Porqué gano correa - Pontificia Universidad Católica del Ecuador

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OBS ERVATO RIO PO LÍTICO CELA 2007
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¿En qué escenario ganó Correa?
La sorpresiva primera vuelta
Al finalizar la primera vuelta, con los resultados de los escrutinios oficiales, fueron
varias las reflexiones que surgieron en torno al desempeño de la campaña de Noboa y
a la de Correa. Surgían también reflexiones sobre lo sucedido con PSP, PSC, ID y
PRE.
Una vez que Noboa se ubicó primero en el 26,83% de la votación (1.464.251) lucían
como aciertos del candidato del PRIAN: 1) la “continua campaña” (liderada por la
Cruzada Nueva Humanidad) enfocada en los sectores más pobres del Ecuador,
compuesta de donaciones y brigadas médicas e iniciada por Noboa mucho antes de
que empiece el período oficial de elecciones de 20061; 2) la corrección de viejos
errores cometidos en sus dos campañas anteriores como el mantenerse ausente de
los medios de comunicación y el evitar compartir foros y/o debates con otros
candidatos; 3) una estrategia política2 que le apostó a la polarización del campo
electoral en dos antagónicos: Correa y Noboa, “el Coronel y yo”, y 4) el uso de
simbología tradicional - religiosa escenificada en la tarima a través de la práctica
política - caritativa, y apoyada en las figuras discursivas de la “estabilidad”, el “libre
mercado” y en la economía de las necesidades (vivienda, microcréditos, empleo, etc.).
Frente al segundo lugar de Rafael Correa surgían como hipótesis 1) que la estrategia
de Alianza País, la invitación discursiva a “la Patria”, a la “Recuperación de la Patria
por parte del Ciudadano” había sido incompleta e incluso utópica y 2) que la incipiente
organización que lo lanzó a la candidatura no había podido articular los mecanismos
suficientes para competir con la vieja y millonaria maquinaria electoral del PRIAN.
Noboa arrancaba “empoderado” la campaña de segunda vuelta y Correa después de
conocer que había quedado en segundo lugar con un 22.84% (1.246.333) manifestó
claros signos de inconformidad y desesperación, haciéndose constantes sus criticas y
reclamos a las encuestadoras “involucradas” (en sus mediciones de intención de voto
y en la realización de exit polls o encuestas a boca de urna), vinculadas, según
Correa, a “la partidocracia y a la oligarquía corrupta del país”, a los organismos
internacionales que participaron como veedores (OEA) y a un endeble Tribunal
Supremo Electoral al cual se lo acusaba (con justa razón) de no haber sabido manejar
el procesamiento de los votos y de ser un organismo que no garantiza la certeza del
resultado.
El tercer lugar de Gilmar Gutiérrez en las elecciones presidenciales, con un 17.42%
(950.895) de los votos lucía como la sorpresa del proceso. Es que casi nadie se
esperó que después de la “revolución de abril” que terminó con la caída del Gutierrato
y que tuvo una amplia acogida como objeto de análisis en los círculos académicos,
políticos y periodísticos, el partido Sociedad Patriótica pudiera levantarse y recuperar
su espacio en el poder: convirtiéndose en la segunda fuerza política del país ganando
24 escaños legislativos y triunfando en las elecciones presidenciales en once de las 22
provincias del Ecuador.
1
“El TSE determinó el 20 de septiembre de 2006 que el candidato Álvaro Noboa gastó, antes del 29 de
agosto de 2006, 3’849.782.57 dólares” (www.participacionciudadana.org 2006).
2
Noboa supo cómo aprovecharse de la “indecisión ideológica” de Viteri que tardó en aceptar y defender
su posición de derecha (perdiendo a muchos de los votantes de PSC) y también evadió a un confundido
Roldós, todavía muy cercano a la partidocracia y que al tratar de aparecer como un candidato de la
tendencia “progresista”, terminó compitiendo directa y exclusivamente con Correa.
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Ninguna encuestadora, ningún medio de comunicación, ningún analista, hubiera
apostado a favor de ésta fuerza política. Surge como hipótesis que los Gutiérrez y su
maquinaria partidista supieron potenciar y multiplicar la práctica política que habían
puesto en marcha durante el gobierno de Lucio, basada en redes clientelares,
patrimonialistas, familiares y lealtades de tipo militar. Este resultado dejó claro que la
política no puede ser encerrada por un tipo de percepciones reproducidas en los
medios de comunicación y en las imágenes de la televisión y que, tampoco ésta -la
política-, descansa solamente en Quito, en la Capital. El mensaje fue claro: “la voz de
todo un país no puede estar representada por un pequeño grupo de forajidos”.
Sociedad Patriótica se convirtió en este proceso en uno de los actores claves a ser
tomado en cuenta, no solamente para la segunda vuelta, sino también como una
significativa fuerza legislativa en el futuro gobierno (ya sea formando parte de una
Mega Aplanadora3 en la participarían conjuntamente con el PRIAN Y EL PSC o como
un aliado estratégico dentro del Congreso en lo que concierne a la instauración de
Asamblea Constituyente propuesta por Correa).
Paralelamente a la subida del PRIAN y del PSP, y Alianza País (que pueden ser
catalogados como partidos y movimientos políticos no tradicionales), fuimos testigos
de lo que empieza a vislumbrarse como un momento de “crisis de los Partidos
Políticos tradicionales” que habían representado al establishment durante estos 26
años de Democracia, y que tomaron cuerpo político bajo las estructuras del PSC, ID y
PRE. El PSC que en la elección del 2002 presentó a Xavier Neira como su candidato
presidencial obteniendo el 12.11% de la votación, en las elecciones de 2006 con
Cynthia Viteri como candidata a la misma dignidad, obtuvo el 9.63% de los votos y su
partido no colocó a más de 9 diputados4. Con respecto a la ID, en el 2002 logró el
19.97% de los votos con el binomio Borja – García y en el 2006, la Alianza RED – ID
que perfiló al binomio Roldós – González como uno de los más opcionados para la
presidencia obtuvo 14.84% de votos. La alianza alcanzó no más de 15 diputados en
conjunto5. El caso del PRE no fue distinto a los anteriores, aunque talvez si más
dramático. En el 2002 Jacobo Bucaram y Frank Vargas obtuvieron el 11.97%; en estas
elecciones su candidato presidencial, Fernando Rosero, solamente alcanzó el 2.08%
de la votación a nivel nacional6. El número de diputados obtenidos por el PRE fue de
6.
El inquietante ballotage
Las cartas estaban sobre la mesa, el escenario para la confrontación y la lucha política
- discursiva tomaba una forma distinta. Los diferentes actores políticos (partidos,
movimientos y la sociedad en general) empezarían a modificar sus posiciones, sus
estrategias, sus discursos, sus preferencias, disponiéndose a tomar partida en la
contienda. Los partidos que son identificados con una ideología de derecha como el
PSC, la UDC apoyaron públicamente al PRIAN, el PRE hizo lo mismo por su parte
(aunque en principio decía haber tenido conversaciones con Correa). Aquellos partidos
considerados como de izquierda: Pachakutik, MPD, Partido Comunista, decidieron unir
3
Así fue como lo denominó la Revista Vanguardia en su publicación del 31 de octubre al seis de
noviembre del 2006.
4
En el voto individual León Febrés Cordero obtuvo 69.618 ubicándose en cuarto lugar después de
Anabella Azín (primer lugar) con 103. 581, Jimy Jairada 85.523 y Gabriela Pazmiño 74.961
5
La fuerza que había mantenido la ID en Pichincha y Azuay se puso en crisis, eran Alianza País y PSP
los que tomaban para sí a estos electores.
6
Los resultados para presidente del PRE fueron: 5.47% en Esmeraldas, 3.56% en Manabí y 2.93% en la
provincia del Guayas, siendo reemplazado en esos espacios considerados como “suyos”, especialmente
por el PRIAN.
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fuerzas por una candidatura de la tendencia. La Sociedad Patriótica prefirió mantener
un coqueteo con las dos posturas: a veces aparecía como muy próximo del PRIAN y
otras veces decía que las ideas de Correa concuerdan con sus deseos de
“gobernabilidad y reforma política para el país”7. Algunos movimientos políticos como
organizaciones de mujeres, sindicalistas, trabajadores, universitarios y movimientos
juveniles, también hicieron su parte colaborando desde sus espacios, especialmente
con la campaña de impulsada por Alianza País. Y por último la sociedad en general al
juego de las identidades generó una gama de acciones que se describirán más
adelante.
La segunda vuelta sería un desafío para contestar las interrogantes acerca del Modelo
Ideológico - Práctico a seguir en los próximos 4 años.
La lucha política interpretativa se llevó dentro un tablero de juego, que tenía como
dinamizadores a las “necesidades del pueblo” y a la “antipolítica”.
Tempranamente el ritmo de la segunda vuelta estaría marcado por un Álvaro Noboa
que trataría de “radicalizar” su discurso y sus estrategias de campaña, haciendo
énfasis en la aparente pragmática de sus propuestas, de sus ofrecimientos (300000
viviendas, microcréditos y empleo) y en la simbología mítico – salvadora que le dio esa
identidad de “héroe de Dios”, de “elegido”. Álvaro Noboa se acercó a aquellas
organizaciones políticas que se encuentran posicionadas ideológicamente del centro
para la derecha. Las tesis defendidas por Noboa serían las ofertas “concretas”, las
propuestas económicas (neoliberal vs. “comunista” una vez más).
A partir del 17 de octubre, la identidad política y el discurso mantenido por Correa
incorporó varias modificaciones. Ya no era la figura antagónica de la “partidocracia”8 el
primer adversario a combatir, la lucha discursiva giraría en contra de la “oligarquía y
las chequeras millonarias que quieren comprar a la Patria”. Así en una de sus primeras
declaraciones decía: “aceptaremos el respaldo de cualquier grupo político o ciudadano
en base a nuestros programas: reforma política a través de una Asamblea, salud,
educación, vivienda…“Si la partidocracia se arrepiente y quiere iniciar un cambio y
apoya una postura ciudadana, en buena hora” (El Universo 17de octubre del 2006)
Ya no iba a ser solamente la Asamblea Constituyente, el ideal que permitiría construir
la “Patria” que él propuso y a la que continuamente invitaba. En la segunda vuelta se
necesitó complementar el discurso con elementos que concreticen su propuesta, que
hicieran visibles, tangibles los valores de la Patria: solidaridad y dignidad humana.
Para el 28 de octubre presentó su Programa “Socio País” que tenía tres componentes:
Dale desarrollo, Dale trabajo y Dale vivienda. “En dale desarrollo para disminuir la
pobreza proponemos duplicar el bono solidario de 15 a 30 dólares. En dale trabajo
proponemos microcréditos masivos hasta 5000 a cinco años plazo al 5% de interés
para lo que llamamos la economía popular, los artesanos, los microempresarios, los
minoristas, eso en la zona urbana; en la zona rural, a través del Banco Nacional de
Fomento, 5% de interés a diez años plazo para agricultores. Esperamos construir un
fondo de 300 millones, lo cual implica 600 mil créditos” (El Expreso, 28 de Octubre de
2006). El proyecto en cuestión sirvió para convertir al “ciudadano” en “socio”,
7
Este disimulado coqueteo propiciado por los Gutiérrez terminó en los últimos días de campaña y en el
día de las elecciones cuando Gilmar Gutiérrez hizo pública su papeleta mostrando que había dado su
voto por Rafael Correa.
8
La radicalidad discursiva frente a la “partidocracia” bajó su intensidad, posibilitando un acercamiento
mutuo entre algunos partidos políticos y Correa. La ID iba definiendo su posición en contra del “populismo
de derecha” (como lo digo Ramiro González) y se presentaba dispuesta a apoyar la candidatura de
Correa. Correa para finales del mes de octubre se reunió con Nebot (figura emblemática aunque
conflictiva del PSC) en Guayaquil y lo felicitó por su labor cómo Alcalde de la ciudad.
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buscando involucrar más a la gente, acercarla más, y por supuesto “asegurarle el
cumplimiento de ciertas necesidades básicas”.
Correa empezaba a matizar su discurso sobre la “Patria”. Esta ya no es más
solamente la “Patria” de los ideales, del amor, del humor, del conocimiento, de la
dignidad, de la solidaridad y la justicia, esta sería una “Patria” donde habrá empleo,
vivienda, crédito, reactivación productiva. Las propuestas se materializaban y el juego
discursivo le apostó a la pragmática durante los siguientes días de campaña.
Noboa mantuvo una campaña donde se exageró las prácticas de su política de la
caridad9, aquella escenografía cargada de una simbología tradicional - mesiánica (que
le fue útil en la primera vuelta) empezaba a transformarse en el imaginario popular en
actos de conmiseración que atentaban contra la dignidad personal: la caridad y la
limosna se disfrazaba en microcréditos, las “oraciones pidiendo sanidad” por los
paralíticos que nunca hicieron el “milagro” provocaron atropellos. La imagen del
empresario “eficiente, capaz, generoso”, construida por el discurso que ofrecía “cosas
concretas” y “estabilidad”, pronto se iba a debilitar dentro de un campo político donde
la critica a sus prácticas caritativas, a “su ambición por concentrar el poder en sus
manos” (el poder político y el poder económico) generaba resistencias. Su discurso,
aquel que viene sosteniendo, desde que se inició en la política en el gobierno de
Bucaram, denotaba cierto aire de delirio. Si mientras dirigía la Junta Monetaria
prometía que el Ecuador sería “El Dorado” (Diario HOY: 1996:3A), en la campaña de
este año anunciaba convertir el país en un “Disney World”. Noboa se encontró frente a
un adversario político que en la lucha y en la estrategia iba articulando un discurso
para “complementar su Patria” y dejaba fluir su carisma, seduciendo a un mayor
número de electores.
Como estrategia de diferenciación frente a su antagónico, Correa introdujo con fuerza
la frase “Pasión por la Patria”, buscando cada vez más un distanciamiento de su
adversario. El tener pasión significaba no tener ambición. Como lo decía Correa “la
patria no se compra” “hay que recuperarla con amor, con pasión”. Y es ahí donde el
carisma del líder desempeñó un papel fundamental, consumando un vínculo entre él y
la gente. Correa se presentaba como la figura del que está internamente “llamado a
ser conductor de hombres”, los cuales no le prestan obediencia porque lo mande la
costumbre o una norma legal, sino porque creen en él (Weber, 2004: 87). La figura del
líder carismático logró un mayor grado de legitimidad social que la de su adversario el
cual aparecía cada vez más desprovisto de estas cualidades.
El campo político donde se desarrolló la competencia electoral no se agotó con las
estrategias de campaña, con el marketing político; este se mostró más complejo de lo
que parecía: a más de sus protagonistas principales, se debe tomar en cuenta cómo la
posición de ciertos actores (como los hermanos Gutiérrez, los Partidos y movimientos
Políticos presentes en todo el país) irían influenciando en la decisiones electorales; un
elemento clave y que aquí lo preferimos plantear como una hipótesis es el posible
apoyo brindado a Correa por parte de las bases de Sociedad Patriótica que se
encuentran en el sector centro de la sierra y parte de la zona oriental10. Además, es en
estas elecciones, donde las tecnologías comunicativas como el Internet y los teléfonos
celulares; las expresiones colectivas como los graffitis, las hojas volantes y los
9
Ver el análisis de discurso que se realizó en la primera vuelta.
Si bien esto no ha sido objeto de comprobación, la lógica que sustentaría esta hipótesis es que los
Gutiérrez (luego de varias indefiniciones y coqueteos políticos) vieron en un eventual gobierno de Correa
la oportunidad para alcanzar ciertos intereses políticos a mediano y largo plazo, intereses que podrían
estar alrededor de la Asamblea Constituyente y el papel que en ésta puedan desempeñar, o metas a
largo plazo como llegar al poder por segunda vez después de cuatro años. Pudo ser que a la Sociedad
Patriótica la propuesta de Alianza País le haya resultado mucho más rentable, políticamente hablando.
10
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plantones desempeñaron un papel interesante y necesario a tomar en cuenta, como
generadores y multiplicadores de resistencia a la forma de hacer política del candidato
Noboa.
Por otro lado, algunas radiodifusoras también jugaron un papel, ya sea llegando a la
mayoría de lugares alejados del país o transmitiendo canciones cargadas de una
connotación “cómica” pero con alto significación política11: “Las 45 radiodifusoras del
país partidarias de la candidatura de RC emiten constantemente noticias del candidato
presidencial de Alianza País sobre el desarrollo de sus actividades proselitistas. Se
formó una cadena denominada Unidos por el Ecuador (Elite, Radio Guayaquil, y
Tricolor) a esta se sumó radio la Luna .Las emisoras incluyen en su programación
canciones que parodian a Noboa. “por la plata baila el mono” (Diario el Comercio 22
de Noviembre del 2006).
En este escenario, las elecciones de segunda vuelta colocaron a Rafael Correa como
el nuevo presidente con un amplísimo margen de ganancia.12 Álvaro Noboa hasta el
momento afirma que no acepta la derrota mientras a la par prepara la estrategia desde
el poder legislativo para bloquear el proyecto de Asamblea Constituyente propuesto
por el binomio Correa – Moreno.
Los antagónicos de la campaña electoral volverán a encontrarse, enfrentarse,
superponerse en el ejercicio del poder.
Los retos del gobierno de Correa y Moreno constituyen no solo la instauración de la
Asamblea Constituyente, sino también el cumplimiento de las promesas de salud,
vivienda, educación, empleo, reorientación de las relaciones internacionales,
reestructuración de la política petrolera ecuatoriana, etc.
Este es sobre todo el momento en el que las figuras emblemáticas de la crítica y la
resistencia (otrora desde las esferas política y académica) deben tratar de materializar
sus ideas en el complejo terreno del poder.
11
Por ejemplo Radio Canela elaboró un conjunto de canciones y parodias musicales de circulación
continua en las que se hacía referencia a los candidatos, sus propuestas y sus acciones. Entre estos se
destacan “la guerra de DJ’s” protagonizados por Noboa y Correa, “por la plata baila el mono”, etc.
12
Rafael Correa obtuvo el 56,67% de los votos y Álvaro Noboa el 43,33%.
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