Título: PLAN PREVEA Autor: D. Javier Maestro Acosta. Dirección General de la Inspección Trabajo y Seguridad Social Subtítulo: Programa Voluntario de Reducción de Accidentes 1) Antecedentes que motivan el programa El proyecto es fruto de experiencias previas en otros países como EEUU o Dinamarca, y nace tras aceptar la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, las Autoridades Laborales de las CCAA y el INSHT una iniciativa de la Mutua Universal en el año 2005. Posteriormente, se interesan en ella los agentes sociales que la ven con buenos ojos. En mayo de 2005 se constituye un Grupo de Trabajo que se va reuniendo periódicamente hasta febrero de 2006 para, entre otras cuestiones, llevar a cabo: la definición del proyecto, la elaboración de un procedimiento de aplicación, el diseño de un nombre y logotipo, así como la elaboración de la documentación para la aplicación del programa. Despega con una experiencia piloto en 16 empresas de distintas CCAA.(Balerares, Cataluña, Navarra y Extremadura) y posteriormente es incorporado a la Estrategia Española en Seguridad Salud en el Trabajo 2007-2012. Al principio, dentro del Objetivo 1, destinado lograr un mejor y más eficaz cumplimiento de la normativa de las empresas, con especial atención a las PYMES, y después en el Objetivo 3, relativo a la necesidad de fortalecer el papel de los interlocutores sociales, extendiendo su aplicación, por tanto, a empresas de mayor tamaño. 2) Objetivos del programa. En primer lugar, se persigue proporcionar a las empresas con alta repercusión en la accidentalidad del Estado una herramienta para conseguir su implicación en la reducción de sus accidentes, tanto en número como en gravedad. Se trata de conseguir que la empresa adopte una actitud proactiva y permanente frente a la reducción de accidentes. Para la consecución de dicho objetivo, se consideraba positivo si se reducía el 20% siniestralidad. En segundo lugar, y sin perjuicio de la reducción de la siniestralidad, se persigue la mejora de las condiciones de seguridad y salud en las empresas; es decir, en cuanto a las condiciones materiales y gestión de la prevención 3) Características fundamentales. 1. En primer lugar, que ha sido fruto de la coordinación administrativa, pues se trata de un Programa que ha sido promovido y en el que han colaborado por varios Centros, directivos de diferentes Administraciones públicas: Por parte de la Administración General del Estado, entre otros, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), el INSHT y la Secretaría de Estado de la Seguridad Social. Por parte de las Administraciones Autonómicas, por las Autoridades Laborales y los Institutos Regionales de Seguridad y Salud. 2. Por otro lado, introduce novedades en relación con otros programas: - El más importante es el carácter voluntario para las empresas. A diferencia de las campañas o programas de más siniestralidad estatal o autonómico en la que la empresa es seleccionada por la ITSS o Autoridades Laborales de las CCAA, la empresa decide en este caso voluntariamente si quiere entrar o no. Para ello, la empresa que se quiera adherir va adoptar un compromiso formal con la Administración en la reducción de sus accidentes por medio de la aplicación de un programa con acciones planificadas y con objetivos cuantificados. - Por otro, y desde el punto de vista de la Administración, el Programa va a implicar que la ITSS no va a realizar visitas planificadas ni actuaciones sancionatorias relativas a deficiencias cuyas correcciones estén incluidas en el programa, salvo en los casos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, denuncias, o bien cuando se requiera informe por las autoridades administrativas (por ejemplo, el INSS) o por los Juzgados o Tribunales. También va a implicar la colaboración de la Administración, pues los técnicos de las CCAA van a colaborar -junto a los Servicio Prevención y las Mutuas- en el diseño del Programa, y porque todas las Administraciones implicadas están llamadas a colaborar, en la medida de sus posibilidades, en cuanto a difusión y divulgación del programa. Cabe destacar en este punto que, aunque el proyecto es impulsado por la Dirección General Inspección Trabajo Seguridad Social, ésta no interviene o presta su colaboración en la elaboración del plan de acciones que tienen que realizar las empresas, sino que son los técnicos de los Institutos Regionales quienes las asesoran, limitándose la ITSS a excluir de las campañas a las empresas que deberían estar incluidas por razón de su siniestralidad (en cuanto a número o gravedad) y a actuar en los supuestos que ya hemos indicado más arriba (accidente de trabajo, denuncias...). 3. También conviene destacar, por último, su carácter experimental, de modo que en esta fase sólo está pensada su aplicación para unas 200 empresas en toda España, lo que supone aproximadamente 10 a 15 empresas por cada CCAA. Este número reducido de empresas en la fase experimental obedece al propósito de poder prestar mejor asistencia a las mismas desde las distintas entidades participantes (hay que recordar que los técnicos de los Institutos Regionales son los que van a prestar asistencia técnica y su número es limitado en las CCAA), así como para poder hacer de manera más completa y eficaz el seguimiento del mismo y una valoración final de los resultados y de su eficacia. 4) Requisitos que tienen que reunir las empresas. En primer lugar, el tamaño. El programa está destinado principalmente a empresas de entre 10 y 50 trabajadores (Objetivo 1 de la Estrategia), aunque también podrán incorporarse empresas que tengan una plantilla de entre 50 y 500 trabajadores (o 250 si se trata de empresas que desarrollen actividades del Anexo 1 del Reglamento de los Servicios de Prevención) que acuerden su modalidad de organización preventiva y la elección del servicio de prevención ajeno, en su caso, en el Comité de seguridad y Salud. En construcción, el Plan está dirigido a empresas de entre 25 y 250 trabajadores, aplicándose -cuando se trate de empresas de más de 50 trabajadores- la exigencia anteriormente señalada. En segundo lugar, está destinado a empresas cuyo índice de incidencia es superior a la media del sector económico a la que pertenezca. Por último, tendrán preferencia para ser seleccionadas aquellas empresas que cuenten con representación unitaria de trabajadores o delegados de prevención elegidos por los trabajadores; se “requiere”, por tanto, el apoyo de los trabajadores o sus representantes siempre que los haya, claro está. Además de los requisitos o preferencias anteriores, existen otras circunstancias o requisitos implícitos que van a ser tenidos en cuenta por el Órgano Gestor de la CCAA encargado de examinar la solicitud de una empresa: -Que la empresa cuente con organización preventiva y haya realizado previamente la evaluación de riesgos y planificación de la actividad preventiva. Es decir, no se parte de 0 en cuanto a medidas o actitud del empresario en relación a la prevención de riesgos laborales. -Que la dirección de la empresa esté decidida realmente a actuar frente a los accidentes laborales. Es decir, se debe dar preferencia a aquellas empresas que adopten un compromiso real de reducir los accidentes de trabajo, pues el Prevea no debe considerarse como un pacto para que no vaya la ITSS o en unas “vacaciones” temporales de la ITSS. De acuerdo con esta idea, la empresa respecto de la que se intuya dicha actitud o propósito único, no debería ser admitida. En todo caso, respecto a los requisitos y preferencias, corresponde a cada CCAA la concreción de los mismos que deben reunir las empresas para incorporarse al Programa, los sectores a los que deben pertenecer las empresas aspirantes, el índice de incidencia que deben superar, así como las preferencias en caso de tener solicitudes en número superior a la cifra asignada a cada Comunidad Autónoma 5) Ventajas del Prevea. En relación a las empresas, la principal ventaja va a ser la reducción de su accidentalidad a corto plazo (24 meses que dura el programa), así como la consolidación de bajos niveles de accidentalidad a medio y largo plazo. Además, el Programa ofrece otras ventajas como son la colaboración con la Autoridad Laboral en cuanto asesoramiento técnico y la reducción de los costes derivados de los accidentes de trabajo (recargos, sanciones, costes adicionales que implican la sustitución de trabajadores que estén de baja médica, etc.) En relación a los trabajadores, como la adhesión a Prevea se ha de llevar a cabo con el conocimiento y acuerdo de los trabajadores o sus representantes (en función de cómo esté establecida la representación en la empresa), ello va a implicar la potenciación de la colaboración con los agentes sociales y la disminución o mejora de la conflictividad y de las relaciones laborales en la empresa. Además de la potenciación de la participación, el programa reporta otros beneficios a los trabajadores como son la mejora de las condiciones de trabajo, la reducción de las lesiones y daños para la salud, el incremento en la calidad del empleo, la mejora del clima laboral, etc. 6) Programas de actuación. El Programa consiste principalmente en un Plan de acciones concretas que tiene que realizar la empresa durante 24 meses. Dicho programa lo tiene que elaborar la empresa –con la ayuda de los sujetos ya indicados- a partir de un diagnóstico de situación previo de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales ocurridos en la empresa en los últimos 3 años (indicando sus causas, su etiología, los puestos de trabajo afectados, el colectivo de trabajadores principalmente afectados), así como un diagnóstico de su sistema preventivo. A partir de aquí, las actividades o acciones que tienen que realizar las empresas se van a dividir en 2 subprogramas: 1. De mejora de condiciones materiales, organización del trabajo y procesos. En él se han de incluir actuaciones que eliminen o reduzcan las causas de siniestralidad identificadas en el diagnóstico. Las principales medidas del programa deben ir dirigidas a aquellas deficiencias materiales que, en la relación causa-efecto, hayan dado lugar a los accidentes. El Prevea no está pensado para subsanar aquellos riesgos graves o muy graves de altura u otros riesgos graves en inminentes que puedan darse en la empresa, pues éstos deberían estar ya eliminados y protegidos por la empresa de forma preferente o urgente. Está pensado más bien en aquellos riesgos -como pueden ser los sobreefuerzos físicos, posturas forzadas, caídas al mismo nivel, golpes contra objetos, etc.-, que son la causa de la mayoría de los accidentes que podríamos calificar como leves/graves de una empresa, que forman parte del 70 u 80% de la siniestralidad de la misma y que no siempre son objeto de tratamiento o subsanación preferente. Lo que ocurre es que actuando sobre estos últimos se actúa también sobre aquellos riesgos más graves que deberían estar subsanados con carácter previo a la adhesión al Prevea. 2. De gestión e integración de la prevención Dentro de este subgrupo, se llevarán acciones como las siguientes: Adaptación y actualización del plan de prevención, que puede consistir, por ejemplo, en el nombramiento de una persona para hacer las funciones de coordinación de la prevención de riesgos laborales, si todavía no estaba designada. Adaptación de la organización preventiva. Se realizará un análisis de la adecuación del modelo de organización preventiva elegido, las especialidades asumidas, las personas dedicadas a la prevención, la adecuación de los recursos económicos asignados a las actividades de prevención, etc. Acciones de formación de directivos o de mandos encargados de la prevención, sin perjuicio de la formación de los trabajadores, que, en principio, debería constar en la planificación actividad preventiva. En todo caso, se recuerda que las medidas de ambos subprogramas deben traducirse en acciones concretas a ejecutarse en plazos determinados (8, 12, 15, 18 y 24 meses), no siendo aconsejable que las mismas consistan en acciones generales para que se lleven a cabo de forma permanente o continua; es decir, no sería adecuado un Programa que incluyera la siguiente medida (se ha detectado en algún programa): “continuar suministrando equipos de protección individual”. Las medidas deberían consistir más en la aprobación de procedimientos de trabajo específicos de los que se dé traslado a los trabajadores, en el anclaje de las estanterías de las que se proyectan materias primas sobre los trabajadores, la revisión o sustitución de escaleras de mano, la revisión de equipos de trabajo concretos, etc. 7) Peculiaridades en construcción. En el sector de la construcción, se aplican los mismos criterios que hemos dicho anteriormente respecto del resto de empresas con las siguientes peculiaridades: -La unidad de actuación es la empresa y no la obra de construcción. -Que se trate de empresas que tengan habitualmente la condición de contratistas, según la definición que del mismo nos aporta el RD 1627/97 y la Ley 32/2006. Deben tener dicha condición en el momento de solicitar la adhesión y se dará preferencia a las empresas de estructura y albañilería, que son las que tienen en las obras más control de los medios de protección. -Que se trate de empresas de entre 25 y 250 trabajadores de media en el último año, calculándose según los criterios que establece el art. 11 del RD 1109/07 del Reglamento que desarrolla la Ley Reguladora de la Subcontratación en el Sector de la Construcción. -Debe estar inscrita en el Registro de Empresas Acreditadas. -Las empresas que se incluyan no deben superar el 20% del total de las empresas incluidas en el Prevea. -Se respetan los plazos de las actividades programadas, salvo respecto de aquellas medidas que estén previstas en el Plan de Seguridad y Salud, la formación e información de los trabajadores y las acciones de coordinación. -El subprograma de condiciones materiales, está dirigido sobre todo a protocolos, procedimientos, instrucciones, etc.