Siguiente pregunta

Anuncio
economía
Siguiente pregunta...
Son numerosas las cuestiones que se repiten en todas las entrevistas laborales,
por eso es necesario prepararse y saber cómo responderlas con el fin de superar la
prueba con éxito
H
acer una entrevista de trabajo es,
además de una gran suerte -el paro afecta en España a casi seis millones de personas-, todo un arte. Desde
hace años se multiplican los manuales
de éxito como ‘El puesto es suyo’, de
Dumon; ‘Entrevista de Trabajo: Cómo
Superar las Entrevistas y Conseguir
el Trabajo que Deseas’, de Puchol o
‘Cómo realizar entrevistas con éxito’,
de Breakwell... con el fin de ayudar al
candidato a superar tan temida prueba. Además, las empresas de trabajo
temporal, las de recursos humanos y
las consejerías de trabajo de las comunidades autónomas imprimen folletos
o imparten cursos y talleres sobre el
tema. De acuerdo a los consejos elaborados y recopilados en tantos
libros, es posible precisar cuáles
son las preguntas que se repiten con mayor asiduidad.
¿Cómo se definiría? No vale
improvisar. Hay que tener preparada
una respuesta, haber reflexionado
en casa sobre la formación recibida, valores y la manera en la que
se desempeña el trabajo. No se
trata de hacer alarde de los logros
personales, pero sí de expresar la
propia valía, sin falsa modestia. Y,
por supuesto, conviene resaltar la
capacidad para reponerse ante un
fracaso o error, así como destacar
el espíritu de sacrificio y la importancia que se concede al esfuerzo.
¿Qué estudios tiene? ¿Por
qué los escogió? ¿Volvería a
estudiar lo mismo? Las respues-
tas dependen de cada persona y
de su situación en esos momentos.
No obstante, conviene adoptar una
actitud positiva respecto a estas
preguntas, y dejar entrever que las
experiencias formativas fueron bue-
nas en todo o en algún aspecto.
Si hubo algo negativo y se desea
comentar, debe hacerse con una
visión optimista de los resultados.
¿Ha trabajado antes? ¿Se fue
o le despidieron? Ante un des-
pido hay que ser sincero y claro,
cada vez se valora más la flexibilidad y adaptabilidad a diferentes
situaciones. Toca reflexionar sobre
las razones del despido, elaborar
una respuesta concreta y pensar en
algún aspecto que permita reformular positivamente esta situación.
¿Cumplió sus expectativas
su anterior trabajo? En es-
te caso hay que hablar sobre los
objetivos alcanzados en experiencias anteriores e identificar puntos
en común con los requerimientos
del trabajo al que se presenta.
Descríbame a su mejor amigo
(a su padre, a su pareja...)
Desconcierto y estudiar la capacidad
del entrevistado de sobreponerse
a esta situación. Esto es lo que se
busca con este tipo de preguntas. El
cambio brusco del ritmo y temática
de la entrevista hallan desprevenido
al candidato. No hay que preocuparse
demasiado, porque no son preguntas
que vayan a influir de manera decisiva en la elección final. Pero sí se valorará la capacidad verbal, de síntesis
y de determinar qué valores considera el candidato más importantes en
función de la descripción realizada.
¿Qué ha hecho mientras estaba desempleado? No es lo
mismo estar en paro que estar sin
36
hacer nada. Se valora de manera muy
positiva que la persona desempleada
realice cursos para mejorar su nivel
de idiomas, de informática, o haga
cursos de doctorado o un máster...
Demostrar inquietud y no pasividad es fundamental para triunfar.
¿Qué sabe de nuestra
empresa? ¿Por qué la ha
elegido? Es importante acudir pre-
parado e informado sobre la empresa.
Aquí se debe mostrar interés por
la empresa y el puesto a cubrir, de
manera que se pueda contestar que
nos interesa la magnitud, seriedad, el
sector, posibilidades de progresión,
etc. que la empresa puede ofrecer.
Respecto a las preguntas sobre qué
podemos aportar a la empresa o por
qué debería elegirnos a nosotros, se
debe mostrar la parte más positiva de
uno mismo y enumerar las virtudes y
capacidades respecto al trabajo.
Si tuviera que contratar a una
persona para el puesto
¿qué criterios fijaría? Otras
veces se pregunta: “¿Por qué cree
que es usted idóneo para el puesto
vacante?”. Expresada de un modo u
otro, pretende que el candidato explique qué características cree esenciales para el puesto que va a cubrir,
y que demuestre que él las tiene.
Además, permite al entrevistador confrontar la opinión que el propio candidato se hace durante la entrevista.
Hay que responder de forma directa, dejar claro qué experiencia y conocimientos se tienen, así como las
competencias más apropiadas para el
puesto concreto.
¿Está casado? ¿Tiene novio/a o
familia? Como sucedía con la pre-
gunta en que se pide describir a un
amigo, esta pregunta también sirve
para desconcertar al entrevistado, ver
cómo es capaz de encajar un cambio
de ritmo repentino en la entrevista y
analizar su capacidad de improvisar.
Otras veces, se puede pregunta: “¿Planea ser padre/madre?”. Este tipo de preguntas sirven también para valorar la
disponibilidad del candidato de viajar.
¿Tiene buena salud?
¿Se cuida para estar en forma?
Hay que contestar con naturalidad
y de forma sincera, y mostrar que el
tiempo de ocio, además de los proyectos personales se comparten con
más personas (se puede comentar
que se practica algún deporte en
equipo) para mostrar que se tiene
facilidad para relacionarse en equipo.
¿Cuánto cree que debería
ganar? ¿Y en el futuro? Si se
está buscando un primer trabajo,
sería conveniente que contestase lo
siguiente: “si bien el dinero es un
factor importante, en estos momentos mi mayor motivación se centra
en encontrar un trabajo y adquirir
experiencia en su campo profesional”.
Conviene no mencionar cantidades
concretas para dar una imagen de
gran interés por el puesto y empresa.
Por el contrario, si el candidato/a ya
tiene una cierta o amplia experiencia
profesional, puede comentar abiertamente su actual o última retribución,
ya que las empresas conocen lo que
se paga en el sector.
www.consumer.es
37
Descargar