Prolegómenos: Introducción a la Teología

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Lección 1 (Deuteronomio 10:12-13)
Prolegómenos: Introducción a la Teología Sistemática
Introducción
Prolegómenos es un término derivado del griego que significa las cosas que son dichas
antes. Se usa como “introducción” o “prefacio” a un estudio más particular de
cualquier ciencia. Es un estudio preparatorio que tiene por finalidad otorgar las
herramientas necesarias para realizar estudios más avanzados de una ciencia
determinada.
En teología el término prolegómenos se aplica a la disciplina introductoria de la
teología sistemática. En ella se estudian conceptos tales como: Teología, Revelación,
Inspiración, Canon, etc.
Con esto presente pasamos ahora a estudiar lo que es la teología y para qué sirve.
1. ¿Para qué sirve la teología?
La teología, en la mente de muchas personas, es una disciplina poco relevante para el
día a día. Muchas son las explicaciones que se dan sobre este fenómeno.
Para algunos, una causa importante es que los teólogos han transformado esta
disciplina en una tierra seca donde es imposible encontrar algún fruto útil para la vida.
Esta aridez, junto con una excesiva especulación, ha provocado que la teología se aleje
de las inquietudes y preocupaciones de las personas, de sus desafíos y luchas
cotidianos, generando un desprecio por lo que ella puede ofrecerles. Sin duda esto
explica, de cierto modo, por qué la teología ha sido abandonada.
Otra causa importante es que la teología perdió el lugar que ocupaba en tiempos
pasados en la vida académica. En la Edad Media era conocida como “la reina de las
ciencias” y estaba situada en un lugar de destaque junto a las demás áreas del saber.
Hoy ella ha sido relegada a un segundo plano, casi como si se tratara de un conjunto
de mitos y fantasías. Y no sólo esto, sino que también ha sido mezclada con otras
áreas de las ciencias humanas, transformándose en lo que se conoce como Ciencias de la
Religión.
Pocos se interesan por el estudio serio y diligente de la teología. Este hecho no nos
impresiona tanto, pues sabemos que el mundo secular no se interesa por conocer a
Dios y, más aún, desea vivir en completa y total independencia de Él. Lo que sí nos
causa asombro y preocupación es que este fenómeno se manifiesta dentro de las
propias iglesias cristianas. Muchos creyentes no se preocupan con la teología y piensan
que ella debe ser estudiada solamente por los ministros del evangelio, ya que, según
ellos, el miembro común no tiene tiempo para el estudio.
No podemos negar que la palabra teología nos lleva a pensar en formulaciones
abstractas y términos complicados que parecieran no tener aplicación práctica para
nuestras vidas. También es verdad que muchos teólogos han complicado su estudio
con sus elucubraciones fantásticas y extrañas, produciendo confusión en vez de aclarar
las verdades bíblicas.
A pesar de que estas constataciones son verdaderas, debemos decir que la teología es
para todos, porque ella nos permite estudiar la revelación de Dios y, de esa forma, ser
informados respecto a lo que Él ha dado a conocer sobre a Su persona, obras y
designios.
Estudiar teología es, por lo tanto, acercarse a Dios y conocerlo. Es estar en
presencia de Dios y prestar oídos a lo que Él nos dice. Es, en breves palabras,
comunión con el Dios vivo.
En el inicio de su obra La Institución de la Religión Cristiana, el reformador francés Juan
Calvino escribió:
“Casi toda la suma de nuestra sabiduría, que de veras se deba tener por verdadera y sólida
sabiduría, consiste en dos puntos: a saber, en el conocimiento que el hombre debe tener de Dios,
y en el conocimiento que debe tener de sí mismo”1.
Calvino dirige nuestra atención hacia aquel conocimiento superior al cual todo ser
humano debe aspirar, a saber, el conocimiento del Dios Todopoderoso. Es para este
fin que la Teología está a nuestro servicio.
Podemos decir, entonces, que la teología nos sirve como un instrumento para
conocer la revelación de Dios y, así, conocer al Dios que se revela. Permite estudiar de
forma sistemática la Palabra de Dios para entenderla completa y armónicamente.
Además, la teología tiene un propósito práctico indiscutible e inseparable del que
acabamos de mencionar, ya que conocer a Dios implica tener comunión con Él y
disfrutar de su presencia santificante, pues ¿quién puede acercarse a Dios y no ser
transformado en este proceso? Todo aquel que se aproxima a Dios, con total
humildad y sumisión a Su palabra, será instruido por Él y, en esta instrucción, será
ricamente bendecido y transformado.
2. El término Teología
La palabra teología es el resultado de la unión de dos términos griegos, a saber: Theos
(“Dios”) y Logos (“estudio”, “tratado”, “discurso”). Los historiadores afirman que el
primero en usar este término con sentido religioso fue Platón (427-347 a.C.), quien lo
aplicó a los mitos y leyendas sobre los dioses contados por los poetas griegos.
Posteriormente, Clemente de Alejandría (c. 150- c. 215 a.C.), en el siglo II, hizo una
distinción entre Teología y Mitología. Finalmente, la palabra fue incorporada, según se
cree, al vocabulario cristiano en los siglos IV y V, restringiéndose inicialmente al
campo de estudio de la doctrina de la persona de Dios. A partir de la obra Theologia
1
CALVINO, Juan. Institución de la Religión Cristiana. Barcelona: FELiRe, 1999. I.1.1.
Christiana de Abelardo (1079-1142 d.C) el término comenzó a significar todo el cuerpo
de doctrina cristiana2.
3. La Teología y sus divisiones
Una buena definición preliminar y básica de teología es aquella que la conceptúa
como “el estudio o ciencia de Dios”.
Ahora bien, el Dios de la Biblia es un Ser activo, por lo que una definición correcta
debe expandirse para abarcar no sólo la persona de Dios, sino también sus obras. Por
esto, la teología siempre buscará entender la Creación, el ser humano y su condición, y
la acción redentora de Dios en favor de la humanidad3.
La teología, como muchos otros campos del saber, posee ciertas divisiones. Estas
divisiones obedecen a diferentes criterios, tales como:
(1) Épocas (i.e. Teología Patrística, Teología Medieval, Teología Reformada, Teología
Contemporánea).
(2) Escuelas (i.e. Teología Calvinista, Teología Luterana, Teología Arminiana, Teología
Católico-Romana, etc.).
(3) Enfoque (i.e. Teología Histórica, Teología Bíblica, Teología Exegética, Teología
Sistemática, Teología Pastoral, etc.)4. Es este último criterio el que nos interesa para
nuestro estudio.
Como hemos dicho, según su enfoque, la teología puede ser dividida de la siguiente
forma:
a) Teología Histórica: Su objeto de estudio es la historia del dogma y cómo éste fue
desarrollándose en historia de la Iglesia. Con este objetivo, la teología histórica se
COSTA, Herminsten M.P. Fundamentos da Teologia Reformada. São Paulo: Mundo Cristão, 2007, pág. 7.
ERICKSON, Millard J.: Christian Theology. 2nd ed. Grand Rapids, Mich.: Baker Book House, 1998, pág. 22.
4 RYRIE, Charles Caldwell: Teología Básica. Miami: Editorial Unilit, 2003, pág. 14.
2
3
ocupa de lo que teólogos del pasado pensaron y escribieron sobre las diversas
doctrinas de lo que llamamos de “Cuerpo de Doctrinas” que componen la Fe
Cristiana.
b) Teología Bíblica: La teología bíblica se ocupa de estudiar el progreso histórico de
la revelación de Dios en la Biblia. Es un estudio inductivo e histórico de las varias y progresivas
etapas de la acción reveladora y salvadora de Dios, tal como la tenemos registrada en las Escrituras 5.
En esta tarea la teología bíblica toma en consideración el contexto histórico en el cual
Dios reveló Su Palabra. En este sentido, la teología bíblica asume que la revelación de
Dios no se dio en un acto único, sino que se desarrolló en etapas sucesivas de lo que
se conoce como “historia de la redención”. La Biblia, como registro de esta revelación,
es la fuente de donde la teología bíblica saca todo su material. Así, el teólogo bíblico se
preocupa de conocer la vida de los autores bíblicos y el contexto histórico específico
en el cual escribieron.
c) Teología Sistemática: La teología sistemática busca relacionar todos los datos
obtenidos de la revelación bíblica como un todo y, de esa forma, exhibirlos armónica y
sistemáticamente para presentar un cuadro general de las doctrinas de la Palabra de
Dios.
Conclusión
Hemos visto lo que es la teología y sus divisiones. En la próxima lección
estudiaremos la teología sistemática en particular. Por ahora, asimile los conceptos
estudiados e invierta tiempo en realizar las lecturas bíblicas indicadas.
Preguntas de Repaso:
1. ¿Qué significa prolegómenos?
2. ¿Qué es la Teología?
GRAU, José. Curso de Formación Teológica Evangélica, Tomo I: Introducción a la Teología. Barcelona, CLIE, 1973, pág.
26.
5
3. ¿Cuáles son las principales divisiones de la Teología?
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