Derecho y legislación comparada

Anuncio
Derecho y legislación
comparada
Suplemento Especial
Edición Nº 353 - Marzo de 2009
2
Derecho comparado
Regímenes legales de la minería en
América del Sur
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Indice
1.
2.
2.1.
2.2.
2.3.
2.4.
3.
3.1.
3.2.
3.3.
3.4.
4.
4.1.
4.1.1.
4.1.2.
4.1.3.
4.1.4.
4.2.
4.2.1.
4.2.2.
4.2.3.
4.2.4.
4.3.
4.3.1.
4.3.2.
4.3.3.
4.3.4.
4.4.
4.4.1.
4.4.2.
4.4.3.
Introducción
El Dominio de las Minas
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Clasificación de las Sustancias
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Derechos Mineros
Derecho de Exploración
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Permiso de Exploración
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Limitaciones al derecho de exploración
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Canon de Exploración
Argentina
Bolivia
Chile
pag. 4
pag. 4
pag. 4
pag. 5
pag. 5
pag. 5
pag. 5
pag. 5
pag. 5
pag. 6
pag. 6
pag. 6
pag. 6
pag. 6
pag. 7
pag. 7
pag. 7
pag. 7
pag. 7
pag. 7
pag. 7
pag. 8
pag. 8
pag. 8
pag. 8
pag. 8
pag. 9
pag. 9
pag. 9
pag. 9
pag. 9
3
Uruguay
Modo de Adquisición de las Minas
Argentina
Bolivia.
Chile.
Uruguay
Derecho de Explotación
Propiedad Minera
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Concesión
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Amparo de los derechos mineros
Argentina
Bolivia.
Chile.
Uruguay
Canon de Explotación
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Caducidad de la Concesiones
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Derecho Tributario Minero
Regalías o Impuestos Específicos a la Minería
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Régimen de Promoción de Inversiones
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
Derecho Ambiental Comparado
Argentina
Bolivia
Chile
Uruguay
pag. 9
pag. 9
pag. 9
pag. 10
pag. 10
pag. 10
pag. 10
pag. 10
pag. 10
pag. 10
pag. 10
pag. 10
pag. 11
pag. 11
pag. 11
pag. 11
pag. 12
pag. 12
pag. 12
pag. 12
pag. 12
pag. 12
pag. 12
pag. 12
pag. 13
pag. 13
pag. 13
pag. 13
pag. 13
pag. 14
pag. 14
pag. 14
pag. 14
pag. 14
pag. 14
pag. 15
pag. 15
pag. 15
pag. 15
pag. 15
pag. 16
pag. 16
pag. 16
pag. 16
pag. 16
pag. 16
pag. 16
pag. 16
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
4.4.4.
5.
5.1.1.
5.1.2.
5.1.3.
5.1.4.
6.
6.1.
6.1.1.
6.1.2.
6.1.3.
6.1.4.
6.2.
6.2.1.
6.2.2.
6.2.3.
6.2.4.
6.3.
6.3.1.
6.3.2.
6.3.3.
6.3.4.
6.4.
6.4.1.
6.4.2.
6.4.3.
6.4.4.
6.5.
6.5.1.
6.5.2.
6.5.3.
6.5.4.
7.
7.1.
7.1.1.
7.1.2.
7.1.3.
7.1.4.
7.2.
7.2.1.
7.2.2.
7.2.3.
7.2.4.
8.
8.1.
8.2.
8.3.
8.4.
4
Derecho comparado
Regímenes legales de la minería en América del Sur
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
1. Introducción
Los regímenes legales aplicables de
un país, especialmente los derechos y
garantías que otorgan éstos, pueden
influir sustancialmente en la decisión
de inversión de una compañía minera
internacional. Sin embargo, no es el
régimen en si mismo lo que influye al
momento de realizar una determinada
inversión en un país extranjero, sino la
aplicación práctica de dicho régimen y
el respeto a las normas tenidas en
cuenta llevar adelante el proyecto de
inversión.
En el momento en que las inversiones
comienzan a repagarse, suelen acontecer hechos políticos o económicos
que producen cambios en las perspectivas económico-financieras de las
inversiones consideradas bajo el
imperio de un régimen legal previo. Es
hartamente dicho, que las actividades
relacionadas con los recursos naturales, especialmente la minería, poseen
un componente intrínseco de riesgo
con los cuales todos aquellos que participan en ellas los conocen y lo aceptan. Exactamente, cuando los riesgos
geológicos empiezan a disminuir,
toma relevancia los riesgos políticos y
financieros que disminuyen el poder
de negociación de la compañía minera internacional. En esencia, el poder
de negociación disminuye cuando el
proyecto de inversión entra en su
etapa comercial, debido a que las
grandes inversiones para desarrollar
la explotación minera implican altos
costos hundidos que junto con las
inversiones en infraestructura asociada al proyecto, significan una fuente
de vulnerabilidad de las compañías
mineras internacionales. Es en éste
punto, donde las ganancias de las
compañías mineras internacionales y
su tasa de retorno comienzan o amenazan con ser revisadas. Por lo tanto,
será en los marcos jurídicos y en el
respeto a éstos donde los países
huéspedes deberán competir a fin de
atraer inversiones genuinas y sustentables en el tiempo.
Hechas tales aclaraciones, el presente trabajo describe sucintamente los
principales rasgos de los regímenes
mineros aplicables en algunos países
de América del Sur, tales como,
Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay.
2. El Dominio de las Minas
En América del Sur, el régimen de
dominios de las minas es principalmente regalista1. El sistema regalista
se caracteriza por: (i) Distinguir entre
la propiedad de la superficie de la tierra y la propiedad de subterránea,
ésta última pertenece al dominio originario del Estado; (ii) El dominio originario del Estado sobre las minas no
otorga a éste el derecho a explotarlas
ni de disponer de ellas, debiendo obligatoriamente otorgarlas al primer descubridor a través de un acto de concesión; (iii) Implican bienes privados del
Estado Nacional o las Provincias,
sobre los cuales éstos pueden establecer una propiedad particular
mediante un acto de concesión (propiedad minera).
2.1. Argentina.
El Código de Minería Argentino (CMA)
establece cuatro regímenes jurídicos
aplicables a las tres categorías de
minas establecidas por su Art. 2º. Las
minas de primera categoría, pertenecen exclusivamente al Estado, pero
solo pueden explotarlas los particulares en virtud de una concesión legal,
por lo tanto, respecto de éste tipo de
minas se establece la prohibición de
explotación y disposición por el
Estado, salvo casos expresamente
establecidos por el CMA)2. Sin embargo, el incumplimiento de éste principio
ha sido constante y variado desde la
sanción del CMA en 1887 e incluso ha
sido derogado parcialmente por leyes
especiales3. Asimismo, el CMA ha
combinado el sistema regalista con el
1. Otros sistemas son: (a) el Sistema de Accesión mediante el cual se atribuye la propiedad de las minas al dueño del terreno superficial en donde se
encuentran; (b) el Sistema de Ocupación a través del cual el primer ocupante puede explotar la propiedad de sus tierras o las ajenas, pero sin adquirir
ningún otro derecho; (c) el Sistema de Res Nullius por el cual las minas no pertenecen a ningún individuo ni al Estado.
2. Art. 9 (CMA).
3. Pigretti, Eduardo A., “Código de Minería y Legislación de Hidrocarburos Comentados”, Colección LA LEY Comentada, 4ta. Ed. Actualizada y Ampliada,
Buenos Aires: La ley, 2004, pág. 25. (en adelante, CODIGO COMENTADO PIGRETTI)
5
de accesión para las minas de segunda categoría4 y ha adoptado el sistema de accesión para las minas de tercera categoría5.
2.2. Bolivia
2.3. Chile
El Estado tiene el dominio absoluto,
exclusivo, inalienable e imprescriptible
de todas las minas, no obstante la propiedad de las personas naturales o
jurídicas sobre los terrenos en cuyas
entrañas estuvieren situadas12. Pero
toda persona puede hacer manifestaciones o pedimentos y adquirir concesiones mineras en trámites o constituidas y tiene la facultad de catar y cavar
para buscar sustancias minerales, y
también el derecho de constituir concesión minera de exploración o de
explotación sobre las sustancias que
la ley orgánica constitucional declara
concesibles13.
2.4. Uruguay
El Código de Minería Uruguayo
(CMU) ha adoptado el sistema regalista14, pero ha previsto expresamente la
posibilidad de explotación tanto por el
Estado y como por los Particulares15.
3. Clasificación
Sustancias
3.1. Argentina
de
las
Las sustancias incluidas en la las de
primera categoría están formadas por
las principales sustancias metalíferas,
no metalíferas, los combustibles minerales sólidos y las fuentes geotérmicas (vapores endógenos). Se conceden al descubridor.
Las de segunda categoría están formadas por las substancias metalíferas
no previstas en la primera categoría y
las salinas, salitres y turberas. Esta
categoría se concede preferentemente al propietario del terreno y, si éste
no ejerce en término la preferencia, al
descubridor.
Dentro de la segunda categoría se
incluyen también las sustancias metalíferas y piedras preciosas que se
encuentran en los lechos de los ríos y
aguas corrientes y los placeres.
También comprenden los desmontes,
relaves y escoriales de minas y establecimientos abandonados. Pero
estos casos se destinan al aprovechamiento común -explotación colectivaaunque pueden ser objeto también de
concesiones exclusivas.
Las sustancias de tercera categoría
están formadas por el grupo de rocas
de aplicación, cuyo conjunto forma las
canteras, y pertenecen exclusivamente al propietario del terreno.
3.2. Bolivia
Pertenecen al dominio originario del
Estado todas las sustancias minerales
en estado natural, cualesquiera sea su
procedencia y forma de presentación,
4. La segunda categorías de minas se subdivide a su vez, en dos regímenes. El primer sub régimen son aquellas minas que se conceden prioritariamente al dueño del suelo –superficiario-, sin embargo, se habilita la posibilidad de que el descubridor obtenga la propiedad de la mina mediante notificación
al superficiario para que ejerza su derecho de preferencia sobre la mina. En caso de ejercer ese derecho, el superficiario deberá indemnizar al primer
descubridor de la mina. El segundo sub régimen, es el de las minas que se destinan al aprovechamiento común, lo que implica la adopción del régimen
de res nullius. Este último sub régimen, implica que cualquier persona puede aprovechar las minas sin necesidad de obtener una concesión legal,
siguiendo un sistema de permisos de ubicación otorgados por la policía minera. Así, mediante la “Solicitud de Aprovechamiento Fijo”, el explorador
puede aprovecharlas con exclusividad.
5. Respecto de las minas de tercera categoría, el CMA ha adoptado el sistema de accesión minera, por el cual las minas pertenecen al propietario superficiario con exclusividad, salvo que un tercero demuestre la utilidad pública de la explotación.
6. Art.1, CMB.
7. Art. 2, CMB
8. Art. 349 inc. II), NCPE.
9. Art. 348 inc. II, NCPE
10. Art. 370, inc I, NCPE.
11. Disposición Transitoria 8º, Inc. III, NCPE.
12. Art.1, CMCH
13. Art. 22, CMCH
14. El Art. 4 (CMU) establece: Artículo 4: Todos los yacimientos de sustancias minerales existentes en el subsuelo marítimo o terrestre o que afloren en la
superficie del territorio nacional integran en forma inalienable e imprescriptible, el dominio del Estado.
15. El Art. 18 (CMU) establece que: “La prospección y exploración de yacimientos minerales y la explotación de minas sólo puede hacerse: a) Por el
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
De acuerdo con las normas constitucionales vigentes en Bolivia, las minas
pertenecen
originariamente
al
Estado6; tienen, por tanto, carácter
inalienable e imprescriptible, en virtud
de su soberanía. No obstante, el
Estado puede otorgar en concesión
áreas mineras para su explotación,
por las que el concesionario paga un
canon o patente. Estando la legislación minera boliviana elaborada conforme a los principios del denominado
sistema “Nominal Regalista”, el
Estado a través de sus órganos administrativos concede concesión al peticionario minero para que pueda realizar actividades mineras7. Sin embargo, La Nueva Constitución Política del
Estado (NCPE) establece la soberanía del Estado Boliviano y define que
los recursos naturales son de propiedad y dominio directo, indivisible e
imprescriptible del pueblo Boliviano,
correspondiéndole al Estado asumir
su administración en función del interés colectivo8. Asimismo, se asume
los recursos naturales son de carácter
estratégico y de interés público para el
desarrollo del país9. A partir de la
NCPE, el Estado otorgará derechos
de explotación en toda la cadena productiva minera, a personas individuales y jurídicas, a través de Contratos
Mineros y no Concesiones Mineras10.
Las actuales concesiones deberán ser
convertidas en contratos mineros en
el término de un año desde la sanción
de la NCPE11.
6
hayense en el interior o en la superficie de la tierra, las aguas lacustres,
fluviales y medicinales, así como los
elementos y fuerzas físicas susceptibles de aprovechamiento16. Se excluyen de las disposiciones del Código el
petróleo, los demás hidrocarburos y
las aguas mineros medicinales, que
se rigen por las leyes especiales17.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
3.3. Chile
El legislador estableció para la clasificación de las sustancias minerales, un
criterio político y económico, dividiendo a las sustancias en dos categorías:
concesibles, denunciables o de libre
adquisición y no concesibles, no
denunciables o reservadas. En principio, todas las sustancias serán objeto
de concesión, serán denunciables,
excepto aquellos que la ley establezca
como reservadas, es decir, respecto
de las cuales no se pueden constituir
derechos mineros.
Son concesibles, o denunciables, las
sustancias minerales metálicas y no
metálicas y, en general, toda sustancia fósil, en cualquier forma en que
naturalmente se presente, incluyéndose las existentes en el subsuelo de las
aguas marítimas sometidas a la jurisdicción nacional a las que se tenga
acceso por túneles de tierra18. No son
susceptibles de concesión minera los
hidrocarburos líquidos o gaseosos, el
litio, los yacimientos de cualquier
especie existentes en las aguas marítimas sometidas a la jurisdicción
nacional ni los yacimientos de cualquier especie situados, en todo o en
parte, en zonas que, conforme a la ley,
se determinen como de importancia
para la seguridad nacional con efectos
mineros19.
No se consideran sustancias minerales las arcillas superficiales, las salinas artificiales, las arenas, rocas y
demás materiales aplicables directamente a la construcción20.
El Estado puede aprovechar no sólo
las sustancias no concesibles, sino
que también las concesibles, y respecto de estás últimas deberá hacerlo
a través de empresas de las que sea
dueño o tenga participación.
3.4. Uruguay
El CMU divide las sustancias en cuatro categorías o clases (Clase I a IV).
Sobre los yacimiento de Clase I
(petróleo, gas natural y otras sustancias minerales aptas para generar
industrialmente energía21), solamente
puede atribuirse derechos mineros al
Estado y sus entes descentralizados,
industriales o comerciales, Estado22.
La actividad minera sobre los yacimientos de petróleo, gas natural,
hulla, lignito, turba, rocas pirobituminosas y arenas petrolíferas23, se
reserva a favor de ANCAP y quedan
sometidos a un régimen particular
establecido en el CMU24. Sobre los
demás yacimientos (Clase II25, III26 y
IV27), todas las personas físicas o jurídicas, de derecho privado o público28,
nacionales o extranjeras, pueden ser
titulares
de
los
derechos
mineros29.30Dentro de éstos, las sustancias no metálicas se encuentran
reservadas para su explotación al propietario del suelo31.
4. Derechos Mineros
En términos generales, los derechos
mineros pueden dividirse en derechos
de exploración (búsqueda de minerales) y derechos de explotación (extracción de minerales).
4.1. Derecho de Exploración
En Latinoamérica, la terminología utilizada para designar a la actividad de
exploración con el fin de detectar o
encontrar yacimientos minerales,
suele variar de según el país y costumbres. Generalmente, la exploración encuentra sinónimos tales como
cateo, catear, cavar, buscar, descubrir
o prospectar.
4.1.1. Argentina
En CMA el derecho exploratorio solo
existe cuando media un permiso otorgado por la autoridad competente, el
cual asegura al titular del cateo la propiedad de los descubrimientos que se
efectúen en la zona otorgada. Bajo el
CMA, la actividad de exploración o
cateo puede provenir de: (a)
Exploración o cateo propiamente
dicho
o
(b)
Socavón
de
Exploración32.33 Asimismo, la exploración reviste carácter de utilidad pública34 en todo el perímetro otorgado y
aún fuera de esos límites en casos
Estado o entes estatales, según las disposiciones de este Código. b) En virtud de un título minero.”. Asimismo, el Art. 19 (CMU) establece que: “Todas las
personas físicas o jurídicas, de derecho privado o público, nacionales o extranjeras, pueden ser titulares de los derechos mineros, en las condiciones que
establece este Código y las demás leyes y reglamentos aplicables”.
16. Art. 1 y 36, CMB.
17. Art. 14, CMB.
18. Art. 5, CMCH. Art. 3 de la Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras Nº 18.097 (21/01/982) (LOCCM)
19. Art. 7 (CMCH) y Art. 3 (LOCCM).
20. Art. 3 (LOCCM).
21. Art. 7, CMU.
22. Art. 66, CMU.
23. Art. 7(a), CMU.
24. Art.67, 71 a 76, CMU.
25. Los yacimientos de Clase II se encuentran regidos por los Arts. 77 a 84 (CMU).
26. Los yacimientos de Clase III se encuentran regidos por los Arts. 85 a 114 (CMU).
27. Los yacimientos de Clase II se encuentran regidos por los Arts. 115 a 120 (CMU).
28. Se considera habilitadas a “(…) las entidades estatales industriales y comerciales respecto a aquellos yacimientos minerales que sean aptos o necesarios para las industrias o actividades de su competencia (CMU, Art. 60 (b), §2)
29. El Art. 19 establece lo siguiente: “Todas las personas físicas o jurídicas, de derecho privado o público, nacionales o extranjeras, pueden ser titulares
de los derechos mineros, en las condiciones que establece este Código y las demás leyes y reglamentos aplicables”.
30. Art. 60(b), CMU.
31. Art. 5, Código de Minería Uruguayo (Ley 15.242 del 8 de Enero de 1982) (en adelante, “CMU”)
7
especiales35.
4.1.2. Bolivia
El Código vigente no hace diferencia
entre “concesión de exploración” y
“concesión de explotación”. La concesión minera es única, es decir, otorga
a su titular el derecho de realizar por
tiempo indefinido actividades de prospección, exploración, explotación, fundición, refinación y comercialización
de todas las sustancias minerales que
se encuentran en ella36.
4.1.3. Chile
4.1.4. Uruguay
El CMU divide los derechos exploratorios en: a) Derecho de prospección38 y
b) Derecho de exploración39. Estos
derechos se otorgan mediante títulos
mineros –como acto de atribución del
Estado- tales como el Permiso de
Prospección y el Permiso de
Exploración40.
El permiso de exploración “(…) es el
derecho minero que adquiere una persona para buscar o inspeccionar una
zona a los fines de encontrar un mineral y luego evaluar económicamente si
resulta conveniente o no solicitar una
concesión de explotación dentro de
ése área”41.
4.2.1. Argentina
El CMA establece que el permiso de
exploración es indispensable para
hacer cualquier trabajo de exploración42. Asimismo, el permiso de exploración otorga un derecho de exclusividad sobre el área durante el plazo
establecido en el mismo y no un derecho de propiedad. Para su obtención,
el interesado debe presentar una solicitud para que la exploración pueda
considerarse legal43. A partir de la presentación de la solicitud, el explorador
tendrá derecho al descubrimiento que
realice un tercero sin su previo consentimiento44. Los permisos tienen un
máximo de 20 unidades de 500 hectáreas cada una, no pudiéndose otorgar
más de 20 permisos por persona ni
400 unidades por provincia45. El
plazo de los permisos se fija en función de las unidades que lo integran y
comienza a correr a partir de los 30
días de otorgados. Así, cada unidad
(500 hectáreas) adiciona al permiso
un plazo de 150 días. El CMA establece un sistema de reversión del área
otorgada mediante un permiso de
exploración, en virtud del cual se procede a una primera desafectación –a
los 300 días- del 50% del área original
y una segunda reversión -a los 700
días- del 50% del área remanente de
la desafectación anterior46.
4.2.2. Bolivia
La solicitud para que el Estado otorgue la concesión minera se presentará a la Superintendencia de Minas de
la jurisdicción, personalmente o
mediante mandatario con mandato
notariado, consignando en el formulario de solicitud que será provista por el
Servicio Técnico de Minas47.
A partir de la fecha de la resolución
constitutiva de concesión, el concesionario minero obtiene el derecho de
prospectar explorar y explotar minerales dentro del perímetro de su concesión y de realizar las otras actividades
mineras a que se refieren el artículo
25 del Código de Minería dentro o
fuera del perímetro de su concesión,
sin otras limitaciones que las señaladas por la ley.48
4.2.3. Chile
El procedimiento de constitución de la
concesión minera se inicia con un
escrito que para la concesión de
exploración se denomina pedimento49. Las concesiones mineras se
constituyen por resolución judicial dictada en un procedimiento no contencioso, sin intervención decisoria alguna de otra autoridad o persona50.
32. Art. 211 y concordantes.
33. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 43-44.
34. Art. 13, CMA.
35. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 31-32.
36. Arts. 10 y 27, CMB.
37. Art. 10, LOCCM.
38. El Art. 10(a) define al derechos de prospección como:“(…) el derecho a realizar en un área determinada todas las labores de búsqueda de una o más
sustancias minerales, con exclusión de toda otra persona”.
39. El Art. 10(b) define al derecho de exploración como:”(…) Es el derecho a realizar en un área determinada todas las labores necesarias, con exclusión de toda otra persona, tendientes a la comprobación de la existencia del yacimiento, al reconocimiento de sus características, a la determinación del
volumen, calidad y ley del mineral y a su evaluación económica”.
40. Art. 11 (CMU).
41. Krom, Beatriz S., “La Minería sustentable del Milenio”, Ed. Estudio, Buenos Aires, 2000, pág. 103 (en adelante, “KROM”)
42. Art. 26 (CMA)
43. El Art. 25 (CMA) establece que la solicitud presentada por el interesado debe contener, ente otras cosas, las coordenadas de los verticales del área,
objeto de la exploración, programa de trabajos mínimos y una estimación de las inversiones.
44. Art. 28 (CMA).
45. Art. 29 (CMA)
46. Art. 30 (CMA)
47. Art. 126 (CMB).
48. Art. 31 (CMB).
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
El concesionario de exploración tiene
derecho exclusivo a: a) Hacer libremente calicatas y otras labores de
exploración minera; b) A iniciar el procedimiento judicial para constituir concesión de explotación, dentro de los
límites y plazo de duración de la concesión de exploración; c) Hacer suyos
los minerales concesibles que necesite extraer con motivo de las labores de
exploración e investigación; d) A ser
indemnizado, en caso de expropiación.37
4.2. Permiso de Exploración
8
Desde la vigencia de la concesión de
exploración se podrán realizar las
labores de exploración pertinentes
para la extracción de minerales.
La concesión de exploración tendrá
una duración de dos años, contada
desde que se dicte la sentencia que la
declare constituida. No obstante,
antes de expirar ese período, el concesionario podrá solicitar, por una sola
vez, su prórroga por otro período de
hasta dos años, contado desde el término del primero, y siempre que en la
solicitud haga abandono de, al menos,
la mitad de la superficie total concedida51.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
4.2.4. Uruguay
En los yacimientos Clase II: el plazo
del Permiso de Prospección y el
Permiso de Exploración, en conjunto,
no puede ser superior a 5 años, con
reversiones anuales52. Ambos permisos, son otorgados por Poder
Ejecutivo mediante un proceso de
selección53 que tome en cuenta las
condiciones técnicas, económicas y
empresariales necesarias para desarrollar las labores requeridas54. Los
derechos de prospección y de exploración deben ser objeto de un contrato especial55 que regule el ejercicio de
los mismos, de acuerdo a las condiciones generales y especiales establecidas en los Arts. 79, 80 y 81 del
CMU.
En los yacimientos Clase III: (b.i) El
Permiso de Prospección se otorga por
un plazo mínimo de 3 meses y un
máximo de 24 meses, con una sola
prórroga por un máximo de 12 meses
y con reversión del 50% del área original al momento de otorgarse dicha
prórroga56. La extensión máxima del
área de cada permiso se establece en
100.000 hectáreas con un máximo de
200.000 hectáreas en caso de otorgarme más de un permiso57. Previo al
otorgamiento
del
Permiso
de
Prospección, se deben verificar, tales
como, la inexistencia de coincidencia
del área con otros derechos mineros
previamente otorgados, no ser un
área de reserva minera, etc.58 . (b.ii)
El Permiso de Exploración: El titular
del Permiso de Prospección tiene
prioridad para el otorgamiento de un
Permiso de Exploración59. La extensión máxima del área por permiso es
de 1000 hectáreas y de 2000 hectáreas en caso de otorgarse más de un
permiso a una misma persona60. El
plazo es de 2 años, prorrogable dos
veces por períodos anuales, debiéndose revertir en cada prorroga el 50%
del área original y remanente, respectivamente61. Se debe iniciar la exploración dentro de los 6 meses de notificado el otorgamiento del permiso
(salvo interrupción autorizada)62 y se
debe notificar dentro de los 60 días
cualquier descubrimiento de minerales no comprendido en el permiso63.
4.3. Limitaciones al derecho de
exploración.
4.3.1. Argentina
Entre otras limitaciones, el CMA prescribe que el explorador no puede esta-
blecer una explotación formal, no
hacer extracción de minerales, antes
de la concesión legal64.
4.3.2. Bolivia
Conforme al Código de Minería en
vigencia, el concesionario minero no
podrá realizar actividades mineras de
exploración y explotación en: a)
Ciudades, poblaciones, cementerios y
construcciones públicas o privadas; b)
La proximidad de caminos, canales,
lagos, embalses, ductos, vías férreas,
líneas de transmisión de energía y
comunicaciones, hasta una distancia
de cien metros; c) La vecindad de los
monumentos históricos y arqueológicos declarados por ley, así como de
los aeropuertos, y de los cuarteles e
instalaciones militares, hasta una distancia de mil metros65. Además los
concesionarios y quienes realicen
actividades mineras están obligados a
ejecutar sus trabajos protegiendo el
medio ambiente y obligados a cuidar
de la vida y salud de sus trabajadores66.
4.3.3. Chile
Los derechos que emanan de la concesión de exploración tienen las
siguientes limitaciones: a) Se deberá
indemnizar los perjuicios que se causen como motivo de la exploración; b)
Se deberá contar siempre con los permisos del dueño del suelo; c) Se
deberán obtener los permisos de las
autoridades; d) Se deberán respetar
siempre las normas sobre policía y
seguridad mineros; e) Sólo se podrá
49. Art. 35 (CMCH)
50. Art. 34 (CMCH)
51. Art. 112 (CMCH)
52. Art. 79(a), CMU.
53. Arts. 82 y 83 (CMU).
54. Art. 78 (CMU)
55. El CMU en su Art. 62(b), establece para los yacimientos de II clase los siguiente: “Un acuerdo contractual regulará las condiciones particulares del
goce, en el marco de condiciones legales básicas de estipulación necesaria”.
56. Art. 87, CMU (conf. modificaciones Ley 17.930 de 19 de diciembre de 2005)
57. Art. 87, §2 (CMU)
58. Art. 88 (CMU)
59. Art. 93(a), CMU.
60Art. 94, §1, CMU.
61. Art. 94, §§2-3, CMU.
62. Art. 96(1), CMU.
63. Art. 96(3), CMU.
64. Art. 40 (CMA)
65. Art. 44 (CMB).
66. Arts. 45 y 43 (CMB).
9
manifestar una pertenencia dentro de
los límites de aquella.
4.3.4. Uruguay
EL CMU establece que el titular del
Permiso de Exploración no puede
establecer una explotación formal,
pero si solicitar a la autoridad competente la realización de experiencias
preparatorias, las cuales deberán ser
realizadas conforme lo establezca
dicha autoridad67. Bajo el CMU, el
Poder Ejecutivo pude establecer una
reserva minera un área o yacimiento
determinado, suspendiendo así la
exploración en tales áreas o yacimiento.
Por el cateo (exploración) se debe
pagar al Estado un canon por una
sola vez, al presentar la solicitud. Su
importe es de AR$ 400 por unidad de
medida de 500 Ha. o fracción. En el
caso de Socavones68, el canon
asciende a AR$ 40 por año, además
del que corresponda por cada pertenencia de mina nueva o abandonada
que el concesionario adquiera según
el art. 133 y 134. El caso de exploración por socavón en terreno franco
(Art. 135, CMA) es canon de exploración es de AR$ 200 por cada 100 m2
de superficie de exploración por año.
Los trabajos de investigación desde
aeronaves (Art. 31, CMA) abonan
AR$ 1 por km2.
4.4.2. Bolivia
El pago de patente minera o canon de
superficie, cuyo monto es determina-
4.4.3. Chile
Se pagará, por una sola vez, por cada
pedimento una tasa a beneficio fiscal,
expresada en centésimos de unidad
tributaria mensual. El monto de la
tasa, por cada hectárea completa
pedida en concesión de exploración,
será: a) medio centésimo, si la superficie total pedida no excede de trescientas hectáreas; b) dos centésimos,
si esa superficie excede de trescientas hectáreas; c) tres centésimos, si
dicha superficie excede mil quinientas
y no sobrepasa tres mil hectáreas; d)
cuatro centésimos, si esa superficie
excede de tres mil hectáreas.70
4.4.4. Uruguay
Los derechos de prospección y de
exploración se encuentran gravados
de la siguiente forma: (1) Derecho de
prospección. El titular de un permiso
de prospección abonará UR$ 139,18
(ciento treinta y nueve con 18/100
pesos uruguayos) por cada 100 hectáreas o fracción comprendidas en el
área de prospección, por una sola vez
y por el plazo principal. Por la prórroga, abonará UR$ 278,36 (doscientos
setenta y ocho con 36/100 pesos uruguayos) por cada 100 hectáreas o
fracción, comprendidas en el área de
prospección remanente. El importe
debe ser abonado al ser notificado el
interesado del otorgamiento del título
o su prórroga. Las cantidades indicadas corresponden a julio de 1998 y
varían mensualmente en función del
IPC. (2) Derecho de Exploración. El
titular del permiso de exploración
abona por hectárea o fracción objeto
de la exploración un “Canon de
Superficie” fijado de la siguiente
manera: (i) Por el primer año: $
242,67 (doscientos cuarenta y dos
con 67/100 pesos uruguayos), por
hectárea o fracción. (ii) Por el segundo año: $ 487,89 (cuatrocientos
ochenta y siete con 89/100 pesos uruguayos), por hectárea o fracción. (iii)
Por el tercero y cada año subsiguiente: $ 731,73 (setecientos treinta y uno
con 73/100 pesos uruguayos) por
hectárea o fracción. Las cantidades
indicadas corresponden a julio de
1998 y varían mensualmente en función del IPC.)
5. Modo de Adquisición de
las Minas.
5.1.1. Argentina.
Las minas se adquieren mediante la
concesión legal otorgada por autoridad competente. A su vez, pueden
ser objeto de concesión: (i) Los descubrimientos71, (ii) las minas caducas
o vacantes, (iii) las ampliaciones de
pertenecía (iv) la mejora de pertenencias72, (v) las demasías73, (vi) los
socavones74 y (v) los establecimientos fijos75. La extensión de terreno
dentro de cuyos límites puede el
minero explotar su propiedad se
conoce como pertenecía76.
67. Art. 97 (CMU).
68. Arts. 124, 128, 129 y 135, CMA
69. Arts. 48 y 50 CMB).
70. Art. 51 (CMCH).
71. “Hay descubrimiento cuando, mediante una exploración autorizada o a consecuencia de un accidente cualquiera, se encuentra un criadero antes no
registrado” (Art. 45, CMA).
72. “El minero puede pedir el cambio parcial del perímetro de su pertenencia en cualquier dirección de sus líneas confinantes, habiendo terreno franco.
Este cambio constituye la mejora” (Art. 114, CMA).
73. El Art. 116 (CMA) define a la demasía como: “(…) es el terreno sobrante entre dos (2) o más minas demarcadas, en el cual no puede formarse una
pertenencia”. La demasía se encuentra regulada por los Arts. 116-123, CMA.
74. “El socavonero goza de los privilegios de descubridor en los criaderos nuevos que siguiendo su labor, encuentre en terreno vacante” (Art. 133, CMA).
El instituto de socavón se encuentra regulado por los Arts. 124 a 137 de CMA.
75. En virtud del Art. 186 (CMA) “Cualquiera puede solicitar una pertenencia para el uso exclusivo de las sustancias de aprovechamiento común”, conforme a lo establecido en los Arts. 187 a 196 del CMA.
76. Pigretti, Eduardo A., “Manual de derecho Minero”, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1996, 3º Ed., corregida y aumentada, pág. 46. (en adelante, “DERECHO MINERO PIGRETTI”)
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
4.4. Canon de Exploración
4.4.1. Argentina
do por el Poder Ejecutivo de acuerdo
a la variación del tipo de cambio oficial del dólar norteamericano; es realizado por el concesionario minero al
Estado, en relación al número de cuadrículas en forma progresiva y diferenciada en base al tiempo de antigüedad del otorgamiento de la concesión.69
10
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
El descubridor se encuentra obligado,
bajo sanción de caducidad, a (i) realizar la labor legal77dentro de los términos fijados78; (ii) pedir mesura dentro
de los 30 días realizados la labor
legal.
El descubrimiento y su manifestación
(”manifestación de descubrimiento”)
deben ser presentados ante el escribano de minas que certifica sobre la
existencia de otros pedimentos79; en
dicha oportunidad, acompaña un
plano de la región a conceder, con las
pertenecías existentes (“Registro
Grafico)80. Luego, la autoridad competente lo registra81 y publica82. La
explotación debe emprenderse luego
del registro del descubrimiento, siempre y cuando no existan reclamaciones ni pleitos referentes a la mina o al
terreno que debe ocupar83.
5.1.2. Bolivia.
Ver punto 4.1.2
5.1.3. Chile.
Las concesiones mineras se constituirán por resolución de los tribunales
ordinarios de justicia, en procedimiento seguido ante ellos y sin intervención decisoria alguna o de otra autoridad o persona. Se tendrá por descubridor a la persona que primero inicie
el trámite de constitución de una concesión minera respecto de una extensión territorial no amparada por una
concesión minera vigente . El titular
de una concesión minera judicialmente constituida tiene sobre ella derecho
de propiedad, protegido por la garantía del número 24º del artículo 19 de
la Constitución Política85.
5.1.4. Uruguay.
El CMU otorga derechos al descubridor en el caso de los yacimientos
Clase III (Minerales Metálicos o No
metálicos u otros con usos industriales86)
6. Derecho de Explotación
6.1. Propiedad Minera
6.1.1. Argentina
La propiedad particular de las minas
se establece por la concesión legal87.
La propiedad minera es una propiedad distinta a la de la superficie en
que se encuentra, que se rige por los
mismo principios de la propiedad civil,
salvo en aquellas cuestiones expresamente reglada por el CMA. La doctrina más autorizada, entiende que la
propiedad minera es susceptible de
ser transferible por cualquiera de los
modos del derecho (venta, donación,
permuta, etc.), sin que medie intervención del Estado88. Asimismo, se
establece que las minas son inmuebles89. La propiedad de las minas es
indivisible90.
6.1.2. Bolivia
Ver punto 4.1.2
6.1.3. Chile
El concesionario de explotación tiene
derecho exclusivo a: a) Explorar y
explotar libremente las minas sobre
las cuales recae su concesión y a realizar todas las acciones que conduzcan a esos objetivos, salvo la observancia de los reglamentos de policía y
seguridad y lo dispuesto en los artículos 7 y 8; b) A hacerse dueño de todas
las sustancias minerales que extraiga
y que sean concesibles a la fecha de
quedar judicialmente constituida,
comprendidas dentro de los límites de
su concesión; c) A ser indemnizado,
en caso de expropiación de la concesión, por el daño patrimonial que
efectivamente se le haya causado,
que consiste en el valor comercial de
las facultades de iniciar y continuar la
extracción y apropiación de las sustancias que son objeto de la concesión91.
6.1.4. Uruguay
El CMU establece la concesión para
explotar crea un derecho que puede
ser objeto de todos los actos y gravámenes correspondientes a los bienes
inmuebles, salvo aquellos expresamente prohibidos por dicho código,
debiendo dichos actos y gravámenes
deberán ser inscriptos en el Registro
General de Minería, además de las
inscripciones impuestas por la legislación común92. Se establece la posibilidad de embargo del derecho de
explotación, debiéndose para su ejecución seguirse el procedimiento de
subasta establecido por el Código de
Procedimiento Civil, quedando el
comprador sujeto a las condiciones
77. La labor legal es la “(…) diligencia, excavación, ahonde que debe realizar el minero por obligación impuesta por la ley, con la finalidad de poner de
manifiesto en su totalidad el yacimiento y poder estimar su inclinación, grueso, existencia del mineral y clase de éste, de modo de poder solicitar luego
con precisión las pertenecías que fueran más convenientes para una explotación económica y adecuada” (DERECHO MINERO PIGRETTI, pág. 56)
78. “La labor legal puede ser sólo uno, si las demás pertenecías son contiguas y cualquier medio idóneo permita presumir con base científica, la continuidad del criadero” (DERECHO MINERO PRIGRETTI, pág. 52).
79. Arts. 47 y 48, CMA.
80. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 82.
81. Arts. 50, 51 y 52, CMA.
82. Arts. 53, CMA.
83. Art. 54, CMA.
84. Art. 5 (LOCCM)
85. Art. 6 (LOCCM).
86. “Comprende todos los yacimientos de sustancias minerales, metálicas y no metálicas, no incluidos en otras clases. Comprende también, aquellos
yacimientos originarios de la Clase IV, si la sustancia mineral de los mismos se utiliza en forma preponderante como materia prima de una industria o
deban someterse a una modalidad determinada de explotación para el mejor aprovechamiento económico de la mina (Art. 7, CMU).
87. Art. 10, CMA.
88. CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 27.
89. Art. 12, CMA.
90. Art. 14, CMA.
91. Art. 11 (LOCCM)
92. Art. 16, CMU.
11
impuestas al concesionario93.
6.2. Concesión
En la mayoría de las legislaciones
latinoamericanas de tradición jurídica
hispanoamericana,
la concesión
legal es exclusivamente obra de la ley
(es concesionario es designado de
antemano por la ley) y las condiciones para su mantenimiento se
encuentran preestablecidas en dicha
ley u código94.
6.2.1. Argentina
La perpetuidad de la concesión se
encuentra sujeta a un conjunto de
obligaciones o de requisitos que el
CMA exige al minero, bajo pena de
caducidad de la concesión (es decir,
su propiedad)101. Este conjunto de
condiciones bajo las cuales se otorga
la concesión se conoce como
6.2.2. Bolivia
La sentencia constitucional No.
032/2006, declara inconstitucionales
los artículos, 4, 6, 8, 68; 69; 72; 74 y
75 del Código de Minería (Ley 1777),
por violatorias a los Arts. 136, 137,
138 de la Nueva Constitución Política
del Estado (NCPE). Se ha establecido
que todas las concesiones deberán
trasladarse en el plazo de un año, a la
modalidad de contrato a partir de la
vigencia de la presente NCPE.
(Disposición Transitoria 8º, inc. III). El
Contrato Minero es un acuerdo o convenio voluntario entre la entidad pública en representación del Pueblo
Boliviano, propietario de los Recursos
Naturales, con un operador minero,
teniendo por objeto la prospección,
exploración, explotación, recuperación, comercialización y/o industrialización de minerales y/o metales, con
participación del Estado y regulado
por Ley.
6.2.3. Chile
El procedimiento de constitución de la
concesión minera se inicia con un
escrito que para la concesión de
explotación se denomina manifestación105. Desde el momento de la inscripción de la manifestación su titular
podrá efectuar todos los trabajos
necesarios para reconocer la mina y
para construir la pertenencia. Si con
motivo de esos trabajos necesita
arrancar sustancias concesibles, se
hará dueño de ellas. La concesión se
constituye por resolución judicial dictada en un procedimiento no contencioso. Tendrá preferencia para constituir la pertenencia quien primero presente la manifestación. Al titular de la
manifestación que primero haya sido
presentada, o de la manifestación que
se tenga por presentada primero, se
le presumirá descubridor, salvo que
haya habido fuerza o dolo106. La concesión de explotación tendrá una
duración indefinida107.
La concesión minera es un derecho
real e inmueble; distinto e independiente del dominio del predio superficial, aunque tengan un mismo dueño;
oponible al Estado y a cualquier persona; transferible y transmisible; susceptible de hipoteca y otros derechos
reales y, en general, de todo acto o
contrato; y que se rige por las mismas
leyes civiles que los demás inmuebles, salvo que contraríen disposiciones de la ley orgánica constitucional o
del CMCH.108
93. Art. 17, CMU.
94. Catalano, Edmundo F., “Código de Minería Comentado”, Ed. Zavalía, Buenos Aires, 1997, pág. 76. (en adelante, “CODIGO COMENTADO CATALANO”)
95. KROM comenta:”(…) En consecuencia [del Art. 10, CMA], una mina puede ser transferida, arrendada, hipotecada o rentada como la propiedad
común” y que la concesión “(…) como sinónimo de propiedad, posee los caracteres de utilidad pública, inexpropiabilidad, de tiempo ilimitado y de bien
inmueble” (KROM, pág. 152).
96. PIGRETTI comenta que: “(…) respaldado por los artículo 10, 11, 12 y 244 del Código de Minería, existe un verdadero derecho de propiedad sobre
sustancias mineras que el Estado otorga a quien la spone de manifiesta” (CODIGO COMENTADO PIGRETTI, pág. 26)
97. Art. 18, CMA.
98. KROM, pág. 151-152.
99. Art. 16, CMA.
100. Arts. 28, 45 y 60, CMA.
101. KROM, pág. 221.
102. Arts. 66 y 219, §1, CMA.
103. Las condiciones del amparo se encuentran establecidas en los Arts. 216, 218, 225 y ss. (CMA).
104. Art. 43, CMA.
105. Art. 35 (CMCH).
106. Art. 41 (CMCH).
107. Art. 17 (LOCCM).
108. Art. 2 (CMCH)
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
La concesión es a título personal, es
transferible95, crea un derecho real
sobre la mina96, es por tiempo ilimitado97, no es revocable (salvo por
incumplimiento de las condiciones de
amparo o conservación de la propiedad) y trata sobre un bien de dominio
privado del Estado98. Las minas sólo
pueden ser expropiadas por causa de
utilidad pública de un orden superior a
la que protege la minería99. El CMA
adopta irrestrictamente el principio del
primer solicitante, es decir, el de prioridad temporal en la petición100.
Amparo. Una vez otorgada la concesión y vencido el plazo de oposición
previsto por la ley102, ésta se torna
irrevocable y goce del derecho de
propiedad protegido por el Art. 17 de
la CNA, mientras se cumplan las
mencionadas condiciones de amparo
establecidas por el CMA103. Incluso,
el dueño del suelo (superficie) no
puede ni aún con autorización de la
autoridad, realizar ningún tipo de trabajo minero dentro del perímetro de
una concesión104.
12
6.2.4. Uruguay
El plazo máximo de una concesión es
de 30 años, sea para cualquier tipo de
yacimiento susceptible de concesión.
En el caso de Yacimientos Clase II, la
concesión pude ser prorrogada sucesivamente por plazos de 10 años109.
En el caso de Yacimientos Clase III, la
concesión puede ser objeto de sucesivas prorrogada de 15 años, mientras la mina sea susceptible de explotación110.
6.3. Amparo de los derechos mineros
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
6.3.1. Argentina
Amparo es el cumplimiento de las
condiciones para mantener la propiedad minera en el patrimonio del concesionario.
Las condiciones de
amparo son tres: (1) Pago del canon
minero. En lo referente al canon de
explotación ver punto correspondiente; (2) Inversión Mínima de Capital111.
El concesionario debe realizar una
inversión en activos fijos para la
explotación de la mina no inferior a
trescientas veces el valor del canon
anual que corresponda abonar a la
concesión. La inversión debe encontrarse cumplida en el término de cinco
años (en los dos primeros debe invertirse el 20 % cada año; el remanente
se invertirá en los tres años restantes). Caduca la concesión si dicha
inversión no se realiza en los términos establecidos. (3) Reactivación de
la mina paralizada durante más de
cuatro años, cuando ello fuere exigido
por la autoridad minera112. Si los trabajos de exploración o explotación de
la mina se suspenden por más de
109. Art. 79(b), CMU.
110. Art. 103, §2 (CMU).
111. Art. 217, CMA.
112. CÓDIGO MINERO CATALANO, pág. 323.
113. Art. 42 (CMB).
114. Art. 12 (LOCCM)
115. Art. 142 (CMCH)
116. Art. 142, §2 (CMCH).
117. Art. 21, II, (c), ,inc. 1 y 4 (CMU).
118. CÓDIGO MINERO CATALANO, pág. 324.
119. Art. 216, CMA
120. Art. 216, in fine (CMA).
121. CÓDIGO MINERO CATALANO, pág. 328.
cuatro años continuos la autoridad
minera puede requerir al concesionario un plan de activación o reactivación que deberá ser cumplido en el
término de cinco años. La falta de
presentación del plan o su incumplimiento produce la caducidad de la
concesión.
6.3.2. Bolivia
En lo que debe ser considerado como
uno de los cambios más destacados
del Código de Minería actual para
garantizar los derechos concesionarios mineros, está el haber concedido
la facultad de conocer y otorgar
Amparo
Administrativo
a
los
Superintendentes de Minas.113
6.3.3. Chile
El régimen de amparo se encuentra
regulado en el inciso séptimo del
número 24º del artículo 19 de la
Constitución Política, y consiste en el
pago anual y anticipado de una patente a beneficio fiscal, en la forma y por
el monto que determine el Código de
Minería114.
La concesión minera debe ser amparada mediante el pago de una patente anual cuyo monto será equivalente
a un décimo de unidad tributaria mensual por cada hectárea completa, si
es explotación; y de un quincuagésimo de dicha unidad por la misma
extensión, si es de exploración115.
Por la o las pertenencias en explotación, sean propias o arrendadas, que
trabajen los pequeños mineros y los
mineros artesanales se pagará una
patente anual de un diezmilésimo de
unidad tributaria mensual por hectá-
rea completa116.
6.3.4. Uruguay
Principalmente, las condiciones de
amparo de la concesión son dos: (1)
pago del Canon de Superficie o del
Canon de producción y (2) producción activa de la mina117. Sin embargo, se establece varias causales de
caducidad de la concesión (ver punto
6.5.4).
6.4. Canon de Explotación
6.4.1. Argentina
El canon de explotación es la contribución anual que hace el minero al
estado concedente (nacional o provincial) para mantener en vigencia la
concesión y no reviste carácter de
impuesto118.
El pago del canon de explotación se
encuentra dividido en dos semestres
de igual monto, que vencen cada una
30 de junio y 31 de diciembre de cada
año, contándose toda fracción de
semestre como semestre completo119. Ante la falta de pago de una
anualidad del canon y una vez transcurridos dos meses, la autoridad
minera íntima el pago en cuarenta y
cinco días. Si el concesionario no lo
abona caduca su derecho120. Los titulares de contratos inscriptos que afecten la concesión (ej.: hipoteca, arrendamiento) podrán rescatar la concesión caduca pagando el canon adeudado. Los montos del canon son percibidos por las respectivas provincias.
Los montos del canon solo puede ser
modificados por ley de Congreso y las
Provincias no pueden disponer de
moratorias ni regímenes de pago diferentes a los que fija el Código121.
13
Actualmente, dicho monto se ha fijado por la Ley Nº 24.224 de
Reordenamiento Minero y se determina conforme a la categoría de minas.
En términos generales, los montos
son: (i) 1era Categoría: AR$80 anuales por pertenencia; (ii) Las minerales
diseminados abonan AR$800 por pertenencia; (iii) 2da categoría $ 40. El
descubridor está exento del pago del
canon por tres años a partir del registro de la mina.
6.4.2. Bolivia
Se pagará, por una sola vez, por cada
manifestación una tasa a beneficio
fiscal, expresada en centésimos de
unidad tributaria mensual. El monto
de la tasa, por cada hectárea completa pedida en concesión de explotación, será: a) un centésimo, si la
superficie total manifestada no excede de cien hectáreas; b) dos centésimos, si esa superficie excede de ciento y no sobrepasa trescientas hectáreas; c) cuatro centésimos, si dicha
superficie excede de trescientas y no
sobrepasa seiscientas mil hectáreas;
d) cinco centésimos, si esa superficie
excede de seiscientas hectáreas.123
6.4.4. Uruguay
El titular de un derecho minero de
explotación abona desde el momento
en que toma posesión de la concesión un Canon de producción, de
abonado dentro de los diez días hábiles siguientes a la notificación que
realice la Administración. (v) Si la producción efectiva fuera inferior al mínimo programado, el Canon quedará
consolidado para el semestre respectivo sobre el mínimo del programa.
Los inicios de los períodos semestrales son fijados reglamentariamente.
6.5. Caducidad de la Concesiones
6.5.1. Argentina
La concesión de la mina caduca
cuando: (a) Cuando las Inversiones
Mínimas de Capital, no tuvieren el
destino previsto establecido por el
CMA; (b) Cuando las Inversiones
Mínimas de Capital Inversiones
Mínimas de Capital fueren inferiores a
una suma igual a quinientas (500)
veces el canon anual que le corresponda a la mina de acuerdo con su
categoría y con el número de pertenencias. (c) Por falta de presentación
de la estimación de inversiones minímas. (d) Por falta de presentación de
las declaraciones juradas exigidas.
Previamente a la declaración de
caducidad por éstas causales, la
autoridad minera debe intimar por 30
días a que el minero salve el error o la
omisión.
También, la caducidad de la concesión podrá ser declarada por: (a) Por
falsedad en tales declaraciones. (b)
Por no realización de las inversiones
proyectadas. (c) Por introducción de
modificaciones por parte del concesionario a las inversiones estimadas
sin aviso previo, reduciendo el monto
de las mismas. (d) Por reducción del
monto de las inversiones proyectadas
por desafectación de los bienes comprendidos en dichas inversiones. En
éstas causales, la autoridad minera
dará previa vista de lo actuado al concesionario por 15 días para su defensa.125
122. Art. 50 (CMB).
123. Art. 51 (CMCH).
124. El Art. 45 del CMU establece que el valor del canon de explotación se calcula por el promedio ponderado de los precios que el producto bruto tenga
el último semestre transcurrido y en las plazas principales de comercialización, deducido el costo del transporte. Además, establece que si el producto
bruto extraído no se comercializa en esas condiciones sino después de sufrir un proceso de elaboración o transformación, se optará por el promedio ponderado de los precios de este producto resultante, en el último semestre transcurrido y en las plazas principales de comercialización, deduciendo en este
caso, además del costo de transporte, el costo de elaboración o transformación sufrida, para llegar al valor del producto bruto.
125. “Los recursos contra las declaraciones de caducidad se concederán con efecto suspensivo. (Art. 218, in fine, CMA).
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
El pago de patente minera o canon de
superficie, cuyo monto es determinado por el Poder Ejecutivo de acuerdo
a la variación del tipo de cambio oficial del dólar norteamericano; es realizado por el concesionario minero al
Estado, en relación al número de cuadrículas en forma progresiva y diferenciada en base al tiempo de antigüedad del otorgamiento de la concesión.122
6.4.3. Chile
acuerdo con las siguientes reglas: (i)
Es un porcentaje del valor del producto bruto extraído de la mina, antes de
sufrir cualquier proceso de beneficio o
transformación de sus componentes124. (ii) El porcentaje del Canon de
Producción se fija según el tipo de
yacimiento, a saber: (ii.a) Para los
yacimientos de la Clase III: a.1) Para
los primeros cinco años de explotación: 5%. Este porcentaje se compone de un 2% de Canon estatal y un
3% de participación para el propietario del predio superficial. a.2) Para los
años siguientes será del 8%, que se
compone de: 3% de Canon estatal y
un 5% de participación del propietario
del predio superficial. (ii.b) Para los
yacimientos de la Clase IV. El Canon
de producción será desde el comienzo de la explotación de 10%. Este
porcentaje se compone: un 5% de
Canon estatal y un 5% de participación para el propietario del predio
superficial. (iii) El Canon de producción se abonará íntegramente a los
organismos de recaudación estatales,
abonando la Administración la participación que corresponda al superficiario dentro de los treinta días hábiles
de percibido. Si fueran varios los propietarios de los predios superficiales
correspondientes al yacimiento, la
participación se distribuirá a prorrata
de acuerdo con la extensión que
abarque el área de la concesión
minera en los distintos inmuebles. (iv)
El Canon de producción se pagará
según las siguientes reglas: (iv.a) Por
semestre vencido y dentro de los diez
días hábiles siguientes al vencimiento. El porcentaje correspondiente será
calculado sobre la producción mínima
del programa de producción aprobado. (iv.b)Cada dos semestres vencidos, y sin perjuicio del pago sobre la
producción mínima, se efectuará la
reliquidación correspondiente sobre
la producción efectivamente obtenido.
El pago del saldo del Canon, que
resulte por reliquidación, deberá ser
14
En ningún caso de caducidad, el concesionario podrá reclamar indemnización alguna por las obras que hubiere
ejecutado en la mina, pero tendrá
derecho a retirar con intervención de
la autoridad minera, los equipos,
máquinas, herramientas y demás
bienes destinados a la explotación y
al tratamiento y beneficio de los productos, que pudieren separarse sin
perjudicar a la mina, así como también el mineral ya extraído que se
encontrare en depósito. No podrá
usarse de este derecho si existieren
acreedores hipotecarios o privilegiados126.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
6.5.2. Bolivia
Las concesiones mineras caducan
únicamente cuando la patente anual
no es pagada en el plazo máximo, por
imperio de la ley, como lo establece el
Código de Minería.127
6.5.3. Chile
Caducará la concesión minera si la
inscripción de la sentencia constitutiva no es requerida dentro del plazo
establecido en el artículo 89 del
CMCH128. La concesión de exploración caducará, en el caso de que su
titular establezca, por sí o por interpósita persona, explotación minera en
ella o convenga con cualquier otra
persona que efectúe dicha explotación.129
6.5.4. Uruguay
La concesión minera caduca por: (a)
La falta de pago de dos años continuos del Canon de superficie o del
Canon de producción. (b) La cesión o
arrendamiento del derecho minero sin
ajustarse a las disposiciones del
CMU. (c) La renuncia o abandono del
derecho. (d) La falta de producción
por seis meses continuos o por debajo del programa mínimo de producción por dos años continuos, si no
existen las autorizaciones previas
previstas por el CMU. (e) El incumplimiento reiterado de las obligaciones y
cargas que impone este Código y los
Reglamentos, previo apercibimiento.
Producida las causales de caducidad
de la concesión, ésta se produce de
pleno derecho y el Poder Ejecutivo
procederá a dictar el acto declarativo
de la caducidad a efectos de su registro.
7. Derecho Tributario
Minero
7.1.
Regalías
o
Impuestos
Específicos a la Minería
7.1.1. Argentina
Las regalías constituyen un instituto
minero en tanto reconocen como fundamento la propiedad del Estado
Nacional o Provincial sobre el subsuelo. Su naturaleza financiera y jurídica ha planteado controversias. En
1993, el artículo 22 de la Ley Nº
24196 de Inversiones Mineras estableció que las provincias que adhieran al régimen y perciban regalías no
podrán cobrar un porcentaje superior
al 3% del valor en “boca de mina”. En
1995, se suscito un conflicto entre la
provincia de Catamarca y la empresa
explotadora del proyecto Bajo de la
Alumbrera con relación a la definición
del concepto "valor boca mina", que
es la base de cálculo para la aplicación de las regalías mineras provinciales. En dicha oportunidad, la provincia pretendía aplicar el tributo
sobre el valor del mineral exportado,
mientras que la empresa pretendía
deducir de ese valor todos los gastos
incurridos con posterioridad a la
extracción: los gastos y amortizaciones para el beneficio y transporte del
mineral. La ex - Secretaría de
Industria, Comercio y Minería intentó
resolver la cuestión y establecer el
procedimiento de cálculo mediante la
Resolución Nº 56/1997, la cual fue
rechazada por la provincia sosteniendo que la definición de la base imponible era competencia provincial. El
conflicto fue de tal envergadura que,
ante la afectación de las inversiones
en el sector, en 1999 el Congreso
Nacional debió intervenir y procedió
dictando la Ley 25161 que incorporó
el artículo 22 bis a la “Ley de inversiones Mineras”, el cual definió el valor
en “boca de mina” de minerales y/o
metales,. Dicho articulo, ha definido al
“Valor de Boca de Mina” de la siguiente manera, a saber: “Se define el valor
“boca mina” de los minerales y/o
metales declarados por el productor
minero, como el valor obtenido en la
primera etapa de su comercialización,
menos los costos directos y/u operativos necesarios para llevar el mineral
de boca mina a dicha etapa, con
excepción de los gastos y/o costos
directos o indirectos inherentes al
proceso de extracción. Los costos a
deducir, según corresponda, serán:
a.- Costos de transporte, flete y seguros hasta la entrega del producto
logrado, menos los correspondientes
al proceso de extracción del mineral
hasta la boca mina. b.- Costos de trituración, molienda, beneficio y todo
proceso de tratamiento que posibilite
la venta del producto final, a que arribe la operación minera. c.- Costos de
comercialización hasta la venta del
producto logrado. d.- Costos de administración hasta la entrega del producto logrado, menos los correspondientes a la extracción. e.- Costos de
fundición y refinación”130.
126. Art. 218, in fine, CMA
127. Art. 65 (CMB).
128. Art. 160 (CMCH)
129. Art. 115 (CMCH).
130. Artículo 22 (bis).- “Se considera “mineral boca mina”, al mineral extraído, transportado y/o acumulado previo a cualquier proceso de transformación.
Se define el valor “boca mina” de los minerales y/o metales declarados por el productor minero, como el valor obtenido en la primera etapa de su comercialización, menos los costos directos y/u operativos necesarios para llevar el mineral de boca mina a dicha etapa, con excepción de los gastos y/o costos directos o indirectos inherentes al proceso de extracción. Los costos a deducir, según corresponda, serán: a.- Costos de transporte, flete y seguros
hasta la entrega del producto logrado, menos los correspondientes al proceso de extracción del mineral hasta la boca mina. b.- Costos de trituración,
molienda, beneficio y todo proceso de tratamiento que posibilite la venta del producto final, a que arribe la operación minera. c.- Costos de comercializa-
15
En la actualidad, salvo Chubut que ha
establecido una regalía del 2% sobre
el valor de “Boca de Mina”, el resto de
las provincias perciben un valor del
3% sobre el valor de “Boca de Mina”.
7.1.2. Bolivia
7.1.3. Chile
En enero de 2006, la actividad minera
se encuentra sujeta a un impuesto
adicional a los impuestos normales,
denominado “Impuesto sobre la
Renta Operacional de la Actividad
Minera Metálica” (IRO) el cual es
conocido como “Royalty Minero”. El
Royalty Minero se aplica a la renta
operacional del Explotador Minero, el
cual es definido como toda persona
natural o jurídica que extraiga sustancias minerales de carácter concesible
y las venda en cualquier estado productivo en que se encuentren). La
tasa del Royalty Minero se determina
conforme al volumen de ventas anuales estimadas en TONELADAS
METRICAS135. Así, los volúmenes de
ventas: (i) superiores a 50.000 TONELADAS METRICAS de cobre fino
pagan una tasa única de impuesto de
5%. (ii) superiores a 12.000 y iguales
o menores de 50.000 TONELADAS
METRICAS de cobre fino, pagan una
tasa progresiva que varía entre 0,5%
y 4,5%. (iii) iguales o inferiores a las
12.000 TONELADAS METRICAS de
cobre fino no están afectados a este
impuesto.
Los ingresos de las actividades mineras minería se encuentran gravados
con el Impuesto de Primera
Categoría, cuya tasa actualmente es
del 17%.
7.1.4. Uruguay
No establece regalías ni pago de
impuestos específicos a la actividad
minera.
7.2. Régimen de Promoción
Inversiones
de
7.2.1. Argentina
En Argentina, el régimen de promoción de inversiones mineras ha sido
establecido por la Ley N° 24.196, la
cual ha sido modificada por la LEY Nº
25.429 (LIM). Dicho régimen establece: (i) Estabilidad fiscal136 por 30
años, contados a partir de la fecha de
presentación de su estudio de factibilidad137; (ii) Exención del pago de
derechos de importación ni tasas de
estadística por la importación de bienes de capital, equipos o insumos; (iii)
Deducción de ganancias del 100 por
ciento del monto invertido en determinar la factibilidad de un proyecto; (iv)
Amortización en tres años de maquinaria, construcciones, vehículos e
infraestructura, deducción de gastos
de conservación del medio ambiente;
(v) exención del pago de Ganancias
por las utilidades derivadas del aporte
de minas y derechos mineros para
capitalizar sociedades; (vi) devolución
de los créditos fiscales por IVA al año,
(vii) Exención del pago del impuesto
al cheque desde 2001 y de tasas
municipales e impuestos a los sellos
ción hasta la venta del producto logrado. d.- Costos de administración hasta la entrega del producto logrado, menos los correspondientes a la extracción.
e.- Costos de fundición y refinación. Queda expresamente excluido de los costos a deducir, todo importe en concepto de amortizaciones. En todos los
casos, si el valor tomado como base de cálculo del valor bocamina fuese inferior al valor de dicho producto en el mercado nacional o internacional, se
aplicará este último como base de cálculo.”
131. “Artículo 25o. Las actividades mineras se clasifican en: a) Prospección y exploración; b) Explotación; c) Concentración; d) Fundición y refinación; e)
Comercialización de minerales y metales.
132. “Se entiende por valor bruto de venta el monto que resulte de multiplicar el peso del contenido fino del mineral o metal por su cotización oficial en
dólares corrientes de los Estados Unidos de América” (Art. 97, CMB).
133. Art. 99, CMB.
134. Oro 400 $us / onza troy; Plata 5.55 $us / onza troy; Zinc 0.53 $us / libra fina; Plomo 0.30 $us / libra fina; Estaño 2.90 $us / libra fina; Antimonio
2,802 $us / tonelada métrica; Wólfram 80 $us / unidad larga fina; Cobre 1.04 $us / libra fina; Bismuto 3.50 $us / libra fina; Hierro (Slabs o planchones)
340 $us / tonelada métrica
135. El valor de la tonelada métrica de cobre fino se determina de acuerdo con el valor promedio del ejercicio comercial respectivo registrado en la Bolsa
de Metales de Londres.
136. El Art. 8 de la LIM, define a la “estabilidad fiscal” de la siguiente manera: “(1) Alcanza a todos los tributos, entendiéndose por tales los impuestos
directos, tasas y contribuciones impositivas, que tengan como sujetos pasivos a las empresas inscriptas, así como también a los derechos, aranceles u
otros gravámenes a la importación o exportación. (2) Significa que las empresas que desarrollen actividades mineras en el marco del presente régimen
de inversiones no podrán ver incrementada su carga tributaria total, considerada en forma separada en cada jurisdicción determinada al momento de la
presentación del citado estudio de factibilidad, en los ámbitos nacional, provinciales y municipales, que adhieran y obren de acuerdo al artículo 4°, última
parte de esta ley. (3) Comprende a los emprendimientos nuevos y a las unidades productoras existentes que incrementaren su capacidad productiva
mediante un proyecto de ampliación. En este último caso en la forma y condiciones que establezca la autoridad de aplicación”.
137. ART. 8, LIM.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
La Ley 3787 de 24 de Noviembre de
2007 (modificatoria del CMB), establece quienes realicen las actividades
mineras indicadas en el Artículo 25
del CMB131, están sujetos al pago de
una Regalía Minera (RM) conforme a
lo establecido en el presente título. La
base de cálculo de la Regalía Minera
es el valor bruto de venta132. La RM
se liquidará y pagará aplicando la alícuota correspondiente, en cada operación de venta o exportación realizada133. La Regalía Minera puede ser
acreditada contra el Impuesto sobre
las Utilidades de las Empresas (IUE)
sólo cuando la cotización oficial de
cada metal o mineral al momento de
liquidar la RM sea inferior a los precios mínimos fijados por en el Art. 101
(CMB)134. En los casos en que las
cotizaciones sean iguales o superiores a los mínimos fijados, la RM no
será acreditable contra el IUE,
debiendo pagarse ambos de forma
independiente. El monto de la RM
pagado efectivamente será considerado como gasto deducible en la
determinación de la base imponible
del IUE, únicamente en las gestione
fiscales en que se produzca la desacreditación. El sujeto pasivo del TUE
tomará como crédito fiscal el pago
efectivo de la RM, cuando se haya
liquidado a precios inferiores a los
fijados en el Art. 101 del CMB.
16
(las provincias y municipios deben
adherir a la ley). Las provincias han
adherido al régimen de la LIM.
A nivel provincial existen los siguientes
regímenes promocionales para la minería, por ejemplo, Ley de Promoción
Minera Provincial Nº 6.026/82 (Salta),
Ley de Promoción Minera Provincial Nº
4007 y su Decreto Reglamentario Nº
1451/86 (Catamarca).
7.2.2. Bolivia
No existe Ley de Promoción Minera o
Inversiones Mineras. Ley Nº 1182 de 17
de Septiembre de 1990 (Ley de
Inversiones).
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
7.2.3. Chile
La inversión extranjera se encuentra
regulada por el Decreto Ley Nº 600 del
Estatuto de la Inversión Extranjera (DL
600). Es un contrato ley, entre el Estado
y el Inversor Extranjero. El DL 600 establece una Invariabilidad Tributaria de
una Tasa del 42% como carga impositiva efectiva total a la renta. Las inversiones no inferiores a US$ 50 millones, que
tengan por objeto proyectos industriales
o extractivos, incluyendo los mineros,
pueden solicitar un plazo límite de hasta
ocho años para materializar sus aportes, cuando la naturaleza del proyecto
así lo requiera138. En el caso de proyectos mineros, si se requieren exploraciones previas, el Comité de
Inversiones Extranjeras está facultado
para extender dicho plazo hasta por un
período de doce años139. El DL 600 fue
modificado en el año 2005 por la Ley
20.026, con el fin de otorgar nuevos
derechos durante un máximo de 15
años para las inversiones mayores a
US$ 50.000.000 destinadas a proyectos
mineros140. El inversionista también
puede optar por abandonar el régimen
especial del DL 600 y, en consecuencia,
pagar el Impuesto Adicional de la Ley
20.026, pero una vez ejercida esta
opción no puede volver atrás.
7.2.4. Uruguay
En Uruguay, el régimen la promoción y
protección de inversiones se encuentra
establecido en la Ley Nacional Nº Ley
16.906 de 7 de enero de 1998.
Recientemente, en noviembre de 2007,
el Poder Ejecutivo Uruguayo dictó el
Decreto Nº 455/007 por el cual se reglamentó el régimen de promoción y protección de inversiones establecida por
el Ley 16.906 de 7 de enero de 1998.
8. Derecho Ambiental
Comparado
8.1. Argentina
Las obligaciones ambientales mineras
vigentes en la República Argentina
receptan y complementan los principios
contenidos en el Art.41 de su
Constitución Nacional, implementando
un régimen jurídico de prevención y protección a favor del medio ambiente.
Este
Marco
Ambiental
Minero
Preventivo está compuesto por: (1) los
Arts. 41 y 43 de su Constitución
Nacional; (2) el Título complementario
Nº XIII de la Sección Segunda de su
Código de Minería de la Nación ( Ley
Nacional Nº 24.585); (3) las Normas
Complementarias y Presupuestos
Mínimos aprobadas por el Consejo
Federal de Minería el 16 de Agosto de
1996 mediante el Acta suscripta en la
ciudad de San Carlos de Bariloche; (4)
los Decretos Provinciales estableciendo la Autoridad de Aplicación local de la
Ley Nacional 24.585; (5) los Decretos
Provinciales de implementación de la
Normativa Complementaria y (6) las
Resoluciones provinciales de implementación del procedimiento administrativo interno.
A su vez, el marco Institucional está formado por las Autoridades de Aplicación
de la Ley Nacional Nº 24.585, con la
asistencia técnica de las Unidades de
Gestión Ambiental Mineras Provinciales
y la Subsecretaria de Minería de la
Nación.
En el orden administrativo, por la aplicación efectiva de la Ley Nacional Nº
24.585, se establecen los siguientes
instrumentos de gestión ambiental: los
Informes de Impacto Ambiental, de presentación obligatoria por parte de los
titulares de actividades mineras en
forma previa al inicio de las operaciones
y la Declaración de Impacto Ambiental
que emite la Autoridad en aprobación de
dicho informe.
Las actividades y sujetos comprendidos
en la Ley Nacional Nº 24.585 son las
enumeradas en el Art. 4 de la Ley
Nacional Nº 24.196 de Inversiones
Mineras e incluyen las referentes al cierre de las Minas
Las Normas Complementarias y
Presupuestos Mínimos están conformadas por un cuerpo de 29 artículos y cuatro Anexos que fijan los requisitos técnicos mínimos que debe contener un
Informe Ambiental.
También, al respecto, deben ser consideradas las medidas preventivas, los
límites de emisión y exposición y los
controles que obliga a realizar el
Decreto Nacional Nº 249/07 referido a la
Seguridad e Higiene en la Minería.
8.2. Bolivia
La Ley Nacional del Medio Ambiente N°
1.333 es el eje fundamental de la política ambiental nacional de la República
de Bolivia, estableciendo una serie principios para la protección del medio
ambiente en su conjunto. De esta disposición legal se desprenden seis
Reglamentos aprobados mediante el
Decreto Supremo 24176: 1) el
Reglamento General de Gestión
Ambiental, 2) el Reglamento de
138. Art. 11 bis (DL600)
139. Información sobre Inversiones Extranjeras en chile, ver: http://www.camacoes.cl/inversion/cl/pagina2.asp
140. Aquellas empresas que adhieran al régimen de la Ley 20.026, tienen los siguientes derechos: (i) Mantener invariables las normas legales vigentes a
la fecha de suscripción del respectivo contrato en lo relativo al Impuesto Específico a la Actividad Minera. En consecuencia, no se verán afectados por el
alza de la tasa, la ampliación de la base de cálculo o cualquier otra modificación que se introduzca y que haga directamente más gravoso el Impuesto
Específico a la Actividad Minera. (ii) No estarán afectos a cualquier nuevo tributo, incluidas las regalías, cánones o cargas similares, específico para la
actividad minera, que se establezcan luego de la fecha de suscripción del contrato de inversión extranjera respectivo, que tenga como base o considere
en la determinación de su base o monto los ingresos por actividades mineras o las inversiones o los bienes o derechos utilizados en actividades mineras.(iii) Invariabilidad en los montos o forma de cálculo para las patentes de exploración mineras y las patentes de explotación mineras vigentes a la
fecha de suscripción del contrato de inversión extranjera, y que las haga más gravosas.
17
Prevención y Control Ambiental, 3) el
Reglamento
en
Materia
de
Contaminación
Hídrica,
4)
el
Reglamento
en
Materia
de
Contaminación Atmosférica, 5) el
Reglamento para Manejo de Sustancias
Peligrosas, y 6) el Reglamento de
Gestión de Residuos Sólidos
En el año 1997 se promulga el nuevo
Código de Minería en Bolivia, el cual
incorpora criterios novedosos de gestión ambiental, acordes con la realidad
de este sector productivo, entre los que
cabe mencionar:
Todos estos aspectos ambientales del
Código de Minería fueron, a su vez,
reglamentados mediante el dictado del
Decreto Supremo 24.782 denominado
Reglamento Ambiental para Actividades
Mineras que regula las disposiciones
del Capítulo Ambiental del Código de
Minería y por los reglamentos de la Ley
del Medio Ambiente, completando de
esta manera las disposiciones aplicables al sector minero.
Este Reglamento Ambiental para
Actividades Mineras señala en forma
expresa la necesidad de una gestión
ambiental integral en la minería desde
su inicio, esto es, desde la fase de
exploración, hasta el cierre y abandono
de las actividades mineras.
8.3. Chile
El Marco Ambiental General de la
A nivel administrativo la Ley Nacional
Nº 19.300 establece una serie de instrumentos para la gestión ambiental,
tales como las definiciones básicas del
léxico ambiental, el Sistema de
Evaluación de Impacto Ambiental
(SEIA)
y
los
Planes
de
Descontaminación. Además de un sistema de participación ciudadana, que
resulta clave en la resolución de los
Estudios de Impacto Ambiental que fueran presentados.
En definitiva, la Ley Nacional Nº 19.300
establece un conjunto de disposiciones
y definiciones legales, los instrumentos
de gestión ambiental, la responsabilidad
en materia ambiental, la fiscalización, el
fondo de protección ambiental y la creación de la institucionalidad estatal que
tiene a su cargo el tema ambiental.
La Ley Nacional Nº 19.300 crea un sistema que integra todos los requerimientos ambientales sectoriales, incluido la
minería, que se conoce como "ventanilla única". Este se materializa a través
de la coordinación ejercida por la
Comisión Regional del Medio Ambiente
(COREMA) respectiva, o la CONAMA,
en su caso, y mediante una resolución
que certifica que el proyecto o actividad
cumple, o no, con todos los requisitos
ambientales aplicables. Dicha evaluación se lleva a cabo mediante una
Declaración de Impacto Ambiental (DIA)
o un Estudio de Impacto Ambiental
(EIA).
Otras normas a considerar son la Ley
Nacional Nº 3.133 sobre Neutralización
de los Residuos Provenientes de
Establecimientos Industriales y su regla-
mento el Decreto Supremo Nº 2491, el
Decreto Supremo 148/00 acerca del
reglamento Sanitario sobre el Manejo
de Residuos Peligrosos, el Decreto
Supremo 95/01 sobre el Reglamento
acerca el Sistema de Evaluación de
Impactos Ambientales y el Decreto
Supremo 94/95 que fija el reglamento
para establecer los planes de prevención y descontaminación.
8.4. Uruguay
Ley Nº 16.466 de Evaluación de
Impacto Ambiental141 establece que
antes de iniciar la ejecución de las actividades, construcciones u obras en las
que estén involucradas actividades de
extracción de minerales y de combustibles fósiles142, los interesados en llevarlas adelante deberán obtener la
autorización previa del Ministerio de
Vivienda, Ordenamiento Territorial y
Medio Ambiente, el cual recibirá asesoramiento del o de los Ministerios o
Gobiernos Departamentales que tuvieran que ver con dichas obras o trabajos143.
La Ley General del Medio Ambiente Nº
17.823, declara de interés nacional la
protección del medio ambiente y su
autoridad de aplicación es la Dirección
Nacional de Medio Ambiente( DINAMA)
dependiente del Ministerio de Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio As u
vez el texto ordenado del Decreto
Nacional Nº 253/79 prevé la protección
del medio ambiente mediante el control
en el uso de las aguas mediante la emisión del correspondiente permiso por
intermedio de la mencionada autoridad
administrativa.
No existiendo en este país normas sectoriales que consideren específicamente la protección del medio ambiente
como consecuencia de la actividad
minera desplegada en su territorio.
141. De fecha 19 de enero de 1994
142. El inciso 13 del Art. 2 del Decreto No. 349/2005, establece que : “Requerirán la Autorización Ambiental Previa, las actividades, construcciones u
obras que se detallan a continuación, sean las mismas de titularidad pública o privada”, (la) “extracción de minerales a cualquier título, cuando implique la
apertura de minas (a cielo abierto, subterráneas o subacuáticas), la realización de nuevas perforaciones o el reinicio de la explotación de minas (a cielo
abierto, subterráneas o subacuáticas) o perforaciones que hubieran sido abandonadas y cuya autorización original no hubiera estado sujeta a evaluación
del impacto ambiental”. Asimismo en dicho inciso, se exceptúa la extracción de materiales de la Clase IV prevista en el artículo 7° del Código de Minería
(Decreto Ley No. 15.242, de 8 de enero de 1981), cuando se realice en álveos de dominio público, o, cuando se extraiga menos de 500 (quinientos)
metros cúbicos semestrales de la faja de dominio público de rutas nacionales o departamentales, así como de canteras destinadas a obra pública bajo
administración directa de organismos oficiales”.
143. Art. 6(E) y Art. 7, Ley 16.466.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
- Determinación de la responsabilidad
por pasivos ambientales.
- Licencia ambiental.
- Criterios para aprobación de normas y
límites permisibles.
- Actividades mineras en áreas protegidas.
- Lista negativa de actividades y criterios para conseguir eficiencia en la gestión ambiental.
- Normas y procedimientos para cierre
de operaciones mineras.
República de Chile esta conformado por
la Ley Nacional Nº 19.300, denominada
Ley de Bases Generales sobre el Medio
Ambiente. Esta establece un marco
dentro del cual se da un proceso ordenador de la normativa ambiental existente y futura.
18
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Minería, Crisis Económica y Políticas
Mineras
El mundo esta atravesando una crisis que,
para algunas opiniones, significará el fin
del capitalismo, o al menos del capitalismo
tal como lo hemos vivido en los últimos
años. Así lo ha anunciado recientemente,
entre otros, un ex ministro de economía de
Japón, E. Sakakibara, con palabras
inusualmente duras: “Cuando esta recesión haya concluido, las cosas serán muy
diferentes. La Era Americana ha concluido”
(Financial Times, 16.3.09, Analysis, pg. 11).
Un diagnóstico tal, y tantos otros que podríamos citar; así como la dura realidad que la
perdida de miles de puestos de trabajo que
ocurre diariamente implica (las Naciones
Unidas ha calculado que se han perdido ya
aproximadamente 50.000.000, a nivel
mundial), era impensable unos pocos
meses atrás.
En marzo del 2008 tuve ocasión de escuchar una breve pero interesantísima exposición brindad por el ex director general de
una de las dos compañías mineras más
grandes del mundo, quien consideraba,
entonces, que el principal problema que
enfrentaba la industria minera era la necesidad de abastecer una demanda inusualmente elevada de los mercados asiáticos,
China e India en particular.
Por cierto que el optimismo era justificado,
si nos atenemos a que la industria, solamente un año atrás, vivía un escenario
delineado por precios elevadísimos de sus
productos; abundancia de capital en los
mercados para financiar exploración primaria por parte de las compañías júnior (circunstancias que se retroalimentaban virtuosamente); una mayor propensión de las
major a fondear generosos presupuestos
de exploración (pues la necesidad de yacimientos se sentía a flor de piel); valuaciones de mercado de las compañías que
alcanzaban registros históricos dejando
muy atrás las épocas en que la suma del
valor de mercado de las 10 compañías
mineras mas grandes del mundo era solamente una fracción del valor de Microsoft y,
como efecto de estos factores, la existencia de adquisiciones (no obstante algunos
resonantes fracasos, como el de la frustra-
da adquisición de Rio Tinto por BHP
Billiton) motivadas por la necesidad de
crear mayor valor para los accionistas,
según la máxima del momento (hoy abandonada hasta por Jack Welch, famosísimo
ex director general de General Electric y
supremo guru del management en la ultima
década).
Un escenario de tanta prosperidad había
motivado, a su vez, que gobiernos de países en desarrollo huéspedes de proyectos
de envergadura se sintieran proclives a
revisar sus esquemas de participación en
proyectos mineros, y a buscar incrementar
lo que suele llamarse la “porción del estado” (state share), ya sea mediante formulas
con alguna sofisticación o mediante el sencillo recurso de incrementar la carga tributaria. Nuestro país no fue la excepción, por
cierto, y así vivimos la aun inconclusa afectación del régimen de inversiones mineras
establecido por la ley 24.196, causada por
la imposición de derechos de exportación a
proyectos que gozan de estabilidad fiscal
desde antes de la creación de tales derechos a fines del ano 2002, mediante el dictado de la resolución 11 del Ministerio de
Economía.
El escenario actual se encuentra marcado
por la crisis económica presente, prevenida por muy pocos (entre otros M. Faber,
economista de origen suizo, quien lo hizo
en su libro The Gloom, Boom and Doom
Report), que como un negativo de la situación antes descripta se encuentra delineado por una notable caída en el valor de los
commodities en general, incluyendo metales base y preciosos y salvo contadas
excepciones (el oro, la mas significativa);
una extraordinaria caída en el valor de las
acciones de las compañías; una dificultad
extrema para recaudar capital mediante
emisiones derivada de la aversión al riesgo
que impera hoy en cualquier mercado de
valores, y la existencia de adquisiciones de
compañías o proyectos que parecen mas
decisiones de oportunidad que motivadas
por decisiones estratégicas de largo plazo.
Si en tiempos normales el “efectivo es rey”
(“cash is king”), podríamos decir que hoy
en día el efectivo, mas que un rey, es un
emperador con poderes omnímodos.
Ante un panorama semejante, uno podría
pensar que la industria en general se
encuentra sumida en un pesimismo generalizado, como otros sectores que también
sufren la recesión de manera aguda (los
servicios financieros y el sector automotriz,
particularmente).
Lo cierto es que tal no parece ser la realidad, y que un optimismo de base sigue
presente en el sector. Un factor para ello
es, cabe presumir, que la minería es, por
definición, una industria de optimistas por
naturaleza. Otro factor podría ser que, no
hace tanto, la industria había vivido
momentos duros, con precios bajos y
aguda iliquidez en los mercados (recordemos los efectos del caso Bre-X), y que también por definición la industria suele tener
una mirada de largo plazo sobre las cosas.
Dicho ello, queda por considerar si la actitud de los gobiernos frente al escenario de
bonanza pre-crisis no debería ser redefinida. Es una realidad ya aceptada que el
desarrollo de proyectos mineros (y cuanto
mayor su envergadura mas cierto ello)
requiere de una equilibrada y razonable
coordinación de esfuerzos y beneficios
entre la compañía, el gobierno en sus distintos niveles, y las comunidades vecinas.
Esto es una realidad que se ha convertido
en práctica internacionalmente aceptada, y
nuestro país no es la excepción.
Cierto es, no obstante, que el equilibrio en
cada caso solo puede ser alcanzado si
existe apertura para considerar la perspectiva del otro sector en cuestión (razón por
la cual las posturas irreductibles y fundamentalistas de los sectores “no” se autodescalifican). El equilibrio al que nos referimos debe necesariamente involucrar un
desapasionado y realista análisis de las
ecuaciones económicas de los proyectos.
Ciertos escenarios pueden permitir, a las
empresas o a proyectos en particular, tolerar medidas enraizadas en motivaciones
puramente recaudatorias. Pero las épocas
han cambiado, para todos, y es necesario
que ello sea advertido a tiempo.
19
Legislación minera comparada.
Argentina, Chile y Perú
Introducción
En este sentido, haremos referencia a
la organización política de los países
mencionados y cómo esta influye en
la organización de la minería. también
analizaremos los principales institutos
mineros establecidos en: (a) el
Código de Minería de Argentina (el
“CMA”); (b) el Código de Minería de
Chile (el “CMC”); y (c) la Ley General
de Minería de Perú (la “LGM”), así
como en legislación relacionada a la
industria minera.
Organización del Estado
La organización política de la
Argentina es federal1, mientras que
Chile y Perú han adoptado el sistema
unitario2. La adopción de uno u otro
sistema establece que en Argentina la
actividad minera se encuentre regulada por normas de carácter nacional y
por normas provinciales, mientras
Dominio de los minerales
Si bien tanto en Argentina, Chile y
Perú, el dominio de los minerales pertenece al Estado, la organización
federal en Argentina determina que
las minas sean bienes privados de la
Nación o las Provincias, según el
territorio en que ellas se encuentren3.
En tanto que el CMC establece que el
Estado tiene el dominio “absoluto,
exclusivo, inalienable e imprescriptible” de todas las minas4 y la LGM dispone que “todos los recursos minerales pertenecen al Estado, cuya propiedad es inalienable e imprescriptible”5.
La Autoridad Minera
En la Argentina, los particulares
deben solicitar la concesión de los
derechos mineros ante la Autoridad
Minera Nacional o ante las distintas
autoridades mineras provinciales,
según el lugar donde se encuentre
ubicado el yacimiento. Las autoridades mineras provinciales pueden ser
de carácter judicial o administrativo
según cada provincia.
Por su parte, en todo el territorio chi-
leno los derechos mineros se solicitan
ante el juez de letras competente en
el área sobre la que se pretende realizar actividades de exploración o
explotación6.
Finalmente, la jurisdicción con respecto a asuntos mineros en Perú es
de carácter administrativo. Tal jurisdicción es ejercida para todo el territorio peruano por el Poder Ejecutivo,
a través de distintos órganos tales
como el Consejo de Minería, la
Dirección General de Minería, la
Dirección de Fiscalización Minera, los
Órganos Regionales de Minería y el
Registro Público de Minería.
Categorías de sustancias
El CMA establece tres categorías7 de
minerales. Con respecto a los minerales de primera categoría, el titular de
la superficie en la que se encuentra el
yacimiento no tiene preferencia alguna para realizar actividades de exploración o explotación. Por otro lado,
con relación a los minerales de la
segunda categoría, el superficiario
tiene preferencia con respecto a los
demás particulares para realizar actividades de exploración o explotación.
Por último, no pueden realizarse tareas de exploración o explotación respecto de minerales de tercera catego-
1. Articulo 1 de la Constitución Nacional Argentina.
2. Articulo 43 de la Constitución Política del Perú y Articulo 3 de la Constitución Política de Chile.
3. Artículo 7 del CMA. La referencia a “la Nación o las Provincias” es una consecuencia de la forma federal de gobierno.
4. Artículo 1 del CMC.
5. Punto II del Título Preliminar de la LGM.
6. Artículo 34 del CMC.
7. Artículos 2, 3, 4 y 5 del CMA.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
En el presente artículo nos proponemos realizar un breve análisis comparativo de la normativa que regula la
actividad minera en Chile y Perú, principales países productores de minerales de Sudamérica, y la de la
República Argentina, un país que en
los últimos años evidenció un alto crecimiento y desarrollo de la minería.
que en Perú y Chile la regulación
minera es única y nacional.
20
ría sin el consentimiento del superficiario.
El CMC clasifica a las sustancias
minerales en dos categorías, como
concesibles y no concesibles8. Con
relación a los minerales no concesibles solamente el Estado, sus empresas o terceros a través de concesiones administrativas o contratos de
operación9 otorgados por el Estado
pueden realizar actividades de exploración o explotación.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Por ultimo, la LGM clasifica a las concesiones mineras en metálicas y no
metálicas, según el tipo de sustancia
objeto de la concesión.10
Sistemas de concesión de
derechos mineros
Los ordenamientos jurídicos de
Argentina, Chile y Perú se basan en
sistemas de concesiones para otorgar derechos mineros a los particulares. Tales ordenamientos establecen
que en caso de que más de una persona solicitase derechos mineros
sobre la misma área, la prioridad la
tendrá aquella que primero hubiere
realizado la solicitud. Asimismo, los
procedimientos mediante los cuales
se otorgan los derechos mineros tienden a proteger los eventuales derechos de terceros titulares de concesiones preexistentes a través de la
publicación de edictos.
En Argentina y Chile existen dos clases de concesiones mineras, las cuales abarcan las etapas de exploración
y de explotación minera. El CMA las
denomina “permiso de exploración” o
“cateo”11 y “concesión de explotación” o “mina”, mientras que el CMC
los llama “concesión de exploración”
y “concesión de explotación” o “pertenencia”12. Sin embargo, se refieren a
los mismos institutos, los cuales
separan la actividad minera en dos
etapas, exploración y de explotación.
Asimismo, el CMC establece la posibilidad de recurrir a una “manifestación” que consiste en solicitar un área
para ser dedicada directamente a la
explotación13.
Por su parte, el sistema del Perú
prevé una concesión única que incluye tanto a las actividades de exploración como a las de explotación14.
Asimismo, la LGM hace referencia a
otras concesiones relacionadas con
la actividad minera: (a) concesiones
de beneficio; (b) concesiones de
labor general; y (c) concesiones de
transporte minero.
La concesión minera en Argentina,
Chile y Perú es definida como un
inmueble15
Argentina
– Permisos de exploración o cateos
El CMA establece que la unidad de
medida de los cateos es de 500 hectáreas y que un cateo puede constar
de hasta 20 unidades como máximo
(lo que equivale a 10.000 hectáreas).
Asimismo, según el CMA una misma
sociedad o un mismo individuo no
8. Artículos 5, 7 y 13 del CMC.
9. Artículos 7 y 8 del CMC.
10. Artículo 13 de la LGM.
11. Artículo 25 del CMC.
12. Artículo 28 del CMC.
13. Articulo 35 del CMC.
14. Articulo 9 de la LGM.
15. Artículo 12 del CMA, Artículo 54 del CMC y Artículo 9 de la LGM.
16. Artículo 29 del CMA.
17. Artículo 30 del CMA.
18. Artículo 30 del CMA.
19. Artículo 30 del CMA.
20. Resolución Nº 52/2003 de la Secretaría de Minería de la República Argentina.
pueden ser titulares de más de 20
cateos o más de 400 unidades por
provincia, lo que representa un área
de 200.000 hectáreas de extensión
por provincia16.
Los cateos que constan de una unidad se otorgan por 150 días. Con
respecto a los cateos de más de una
unidad, el plazo antes referido se
extenderá en 50 días por cada unidad adicional17. No obstante ello, el
CMA dispone que una vez transcurridos 300 días desde el otorgamiento
de un cateo, el explorador deberá
liberar un área equivalente a la mitad
de la superficie que exceda de cuatro
unidades. Al cumplirse 700 días
desde el otorgamiento del cateo, el
explorador deberá liberar un área
igual a la mitad del área remanente
de la primera liberación, excluidas las
cuatro unidades18.
Por otro lado, una persona puede
solicitar un nuevo permiso de exploración sobre un área o parte de ella
cubierta por un cateo de su titularidad, una vez transcurrido un año
desde el vencimiento de este último
cateo19.
Finalmente, el canon de exploración
para los minerales de la primera categoría es de $400 (US$111 aproximadamente) por cada unidad (500 hectáreas), independientemente del
plazo por el cual el cateo haya sido
otorgado20, el cual se paga una sola
vez. El canon de exploración se
devuelve total o parcialmente, si el
pedido de cateo es rechazado u otor-
21
gado por un área menor a la solicitada21.
–Concesiones
minas
de
explotación
o
El CMA dispone que las pertenencias
(unidades de medida de las concesiones de explotación) de yacimientos de tipo diseminado de primera
categoría constarán de 100 hectáreas cada una22. A su vez, las sociedades compuestas por dos o tres socios
podrán pedir en el depósito de su
elección hasta 25 pertenencias contiguas o separadas23 (lo que equivale
a 2.500 hectáreas).
Finalmente, la patente de exploración
se paga en forma anual y anticipada,
y es equivalente a la 1/50 parte de la
unidad tributaria mensual (UTM) por
cada hectárea de exploración27. No
se devuelven las patentes pagadas
por concesiones o partes de ellas
que caduquen, se extingan o abandonen28.
–Concesiones de explotación
El CMC dispone que las concesiones
de explotación tendrán una extensión
de una hectárea como mínimo y 10
hectáreas como máximo29.
Perú
–Concesiones de exploración
–Concesiones mineras
El CMC establece que las concesiones de exploración tendrán una
extensión de 10 hectáreas como
mínimo y 50 hectáreas como máximo24.
Las concesiones de exploración se
otorgan por dos años25, pudiendo ser
renovadas por un plazo adicional
también de dos años. En este último
caso, el concesionario deberá abandonar la mitad de la totalidad del área
concedida. El concesionario puede
asimismo, abandonar parte del área
concedida durante los primeros dos
años y extender la concesión de
exploración por dos años por la parte
no abandonada26.
21. Artículo
22. Artículo
23. Artículo
24. Artículo
25. Artículo
26. Artículo
27. Artículo
28. Artículo
29. Artículo
30. Artículo
31. Artículo
32. Artículo
33. Artículo
34. Artículo
35. Artículo
36. Artículo
25 del CMA.
76 del CMA.
312 y 351 del CMA.
28 del CMC.
112 del CMC.
112 del CMC.
142 del CMC.
145 del CMC.
28 del CMC.
9 de la LGM.
11 de la LGM.
11 de la LGM.
217 del CMA.
213 y siguientes del CMA.
217 del CMA.
143 del CMC.
Las concesiones mineras otorgan a
su titular el derecho a la exploración y
explotación de minerales30 y podrán
tener una extensión desde 100 hasta
1.000 hectáreas si están ubicadas en
territorio terrestre. Si las concesiones
se encuentran en territorio marítimo,
las mismas podrán tener una extensión de 100 hasta 10.000 hectáreas31. Asimismo, la unidad de medida
de las concesiones es de 100 hectáreas estableciéndose un sistema de
cuadriculas para su subdivisión. La
concesión minera deberá ser fraccionada en cuadriculas colindantes al
menos en un lado32.
Amparo Minero
En Argentina los depósitos de tipo
diseminado de primera categoría, el
canon de explotación anual es de
$800 por pertenencia. El canon de
explotación es anual y debe ser
pagado por adelantado y por partes
iguales en dos semestres que vencen el 30 de junio y el 31 de diciembre de cada año. Asimismo, debe
destacarse que el canon de explotación resulta exigible recién a partir del
tercer año desde el registro de la
mina respectiva34. El CMA requiere
adicionalmente la presentación de un
plan de inversiones que debe ser
cumplido por el concesionario dentro
de los cinco años contados a partir de
su presentación35.
En Chile, la patente debe pagarse de
forma anual y anticipada (durante el
mes de marzo de cada año36), y es
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Chile
En Argentina, Chile, y Perú, para
mantener la concesión es necesario
el pago de un “canon”, “patente”, o
“derecho de vigencia” respectivamente. Mientras que en Chile, la
patente es lo único que se exige para
amparar la concesión, en Argentina
se requiere adicionalmente la presentación de un plan de inversiones
que debe ser cumplido por el
Concesionario dentro de los cinco
años contados a partir de su presentación33, en tanto que en “Perú” el
derecho de vigencia va aumentando
si el minero no demuestra mínimos
de producción progresivos.
22
equivalente a la décima parte de la
unidad tributaria mensual (UTM) por
cada hectárea de explotación37.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
La LGM establece que para el caso
de sustancias metálicas la producción no podrá ser inferior a US$100
por año y por hectárea concedida,
mientras que para las sustancias no
metálicas la producción no podrá ser
inferior a los US$50 por año y por
hectárea otorgada. La LGM aclara
que para los pequeños productores
mineros la producción no podrá ser
inferior a los US$50 por año y por
hectárea concedida, sea cual fuere el
tipo de sustancia.38
A partir del año en que se formule la
solicitud de la concesión minera, su
titular estará obligado al pago de
US$3 por año y por hectárea solicitada u otorgada, en concepto de derecho de vigencia (denominado canon
en el CMA y patente en el CMC). El
derecho de vigencia correspondiente
al primer año de la concesión deberá
abonarse al momento de la solicitud.
El derecho de vigencia correspondiente al segundo año de la concesión deberá pagarse hasta el 30 de
junio de dicho año, y así sucesivamente para los años siguientes.39
Regalías
En Argentina, la Ley de Inversiones
Mineras limita el poder de las provincias de establecer regalías por sobre
un 3% sobre el valor “boca de mina”
del mineral extraído.
Por su parte, Chile ha sancionado la
ley “Royalty II” Nº 20.026 que establece un porcentaje variable de regalía sobre la “renta imponible operacional” obtenida por un explotador
minero que va del 0,00% al 5% según
las ventas anuales que haya obtenido.
37. Artículo 142 del CMC.
38. Artículo 38 de la LGM.
39. Artículo 39 de la LGM.
En Perú, las regalías fueron implementadas por ley N° 28.258 que
establece una alícuota que va del 1 al
3% según el monto de la venta de los
concentrados, independientemente
de la existencia o no de utilidades.
Beneficios fiscales
El CMA en su artículo 214 establece
una exención fiscal durante los primeros cinco años de la concesión,
contados a partir del registro, de todo
gravamen o impuesto aplicable a la
explotación y a la comercialización
de la producción minera. No están
incluidos en la exención, el canon
anual, las tasas por retribución de
servicios y el sellado de actuación.
Adicionalmente, en Argentina fue
sancionada la Ley de Inversiones
Mineras Nº 24.196 que cuenta con un
régimen promocional para la actividad minera. Esta ley concede ciertos
beneficios impositivos a nivel federal,
provincial y municipal. La mayoría de
las provincias han adherido al régimen de esta ley.
Los beneficios se otorgan a las
empresas que se registren ante la
Autoridad Minera Nacional, debiendo
presentar estas un estudio de factibilidad del proyecto minero que planean llevar adelante. Estos beneficios
son:
(a) Estabilidad Fiscal: Estabilidad
fiscal de 30 años para las empresas
calificadas desde la fecha de entrega
del estudio de factibilidad del proyecto (el impuesto al valor agregado,
“IVA”, con una tasa del 21% está
excluido de la mencionada estabilidad fiscal).
(b) Impuesto a las Ganancias: (i)
Permite la deducción del 100% de los
gastos efectuados por inversiones en
exploración y explotación, (ii) la
opción de amortizar en forma acelerada nuevos proyectos mineros o
ampliación de proyectos existentes,
(iii) exime a los accionistas del
impuesto sobre ganancias por aportes de Minas y derechos mineros
siempre que éstos integren el patrimonio de la empresa por cinco años.
(c) Importaciones: Las empresas
que se encuentran bajo el régimen de
la Ley de Inversiones Mineras están
exentas del pago de los derechos a la
importación y de todo otro derecho,
impuesto especial, o tasa de estadística, con exclusión de las demás
tasas retributivas de servicios, por la
importación de bienes de capital,
equipos especiales o parte o elementos componentes de dichos bienes, y
de los insumos determinados por la
autoridad de aplicación, que fueran
necesarios para la ejecución de actividades mineras. El Impuesto al Valor
Agregado se excluye de esta excepción.
(c) Impuesto al Valor Agregado
(IVA): Es un impuesto sobre la venta
de productos, sobre los contratos de
provisión de servicios u obras, sobre
los contratos de arrendamiento dentro y fuera de Argentina y sobre la
importación de bienes y servicios. La
tasa es en general del 21% pero
puede variar en ciertos casos. La Ley
de Inversiones Mineras establece
dos regímenes alternativos: (i) la
devolución anticipada de IVA por las
inversiones, compras, importación de
bienes de capital y gastos realizados
en exploración (luego de 12 períodos
fiscales a partir de aquél en que
resultó procedente su cómputo); esta
devolución anticipada está limitada si
se han utilizado otros beneficios fiscales o; (ii) financiamiento de IVA
aplicable a la compra e importación
23
de bienes de capital y realización de
obras de infraestructura.
En Chile los inversionistas pueden
elegir entre estar sujetos al régimen
tributario general o al Decreto Ley
600, El Decreto Ley 600 prevé la
firma de un contrato con el Estado de
Chile que tiene carácter de ley con
una tasa efectiva del 42% con excepción del Impuesto al Valor Agregado
sobre importación de maquinaria y
equipo. También garantiza la repatriación de beneficios. El sistema
general cuenta con una carga tributaria del 15% sobre las ganancias y del
20% sobre dividendos y retiro de
ganancias.
Por su parte, la LGM otorga estabilidad tributaria, cambiaria y administrativa a los titulares de concesiones
relacionadas con la actividad minera,
40. Artículo 72 de la LGM.
41. Artículo 78 de la LGM.
42. Artículo 73 de la LGM.
43. Artículo 346 del CMA.
44. Artículo 4 del CMC.
45.Artículo 24 de la LGM.
46. Artículo 25 de la LGM.
47. Artículo 27 de la LGM.
En este sentido, la LGM establece
que quienes realicen actividades
mineras y exporten o vendan internamente sus productos, tendrán derecho a deducir de los impuestos a la
renta y al patrimonio empresarial,
todos los tributos que graven su producción.42
Por otro lado, la LGM dispone que los
titulares de concesiones vinculadas a
la minería que inicien o estén desarrollando proyectos mineros que
produzcan más de 350 toneladas de
minerales por día y hasta 5.000 toneladas por día, y aquellos que realicen
una inversión de US$2.000.000
gozarán de estabilidad tributaria por
10 años, contados a partir del ejercicio en que se acredite la realización
de la inversión.
Participación del Estado en
la actividad minera
En Argentina y Chile se da preferencia al desarrollo de la actividad privada en la industria minera. No obstante ello, el CMA y el CMC establecen
modalidades que permiten la participación del Estado.
En Argentina el Estado puede realizar actividades de prospección disponiendo la creación de “zonas
exclusivas de interés especial” de
hasta 100.000 hectáreas, por un
plazo de hasta dos años. Las minas
descubiertas por el Estado a través
de las empresas estatales respectivas, sin la participación de terceros,
deberán ser transferidas a la actividad privada dentro del año de realizado el descubrimiento. Asimismo,
las empresas estatales provinciales
autorizadas por ley para explorar y
explotar podrán solicitar permisos de
exploración y concesiones de explotación43.
Por su parte, el CMC establece que
el Estado podrá explorar o explotar
minerales solo a través de las empresas de las que sea dueño o tenga
participación y siempre que se
encuentren autorizadas para ello de
acuerdo a normas constitucionales44.
Por último, la LGM dispone que el
aprovechamiento de los recursos
minerales puede realizarse mediante
la actividad empresarial de los particulares y del Estado. En este sentido,
la LGM establece que el Estado
peruano “tiene derecho a ejercer, sin
excepción, todas las actividades en
la industria minera”.45 Asimismo, y de
manera similar a lo que sucede en
Argentina, la LGM dispone que el
Ministerio de Energía y Minas está
facultado a crear áreas de reserva,
las que no podrán tener una vigencia
superior a los dos años. Cada una de
estas áreas de reserva no podrá
tener más de 100.000 hectáreas y la
exploración y explotación de las mismas estará a cargo del Instituto
Geológico Minero y Metalúrgico.46
Finalmente, la LGM establece que la
mayoría de las actividades mineras
estatales serán ejercidas por la
Empresa Minera del Perú.47
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Por otra parte, Argentina y Chile suscribieron
un
Tratado
sobre
Complementación e Integración
Minera para facilitar la explotación
conjunta de yacimientos fronterizos y
un Convenio para evitar la doble tributación. El tratado enumera beneficios aduaneros y tributarios aplicables al “Área de Operaciones”. El
convenio por su parte, dispone que
cualquier renta, ganancia o beneficio
percibido por el arrendamiento y subarrendamiento, o por cesión o concesión del derecho a explotar o a utilizar
de cualquier forma los recursos naturales de uno de los Estados
Contratantes, sólo será gravable por
ese Estado Contratante, y también
que las remuneraciones, honorarios,
etc. de servicios prestados, sólo
serán gravables en el territorio en el
cual tales servicios fueron prestados.
con el propósito de promover la inversión privada en dicha actividad40 y
dispone la celebración de contratos
de estabilidad tributaria a ser suscritos con el Estado41 para los que es
necesario presentar programas de
inversión y estudios de factibilidad
del proyecto minero a llevarse a
cabo.
24
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Notas sobre minería y sustentabilidad
desde una perspectiva de “soft law”
Las dos últimas décadas han sido testigo de grandes cambios en la forma
en que se regulan en el orden nacional, regional e internacional, las industrias relacionadas con los recursos
naturales, especialmente la exploración y explotación de minerales. En
función de una mayor conciencia
ambiental y de la presión impuesta por
los temas vinculados con los derechos
humanos, es que se viene produciendo un importante cambio en las actitudes y políticas tanto a nivel de las
industrias como de los estados involucrados. Es así que estos temas se han
tornado cada vez más esenciales para
la industria minera, los gobiernos y los
organismos internacionales.
El objeto de estas muy breves notas
es justamente mencionar algunas tendencias en el área del derecho internacional relacionadas con los temas
de sustentabilidad y que afectan tanto
el orden legal local como la industria
de los recursos naturales, aportando
continuos y radicales cambios en el
escenario regulatorio.
A nivel nacional, y en los últimos años
se ha abierto camino a normas
ambientales mejores y paulatinamente más concretas respecto del sector
involucrado, tomando los gobiernos
locales en general la iniciativa en la
regulación del impacto ambiental de
las operaciones mineras. Asimismo, e
independientemente de lo expuesto,
las empresas han desarrollado y descansan cada vez más en la auto-normativa ya sea a través de pautas
generales de la industria y/o códigos
de conducta.
A nivel internacional, se han tomado
medidas bilaterales (trans-fronterizos), regionales y globales para evitar,
limitar y/o monitorear los impactos al
medio ambiente respecto de los nuevos proyectos en marcha. Cada vez
más los principios, reglas y normas
del derecho internacional, tanto obligatorios (“ley dura” o “hard law”) como
exhortativos (“ley blanda” o “soft law”)
afectan las actividades mineras ya sea
directamente o a través de su influencia en los marcos legales locales que
las rigen.
En virtud de lo expuesto, podemos
sostener que los pilares sobre los que
se asienta el concepto de desarrollo
sustentable
(economía,
medio
ambiente, sociedad y ética) han sido
sistematizados y detallados mediante
nociones mucho más concretas como
los principios de “quien contamina
paga”, “equidad intergeneracional” y
otros. Sin perjuicio de ello, las comunidades que son las directamente
impactadas por los proyectos, continúan reclamando la efectiva implementación de nuevas estructuras que
permitan el cumplimiento de los principios en cuestión. En tal sentido, nuevas nociones y conceptos han surgido: responsabilidad social corporativa,
acuerdos de impacto y beneficio y
más recientemente la denominada
“licencia social para operar”.
Una de las preguntas a plantearse en
este escenario y en relación con los
temas jurídicos es si efectivamente los
gobiernos –especialmente de los países en desarrollo- están dispuestos a
aceptar este creciente interés por
mecanismos de “soft law” vis a vis la
aplicación de las normas vigentes
“hard law” no pocas veces insuficientes para cubrir estos temas.
Ejemplos pueden mencionarse varios,
pero como emblemático nos parece
oportuno destacar la implementación
de los acuerdos de impacto y beneficio (“IBA” Impact and Benefits
Agreement) que han tenido receptividad y éxito en países como Australia
en los que la industria de los recursos
naturales y su impacto tiene enorme
importancia. Estos acuerdos nacieron
originariamente como acuerdos socioeconómicos que apuntaron a regular a
partir de lo no regulado la relación y en
definitiva el impacto que un proyecto
minero causaría en una determinada
comunidad. Su objetivo apunta a
construir una relación a largo plazo de
las partes involucradas que principalmente facilite la participación de la
comunidad en los procesos de toma
de decisión a lo largo de la vida del
proyecto.
No cabe duda que la correcta implementación de cualquiera de estas formas asociativas contribuye a construir
sólidas estructuras en las que las “partes se encuentran” y es precisamente
en ese encuentro de intereses y su
ordenamiento que el proceso se enriquece y madura. En tal sentido, creemos que el “soft law” como mecanismo integrador de las voluntades a
acordar puede contribuir significativamente al proceso de desarrollo sustentable del sector de los recursos
naturales y del minero en particular.
Sirvan estos breves comentarios
como una introducción a esta temática.
25
British Columbia (Canadá):
Regulación legal en un territorio
con tradición minera
2. Titularidad de los Minerales. En la provincia canadiense de British Columbia, los
minerales pertenecen al Estado provincial5. Sin embargo, y a diferencia de
Argentina6, esta situación no siempre fue
así ya que, hasta comienzos del siglo 20,
los derechos sobre la tierra incluían derechos sobre la superficie y los minerales.
Como consecuencia del sistema imperante
hasta comienzos del siglo 20, al día de hoy
existen particulares (aunque en un porcentaje muy pequeño, alrededor del 5% sobre
el total de los minerales) que son propietarios de la superficie de sus tierras y, además, de los minerales que se encuentran
en ellas7.
3. Libre acceso. En virtud del sistema de “libre
acceso”, el minero tiene el derecho de: (a)
ingresar libremente en las tierras para buscar
minerales; (b) localizar y registrar su pertenencia sin consultar al Estado, y (c) obtener
un lease (especie de contrato que permite la
extracción de minerales a cambio del pago
de regalías y el cumplimiento de otras obligaciones). Las características del sistema de
libre acceso son las siguientes: (i) el minero,
luego de cumplir mínimos recaudos, debe
obtener de la autoridad un certificado (llamado “free miner certificate”). (ii) Una vez obtenido el certificado, el minero tiene acceso a
todas las tierras (sujeto a excepciones). (iii)
El minero puede registrar sus pertenencias y,
en consecuencia, mantiene su prioridad
sobre los minerales ubicados en las pertenencias registradas. (iv) Si el minero encuentra dentro de su pertenencia un depósito significativo de minerales, debe aplicar para
obtener un lease. En caso de cumplirse con
las condiciones requeridas por la ley, la autoridad no tiene discrecionalidad para denegar
el lease para la extracción de minerales. (v)
Una vez obtenido el lease, pueden realizarse
operaciones de explotación. Sin embargo, el
inicio de esas operaciones estará sujeto a la
aprobación de un estudio de impacto
ambiental8.
La regulación descripta precedentemente
guarda semejanzas y diferencias con la existente en Argentina. Por ejemplo, en
Argentina, antes de comenzar las tareas de
exploración, es necesario obtener un permiso de exploración. Ese permiso (a diferencia
del “certificado” requerido en British
Columbia) delimita un área en la que si el
minero efectúa un descubrimiento adquiere
una prioridad para obtener la concesión de
explotación (artículo 23 y sigs. del Código de
Minería); con ello, el sistema de British
Columbia parece más favorable para el
empresario minero, en la medida que no ve
limitada su labor exploratoria (al menos, en
esta etapa de la exploración) a un territorio
determinado. Ahora bien, en Argentina, una
vez descubierto el mineral, el minero debe
obtener una concesión de explotación (no
existe en Argentina la figura del lease u otra
similar).
4. Registro de Pertenencias y Leases. En
British Columbia, las pertenencias y los leases son registrados mediante el uso del llamado “Internet-based Mineral Titles Online
System” (sistema on line de títulos de minerales basado en Internet). Este sistema ha
reemplazado al de estacas, mediante el cual
los mineros obtenían derechos sobre los
minerales ubicados en las tierras en las que
ellos demarcaban sus pertenencias. Así,
mediante este sistema on line, los mineros
registran sus títulos, los trabajos realizados,
efectúan los pagos necesarios para mantener la validez de su pertenencia o lease,
transfieren sus títulos, amalgaman dos o
más pertenencias o leases, etc. (artículos 6.1
a 6.9 de la LTM).
En Argentina, en cambio, no existe un sistema siquiera similar al de British Columbia. La
adquisición del título definitivo de propiedad
sobre las minas emana del acto de mensura
y demarcación de las pertenencias (artículo
231 y sigs. del Código de Minería), que es un
sistema similar al que regía en British
Columbia con anterioridad al sistema actualmente en uso. No hay dudas de que el actual
sistema de British Columbia significa un
avance y Argentina podría imitarlo para inten-
1. Disponible en: http://pdba.georgetown.edu/Constitutions/Canada/canada1867-1999.html (inglés).
2. En Argentina, en cambio, el dictado del Código de Minería corresponde al Congreso Nacional (art. 75, inciso 12 CN).
3. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96293_01.htm (inglés).
4. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96292_01.htm (inglés).
5. Ver artículo 50 de la Ley de Tierras (Land Act), disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/ stat/L/96245_01.htm (inglés).
6. En Argentina, las minas han sido históricamente bienes del Estado. El artículo 7 del Código de Minería establece que las minas son bienes privados de
la Nación o de las Provincias, según el territorio en que se encuentren.
7. Barbara Thomson, Private Ownership of Minerals in British Columbia, disponible en: http://www.em.gov.bc.ca/private_title/default.htm (inglés). Ver también: Natural Resources Canada, Mining Regulations, disponible en: http://www.nrcan.gc.ca/miningtax/inv_6.htm (inglés).
8. Mining Watch, Free Entry, disponible en: http://www.miningwatch.ca/index.php?/free_entry (inglés).
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
1. Introducción. La Constitución de
Canadá, en su artículo 92A1, establece que
la legislatura de cada provincia se encuentra exclusivamente facultada a promulgar
leyes con relación a la exploración y explotación de los recursos naturales no renovables que se encuentran en su territorio2. En
virtud de la habilitación constitucional señalada, el parlamento de British Columbia
dictó leyes que regulan la exploración y
explotación de minerales dentro de su territorio. En este trabajo mencionaremos algunas de las características que presenta la
regulación legal de los llamados minerales
duros (hard rock minerals) en British
Columbia y, para ello, nos referiremos fundamentalmente a las previsiones contenidas en la Ley de Minas de 19963 (LM) y la
Ley de Titularidad de Minerales de 19964
(LTM). Asimismo, mencionaremos algunas
de las semejanzas y diferencias que la
legislación minera de British Columbia presenta con relación a la Argentina.
26
tar la agilización de las tareas tendientes a la
adquisición de las minas.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Por otro lado, en British Columbia, el sistema de registro es un sistema de celdas
(área mostrada electrónicamente en un
mapa de British Columbia disponible en el
“Internet-based Mineral Titles Online
System”), basado en latitud y longitud, y su
tamaño varía de acuerdo al área de la provincia. Las celdas ubicadas en el sur de la
provincia son ligeramente más grandes que
las del centro y del norte; aproximadamente,
21, 19.5 y 16 hectáreas, respectivamente9.
El artículo 4(1) de la norma reglamentaria de
la LTM10 establece que la pertenencia de un
individuo puede consistir en hasta 25 celdas.
En Argentina, las pertenencias correspondientes a minerales de primera categoría
constan de 300 metros de longitud horizontal
y 200 metros de latitud, la que puede extenderse hasta 300 metros, según la inclinación
del criadero del mineral; esto es, 6 a 9 hectáreas por pertenencia (artículo 223 del
Código de Minería). Dentro de los criaderos
de mineral descubiertos por el minero, éste
puede elegir uno y tomar de ese hasta 3 pertenencias; en los demás criaderos que descubriere, podrá tomar dos pertenencias (artículo 132 del Código de Minería). Si se tratare de una compañía de minas, la cantidad de
pertenencias que puede tomar es mayor
(artículo 338 del Código de Minería). Con
relación a los permisos de exploración, su
unidad de medida es 500 hectáreas y tales
permisos pueden constar de hasta 20 unidades (artículo 27 del Código de Minería).
En la medida que la actividad minera necesita de grandes extensiones de terreno para
poder desarrollarse eficazmente, el sistema
legal de British Columbia, al permitir la toma
de mayores extensiones de terreno, se ajusta más eficazmente a dicho postulado.
5. Duración de los Derechos Conferidos. Las
pertenencias expiran el día posterior luego
del año aniversario de su registro (artículo 1
LTM). Sin embargo, el titular de una pertenencia puede mantenerla año tras año realizando trabajos en el área o efectuando
pagos en lugar de realizar trabajos (artículo
29 LTM). Se prevén causales de abandono,
retiro y cancelación de las pertenencias (artículos 6, 18, 34 y 35 de la LTM). Respecto de
los leases, éstos son otorgados por un término inicial de 30 años, el que puede ser
renovado por sucesivos períodos que no
excedan los 30 años cada uno (artículo 42
de la LTM).
En Argentina, los permisos de exploración
que constan de una unidad de medida tienen
una duración de 150 días. Por cada unidad
de medida que aumente (recordemos que
puede llegar a 20 unidades de medida), el
permiso se extenderá 50 días más (artículo
28 del Código de Minería). Respecto de las
concesiones de explotación, cabe destacar
que el artículo 18 del Código de Minería
establece que las minas se conceden a los
particulares por tiempo ilimitado.
El sistema de duración ilimitada de la concesión de explotación en Argentina parece más
ajustado al desarrollo de la actividad minera.
Recordemos que esta actividad suele prolongarse en el tiempo, con lo que la ilimitada
duración de la concesión de explotación le
otorga al minero la tranquilidad de saber que
será el poseedor de su mina mientras mantenga la observancia de los recaudos legales.
6. Nacionalidad. No existen en British
Columbia prohibiciones generales relativas a
inversiones extranjeras en el sector minero.
Sin embargo, el certificado mencionado en
3.(i) es otorgado a (i) personas de 18 años o
mayores, que ordinariamente residen en
Canadá, al menos, 183 días al año o se
encuentran autorizados a trabajar en
Canadá, (ii) sociedades anónimas (corporations) canadienses, o (iii) sociedades de personas cuyos socios califican dentro de los
recaudos mencionados precedentemente
(artículo 8 de la LTM). En Argentina, en cambio, no existe ningún requisito de “nacionalidad” relativo a la adquisición de las minas
(ver artículo 19 y sigs. del Código de
Minería). Sin embargo, la ausencia de requisitos de “nacionalidad” en el Código Minero
no implica que el minero pueda realizar sus
actividades sin contar con una entidad legal
local. La actividad minera necesariamente
implica el desarrollo de una actividad comercial en forma habitual y por lo tanto – salvo
algunas excepciones - el minero extranjero
deberá constituir una sociedad o una sucursal en el país para canalizar sus inversiones
y actividades.
7. Pagos. Los mineros están sujetos al pago
de una regalía (aunque la ley la llama
“impuesto”) correspondiente al 12,5% de la
ganancia neta que exceda los 50.000
Dólares Canadienses. En el caso que la
ganancia no exceda los 50.000 Dólares
Canadienses, el minero paga la regalía en
función de un porcentaje de prorrateo establecido en la ley (artículo 2 de la Ley de
Impuesto Minero)11. En Argentina, en virtud
del artículo 22 de la Ley 24.196, las provincias adheridas al régimen de promoción propiciado por la citada ley, no podrán percibir
un porcentaje superior al 3% sobre el valor
“boca de mina” del mineral extraído.
Finalmente, respecto del canon minero,
tanto Argentina (artículo 15 de la Ley 24.224)
como British Columbia contemplan su pago
(artículo 3 de la Ley de Impuesto a la Tierra
Minera)12. Desde el punto de vista del
empresario minero, no hay dudas de que el
sistema argentino es más favorable. La
imposición de una regalía baja obedece a la
política legislativa que ha seguido nuestro
país en los últimos años, tendiente a favorecer el desarrollo de la industria minera.
8. Conclusión. Del brevísimo repaso de algunas de las áreas de la normativa minera de
ambas jurisdicciones podemos ver que si
bien el sistema de British Columbia presenta
algunas ventajas y avances con relación a
nuestro sistema, las mismas no son suficientes para concluir que un sistema es necesariamente mejor que el otro. Esto sucintamente nos muestra que mientras un buen
código o ley minera es fundamental para el
desarrollo de la actividad minera de un país,
hay otros factores que son tan o más importantes para alcanzar y mantener este desarrollo. Algunos de estos factores son la
seguridad jurídica del país, el compromiso
de las autoridades para impulsar sostenidamente el crecimiento de la actividad y la existencia de transparencia en el otorgamiento y
control de derechos.
Es así que el desarrollo minero de British
Columbia no ha obedecido exclusivamente a
su regulación minera (aunque bien pudo
influir) sino, especialmente, a la presencia de
factores como los que hemos destacado en
el párrafo precedente. De la mano de una
legislación favorable, recién en los últimos
años se ha comenzado a vislumbrar un sostenido impulso de la actividad minera en la
Argentina. Si bien existen ciertos cuestionamientos sobre algunos de los factores que
han permitido el reciente desarrollo de nuestra actividad minera (por ejemplo, imposición
de nuevos gravámenes, prohibición del uso
de ciertos procesos mineros en ciertas jurisdicciones) tenemos la esperanza que los
mismos sólo serán obstáculos transitorios y
que el camino iniciado en la década anterior
continuará con igual ímpetu y dinamismo.
9. Security Exchange Commission, SB-2 SEC Filing “Marathon Gold Corp.,” disponible en: http://sec.edgar-online.com/2006/02/09/0001002014-06000109/Section13.asp (inglés).
10. B.C. Reg. 529/2004 (O.C. 1161/2004), disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/reg/M/ MineralTenure/529_2004.htm (inglés).
11. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96295_01.htm (inglés).
12. Disponible en: http://www.qp.gov.bc.ca/statreg/stat/M/96290_01.htm (inglés).
27
¿Un nuevo ambiente legal para la
minería?
Las condiciones de los mercados internacionales, aun desde tiempo antes del
comienzo de la crisis financiera y posterior
crisis económica que sacude a la economía
mundial, proponen en nuestros días un fuerte desafío para la minería en Argentina y, sin
duda, también para los restantes países de
la región.
Paradójicamente, algunos problemas para
el desarrollo de esta industria –reflejados en
el dictado de normas provinciales e incluso
nacionales muchas veces contradictorias
con aquellas que tendieron a promover la
minería en gran escala-, comenzaron a
manifestarse en la etapa de bonanza económica para la industria y los commodities
que comenzó a principios de esta década.
En países como la Argentina, en la década
de los noventa se asistió a un verdadero
despegue del sector, con el abandono de
las pesadas políticas que asfixiaron la
industria minera anteriormente. Así, en el
marco de la Constitución Nacional de nuestro país se sancionaron leyes que promovieron la industria con el afán de lograr el
legítimamente deseado desarrollo económico en beneficio de nuestro pueblo. La ley de
Promoción de Inversiones Mineras, sus normas reglamentarias, y la firma de tratados
de promoción y protección recíproca de
inversiones con diversos países son claros
ejemplos de lo señalado. Así, la minería fue
llamada a cumplir con su papel en el desarrollo económico del país.
Sin embargo, si observamos el mapa minero actual en el que de las 17 provincias con
potencial minero un porcentaje importante
instrumentó o está en vías de poner en
vigencia normas tendientes a prohibir o a
limitar aspectos de la actividad, es posible y quizá obligatorio- preguntarse si ese rol
que estaba llamado a tener este sector de la
amparados por nuestra Constitución y las
demandas de otros grupos locales inspirados a veces por legítimas preocupaciones
ambientales, o por intereses en conflicto para proteger por ejemplo, la industria del
turismo.
Sin perjuicio de lo señalado, consideramos
que los cambios mayores que se han dado
–aun cuando no necesariamente compartimos aquellos que se oponen de manera
burda a derechos legítimamente adquiridos, responden más a una nueva paleta de
intereses y urgencias que, por mejores o
peores razones, tienen los gobiernos de la
región. En este sentido, independientemente de su ilegalidad respecto de empresas
amparadas por el régimen vigente de estabilidad fiscal, podríamos preguntarnos si las
retenciones aplicadas a exportaciones
mineras en nuestro país son una respuesta
del gobierno central contra la minería o una
“necesidad de caja” expresada con total –e
inadmisible- desconocimiento del estado de
derecho. Respecto de los gobiernos locales, algunos de los cuales parecen oponerse a ciertas formas de minería -en particular
en canteras y aurífera a cielo abierto, que
algunos han llegado a prohibir en ciertos
casos- pueden ser leídos también como el
resultado de un mal arbitraje entre derechos
de la Industria Extractiva (EITI)2 y, el suplemento sectorial de minería y metales del
Global Reporting Initiatve (GRI)3. El camino
Ahora bien, si seguimos la visión de Karl
Mannheim (en Idelogía y Utopía), podríamos decir que la ideología (sistema de
ideas dominante) sigue siendo favorable al
desarrollo de la industria minera; aun cuando otros sistemas de ideas (utopías que
pretenden llegar a ser la ideología) se oponen a la misma, o al menos pretenden restringirla fuertemente.
Por otro lado, las cuestiones ambientales,
así como los derechos a las comunidades
locales y/o autóctonas no requieren de la
prohibición de ejercer una industria lícita,
aun cuando el marco legal vigente pueda
ser mejorado con miras a lograr un desarrollo sustentable. La preocupación por estimular buenas prácticas y promover un desarrollo económico atendiendo el cuidado del
medio ambiente y la inclusión social es un
compromiso que el sector está asumiendo
cada vez con mayor protagonismo, reflejado en importantes compromisos de las
empresas tales como el Consejo
Internacional de la Minería y la Metalurgia
(ICMM)1, la iniciativa para la Transparencia
hacia una industria moderna con estándares que velen por el desarrollo sustentable
ya ha sido abierto y la legislación positiva
debería acompañar este proceso y no
enturbiarlo.
El derecho positivo nacional vigente no se
opone a este desarrollo armónico. No producen ningún beneficio las restricciones a la
minería incluidas en las legislaciones de
varias provincias, la intentada en la vetada
ley de Glaciares, o la violación por parte del
estado de derechos adquiridos -frente a la
arbitrariedad el estado de derecho resulta
tan perjudicado como la minería.
Regulaciones prudentes y equilibradas permiten en otras jurisdicciones llevar adelante
un desarrollo sustentable y exitoso de la
industria minera en armonía con otros sectores de la economía.
1. Importante iniciativa internacional que reúne a muchas de las empresas de minería y metales líderes en el mundo, así como asociaciones regionales,
nacionales y de commodities, busca establecer el marco para una minería que atienda el crecimiento económico, en armonía con el medio ambiente y
atendiendo las necesidades de sus grupos de interés.
2.Tiene como objeto reforzar el gobierno corporativo mediante la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas.
3. Procura generar las herramientas apropiadas para un reporte de triple línea de resultados (económico, social y medioambiental) del sector.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Preferimos hablar de desafío y no de amenaza.
industria está dejando de ser tal. Sin perjuicio de que numerosos escollos han aparecido en el escenario local y que la crisis económica internacional pueda traer otros
quizá muy peligrosos, consideramos que ni
los gobiernos federal ni buena parte de los
gobiernos locales han abandonado (aunque
por momentos se apartan mucho) el camino
original. Con lo dicho, no negamos por cierto que estén floreciendo ideas e intereses
contrarios a la minería –especialmente en
Argentina.
28
Los (todavía) actuales ejes del
debate minero
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
1. Introducción
Si bien todavía en desarrollo, han
pasado ya más quince años desde la
sanción de los significativos cambios
en el esquema normativo minero
argentino1 que originaron la activa
participación de capitales privados
nacionales e internacionales en la
actividad minera argentina, particularmente enfocada con la industria
metalífera.
El derecho minero argentino no adolece de circunspectos y detallados
estudios a lo largo de su historia,
clara consecuencia de su importancia económica-estratégica de la
minería desde tiempos virreinales,
sin perjuicio de lo cual el significativo
incremento de la actividad minera
consecuente de los cambios producidos a partir de la Ley 24.196 han
replanteado la necesidad de debate
y profundización de ciertos principios
tradicionales del régimen jurídico
minero nacional.
Sin embargo, la atención principal
continúa centrándose sobre el ejercicio de la misma en diversas jurisdicciones provinciales.
2. El esquema normativo
actual.
El actual esquema normativo argentino presenta un fuerte incentivo
para el desarrollo de inversiones
mineras razonablemente competitivo
en comparación con otros países
latinoamericanos.2
Sin ahondar excesivamente, ya que
son ampliamente conocidos los
beneficios estatuidos por la Ley
24.196, cabe destacar que con el
correr de los años se implementaron
nuevas normativas destinadas a
facilitar la inversión minera, aun en
situaciones de crisis general en el
país; 3 por lo cual Argentina aún
posee una sólida base jurídica para
alentar el desarrollo minero.
Pese a las tensiones que se han
generado en los últimos años y aún
se generan ante ciertos institutos
cardinales de ley de inversiones
mineras, que han llevado incluso a
presentaciones judiciales sobre los
mismos4, es dable reconocer que se
ha mantenido prácticamente inalterable el esquema jurídico que abrió
el desarrollo actual de la minería.
Sin embargo, debe tenerse muy pre-
sente que el mantenimiento del
mismo no se encuentra exento de
grandes desafíos5 y que la unidad
de la industria sin duda será esencial
para superarlos.
Fruto de un perjudicial ensañamiento con la actividad per se de parte de
ciertos grupos autodenominados
ecologistas y ciertos desajustes
entre el esquema normativo tradicional del código minero y el volumen
actual de actividad que comenzó a
tener la industria, la actividad minera
debe mantener una vigilia constante
respecto prohibiciones a su desarrollo, que se han materializado en
algunas jurisdicciones provinciales y,
en algún caso, intentan alcanzar el
nivel federal6, todo ello sin perjuicio
que las empresas relacionadas con
la industria han sido especialmente
proclives a una amplia atención de
las relaciones comunitarias.7
No esta exento de cierta ironía que
las consecuencias dañosas por las
cuales se dio origen a la concientización ambiental (de la cual lejos estuvo la minería de ser la única industria relacionada) comenzó a manifestarse en los años ’70, tiempos en
que la actividad minera era muy
escasa en Argentina.
1. Leyes 24.196 (Ref. L. 25.249), 24.224, 24498, 24.585 entre otras.
2. Cfr. Elizabeth Bastida, Ricardo Irarrazabal y Ricardo Labo “Mining Investment and Policy Developments: Argentina, Chile and Peru” CEPMLP Internet
Journal Vol. 12.
3. Cfr. Agustin Saravia Frias “Is the argentine legal mining framework capable enough to attract foreign investment? Is there a need to amend the current
mining legislation?” CAR 11-30
4. Cfr. CNCAF Sala 2 “Minera Alumbrera Ltd. Suc. Arg. v. E.N.” del 4/3/2008.
5. Diversos anteproyectos legislativos solicitan la derogación del régimen minero actual.
6. En particular, lo referente al reciente proyecto de ley denominada “Ley de Protección de Glaciares”, que fuera vetada por el Decreto PEN 1837/08.
7. Cfr. M. Cecilia Gonzalez Guerra “Community Relations in Mineral Development Proyects” www.dundee.ac.uk/cepmlp/journal/html/vol11/article11-6.pdf;
accessed June 23, 2008 (2002).
29
A pesar de ello, se dieron y aún se
mantienen prohibiciones de hecho o
derecho en algunas provincias que
desvían de foco y retrasan innecesariamente el debate necesario
sobre la adecuada actualización
regulatoria-administrativa que la
pujanza de esta industria genera.
Ello se manifiesta particularmente
en dos formas:
a. Cuestiones relacionadas con el
carácter de utilidad pública de la
actividad minera. Relaciones con
Superficiarios.
Sin embargo, dicha afectación al
derecho de propiedad –que naturalmente puede implicar cuestionamientos por parte de los afectadosse da en un contexto escaso en precisiones desde el punto de vista normativo sobre el esquema de compensaciones y fianzas necesario
para el ingreso en tierras privadas y,
como consecuencia de ello, se
retrasa en muchos casos de manera
considerable, el acceso a la propiedad minera.
Resulta necesario estandarizar un
esquema de compensaciones y
retribución9 a superficiarios que agilice la relación superficiario-empresa minera10. Dicho esquema aliviaría la carga administrativa que
sufren algunas direcciones de minería actualmente en su atención de
esta cuestión.
Es, sin duda, de capital importancia
en cualquier industria de envergadura, que la actividad a ser desarrollada sea realizada bajo parámetros
que no comprometa la subsistencia
de generaciones futuras y con cabal
respeto de la regulación de rigor.
El correcto análisis del impacto y la
sujeción a standards objetivos constituye una obligación a ser plenamente cumplimentado por todo participante en la industria; pese a lo
cual se han dado y continúan manifestándose dos hechos que transgiversan casi por completo el alto
interés sub-examine.
La llamativa simplicidad con la que
algunas provincias han prohibido
solo para la industria minera la utilización de ciertas sustancias prácticamente imprescindibles para la
explotación de ciertos minerales, y
el establecimiento de procedimientos recargados sin razón objetiva
que los fundamente, resultando de
hecho una prohibición falta de precisión alguna y discriminatoria en su
focalización especifica a la minera
que claramente atenta contra el
principio constitucional de ejercer
industria lícita11.
Afortunadamente esta práctica
pareciera estar menguando y en
una jurisdicción este tipo de ley ha
sido revocada 12 , pero aún hay
varios distritos donde la actividad se
encuentra seriamente restringida sin
causas objetivas que lo justifique.
Por otro lado, el procedimiento
ambiental en algunas jurisdicciones
es utilizado como instrumento de
impedimento de autorización a trabajar, generándose una evidente
desviación de poder y una prohibición administrativa de facto.
3. A modo de conclusión
Al ser el ordenamiento jurídico el
resultado de la voluntad o necesidad
socio-política que se manifiesta en
una determinada área, continúa
siendo una realidad de la industria
dispersar los miedos y reservas que
todavía se encuentran presentes en
ciertos ámbitos.
No deja de sorprender que el debate jurídico no pueda extenderse a
actualizaciones y nuevos institutos
que continúen la revitalización nuestro código de minería, en tanto dicha
tarea se ve demorada por la necesidad de la actividad de defender su
razón de ser.
Es auspicioso que la apertura de
una serie de minas en los últimos
meses ayude a una mayor comprensión general de la industria y aleje
preconceptos que atentan en varias
jurisdicciones sobre aquellos derechos que se encuentran jurídicamente protegidos.13
Será desafío mutuo para quienes
desarrollen la actividad minera y
también otros actores, que de una
manera u otra se relacionan con
ella, crear los puentes de comunicación necesarios para poder seguir
avanzando en la armonización de
los principios jurídicos esenciales
para llevar adelante una industria
clave para el desarrollo nacional de
manera sustentable y en beneficio
de las economías regionales y de
las comunidades en la cuales se
inserta.
8. Cfr. Catalano, Edmundo F. “Código de Minería Comentado” Comentarios a Arts. 7 y 13 del Código de Minería.
9. Es práctica común de empresas mineras buscar el acuerdo de superficiarios y ocupantes de los terrenos dende se explora.
10. Cfr. Decreto 6803/68 y relacionados, respecto de la industria petrolera.
11. Con distintos matices hay leyes de estas características en Mendoza, San Luis y La Pampa, entre otras.
12. Es el caso de la Provincia de La Rioja.
13. Minas Pirquitas (reactivación), Mina Manantial Espejo, Mina Gualcamayo y Mina Sierra Grande (reactivación).
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
El principio que emana del Artículo
13 del Código de Minería y la consecuente limitación al derecho de
propiedad privada que emana del
sistema regalista del Código de
Minería es conocido y claramente
fundado.8
b. Focalización de la competencia
ambiental y permisionaria.
30
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
“Reflexiones respecto del Código
de minería argentino”
Hace ya tiempo cesaron las reformas
al Código de Minería argentino. Frente
a esta realidad, cabe preguntarse
¿sigue siendo necesario plantearse,
una vez más, modificar el Código de
Minería?
Para contestar esta pregunta podemos observar cuáles son las áreas
que podrían ser objeto de una reforma.
Por lo pronto, hay algo que no debería
cambiarse en una futura reforma del
código y esto es el sistema de concesión minera hoy vigente en la
Argentina. No en cuanto al sistema
vigente de concesión de exploración y
posterior explotación a terceros, que
resulta eficiente y justo y el cual
queda avalado por la larga tradición
de su aplicación en el país.
Tampoco habría que modificar el sistema de prioridad que crea un derecho preferente a quien primero ha presentado la solicitud de pedimentos
mineros no debería ser modificado, ya
que ha demostrado eficiencia y equidad en su aplicación.
Dejamos de lado en este análisis el
tema de la exploración (que algunos
denominan geológica de base) a
cargo del estado (aunque sea indirectamente a través de empresas capitalizadas o gerenciadas por éste) ya que
es un tema que, resuelto en parte por
la reforma de la ley de Actualización
Minera, podría ser objeto de otro estudio más específico.
El ámbito de la regulación de los per-
misos de exploración o cateo y la concesión de explotación minera es, en
cambio, ámbito propicio para una
reforma que se ve como necesaria.
Temas como la vigencia de los cateos
(hoy en día con un máximo de tres
años para los de mayor superficie, no
sólo no renovables a su vencimiento
sino que, además, están sujetos a
periódicas renuncias obligatorias a
parte de su superficie, comúnmente
llamadas “liberaciones”) requieren
adecuado cambio para eliminar tales
liberaciones y para ampliar el plazo de
los mismos y su posible renovación al
vencimiento.
La experiencia es por todos conocida:
empresas que no tienen tiempo para
concluir la etapa de exploración dentro
de un cateo en el plazo legal (acortado por la obligación de “liberar” áreas
que dejan muy poco de la superficie
inicial hacia su finalización) se ven forzadas a denunciar el descubrimiento
de minerales, supuestamente “nuevos”, realizando la respectiva manifestación que inicia el proceso de otorgamiento de la concesión de explotación. Esta concesión no queda avalada por estudios geológicos, es decir
que no existe la mina o el yacimiento
económicamente explotable que el
código supuestamente contempla, y
sin embargo este proceso aparece
como el único remedio para conservar
un área que interesa y que requiere de
mas tiempo para investigar.
A esto agréguesele el sistema de
amparo minero vigente, que exige
inversiones en cada concesión de
explotación (que se considera legal-
mente como una “mina”) las cuales
pueden ser elevadas y que deben realizarse en el plazo perentorio de cinco
años (el 40% de la inversión total,
durante los dos primeros años) y se
verá que estamos en presencia de
normas que no contemplan adecuadamente el estado actual de la industria
de extracción minera. Cuando las
empresas, deseosas de conservar
áreas que necesitan para su exploración, adquieren varias de estas
“minas” legales (que no son necesariamente minas geológicas), pueden
incurrir en serios problemas financieros a la hora de conservar sus títulos
mineros, si les exige la realización de
estas “inversiones” que el código contempla, en todas y cada una de las
“minas” que la empresa detente.
Posibles soluciones
Parece claro, entonces, que la regulación de los cateos y concesiones de
explotación debe ser modificada para
contemplar la realidad de la industria
minera moderna. Muchas soluciones
de han planteado para reordenar esto
mediante una radical reforma del cateo que elimine los defectos del sistema vigente, ampliando los plazos de
vigencia, eliminado las obligaciones
de liberar áreas durante su vigencia,
aclarando algunas normas poco claras, como por ejemplo aquélla que
prohibe a una empresa solicitar mas
de veinte permisos ni más de 200.000
hectáreas por provincia.
También podría modificarse el sistema
de superficies variables de los cateos,
que determinan plazos distintos (de
31
menor a mayor), lo cual resulta algo
engorroso.
Una posibilidad es, pues, la reforma
del cateo y la manifestación de descubrimiento (es decir, la forma en que
se denomina comúnmente al procedimiento que culmina en la concesión
de explotación) contemplando las críticas que se les han hecho, modificando aquéllos aspectos que sea
necesario, pero conservando la autonomía de ambas figuras, que seguirán siendo reguladas independientemente una de la otra.
Una alternativa consiste en unificar el
permiso de exploración y la concesión de explotación en una concesión
única que contemple las dos fases de
la actividad minera, en un solo instituto jurídico. Esto puede servir de base
para regular la concesión minera
como un todo, no necesariamente
separando la actividad exploratoria de
la extractiva.
La empresa minera solicitaría una
concesión para explorar determinada
área por un plazo amplio, de ocho o
diez años, renovables a su venci-
Asimismo, podría terminarse con la
distinción entre minerales en forma
de veta y minerales diseminados, distinción que escasa utilidad práctica
tiene y que, por el contrario, ha dado
lugar a no pocas situaciones complejas para las empresas en casos en
que las autoridades han solicitado
informes geológicos que abonen la
existencia de uno u otro tipo de yacimiento. La concesión unificada ya no
contemplaría estas disquisiciones,
porque se volcaría a regular la concesión respecto de su superficie máxima, plazos, prórrogas, pago de
canon, y demás aspectos sustanciales, con independencia de si el yacimiento es vetiforme o no.
Otras modificaciones
Las condiciones de amparo minero,
precedentemente mencionadas, son
otros de los aspectos que requiere
modificación. Parece conveniente la
eliminación de cifras obligatorias de
inversión en las concesiones de
explotación, quedando a criterio de
las empresas las consideraciones
acerca de montos y plazos para la
construcción y desarrollo de los yacimientos. El canon minero debe contemplar adecuadamente las dos fases
de la minería, la exploración y la
extracción, habiéndose señalado la
conveniencia de establecer cánones
progresivos en monto para las concesiones de exploración lo que podría
servir de acicate a la empresa a
seguir adelante con los trabajos y progresar en las sucesivas etapas hacia
la puesta de manifiesto del yacimiento, o su abandono de tratarse de
áreas sin interés geológico.
Podría también regularse la explotación experimental o anticipada de un
yacimiento, como paso previo a la
explotación definitiva y, asimismo,
contemplarse adecuadamente los trabajos en estructuras geológicas subterráneas.
Otros aspectos del Código de Minería
pueden ser objeto de revisión. Los
contratos mineros, por ejemplo,
(Título XIV y siguientes) pueden
mejorar su regulación, con especial
referencia a la hipoteca minera, que
no tiene normativa alguna y que
podría legislarse con provecho.
También podría eliminarse la figura
del contrato de sociedad minera (que
el código denomina “compañía de
minas”) estableciéndose que en
casos de condominio (por adquisición
sucesiva, ejecución judicial de derechos, u otra causa) las partes serán
intimadas por la autoridad para constituir alguna de la sociedades legisladas en el derecho común y, en caso
de silencio, podría aplicárseles la
regulación de la unión transito-ria de
empresas (UTE) del art. 377 y
siguientes de la ley de sociedades.
El capítulo de servidumbres podría
ser simplificado, regulándose la ocupación, tránsito, transporte, las comunicaciones y/o aprovechamiento de
ciertos recursos naturales, cuando
resulte necesario, y la adquisición forzosa del suelo podría adaptarse a las
nuevas regulaciones de la concesión
minera de explotación.
La propia regulación de protección
ambiental (agregada al código en los
arts. 246 y siguientes) podría ser perfeccionada, especialmente en lo referente a la coordinación entre la aprobación por las autoridades de los
informes de impacto ambiental y el
comienzo y continuación de los trabajos.
Panorama Minero / Derecho y Legislación Comparada
Asimismo, la concesión de explotación minera debería otorgarse al descubridor de mineral dentro de un
cateo previamente otorgado, ya que
la normativa vigente (que permite
conceder la explotación al descubridor “casual” en terreno sin previo permiso de cateo) no parece adecuada a
una minería moderna. También conviene modificar la regulación del
mineral “nuevo” descubierto que debe
entregarse en muestras a la autoridad
para su análisis, lo cual resulta innecesario y, además, en muchos casos
podría complicar a las autoridades
obligándolas a realizar muestreos y
análisis. A todo esto, parece claro que
debiera ser la empresa la única responsable de los descubrimientos de
minerales y deferir a al autoridad
minera el control y seguimiento de las
actividades de exploración y de
extracción y beneficio, tareas estas
que son ineludibles para el estado.
miento y, a medida que la actividad
progresa y se llega a los estudios de
prefactibilidad y de factibilidad, podría
solicitar la concesión de explotación
sobre dicha área, procediendo a su
demarcación definitiva, sin necesidad
de pasar por una etapa previa de
“descubrimiento” de minerales y su
manifestación a la autoridad minera.
Esto eliminaría el acento del código
actual en los minerales, el yacimiento,
labores legales para establecer su
presunta viabilidad comercial, etc., y
en cambio se concentraría en la construcción de la mina, como paso previo
a la explota-ción del yacimiento.
Nuestra Misión
es crear una conciencia
minera en todos
los argentinos
Buenos Aires
República Argentina
[email protected]
Descargar