1 1. Recuerdo anatómico-fisiológico del oído.

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1. Recuerdo anatómico-fisiológico del oído.----------------------------------------- (pág.2)
2. Trastornos del oído medio.
2.1. Otitis media.---------------------------------------------------------------------------(pág.3-7)
-
Concepto
-
Etiología
-
Fisiopatología
-
Tipos
-
Pruebas diagnósticas
-
Manifestaciones clínicas
-
Tratamiento médico-quirúrgico
-
Complicaciones potenciales
-
Cuidados enfermeros
2.2. Otosclerosis.------------------------------------------------------------------------ (pág.7-10)
-
Concepto
-
Etiología
-
Fisiopatología
-
Pruebas diagnósticas
-
Manifestaciones clínicas
-
Tratamiento médico-quirúrgico
-
Complicaciones potenciales
-
Cuidados enfermeros
3. Trastornos del oído interno.
3.1 Enfermedad de Ménière-------------------------------------------------------- (pág.10-14)
- Concepto
- Etiología
- Tipos
- Pruebas diagnósticas
- Manifestaciones clínicas
- Complicaciones potenciales
- Tratamiento médico-quirúrgico
- Cuidados enfermeros.
4. Bibliografía.------------------------------------------------------------------------------ (pág.15-16)
1
1. RECUERDO ANATÓMICO - FISIOLÓGICO DEL
OÍDO
El oído es el órgano de la audición y está compuesto por las siguientes partes:

Oído externo, formado por:
o Pabellón auditivo o aurícula. Parte externa del oído.
o Conducto auditivo externo. Conducto que conecta el oído externo con el
oído interno u oído medio.

Membrana timpánica, también llamada tímpano. Esta membrana separa el oído
externo del oído medio.

Oído medio. Es la cavidad timpánica y está formado por:
o Tres pequeños huesos conectados que transmiten las ondas sonoras al
oído interno. Se denominan:
 Martillo
 Yunque
 Estribo
o Trompa de Eustaquio. Conducto que une el oído medio con la región de
la garganta y que ayuda a equilibrar la presión entre el oído externo y el
oído medio. El mismo nivel de presión permite una transferencia
adecuada de las ondas sonoras. Al igual que el interior de la nariz y la
garganta, la trompa de Eustaquio se encuentra recubierta de moco.1

Oído interno, está formado por:
o Cóclea. Contiene los nervios sensoriales para la audición.
o Vestíbulo. Contiene receptores sensoriales para el equilibrio.
o Conductos semicirculares. Contienen receptores sensoriales para el
equilibrio.
La audición comienza en el oído externo. Cuando se produce un sonido fuera del oído
externo, las ondas sonoras ingresan al conducto auditivo externo y golpean la
membrana timpánica, la cual produce vibraciones que luego pasan a los tres
pequeños huesos del oído medio. Éstos amplifican el sonido y transmiten las ondas
sonoras al oído interno y al órgano de la audición, cóclea, que contiene líquido.1
Al llegar al oído interno, las ondas sonoras se convierten en impulsos eléctricos que el
nervio auditivo envía al cerebro, el cual traduce estos impulsos a sonido.
2
2. TRASTORNOS DEL OÍDO MEDIO
2.1. Otitis media
Concepto
La otitis media es la inflamación del oído medio. Esta inflamación suele ser resultado
de una infección proveniente de la garganta, ya que ésta se comunica con el oído a
través de la trompa de Eustaquio.2
Es mucho más frecuente en niños que en adultos, esto es debido principalmente a
que sus trompas de Eustaquio son más cortas y horizontales, lo que permite que los
virus y bacterias accedan más fácilmente al oído medio.2 Sus trompas también son
más estrechas y blandas, lo que favorece su obstrucción.
La otitis cursa con un gran dolor de oídos, puede provocar pérdida auditiva
(hipoacusia) que, en algunas ocasiones, puede persistir como secuela a lo largo de la
vida. Esta hipoacusia perjudica la capacidad de adquisición del lenguaje y del
aprendizaje en niños.
En niños y en adultos, el retraso en el diagnóstico y el empleo de tratamientos no
adecuados puede favorecer la aparición de graves complicaciones como la mastoiditis
o la meningitis.
Etiología
Las infecciones del OM son normalmente el resultado de un funcionamiento incorrecto
de la trompa de Eustaquio. La trompa de Eustaquio ayuda a equilibrar la presión entre
el oído externo y el oído medio. Cuando este tubo no está funcionando correctamente,
impide el drenaje normal de líquido del oído medio, provocando un almacenamiento de
líquido detrás del tímpano. Esto sucede porque se produce una hiperemia y un edema
de la mucosa de la porción faríngea de la trompa de Eustaquio cuya luz se cierra por
la hiperplasia de la mucosa. Esta alteración en la ventilación del oído medio se
acompaña con una exudación de líquido. Así pues, cuando este líquido no puede
drenar, permite el crecimiento de bacterias y virus en el oído, los cuales pueden
causar la otitis media aguda.3
Algunas de las razones por las que la trompa de Eustaquio puede no funcionar
correctamente son los siguientes:
 Un resfriado o una alergia que pueda conducir a la hinchazón y congestión del
epitelio de la nariz, la garganta y la trompa de Eustaquio (esta hinchazón
impide el flujo normal de líquidos).
 Una malformación de la trompa de Eustaquio.
Fisiopatología
Es una enfermedad de la mucosa del oído medio que se extiende desde la trompa de
Eustaquio hasta las celdillas mastoideas. Los espacios del oído medio forman un
conjunto de sistemas huecos que se ventilan a través de la trompa de Eustaquio, la
cual se extiende desde la nasofaringe hasta la pared anterior de la caja del tímpano.
El mecanismo desencadenante es la obstrucción de la trompa. En condiciones
normales el aire sale y entra en el oído medio con la respiración aumentando el flujo
con el llanto, la tos y el estornudo. Cualquier bacteria o virus presentes en el aire
faríngeo puede ser transmitido hasta el oído medio.4 La trompa de Eustaquio puede
estar obstruida por adenoides, edema de la mucosa o inflamación facilitándose la
absorción del oxígeno, presente en el oído medio, por la corriente sanguínea
creándose así un vacío. Cualquier organismo localizado en el oído medio obstruido
puede multiplicarse incrementando la inflamación y congestión.
3
El agente que con más frecuencia produce la otitis media es el Streptococcus
pneumoniae (± el 30%) y el Hemophilus influenzae (20%).4
Tipos
 Otitis media aguda. Es la infección aguda del oído medio que suele durar menos
de 6 semanas. La trompa de Eustaquio drena líquido procedente del oído medio,
si ésta resulta bloqueada, se puede acumular líquido. Cuando esto sucede,
bacterias y virus se pueden multiplicar y causar una infección.5

Otitis media serosa. Es un derrame del oído medio que implica la presencia de
líquido sin indicios de la infección activa. En teoría, el líquido es producido por una
presión negativa en el oído medio provocada por obstrucción de la trompa de
Eustaquio. Se da sobretodo en niños. Cuando se presenta en adultos, se debe
buscar otra causa subyacente. No es una verdadera otitis media ya que no hay ni
infección ni inflamación.6

Otitis media crónica. Es una inflamación crónica del oído medio que se produce
como producto de episodios frecuentes de otitis media aguda. Causa patología
irreversible de los tejidos y perforación persistente de la membrana timpánica.
Estas infecciones crónicas no sólo causan daños en el tímpano, sino que también
pueden destruir los huesecillos del oído y, casi siempre, afectan al mastoides.5
4
Pruebas diagnósticas
Además de una historia médica completa y un examen físico, se inspeccionará las
orejas y tímpanos utilizando un otoscopio valorando la presencia de matidez, edema,
enrojecimiento, etc.
Otro examen que puede ayudar a determinar el funcionamiento del oído medio es la
timpanometría. Ésta es una prueba desarrollada para evaluar la movilidad de la
membrana timpánica durante la variación de presión del aire. No dice si el individuo
oye o no, pero ayuda a detectar cualquier cambio en la presión en el oído medio. Éste
es un examen difícil de realizar en los niños más pequeños ya que es necesario que
permanezcan inmóviles, no lloren, hablen o se muevan.3
Para valorar posibles pérdidas auditivas se podría realizar una audiometría, que
proporciona una medición más precisa de la audición. Estos exámenes de audición
pueden hacerse a los niños que tienen infecciones del oído frecuentes.
Manifestaciones clínicas
La otitis media en niños pequeños se manifiesta con llanto, irritabilidad, fiebre, vómitos
y supuración por el oído; es muy frecuente que el niño se lleve constantemente la
mano al oído.2
Los adolescentes y los adultos referirán un dolor muy intenso punzante, que cede al
empezar a supurar el oído. También pueden sentir sensación de taponamiento o de
presión, pérdida auditiva, mareos, náuseas, vómitos, supuración y fiebre.2
Algunos de estos síntomas pueden perpetuarse sin el tratamiento médico adecuado,
transformándose el episodio de otitis media aguda en un proceso crónico con múltiples
episodios de supuración, dolor de oídos, pérdida auditiva, etc.
Tratamiento médico-quirúrgico
El tratamiento de la otitis media será determinado basándose en la edad del paciente,
su estado general de salud, su historia médica y la tolerancia a determinados
medicamentos, procedimientos o terapias.3
El tratamiento puede incluir:
3
 Medicación con antibióticos orales o gotas para el oído. Se emplean
antibióticos por vía oral como la amoxicilina con ácido clavulánico o
cefalosporinas de segunda generación. Se recomienda el uso de gotas óticas
antimicrobianas y antiinflamatorias, sobre todo cuando el oído está supurando.2
3
 Medicación para el dolor . Habitualmente se emplean fármacos
antiinflamatorios como el paracetamol, que reducirán la hinchazón y por tanto
el dolor, y también la fiebre.
 En ocasiones puede ser útil la aplicación de calor seco local.
No se debe tapar el oído con algodón, ya que éste absorberá las gotas destinadas al
mismo, con lo que retrasaremos la curación.
Si el líquido permanece en el oído durante más de tres meses, se pude recurrir a la
miringotomía. Este procedimiento quirúrgico consiste en hacer una pequeña abertura
en el tímpano para drenar el líquido y aliviar la presión del oído medio. Se coloca un
pequeño tubo en la abertura del tímpano para ventilar el oído medio e impedir la
acumulación de líquido.3 La audición del niño se restaura después del drenaje del
líquido. Los tubos normalmente se caen por sí solos después de seis a doce meses.
Existen otros procedimientos quirúrgicos a los que se puede recurrir en el caso que el
tratamiento médico resultara insuficiente. Éstos incluyen:
-Timpanoplastia: Se trata de la reconstrucción quirúrgica de la membrana timpánica,
siendo el procedimiento quirúrgico más común. El objetivo de esta intervención es
5
restablecer la función del oído medio, cerrar la perforación del tímpano, evitar la
recurrencia de infecciones y mejorar la audición.
-Osiculoplastia: Es la reconstrucción quirúrgica de los huesecillos del oído medio para
restaurar la audición. Con frecuencia se utilizan prótesis de Teflón, acero inoxidable e
hidroxiapatita para volver a conectar los huesecillos y restablecer la conducción del
sonido.
-Masteidectomía: Es una cirugía para extirpar las celdillas mastoideas, los espacios
huecos y llenos de aire que se encuentran en el cráneo por detrás del oído. Los
objetivos de esta intervención son extraer el colesteatoma (quiste que se ubica en el
área mastoidea y que puede producir pérdida auditiva por trastorno de la conducción),
acceder a las estructuras afectadas y crear un oído sano.
Complicaciones potenciales
Como complicación potencial se puede dar la formación de un colesteatoma, el cual se
observa como una masa blanca detrás de la membrana timpánica. El colesteatoma es
un crecimiento de tejido epitelial con todas sus capas; que va creciendo y
acumulándose progresivamente en la capa externa del tímpano hacia el oído medio.
Puede causar daño extenso en las estructuras del oído medio.
Se reconocen, además, dos grandes grupos de complicaciones por otitis medias.
El primero incluye las complicaciones otológicas: mastoiditis, laberintitis, petrositis y
parálisis facial.
En el segundo grupo tenemos la meningitis en primer término y en segundo término
los abscesos cerebrales y la tromboflebitis del seno sigmoideo.7
Cuidados enfermeros
Los cuidados enfermeros de la otitis deben estar orientados al reconocimiento
temprano de las complicaciones, lo cual podrá disminuir la tasa de éstas como
consecuencia de las infecciones crónicas. La prevención de las alteraciones del oído
puede ser también tarea de la enfermera, junto al resto de profesionales sanitarios.
Si la otitis se complicara y requiriera que la persona tuviera que ser intervenida
quirúrgicamente, algunas recomendaciones que se podrían dar después de la cirugía
del oído medio o mastoidea serían las siguientes:
 Recomendar la toma de antibióticos y otros medicamentos según las pautas
prescritas.
 Vigilar de la temperatura, presencia de escalofríos, rigidez de la nuca o náuseas.
 Tras la intervención, evitar que el paciente se suene durante algunas semanas, así
como que estornuda o tosa con la boca abierta.
 Evitar que el paciente levante pesos superiores a 10 kg, realice esfuerzos o se incline
durante algunas semanas después de la cirugía.
 Procurar que los cambios de posición se realicen con lentitud.
 Vigilar la aparición de vértigos.
 Advertir sobre que pueden existir ciertas molestias, por lo que se debe recurrir a los
analgésicos prescritos. En caso de dolor intenso se deberá informar al cirujano.
 Evitar la entrada de agua al oído operado durante dos semanas después de la
operación, lavando el cabello protegiendo el oído con algodón saturado con vaselina.
Cabe destacar que la enfermera tiene un papel muy importante respecto a la
enseñanza sobre los cuidados personales del paciente tras la intervención. La
enseñanza incluye información sobre los medicamentos prescritos, sus efectos
6
esperados así como los secundarios potenciales. Los individuos también requieren
instrucciones sobre las restricciones de las actividades. Cualquier posible
complicación, como infección, debilidad del nervio facial o alteraciones gustativas,
deben valorarse para ser informados de inmediato.
2.2. Otosclerosis
Concepto
Se trata de un trastorno degenerativo hereditario del oído, que produce en la mayoría
de los casos una anquilosis o inmovilidad del estribo (huesecillo que conecta el oído
medio con el oído interno y se encarga de trasmitir el sonido a este nivel) en la
ventana oval. Esta inmovilidad va progresando lentamente con los años, haciendo que
el paciente pierda cada vez más la audición.
Etiología
La causa se desconoce, pero parece haber un componente hereditario. En esta
afección, se presenta un crecimiento de hueso esponjoso en el oído medio, lo cual
impide que el oído vibre en respuesta a las ondas sonoras, que es lo que tiene que
suceder para que uno escuche. Esta falta de vibración lleva a hipoacusia que sigue
empeorando con el tiempo.8
Es la causa más frecuente de pérdida auditiva en el oído medio en los adultos jóvenes
y generalmente afecta ambos oídos. Esta enfermedad afecta a cerca del 10% de la
población.8
Es un trastorno que empeora lentamente, por lo general comenzando desde el inicio
hasta la mitad de la adultez, y es más común en las mujeres que en los hombres.
Los riesgos comprenden antecedentes familiares de hipoacusia y el embarazo podría
desencadenar la aparición. Las personas de raza blanca son más susceptibles a esta
afección que otras personas.
Fisiopatología
Se debe a la formación lenta de un crecimiento óseo y esponjoso en el oído medio. El
crecimiento evita que uno de los huesos pequeños del oído medio transmita las ondas
de sonido.
El síntoma fundamental es la pérdida de audición, lenta y progresivamente. Si sigue
evolucionando la otosclerosis, llega un momento en que comienza a afectarse también
el oído interno, produciendo también una hipoacusia neurosensorial, junto con un
zumbido en el oído (acúfeno) y en ocasiones sensación de inestabilidad al caminar.
7
Pruebas diagnósticas
Para poder diagnosticar la otosclerosis es necesario efectuar un minucioso examen,
dividido en tres partes:
1) Entrevista para conocer la historia médica del paciente, antecedentes, posible
exposición a sonidos intensos.
2) Exploración física para determinar la gravedad del padecimiento y destacar otras
causas de disminución auditiva.
3) Realización de una prueba o test de audición en un laboratorio especializado, con la
finalidad de analizar con mayor precisión la respuesta del oído a los estímulos
sonoros. Esta prueba se denomina audiometría y se realiza emitiendo sonidos a través
de unos cascos para determinar el nivel auditivo. Aparece lo que se llama "hipoacusia
de trasmisión", debida a esa inmovilidad progresiva del estribo.9
Manifestaciones clínicas
El síntoma más característico de la otosclerosis es la pérdida progresiva de la
audición, de tipo conductivo. Esta pérdida auditiva suele afectar a ambos oído. A
menudo los individuos con esta afección notan primero que no pueden oír bien los
sonidos de tono grave o el murmullo.10
Es muy frecuente que esta pérdida auditiva se acompañe de la aparición de ruidos
espontáneos en los oídos o zumbidos (tinnitus), e incluso en ocasiones mareos.
Tratamiento médico-quirúrgico
En los casos con pérdida auditiva moderada se aconseja el uso de un audífono para
amplificar el sonido que llega al tímpano.
Es probable que se administren medicamentos basados en fluoruro de sodio, pues se
ha observado que tal sustancia disminuye la progresión de la enfermedad.
Para aquellos casos en que la otosclerosis es tan severa que impide al paciente oír la
voz de su interlocutor a pocos metros de distancia, se aconseja una cirugía llamada
estapedectomía. La estapedectomía es una intervención quirúrgica segura y eficaz
para el tratamiento de la hipoacusia de transmisión que se produce por la fijación del
estribo. En ella, se sustituye el estribo por una prótesis para que se puedan transmitir
adecuadamente las ondas sonoras al oído interno.11
La intervención se realiza con anestesia local o general y no requiere de incisiones,
pues se efectúa a través del conducto auditivo externo con ayuda de un microscopio
quirúrgico. Se estima que este procedimiento tiene éxito en 90% de los casos y que
sólo en el 1% empeora la situación; asimismo, se considera tan segura que la mayoría
de los pacientes vuelven a su casa el mismo día en que se efectúa.9
Cabe destacar que no todos los casos de otosclerosis logran reestablecerse por
completo, ya que cuando el problema es grave o ha avanzado mucho, es probable que
el crecimiento anormal del estribo dañe las terminaciones nerviosas cercanas,
atrofiándolas de manera definitiva. Por ello es importante visitar al especialista en caso
de notar algún síntoma, como incapacidad para detectar sonidos de baja intensidad o
notar la presencia de tinnitus y acúfenos, ya que la detección temprana permite una
intervención más efectiva y mejor restablecimiento de la audición.
8
Complicaciones potenciales
Sin cirugía, puede aparecer algún grado de pérdida auditiva por años, sin embargo la
sordera total es una complicación rara.
Por lo que respecta a las complicaciones relacionadas con la intervención de la
estapedectomía, las más significativas son las siguientes:8





Mareos: El mareo puede ser normal unas horas después de la operación, y puede
provocar nauseas y vómitos. Puede aparecer sensación de inestabilidad durante
los días después de la operación, e incluso sensación de mareo con los giros
rápidos de la cabeza durante semanas. En raras ocasiones, la sensación de
mareo puede ser más prolongada.
Pérdida de audición: En un pequeño porcentaje de casos la audición puede
disminuir después de la operación debido a un edema tisular. En
aproximadamente un 1% de los pacientes puede aparecer una pérdida total de la
audición en el oído operado.
Perforación timpánica: Durante el procedimiento quirúrgico se puede producir una
perforación en la membrana timpánica la cual, ordinariamente, se cierra
espontáneamente. Sólo en contadas ocasiones requiere una pequeña
intervención quirúrgica para su reparación.
Alteraciones en el gusto: Atravesando el oído medio hay un pequeño nervio, la
cuerda del tímpano, que lleva la sensibilidad gustativa de la parte anterior de la
legua. En el curso de la intervención, según la anatomía de cada caso, este nervio
puede necesitar ser manipulado, produciendo una alteración en la sensibilidad
gustativa, generalmente expresada como una sensación de sabor metálico de las
cosas. La sensibilidad gustativa normalmente se recupera al cabo de las
semanas.
Acúfenos: Los zumbidos o ruidos en los oídos pueden empeorar o aparecer en el
oído operado, si bien lo habitual es su mejoría. No depende de la actuación
quirúrgica, sino más bien de la respuesta del oído a esta manipulación.
Cuidados enfermeros
Nos centraremos en los casos que han requerido una intervención quirúrgica, ya que
en los casos ordinarios no se requieren cuidados específicos, puesto que la persona
puede valerse por sí misma. En estos casos en lo único en lo que tendremos especial
precaución es en hablar despacio y asegurarnos de que el individuo ha entendido lo
que le queremos comunicar en cada momento.9
Respecto a la intervención cabe destacar que la mayoría de los pacientes vuelven a su
casa al día siguiente de la cirugía ya que la membrana timpánica cicatriza
rápidamente, y una mejoría auditiva significativa llega generalmente en las primeras
semanas.9 No obstante, algunas recomendaciones a tener en cuenta son:
 Que el paciente permanezca acostado sobre el lado no operado.
 Que siga las pautas respecto a los antibióticos prescritos.
 Informar que es posible que se puedan experimentar mareos los primeros días
después de la cirugía.
 Informar sobre la presencia de algún trastorno del gusto que puede durar
algunas semanas o meses; aunque usualmente vuelve a la normalidad en
varias semanas.
 Indicar que tras la cirugía se eviten maniobras para sonarse la nariz, nadar y
otras actividades que puedan introducir agua en los oídos. Las actividades
normales (incluidos los viajes en avión) pueden reiniciarse unas semanas
después de la cirugía.
9
Es importante señalar al paciente recién operado cuales serán los signos que deberá
notificar a su médico otorrinolaringólogo inmediatamente, si alguno de los siguientes
sucediese en los días siguientes a la intervención:11




Pérdida súbita de audición.
Dolor intenso.
Mareo prolongado o intenso.
Cualquier nuevo síntoma relacionado con el oído.
3. TRASTORNOS DEL OÍDO INTERNO
3.1. Enfermedad de Menière
Concepto
Es un trastorno del oído interno que se caracteriza por episodios espontáneos de
vértigo de minutos a horas de duración con hipoacusia y acúfenos y que representa
alrededor del 13% de los motivos de consulta por mareo. Dichos síntomas son
consecuencia de un exceso de endolinfa que distorsiona el laberinto membranoso.12
Puede ocurrir a cualquier edad aunque en niños es poco frecuente y es ligeramente
más frecuente en mujeres.13 Habitualmente afecta a personas de 30-60 años en uno o
ambos oídos. Está relacionada con antecedentes familiares.
La evolución de la enfermedad es negativa ya que a medida que los ataques se
repiten la recuperación auditiva es menos completa, dando lugar a una pérdida
progresiva y permanente de la audición. Actualmente no existe cura pero sí se pueden
aliviar o evitar síntomas modificando la dieta y tomando medicinas. Es importante no
retener líquidos en el organismo, por lo que hay que favorecer su excreción.
Etiología
Su etiología consiste en una acumulación excesiva de endolinfa en el laberinto
membranoso que aumenta hasta que la presión rompe la membrana del laberinto y se
mezclan endolinfa y perilinfa, cada una con una concentración de potasio distinta. Los
científicos creen que esta mezcla puede producir los síntomas de la enfermedad de
Ménière.5
Tipos
Existen dos tipos de esta enfermedad:5
 Enfermedad coclear. Hay pérdida de audición sensorioneural, tinnitus, presión
auditiva y ausencia de síntomas vestibulares (equilibrio, vértigo, posición
espacial).
 Enfermedad vestibular. Caracterizada por vértigo, presión y sin síntoma coclear
(audición).
10
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico apropiado de la enfermedad de Ménière conlleva varios procedimientos
que incluyen una entrevista personal en la que se recogen por ejemplo datos sobre los
ataques de vértigo (gravedad, si va acompañado de náuseas y vómitos, duración,
frecuencia). Preguntar también por las características de la pérdida auditiva, de los
acúfenos, de la sensación opresora. Se realiza también el examen físico, exámenes
de audición (audiograma) y balance, e imágenes obtenidas por resonancia
magnética3, para descartar tumores y anaeurismas.14 Puede emplearse como
información complementaria la electrococleografía para medir la actividad eléctrica del
órgano de Corti en respuesta al sonido.
La enfermedad de Menière también se puede diagnosticar con la prueba de
glicerol, que por su efecto osmótico atrae el líquido acumulado en el oído interno
aumentando así la audición. Si el audiograma demuestra la mejoría entonces se
diagnostica la enfermedad.
Para evaluar el sistema vestibular llenan los oídos con agua tibia y fría, esta
inundación provoca nistagmus, que confirma el trastorno de balance.
El examen físico conlleva:13
 Tensión arterial acostado y de pie.
 La presencia de arritmias y de soplos carotídeos.
 Equilibrio postural y coordinación de movimiento.
 Otoscopia en busca de inflamaciones, realizar pruebas de acumetría.
 Columna cervical para valorar la presencia de dolor o cervicoartrosis que
justifiquen un vértigo cervical.
 Valoración de la integridad del nervio craneal VIII.
 La prueba Weber
 Prueba Rinner.
 Electronistagmografía para confirmar afectación vestibular.
 Análisis de laboratorio (descartar infecciones, autoinmunidad).
Por su especificidad, a continuación se describen a grandes rasgos tres pruebas
características para diagnosticar esta patología.
1. Prueba del susurro: el examinador cubre con su mano el oído que no se
analiza. Después susurra a cierta distancia y le ordena al paciente que repita lo
que se ha susurrado.
2. Prueba Weber: se pone en movimiento un diapasón que se coloca encima de
la cabeza. Se le pregunta al paciente si escucha el sonido en medio de la
11
cabeza, el oído derecho o izquierdo. Lo normal es que se oiga en ambos. Si
hay pérdida auditiva conductiva, el sonido lateraliza hacia el oído afectado
porque la obstrucción filtra el ruido ambiental e incrementa la audición ósea. Si
por contra, se trata de una pérdida auditiva sensorioneural, como sería en el
caso de esta enfermedad, el sonido se escucha mejor en el oído sano.
3. Prueba Rinne. El examinador coloca un diapasón en dos posiciones. La
primera cerca de la abertura del canal auditivo y la segunda contra el hueso
mastoides. A medida que el instrumento cambia de posición se le pide al
paciente que indique en qué momento escucha el tono más fuerte o cuando lo
deja de oír. En condiciones normales la conducción aérea es más audible que
la ósea. Por ello, esta prueba es útil para distinguir la pérdida auditiva
conductiva de la aérea. En el caso de pérdida conductiva, el sonido conducido
por el hueso se escucha más tiempo que por el aire. En cambio, con la pérdida
sensorioneural el sonido conducido por aire se escucha más tiempo que el
conducido por hueso.
Manifestaciones clínicas
La enfermedad de Ménière posee cuatro síntomas característicos:5
- Pérdida auditiva sensorineural fluctuante y progresiva.
- Tinnitus, acúfenos o percepción de rugidos.
- Sensación de presión o plenitud del oído.
- Vértigo episódico, que puede incluso llegar a producir incapacidad, y que
frecuentemente va acompañado de náuseas con o sin vómito.
Al inicio de la enfermedad, quizá se manifiesten únicamente uno o dos de los
síntomas.5
De entre todos, el vértigo es el síntoma más molesto, el cual puede durar de minutos a
incluso varios días. Durante los ataques de vértigo, el paciente se queja de una
sensación persistente de desequilibrio, en los casos más graves la persona
experimenta sentimiento de ser arrojado al suelo (“ataques de caída”), pero solamente
el 7% de los pacientes con enfermedad de Ménière se refiere a este síntoma.
Otros síntomas durante los ataques de vértigo pueden ser palidez, diaforesis, náuseas
y vómitos.
Los ataques de vértigo suelen ser repentinos, en algunos casos pueden estar
precedidos por una sensación de repleción en el oído, aumento de los acúfenos y
disminución de la agudeza auditiva.
Respecto a los acúfenos, aquellos de tono bajo pueden estar presentes continuamente
en el oído afectado o pueden intensificarse durante un ataque. A menudo se ha
descrito este sonido como un rugido o “como el océano”.
La pérdida auditiva fluctúa, y al continuar los ataques, la recuperación auditiva es
menos completa en cada episodio, dando lugar en determinados casos, a una pérdida
progresiva permanente de la audición.11
12
Complicaciones potenciales
- Imposibilidad de caminar debido al vértigo incontrolable, el cual puede producir
incapacidad.
- Pérdida de audición o hipoacusia en el lado afectado.15
Tratamiento médico-quirúrgico
La enfermedad de Ménière puede ser tratada satisfactoriamente con dieta y
medicamentos.
Gran parte de los enfermos logran controlar sus síntomas sometiéndose a una dieta
baja en sodio (2000 mg/día), ya que el sodio provoca retención de líquidos, y esto
altera el delicado equilibrio entre endolinfa y perilinfa en el oído interno.5
También se debe evitar la cafeína, el alcohol y la nicotina.11
Podemos emplear varios tipos de medicamentos tales como:5
- Antihistamínicos: que suprimen el sistema vestibular.
- Tranquilizantes: como el Diazepam, se utilizan para reducir el mareo, pero
puesto que las benzodiacepinas causan adicción no se suelen usar a largo
plazo.
- Antieméticos: que ayudan no sólo a controlar las náuseas y los vómitos, sino
también el vértigo por su efecto antihistamínico.
- Diuréticos: que reducen la presión del sistema endolinfático y pueden aliviar los
síntomas. Si los diuréticos producen pérdida de potasio, se debe aconsejar a
los pacientes, tomar suplementos de potasio.
Del 75 al 85 % de los pacientes experimentan mejoría con el tratamiento médico y la
terapia de apoyo, sin embargo el resto sigue sufriendo ataques de vértigo que los
inhabilitan.11 En este caso podríamos recurrir a la cirugía, aunque la pérdida de
audición, el tinnitus y la sensación de plenitud no desaparecen, puesto que el
tratamiento quirúrgico está enfocado únicamente a eliminar los ataques de vértigo.5
Además del tratamiento médico, podemos encontrar distintos tipos de intervenciones:





Descompresión del saco endolinfático: se realiza insertando un drenaje en el
saco endolinfático a través de una incisión posauricular a fin de igualar la
presión.5 Con este procedimiento se evita un daño ulterior y una pérdida de
audición.11 Es un método de elección por ser sencillo y seguro.5
Perfusión del oído medio e interno: de medicamentos ototóxicos como la
estreptomicina o la gentamicina. Estos medicamentos lo que hacen es disminuir
la función vestibular y así disminuye el vértigo. En un 85% de los casos se
elimina el vértigo con éxito, sin embargo el riesgo de pérdida auditiva importante
también es elevado.5
Catéteres intraotológicos: proporcionan un conducto del oído externo al oído
interno, de manera que se pueda suministrar medicación directamente en el oído
interno. El catéter pasa por el canal auditivo externo, a través o alrededor de la
membrana timpánica y hasta la membrana redonda, permitiendo desde aquí un
acceso directo al oído interno.
Laberintectomía: consiste en la ablación quirúrgica del laberinto y se suele
realizar cuando la afección es unilateral porque da lugar a la pérdida de la
función vestibular y de la audición coclear.11 Este procedimiento está relacionado
con complicaciones adicionales como riesgo de lesión del nervio facial, filtración
del líquido cefalorraquídeo y pérdida auditiva total.5
Sección del nervio vestibular: se suele llevar a cabo para aliviar el vértigo y
preservar la audición, ya que se actúa sobre el sistema vestibular, evitando que
el cerebro reciba estímulos de los canales semicirculares, y se deja intacto el
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sistema coclear, conservando la audición. Es la intervención que más
probabilidades tiene de éxito (98% aprox), por lo que se prefiere a la
laberintectomía.5
Cuidados enfermeros
Deberemos valorar antecedentes, frecuencia, duración, gravedad y características de
los ataques de vértigo.5
El objetivo de las intervenciones enfermeras será minimizar el vértigo y proporcionar
seguridad al paciente.11
Durante un ataque de vértigo:
 Mantendremos al paciente en una habitación tranquila, oscurecida, en una
posición cómoda.
 Le enseñaremos a evitar los movimientos bruscos de la cabeza o los cambios
de posición que podrían empeorar los ataques.
 Las luces centelleantes o incluso ver la televisión podrían exacerbar los
síntomas y por ello se aconseja evitarlas.
 Para minimizar el riesgo de caída, la enfermera debe mantener elevadas las
barandillas laterales de la cama y ésta en una posición baja.
 Se administran medicaciones y líquidos por vía parenteral, y se monitoriza la
ingestión y la evacuación.
Cuando el ataque remite debemos ayudar al paciente en la deambulación porque
puede persistir el desequilibrio y haber riesgo de caída.11
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