Derecho y legislación comparada Suplemento Especial Edición Nº 353 - Marzo de 2009 2 Derecho comparado Regímenes legales de la minería en América del Sur Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Indice 1. 2. 2.1. 2.2. 2.3. 2.4. 3. 3.1. 3.2. 3.3. 3.4. 4. 4.1. 4.1.1. 4.1.2. 4.1.3. 4.1.4. 4.2. 4.2.1. 4.2.2. 4.2.3. 4.2.4. 4.3. 4.3.1. 4.3.2. 4.3.3. 4.3.4. 4.4. 4.4.1. 4.4.2. 4.4.3. Introducción El Dominio de las Minas Argentina Bolivia Chile Uruguay Clasificación de las Sustancias Argentina Bolivia Chile Uruguay Derechos Mineros Derecho de Exploración Argentina Bolivia Chile Uruguay Permiso de Exploración Argentina Bolivia Chile Uruguay Limitaciones al derecho de exploración Argentina Bolivia Chile Uruguay Canon de Exploración Argentina Bolivia Chile pag. 4 pag. 4 pag. 4 pag. 5 pag. 5 pag. 5 pag. 5 pag. 5 pag. 5 pag. 6 pag. 6 pag. 6 pag. 6 pag. 6 pag. 7 pag. 7 pag. 7 pag. 7 pag. 7 pag. 7 pag. 7 pag. 8 pag. 8 pag. 8 pag. 8 pag. 8 pag. 9 pag. 9 pag. 9 pag. 9 pag. 9 3 Uruguay Modo de Adquisición de las Minas Argentina Bolivia. Chile. Uruguay Derecho de Explotación Propiedad Minera Argentina Bolivia Chile Uruguay Concesión Argentina Bolivia Chile Uruguay Amparo de los derechos mineros Argentina Bolivia. Chile. Uruguay Canon de Explotación Argentina Bolivia Chile Uruguay Caducidad de la Concesiones Argentina Bolivia Chile Uruguay Derecho Tributario Minero Regalías o Impuestos Específicos a la Minería Argentina Bolivia Chile Uruguay Régimen de Promoción de Inversiones Argentina Bolivia Chile Uruguay Derecho Ambiental Comparado Argentina Bolivia Chile Uruguay pag. 9 pag. 9 pag. 9 pag. 10 pag. 10 pag. 10 pag. 10 pag. 10 pag. 10 pag. 10 pag. 10 pag. 10 pag. 11 pag. 11 pag. 11 pag. 11 pag. 12 pag. 12 pag. 12 pag. 12 pag. 12 pag. 12 pag. 12 pag. 12 pag. 13 pag. 13 pag. 13 pag. 13 pag. 13 pag. 14 pag. 14 pag. 14 pag. 14 pag. 14 pag. 14 pag. 15 pag. 15 pag. 15 pag. 15 pag. 15 pag. 16 pag. 16 pag. 16 pag. 16 pag. 16 pag. 16 pag. 16 pag. 16 Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 4.4.4. 5. 5.1.1. 5.1.2. 5.1.3. 5.1.4. 6. 6.1. 6.1.1. 6.1.2. 6.1.3. 6.1.4. 6.2. 6.2.1. 6.2.2. 6.2.3. 6.2.4. 6.3. 6.3.1. 6.3.2. 6.3.3. 6.3.4. 6.4. 6.4.1. 6.4.2. 6.4.3. 6.4.4. 6.5. 6.5.1. 6.5.2. 6.5.3. 6.5.4. 7. 7.1. 7.1.1. 7.1.2. 7.1.3. 7.1.4. 7.2. 7.2.1. 7.2.2. 7.2.3. 7.2.4. 8. 8.1. 8.2. 8.3. 8.4. 4 Derecho comparado Regímenes legales de la minería en América del Sur Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 1. Introducción Los regímenes legales aplicables de un país, especialmente los derechos y garantías que otorgan éstos, pueden influir sustancialmente en la decisión de inversión de una compañía minera internacional. Sin embargo, no es el régimen en si mismo lo que influye al momento de realizar una determinada inversión en un país extranjero, sino la aplicación práctica de dicho régimen y el respeto a las normas tenidas en cuenta llevar adelante el proyecto de inversión. En el momento en que las inversiones comienzan a repagarse, suelen acontecer hechos políticos o económicos que producen cambios en las perspectivas económico-financieras de las inversiones consideradas bajo el imperio de un régimen legal previo. Es hartamente dicho, que las actividades relacionadas con los recursos naturales, especialmente la minería, poseen un componente intrínseco de riesgo con los cuales todos aquellos que participan en ellas los conocen y lo aceptan. Exactamente, cuando los riesgos geológicos empiezan a disminuir, toma relevancia los riesgos políticos y financieros que disminuyen el poder de negociación de la compañía minera internacional. En esencia, el poder de negociación disminuye cuando el proyecto de inversión entra en su etapa comercial, debido a que las grandes inversiones para desarrollar la explotación minera implican altos costos hundidos que junto con las inversiones en infraestructura asociada al proyecto, significan una fuente de vulnerabilidad de las compañías mineras internacionales. Es en éste punto, donde las ganancias de las compañías mineras internacionales y su tasa de retorno comienzan o amenazan con ser revisadas. Por lo tanto, será en los marcos jurídicos y en el respeto a éstos donde los países huéspedes deberán competir a fin de atraer inversiones genuinas y sustentables en el tiempo. Hechas tales aclaraciones, el presente trabajo describe sucintamente los principales rasgos de los regímenes mineros aplicables en algunos países de América del Sur, tales como, Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay. 2. El Dominio de las Minas En América del Sur, el régimen de dominios de las minas es principalmente regalista1. El sistema regalista se caracteriza por: (i) Distinguir entre la propiedad de la superficie de la tierra y la propiedad de subterránea, ésta última pertenece al dominio originario del Estado; (ii) El dominio originario del Estado sobre las minas no otorga a éste el derecho a explotarlas ni de disponer de ellas, debiendo obligatoriamente otorgarlas al primer descubridor a través de un acto de concesión; (iii) Implican bienes privados del Estado Nacional o las Provincias, sobre los cuales éstos pueden establecer una propiedad particular mediante un acto de concesión (propiedad minera). 2.1. Argentina. El Código de Minería Argentino (CMA) establece cuatro regímenes jurídicos aplicables a las tres categorías de minas establecidas por su Art. 2º. Las minas de primera categoría, pertenecen exclusivamente al Estado, pero solo pueden explotarlas los particulares en virtud de una concesión legal, por lo tanto, respecto de éste tipo de minas se establece la prohibición de explotación y disposición por el Estado, salvo casos expresamente establecidos por el CMA)2. Sin embargo, el incumplimiento de éste principio ha sido constante y variado desde la sanción del CMA en 1887 e incluso ha sido derogado parcialmente por leyes especiales3. Asimismo, el CMA ha combinado el sistema regalista con el 1. Otros sistemas son: (a) el Sistema de Accesión mediante el cual se atribuye la propiedad de las minas al dueño del terreno superficial en donde se encuentran; (b) el Sistema de Ocupación a través del cual el primer ocupante puede explotar la propiedad de sus tierras o las ajenas, pero sin adquirir ningún otro derecho; (c) el Sistema de Res Nullius por el cual las minas no pertenecen a ningún individuo ni al Estado. 2. Art. 9 (CMA). 3. Pigretti, Eduardo A., “Código de Minería y Legislación de Hidrocarburos Comentados”, Colección LA LEY Comentada, 4ta. Ed. Actualizada y Ampliada, Buenos Aires: La ley, 2004, pág. 25. (en adelante, CODIGO COMENTADO PIGRETTI) 5 de accesión para las minas de segunda categoría4 y ha adoptado el sistema de accesión para las minas de tercera categoría5. 2.2. Bolivia 2.3. Chile El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, no obstante la propiedad de las personas naturales o jurídicas sobre los terrenos en cuyas entrañas estuvieren situadas12. Pero toda persona puede hacer manifestaciones o pedimentos y adquirir concesiones mineras en trámites o constituidas y tiene la facultad de catar y cavar para buscar sustancias minerales, y también el derecho de constituir concesión minera de exploración o de explotación sobre las sustancias que la ley orgánica constitucional declara concesibles13. 2.4. Uruguay El Código de Minería Uruguayo (CMU) ha adoptado el sistema regalista14, pero ha previsto expresamente la posibilidad de explotación tanto por el Estado y como por los Particulares15. 3. Clasificación Sustancias 3.1. Argentina de las Las sustancias incluidas en la las de primera categoría están formadas por las principales sustancias metalíferas, no metalíferas, los combustibles minerales sólidos y las fuentes geotérmicas (vapores endógenos). Se conceden al descubridor. Las de segunda categoría están formadas por las substancias metalíferas no previstas en la primera categoría y las salinas, salitres y turberas. Esta categoría se concede preferentemente al propietario del terreno y, si éste no ejerce en término la preferencia, al descubridor. Dentro de la segunda categoría se incluyen también las sustancias metalíferas y piedras preciosas que se encuentran en los lechos de los ríos y aguas corrientes y los placeres. También comprenden los desmontes, relaves y escoriales de minas y establecimientos abandonados. Pero estos casos se destinan al aprovechamiento común -explotación colectivaaunque pueden ser objeto también de concesiones exclusivas. Las sustancias de tercera categoría están formadas por el grupo de rocas de aplicación, cuyo conjunto forma las canteras, y pertenecen exclusivamente al propietario del terreno. 3.2. Bolivia Pertenecen al dominio originario del Estado todas las sustancias minerales en estado natural, cualesquiera sea su procedencia y forma de presentación, 4. La segunda categorías de minas se subdivide a su vez, en dos regímenes. El primer sub régimen son aquellas minas que se conceden prioritariamente al dueño del suelo –superficiario-, sin embargo, se habilita la posibilidad de que el descubridor obtenga la propiedad de la mina mediante notificación al superficiario para que ejerza su derecho de preferencia sobre la mina. En caso de ejercer ese derecho, el superficiario deberá indemnizar al primer descubridor de la mina. El segundo sub régimen, es el de las minas que se destinan al aprovechamiento común, lo que implica la adopción del régimen de res nullius. Este último sub régimen, implica que cualquier persona puede aprovechar las minas sin necesidad de obtener una concesión legal, siguiendo un sistema de permisos de ubicación otorgados por la policía minera. Así, mediante la “Solicitud de Aprovechamiento Fijo”, el explorador puede aprovecharlas con exclusividad. 5. Respecto de las minas de tercera categoría, el CMA ha adoptado el sistema de accesión minera, por el cual las minas pertenecen al propietario superficiario con exclusividad, salvo que un tercero demuestre la utilidad pública de la explotación. 6. Art.1, CMB. 7. Art. 2, CMB 8. Art. 349 inc. II), NCPE. 9. Art. 348 inc. II, NCPE 10. Art. 370, inc I, NCPE. 11. Disposición Transitoria 8º, Inc. III, NCPE. 12. Art.1, CMCH 13. Art. 22, CMCH 14. El Art. 4 (CMU) establece: Artículo 4: Todos los yacimientos de sustancias minerales existentes en el subsuelo marítimo o terrestre o que afloren en la superficie del territorio nacional integran en forma inalienable e imprescriptible, el dominio del Estado. 15. El Art. 18 (CMU) establece que: “La prospección y exploración de yacimientos minerales y la explotación de minas sólo puede hacerse: a) Por el Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada De acuerdo con las normas constitucionales vigentes en Bolivia, las minas pertenecen originariamente al Estado6; tienen, por tanto, carácter inalienable e imprescriptible, en virtud de su soberanía. No obstante, el Estado puede otorgar en concesión áreas mineras para su explotación, por las que el concesionario paga un canon o patente. Estando la legislación minera boliviana elaborada conforme a los principios del denominado sistema “Nominal Regalista”, el Estado a través de sus órganos administrativos concede concesión al peticionario minero para que pueda realizar actividades mineras7. Sin embargo, La Nueva Constitución Política del Estado (NCPE) establece la soberanía del Estado Boliviano y define que los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e imprescriptible del pueblo Boliviano, correspondiéndole al Estado asumir su administración en función del interés colectivo8. Asimismo, se asume los recursos naturales son de carácter estratégico y de interés público para el desarrollo del país9. A partir de la NCPE, el Estado otorgará derechos de explotación en toda la cadena productiva minera, a personas individuales y jurídicas, a través de Contratos Mineros y no Concesiones Mineras10. Las actuales concesiones deberán ser convertidas en contratos mineros en el término de un año desde la sanción de la NCPE11. 6 hayense en el interior o en la superficie de la tierra, las aguas lacustres, fluviales y medicinales, así como los elementos y fuerzas físicas susceptibles de aprovechamiento16. Se excluyen de las disposiciones del Código el petróleo, los demás hidrocarburos y las aguas mineros medicinales, que se rigen por las leyes especiales17. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 3.3. Chile El legislador estableció para la clasificación de las sustancias minerales, un criterio político y económico, dividiendo a las sustancias en dos categorías: concesibles, denunciables o de libre adquisición y no concesibles, no denunciables o reservadas. En principio, todas las sustancias serán objeto de concesión, serán denunciables, excepto aquellos que la ley establezca como reservadas, es decir, respecto de las cuales no se pueden constituir derechos mineros. Son concesibles, o denunciables, las sustancias minerales metálicas y no metálicas y, en general, toda sustancia fósil, en cualquier forma en que naturalmente se presente, incluyéndose las existentes en el subsuelo de las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional a las que se tenga acceso por túneles de tierra18. No son susceptibles de concesión minera los hidrocarburos líquidos o gaseosos, el litio, los yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional ni los yacimientos de cualquier especie situados, en todo o en parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinen como de importancia para la seguridad nacional con efectos mineros19. No se consideran sustancias minerales las arcillas superficiales, las salinas artificiales, las arenas, rocas y demás materiales aplicables directamente a la construcción20. El Estado puede aprovechar no sólo las sustancias no concesibles, sino que también las concesibles, y respecto de estás últimas deberá hacerlo a través de empresas de las que sea dueño o tenga participación. 3.4. Uruguay El CMU divide las sustancias en cuatro categorías o clases (Clase I a IV). Sobre los yacimiento de Clase I (petróleo, gas natural y otras sustancias minerales aptas para generar industrialmente energía21), solamente puede atribuirse derechos mineros al Estado y sus entes descentralizados, industriales o comerciales, Estado22. La actividad minera sobre los yacimientos de petróleo, gas natural, hulla, lignito, turba, rocas pirobituminosas y arenas petrolíferas23, se reserva a favor de ANCAP y quedan sometidos a un régimen particular establecido en el CMU24. Sobre los demás yacimientos (Clase II25, III26 y IV27), todas las personas físicas o jurídicas, de derecho privado o público28, nacionales o extranjeras, pueden ser titulares de los derechos mineros29.30Dentro de éstos, las sustancias no metálicas se encuentran reservadas para su explotación al propietario del suelo31. 4. Derechos Mineros En términos generales, los derechos mineros pueden dividirse en derechos de exploración (búsqueda de minerales) y derechos de explotación (extracción de minerales). 4.1. Derecho de Exploración En Latinoamérica, la terminología utilizada para designar a la actividad de exploración con el fin de detectar o encontrar yacimientos minerales, suele variar de según el país y costumbres. Generalmente, la exploración encuentra sinónimos tales como cateo, catear, cavar, buscar, descubrir o prospectar. 4.1.1. Argentina En CMA el derecho exploratorio solo existe cuando media un permiso otorgado por la autoridad competente, el cual asegura al titular del cateo la propiedad de los descubrimientos que se efectúen en la zona otorgada. Bajo el CMA, la actividad de exploración o cateo puede provenir de: (a) Exploración o cateo propiamente dicho o (b) Socavón de Exploración32.33 Asimismo, la exploración reviste carácter de utilidad pública34 en todo el perímetro otorgado y aún fuera de esos límites en casos Estado o entes estatales, según las disposiciones de este Código. b) En virtud de un título minero.”. Asimismo, el Art. 19 (CMU) establece que: “Todas las personas físicas o jurídicas, de derecho privado o público, nacionales o extranjeras, pueden ser titulares de los derechos mineros, en las condiciones que establece este Código y las demás leyes y reglamentos aplicables”. 16. Art. 1 y 36, CMB. 17. Art. 14, CMB. 18. Art. 5, CMCH. Art. 3 de la Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras Nº 18.097 (21/01/982) (LOCCM) 19. Art. 7 (CMCH) y Art. 3 (LOCCM). 20. Art. 3 (LOCCM). 21. Art. 7, CMU. 22. Art. 66, CMU. 23. Art. 7(a), CMU. 24. Art.67, 71 a 76, CMU. 25. Los yacimientos de Clase II se encuentran regidos por los Arts. 77 a 84 (CMU). 26. Los yacimientos de Clase III se encuentran regidos por los Arts. 85 a 114 (CMU). 27. Los yacimientos de Clase II se encuentran regidos por los Arts. 115 a 120 (CMU). 28. Se considera habilitadas a “(…) las entidades estatales industriales y comerciales respecto a aquellos yacimientos minerales que sean aptos o necesarios para las industrias o actividades de su competencia (CMU, Art. 60 (b), §2) 29. El Art. 19 establece lo siguiente: “Todas las personas físicas o jurídicas, de derecho privado o público, nacionales o extranjeras, pueden ser titulares de los derechos mineros, en las condiciones que establece este Código y las demás leyes y reglamentos aplicables”. 30. Art. 60(b), CMU. 31. Art. 5, Código de Minería Uruguayo (Ley 15.242 del 8 de Enero de 1982) (en adelante, “CMU”) 7 especiales35. 4.1.2. Bolivia El Código vigente no hace diferencia entre “concesión de exploración” y “concesión de explotación”. La concesión minera es única, es decir, otorga a su titular el derecho de realizar por tiempo indefinido actividades de prospección, exploración, explotación, fundición, refinación y comercialización de todas las sustancias minerales que se encuentran en ella36. 4.1.3. Chile 4.1.4. Uruguay El CMU divide los derechos exploratorios en: a) Derecho de prospección38 y b) Derecho de exploración39. Estos derechos se otorgan mediante títulos mineros –como acto de atribución del Estado- tales como el Permiso de Prospección y el Permiso de Exploración40. El permiso de exploración “(…) es el derecho minero que adquiere una persona para buscar o inspeccionar una zona a los fines de encontrar un mineral y luego evaluar económicamente si resulta conveniente o no solicitar una concesión de explotación dentro de ése área”41. 4.2.1. Argentina El CMA establece que el permiso de exploración es indispensable para hacer cualquier trabajo de exploración42. Asimismo, el permiso de exploración otorga un derecho de exclusividad sobre el área durante el plazo establecido en el mismo y no un derecho de propiedad. Para su obtención, el interesado debe presentar una solicitud para que la exploración pueda considerarse legal43. A partir de la presentación de la solicitud, el explorador tendrá derecho al descubrimiento que realice un tercero sin su previo consentimiento44. Los permisos tienen un máximo de 20 unidades de 500 hectáreas cada una, no pudiéndose otorgar más de 20 permisos por persona ni 400 unidades por provincia45. El plazo de los permisos se fija en función de las unidades que lo integran y comienza a correr a partir de los 30 días de otorgados. Así, cada unidad (500 hectáreas) adiciona al permiso un plazo de 150 días. El CMA establece un sistema de reversión del área otorgada mediante un permiso de exploración, en virtud del cual se procede a una primera desafectación –a los 300 días- del 50% del área original y una segunda reversión -a los 700 días- del 50% del área remanente de la desafectación anterior46. 4.2.2. Bolivia La solicitud para que el Estado otorgue la concesión minera se presentará a la Superintendencia de Minas de la jurisdicción, personalmente o mediante mandatario con mandato notariado, consignando en el formulario de solicitud que será provista por el Servicio Técnico de Minas47. A partir de la fecha de la resolución constitutiva de concesión, el concesionario minero obtiene el derecho de prospectar explorar y explotar minerales dentro del perímetro de su concesión y de realizar las otras actividades mineras a que se refieren el artículo 25 del Código de Minería dentro o fuera del perímetro de su concesión, sin otras limitaciones que las señaladas por la ley.48 4.2.3. Chile El procedimiento de constitución de la concesión minera se inicia con un escrito que para la concesión de exploración se denomina pedimento49. Las concesiones mineras se constituyen por resolución judicial dictada en un procedimiento no contencioso, sin intervención decisoria alguna de otra autoridad o persona50. 32. Art. 211 y concordantes. 33. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 43-44. 34. Art. 13, CMA. 35. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 31-32. 36. Arts. 10 y 27, CMB. 37. Art. 10, LOCCM. 38. El Art. 10(a) define al derechos de prospección como:“(…) el derecho a realizar en un área determinada todas las labores de búsqueda de una o más sustancias minerales, con exclusión de toda otra persona”. 39. El Art. 10(b) define al derecho de exploración como:”(…) Es el derecho a realizar en un área determinada todas las labores necesarias, con exclusión de toda otra persona, tendientes a la comprobación de la existencia del yacimiento, al reconocimiento de sus características, a la determinación del volumen, calidad y ley del mineral y a su evaluación económica”. 40. Art. 11 (CMU). 41. Krom, Beatriz S., “La Minería sustentable del Milenio”, Ed. Estudio, Buenos Aires, 2000, pág. 103 (en adelante, “KROM”) 42. Art. 26 (CMA) 43. El Art. 25 (CMA) establece que la solicitud presentada por el interesado debe contener, ente otras cosas, las coordenadas de los verticales del área, objeto de la exploración, programa de trabajos mínimos y una estimación de las inversiones. 44. Art. 28 (CMA). 45. Art. 29 (CMA) 46. Art. 30 (CMA) 47. Art. 126 (CMB). 48. Art. 31 (CMB). Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada El concesionario de exploración tiene derecho exclusivo a: a) Hacer libremente calicatas y otras labores de exploración minera; b) A iniciar el procedimiento judicial para constituir concesión de explotación, dentro de los límites y plazo de duración de la concesión de exploración; c) Hacer suyos los minerales concesibles que necesite extraer con motivo de las labores de exploración e investigación; d) A ser indemnizado, en caso de expropiación.37 4.2. Permiso de Exploración 8 Desde la vigencia de la concesión de exploración se podrán realizar las labores de exploración pertinentes para la extracción de minerales. La concesión de exploración tendrá una duración de dos años, contada desde que se dicte la sentencia que la declare constituida. No obstante, antes de expirar ese período, el concesionario podrá solicitar, por una sola vez, su prórroga por otro período de hasta dos años, contado desde el término del primero, y siempre que en la solicitud haga abandono de, al menos, la mitad de la superficie total concedida51. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 4.2.4. Uruguay En los yacimientos Clase II: el plazo del Permiso de Prospección y el Permiso de Exploración, en conjunto, no puede ser superior a 5 años, con reversiones anuales52. Ambos permisos, son otorgados por Poder Ejecutivo mediante un proceso de selección53 que tome en cuenta las condiciones técnicas, económicas y empresariales necesarias para desarrollar las labores requeridas54. Los derechos de prospección y de exploración deben ser objeto de un contrato especial55 que regule el ejercicio de los mismos, de acuerdo a las condiciones generales y especiales establecidas en los Arts. 79, 80 y 81 del CMU. En los yacimientos Clase III: (b.i) El Permiso de Prospección se otorga por un plazo mínimo de 3 meses y un máximo de 24 meses, con una sola prórroga por un máximo de 12 meses y con reversión del 50% del área original al momento de otorgarse dicha prórroga56. La extensión máxima del área de cada permiso se establece en 100.000 hectáreas con un máximo de 200.000 hectáreas en caso de otorgarme más de un permiso57. Previo al otorgamiento del Permiso de Prospección, se deben verificar, tales como, la inexistencia de coincidencia del área con otros derechos mineros previamente otorgados, no ser un área de reserva minera, etc.58 . (b.ii) El Permiso de Exploración: El titular del Permiso de Prospección tiene prioridad para el otorgamiento de un Permiso de Exploración59. La extensión máxima del área por permiso es de 1000 hectáreas y de 2000 hectáreas en caso de otorgarse más de un permiso a una misma persona60. El plazo es de 2 años, prorrogable dos veces por períodos anuales, debiéndose revertir en cada prorroga el 50% del área original y remanente, respectivamente61. Se debe iniciar la exploración dentro de los 6 meses de notificado el otorgamiento del permiso (salvo interrupción autorizada)62 y se debe notificar dentro de los 60 días cualquier descubrimiento de minerales no comprendido en el permiso63. 4.3. Limitaciones al derecho de exploración. 4.3.1. Argentina Entre otras limitaciones, el CMA prescribe que el explorador no puede esta- blecer una explotación formal, no hacer extracción de minerales, antes de la concesión legal64. 4.3.2. Bolivia Conforme al Código de Minería en vigencia, el concesionario minero no podrá realizar actividades mineras de exploración y explotación en: a) Ciudades, poblaciones, cementerios y construcciones públicas o privadas; b) La proximidad de caminos, canales, lagos, embalses, ductos, vías férreas, líneas de transmisión de energía y comunicaciones, hasta una distancia de cien metros; c) La vecindad de los monumentos históricos y arqueológicos declarados por ley, así como de los aeropuertos, y de los cuarteles e instalaciones militares, hasta una distancia de mil metros65. Además los concesionarios y quienes realicen actividades mineras están obligados a ejecutar sus trabajos protegiendo el medio ambiente y obligados a cuidar de la vida y salud de sus trabajadores66. 4.3.3. Chile Los derechos que emanan de la concesión de exploración tienen las siguientes limitaciones: a) Se deberá indemnizar los perjuicios que se causen como motivo de la exploración; b) Se deberá contar siempre con los permisos del dueño del suelo; c) Se deberán obtener los permisos de las autoridades; d) Se deberán respetar siempre las normas sobre policía y seguridad mineros; e) Sólo se podrá 49. Art. 35 (CMCH) 50. Art. 34 (CMCH) 51. Art. 112 (CMCH) 52. Art. 79(a), CMU. 53. Arts. 82 y 83 (CMU). 54. Art. 78 (CMU) 55. El CMU en su Art. 62(b), establece para los yacimientos de II clase los siguiente: “Un acuerdo contractual regulará las condiciones particulares del goce, en el marco de condiciones legales básicas de estipulación necesaria”. 56. Art. 87, CMU (conf. modificaciones Ley 17.930 de 19 de diciembre de 2005) 57. Art. 87, §2 (CMU) 58. Art. 88 (CMU) 59. Art. 93(a), CMU. 60Art. 94, §1, CMU. 61. Art. 94, §§2-3, CMU. 62. Art. 96(1), CMU. 63. Art. 96(3), CMU. 64. Art. 40 (CMA) 65. Art. 44 (CMB). 66. Arts. 45 y 43 (CMB). 9 manifestar una pertenencia dentro de los límites de aquella. 4.3.4. Uruguay EL CMU establece que el titular del Permiso de Exploración no puede establecer una explotación formal, pero si solicitar a la autoridad competente la realización de experiencias preparatorias, las cuales deberán ser realizadas conforme lo establezca dicha autoridad67. Bajo el CMU, el Poder Ejecutivo pude establecer una reserva minera un área o yacimiento determinado, suspendiendo así la exploración en tales áreas o yacimiento. Por el cateo (exploración) se debe pagar al Estado un canon por una sola vez, al presentar la solicitud. Su importe es de AR$ 400 por unidad de medida de 500 Ha. o fracción. En el caso de Socavones68, el canon asciende a AR$ 40 por año, además del que corresponda por cada pertenencia de mina nueva o abandonada que el concesionario adquiera según el art. 133 y 134. El caso de exploración por socavón en terreno franco (Art. 135, CMA) es canon de exploración es de AR$ 200 por cada 100 m2 de superficie de exploración por año. Los trabajos de investigación desde aeronaves (Art. 31, CMA) abonan AR$ 1 por km2. 4.4.2. Bolivia El pago de patente minera o canon de superficie, cuyo monto es determina- 4.4.3. Chile Se pagará, por una sola vez, por cada pedimento una tasa a beneficio fiscal, expresada en centésimos de unidad tributaria mensual. El monto de la tasa, por cada hectárea completa pedida en concesión de exploración, será: a) medio centésimo, si la superficie total pedida no excede de trescientas hectáreas; b) dos centésimos, si esa superficie excede de trescientas hectáreas; c) tres centésimos, si dicha superficie excede mil quinientas y no sobrepasa tres mil hectáreas; d) cuatro centésimos, si esa superficie excede de tres mil hectáreas.70 4.4.4. Uruguay Los derechos de prospección y de exploración se encuentran gravados de la siguiente forma: (1) Derecho de prospección. El titular de un permiso de prospección abonará UR$ 139,18 (ciento treinta y nueve con 18/100 pesos uruguayos) por cada 100 hectáreas o fracción comprendidas en el área de prospección, por una sola vez y por el plazo principal. Por la prórroga, abonará UR$ 278,36 (doscientos setenta y ocho con 36/100 pesos uruguayos) por cada 100 hectáreas o fracción, comprendidas en el área de prospección remanente. El importe debe ser abonado al ser notificado el interesado del otorgamiento del título o su prórroga. Las cantidades indicadas corresponden a julio de 1998 y varían mensualmente en función del IPC. (2) Derecho de Exploración. El titular del permiso de exploración abona por hectárea o fracción objeto de la exploración un “Canon de Superficie” fijado de la siguiente manera: (i) Por el primer año: $ 242,67 (doscientos cuarenta y dos con 67/100 pesos uruguayos), por hectárea o fracción. (ii) Por el segundo año: $ 487,89 (cuatrocientos ochenta y siete con 89/100 pesos uruguayos), por hectárea o fracción. (iii) Por el tercero y cada año subsiguiente: $ 731,73 (setecientos treinta y uno con 73/100 pesos uruguayos) por hectárea o fracción. Las cantidades indicadas corresponden a julio de 1998 y varían mensualmente en función del IPC.) 5. Modo de Adquisición de las Minas. 5.1.1. Argentina. Las minas se adquieren mediante la concesión legal otorgada por autoridad competente. A su vez, pueden ser objeto de concesión: (i) Los descubrimientos71, (ii) las minas caducas o vacantes, (iii) las ampliaciones de pertenecía (iv) la mejora de pertenencias72, (v) las demasías73, (vi) los socavones74 y (v) los establecimientos fijos75. La extensión de terreno dentro de cuyos límites puede el minero explotar su propiedad se conoce como pertenecía76. 67. Art. 97 (CMU). 68. Arts. 124, 128, 129 y 135, CMA 69. Arts. 48 y 50 CMB). 70. Art. 51 (CMCH). 71. “Hay descubrimiento cuando, mediante una exploración autorizada o a consecuencia de un accidente cualquiera, se encuentra un criadero antes no registrado” (Art. 45, CMA). 72. “El minero puede pedir el cambio parcial del perímetro de su pertenencia en cualquier dirección de sus líneas confinantes, habiendo terreno franco. Este cambio constituye la mejora” (Art. 114, CMA). 73. El Art. 116 (CMA) define a la demasía como: “(…) es el terreno sobrante entre dos (2) o más minas demarcadas, en el cual no puede formarse una pertenencia”. La demasía se encuentra regulada por los Arts. 116-123, CMA. 74. “El socavonero goza de los privilegios de descubridor en los criaderos nuevos que siguiendo su labor, encuentre en terreno vacante” (Art. 133, CMA). El instituto de socavón se encuentra regulado por los Arts. 124 a 137 de CMA. 75. En virtud del Art. 186 (CMA) “Cualquiera puede solicitar una pertenencia para el uso exclusivo de las sustancias de aprovechamiento común”, conforme a lo establecido en los Arts. 187 a 196 del CMA. 76. Pigretti, Eduardo A., “Manual de derecho Minero”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1996, 3º Ed., corregida y aumentada, pág. 46. (en adelante, “DERECHO MINERO PIGRETTI”) Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 4.4. Canon de Exploración 4.4.1. Argentina do por el Poder Ejecutivo de acuerdo a la variación del tipo de cambio oficial del dólar norteamericano; es realizado por el concesionario minero al Estado, en relación al número de cuadrículas en forma progresiva y diferenciada en base al tiempo de antigüedad del otorgamiento de la concesión.69 10 Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada El descubridor se encuentra obligado, bajo sanción de caducidad, a (i) realizar la labor legal77dentro de los términos fijados78; (ii) pedir mesura dentro de los 30 días realizados la labor legal. El descubrimiento y su manifestación (”manifestación de descubrimiento”) deben ser presentados ante el escribano de minas que certifica sobre la existencia de otros pedimentos79; en dicha oportunidad, acompaña un plano de la región a conceder, con las pertenecías existentes (“Registro Grafico)80. Luego, la autoridad competente lo registra81 y publica82. La explotación debe emprenderse luego del registro del descubrimiento, siempre y cuando no existan reclamaciones ni pleitos referentes a la mina o al terreno que debe ocupar83. 5.1.2. Bolivia. Ver punto 4.1.2 5.1.3. Chile. Las concesiones mineras se constituirán por resolución de los tribunales ordinarios de justicia, en procedimiento seguido ante ellos y sin intervención decisoria alguna o de otra autoridad o persona. Se tendrá por descubridor a la persona que primero inicie el trámite de constitución de una concesión minera respecto de una extensión territorial no amparada por una concesión minera vigente . El titular de una concesión minera judicialmente constituida tiene sobre ella derecho de propiedad, protegido por la garantía del número 24º del artículo 19 de la Constitución Política85. 5.1.4. Uruguay. El CMU otorga derechos al descubridor en el caso de los yacimientos Clase III (Minerales Metálicos o No metálicos u otros con usos industriales86) 6. Derecho de Explotación 6.1. Propiedad Minera 6.1.1. Argentina La propiedad particular de las minas se establece por la concesión legal87. La propiedad minera es una propiedad distinta a la de la superficie en que se encuentra, que se rige por los mismo principios de la propiedad civil, salvo en aquellas cuestiones expresamente reglada por el CMA. La doctrina más autorizada, entiende que la propiedad minera es susceptible de ser transferible por cualquiera de los modos del derecho (venta, donación, permuta, etc.), sin que medie intervención del Estado88. Asimismo, se establece que las minas son inmuebles89. La propiedad de las minas es indivisible90. 6.1.2. Bolivia Ver punto 4.1.2 6.1.3. Chile El concesionario de explotación tiene derecho exclusivo a: a) Explorar y explotar libremente las minas sobre las cuales recae su concesión y a realizar todas las acciones que conduzcan a esos objetivos, salvo la observancia de los reglamentos de policía y seguridad y lo dispuesto en los artículos 7 y 8; b) A hacerse dueño de todas las sustancias minerales que extraiga y que sean concesibles a la fecha de quedar judicialmente constituida, comprendidas dentro de los límites de su concesión; c) A ser indemnizado, en caso de expropiación de la concesión, por el daño patrimonial que efectivamente se le haya causado, que consiste en el valor comercial de las facultades de iniciar y continuar la extracción y apropiación de las sustancias que son objeto de la concesión91. 6.1.4. Uruguay El CMU establece la concesión para explotar crea un derecho que puede ser objeto de todos los actos y gravámenes correspondientes a los bienes inmuebles, salvo aquellos expresamente prohibidos por dicho código, debiendo dichos actos y gravámenes deberán ser inscriptos en el Registro General de Minería, además de las inscripciones impuestas por la legislación común92. Se establece la posibilidad de embargo del derecho de explotación, debiéndose para su ejecución seguirse el procedimiento de subasta establecido por el Código de Procedimiento Civil, quedando el comprador sujeto a las condiciones 77. La labor legal es la “(…) diligencia, excavación, ahonde que debe realizar el minero por obligación impuesta por la ley, con la finalidad de poner de manifiesto en su totalidad el yacimiento y poder estimar su inclinación, grueso, existencia del mineral y clase de éste, de modo de poder solicitar luego con precisión las pertenecías que fueran más convenientes para una explotación económica y adecuada” (DERECHO MINERO PIGRETTI, pág. 56) 78. “La labor legal puede ser sólo uno, si las demás pertenecías son contiguas y cualquier medio idóneo permita presumir con base científica, la continuidad del criadero” (DERECHO MINERO PRIGRETTI, pág. 52). 79. Arts. 47 y 48, CMA. 80. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 82. 81. Arts. 50, 51 y 52, CMA. 82. Arts. 53, CMA. 83. Art. 54, CMA. 84. Art. 5 (LOCCM) 85. Art. 6 (LOCCM). 86. “Comprende todos los yacimientos de sustancias minerales, metálicas y no metálicas, no incluidos en otras clases. Comprende también, aquellos yacimientos originarios de la Clase IV, si la sustancia mineral de los mismos se utiliza en forma preponderante como materia prima de una industria o deban someterse a una modalidad determinada de explotación para el mejor aprovechamiento económico de la mina (Art. 7, CMU). 87. Art. 10, CMA. 88. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 27. 89. Art. 12, CMA. 90. Art. 14, CMA. 91. Art. 11 (LOCCM) 92. Art. 16, CMU. 11 impuestas al concesionario93. 6.2. Concesión En la mayoría de las legislaciones latinoamericanas de tradición jurídica hispanoamericana, la concesión legal es exclusivamente obra de la ley (es concesionario es designado de antemano por la ley) y las condiciones para su mantenimiento se encuentran preestablecidas en dicha ley u código94. 6.2.1. Argentina La perpetuidad de la concesión se encuentra sujeta a un conjunto de obligaciones o de requisitos que el CMA exige al minero, bajo pena de caducidad de la concesión (es decir, su propiedad)101. Este conjunto de condiciones bajo las cuales se otorga la concesión se conoce como 6.2.2. Bolivia La sentencia constitucional No. 032/2006, declara inconstitucionales los artículos, 4, 6, 8, 68; 69; 72; 74 y 75 del Código de Minería (Ley 1777), por violatorias a los Arts. 136, 137, 138 de la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE). Se ha establecido que todas las concesiones deberán trasladarse en el plazo de un año, a la modalidad de contrato a partir de la vigencia de la presente NCPE. (Disposición Transitoria 8º, inc. III). El Contrato Minero es un acuerdo o convenio voluntario entre la entidad pública en representación del Pueblo Boliviano, propietario de los Recursos Naturales, con un operador minero, teniendo por objeto la prospección, exploración, explotación, recuperación, comercialización y/o industrialización de minerales y/o metales, con participación del Estado y regulado por Ley. 6.2.3. Chile El procedimiento de constitución de la concesión minera se inicia con un escrito que para la concesión de explotación se denomina manifestación105. Desde el momento de la inscripción de la manifestación su titular podrá efectuar todos los trabajos necesarios para reconocer la mina y para construir la pertenencia. Si con motivo de esos trabajos necesita arrancar sustancias concesibles, se hará dueño de ellas. La concesión se constituye por resolución judicial dictada en un procedimiento no contencioso. Tendrá preferencia para constituir la pertenencia quien primero presente la manifestación. Al titular de la manifestación que primero haya sido presentada, o de la manifestación que se tenga por presentada primero, se le presumirá descubridor, salvo que haya habido fuerza o dolo106. La concesión de explotación tendrá una duración indefinida107. La concesión minera es un derecho real e inmueble; distinto e independiente del dominio del predio superficial, aunque tengan un mismo dueño; oponible al Estado y a cualquier persona; transferible y transmisible; susceptible de hipoteca y otros derechos reales y, en general, de todo acto o contrato; y que se rige por las mismas leyes civiles que los demás inmuebles, salvo que contraríen disposiciones de la ley orgánica constitucional o del CMCH.108 93. Art. 17, CMU. 94. Catalano, Edmundo F., “Código de Minería Comentado”, Ed. Zavalía, Buenos Aires, 1997, pág. 76. (en adelante, “CODIGO COMENTADO CATALANO”) 95. KROM comenta:”(…) En consecuencia [del Art. 10, CMA], una mina puede ser transferida, arrendada, hipotecada o rentada como la propiedad común” y que la concesión “(…) como sinónimo de propiedad, posee los caracteres de utilidad pública, inexpropiabilidad, de tiempo ilimitado y de bien inmueble” (KROM, pág. 152). 96. PIGRETTI comenta que: “(…) respaldado por los artículo 10, 11, 12 y 244 del Código de Minería, existe un verdadero derecho de propiedad sobre sustancias mineras que el Estado otorga a quien la spone de manifiesta” (CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 26) 97. Art. 18, CMA. 98. KROM, pág. 151-152. 99. Art. 16, CMA. 100. Arts. 28, 45 y 60, CMA. 101. KROM, pág. 221. 102. Arts. 66 y 219, §1, CMA. 103. Las condiciones del amparo se encuentran establecidas en los Arts. 216, 218, 225 y ss. (CMA). 104. Art. 43, CMA. 105. Art. 35 (CMCH). 106. Art. 41 (CMCH). 107. Art. 17 (LOCCM). 108. Art. 2 (CMCH) Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada La concesión es a título personal, es transferible95, crea un derecho real sobre la mina96, es por tiempo ilimitado97, no es revocable (salvo por incumplimiento de las condiciones de amparo o conservación de la propiedad) y trata sobre un bien de dominio privado del Estado98. Las minas sólo pueden ser expropiadas por causa de utilidad pública de un orden superior a la que protege la minería99. El CMA adopta irrestrictamente el principio del primer solicitante, es decir, el de prioridad temporal en la petición100. Amparo. Una vez otorgada la concesión y vencido el plazo de oposición previsto por la ley102, ésta se torna irrevocable y goce del derecho de propiedad protegido por el Art. 17 de la CNA, mientras se cumplan las mencionadas condiciones de amparo establecidas por el CMA103. Incluso, el dueño del suelo (superficie) no puede ni aún con autorización de la autoridad, realizar ningún tipo de trabajo minero dentro del perímetro de una concesión104. 12 6.2.4. Uruguay El plazo máximo de una concesión es de 30 años, sea para cualquier tipo de yacimiento susceptible de concesión. En el caso de Yacimientos Clase II, la concesión pude ser prorrogada sucesivamente por plazos de 10 años109. En el caso de Yacimientos Clase III, la concesión puede ser objeto de sucesivas prorrogada de 15 años, mientras la mina sea susceptible de explotación110. 6.3. Amparo de los derechos mineros Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 6.3.1. Argentina Amparo es el cumplimiento de las condiciones para mantener la propiedad minera en el patrimonio del concesionario. Las condiciones de amparo son tres: (1) Pago del canon minero. En lo referente al canon de explotación ver punto correspondiente; (2) Inversión Mínima de Capital111. El concesionario debe realizar una inversión en activos fijos para la explotación de la mina no inferior a trescientas veces el valor del canon anual que corresponda abonar a la concesión. La inversión debe encontrarse cumplida en el término de cinco años (en los dos primeros debe invertirse el 20 % cada año; el remanente se invertirá en los tres años restantes). Caduca la concesión si dicha inversión no se realiza en los términos establecidos. (3) Reactivación de la mina paralizada durante más de cuatro años, cuando ello fuere exigido por la autoridad minera112. Si los trabajos de exploración o explotación de la mina se suspenden por más de 109. Art. 79(b), CMU. 110. Art. 103, §2 (CMU). 111. Art. 217, CMA. 112. CÓDIGO MINERO CATALANO, pág. 323. 113. Art. 42 (CMB). 114. Art. 12 (LOCCM) 115. Art. 142 (CMCH) 116. Art. 142, §2 (CMCH). 117. Art. 21, II, (c), ,inc. 1 y 4 (CMU). 118. CÓDIGO MINERO CATALANO, pág. 324. 119. Art. 216, CMA 120. Art. 216, in fine (CMA). 121. CÓDIGO MINERO CATALANO, pág. 328. cuatro años continuos la autoridad minera puede requerir al concesionario un plan de activación o reactivación que deberá ser cumplido en el término de cinco años. La falta de presentación del plan o su incumplimiento produce la caducidad de la concesión. 6.3.2. Bolivia En lo que debe ser considerado como uno de los cambios más destacados del Código de Minería actual para garantizar los derechos concesionarios mineros, está el haber concedido la facultad de conocer y otorgar Amparo Administrativo a los Superintendentes de Minas.113 6.3.3. Chile El régimen de amparo se encuentra regulado en el inciso séptimo del número 24º del artículo 19 de la Constitución Política, y consiste en el pago anual y anticipado de una patente a beneficio fiscal, en la forma y por el monto que determine el Código de Minería114. La concesión minera debe ser amparada mediante el pago de una patente anual cuyo monto será equivalente a un décimo de unidad tributaria mensual por cada hectárea completa, si es explotación; y de un quincuagésimo de dicha unidad por la misma extensión, si es de exploración115. Por la o las pertenencias en explotación, sean propias o arrendadas, que trabajen los pequeños mineros y los mineros artesanales se pagará una patente anual de un diezmilésimo de unidad tributaria mensual por hectá- rea completa116. 6.3.4. Uruguay Principalmente, las condiciones de amparo de la concesión son dos: (1) pago del Canon de Superficie o del Canon de producción y (2) producción activa de la mina117. Sin embargo, se establece varias causales de caducidad de la concesión (ver punto 6.5.4). 6.4. Canon de Explotación 6.4.1. Argentina El canon de explotación es la contribución anual que hace el minero al estado concedente (nacional o provincial) para mantener en vigencia la concesión y no reviste carácter de impuesto118. El pago del canon de explotación se encuentra dividido en dos semestres de igual monto, que vencen cada una 30 de junio y 31 de diciembre de cada año, contándose toda fracción de semestre como semestre completo119. Ante la falta de pago de una anualidad del canon y una vez transcurridos dos meses, la autoridad minera íntima el pago en cuarenta y cinco días. Si el concesionario no lo abona caduca su derecho120. Los titulares de contratos inscriptos que afecten la concesión (ej.: hipoteca, arrendamiento) podrán rescatar la concesión caduca pagando el canon adeudado. Los montos del canon son percibidos por las respectivas provincias. Los montos del canon solo puede ser modificados por ley de Congreso y las Provincias no pueden disponer de moratorias ni regímenes de pago diferentes a los que fija el Código121. 13 Actualmente, dicho monto se ha fijado por la Ley Nº 24.224 de Reordenamiento Minero y se determina conforme a la categoría de minas. En términos generales, los montos son: (i) 1era Categoría: AR$80 anuales por pertenencia; (ii) Las minerales diseminados abonan AR$800 por pertenencia; (iii) 2da categoría $ 40. El descubridor está exento del pago del canon por tres años a partir del registro de la mina. 6.4.2. Bolivia Se pagará, por una sola vez, por cada manifestación una tasa a beneficio fiscal, expresada en centésimos de unidad tributaria mensual. El monto de la tasa, por cada hectárea completa pedida en concesión de explotación, será: a) un centésimo, si la superficie total manifestada no excede de cien hectáreas; b) dos centésimos, si esa superficie excede de ciento y no sobrepasa trescientas hectáreas; c) cuatro centésimos, si dicha superficie excede de trescientas y no sobrepasa seiscientas mil hectáreas; d) cinco centésimos, si esa superficie excede de seiscientas hectáreas.123 6.4.4. Uruguay El titular de un derecho minero de explotación abona desde el momento en que toma posesión de la concesión un Canon de producción, de abonado dentro de los diez días hábiles siguientes a la notificación que realice la Administración. (v) Si la producción efectiva fuera inferior al mínimo programado, el Canon quedará consolidado para el semestre respectivo sobre el mínimo del programa. Los inicios de los períodos semestrales son fijados reglamentariamente. 6.5. Caducidad de la Concesiones 6.5.1. Argentina La concesión de la mina caduca cuando: (a) Cuando las Inversiones Mínimas de Capital, no tuvieren el destino previsto establecido por el CMA; (b) Cuando las Inversiones Mínimas de Capital Inversiones Mínimas de Capital fueren inferiores a una suma igual a quinientas (500) veces el canon anual que le corresponda a la mina de acuerdo con su categoría y con el número de pertenencias. (c) Por falta de presentación de la estimación de inversiones minímas. (d) Por falta de presentación de las declaraciones juradas exigidas. Previamente a la declaración de caducidad por éstas causales, la autoridad minera debe intimar por 30 días a que el minero salve el error o la omisión. También, la caducidad de la concesión podrá ser declarada por: (a) Por falsedad en tales declaraciones. (b) Por no realización de las inversiones proyectadas. (c) Por introducción de modificaciones por parte del concesionario a las inversiones estimadas sin aviso previo, reduciendo el monto de las mismas. (d) Por reducción del monto de las inversiones proyectadas por desafectación de los bienes comprendidos en dichas inversiones. En éstas causales, la autoridad minera dará previa vista de lo actuado al concesionario por 15 días para su defensa.125 122. Art. 50 (CMB). 123. Art. 51 (CMCH). 124. El Art. 45 del CMU establece que el valor del canon de explotación se calcula por el promedio ponderado de los precios que el producto bruto tenga el último semestre transcurrido y en las plazas principales de comercialización, deducido el costo del transporte. Además, establece que si el producto bruto extraído no se comercializa en esas condiciones sino después de sufrir un proceso de elaboración o transformación, se optará por el promedio ponderado de los precios de este producto resultante, en el último semestre transcurrido y en las plazas principales de comercialización, deduciendo en este caso, además del costo de transporte, el costo de elaboración o transformación sufrida, para llegar al valor del producto bruto. 125. “Los recursos contra las declaraciones de caducidad se concederán con efecto suspensivo. (Art. 218, in fine, CMA). Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada El pago de patente minera o canon de superficie, cuyo monto es determinado por el Poder Ejecutivo de acuerdo a la variación del tipo de cambio oficial del dólar norteamericano; es realizado por el concesionario minero al Estado, en relación al número de cuadrículas en forma progresiva y diferenciada en base al tiempo de antigüedad del otorgamiento de la concesión.122 6.4.3. Chile acuerdo con las siguientes reglas: (i) Es un porcentaje del valor del producto bruto extraído de la mina, antes de sufrir cualquier proceso de beneficio o transformación de sus componentes124. (ii) El porcentaje del Canon de Producción se fija según el tipo de yacimiento, a saber: (ii.a) Para los yacimientos de la Clase III: a.1) Para los primeros cinco años de explotación: 5%. Este porcentaje se compone de un 2% de Canon estatal y un 3% de participación para el propietario del predio superficial. a.2) Para los años siguientes será del 8%, que se compone de: 3% de Canon estatal y un 5% de participación del propietario del predio superficial. (ii.b) Para los yacimientos de la Clase IV. El Canon de producción será desde el comienzo de la explotación de 10%. Este porcentaje se compone: un 5% de Canon estatal y un 5% de participación para el propietario del predio superficial. (iii) El Canon de producción se abonará íntegramente a los organismos de recaudación estatales, abonando la Administración la participación que corresponda al superficiario dentro de los treinta días hábiles de percibido. Si fueran varios los propietarios de los predios superficiales correspondientes al yacimiento, la participación se distribuirá a prorrata de acuerdo con la extensión que abarque el área de la concesión minera en los distintos inmuebles. (iv) El Canon de producción se pagará según las siguientes reglas: (iv.a) Por semestre vencido y dentro de los diez días hábiles siguientes al vencimiento. El porcentaje correspondiente será calculado sobre la producción mínima del programa de producción aprobado. (iv.b)Cada dos semestres vencidos, y sin perjuicio del pago sobre la producción mínima, se efectuará la reliquidación correspondiente sobre la producción efectivamente obtenido. El pago del saldo del Canon, que resulte por reliquidación, deberá ser 14 En ningún caso de caducidad, el concesionario podrá reclamar indemnización alguna por las obras que hubiere ejecutado en la mina, pero tendrá derecho a retirar con intervención de la autoridad minera, los equipos, máquinas, herramientas y demás bienes destinados a la explotación y al tratamiento y beneficio de los productos, que pudieren separarse sin perjudicar a la mina, así como también el mineral ya extraído que se encontrare en depósito. No podrá usarse de este derecho si existieren acreedores hipotecarios o privilegiados126. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 6.5.2. Bolivia Las concesiones mineras caducan únicamente cuando la patente anual no es pagada en el plazo máximo, por imperio de la ley, como lo establece el Código de Minería.127 6.5.3. Chile Caducará la concesión minera si la inscripción de la sentencia constitutiva no es requerida dentro del plazo establecido en el artículo 89 del CMCH128. La concesión de exploración caducará, en el caso de que su titular establezca, por sí o por interpósita persona, explotación minera en ella o convenga con cualquier otra persona que efectúe dicha explotación.129 6.5.4. Uruguay La concesión minera caduca por: (a) La falta de pago de dos años continuos del Canon de superficie o del Canon de producción. (b) La cesión o arrendamiento del derecho minero sin ajustarse a las disposiciones del CMU. (c) La renuncia o abandono del derecho. (d) La falta de producción por seis meses continuos o por debajo del programa mínimo de producción por dos años continuos, si no existen las autorizaciones previas previstas por el CMU. (e) El incumplimiento reiterado de las obligaciones y cargas que impone este Código y los Reglamentos, previo apercibimiento. Producida las causales de caducidad de la concesión, ésta se produce de pleno derecho y el Poder Ejecutivo procederá a dictar el acto declarativo de la caducidad a efectos de su registro. 7. Derecho Tributario Minero 7.1. Regalías o Impuestos Específicos a la Minería 7.1.1. Argentina Las regalías constituyen un instituto minero en tanto reconocen como fundamento la propiedad del Estado Nacional o Provincial sobre el subsuelo. Su naturaleza financiera y jurídica ha planteado controversias. En 1993, el artículo 22 de la Ley Nº 24196 de Inversiones Mineras estableció que las provincias que adhieran al régimen y perciban regalías no podrán cobrar un porcentaje superior al 3% del valor en “boca de mina”. En 1995, se suscito un conflicto entre la provincia de Catamarca y la empresa explotadora del proyecto Bajo de la Alumbrera con relación a la definición del concepto "valor boca mina", que es la base de cálculo para la aplicación de las regalías mineras provinciales. En dicha oportunidad, la provincia pretendía aplicar el tributo sobre el valor del mineral exportado, mientras que la empresa pretendía deducir de ese valor todos los gastos incurridos con posterioridad a la extracción: los gastos y amortizaciones para el beneficio y transporte del mineral. La ex - Secretaría de Industria, Comercio y Minería intentó resolver la cuestión y establecer el procedimiento de cálculo mediante la Resolución Nº 56/1997, la cual fue rechazada por la provincia sosteniendo que la definición de la base imponible era competencia provincial. El conflicto fue de tal envergadura que, ante la afectación de las inversiones en el sector, en 1999 el Congreso Nacional debió intervenir y procedió dictando la Ley 25161 que incorporó el artículo 22 bis a la “Ley de inversiones Mineras”, el cual definió el valor en “boca de mina” de minerales y/o metales,. Dicho articulo, ha definido al “Valor de Boca de Mina” de la siguiente manera, a saber: “Se define el valor “boca mina” de los minerales y/o metales declarados por el productor minero, como el valor obtenido en la primera etapa de su comercialización, menos los costos directos y/u operativos necesarios para llevar el mineral de boca mina a dicha etapa, con excepción de los gastos y/o costos directos o indirectos inherentes al proceso de extracción. Los costos a deducir, según corresponda, serán: a.- Costos de transporte, flete y seguros hasta la entrega del producto logrado, menos los correspondientes al proceso de extracción del mineral hasta la boca mina. b.- Costos de trituración, molienda, beneficio y todo proceso de tratamiento que posibilite la venta del producto final, a que arribe la operación minera. c.- Costos de comercialización hasta la venta del producto logrado. d.- Costos de administración hasta la entrega del producto logrado, menos los correspondientes a la extracción. e.- Costos de fundición y refinación”130. 126. Art. 218, in fine, CMA 127. Art. 65 (CMB). 128. Art. 160 (CMCH) 129. Art. 115 (CMCH). 130. Artículo 22 (bis).- “Se considera “mineral boca mina”, al mineral extraído, transportado y/o acumulado previo a cualquier proceso de transformación. Se define el valor “boca mina” de los minerales y/o metales declarados por el productor minero, como el valor obtenido en la primera etapa de su comercialización, menos los costos directos y/u operativos necesarios para llevar el mineral de boca mina a dicha etapa, con excepción de los gastos y/o costos directos o indirectos inherentes al proceso de extracción. Los costos a deducir, según corresponda, serán: a.- Costos de transporte, flete y seguros hasta la entrega del producto logrado, menos los correspondientes al proceso de extracción del mineral hasta la boca mina. b.- Costos de trituración, molienda, beneficio y todo proceso de tratamiento que posibilite la venta del producto final, a que arribe la operación minera. c.- Costos de comercializa- 15 En la actualidad, salvo Chubut que ha establecido una regalía del 2% sobre el valor de “Boca de Mina”, el resto de las provincias perciben un valor del 3% sobre el valor de “Boca de Mina”. 7.1.2. Bolivia 7.1.3. Chile En enero de 2006, la actividad minera se encuentra sujeta a un impuesto adicional a los impuestos normales, denominado “Impuesto sobre la Renta Operacional de la Actividad Minera Metálica” (IRO) el cual es conocido como “Royalty Minero”. El Royalty Minero se aplica a la renta operacional del Explotador Minero, el cual es definido como toda persona natural o jurídica que extraiga sustancias minerales de carácter concesible y las venda en cualquier estado productivo en que se encuentren). La tasa del Royalty Minero se determina conforme al volumen de ventas anuales estimadas en TONELADAS METRICAS135. Así, los volúmenes de ventas: (i) superiores a 50.000 TONELADAS METRICAS de cobre fino pagan una tasa única de impuesto de 5%. (ii) superiores a 12.000 y iguales o menores de 50.000 TONELADAS METRICAS de cobre fino, pagan una tasa progresiva que varía entre 0,5% y 4,5%. (iii) iguales o inferiores a las 12.000 TONELADAS METRICAS de cobre fino no están afectados a este impuesto. Los ingresos de las actividades mineras minería se encuentran gravados con el Impuesto de Primera Categoría, cuya tasa actualmente es del 17%. 7.1.4. Uruguay No establece regalías ni pago de impuestos específicos a la actividad minera. 7.2. Régimen de Promoción Inversiones de 7.2.1. Argentina En Argentina, el régimen de promoción de inversiones mineras ha sido establecido por la Ley N° 24.196, la cual ha sido modificada por la LEY Nº 25.429 (LIM). Dicho régimen establece: (i) Estabilidad fiscal136 por 30 años, contados a partir de la fecha de presentación de su estudio de factibilidad137; (ii) Exención del pago de derechos de importación ni tasas de estadística por la importación de bienes de capital, equipos o insumos; (iii) Deducción de ganancias del 100 por ciento del monto invertido en determinar la factibilidad de un proyecto; (iv) Amortización en tres años de maquinaria, construcciones, vehículos e infraestructura, deducción de gastos de conservación del medio ambiente; (v) exención del pago de Ganancias por las utilidades derivadas del aporte de minas y derechos mineros para capitalizar sociedades; (vi) devolución de los créditos fiscales por IVA al año, (vii) Exención del pago del impuesto al cheque desde 2001 y de tasas municipales e impuestos a los sellos ción hasta la venta del producto logrado. d.- Costos de administración hasta la entrega del producto logrado, menos los correspondientes a la extracción. e.- Costos de fundición y refinación. Queda expresamente excluido de los costos a deducir, todo importe en concepto de amortizaciones. En todos los casos, si el valor tomado como base de cálculo del valor bocamina fuese inferior al valor de dicho producto en el mercado nacional o internacional, se aplicará este último como base de cálculo.” 131. “Artículo 25o. Las actividades mineras se clasifican en: a) Prospección y exploración; b) Explotación; c) Concentración; d) Fundición y refinación; e) Comercialización de minerales y metales. 132. “Se entiende por valor bruto de venta el monto que resulte de multiplicar el peso del contenido fino del mineral o metal por su cotización oficial en dólares corrientes de los Estados Unidos de América” (Art. 97, CMB). 133. Art. 99, CMB. 134. Oro 400 $us / onza troy; Plata 5.55 $us / onza troy; Zinc 0.53 $us / libra fina; Plomo 0.30 $us / libra fina; Estaño 2.90 $us / libra fina; Antimonio 2,802 $us / tonelada métrica; Wólfram 80 $us / unidad larga fina; Cobre 1.04 $us / libra fina; Bismuto 3.50 $us / libra fina; Hierro (Slabs o planchones) 340 $us / tonelada métrica 135. El valor de la tonelada métrica de cobre fino se determina de acuerdo con el valor promedio del ejercicio comercial respectivo registrado en la Bolsa de Metales de Londres. 136. El Art. 8 de la LIM, define a la “estabilidad fiscal” de la siguiente manera: “(1) Alcanza a todos los tributos, entendiéndose por tales los impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas, que tengan como sujetos pasivos a las empresas inscriptas, así como también a los derechos, aranceles u otros gravámenes a la importación o exportación. (2) Significa que las empresas que desarrollen actividades mineras en el marco del presente régimen de inversiones no podrán ver incrementada su carga tributaria total, considerada en forma separada en cada jurisdicción determinada al momento de la presentación del citado estudio de factibilidad, en los ámbitos nacional, provinciales y municipales, que adhieran y obren de acuerdo al artículo 4°, última parte de esta ley. (3) Comprende a los emprendimientos nuevos y a las unidades productoras existentes que incrementaren su capacidad productiva mediante un proyecto de ampliación. En este último caso en la forma y condiciones que establezca la autoridad de aplicación”. 137. ART. 8, LIM. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada La Ley 3787 de 24 de Noviembre de 2007 (modificatoria del CMB), establece quienes realicen las actividades mineras indicadas en el Artículo 25 del CMB131, están sujetos al pago de una Regalía Minera (RM) conforme a lo establecido en el presente título. La base de cálculo de la Regalía Minera es el valor bruto de venta132. La RM se liquidará y pagará aplicando la alícuota correspondiente, en cada operación de venta o exportación realizada133. La Regalía Minera puede ser acreditada contra el Impuesto sobre las Utilidades de las Empresas (IUE) sólo cuando la cotización oficial de cada metal o mineral al momento de liquidar la RM sea inferior a los precios mínimos fijados por en el Art. 101 (CMB)134. En los casos en que las cotizaciones sean iguales o superiores a los mínimos fijados, la RM no será acreditable contra el IUE, debiendo pagarse ambos de forma independiente. El monto de la RM pagado efectivamente será considerado como gasto deducible en la determinación de la base imponible del IUE, únicamente en las gestione fiscales en que se produzca la desacreditación. El sujeto pasivo del TUE tomará como crédito fiscal el pago efectivo de la RM, cuando se haya liquidado a precios inferiores a los fijados en el Art. 101 del CMB. 16 (las provincias y municipios deben adherir a la ley). Las provincias han adherido al régimen de la LIM. A nivel provincial existen los siguientes regímenes promocionales para la minería, por ejemplo, Ley de Promoción Minera Provincial Nº 6.026/82 (Salta), Ley de Promoción Minera Provincial Nº 4007 y su Decreto Reglamentario Nº 1451/86 (Catamarca). 7.2.2. Bolivia No existe Ley de Promoción Minera o Inversiones Mineras. Ley Nº 1182 de 17 de Septiembre de 1990 (Ley de Inversiones). Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 7.2.3. Chile La inversión extranjera se encuentra regulada por el Decreto Ley Nº 600 del Estatuto de la Inversión Extranjera (DL 600). Es un contrato ley, entre el Estado y el Inversor Extranjero. El DL 600 establece una Invariabilidad Tributaria de una Tasa del 42% como carga impositiva efectiva total a la renta. Las inversiones no inferiores a US$ 50 millones, que tengan por objeto proyectos industriales o extractivos, incluyendo los mineros, pueden solicitar un plazo límite de hasta ocho años para materializar sus aportes, cuando la naturaleza del proyecto así lo requiera138. En el caso de proyectos mineros, si se requieren exploraciones previas, el Comité de Inversiones Extranjeras está facultado para extender dicho plazo hasta por un período de doce años139. El DL 600 fue modificado en el año 2005 por la Ley 20.026, con el fin de otorgar nuevos derechos durante un máximo de 15 años para las inversiones mayores a US$ 50.000.000 destinadas a proyectos mineros140. El inversionista también puede optar por abandonar el régimen especial del DL 600 y, en consecuencia, pagar el Impuesto Adicional de la Ley 20.026, pero una vez ejercida esta opción no puede volver atrás. 7.2.4. Uruguay En Uruguay, el régimen la promoción y protección de inversiones se encuentra establecido en la Ley Nacional Nº Ley 16.906 de 7 de enero de 1998. Recientemente, en noviembre de 2007, el Poder Ejecutivo Uruguayo dictó el Decreto Nº 455/007 por el cual se reglamentó el régimen de promoción y protección de inversiones establecida por el Ley 16.906 de 7 de enero de 1998. 8. Derecho Ambiental Comparado 8.1. Argentina Las obligaciones ambientales mineras vigentes en la República Argentina receptan y complementan los principios contenidos en el Art.41 de su Constitución Nacional, implementando un régimen jurídico de prevención y protección a favor del medio ambiente. Este Marco Ambiental Minero Preventivo está compuesto por: (1) los Arts. 41 y 43 de su Constitución Nacional; (2) el Título complementario Nº XIII de la Sección Segunda de su Código de Minería de la Nación ( Ley Nacional Nº 24.585); (3) las Normas Complementarias y Presupuestos Mínimos aprobadas por el Consejo Federal de Minería el 16 de Agosto de 1996 mediante el Acta suscripta en la ciudad de San Carlos de Bariloche; (4) los Decretos Provinciales estableciendo la Autoridad de Aplicación local de la Ley Nacional 24.585; (5) los Decretos Provinciales de implementación de la Normativa Complementaria y (6) las Resoluciones provinciales de implementación del procedimiento administrativo interno. A su vez, el marco Institucional está formado por las Autoridades de Aplicación de la Ley Nacional Nº 24.585, con la asistencia técnica de las Unidades de Gestión Ambiental Mineras Provinciales y la Subsecretaria de Minería de la Nación. En el orden administrativo, por la aplicación efectiva de la Ley Nacional Nº 24.585, se establecen los siguientes instrumentos de gestión ambiental: los Informes de Impacto Ambiental, de presentación obligatoria por parte de los titulares de actividades mineras en forma previa al inicio de las operaciones y la Declaración de Impacto Ambiental que emite la Autoridad en aprobación de dicho informe. Las actividades y sujetos comprendidos en la Ley Nacional Nº 24.585 son las enumeradas en el Art. 4 de la Ley Nacional Nº 24.196 de Inversiones Mineras e incluyen las referentes al cierre de las Minas Las Normas Complementarias y Presupuestos Mínimos están conformadas por un cuerpo de 29 artículos y cuatro Anexos que fijan los requisitos técnicos mínimos que debe contener un Informe Ambiental. También, al respecto, deben ser consideradas las medidas preventivas, los límites de emisión y exposición y los controles que obliga a realizar el Decreto Nacional Nº 249/07 referido a la Seguridad e Higiene en la Minería. 8.2. Bolivia La Ley Nacional del Medio Ambiente N° 1.333 es el eje fundamental de la política ambiental nacional de la República de Bolivia, estableciendo una serie principios para la protección del medio ambiente en su conjunto. De esta disposición legal se desprenden seis Reglamentos aprobados mediante el Decreto Supremo 24176: 1) el Reglamento General de Gestión Ambiental, 2) el Reglamento de 138. Art. 11 bis (DL600) 139. Información sobre Inversiones Extranjeras en chile, ver: http://www.camacoes.cl/inversion/cl/pagina2.asp 140. Aquellas empresas que adhieran al régimen de la Ley 20.026, tienen los siguientes derechos: (i) Mantener invariables las normas legales vigentes a la fecha de suscripción del respectivo contrato en lo relativo al Impuesto Específico a la Actividad Minera. En consecuencia, no se verán afectados por el alza de la tasa, la ampliación de la base de cálculo o cualquier otra modificación que se introduzca y que haga directamente más gravoso el Impuesto Específico a la Actividad Minera. (ii) No estarán afectos a cualquier nuevo tributo, incluidas las regalías, cánones o cargas similares, específico para la actividad minera, que se establezcan luego de la fecha de suscripción del contrato de inversión extranjera respectivo, que tenga como base o considere en la determinación de su base o monto los ingresos por actividades mineras o las inversiones o los bienes o derechos utilizados en actividades mineras.(iii) Invariabilidad en los montos o forma de cálculo para las patentes de exploración mineras y las patentes de explotación mineras vigentes a la fecha de suscripción del contrato de inversión extranjera, y que las haga más gravosas. 17 Prevención y Control Ambiental, 3) el Reglamento en Materia de Contaminación Hídrica, 4) el Reglamento en Materia de Contaminación Atmosférica, 5) el Reglamento para Manejo de Sustancias Peligrosas, y 6) el Reglamento de Gestión de Residuos Sólidos En el año 1997 se promulga el nuevo Código de Minería en Bolivia, el cual incorpora criterios novedosos de gestión ambiental, acordes con la realidad de este sector productivo, entre los que cabe mencionar: Todos estos aspectos ambientales del Código de Minería fueron, a su vez, reglamentados mediante el dictado del Decreto Supremo 24.782 denominado Reglamento Ambiental para Actividades Mineras que regula las disposiciones del Capítulo Ambiental del Código de Minería y por los reglamentos de la Ley del Medio Ambiente, completando de esta manera las disposiciones aplicables al sector minero. Este Reglamento Ambiental para Actividades Mineras señala en forma expresa la necesidad de una gestión ambiental integral en la minería desde su inicio, esto es, desde la fase de exploración, hasta el cierre y abandono de las actividades mineras. 8.3. Chile El Marco Ambiental General de la A nivel administrativo la Ley Nacional Nº 19.300 establece una serie de instrumentos para la gestión ambiental, tales como las definiciones básicas del léxico ambiental, el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y los Planes de Descontaminación. Además de un sistema de participación ciudadana, que resulta clave en la resolución de los Estudios de Impacto Ambiental que fueran presentados. En definitiva, la Ley Nacional Nº 19.300 establece un conjunto de disposiciones y definiciones legales, los instrumentos de gestión ambiental, la responsabilidad en materia ambiental, la fiscalización, el fondo de protección ambiental y la creación de la institucionalidad estatal que tiene a su cargo el tema ambiental. La Ley Nacional Nº 19.300 crea un sistema que integra todos los requerimientos ambientales sectoriales, incluido la minería, que se conoce como "ventanilla única". Este se materializa a través de la coordinación ejercida por la Comisión Regional del Medio Ambiente (COREMA) respectiva, o la CONAMA, en su caso, y mediante una resolución que certifica que el proyecto o actividad cumple, o no, con todos los requisitos ambientales aplicables. Dicha evaluación se lleva a cabo mediante una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) o un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Otras normas a considerar son la Ley Nacional Nº 3.133 sobre Neutralización de los Residuos Provenientes de Establecimientos Industriales y su regla- mento el Decreto Supremo Nº 2491, el Decreto Supremo 148/00 acerca del reglamento Sanitario sobre el Manejo de Residuos Peligrosos, el Decreto Supremo 95/01 sobre el Reglamento acerca el Sistema de Evaluación de Impactos Ambientales y el Decreto Supremo 94/95 que fija el reglamento para establecer los planes de prevención y descontaminación. 8.4. Uruguay Ley Nº 16.466 de Evaluación de Impacto Ambiental141 establece que antes de iniciar la ejecución de las actividades, construcciones u obras en las que estén involucradas actividades de extracción de minerales y de combustibles fósiles142, los interesados en llevarlas adelante deberán obtener la autorización previa del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, el cual recibirá asesoramiento del o de los Ministerios o Gobiernos Departamentales que tuvieran que ver con dichas obras o trabajos143. La Ley General del Medio Ambiente Nº 17.823, declara de interés nacional la protección del medio ambiente y su autoridad de aplicación es la Dirección Nacional de Medio Ambiente( DINAMA) dependiente del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio As u vez el texto ordenado del Decreto Nacional Nº 253/79 prevé la protección del medio ambiente mediante el control en el uso de las aguas mediante la emisión del correspondiente permiso por intermedio de la mencionada autoridad administrativa. No existiendo en este país normas sectoriales que consideren específicamente la protección del medio ambiente como consecuencia de la actividad minera desplegada en su territorio. 141. De fecha 19 de enero de 1994 142. El inciso 13 del Art. 2 del Decreto No. 349/2005, establece que : “Requerirán la Autorización Ambiental Previa, las actividades, construcciones u obras que se detallan a continuación, sean las mismas de titularidad pública o privada”, (la) “extracción de minerales a cualquier título, cuando implique la apertura de minas (a cielo abierto, subterráneas o subacuáticas), la realización de nuevas perforaciones o el reinicio de la explotación de minas (a cielo abierto, subterráneas o subacuáticas) o perforaciones que hubieran sido abandonadas y cuya autorización original no hubiera estado sujeta a evaluación del impacto ambiental”. Asimismo en dicho inciso, se exceptúa la extracción de materiales de la Clase IV prevista en el artículo 7° del Código de Minería (Decreto Ley No. 15.242, de 8 de enero de 1981), cuando se realice en álveos de dominio público, o, cuando se extraiga menos de 500 (quinientos) metros cúbicos semestrales de la faja de dominio público de rutas nacionales o departamentales, así como de canteras destinadas a obra pública bajo administración directa de organismos oficiales”. 143. Art. 6(E) y Art. 7, Ley 16.466. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada - Determinación de la responsabilidad por pasivos ambientales. - Licencia ambiental. - Criterios para aprobación de normas y límites permisibles. - Actividades mineras en áreas protegidas. - Lista negativa de actividades y criterios para conseguir eficiencia en la gestión ambiental. - Normas y procedimientos para cierre de operaciones mineras. República de Chile esta conformado por la Ley Nacional Nº 19.300, denominada Ley de Bases Generales sobre el Medio Ambiente. Esta establece un marco dentro del cual se da un proceso ordenador de la normativa ambiental existente y futura. 18 Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Minería, Crisis Económica y Políticas Mineras El mundo esta atravesando una crisis que, para algunas opiniones, significará el fin del capitalismo, o al menos del capitalismo tal como lo hemos vivido en los últimos años. Así lo ha anunciado recientemente, entre otros, un ex ministro de economía de Japón, E. Sakakibara, con palabras inusualmente duras: “Cuando esta recesión haya concluido, las cosas serán muy diferentes. La Era Americana ha concluido” (Financial Times, 16.3.09, Analysis, pg. 11). Un diagnóstico tal, y tantos otros que podríamos citar; así como la dura realidad que la perdida de miles de puestos de trabajo que ocurre diariamente implica (las Naciones Unidas ha calculado que se han perdido ya aproximadamente 50.000.000, a nivel mundial), era impensable unos pocos meses atrás. En marzo del 2008 tuve ocasión de escuchar una breve pero interesantísima exposición brindad por el ex director general de una de las dos compañías mineras más grandes del mundo, quien consideraba, entonces, que el principal problema que enfrentaba la industria minera era la necesidad de abastecer una demanda inusualmente elevada de los mercados asiáticos, China e India en particular. Por cierto que el optimismo era justificado, si nos atenemos a que la industria, solamente un año atrás, vivía un escenario delineado por precios elevadísimos de sus productos; abundancia de capital en los mercados para financiar exploración primaria por parte de las compañías júnior (circunstancias que se retroalimentaban virtuosamente); una mayor propensión de las major a fondear generosos presupuestos de exploración (pues la necesidad de yacimientos se sentía a flor de piel); valuaciones de mercado de las compañías que alcanzaban registros históricos dejando muy atrás las épocas en que la suma del valor de mercado de las 10 compañías mineras mas grandes del mundo era solamente una fracción del valor de Microsoft y, como efecto de estos factores, la existencia de adquisiciones (no obstante algunos resonantes fracasos, como el de la frustra- da adquisición de Rio Tinto por BHP Billiton) motivadas por la necesidad de crear mayor valor para los accionistas, según la máxima del momento (hoy abandonada hasta por Jack Welch, famosísimo ex director general de General Electric y supremo guru del management en la ultima década). Un escenario de tanta prosperidad había motivado, a su vez, que gobiernos de países en desarrollo huéspedes de proyectos de envergadura se sintieran proclives a revisar sus esquemas de participación en proyectos mineros, y a buscar incrementar lo que suele llamarse la “porción del estado” (state share), ya sea mediante formulas con alguna sofisticación o mediante el sencillo recurso de incrementar la carga tributaria. Nuestro país no fue la excepción, por cierto, y así vivimos la aun inconclusa afectación del régimen de inversiones mineras establecido por la ley 24.196, causada por la imposición de derechos de exportación a proyectos que gozan de estabilidad fiscal desde antes de la creación de tales derechos a fines del ano 2002, mediante el dictado de la resolución 11 del Ministerio de Economía. El escenario actual se encuentra marcado por la crisis económica presente, prevenida por muy pocos (entre otros M. Faber, economista de origen suizo, quien lo hizo en su libro The Gloom, Boom and Doom Report), que como un negativo de la situación antes descripta se encuentra delineado por una notable caída en el valor de los commodities en general, incluyendo metales base y preciosos y salvo contadas excepciones (el oro, la mas significativa); una extraordinaria caída en el valor de las acciones de las compañías; una dificultad extrema para recaudar capital mediante emisiones derivada de la aversión al riesgo que impera hoy en cualquier mercado de valores, y la existencia de adquisiciones de compañías o proyectos que parecen mas decisiones de oportunidad que motivadas por decisiones estratégicas de largo plazo. Si en tiempos normales el “efectivo es rey” (“cash is king”), podríamos decir que hoy en día el efectivo, mas que un rey, es un emperador con poderes omnímodos. Ante un panorama semejante, uno podría pensar que la industria en general se encuentra sumida en un pesimismo generalizado, como otros sectores que también sufren la recesión de manera aguda (los servicios financieros y el sector automotriz, particularmente). Lo cierto es que tal no parece ser la realidad, y que un optimismo de base sigue presente en el sector. Un factor para ello es, cabe presumir, que la minería es, por definición, una industria de optimistas por naturaleza. Otro factor podría ser que, no hace tanto, la industria había vivido momentos duros, con precios bajos y aguda iliquidez en los mercados (recordemos los efectos del caso Bre-X), y que también por definición la industria suele tener una mirada de largo plazo sobre las cosas. Dicho ello, queda por considerar si la actitud de los gobiernos frente al escenario de bonanza pre-crisis no debería ser redefinida. Es una realidad ya aceptada que el desarrollo de proyectos mineros (y cuanto mayor su envergadura mas cierto ello) requiere de una equilibrada y razonable coordinación de esfuerzos y beneficios entre la compañía, el gobierno en sus distintos niveles, y las comunidades vecinas. Esto es una realidad que se ha convertido en práctica internacionalmente aceptada, y nuestro país no es la excepción. Cierto es, no obstante, que el equilibrio en cada caso solo puede ser alcanzado si existe apertura para considerar la perspectiva del otro sector en cuestión (razón por la cual las posturas irreductibles y fundamentalistas de los sectores “no” se autodescalifican). El equilibrio al que nos referimos debe necesariamente involucrar un desapasionado y realista análisis de las ecuaciones económicas de los proyectos. Ciertos escenarios pueden permitir, a las empresas o a proyectos en particular, tolerar medidas enraizadas en motivaciones puramente recaudatorias. Pero las épocas han cambiado, para todos, y es necesario que ello sea advertido a tiempo. 19 Legislación minera comparada. Argentina, Chile y Perú Introducción En este sentido, haremos referencia a la organización política de los países mencionados y cómo esta influye en la organización de la minería. también analizaremos los principales institutos mineros establecidos en: (a) el Código de Minería de Argentina (el “CMA”); (b) el Código de Minería de Chile (el “CMC”); y (c) la Ley General de Minería de Perú (la “LGM”), así como en legislación relacionada a la industria minera. Organización del Estado La organización política de la Argentina es federal1, mientras que Chile y Perú han adoptado el sistema unitario2. La adopción de uno u otro sistema establece que en Argentina la actividad minera se encuentre regulada por normas de carácter nacional y por normas provinciales, mientras Dominio de los minerales Si bien tanto en Argentina, Chile y Perú, el dominio de los minerales pertenece al Estado, la organización federal en Argentina determina que las minas sean bienes privados de la Nación o las Provincias, según el territorio en que ellas se encuentren3. En tanto que el CMC establece que el Estado tiene el dominio “absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible” de todas las minas4 y la LGM dispone que “todos los recursos minerales pertenecen al Estado, cuya propiedad es inalienable e imprescriptible”5. La Autoridad Minera En la Argentina, los particulares deben solicitar la concesión de los derechos mineros ante la Autoridad Minera Nacional o ante las distintas autoridades mineras provinciales, según el lugar donde se encuentre ubicado el yacimiento. Las autoridades mineras provinciales pueden ser de carácter judicial o administrativo según cada provincia. Por su parte, en todo el territorio chi- leno los derechos mineros se solicitan ante el juez de letras competente en el área sobre la que se pretende realizar actividades de exploración o explotación6. Finalmente, la jurisdicción con respecto a asuntos mineros en Perú es de carácter administrativo. Tal jurisdicción es ejercida para todo el territorio peruano por el Poder Ejecutivo, a través de distintos órganos tales como el Consejo de Minería, la Dirección General de Minería, la Dirección de Fiscalización Minera, los Órganos Regionales de Minería y el Registro Público de Minería. Categorías de sustancias El CMA establece tres categorías7 de minerales. Con respecto a los minerales de primera categoría, el titular de la superficie en la que se encuentra el yacimiento no tiene preferencia alguna para realizar actividades de exploración o explotación. Por otro lado, con relación a los minerales de la segunda categoría, el superficiario tiene preferencia con respecto a los demás particulares para realizar actividades de exploración o explotación. Por último, no pueden realizarse tareas de exploración o explotación respecto de minerales de tercera catego- 1. Articulo 1 de la Constitución Nacional Argentina. 2. Articulo 43 de la Constitución Política del Perú y Articulo 3 de la Constitución Política de Chile. 3. Artículo 7 del CMA. La referencia a “la Nación o las Provincias” es una consecuencia de la forma federal de gobierno. 4. Artículo 1 del CMC. 5. Punto II del Título Preliminar de la LGM. 6. Artículo 34 del CMC. 7. Artículos 2, 3, 4 y 5 del CMA. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada En el presente artículo nos proponemos realizar un breve análisis comparativo de la normativa que regula la actividad minera en Chile y Perú, principales países productores de minerales de Sudamérica, y la de la República Argentina, un país que en los últimos años evidenció un alto crecimiento y desarrollo de la minería. que en Perú y Chile la regulación minera es única y nacional. 20 ría sin el consentimiento del superficiario. El CMC clasifica a las sustancias minerales en dos categorías, como concesibles y no concesibles8. Con relación a los minerales no concesibles solamente el Estado, sus empresas o terceros a través de concesiones administrativas o contratos de operación9 otorgados por el Estado pueden realizar actividades de exploración o explotación. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Por ultimo, la LGM clasifica a las concesiones mineras en metálicas y no metálicas, según el tipo de sustancia objeto de la concesión.10 Sistemas de concesión de derechos mineros Los ordenamientos jurídicos de Argentina, Chile y Perú se basan en sistemas de concesiones para otorgar derechos mineros a los particulares. Tales ordenamientos establecen que en caso de que más de una persona solicitase derechos mineros sobre la misma área, la prioridad la tendrá aquella que primero hubiere realizado la solicitud. Asimismo, los procedimientos mediante los cuales se otorgan los derechos mineros tienden a proteger los eventuales derechos de terceros titulares de concesiones preexistentes a través de la publicación de edictos. En Argentina y Chile existen dos clases de concesiones mineras, las cuales abarcan las etapas de exploración y de explotación minera. El CMA las denomina “permiso de exploración” o “cateo”11 y “concesión de explotación” o “mina”, mientras que el CMC los llama “concesión de exploración” y “concesión de explotación” o “pertenencia”12. Sin embargo, se refieren a los mismos institutos, los cuales separan la actividad minera en dos etapas, exploración y de explotación. Asimismo, el CMC establece la posibilidad de recurrir a una “manifestación” que consiste en solicitar un área para ser dedicada directamente a la explotación13. Por su parte, el sistema del Perú prevé una concesión única que incluye tanto a las actividades de exploración como a las de explotación14. Asimismo, la LGM hace referencia a otras concesiones relacionadas con la actividad minera: (a) concesiones de beneficio; (b) concesiones de labor general; y (c) concesiones de transporte minero. La concesión minera en Argentina, Chile y Perú es definida como un inmueble15 Argentina – Permisos de exploración o cateos El CMA establece que la unidad de medida de los cateos es de 500 hectáreas y que un cateo puede constar de hasta 20 unidades como máximo (lo que equivale a 10.000 hectáreas). Asimismo, según el CMA una misma sociedad o un mismo individuo no 8. Artículos 5, 7 y 13 del CMC. 9. Artículos 7 y 8 del CMC. 10. Artículo 13 de la LGM. 11. Artículo 25 del CMC. 12. Artículo 28 del CMC. 13. Articulo 35 del CMC. 14. Articulo 9 de la LGM. 15. Artículo 12 del CMA, Artículo 54 del CMC y Artículo 9 de la LGM. 16. Artículo 29 del CMA. 17. Artículo 30 del CMA. 18. Artículo 30 del CMA. 19. Artículo 30 del CMA. 20. Resolución Nº 52/2003 de la Secretaría de Minería de la República Argentina. pueden ser titulares de más de 20 cateos o más de 400 unidades por provincia, lo que representa un área de 200.000 hectáreas de extensión por provincia16. Los cateos que constan de una unidad se otorgan por 150 días. Con respecto a los cateos de más de una unidad, el plazo antes referido se extenderá en 50 días por cada unidad adicional17. No obstante ello, el CMA dispone que una vez transcurridos 300 días desde el otorgamiento de un cateo, el explorador deberá liberar un área equivalente a la mitad de la superficie que exceda de cuatro unidades. Al cumplirse 700 días desde el otorgamiento del cateo, el explorador deberá liberar un área igual a la mitad del área remanente de la primera liberación, excluidas las cuatro unidades18. Por otro lado, una persona puede solicitar un nuevo permiso de exploración sobre un área o parte de ella cubierta por un cateo de su titularidad, una vez transcurrido un año desde el vencimiento de este último cateo19. Finalmente, el canon de exploración para los minerales de la primera categoría es de $400 (US$111 aproximadamente) por cada unidad (500 hectáreas), independientemente del plazo por el cual el cateo haya sido otorgado20, el cual se paga una sola vez. El canon de exploración se devuelve total o parcialmente, si el pedido de cateo es rechazado u otor- 21 gado por un área menor a la solicitada21. –Concesiones minas de explotación o El CMA dispone que las pertenencias (unidades de medida de las concesiones de explotación) de yacimientos de tipo diseminado de primera categoría constarán de 100 hectáreas cada una22. A su vez, las sociedades compuestas por dos o tres socios podrán pedir en el depósito de su elección hasta 25 pertenencias contiguas o separadas23 (lo que equivale a 2.500 hectáreas). Finalmente, la patente de exploración se paga en forma anual y anticipada, y es equivalente a la 1/50 parte de la unidad tributaria mensual (UTM) por cada hectárea de exploración27. No se devuelven las patentes pagadas por concesiones o partes de ellas que caduquen, se extingan o abandonen28. –Concesiones de explotación El CMC dispone que las concesiones de explotación tendrán una extensión de una hectárea como mínimo y 10 hectáreas como máximo29. Perú –Concesiones de exploración –Concesiones mineras El CMC establece que las concesiones de exploración tendrán una extensión de 10 hectáreas como mínimo y 50 hectáreas como máximo24. Las concesiones de exploración se otorgan por dos años25, pudiendo ser renovadas por un plazo adicional también de dos años. En este último caso, el concesionario deberá abandonar la mitad de la totalidad del área concedida. El concesionario puede asimismo, abandonar parte del área concedida durante los primeros dos años y extender la concesión de exploración por dos años por la parte no abandonada26. 21. Artículo 22. Artículo 23. Artículo 24. Artículo 25. Artículo 26. Artículo 27. Artículo 28. Artículo 29. Artículo 30. Artículo 31. Artículo 32. Artículo 33. Artículo 34. Artículo 35. Artículo 36. Artículo 25 del CMA. 76 del CMA. 312 y 351 del CMA. 28 del CMC. 112 del CMC. 112 del CMC. 142 del CMC. 145 del CMC. 28 del CMC. 9 de la LGM. 11 de la LGM. 11 de la LGM. 217 del CMA. 213 y siguientes del CMA. 217 del CMA. 143 del CMC. Las concesiones mineras otorgan a su titular el derecho a la exploración y explotación de minerales30 y podrán tener una extensión desde 100 hasta 1.000 hectáreas si están ubicadas en territorio terrestre. Si las concesiones se encuentran en territorio marítimo, las mismas podrán tener una extensión de 100 hasta 10.000 hectáreas31. Asimismo, la unidad de medida de las concesiones es de 100 hectáreas estableciéndose un sistema de cuadriculas para su subdivisión. La concesión minera deberá ser fraccionada en cuadriculas colindantes al menos en un lado32. Amparo Minero En Argentina los depósitos de tipo diseminado de primera categoría, el canon de explotación anual es de $800 por pertenencia. El canon de explotación es anual y debe ser pagado por adelantado y por partes iguales en dos semestres que vencen el 30 de junio y el 31 de diciembre de cada año. Asimismo, debe destacarse que el canon de explotación resulta exigible recién a partir del tercer año desde el registro de la mina respectiva34. El CMA requiere adicionalmente la presentación de un plan de inversiones que debe ser cumplido por el concesionario dentro de los cinco años contados a partir de su presentación35. En Chile, la patente debe pagarse de forma anual y anticipada (durante el mes de marzo de cada año36), y es Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Chile En Argentina, Chile, y Perú, para mantener la concesión es necesario el pago de un “canon”, “patente”, o “derecho de vigencia” respectivamente. Mientras que en Chile, la patente es lo único que se exige para amparar la concesión, en Argentina se requiere adicionalmente la presentación de un plan de inversiones que debe ser cumplido por el Concesionario dentro de los cinco años contados a partir de su presentación33, en tanto que en “Perú” el derecho de vigencia va aumentando si el minero no demuestra mínimos de producción progresivos. 22 equivalente a la décima parte de la unidad tributaria mensual (UTM) por cada hectárea de explotación37. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada La LGM establece que para el caso de sustancias metálicas la producción no podrá ser inferior a US$100 por año y por hectárea concedida, mientras que para las sustancias no metálicas la producción no podrá ser inferior a los US$50 por año y por hectárea otorgada. La LGM aclara que para los pequeños productores mineros la producción no podrá ser inferior a los US$50 por año y por hectárea concedida, sea cual fuere el tipo de sustancia.38 A partir del año en que se formule la solicitud de la concesión minera, su titular estará obligado al pago de US$3 por año y por hectárea solicitada u otorgada, en concepto de derecho de vigencia (denominado canon en el CMA y patente en el CMC). El derecho de vigencia correspondiente al primer año de la concesión deberá abonarse al momento de la solicitud. El derecho de vigencia correspondiente al segundo año de la concesión deberá pagarse hasta el 30 de junio de dicho año, y así sucesivamente para los años siguientes.39 Regalías En Argentina, la Ley de Inversiones Mineras limita el poder de las provincias de establecer regalías por sobre un 3% sobre el valor “boca de mina” del mineral extraído. Por su parte, Chile ha sancionado la ley “Royalty II” Nº 20.026 que establece un porcentaje variable de regalía sobre la “renta imponible operacional” obtenida por un explotador minero que va del 0,00% al 5% según las ventas anuales que haya obtenido. 37. Artículo 142 del CMC. 38. Artículo 38 de la LGM. 39. Artículo 39 de la LGM. En Perú, las regalías fueron implementadas por ley N° 28.258 que establece una alícuota que va del 1 al 3% según el monto de la venta de los concentrados, independientemente de la existencia o no de utilidades. Beneficios fiscales El CMA en su artículo 214 establece una exención fiscal durante los primeros cinco años de la concesión, contados a partir del registro, de todo gravamen o impuesto aplicable a la explotación y a la comercialización de la producción minera. No están incluidos en la exención, el canon anual, las tasas por retribución de servicios y el sellado de actuación. Adicionalmente, en Argentina fue sancionada la Ley de Inversiones Mineras Nº 24.196 que cuenta con un régimen promocional para la actividad minera. Esta ley concede ciertos beneficios impositivos a nivel federal, provincial y municipal. La mayoría de las provincias han adherido al régimen de esta ley. Los beneficios se otorgan a las empresas que se registren ante la Autoridad Minera Nacional, debiendo presentar estas un estudio de factibilidad del proyecto minero que planean llevar adelante. Estos beneficios son: (a) Estabilidad Fiscal: Estabilidad fiscal de 30 años para las empresas calificadas desde la fecha de entrega del estudio de factibilidad del proyecto (el impuesto al valor agregado, “IVA”, con una tasa del 21% está excluido de la mencionada estabilidad fiscal). (b) Impuesto a las Ganancias: (i) Permite la deducción del 100% de los gastos efectuados por inversiones en exploración y explotación, (ii) la opción de amortizar en forma acelerada nuevos proyectos mineros o ampliación de proyectos existentes, (iii) exime a los accionistas del impuesto sobre ganancias por aportes de Minas y derechos mineros siempre que éstos integren el patrimonio de la empresa por cinco años. (c) Importaciones: Las empresas que se encuentran bajo el régimen de la Ley de Inversiones Mineras están exentas del pago de los derechos a la importación y de todo otro derecho, impuesto especial, o tasa de estadística, con exclusión de las demás tasas retributivas de servicios, por la importación de bienes de capital, equipos especiales o parte o elementos componentes de dichos bienes, y de los insumos determinados por la autoridad de aplicación, que fueran necesarios para la ejecución de actividades mineras. El Impuesto al Valor Agregado se excluye de esta excepción. (c) Impuesto al Valor Agregado (IVA): Es un impuesto sobre la venta de productos, sobre los contratos de provisión de servicios u obras, sobre los contratos de arrendamiento dentro y fuera de Argentina y sobre la importación de bienes y servicios. La tasa es en general del 21% pero puede variar en ciertos casos. La Ley de Inversiones Mineras establece dos regímenes alternativos: (i) la devolución anticipada de IVA por las inversiones, compras, importación de bienes de capital y gastos realizados en exploración (luego de 12 períodos fiscales a partir de aquél en que resultó procedente su cómputo); esta devolución anticipada está limitada si se han utilizado otros beneficios fiscales o; (ii) financiamiento de IVA aplicable a la compra e importación 23 de bienes de capital y realización de obras de infraestructura. En Chile los inversionistas pueden elegir entre estar sujetos al régimen tributario general o al Decreto Ley 600, El Decreto Ley 600 prevé la firma de un contrato con el Estado de Chile que tiene carácter de ley con una tasa efectiva del 42% con excepción del Impuesto al Valor Agregado sobre importación de maquinaria y equipo. También garantiza la repatriación de beneficios. El sistema general cuenta con una carga tributaria del 15% sobre las ganancias y del 20% sobre dividendos y retiro de ganancias. Por su parte, la LGM otorga estabilidad tributaria, cambiaria y administrativa a los titulares de concesiones relacionadas con la actividad minera, 40. Artículo 72 de la LGM. 41. Artículo 78 de la LGM. 42. Artículo 73 de la LGM. 43. Artículo 346 del CMA. 44. Artículo 4 del CMC. 45.Artículo 24 de la LGM. 46. Artículo 25 de la LGM. 47. Artículo 27 de la LGM. En este sentido, la LGM establece que quienes realicen actividades mineras y exporten o vendan internamente sus productos, tendrán derecho a deducir de los impuestos a la renta y al patrimonio empresarial, todos los tributos que graven su producción.42 Por otro lado, la LGM dispone que los titulares de concesiones vinculadas a la minería que inicien o estén desarrollando proyectos mineros que produzcan más de 350 toneladas de minerales por día y hasta 5.000 toneladas por día, y aquellos que realicen una inversión de US$2.000.000 gozarán de estabilidad tributaria por 10 años, contados a partir del ejercicio en que se acredite la realización de la inversión. Participación del Estado en la actividad minera En Argentina y Chile se da preferencia al desarrollo de la actividad privada en la industria minera. No obstante ello, el CMA y el CMC establecen modalidades que permiten la participación del Estado. En Argentina el Estado puede realizar actividades de prospección disponiendo la creación de “zonas exclusivas de interés especial” de hasta 100.000 hectáreas, por un plazo de hasta dos años. Las minas descubiertas por el Estado a través de las empresas estatales respectivas, sin la participación de terceros, deberán ser transferidas a la actividad privada dentro del año de realizado el descubrimiento. Asimismo, las empresas estatales provinciales autorizadas por ley para explorar y explotar podrán solicitar permisos de exploración y concesiones de explotación43. Por su parte, el CMC establece que el Estado podrá explorar o explotar minerales solo a través de las empresas de las que sea dueño o tenga participación y siempre que se encuentren autorizadas para ello de acuerdo a normas constitucionales44. Por último, la LGM dispone que el aprovechamiento de los recursos minerales puede realizarse mediante la actividad empresarial de los particulares y del Estado. En este sentido, la LGM establece que el Estado peruano “tiene derecho a ejercer, sin excepción, todas las actividades en la industria minera”.45 Asimismo, y de manera similar a lo que sucede en Argentina, la LGM dispone que el Ministerio de Energía y Minas está facultado a crear áreas de reserva, las que no podrán tener una vigencia superior a los dos años. Cada una de estas áreas de reserva no podrá tener más de 100.000 hectáreas y la exploración y explotación de las mismas estará a cargo del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico.46 Finalmente, la LGM establece que la mayoría de las actividades mineras estatales serán ejercidas por la Empresa Minera del Perú.47 Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Por otra parte, Argentina y Chile suscribieron un Tratado sobre Complementación e Integración Minera para facilitar la explotación conjunta de yacimientos fronterizos y un Convenio para evitar la doble tributación. El tratado enumera beneficios aduaneros y tributarios aplicables al “Área de Operaciones”. El convenio por su parte, dispone que cualquier renta, ganancia o beneficio percibido por el arrendamiento y subarrendamiento, o por cesión o concesión del derecho a explotar o a utilizar de cualquier forma los recursos naturales de uno de los Estados Contratantes, sólo será gravable por ese Estado Contratante, y también que las remuneraciones, honorarios, etc. de servicios prestados, sólo serán gravables en el territorio en el cual tales servicios fueron prestados. con el propósito de promover la inversión privada en dicha actividad40 y dispone la celebración de contratos de estabilidad tributaria a ser suscritos con el Estado41 para los que es necesario presentar programas de inversión y estudios de factibilidad del proyecto minero a llevarse a cabo. 24 Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Notas sobre minería y sustentabilidad desde una perspectiva de “soft law” Las dos últimas décadas han sido testigo de grandes cambios en la forma en que se regulan en el orden nacional, regional e internacional, las industrias relacionadas con los recursos naturales, especialmente la exploración y explotación de minerales. En función de una mayor conciencia ambiental y de la presión impuesta por los temas vinculados con los derechos humanos, es que se viene produciendo un importante cambio en las actitudes y políticas tanto a nivel de las industrias como de los estados involucrados. Es así que estos temas se han tornado cada vez más esenciales para la industria minera, los gobiernos y los organismos internacionales. El objeto de estas muy breves notas es justamente mencionar algunas tendencias en el área del derecho internacional relacionadas con los temas de sustentabilidad y que afectan tanto el orden legal local como la industria de los recursos naturales, aportando continuos y radicales cambios en el escenario regulatorio. A nivel nacional, y en los últimos años se ha abierto camino a normas ambientales mejores y paulatinamente más concretas respecto del sector involucrado, tomando los gobiernos locales en general la iniciativa en la regulación del impacto ambiental de las operaciones mineras. Asimismo, e independientemente de lo expuesto, las empresas han desarrollado y descansan cada vez más en la auto-normativa ya sea a través de pautas generales de la industria y/o códigos de conducta. A nivel internacional, se han tomado medidas bilaterales (trans-fronterizos), regionales y globales para evitar, limitar y/o monitorear los impactos al medio ambiente respecto de los nuevos proyectos en marcha. Cada vez más los principios, reglas y normas del derecho internacional, tanto obligatorios (“ley dura” o “hard law”) como exhortativos (“ley blanda” o “soft law”) afectan las actividades mineras ya sea directamente o a través de su influencia en los marcos legales locales que las rigen. En virtud de lo expuesto, podemos sostener que los pilares sobre los que se asienta el concepto de desarrollo sustentable (economía, medio ambiente, sociedad y ética) han sido sistematizados y detallados mediante nociones mucho más concretas como los principios de “quien contamina paga”, “equidad intergeneracional” y otros. Sin perjuicio de ello, las comunidades que son las directamente impactadas por los proyectos, continúan reclamando la efectiva implementación de nuevas estructuras que permitan el cumplimiento de los principios en cuestión. En tal sentido, nuevas nociones y conceptos han surgido: responsabilidad social corporativa, acuerdos de impacto y beneficio y más recientemente la denominada “licencia social para operar”. Una de las preguntas a plantearse en este escenario y en relación con los temas jurídicos es si efectivamente los gobiernos –especialmente de los países en desarrollo- están dispuestos a aceptar este creciente interés por mecanismos de “soft law” vis a vis la aplicación de las normas vigentes “hard law” no pocas veces insuficientes para cubrir estos temas. Ejemplos pueden mencionarse varios, pero como emblemático nos parece oportuno destacar la implementación de los acuerdos de impacto y beneficio (“IBA” Impact and Benefits Agreement) que han tenido receptividad y éxito en países como Australia en los que la industria de los recursos naturales y su impacto tiene enorme importancia. Estos acuerdos nacieron originariamente como acuerdos socioeconómicos que apuntaron a regular a partir de lo no regulado la relación y en definitiva el impacto que un proyecto minero causaría en una determinada comunidad. Su objetivo apunta a construir una relación a largo plazo de las partes involucradas que principalmente facilite la participación de la comunidad en los procesos de toma de decisión a lo largo de la vida del proyecto. No cabe duda que la correcta implementación de cualquiera de estas formas asociativas contribuye a construir sólidas estructuras en las que las “partes se encuentran” y es precisamente en ese encuentro de intereses y su ordenamiento que el proceso se enriquece y madura. En tal sentido, creemos que el “soft law” como mecanismo integrador de las voluntades a acordar puede contribuir significativamente al proceso de desarrollo sustentable del sector de los recursos naturales y del minero en particular. Sirvan estos breves comentarios como una introducción a esta temática. 25 British Columbia (Canadá): Regulación legal en un territorio con tradición minera 2. Titularidad de los Minerales. En la provincia canadiense de British Columbia, los minerales pertenecen al Estado provincial5. Sin embargo, y a diferencia de Argentina6, esta situación no siempre fue así ya que, hasta comienzos del siglo 20, los derechos sobre la tierra incluían derechos sobre la superficie y los minerales. Como consecuencia del sistema imperante hasta comienzos del siglo 20, al día de hoy existen particulares (aunque en un porcentaje muy pequeño, alrededor del 5% sobre el total de los minerales) que son propietarios de la superficie de sus tierras y, además, de los minerales que se encuentran en ellas7. 3. Libre acceso. En virtud del sistema de “libre acceso”, el minero tiene el derecho de: (a) ingresar libremente en las tierras para buscar minerales; (b) localizar y registrar su pertenencia sin consultar al Estado, y (c) obtener un lease (especie de contrato que permite la extracción de minerales a cambio del pago de regalías y el cumplimiento de otras obligaciones). Las características del sistema de libre acceso son las siguientes: (i) el minero, luego de cumplir mínimos recaudos, debe obtener de la autoridad un certificado (llamado “free miner certificate”). (ii) Una vez obtenido el certificado, el minero tiene acceso a todas las tierras (sujeto a excepciones). (iii) El minero puede registrar sus pertenencias y, en consecuencia, mantiene su prioridad sobre los minerales ubicados en las pertenencias registradas. (iv) Si el minero encuentra dentro de su pertenencia un depósito significativo de minerales, debe aplicar para obtener un lease. En caso de cumplirse con las condiciones requeridas por la ley, la autoridad no tiene discrecionalidad para denegar el lease para la extracción de minerales. (v) Una vez obtenido el lease, pueden realizarse operaciones de explotación. Sin embargo, el inicio de esas operaciones estará sujeto a la aprobación de un estudio de impacto ambiental8. La regulación descripta precedentemente guarda semejanzas y diferencias con la existente en Argentina. Por ejemplo, en Argentina, antes de comenzar las tareas de exploración, es necesario obtener un permiso de exploración. Ese permiso (a diferencia del “certificado” requerido en British Columbia) delimita un área en la que si el minero efectúa un descubrimiento adquiere una prioridad para obtener la concesión de explotación (artículo 23 y sigs. del Código de Minería); con ello, el sistema de British Columbia parece más favorable para el empresario minero, en la medida que no ve limitada su labor exploratoria (al menos, en esta etapa de la exploración) a un territorio determinado. Ahora bien, en Argentina, una vez descubierto el mineral, el minero debe obtener una concesión de explotación (no existe en Argentina la figura del lease u otra similar). 4. Registro de Pertenencias y Leases. En British Columbia, las pertenencias y los leases son registrados mediante el uso del llamado “Internet-based Mineral Titles Online System” (sistema on line de títulos de minerales basado en Internet). Este sistema ha reemplazado al de estacas, mediante el cual los mineros obtenían derechos sobre los minerales ubicados en las tierras en las que ellos demarcaban sus pertenencias. Así, mediante este sistema on line, los mineros registran sus títulos, los trabajos realizados, efectúan los pagos necesarios para mantener la validez de su pertenencia o lease, transfieren sus títulos, amalgaman dos o más pertenencias o leases, etc. (artículos 6.1 a 6.9 de la LTM). En Argentina, en cambio, no existe un sistema siquiera similar al de British Columbia. La adquisición del título definitivo de propiedad sobre las minas emana del acto de mensura y demarcación de las pertenencias (artículo 231 y sigs. del Código de Minería), que es un sistema similar al que regía en British Columbia con anterioridad al sistema actualmente en uso. No hay dudas de que el actual sistema de British Columbia significa un avance y Argentina podría imitarlo para inten- 1. Disponible en: http://pdba.georgetown.edu/Constitutions/Canada/canada1867-1999.html (inglés). 2. En Argentina, en cambio, el dictado del Código de Minería corresponde al Congreso Nacional (art. 75, inciso 12 CN). 3. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96293_01.htm (inglés). 4. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96292_01.htm (inglés). 5. Ver artículo 50 de la Ley de Tierras (Land Act), disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/ stat/L/96245_01.htm (inglés). 6. En Argentina, las minas han sido históricamente bienes del Estado. El artículo 7 del Código de Minería establece que las minas son bienes privados de la Nación o de las Provincias, según el territorio en que se encuentren. 7. Barbara Thomson, Private Ownership of Minerals in British Columbia, disponible en: http://www.em.gov.bc.ca/private_title/default.htm (inglés). Ver también: Natural Resources Canada, Mining Regulations, disponible en: http://www.nrcan.gc.ca/miningtax/inv_6.htm (inglés). 8. Mining Watch, Free Entry, disponible en: http://www.miningwatch.ca/index.php?/free_entry (inglés). Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 1. Introducción. La Constitución de Canadá, en su artículo 92A1, establece que la legislatura de cada provincia se encuentra exclusivamente facultada a promulgar leyes con relación a la exploración y explotación de los recursos naturales no renovables que se encuentran en su territorio2. En virtud de la habilitación constitucional señalada, el parlamento de British Columbia dictó leyes que regulan la exploración y explotación de minerales dentro de su territorio. En este trabajo mencionaremos algunas de las características que presenta la regulación legal de los llamados minerales duros (hard rock minerals) en British Columbia y, para ello, nos referiremos fundamentalmente a las previsiones contenidas en la Ley de Minas de 19963 (LM) y la Ley de Titularidad de Minerales de 19964 (LTM). Asimismo, mencionaremos algunas de las semejanzas y diferencias que la legislación minera de British Columbia presenta con relación a la Argentina. 26 tar la agilización de las tareas tendientes a la adquisición de las minas. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Por otro lado, en British Columbia, el sistema de registro es un sistema de celdas (área mostrada electrónicamente en un mapa de British Columbia disponible en el “Internet-based Mineral Titles Online System”), basado en latitud y longitud, y su tamaño varía de acuerdo al área de la provincia. Las celdas ubicadas en el sur de la provincia son ligeramente más grandes que las del centro y del norte; aproximadamente, 21, 19.5 y 16 hectáreas, respectivamente9. El artículo 4(1) de la norma reglamentaria de la LTM10 establece que la pertenencia de un individuo puede consistir en hasta 25 celdas. En Argentina, las pertenencias correspondientes a minerales de primera categoría constan de 300 metros de longitud horizontal y 200 metros de latitud, la que puede extenderse hasta 300 metros, según la inclinación del criadero del mineral; esto es, 6 a 9 hectáreas por pertenencia (artículo 223 del Código de Minería). Dentro de los criaderos de mineral descubiertos por el minero, éste puede elegir uno y tomar de ese hasta 3 pertenencias; en los demás criaderos que descubriere, podrá tomar dos pertenencias (artículo 132 del Código de Minería). Si se tratare de una compañía de minas, la cantidad de pertenencias que puede tomar es mayor (artículo 338 del Código de Minería). Con relación a los permisos de exploración, su unidad de medida es 500 hectáreas y tales permisos pueden constar de hasta 20 unidades (artículo 27 del Código de Minería). En la medida que la actividad minera necesita de grandes extensiones de terreno para poder desarrollarse eficazmente, el sistema legal de British Columbia, al permitir la toma de mayores extensiones de terreno, se ajusta más eficazmente a dicho postulado. 5. Duración de los Derechos Conferidos. Las pertenencias expiran el día posterior luego del año aniversario de su registro (artículo 1 LTM). Sin embargo, el titular de una pertenencia puede mantenerla año tras año realizando trabajos en el área o efectuando pagos en lugar de realizar trabajos (artículo 29 LTM). Se prevén causales de abandono, retiro y cancelación de las pertenencias (artículos 6, 18, 34 y 35 de la LTM). Respecto de los leases, éstos son otorgados por un término inicial de 30 años, el que puede ser renovado por sucesivos períodos que no excedan los 30 años cada uno (artículo 42 de la LTM). En Argentina, los permisos de exploración que constan de una unidad de medida tienen una duración de 150 días. Por cada unidad de medida que aumente (recordemos que puede llegar a 20 unidades de medida), el permiso se extenderá 50 días más (artículo 28 del Código de Minería). Respecto de las concesiones de explotación, cabe destacar que el artículo 18 del Código de Minería establece que las minas se conceden a los particulares por tiempo ilimitado. El sistema de duración ilimitada de la concesión de explotación en Argentina parece más ajustado al desarrollo de la actividad minera. Recordemos que esta actividad suele prolongarse en el tiempo, con lo que la ilimitada duración de la concesión de explotación le otorga al minero la tranquilidad de saber que será el poseedor de su mina mientras mantenga la observancia de los recaudos legales. 6. Nacionalidad. No existen en British Columbia prohibiciones generales relativas a inversiones extranjeras en el sector minero. Sin embargo, el certificado mencionado en 3.(i) es otorgado a (i) personas de 18 años o mayores, que ordinariamente residen en Canadá, al menos, 183 días al año o se encuentran autorizados a trabajar en Canadá, (ii) sociedades anónimas (corporations) canadienses, o (iii) sociedades de personas cuyos socios califican dentro de los recaudos mencionados precedentemente (artículo 8 de la LTM). En Argentina, en cambio, no existe ningún requisito de “nacionalidad” relativo a la adquisición de las minas (ver artículo 19 y sigs. del Código de Minería). Sin embargo, la ausencia de requisitos de “nacionalidad” en el Código Minero no implica que el minero pueda realizar sus actividades sin contar con una entidad legal local. La actividad minera necesariamente implica el desarrollo de una actividad comercial en forma habitual y por lo tanto – salvo algunas excepciones - el minero extranjero deberá constituir una sociedad o una sucursal en el país para canalizar sus inversiones y actividades. 7. Pagos. Los mineros están sujetos al pago de una regalía (aunque la ley la llama “impuesto”) correspondiente al 12,5% de la ganancia neta que exceda los 50.000 Dólares Canadienses. En el caso que la ganancia no exceda los 50.000 Dólares Canadienses, el minero paga la regalía en función de un porcentaje de prorrateo establecido en la ley (artículo 2 de la Ley de Impuesto Minero)11. En Argentina, en virtud del artículo 22 de la Ley 24.196, las provincias adheridas al régimen de promoción propiciado por la citada ley, no podrán percibir un porcentaje superior al 3% sobre el valor “boca de mina” del mineral extraído. Finalmente, respecto del canon minero, tanto Argentina (artículo 15 de la Ley 24.224) como British Columbia contemplan su pago (artículo 3 de la Ley de Impuesto a la Tierra Minera)12. Desde el punto de vista del empresario minero, no hay dudas de que el sistema argentino es más favorable. La imposición de una regalía baja obedece a la política legislativa que ha seguido nuestro país en los últimos años, tendiente a favorecer el desarrollo de la industria minera. 8. Conclusión. Del brevísimo repaso de algunas de las áreas de la normativa minera de ambas jurisdicciones podemos ver que si bien el sistema de British Columbia presenta algunas ventajas y avances con relación a nuestro sistema, las mismas no son suficientes para concluir que un sistema es necesariamente mejor que el otro. Esto sucintamente nos muestra que mientras un buen código o ley minera es fundamental para el desarrollo de la actividad minera de un país, hay otros factores que son tan o más importantes para alcanzar y mantener este desarrollo. Algunos de estos factores son la seguridad jurídica del país, el compromiso de las autoridades para impulsar sostenidamente el crecimiento de la actividad y la existencia de transparencia en el otorgamiento y control de derechos. Es así que el desarrollo minero de British Columbia no ha obedecido exclusivamente a su regulación minera (aunque bien pudo influir) sino, especialmente, a la presencia de factores como los que hemos destacado en el párrafo precedente. De la mano de una legislación favorable, recién en los últimos años se ha comenzado a vislumbrar un sostenido impulso de la actividad minera en la Argentina. Si bien existen ciertos cuestionamientos sobre algunos de los factores que han permitido el reciente desarrollo de nuestra actividad minera (por ejemplo, imposición de nuevos gravámenes, prohibición del uso de ciertos procesos mineros en ciertas jurisdicciones) tenemos la esperanza que los mismos sólo serán obstáculos transitorios y que el camino iniciado en la década anterior continuará con igual ímpetu y dinamismo. 9. Security Exchange Commission, SB-2 SEC Filing “Marathon Gold Corp.,” disponible en: http://sec.edgar-online.com/2006/02/09/0001002014-06000109/Section13.asp (inglés). 10. B.C. Reg. 529/2004 (O.C. 1161/2004), disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/reg/M/ MineralTenure/529_2004.htm (inglés). 11. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96295_01.htm (inglés). 12. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96290_01.htm (inglés). 27 ¿Un nuevo ambiente legal para la minería? Las condiciones de los mercados internacionales, aun desde tiempo antes del comienzo de la crisis financiera y posterior crisis económica que sacude a la economía mundial, proponen en nuestros días un fuerte desafío para la minería en Argentina y, sin duda, también para los restantes países de la región. Paradójicamente, algunos problemas para el desarrollo de esta industria –reflejados en el dictado de normas provinciales e incluso nacionales muchas veces contradictorias con aquellas que tendieron a promover la minería en gran escala-, comenzaron a manifestarse en la etapa de bonanza económica para la industria y los commodities que comenzó a principios de esta década. En países como la Argentina, en la década de los noventa se asistió a un verdadero despegue del sector, con el abandono de las pesadas políticas que asfixiaron la industria minera anteriormente. Así, en el marco de la Constitución Nacional de nuestro país se sancionaron leyes que promovieron la industria con el afán de lograr el legítimamente deseado desarrollo económico en beneficio de nuestro pueblo. La ley de Promoción de Inversiones Mineras, sus normas reglamentarias, y la firma de tratados de promoción y protección recíproca de inversiones con diversos países son claros ejemplos de lo señalado. Así, la minería fue llamada a cumplir con su papel en el desarrollo económico del país. Sin embargo, si observamos el mapa minero actual en el que de las 17 provincias con potencial minero un porcentaje importante instrumentó o está en vías de poner en vigencia normas tendientes a prohibir o a limitar aspectos de la actividad, es posible y quizá obligatorio- preguntarse si ese rol que estaba llamado a tener este sector de la amparados por nuestra Constitución y las demandas de otros grupos locales inspirados a veces por legítimas preocupaciones ambientales, o por intereses en conflicto para proteger por ejemplo, la industria del turismo. Sin perjuicio de lo señalado, consideramos que los cambios mayores que se han dado –aun cuando no necesariamente compartimos aquellos que se oponen de manera burda a derechos legítimamente adquiridos, responden más a una nueva paleta de intereses y urgencias que, por mejores o peores razones, tienen los gobiernos de la región. En este sentido, independientemente de su ilegalidad respecto de empresas amparadas por el régimen vigente de estabilidad fiscal, podríamos preguntarnos si las retenciones aplicadas a exportaciones mineras en nuestro país son una respuesta del gobierno central contra la minería o una “necesidad de caja” expresada con total –e inadmisible- desconocimiento del estado de derecho. Respecto de los gobiernos locales, algunos de los cuales parecen oponerse a ciertas formas de minería -en particular en canteras y aurífera a cielo abierto, que algunos han llegado a prohibir en ciertos casos- pueden ser leídos también como el resultado de un mal arbitraje entre derechos de la Industria Extractiva (EITI)2 y, el suplemento sectorial de minería y metales del Global Reporting Initiatve (GRI)3. El camino Ahora bien, si seguimos la visión de Karl Mannheim (en Idelogía y Utopía), podríamos decir que la ideología (sistema de ideas dominante) sigue siendo favorable al desarrollo de la industria minera; aun cuando otros sistemas de ideas (utopías que pretenden llegar a ser la ideología) se oponen a la misma, o al menos pretenden restringirla fuertemente. Por otro lado, las cuestiones ambientales, así como los derechos a las comunidades locales y/o autóctonas no requieren de la prohibición de ejercer una industria lícita, aun cuando el marco legal vigente pueda ser mejorado con miras a lograr un desarrollo sustentable. La preocupación por estimular buenas prácticas y promover un desarrollo económico atendiendo el cuidado del medio ambiente y la inclusión social es un compromiso que el sector está asumiendo cada vez con mayor protagonismo, reflejado en importantes compromisos de las empresas tales como el Consejo Internacional de la Minería y la Metalurgia (ICMM)1, la iniciativa para la Transparencia hacia una industria moderna con estándares que velen por el desarrollo sustentable ya ha sido abierto y la legislación positiva debería acompañar este proceso y no enturbiarlo. El derecho positivo nacional vigente no se opone a este desarrollo armónico. No producen ningún beneficio las restricciones a la minería incluidas en las legislaciones de varias provincias, la intentada en la vetada ley de Glaciares, o la violación por parte del estado de derechos adquiridos -frente a la arbitrariedad el estado de derecho resulta tan perjudicado como la minería. Regulaciones prudentes y equilibradas permiten en otras jurisdicciones llevar adelante un desarrollo sustentable y exitoso de la industria minera en armonía con otros sectores de la economía. 1. Importante iniciativa internacional que reúne a muchas de las empresas de minería y metales líderes en el mundo, así como asociaciones regionales, nacionales y de commodities, busca establecer el marco para una minería que atienda el crecimiento económico, en armonía con el medio ambiente y atendiendo las necesidades de sus grupos de interés. 2.Tiene como objeto reforzar el gobierno corporativo mediante la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas. 3. Procura generar las herramientas apropiadas para un reporte de triple línea de resultados (económico, social y medioambiental) del sector. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Preferimos hablar de desafío y no de amenaza. industria está dejando de ser tal. Sin perjuicio de que numerosos escollos han aparecido en el escenario local y que la crisis económica internacional pueda traer otros quizá muy peligrosos, consideramos que ni los gobiernos federal ni buena parte de los gobiernos locales han abandonado (aunque por momentos se apartan mucho) el camino original. Con lo dicho, no negamos por cierto que estén floreciendo ideas e intereses contrarios a la minería –especialmente en Argentina. 28 Los (todavía) actuales ejes del debate minero Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada 1. Introducción Si bien todavía en desarrollo, han pasado ya más quince años desde la sanción de los significativos cambios en el esquema normativo minero argentino1 que originaron la activa participación de capitales privados nacionales e internacionales en la actividad minera argentina, particularmente enfocada con la industria metalífera. El derecho minero argentino no adolece de circunspectos y detallados estudios a lo largo de su historia, clara consecuencia de su importancia económica-estratégica de la minería desde tiempos virreinales, sin perjuicio de lo cual el significativo incremento de la actividad minera consecuente de los cambios producidos a partir de la Ley 24.196 han replanteado la necesidad de debate y profundización de ciertos principios tradicionales del régimen jurídico minero nacional. Sin embargo, la atención principal continúa centrándose sobre el ejercicio de la misma en diversas jurisdicciones provinciales. 2. El esquema normativo actual. El actual esquema normativo argentino presenta un fuerte incentivo para el desarrollo de inversiones mineras razonablemente competitivo en comparación con otros países latinoamericanos.2 Sin ahondar excesivamente, ya que son ampliamente conocidos los beneficios estatuidos por la Ley 24.196, cabe destacar que con el correr de los años se implementaron nuevas normativas destinadas a facilitar la inversión minera, aun en situaciones de crisis general en el país; 3 por lo cual Argentina aún posee una sólida base jurídica para alentar el desarrollo minero. Pese a las tensiones que se han generado en los últimos años y aún se generan ante ciertos institutos cardinales de ley de inversiones mineras, que han llevado incluso a presentaciones judiciales sobre los mismos4, es dable reconocer que se ha mantenido prácticamente inalterable el esquema jurídico que abrió el desarrollo actual de la minería. Sin embargo, debe tenerse muy pre- sente que el mantenimiento del mismo no se encuentra exento de grandes desafíos5 y que la unidad de la industria sin duda será esencial para superarlos. Fruto de un perjudicial ensañamiento con la actividad per se de parte de ciertos grupos autodenominados ecologistas y ciertos desajustes entre el esquema normativo tradicional del código minero y el volumen actual de actividad que comenzó a tener la industria, la actividad minera debe mantener una vigilia constante respecto prohibiciones a su desarrollo, que se han materializado en algunas jurisdicciones provinciales y, en algún caso, intentan alcanzar el nivel federal6, todo ello sin perjuicio que las empresas relacionadas con la industria han sido especialmente proclives a una amplia atención de las relaciones comunitarias.7 No esta exento de cierta ironía que las consecuencias dañosas por las cuales se dio origen a la concientización ambiental (de la cual lejos estuvo la minería de ser la única industria relacionada) comenzó a manifestarse en los años ’70, tiempos en que la actividad minera era muy escasa en Argentina. 1. Leyes 24.196 (Ref. L. 25.249), 24.224, 24498, 24.585 entre otras. 2. Cfr. Elizabeth Bastida, Ricardo Irarrazabal y Ricardo Labo “Mining Investment and Policy Developments: Argentina, Chile and Peru” CEPMLP Internet Journal Vol. 12. 3. Cfr. Agustin Saravia Frias “Is the argentine legal mining framework capable enough to attract foreign investment? Is there a need to amend the current mining legislation?” CAR 11-30 4. Cfr. CNCAF Sala 2 “Minera Alumbrera Ltd. Suc. Arg. v. E.N.” del 4/3/2008. 5. Diversos anteproyectos legislativos solicitan la derogación del régimen minero actual. 6. En particular, lo referente al reciente proyecto de ley denominada “Ley de Protección de Glaciares”, que fuera vetada por el Decreto PEN 1837/08. 7. Cfr. M. Cecilia Gonzalez Guerra “Community Relations in Mineral Development Proyects” www.dundee.ac.uk/cepmlp/journal/html/vol11/article11-6.pdf; accessed June 23, 2008 (2002). 29 A pesar de ello, se dieron y aún se mantienen prohibiciones de hecho o derecho en algunas provincias que desvían de foco y retrasan innecesariamente el debate necesario sobre la adecuada actualización regulatoria-administrativa que la pujanza de esta industria genera. Ello se manifiesta particularmente en dos formas: a. Cuestiones relacionadas con el carácter de utilidad pública de la actividad minera. Relaciones con Superficiarios. Sin embargo, dicha afectación al derecho de propiedad –que naturalmente puede implicar cuestionamientos por parte de los afectadosse da en un contexto escaso en precisiones desde el punto de vista normativo sobre el esquema de compensaciones y fianzas necesario para el ingreso en tierras privadas y, como consecuencia de ello, se retrasa en muchos casos de manera considerable, el acceso a la propiedad minera. Resulta necesario estandarizar un esquema de compensaciones y retribución9 a superficiarios que agilice la relación superficiario-empresa minera10. Dicho esquema aliviaría la carga administrativa que sufren algunas direcciones de minería actualmente en su atención de esta cuestión. Es, sin duda, de capital importancia en cualquier industria de envergadura, que la actividad a ser desarrollada sea realizada bajo parámetros que no comprometa la subsistencia de generaciones futuras y con cabal respeto de la regulación de rigor. El correcto análisis del impacto y la sujeción a standards objetivos constituye una obligación a ser plenamente cumplimentado por todo participante en la industria; pese a lo cual se han dado y continúan manifestándose dos hechos que transgiversan casi por completo el alto interés sub-examine. La llamativa simplicidad con la que algunas provincias han prohibido solo para la industria minera la utilización de ciertas sustancias prácticamente imprescindibles para la explotación de ciertos minerales, y el establecimiento de procedimientos recargados sin razón objetiva que los fundamente, resultando de hecho una prohibición falta de precisión alguna y discriminatoria en su focalización especifica a la minera que claramente atenta contra el principio constitucional de ejercer industria lícita11. Afortunadamente esta práctica pareciera estar menguando y en una jurisdicción este tipo de ley ha sido revocada 12 , pero aún hay varios distritos donde la actividad se encuentra seriamente restringida sin causas objetivas que lo justifique. Por otro lado, el procedimiento ambiental en algunas jurisdicciones es utilizado como instrumento de impedimento de autorización a trabajar, generándose una evidente desviación de poder y una prohibición administrativa de facto. 3. A modo de conclusión Al ser el ordenamiento jurídico el resultado de la voluntad o necesidad socio-política que se manifiesta en una determinada área, continúa siendo una realidad de la industria dispersar los miedos y reservas que todavía se encuentran presentes en ciertos ámbitos. No deja de sorprender que el debate jurídico no pueda extenderse a actualizaciones y nuevos institutos que continúen la revitalización nuestro código de minería, en tanto dicha tarea se ve demorada por la necesidad de la actividad de defender su razón de ser. Es auspicioso que la apertura de una serie de minas en los últimos meses ayude a una mayor comprensión general de la industria y aleje preconceptos que atentan en varias jurisdicciones sobre aquellos derechos que se encuentran jurídicamente protegidos.13 Será desafío mutuo para quienes desarrollen la actividad minera y también otros actores, que de una manera u otra se relacionan con ella, crear los puentes de comunicación necesarios para poder seguir avanzando en la armonización de los principios jurídicos esenciales para llevar adelante una industria clave para el desarrollo nacional de manera sustentable y en beneficio de las economías regionales y de las comunidades en la cuales se inserta. 8. Cfr. Catalano, Edmundo F. “Código de Minería Comentado” Comentarios a Arts. 7 y 13 del Código de Minería. 9. Es práctica común de empresas mineras buscar el acuerdo de superficiarios y ocupantes de los terrenos dende se explora. 10. Cfr. Decreto 6803/68 y relacionados, respecto de la industria petrolera. 11. Con distintos matices hay leyes de estas características en Mendoza, San Luis y La Pampa, entre otras. 12. Es el caso de la Provincia de La Rioja. 13. Minas Pirquitas (reactivación), Mina Manantial Espejo, Mina Gualcamayo y Mina Sierra Grande (reactivación). Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada El principio que emana del Artículo 13 del Código de Minería y la consecuente limitación al derecho de propiedad privada que emana del sistema regalista del Código de Minería es conocido y claramente fundado.8 b. Focalización de la competencia ambiental y permisionaria. 30 Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada “Reflexiones respecto del Código de minería argentino” Hace ya tiempo cesaron las reformas al Código de Minería argentino. Frente a esta realidad, cabe preguntarse ¿sigue siendo necesario plantearse, una vez más, modificar el Código de Minería? Para contestar esta pregunta podemos observar cuáles son las áreas que podrían ser objeto de una reforma. Por lo pronto, hay algo que no debería cambiarse en una futura reforma del código y esto es el sistema de concesión minera hoy vigente en la Argentina. No en cuanto al sistema vigente de concesión de exploración y posterior explotación a terceros, que resulta eficiente y justo y el cual queda avalado por la larga tradición de su aplicación en el país. Tampoco habría que modificar el sistema de prioridad que crea un derecho preferente a quien primero ha presentado la solicitud de pedimentos mineros no debería ser modificado, ya que ha demostrado eficiencia y equidad en su aplicación. Dejamos de lado en este análisis el tema de la exploración (que algunos denominan geológica de base) a cargo del estado (aunque sea indirectamente a través de empresas capitalizadas o gerenciadas por éste) ya que es un tema que, resuelto en parte por la reforma de la ley de Actualización Minera, podría ser objeto de otro estudio más específico. El ámbito de la regulación de los per- misos de exploración o cateo y la concesión de explotación minera es, en cambio, ámbito propicio para una reforma que se ve como necesaria. Temas como la vigencia de los cateos (hoy en día con un máximo de tres años para los de mayor superficie, no sólo no renovables a su vencimiento sino que, además, están sujetos a periódicas renuncias obligatorias a parte de su superficie, comúnmente llamadas “liberaciones”) requieren adecuado cambio para eliminar tales liberaciones y para ampliar el plazo de los mismos y su posible renovación al vencimiento. La experiencia es por todos conocida: empresas que no tienen tiempo para concluir la etapa de exploración dentro de un cateo en el plazo legal (acortado por la obligación de “liberar” áreas que dejan muy poco de la superficie inicial hacia su finalización) se ven forzadas a denunciar el descubrimiento de minerales, supuestamente “nuevos”, realizando la respectiva manifestación que inicia el proceso de otorgamiento de la concesión de explotación. Esta concesión no queda avalada por estudios geológicos, es decir que no existe la mina o el yacimiento económicamente explotable que el código supuestamente contempla, y sin embargo este proceso aparece como el único remedio para conservar un área que interesa y que requiere de mas tiempo para investigar. A esto agréguesele el sistema de amparo minero vigente, que exige inversiones en cada concesión de explotación (que se considera legal- mente como una “mina”) las cuales pueden ser elevadas y que deben realizarse en el plazo perentorio de cinco años (el 40% de la inversión total, durante los dos primeros años) y se verá que estamos en presencia de normas que no contemplan adecuadamente el estado actual de la industria de extracción minera. Cuando las empresas, deseosas de conservar áreas que necesitan para su exploración, adquieren varias de estas “minas” legales (que no son necesariamente minas geológicas), pueden incurrir en serios problemas financieros a la hora de conservar sus títulos mineros, si les exige la realización de estas “inversiones” que el código contempla, en todas y cada una de las “minas” que la empresa detente. Posibles soluciones Parece claro, entonces, que la regulación de los cateos y concesiones de explotación debe ser modificada para contemplar la realidad de la industria minera moderna. Muchas soluciones de han planteado para reordenar esto mediante una radical reforma del cateo que elimine los defectos del sistema vigente, ampliando los plazos de vigencia, eliminado las obligaciones de liberar áreas durante su vigencia, aclarando algunas normas poco claras, como por ejemplo aquélla que prohibe a una empresa solicitar mas de veinte permisos ni más de 200.000 hectáreas por provincia. También podría modificarse el sistema de superficies variables de los cateos, que determinan plazos distintos (de 31 menor a mayor), lo cual resulta algo engorroso. Una posibilidad es, pues, la reforma del cateo y la manifestación de descubrimiento (es decir, la forma en que se denomina comúnmente al procedimiento que culmina en la concesión de explotación) contemplando las críticas que se les han hecho, modificando aquéllos aspectos que sea necesario, pero conservando la autonomía de ambas figuras, que seguirán siendo reguladas independientemente una de la otra. Una alternativa consiste en unificar el permiso de exploración y la concesión de explotación en una concesión única que contemple las dos fases de la actividad minera, en un solo instituto jurídico. Esto puede servir de base para regular la concesión minera como un todo, no necesariamente separando la actividad exploratoria de la extractiva. La empresa minera solicitaría una concesión para explorar determinada área por un plazo amplio, de ocho o diez años, renovables a su venci- Asimismo, podría terminarse con la distinción entre minerales en forma de veta y minerales diseminados, distinción que escasa utilidad práctica tiene y que, por el contrario, ha dado lugar a no pocas situaciones complejas para las empresas en casos en que las autoridades han solicitado informes geológicos que abonen la existencia de uno u otro tipo de yacimiento. La concesión unificada ya no contemplaría estas disquisiciones, porque se volcaría a regular la concesión respecto de su superficie máxima, plazos, prórrogas, pago de canon, y demás aspectos sustanciales, con independencia de si el yacimiento es vetiforme o no. Otras modificaciones Las condiciones de amparo minero, precedentemente mencionadas, son otros de los aspectos que requiere modificación. Parece conveniente la eliminación de cifras obligatorias de inversión en las concesiones de explotación, quedando a criterio de las empresas las consideraciones acerca de montos y plazos para la construcción y desarrollo de los yacimientos. El canon minero debe contemplar adecuadamente las dos fases de la minería, la exploración y la extracción, habiéndose señalado la conveniencia de establecer cánones progresivos en monto para las concesiones de exploración lo que podría servir de acicate a la empresa a seguir adelante con los trabajos y progresar en las sucesivas etapas hacia la puesta de manifiesto del yacimiento, o su abandono de tratarse de áreas sin interés geológico. Podría también regularse la explotación experimental o anticipada de un yacimiento, como paso previo a la explotación definitiva y, asimismo, contemplarse adecuadamente los trabajos en estructuras geológicas subterráneas. Otros aspectos del Código de Minería pueden ser objeto de revisión. Los contratos mineros, por ejemplo, (Título XIV y siguientes) pueden mejorar su regulación, con especial referencia a la hipoteca minera, que no tiene normativa alguna y que podría legislarse con provecho. También podría eliminarse la figura del contrato de sociedad minera (que el código denomina “compañía de minas”) estableciéndose que en casos de condominio (por adquisición sucesiva, ejecución judicial de derechos, u otra causa) las partes serán intimadas por la autoridad para constituir alguna de la sociedades legisladas en el derecho común y, en caso de silencio, podría aplicárseles la regulación de la unión transito-ria de empresas (UTE) del art. 377 y siguientes de la ley de sociedades. El capítulo de servidumbres podría ser simplificado, regulándose la ocupación, tránsito, transporte, las comunicaciones y/o aprovechamiento de ciertos recursos naturales, cuando resulte necesario, y la adquisición forzosa del suelo podría adaptarse a las nuevas regulaciones de la concesión minera de explotación. La propia regulación de protección ambiental (agregada al código en los arts. 246 y siguientes) podría ser perfeccionada, especialmente en lo referente a la coordinación entre la aprobación por las autoridades de los informes de impacto ambiental y el comienzo y continuación de los trabajos. Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada Asimismo, la concesión de explotación minera debería otorgarse al descubridor de mineral dentro de un cateo previamente otorgado, ya que la normativa vigente (que permite conceder la explotación al descubridor “casual” en terreno sin previo permiso de cateo) no parece adecuada a una minería moderna. También conviene modificar la regulación del mineral “nuevo” descubierto que debe entregarse en muestras a la autoridad para su análisis, lo cual resulta innecesario y, además, en muchos casos podría complicar a las autoridades obligándolas a realizar muestreos y análisis. A todo esto, parece claro que debiera ser la empresa la única responsable de los descubrimientos de minerales y deferir a al autoridad minera el control y seguimiento de las actividades de exploración y de extracción y beneficio, tareas estas que son ineludibles para el estado. miento y, a medida que la actividad progresa y se llega a los estudios de prefactibilidad y de factibilidad, podría solicitar la concesión de explotación sobre dicha área, procediendo a su demarcación definitiva, sin necesidad de pasar por una etapa previa de “descubrimiento” de minerales y su manifestación a la autoridad minera. Esto eliminaría el acento del código actual en los minerales, el yacimiento, labores legales para establecer su presunta viabilidad comercial, etc., y en cambio se concentraría en la construcción de la mina, como paso previo a la explota-ción del yacimiento. Nuestra Misión es crear una conciencia minera en todos los argentinos Buenos Aires República Argentina [email protected]