumaiun Bunkuanarua Tayrona – Resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco,
MSD/USAID, MEMORIA DEL CONFLICTO ARMADO DEL PUEBLO WIWA “PRIMER
ACERCAMIENTO” DESDE 2001 A ENERO DEL 2006, (Valledupar, Colombia: Febrero de 2006)
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en los
Pueblos Indígenas del Departamento de
Putumayo/Colombia
y en particular, de la Población Indígena Desplazada en Mocoa
Este informe se basa en 17 testimonios tomados por la autora, en el mes de Junio del
2006, y toma en cuenta los siguientes materiales secundarios:
-
OZIP-Organización Zonal Indígena de Putumayo, Situación de Derechos
Humanos de los Pueblos Indígenas del Putumayo, (Mocoa/Colombia: Mayo
2005).
-
Informe Estadístico sobre Viudas Indígenas de la Organización Indígena Nasa
“Asone'hwesx”, (Mocoa/Colombia: Junio 2006).
-
Informe Estadístico sobre Desplazados Multiétnicos del Putumayo de la
Organización Nasa Asone'hwesx, (Mocoa/Colombia: Junio 2006).
-
Informe sobre el “Impacto del Desplazamiento en las Niñas y las Mujeres
Desplazadas del Putumayo de la Organización Indígena Nasa “Asone'hwesx”,
(Mocoa/Colombia: Junio 2006).
-
Entrevistas con varias personas de la organización indígena Nasa “Asone'hwesx”,
(Mocoa/Colombia: Junio 2006)
34
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
“[...] ¡Ay doctora!, si yo le contara […] ahora ya no lloro tanto […]
en la finca mía me mataron a mi esposo, porque prestaba servicio [militar obligatorio]
[…] de mis seis hijos, no quedaba sino uno […] en la finca
teníamos todo: 30 vacas, yuca, plátano […]¿cuándo yo me imaginaba
que algún día iba a terminar viviendo sobre rocas, piedra y barro? […]
desde que vinimos huyendo, fue un candelazo […] sufrimos hartísimo, hartísimo, […]”
(una señora desplazada Nasa actualmente viviendo en Mocoa)
1.) PANORAMA GENERAL
1.1.) Datos Demográficos
La población indígena en el departamento del Putumayo se distingue por su variada
composición étnica, caracterizándolo como uno de los 10 departamentos con mayor
población indígena en el país, representando un 3% del total nacional. Una parte
significativa de la población ancestralmente asentada en la zona pertenece a las etnias
Kofán, Inga, Kamsá, Siona, Koreguaje y Witoto, mientras otras son provenientes de
diferentes partes del país como los Nasa y Yanacona, del Cauca, los Awá y Pasto, de
Nariño y los Embera Katío, del Valle del Cauca.
El Putumayo está habitado por aproximadamente 45.000 indígenas, pertenecientes a 13
grupos étnicos, asentados en los 13 municipios que componen el departamento, con 157
comunidades, representadas por sus cabildos (autoridades tradicionales) y 49 territorios
legalmente reconocidos a través de la figura de Resguardo. Sin embargo, la mayoría de la
población indígena organizada en cabildos carece de tierras legalmente reconocidas,
aunque cabe anotar que casi el 80% del territorio de este departamento ha sido declarado
baldío (o perteneciente al Estado) y posee riquezas biológicas, mineras, petroleras y
culturales de incalculable valor.
La mayoría de los pueblos habla su propia lengua, tiene modelos de organización social
específicos y dinámicas económicas particulares, diferentes al resto de la sociedad
nacional.
Las riquezas naturales que existen dentro de los territorios ocupados por las comunidades
indígenas a nivel nacional son codiciadas por varias empresas capitalistas que pretenden
obtener las materias primas, muchas veces colocando en serios riesgos de extinción a los
pueblos indígenas de Colombia, y en el caso del Putumayo especialmente a los pueblos
Koreguaje (70 personas), Siona (1.300 personas), Kofanes (900 personas) y los Ocaimas
(17 personas que habitan entre Ecuador y Colombia).
1.2.) Evolución histórica del conflicto en el Putumayo
Entre los años 1945 y 1975 se vivió una aparente tranquilidad en el departamento del
Putumayo. Esta tranquilidad se acabó en los años de 1980, con la llegada de los
movimientos guerrilleros, incluyendo el EPL, M 19 y por último las FARC, por la
presencia de empresas trasnacionales que buscaban explotar los recursos naturales como
35
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
el petróleo. Por lo tanto, las políticas del Gobierno Nacional apuntaron a intensificar la
presencia militar para facilitar la extracción de este recurso, potenciando la violación de
los derechos de los pueblos indígenas.
Toda esta actividad militar generalmente se hizo en contra de la población civil con la
restricción al acceso a los territorios para ejercer las prácticas de pesca, caza, recolección
de frutos, plantas medicinales y el desarrollo de las visitas a los sitios sagrados para las
prácticas de los ritos tradicionales.
En estos mismos años, empieza la bonanza de la coca, producto sagrado de las culturas
del mambeo en los ritos y pagamentos a los dioses de la naturaleza. Con la producción
comercial de la coca para el uso ilícito se agudiza el conflicto por la disputa del poder
económico y territorial entre narcotraficantes y los grupos armados legales e ilegales.
Las políticas del gobierno eran (y todavía son) tajantes e insistentes en la erradicación
forzosa de plantaciones de coca, a través de la fumigación aérea con un compuesto
químico, uno de cuyos componentes es el glifosato. A partir de ese entonces, los capos
del narcotráfico buscaban defender sus intereses, a cualquier precio, y es así que
empiezan a surgir movimientos armados, llamados “Mano Negra” y “Masetos” que
hacían presencia en el territorio en los años de 1985 hasta 1994. Estos grupos hicieron
mucho daño a la población civil con desapariciones, muertes, desplazamientos, orfandad
y masacres, sembrando pánico a la población y sometiéndola a sus ideales.
Como consecuencia de erradicaciones forzosas y acciones violentas, en el año 1996, los
campesinos, indígenas y demás sectores populares se levantaron en un paro de tres meses
entre los departamentos del Caquetá y Putumayo, hasta que, finalmente, el Gobierno
Colombiano firmó un acuerdo con estos sectores, para el “desarrollo alternativo”.
Posteriormente, al inicio del Plan Colombia, en el año 2000, se firmaron los denominados
“Pactos Sociales”. El fin de estos pactos era la búsqueda de soluciones alternativas al
cultivo masivo de coca, en medio del conflicto armado, con la implementación de
programas de producción agrícola y pecuaria como medio para garantizar la misma
comercialización de esta producción. Otra parte importante del pacto incluyó la “NoFumigación Aérea” con glifosato, a cambio de la erradicación de la coca de manera
manual, gradual y voluntaria. Desafortunadamente, el gobierno colombiano nunca
cumplió suficientemente con el compromiso, destruyendo cultivos de alimentos e
inclusive, cosechas de cultivos “alternativos” que tanto con recursos estatales, como de la
cooperación internacional se habían establecido, con productos como pimienta, caucho,
palmito y caña de azúcar.
En los años 1999 y 2000, el mismo Gobierno sorprendió a la población del Caquetá y del
Putumayo con la primera fumigación aérea, respaldada por la Fuerza Pública,
bombardeando áreas a ser fumigadas. Por causa de estas fumigaciones, enfrentamientos
con grupos armados al margen de la ley y bombardeos de la Fuerza Pública, comienza el
desplazamiento forzado y masivo de la población civil.
36
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Pese a que se realizaron demandas a nivel internacional por los daños ecológicos,
afectaciones en la salud humana y en los plantíos por causa de las fumigaciones aéreas, el
Gobierno de Estados Unidos sigue aprobando al gobierno colombiano amplios recursos
para el Plan Colombia (y desde diciembre de 2003, para el Plan Patriota), no tomando en
cuenta que sus acciones son una de las más brutales en contra de la población civil,
puesto que se agudizan los enfrentamientos armados entre los actores armados ilegales y
la Fuerza Pública, quedando la población civil en medio del fuego y en condiciones de
miseria y desamparo.
Una gran parte de los recursos del Plan Patriota se dirige hacia el fortalecimiento de la
política de seguridad democrática, que incluye en el Putumayo programas de “soldados
campesinos”, “familias guardabosques”, la utilización de químicos tóxicos en los sitios
de combate, áreas minadas en territorios de movilización de la población civil y
propagandas y ofertas de remuneración económica a la “Red de informantes y
cooperantes”.
Como resultado del desarrollo de toda esta actividad militar en territorios del Pueblo
Nasa, miembros de este pueblo hasta el 2006 registraban los siguientes resultados:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Mujeres Nasa madres solas por violencia
Mujeres Nasa viudas por la violencia:
Familias Nasa desplazadas por la violencia:
Personas Nasa desplazadas por la violencia:
Desaparecidos:
Homicidios por actores armados:
Heridos por combates y atentados:
Dirigencia desplazada por violencia:
Población Nasa del Putumayo en confinamiento:
Personas Nasa afectadas por las fumigaciones aéreas:
78
43
103
615
23
85
13
17
100%
780
Las consecuencias de estos hechos son violaciones de derechos humanos de forma
masiva y desplazamientos forzados, sobretodo hacia los cascos urbanos.
Como los testimonios tomados fueron principalmente de personas desplazadas en la
capital de Putumayo, Mocoa y en Villagarzón, en la próxima sección se va a profundizar
en el tema del desplazamiento como una de las consecuencias principales del conflicto
social y armado en el departamento Putumayo.
2.) EL DESPLAZAMIENTO FORZADO COMO UNA DE LAS CONSECUENCIAS
PRINCIPALES DEL CONFLICTO ARMADO Y SOCIAL
2.1.) Introducción y situación de desplazamiento en Mocoa
El desplazamiento forzado en el departamento del Putumayo comenzó con la llegada de
los grupos armados que se enfrentaron por el control de la población y el territorio. En los
37
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
últimos años, esta situación ha afectado a unas 40.000 personas, en especial las
provenientes de las zonas rurales de los municipios del Bajo Putumayo.
La capital, Mocoa, ha sido lugar de recepción de más de 1.500 personas desplazadas
desde el año 2001, de las cuales solamente más de 200 personas son viudas. Las y los
indígenas desplazados en la capital de Mocoa viven en condiciones pésimas. Se crearon
barrios donde residen prácticamente sólo personas desplazadas de origen indígena, como
por ejemplo el barrio José Homero Alto, el 15 de Mayo, Vía de los Guaduales o el barrio
Palermo, en Villagarzón (compare las fotos). En estos barrios hace falta cualquier tipo de
una vida sana y digna como en especial:
-
Higiene básica, causando enfermedades en los niños, niñas y personas adultas.
Servicios públicos incluyendo electricidad, canalización, calles y agua.
Seguridad Pública resultando en asesinatos, desapariciones y secuestros.
Barrio Vía de los Guaduales, Mocoa, Departamento de Putumayo, Junio del 2006
Barrio José Homero Alto, Mocoa, Departamento de
Putumayo, Junio del 2006
38
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
A veces se escucha el argumento de parte de investigadores y académicos, que estudian
el tema de desplazamiento en Colombia, que este desplazamiento no es comparable con
los desplazamientos internos en El Sudan, porque en Colombia no existen campos de
refugiados. Pero, en vista de la situación de Mocoa, donde los barrios de los desplazados
escasamente tienen servicios públicos o seguridad Pública, donde la gente vive bajo
pésimas condiciones de vida, se empieza a cuestionar la veracidad de estos comentarios.
El desarraigo de los territorios y fincas indígenas han ocasionado muchos traumas en las
familias afectadas, sobre todo en las mujeres y las niñas. Una señora menciona: “Como
también existía mucha discriminación, nadie quería dar trabajo, porque por una persona
que se comportara mal, dañaba la imagen de los desplazados, y nos mencionaban como
un problema social; algunas veces no querían ni arrendar viviendas – nos tildaban de
muchas cosas malas, y por este motivo algunas familias desesperadas por no conseguir
ninguna ayuda, se regresaron al lugar expulsor, lo que les costó la vida y la pérdida de
familiares, quedando muchas viudas, y niños y niñas menores de edad huérfanos por la
desaparición o asesinato de sus progenitores.”
2.2.) Antecedentes
A partir del año 1999 hicieron presencia las AUC en los municipios y corregimientos del
Bajo Putumayo, empezando en el corregimiento de “El Tigre”, municipio de Valle del
Guamuéz, donde efectuaron la primera masacre; de ahí pasaron a la Inspección de Policía
de “El Placer” en el mismo municipio, ejecutando la segunda masacre.
En el 2000 el mismo grupo armado llegó al corregimiento “La Dorada” donde se presentó
la tercera masacre, y de ahí pasaron al casco urbano del municipio de Valle del Guamuéz
o “La Hormiga” y al del municipio de San Miguel con muertes selectivas.
Posteriormente en el 2001, los mismos grupos pasaron a Puerto Asís, donde efectuaron
una cuarta masacre, y en Puerto Caicedo sucedió la quinta masacre; en Orito se
presentaron muertes selectivas y en Villagarzón sucedió la sexta masacre en el 2002.
El motivo de la llegada de las AUC, según versiones de ellos mismos se justificaba por:
-
“Limpieza” de auxiliadores de la guerrilla y narcotraficantes
Control territorial.
Apropiación de “vacunas” (impuestos ilegales).
Compra y venta de drogas ilícitas.
Des-estabilización de organizaciones sociales.
Facilitar la explotación de los recursos a las empresas trasnacionales.
Los motivos que los grupos armados ilegales (paramilitares y la guerrilla) alegan para
ocasionar el desplazamiento son:
39
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
-
-
La supuesta inclusión de la población civil en grupos armados opuestos al que
desplaza.
Muertes, por no pagar impuestos ilegales o “vacunas”.
Muertes de personas que no estaban de acuerdo en que los grupos armados se
ubicaran en sus propiedades (privadas y colectivas).
Muertes por no venderles productos lícitos e ilícitos.
Las órdenes autoritarias de los grupos ilegales para que se acaben los cabildos
indígenas, porque los cabildos impiden el acceso a los movimientos armados en
sus territorios, con la consiguiente persecución a la dirigencia indígena.
El reclutamiento forzado de jóvenes y adultos de ambos sexos, para que sirvan
como milicianos o combatientes.
2.3.) Consecuencias del desplazamiento
El confinamiento (o encierro) de las comunidades indígenas, resultando en la
imposibilidad de libre tránsito entre los pueblos y las fincas; ejecutando muertes
selectivas a los que no obedecen. Este hecho resulta en el desplazamiento de muchas
personas indígenas hacia las ciudades, porque los niños y niñas generalmente estudian en
las ciudades o los pueblos y los padres y madres no les pueden dejar solos, y como no
pueden transitar entre la finca y el pueblo, prefieren quedarse con sus hijos en la ciudad.
Una vez llegados al entorno nuevo, ya no pueden volver a la finca, por causa de la
presencia de los grupos armados en el campo, que les prohíben moverse entre la finca y
la ciudad, porque no quieren correr el riesgo de que estas personas indígenas puedan
llevar información al grupo opuesto.
Muertes indiscriminadas: La no obediencia a las determinaciones de los grupos armados
ha traído muertes indiscriminadas de personas. Igualmente, el desarraigo territorial,
porque obligan a la gente a salir, con la pérdida de bienes, la ruptura de los lazos
familiares y comunitarios, que conllevan la pérdida de la identidad, de la cultura, de la
lengua y sobre todo, del territorio ancestral en donde se podía recrear la medicina
tradicional y la alimentación sana.
Consecuencias de las Fumigaciones: Las fumigaciones aéreas de los cultivos de coca han
causado que muchas familias queden totalmente desamparadas y sin ninguna posibilidad
económica; puesto que la fumigación aérea de una hectárea de coca afecta 10 hectáreas a
su alrededor y dentro de estos, a cultivos alimenticios. De esta manera, queda mucha
gente sin sustento, porque se pierde la soberanía alimentaria, que hace que se generen
desplazamientos, muchos de ellos también ocasionados por la inclusión de algunos
jóvenes a los grupos armados, motivados por la falta de oportunidades laborales o
educativas.
Pérdida de la Cultura y Debilitación de la Medicina Tradicional: Sobre todo en el caso
del pueblo Nasa del Putumayo, por la falta de presencia de The’walas o médicos
tradicionales, la gente se ha salido de sus territorios y se ha producido un desequilibrio
dentro del pueblo, y sobre todo en la juventud por su incredulidad en las autoridades
espirituales con respecto a la práctica de la medicina tradicional. Además, en el sitio de
40
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
llegada, la medicina tradicional ya no puede ser realizada de la misma manera como en
los terrenos tradicionales, por falta de los ingredientes necesarios para llevar a cabo los
rituales espirituales o por lo inadecuado del sitio de recepción, que no presenta las
características necesarias y apropiadas. Una preocupación muy grande de los mismos
médicos tradicionales es la continuación con los rituales tradicionales en las generaciones
que siguen. Como los hijos en los sitios de recepción ya no crecen de la manera
tradicional y la formación de ellos, según criterios indígenas es completamente
inapropiada por el sistema impuesto, muchas veces los jóvenes ya no tienen el interés por
la cultura tradicional; suficiente razón por la cual a las autoridades tradicionales les
preocupa la pérdida y el traspaso de sus saberes. En los pueblos indígenas se suele decir
que “si se muere un médico tradicional sin heredar sus conocimientos a la persona
indicada, es como si se quemara una biblioteca llena de enciclopedias”.
Pocas Oportunidades: Una señora indígena, residente del barrio José Homero Alto en
Mocoa, resume este punto con las siguientes palabras: “El desplazamiento, nos duele en
el alma, ya que no fue nuestra culpa que nos sacaran o desterraran de nuestras tierras,
donde nunca nos faltó nada y se respiraba armonía, tranquilidad en los hogares y la
alimentación era sana y abundante. Ahora en la ciudad enfrentamos más desequilibrios,
porque la alimentación es escasa, diferente y produce desnutrición. Nos ha tocado
adaptarnos a las pocas oportunidades que se nos ofrecen, tanto en educación, como en
salud, en vivienda y en servicios sociales, con nuestra juventud desorientada.”
3.) CONCLUSION Y RECOMENDACIONES
3.1.) La Inefectividad de la “Proyectitis”
En los testimonios recogidos, se pudo notar la frecuente queja de que las instituciones nogubernamentales y gubernamentales que están encargadas del manejo de la situación de
desplazamiento buscan en gran parte su bienestar personal o institucional, y que es muy
poco lo que llega a las personas verdaderamente afectadas. La misma gente afectada ve
más utilidad en programas alternativos, como proyectos productivos y/o de vivienda.
Inclusive, se pone en cuestión la efectividad de cantidades de proyectos pequeños, que no
cambian nada en la estructura del problema o en la manera en que se maneja la
problemática. Lo que se necesita son más bien proyectos integrales, que tomen en cuenta
todas las características de la problemática e involucran también a la gente afectada.
3.2.) Fortalecimiento de la Cultura Indígena
Como muchas de las tradiciones culturales y de los rituales indígenas están en peligro de
extinción se considera fundamental fortalecer los proyectos culturales de los pueblos
indígenas, tomando en cuenta las preocupaciones y propuestas de los mismos indígenas
en el marco de los planes de vida de cada pueblo, ya sea de manera oral o escrita, donde
se refleje la verdadera existencia de la diversidad étnica, tal como lo reconoce la
Constitución Política de Colombia.
41
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
3.3.) Mejorar la Situación de las Personas Desplazadas especialmente en Mocoa
La situación de las personas indígenas desplazadas en Mocoa es muy preocupante. Como
se ha mencionado anteriormente, en los barrios respectivos, donde residen las personas
desplazadas hace falta todo tipo de servicios públicos. Inclusive, se considera pertinente
la construcción de una casa de refugio temporal o de paso, para familias indígenas
desplazadas. Para el mejoramiento de la mala situación alimenticia se recomienda
incorporar en los presupuestos para la atención a la población desplazada en Mocoa la
compra de fincas para la reubicación y el acceso a oportunidades de producción
alimenticia, más aun teniendo en cuenta que esto es lo que la gente del campo sabe hacer.
3.4.) Erradicación Manual (Sustitución del uso ilícito de la hoja de coca)
Aparte del daño tan grave que causa la fumigación aérea en la salud de la gente, en el
ambiente y la coexistencia de las comunidades, la planta de coca es sagrada desde
tiempos milenarios para pueblos indígenas como el Nasa, que realizan el curanderismo a
través del mambeo. Por tanto se recomienda retomar los procesos de erradicación manual
y controlada de la planta de coca, para evitar el riesgo de más desplazamientos y del
desarraigo cultural.
3.5.) Protección Especial a los Líderes Indígenas
Establecer estrategias políticas y culturales con mecanismos adecuados y trámites
necesarios, para la protección de la dirigencia indígena, teniendo en cuenta el no
fraccionamiento del desarrollo cultural. Además estas estrategias deben permitir prestar
protección inmediata a personas amenazadas, especialmente a los y las líderes, que han
sido declarados inocentes en procesos judiciales, por ejemplo a través de la Defensoría
del Pueblo y/o las Personerías. Además se recomienda el restablecimiento del honor de
las personas afectadas a través de los medios adecuados.
42
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Informe Actual sobre la Situación de Violencia en las
Comunidades Embera Chamí, Riosucio/Caldas
Este informe se basa en 19 testimonios tomados por la autora, en el mes de junio de 2006,
tanto como en las siguientes entrevistas y, en materiales secundarios:
-
Entrevista con el Alcalde actual de Riosucio, Darío Edgardo Tapasco.
-
Entrevista con la Personera actual Marta Cecilia Delgado Morales.
-
Entrevistas con los gobernadores actuales de los cuatro resguardos indígenas de
Riosucio.
-
Entrevistas con varios miembros de la organización local indígena, “Consejo
Regional Indígena de Caldas - CRIDEC”.
-
Informe de derechos humanos de CRIDEC “Actos violatorios de los Derechos
Humanos en los territorios indígenas del pueblo Embera Chamí del departamento
de Caldas”, (Riosucio/Caldas: Mayo 2006).
-
Censos Oficiales de desplazamiento de la Personería de Riosucio/Caldas.
43
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
“[…] el 16 de enero del 2004 […] estábamos todos
volviendo del trabajo en las parcelas […] aparecieron
tres camiones y helicópteros […] hubo un ametrallamiento
aquí […] con helicópteros del ejército […] los helicópteros llegaron
y ametrallaron todo aquí […] esto parecía una película […]
bombardearon todas nuestras parcelas […] y no sabemos
por qué […] no sabemos por qué […] uno se pregunta
“Por qué?”, “De dónde vienen?” […] nosotros no sabemos
por qué […] “qué hemos hecho nosotros para que nos hagan esto?”
[…] según ellos estaban erradicando actores armados, pero esto es mentira, está
bien si lo hubieran hecho en un solo punto, pero no;
erradicaron toda esta parte, ahí donde únicamente…
todo esto son parcelas de los indígenas […]“
(una persona indígena afectada por el bombardeo
en la comunidad de Iberia/Caldas )
1.) PANORAMA GENERAL
“¡Hola Juanito, ven acá, tomémonos un cafecito!”, grita el señor del bar, dirigiéndose
hacia un muchacho joven que pasa por la calle. Unos viejitos sentados en el parque
principal están charlando, chismoseando y disfrutando el calorcito agradable que brinda
el sol caldense; los niños y niñas, jugando y retozando en la calle, sacando una sonrisa de
las señoras que les observan desde los bancos alrededor.
El día 7 de Junio del 2006 se habla de una “tranquilidad tensa” en el municipio de
Riosucio, que incluye cuatro resguardos indígenas: La Montaña, Cañamomo –
Lomaprieta, San Lorenzo y Escopetera Pirza. En los resguardos viven 45.000 miembros
indígenas, pertenecientes a la etnia “Embera Chamí”. Una mayor parte de ellos está
asentada en el municipio de Riosucio y una menor parte en el municipio de Supía, en el
departamento Caldas. En total, se habla de un número de “102” comunidades
representadas por sus cabildos con el 80% de su territorio legalmente reconocido a través
de la figura de resguardos.
Desde que el primer alcalde indígena de Riosucio, Darío Edgardo Tapasco tomó posición
en el 2003, las cosas han parecido bastante tranquilas. Una tranquilidad que no existía en
la región durante mucho tiempo; una tranquilidad sospechosa, que da miedo a la gente –
por razones muy legítimas como se va a presentar en este informe.
La candidatura de Darío Edgardo Tapasco, para la posición del alcalde de Riosucio en las
elecciones del 2003, no fue planeada desde el principio, sino que surgió por causa del
asesinato del candidato inicial, Gabriel Ángel Cartagena, por el Movimiento Indígena.
Darío Tapasco, entonces gobernador del resguardo de San Lorenzo, decidió seguir la
lucha en lugar de él. Una lucha que no ha sido fácil y mucho menos inofensiva. La
“bienvenida” por parte de la Fuerza Pública fue el bombardeo de la comunidad de Iberia
en el resguardo de Cañamomo Lomaprieta por medio de helicópteros de la Fuerza
Pública, con la justificación de atacar grupos subversivos en el área, cuando toda el área
atacada no era nada más que parcelas de humildes trabajadores indígenas. Habitantes del
pueblo describen el evento como una escena patética “de una película”. Los mismos
gobernadores de los cuatro resguardos del municipio han recibido amenazas por parte de
44
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
los actores armados y no salen de la casa sin escoltas y sin tomar medidas cautelares. El
Alcalde en sí no ha recibido amenazas desde que está en funciones, pero sabe de fuentes
confiables que se han planeado atentados y que por pura suerte, no se han materializado.
La situación en las comunidades indígenas, en los pueblos lejanos, muchas veces a
trasmano de caminos de transporte, es aparentemente tranquila. Los actores armados no
atacan directamente los pueblos, pero los mismos indígenas muchas veces observan su
presencia en los alrededores de los pueblos y hablan de “muertos gota a gota”, y de
desplazamientos esporádicos. La situación en el momento parece un barril de dinamita,
que puede explotar en cualquier momento y no se sabe cuándo se va a presentar un
momento crítico. Puede ser hoy, puede ser mañana. Pero una cosa es bastante cierta, si no
se toman precauciones, es muy probable que surja en las próximas elecciones de alcaldía,
en el año 2007.
2.) PROBLEMAS ESPECÍFICOS
2.1.) Violación de los Derechos Fundamentales
El municipio de Riosucio se caracteriza por ser un corredor para los grupos ilegales
armados, entre los departamento de Antioquia, Risaralda y Chocó. Los resguardos
indígenas son afectados por igual por esta situación, haciendo que sus habitantes se
encuentren en medio de los grupos armados legales e ilegales que les acusen de colaborar
con los grupos opuestos; una situación que resulta en asesinatos, encarcelaciones injustas,
desplazamiento, y otros actos violentos.
Según los archivos del Consejo Regional Indígena de Caldas (CRIDEC) se registran más
de 45 personas indígenas asesinadas por grupos armados desde el año 2003, y más de 10
personas amenazadas, heridas o que han desaparecido, tomando en cuenta que se han
presentado otros hechos de violaciones a los derechos humanos que no se han reportado a
la Organización. En el municipio se presenta el fenómeno de “subregistro” por falta de
denuncias de los actos violentos en contra de la población civil; esto se debe a las mismas
amenazas de los grupos armados y a la falta de credibilidad o legitimidad que hay en las
instituciones judiciales o de policía que atiendan las denuncias.
Según datos de la Personería, en los años 2004 y 2005 se registraron 260 personas
desplazadas en el municipio de Riosucio, sin contar las personas que han sido
desplazadas y que no se han registrado por temor frente a los actores armados o por
desconocimiento de los programas gubernamentales en cuanto a la atención a la
población desplazada. Inclusive, se nota una tendencia al desplazamiento dentro del
mismo resguardo de una comunidad a otra (desplazamiento intraurbano o intrarural). En
estos casos las entidades que más ayuda brindan son los mismos gobiernos indígenas.
En los testimonios que se han recabado, se puede notar una frecuencia de acusaciones por
parte de la Fuerza Pública, denunciando a personas indígenas como guerrilleros sin tener
pruebas legítimas. Estas acusaciones más de una vez, causaron encarcelaciones de
45
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
personas inocentes, incluyendo a mujeres embarazadas. Hechos como estos, obviamente,
resultaron en una gran desconfianza en la Fuerza Pública.
Desde hace más de un mes en el municipio de Riosucio, se vienen presentando una serie
de asesinatos en las calles principales de la población, despertando el temor y aumentado
la zozobra reinante en la región. El miércoles 5 de julio fue asesinado el intendente de
policía de Riosucio, Sargento José Libardo Villada Monsalve, indígena y reconocido en
la comunidad como un mediador entre la Policía Nacional y los indígenas Embera
Chamí. Otras dos muertes violentas a causa de actores desconocidos han aumentado la
tensión en una época donde las campañas electorales se aproximan.
2.2.) Violación a la Autonomía Territorial
En el territorio se nota la presencia continua de empresas particulares y multinacionales
con el objetivo de explotar el terreno y los recursos naturales incluyendo en especial el
oro y la madera, violando la normatividad especial para pueblos indígenas, entre ellos el
Convenio 169 de la OIT ratificado por la Ley 21 de 1991, que incluye la consulta y la
concertación previa para el desarrollo de proyectos en los territorios de los pueblos
indígenas. Además, se nota la tendencia de autoridades oficiales de negar la identidad
indígena de ciertos pueblos, registrándolos como campesinos para deshacerse de la
obligación de la consulta previa en pueblos indígenas.
2.3.) Violación al Fortalecimiento del Proyecto Político
Las comunidades indígenas desde la década de los 80, han promovido el fortalecimiento
de un proyecto político que permita llegar con candidatos propios a las diferentes
corporaciones y espacios de representación pública a nivel local, regional y nacional. Este
proceso ha sido interrumpido ya que los candidatos postulados para asumir la Alcaldía
del municipio de Riosucio, Caldas, por el Movimiento Indígena en los años 1982, 2002 y
2003 fueron asesinados. Entre el año 1982 y 1992 fueron asesinados aproximadamente
200 indígenas entre líderes y personas con visión de liderazgo.
Actualmente, en este contexto, se encuentran muy preocupantes los siguientes hechos:
-
Las continuas persecuciones a los líderes indígenas y las entidades que trabajan
en temas indígenas. Los gobernadores de los cuatro resguardos indígenas de
Riosucio, por su propia seguridad personal, se han visto obligados a tomar
medidas precautelares a través del Ministerio del Interior, atendiendo una
recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que les
puso a su disposición dos escoltas y un carro blindado. En la actualidad son
solamente tres lideres que cuentan con esta protección, aunque las medidas
cautelares dictadas fueron proferidas a seis personas más. Además de esto,
muchos de los líderes y personas activas en las comunidades, se vieron forzados a
tomar sus propias precauciones, como por ejemplo: no salir con la misma ropa
dos días seguidos, no tomar el mismo camino muchas veces de seguido, llegar a la
casa temprano en la noche, etc.
46
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
-
Señalamientos y acusaciones a través de volantes o pasquines dirigidos a las
autoridades indígenas y a comunidades de los resguardos.
-
La negativa al desarme del grupo paramilitar “Cacique Pipintá“. Testigos
denuncian la continua presencia del grupo mencionado en el área de Riosucio. El
organizador político de las AUC “Ernesto Báez” mencionó que: “Estos indios
manejan muy bien las denuncias”20. Esto significa que los actores ilegales están
muy conscientes de las posibilidades de defensa jurídica de los indígenas, y que
muy posiblemente se van a buscar caminos diferentes para ejecutar sus actos
ilegales, que toman en cuenta las actividades y posibilidades de los mismos
indígenas.
Como mecanismo para contrarrestar las situaciones mencionadas, la Organización
indígena ha adoptado ciertas estrategias como la Denuncia Pública y las Alertas
Tempranas, para enterar a las instituciones a nivel local, regional, nacional e
internacional de lo que está pasando en las comunidades y para que se adopten medidas
para debilitar los daños que están sufriendo. Un mecanismo muy importante en este
contexto es el COMITÉ INTER. El Comité Inter es una entidad interinstitucional que
esta conformada por las siguientes instituciones: La Alcaldía, la Fiscalía, la Personería,
los Gobiernos Indígenas, la Fuerza Pública, CRIDEC, la Iglesia, y ACNUR. Este comité
se reúne continuamente a discutir abiertamente problemas e incidentes en el territorio y
actúa inmediatamente. Según la personería, este comité ha sido un gran éxito y gracias a
la gestión del Inter eventualmente se ha podido prevenir ciertos actos violentos y evitar
grandes desplazamientos en los últimos dos años, ya que el Sistema de Alertas
Tempranas no ha sido muy eficaz en Riosucio. Los gobiernos indígenas o/y el CRIDEC
anuncian incidentes en los territorios indígenas inmediatamente al Comité Inter donde se
discute el problema y donde se actúa inmediatamente.
3.) CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIÓNES
Los hechos presentados en este informe, han llevado a que las organizaciones indígenas
sufran las consecuencias de asesinatos selectivos, criminalización, masacres,
desplazamientos y desapariciones forzadas, hechos que desestabilizan el proceso
organizativo y político en el interior del territorio indígena, generando el desarraigo
territorial, el debilitamiento de la identidad y el sentido de pertenencia, ya que el pueblo
Embera Chamí ha sufrido la pérdida de muchas de sus tradiciones, encontrándose en un
proceso de recuperación y fortalecimiento.
En Riosucio se habla de una “Tranquilidad Tensa” porque la región en este momento no
es escenario de violencia obvia, causando bandadas de desplazamiento o grandes
masacres. Pero, mirando mas allá de lo obvio, se observa una violencia tremenda contra
el proyecto político, dirigida sobre todo hacia los líderes y organizaciones indígenas. Los
gobernadores indígenas no pueden salir a la calle sin escolta, el mismo alcalde indígena
está expuesto a atentados contra su propia vida, etc. Es una violencia política que muy
20
Entrevista personal con el alcalde de Riosucio, Darío Edgardo Tapasco, Junio 7 de 2006, Alcaldía de
Riosucio.
47
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
probablemente se va a consolidar y fortalecer por causa de las elecciones a la Alcaldía del
próximo año. Se observa que ciertos actores públicos, legales e ilegales, aparentemente
temen el fortalecimiento del movimiento indígena, que se inició con el primer alcalde
indígena en la región. Pero las entidades y actores indígenas siguen siendo muy activos y
no se dejan intimidar fácilmente por estos hechos; cosa que resultó en muertes de
candidatos de alcaldía como por ejemplo las de María Fabiola Largo (2002) y Gabriel
Ángel Cartagena (2003).
Frente de todos estos hechos se recomienda:
(1) Primero una atención, observación y un acompañamiento especial en las elecciones
de alcaldía del 2007.
(2) Segundo, se recomienda un seguimiento especial al “desarme” de las autodefensas en
la región, las cuales, según los testimonios recibidos, no se han desmovilizado como
previsto por el gobierno nacional.
(3) Tercero, para evitar una pérdida profunda de la cultura del pueblo “Embera Chamí”
causada entre otros, por la violencia, el desplazamiento y el conflicto social y armado en
general, se recomienda un fortalecimiento de la misma cultura que les permita oponerse
de manera unida y pacífica a los grupos armados para que respeten el territorio indígena
como un territorio de paz.
(4) Cuarto, hacer un seguimiento a las estadísticas en materia de desplazamiento, no sólo
por el Estado, sino también, por entidades como el CRIDEC, el ACNUR y otras
organizaciones de carácter internacional, dado que la falta de coincidencia de esas
estadísticas deteriora las políticas, estrategias de atención y asistencia de las poblaciones
en situación de desplazamiento.
48
Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
Observaciones Finales
En el transcurso de este trabajo me he dado cuenta de las diferencias en la problemática
indígena entre las distintas regiones y pueblos que he visitado; pero más que las
diferencias, me han llamado la atención los problemas que suelen aparecer como un
común denominador de las distintas regiones y etnias.
Quisiera sumar estas observaciones de manera breve y corta en los próximos párrafos:
1.) Pueblos Indígenas en medio de los grupos armados
Los resguardos indígenas en general son territorios llenos de riquezas naturales, muchas
veces relativamente lejos de cascos urbanos – dos razones por las cuales los actores
ilegales y legales, armados y no armados demuestran intereses en estos territorios; un
hecho que causa todo tipo de conflictos, los cuales generalmente se resuelven de forma
violenta en los mismos territorios, dejando a los indígenas en medio de los grupos
armados, en medio de una guerra que NO es de ellos, acusándolos de colaborar con uno o
más de los grupos opuestos. Esta situación resulta en graves violaciones de derechos
humanos contra los pueblos indígenas, como asesinatos, muertes, encarcelaciones
injustas, desplazamientos y otros actos violentos.
2.) Pérdida de raíces culturales
El conflicto, con todas las consecuencias que conlleva, como por ejemplo el
desplazamiento, la destrucción de sitios sagrados o el confinamiento de personas
indígenas y a veces de pueblos enteros, causa un desequilibrio cultural muy grave,
transformando y debilitando costumbres y sabidurías ancestrales de manera muy
negativa. Por ejemplo, a causa del desplazamiento, las nuevas generaciones indígenas
crecen en un ambiente muy diferente de lo tradicional, muchas veces despreciando
tradiciones ancestrales; una cosa que también surge de la imposibilidad de ejecutar
rituales tradicionales en lugares afuera de los sitios originales, por falta de los
ingredientes necesarios para realizar los rituales – es decir, por falta del ambiente natural
o por falta de las plantas tradicionales que son imprescindibles para los rituales, pero
generalmente imposibles de conseguir en los sitios de recepción.
Con respecto a la cultura además noté, que los pueblos que tienen una fuerza cultural más
profunda, que son unidos entre ellos y que han mantenido sus tradiciones, costumbres y
rituales ancestrales, han podido controlar el conflicto armado en sus territorios de manera
más efectiva y han logrado hacerse respetar frente los actores armados; un aspecto que no
pude encontrar en los pueblos que han perdido gran parte de sus tradiciones y que no son
unidos entre ellos – una causa (entre muchas más) por la cual el fortalecimiento cultural
en los pueblos indígenas es muy importante.
3.) El desplazamiento
Una de las consecuencias directas del conflicto, tanto en los pueblos indígenas como
también en territorios no-indígenas, es el desplazamiento forzado e involuntario que se
presenta en forma más o menos masiva en los sitios afectados por la violencia. Un
aspecto bastante particular en los pueblos indígenas es el nivel de gravedad necesario
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
para que la gente se desplace de sus territorios. Los pueblos indígenas en Colombia
tienen una relación espiritual muy fuerte con la “madre tierra”, razón por la cual ellos no
salen de sus territorios, mientras la situación no sea verdaderamente seria; inclusive,
muchos de ellos prefieren morir en “su tierra” que desplazarse a un sitio que es
totalmente ajeno a su entorno y su forma de vivir y que no les permite ejecutar sus
rituales tradicionales.
En cuanto el manejo del desplazamiento por las entidades gubernamentales y nogubernamentales cabe anotar que no toman en cuenta las características culturales de los
pueblos indígenas – un aspecto que resulta en asistencia inapropiada como por ejemplo
ayuda humanitaria que incluye alimentos ajenos e inadecuados para los indígenas.
3.) “Subregistro”
Este fenómeno surge tanto por falta de denuncias de los actos violentos que se presentan
en contra de la población civil como también por falta del registro de los desplazamientos
forzados. Este hecho se debe a las mismas amenazas por los grupos armados y a la falta
de credibilidad o legitimidad que hay en las instituciones judiciales o políticas que
reciben las denuncias. Inclusive, muchos indígenas desplazados no saben ni siquiera que
existe un programa especial de parte del gobierno, para la atención al desplazado. La falta
de coincidencia en estadísticas hace mucho más difícil el desarrollo de políticas y
estrategias para la atención a la población afectada, que sean también útiles y eficientes.
4.) Estructuras paramilitares que no se han desmovilizado
Según los testimonios tomados, los grupos paramilitares, que supuestamente se debían
haber desmovilizado en el marco de la negociación del gobierno con grupos
paramilitares, no lo han hecho en gran parte de los territorios indígenas. Estos grupos
siguen intimidando, aterrorizando y asesinando a los miembros de los pueblos indígenas
– muchas veces en cooperación con la misma Fuerza Pública. Por esto se ve apropiado
hacer un seguimiento a la supuesta “desmovilización” paramilitar por parte del gobierno
colombiano.
5.) Persecución a los líderes indígenas
El trabajo de campo ha evidenciado una persecución en especial a dirigentes de
organizaciones y líderes indígenas por parte de actores armados ilegales y legales; a
veces juzgándoles como miembros de grupos guerrilleros y otras veces sin dar ninguna
justificación legitima. Estos actos apuntan a una violencia muy fuerte contra el proyecto
político propio de los pueblos indígenas.
Es muy cierto que en los últimos años las organizaciones indígenas han logrado
significativos avances legislativos a través del reconocimiento de sus derechos en la
Constitución Política del año 1991. Pero también es muy cierto que la mayoría de estas
leyes nunca ha sido implementadas y ejecutadas, ya sea por causa del mismo conflicto
armado o simplemente por falta de voluntad. Otra cosa que es muy cierta y que se resume
muy bien en un comentario muy sabio de una autoridad indígena del pueblo de los
Embera Chamí: “…no es por cumplir con las leyes escritas,…es por cumplir con la ley
propia de la conciencia y de la naturaleza …” – en otras palabras, la protección de la
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Informe preparatorio para la “Misión Internacional de Verificación de la Verdad en Pueblos Indígenas”
cultura indígena y sus correspondientes territorios no debe ser solamente una prioridad
legislativa que dicta normas, sino debe ser una prioridad en la mente de la gente,
respetando los derechos humanos y sabiendo que cuando se acaban estas riquezas
culturales se perderán sabidurías ancestrales y fuentes de profundos conocimientos, que
se han mantenido durante siglos, pero que corren peligro de ser extintos principalmente
por causa de este conflicto en Colombia.
Quisiera dejar muy claro, que el discurso principal de los mismos indígenas no es vivir en
aislamiento total - una vida como hace cientos de años – cosa que además ya no es
posible, porque las vidas nuestras (de los “hermanos menores”, como ellos llaman a los
no indígenas) con las de los mismos indígenas, ya están demasiado cruzadas. Este es un
hecho que aunque uno quisiera negarlo, no lo va a lograr. Más bien, propongo aceptar la
realidad como es – aceptar que las formas de vida y las culturas se encuentran en un
constante cambio – cosa que NO debe significar la pérdida de las raíces culturales, que
siempre se mantienen, aunque se incorporen nuevos elementos a una cultura o se pierdan
otros. Este concepto permite a las culturas desarrollarse y transformarse, sin que pierdan
su esencia, su fondo profundo.
El gran problema que se presenta por el conflicto armado interno en Colombia es que,
exactamente, estas raíces indígenas están en peligro de extinción – están en peligro de
perderse por causa de una guerra que ni siquiera es de ellos. Es por la dignidad y el
respeto a los pueblos indígenas como a cualquier ser humano y por el respeto frente los
derechos humanos, que los que tienen el poder de hacer una diferencia también lo utilicen
de manera constructiva y positiva para que justamente esta pérdida cultural no se vuelva
realidad.
Sabine Kienzl
Colombia, Julio 2006
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