TEMA 4. FILOSOFÍA MODERNA (II): JOHN LOCKE

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TEMA 4. FILOSOFÍA MODERNA (II): JOHN LOCKE
I. MARCO HISTÓRICO, CULTURAL Y FILOSÓFICO DE JOHN LOCKE
El filósofo inglés John Locke nació en Wrington, localidad próxima a Bristol, en
1632 y murió en Oates en 1704. Su vida transcurre durante el siglo XVII en una época
de agitación política. En el momento de su nacimiento reinaba en Inglaterra, Escocia e
Irlanda el rey absoluto Carlos I y diez años más tarde, en 1642, se produce en Inglaterra
el enfrentamiento entre el Parlamento y el rey que lleva a la primera revolución inglesa
de 1648. Esta finaliza con la ejecución del rey. En 1649 Cromwell instaura la república
y logra un amplio desarrollo económico para Inglaterra así como que se convierta en
una gran potencia naval.
Después de la caída de Cromwell, se produce la restauración de la monarquía. A
Carlos II lo sucederá Jacobo II (hermano de Carlos I) que sube al trono en 1685. Este
monarca católico, respaldado por la nobleza conservadora, intenta gobernar de forma
absolutista. Esto hará que en 1688 se produzca la segunda revolución inglesa que
provoca que el rey tenga que huir con su familia a Francia. Tras su huida, accede al
trono María y su marido Guillermo de Orange (que gobernará con el nombre de
Guillermo III).
El reinado de Guillermo III supuso el tránsito de la monarquía absoluta a una
monarquía parlamentaria. Es lo que se conoce como la Revolución gloriosa, que
supuso la victoria de las ideas liberales. En la Declaración de Derechos de 1689 –Bill of
Rights- se establecía, por ejemplo, la ilegalidad de abolir leyes o de tener un ejército
permanente en tiempos de paz sin el consentimiento del parlamento. A partir de ese
momento, las luchas políticas se centrarán entre los Torys (conservadores partidarios de
los Estuardo y de la monarquía de origen divino) y los Whigs (liberales partidarios de
los Orange). En este contexto es donde se sitúa la obra política de Locke, que fue el
principal ideólogo de la Revolución Gloriosa. Sus Dos tratados sobre el gobierno civil
son escritos de 1690, dos años después de producirse la segunda revolución inglesa.
El siglo XVII es una época de crisis generalizada, de la que se hace eco el
barroco, movimiento cultural de ese momento. Esta crisis provocada por múltiples
factores (los impuestos, el hambre, las guerras y epidemias) tuvo sus peores momentos a
mediados de siglo y se atenuó en las últimas décadas. Inglaterra fue el país que salió
más reforzado de esta crisis y esto explica que un siglo después en Inglaterra se
produjera la primera revolución industrial y que este país llevara la delantera en el
desarrollo del capitalismo.
Desde el punto de vista cultural, la figura literaria inglesa de la época es John
Milton (1608-1674), poeta y ensayista, autor de El paraíso perdido y en música destaca
Henry Purcell (1659-1695). En el ámbito científico citar a Robert Hooke (1635-1703) y
a Isaac Newton (1642-1703), que adoptó la nueva concepción del mundo iniciada por
Copérnico, Kepler y Galileo. Ambos pertenecieron a la Royal Society de Londres, la
primera sociedad científica de la historia.
Por último, destacar que en el siglo XVII comienza la Filosofía Moderna que
tiene en Descartes a su primer representante. Esta filosofía está ligada a la revolución
científica y se caracteriza por la afirmación radical de la autonomía de la razón. La
razón se convierte en el principio supremo para el hombre y el análisis de la razón, es
decir, el problema del conocimiento, en el problema filosófico fundamental.
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Con relación al problema del conocimiento aclarar que lo que le interesa a la
Filosofía Moderna es el sujeto cognoscente (el sujeto que conoce), centrándose la
problemática en estas tres cuestiones:
1. ¿Tiene el hombre capacidad para conocer la verdad?
2. ¿Qué características debe tener el pensamiento para ser verdadero?
3. ¿Cuáles son los límites del conocimiento?
Los dos grandes movimientos filosóficos del XVII son el Racionalismo, que
sitúa en la razón el origen de nuestro conocimiento válido y verdadero, del cual
Descartes será uno de sus representantes, y el Empirismo, que considera que todo
nuestro conocimiento procede de la experiencia (corriente a la que pertenece Locke).
Ambos movimientos representan maneras nuevas de intentar explicar la realidad
frente al pensamiento tradicional aristotélico-tomista, predominante en las universidades
europeas. Mientras las universidades entran en decadencia, para sustraerse al dominio
del pensamiento tradicional escolástico los intelectuales modernos se refugiarán en
Sociedades y Academias financiadas por los reyes. En estos lugares se reúnen los
científicos y pensadores modernos y se difunden las nuevas ideas. Al mismo tiempo, la
cultura se nacionaliza; hasta entonces no era relevante el origen de un pensador. A partir
de este momento sucederá lo contrario: Descartes es francés; Locke, inglés.
II. CUESTIONES CONTEXTUALES
1. RENACIMIENTO Y REFORMA
El Renacimiento, periodo histórico que abarca los siglos XV y XVI, constituyó
una etapa de profundos cambios políticos, religiosos y culturales.
Es la época en que se consolidan los grandes estados europeos (España, Francia
e Inglaterra son los más destacados) y surgen las monarquías autoritarias, que darán
paso a mediados del XVII a las monarquías absolutas. En este contexto se sitúan las
teorías políticas de "icolás de Maquiavelo y Tomás Moro (que representan dos
visiones políticas contrapuestas: frente a la propuesta realista de Maquiavelo, la utopía
política de Tomás Moro).
El Renacimiento fue también la época de los grandes descubrimientos
geográficos, que suscitaron nuevas cuestiones jurídicas y morales como el derecho de
conquista y los derechos de los indígenas.
Los acontecimientos culturales de mayor relieve fueron: el nacimiento de la
"ueva Ciencia (que sustituyó la imagen aristotélico-ptolemaica del mundo y en cuyo
desarrollo destaca la labor de Copérnico, Kepler y Galileo) y el Humanismo. Los
humanistas recuperaron las artes y letras clásicas (Grecia y Roma) para llevar a cabo
una renovación de la sociedad y la cultura europeas, criticaron las traducciones e
interpretaciones medievales de los autores clásicos y centraron su interés en los temas
relacionados con el ser humano. En la difusión del humanismo tuvo un papel
determinante la imprenta, inventada en 1455.
A los hechos anteriores hay que añadir la Reforma que se desarrolló durante la
primera mitad del siglo XVI y rompió la unidad religiosa europea.
Las causas de la Reforma son diversas. Se puede decir que la Reforma fue la
respuesta religiosa a la gran angustia y temor que provocaron los acontecimientos
catastróficos de fines de la Edad Media (la peste negra, la Guerra de los Cien Años, la
creciente amenaza de los turcos, el Cisma de Occidente). Pero es también el resultado
del desinterés de la Iglesia por sus fieles que se sentían a la deriva. Una Iglesia formada
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por sacerdotes ambiciosos y mediocres que no atendían a sus feligreses y eran incapaces
de evitarles sus temores.
El inicio de la Reforma suele situarse en 1517 cuando Lutero (1483-1546)
proclamó sus 95 tesis en las que denunciaba los abusos que se cometían en la
predicación de las indulgencias y se oponía a algunas de las enseñanzas de la Iglesia. La
crítica a la Iglesia ya estaba en algunos humanistas que expresaban la necesidad de una
reforma y vuelta a los orígenes, pero será ahora cuando se produzca la escisión entre
católicos y protestantes.
La Reforma protestante se apoyó en tres doctrinas principales:
1. La de la justificación por la fe. Solo la fe podía salvar al hombre, de nada servían
las buenas obras. Partiendo de una concepción pesimista de la naturaleza
humana, afirmaba que dado que el hombre estaba corrompido por el pecado sus
obras eran malas y, por tanto, no podían salvarlo.
2. La del sacerdocio universal. Según esta, cada cristiano debía leer e interpretar las
Sagradas Escrituras de modo personal y establecer una relación directa con Dios.
A estas lecturas contribuyó la imprenta que favoreció la difusión de obras
religiosas y su traducción a lenguas vernáculas.
3. La de la infalibilidad basada tan solo en la Biblia. Negaba la infalibilidad y la
autoridad del Papa.
Con estas dos últimas doctrinas rompía con el sistema medieval en el que la
Iglesia se reservaba el poder intelectual.
Las enseñanzas de Lutero, apoyadas por razones políticas por los príncipes
alemanes en su enfrentamiento con España, se extendieron rápidamente por Alemania y
los países escandinavos. En Suiza la Reforma fue llevada a cabo por Calvino (15091564) que defendía la doctrina de la predestinación, y desde allí el calvinismo se
extendió a Francia, los Países Bajos y Escocia. A su vez Enrique VIII de Inglaterra se
separó de la obediencia al Papa y se nombró cabeza de la Iglesia anglicana.
Para contrarrestar las ideas protestante, en el seno de la Iglesia católica se
desarrolló también un movimiento de reforma que recibió el nombre de
Contrarreforma. Este movimiento culminó en el Concilio de Trento (1543-1563), en
el que se definieron aspectos importantes de la doctrina católica y se sanearon las
costumbres de la Iglesia, tratando de revitalizar la fe de los fieles. El Concilio de Trento
eliminó las indulgencias, negó el principio de libre interpretación de la Biblia y reafirmó
la supremacía de los sacerdotes, los sacramentos y la autoridad del Papa. En el éxito de
este movimiento contrarreformista en Polonia, Hungría y los países del sur de Europa
tuvo un papel muy destacado la Compañía de Jesús (los jesuitas), orden fundada por
Ignacio de Loyola.
2. LA VINCULACIÓN DEL EMPIRISMO Y EL RACIONALISMO CON LA
REVOLUCIÓN CIENTÍFICA.
La "ueva Ciencia o Ciencia Moderna se desarrolla a partir de la segunda
mitad del siglo XVI y su triunfo supuso una revolución científica porque se produjo un
cambio de modelo o paradigma científico: el modelo aristotélico-ptolemaico (elaborado
por Aristóteles y Claudio Ptolomeo, astrónomo alejandrino que vivió entre los siglos I y
II d. C.), que había sido admitido durante catorce siglos (desde la Antigüedad hasta el
Renacimiento) es sustituido por otro modelo de ciencia.
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Este cambio de paradigma se debió básicamente a dos razones. Una, que el
sistema antiguo parecía cada vez más insuficiente para explicar los hechos observados.
Otra, que en el Renacimiento se produjo un retorno a los ideales platónicos y
pitagóricos de matematización de la realidad (lo que significaba preferir un modelo más
simple para explicar el universo).
En el desarrollo de la nueva ciencia destaca la labor de Copérnico (1473-1543),
Kepler (1571-1630) y Galileo (1564-1642). Todos ellos colaboraron en la construcción
de una nueva imagen del universo.
Los aspectos más destacados de esta nueva imagen son los siguientes:
1. La realidad se concibe como un Universo, conjunto abierto y probablemente
infinito, constituido por los mismos componentes y regido por las mismas leyes
(rompiendo así con la idea de la heterogeneidad del universo).
2. Se impone la visión heliocéntrica.
3. Se abandonan los postulados de la circularidad y uniformidad de los
movimientos celestes (esta es la principal aportación de Kepler) y se habla de órbitas
elípticas y de una regularidad de la naturaleza que no estriba en el movimiento uniforme
de los planetas sino en la ley matemática que regula su movimiento.
4. Se renuncia a la necesidad de una causa extrínseca (externa) del movimiento.
En el modelo aristotélico era el Primer Motor Inmóvil.
El desarrollo de la Ciencia Moderna supuso también una nueva concepción de
la ciencia. Frente a la ciencia antigua (organicista y finalista porque elaboraba su
estudio de la naturaleza tomando como modelo el organismo vivo), se desarrolla la
nueva ciencia: mecanicista, matematicista, racionalista y fisicista (el modelo es la
máquina, concretamente, la máquina más perfecta conocida entonces, el reloj).
Se introduce también una nueva metodología científica. Galileo no escribió un
“Discurso del método” pero a él se debe la creación del nuevo método de la ciencia, el
método resolutivo-compositivo que combina la experiencia y la razón matemática.
Respecto a la conexión entre la Ciencia Moderna y la Filosofía Moderna decir
que la nueva ciencia influyó en el giro que se produjo en el ámbito filosófico que
provocó el nacimiento de la Filosofía Moderna.
La Filosofía Moderna es una filosofía centrada fundamentalmente en el
problema del conocimiento. Este interés por el problema del conocimiento está
provocado por los triunfos de la ciencia. Al ver los avances de la ciencia, la filosofía
adquiere conciencia de la necesidad de revisarse y estar bien fundamentada. La filosofía
cartesiana, en este sentido, es especialmente significativa.
Otros aspectos de la Ciencia Moderna que aparecen presentes en la Filosofía
Moderna son:
l. La concepción mecanicista del Universo (que algunos autores aplicarán a su
visión de la Naturaleza, pero que otros extenderán también al propio hombre).
2. El racionalismo y matematicismo de la ciencia moderna, que tendrá
continuación en la corriente racionalista. Desde el punto de vista racionalista se
privilegia la razón, frente a los sentidos, y se destaca el proceder matemático de la razón
humana, al tiempo que se considera la matemática como el saber modélico.
3. La valoración de la experiencia y la experimentación como vía de
investigación de la Naturaleza (destacada por Bacon y recogida también por Galileo).
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Este aspecto será recogido por el Empirismo, en el que también influyó la ciencia
newtoniana.
En conclusión, podemos decir que las dos grandes orientaciones de la Filosofía
Moderna en el siglo XVII son dos intentos de responder al ideal de la Ciencia Moderna
de constituirse como un sistema deductivo en el que las leyes se deducen a partir de
ciertos principios. El problema que plantea el origen de esos primeros principios, sobre
los que se construirá el conjunto del saber, determinará las dos orientaciones filosóficas
del XVII. Para el racionalismo el origen está en la razón misma y defenderá la
existencia de principios innatos. El empirismo, en cambio, pondrá en la experiencia el
origen y los límites de nuestro conocimiento, no podemos pretender ir más allá de ella.
Ya en el siglo XVIII, la Ciencia Moderna, plenamente establecida,
concretamente la Física Newtoniana, seguirá teniendo gran repercusión en el ámbito de
la filosofía, especialmente en Kant. Newton destacó que las hipótesis metafísicas no
tenían cabida en la ciencia y que el único método válido de investigación era el
experimental y Kant se hará eco de ese problema y replanteará el problema de
conocimiento con su Crítica de la razón pura (1781).
III. COMPRENSIÓN. PENSAMIENTO DEL AUTOR.
John Locke es un filósofo moderno y como tal se centra en el problema del
conocimiento. Al igual que Descartes, buscó un método seguro que lo ayudase a
simplificar las enseñanzas de estilo escolástico que había recibido. Sin embargo, frente
al planteamiento racionalista cartesiano, Locke inaugura una nueva posición filosófica,
el empirismo (que será seguido por Berkeley y Hume).Consideraba que el origen del
conocimiento estaba en la experiencia y rechazaba la existencia de las ideas innatas. En
su Ensayo sobre el entendimiento humano Locke expone cuál es su propósito en el tema
del conocimiento: conocer los orígenes y límites del entendimiento humano y para dar
respuesta a estas cuestiones elaborará su teoría del conocimiento.
Por otra parte, como ya hemos dicho, Locke es también el primer gran teórico
del liberalismo político y es de este aspecto de su pensamiento, de su filosofía política,
del que nos ocuparemos a continuación.
1. FILOSOFÍA POLÍTICA: LA IDEA DE “ESTADO DE NATURALEZA” COMO
FUNDAMENTO IDEOLÓGICO DEL NUEVO ESTADO BURGUÉS: LA TEORÍA
DEL CONTRATO SOCIAL
El pensamiento político de Locke está recogido en sus Dos tratados sobre el
gobierno civil.
En el Primer tratado sobre el gobierno civil critica la teoría del origen divino del
poder de los reyes; en el Segundo tratado sobre el gobierno civil critica a Hobbes y
expone sus propias ideas sobre el estado de naturaleza, el contrato social y los derechos
del estado y los ciudadanos (entendiendo por Estado el conjunto de instituciones que
garantizan los derechos y libertades de toda la ciudadanía; para ello establece una forma
de autoridad política y un sistema económico sobre un territorio definido y sobre una
población determinada).
Como veremos, su teoría política expresa las aspiraciones políticas de la clase
media de su tiempo, una clase social en expansión que tenía sus pilares fundamentales
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en los principios de tolerancia e individualismo y en la defensa de la propiedad privada.
Esta clase media, de ideología liberal, estaba formada por burgueses urbanos y
pequeños propietarios rurales de origen noble dedicados al comercio.
1.1. HOBBES
La filosofía política de Thomas Hobbes (1588-1679) se sustentaba sobre la
suposición de que los seres humanos no son sociales por naturaleza. Por tanto, cabe
imaginar el estado en que se encontraban antes de vivir en sociedad. A este estado se lo
conoce con el nombre de estado de naturaleza. Es importante destacar que con el
término “estado de naturaleza” no pretende referirse a una realidad histórica,
cronológicamente determinable. El estado de naturaleza es, más bien, una situación
hipotética que resulta de tratar de entender cuál es el origen de la sociedad y lo relevante
es que a partir de él se puede entender la situación actual.
Antes de vivir en sociedad, según Hobbes, las personas vivían inmersas en una
guerra perpetua de todos contra todos. La razón de ello es la propia naturaleza humana
caracterizada por su individualismo y egoísmo. Cada persona reclamaba para sí la
posesión de los bienes de la naturaleza y los enfrentamientos eran permanentes. En este
estado de naturaleza todos gozaban del mismo derecho natural (todo tenían derecho a
todo, sin limitación alguna) y no existía la injusticia porque no existía la ley.
Este estado de inseguridad permanente, de caos y guerra, lleva a las personas a
comprender la necesidad de buscar la paz. Para ello renunciarán a su derecho natural, a
su libertad absoluta, firmando un pacto o contrato social que les garantiza la seguridad y
tranquilidad. El origen de la sociedad está en este pacto y mediante él los individuos
renuncian a sus derechos y libertades naturales para someterse a un poder común, el
Estado, que evitará las rivalidades y luchas particulares. En resumen, la sociedad civil
y el Estado son el resultado de un contrato entre individuos libres. Un contrato
definitivo e irrevocable que implica la cesión de todos los derechos al soberano, que
pasa a ejercer el poder absoluto en todo lo relativo a garantizar la paz y la defensa.
Hobbes utilizó la figura del Leviatán –un monstruo marino de enorme poder que
aparece en un relato bíblico- como símbolo del estado.
Al proponer su teoría Hobbes rompía con la teoría medieval sobre el origen
divino del poder político poniendo el origen de la sociedad y el poder en un pacto o
contrato social. Su teoría del contrato social será reformulada por Locke y Rousseau. Es
importante destacar que con esta teoría se rompía también con la concepción clásica
griega del ser humano. Para los filósofos griegos el ser humano era inconcebible fuera
de la polis y era en ella donde se realizaba plenamente como ser humano. Aristóteles
nos definía como animales cívicos o políticos (zoon politikòn) y consideraba que la
sociabilidad reside en la propia esencia del ser humano. Para Aristóteles no tenía sentido
plantearse el origen de la sociedad, la sociedad es algo natural y solo podemos
desarrollar nuestras capacidades humanas viviendo en sociedad.
Por otra parte, señalar que el contractualismo explica el origen del poder, no la
forma de gobierno. Así, Hobbes justificaba el absolutismo de su tiempo como la forma
óptima de gobierno porque garantizaba la armonía social, Locke, en cambio, rechazará
el absolutismo hobbesiano adoptando una perspectiva liberal.
1.2. EL ESTADO DE NATURALEZA EN LOCKE
TEXTO 1. (Segundo Tratado sobre el Gobierno civil.
Capítulo II: Sobre el estado de naturaleza).
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Locke comparte con Hobbes la idea de que el ser humano no es un animal social
por naturaleza y como él habla también de un estado de naturaleza previo a la
constitución de la sociedad. Sin embargo, se separa de Hobbes porque rechaza la visión
del estado de naturaleza como un estado de guerra permanente.
Según Locke, el estado de naturaleza es un estado de libertad, no de libertinaje.
En él las personas son libres e iguales pero no tienen un derecho natural ilimitado (no
pueden hacer todo lo que quieren). En el estado natural existe una ley natural que
obliga a todos. Esta ley es la razón. Es decir, es la razón humana la que dicta la ley
natural. Una razón que nos enseña que todos somos iguales y libres por naturaleza, de
tal modo que nadie puede dañar a otra persona en su vida, su salud, su libertad o su
propiedad, ya que todos somos criaturas de Dios.
Puesto que Locke habla de una ley moral natural que obliga en conciencia
independientemente del estado y de su legislación (pues es anterior a la existencia de la
sociedad civil), cree también en la existencia de unos derechos naturales, poseídos por
los seres humanos por el mero hecho de serlo. Estos derechos son el derecho a la vida, a
la igualdad, a la libertad y a la propiedad. Precisamente a este último, al derecho de
propiedad es al que dedica más atención y se suele vincular este interés por justificar el
derecho de propiedad privada con la mentalidad de los propietarios whigs (sector social
en el que se movía el filósofo formado por los burgueses urbanos y los pequeños
propietarios rurales de origen noble). Según Locke, lo que da derecho a la propiedad es
el trabajo (“Aunque el agua corriendo en la fuente sea de todos, ¿quién puede dudar de
que en el jarro es solo de quien la recogió? Su trabajo la ha sacado del dominio de la
naturaleza, en donde era común y pertenecía por igual a todas sus criaturas, y ha
hecho que se la apropie”). La ley natural establece el derecho a la propiedad de los
bienes necesarios para conservar la vida, puesto que Dios ha dado a los hombres la
tierra y todo lo que hay en ella para que conserven su vida, y a los bienes que se
obtienen con el trabajo propio. Sin embargo, no daría derecho a un posesión ilimitada
de bienes, a más de los que se necesitan, ni a los bienes que no resultan del propio
trabajo.
Al plantear la existencia de unos derechos naturales deducidos por la razón
humana Locke se sitúa en la línea del Iusnaturalismo (doctrina que sostiene que existe
un orden jurídico natural de carácter universal en el que ha de inspirarse y
fundamentarse el derecho positivo –las leyes concretas de cada estado).
1.3. EL CONTRATO SOCIAL
TEXTO 2. (Segundo Tratado sobre el Gobierno civil.
Capítulo VII: De la sociedad política o civil).
Aunque el estado de naturaleza no es un estado de guerra, la propia razón nos
persuade de que es mejor formar una sociedad organizada para preservar los derechos y
libertades.
El origen de la sociedad civil y del Estado se halla, por tanto, en un pacto o
contrato social que las personas acuerdan libremente. Al hacer este pacto renuncian a
parte de su libertad para garantizar sus derechos. En el estado de naturaleza no todos
respetan la ley natural y en ocasiones la incumplen. Cuando eso sucede cada persona se
convierte en juez de su propia causa y tiene derecho a hacer justicia por su cuenta. El
contrato social supone que los ciudadanos acuerdan otorgar poder al estado para que
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este garantice los derechos naturales de los ciudadanos. Al hacerlo las personas
renuncian a parte de su libertad porque aceptan que el poder legislativo (el parlamento)
elabore leyes encaminadas al bien común y que las aplique, así como que sea él quien
determine la sanción que acarrea la infracción de las mismas. Sin embargo, no
renuncian al resto de sus derechos (libertad, igualdad, propiedad).
Una vez constituido el pacto las personas se convierten en ciudadanos y
ciudadanas, aceptan someterse a la voluntad de la mayoría y sus derechos naturales, que
no desaparecen, se convierten en derechos civiles sancionados por el estado. Puede
decirse que al convertirse en ciudadanos, las personas aceptan una restricción de la
libertad del estado de naturaleza para poder gozar con más seguridad de su libertad.
El término inglés que Locke emplea para referirse al estado es
“commomwealth”, que puede ser traducido también como república (con ello quiere
destacar que no se trata de una forma de gobierno particular sino un sistema de gobierno
dedicado a aumentar el bienestar social o la riqueza común, a diferencia de todo aquel
gobierno cuyo fin era el beneficio de un individuo o una clase; el término tiene un
sentido similar al de la frase latina res publica -la cosa pública- , para significar el
aspecto de beneficio común implícito en un estado).
Así entendido, el Estado no tiene otra misión que la de servir a los ciudadanos y
velar por su bienestar y no puede ejercer el poder de forma absoluta o arbitraria (a
diferencia de lo que sostenía Hobbes para quien las personas habían cedido todos sus
derechos al soberano). Es más, si el monarca o el Parlamento no responden a los fines
encomendados por el pueblo, este tiene derecho a cambiarlos, incluso recurriendo a la
fuerza si fuera necesario. El pacto no es irrevocable como decía Hobbes, la cesión de
derechos es siempre revocable y la resistencia al poder es siempre un derecho.
1.4. LA DIVISIÓN DE PODERES
Por último, decir que en la constitución del estado se establecen dos poderes. El
poder supremo es el poder legislativo (que, según Locke, incluye el poder judicial)
porque lo esencial es hacer buenas leyes. El otro poder es el ejecutivo, subordinado al
anterior. A ellos se añade el poder federativo que regula las relaciones con otros
Estados (abarca el poder de hacer la guerra y firmar la paz y concertar alianzas y
tratados). Aunque lo consideraba un poder distinto Locke señalaba que el poder
federativo difícilmente podía separarse del ejecutivo por lo que lo incluía en este.
El poder legislativo reside en el pueblo, que posee, como ya hemos dicho, el
derecho de cambiar a los que ocupan el poder legislativo y ejecutivo cuando estos no
respetan los derechos individuales irrenunciables. No obstante, hay que aclarar que al
mismo tiempo Locke introduce toda una serie de cláusulas que limitan la igualdad
humana universal y lo llevan a defender que el poder legislativo ha de recaer en
propietarios satisfechos ya que estos no buscan el bien particular sino el bien común.
Para finalizar comentar que Locke abordó también el tema de la tolerancia y
defendió la libertad religiosa y de pensamiento, con lo que se postulaba a favor de los
puritanos ingleses (1). Consideraba que el Estado no debía intervenir en asuntos éticos o
religiosos y su tarea se limitaba a garantizar a sus ciudadanos el ejercicio de estas
libertades.
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(1) Los puritanos ingleses. Nombre con el que se conoce a la parte radical del
protestantismo desarrollado en Inglaterra durante el reinado de Isabel I. De
influencia calvinista, aceptaron la doctrina de la predestinación y se
opusieron tanto a la Iglesia católica como a la anglicana rechazando la
aparatosidad de las liturgias y la celebración de las festividades religiosas.
Los continuos enfrentamientos con la Iglesia oficial anglicana los
llevaron a huir a América. Los primeros de ellos lo hicieron en 1620 y son
los famosos pilgrims del Mayflower.
1.5. CONCLUSIÓN
Hasta aquí se han desarrollado los principios fundamentales de la teoría política
de Locke. Una teoría política que ejerció una enorme influencia en el futuro porque
expresaba las aspiraciones de la clase burguesa.
Su insistencia en la división de poderes, en la libertad del individuo frente al
estado y su defensa de los derechos naturales fundamentales influyeron de modo
determinante en el pensamiento político de la Ilustración e inspiraron las revoluciones
de finales del siglo XVIII y los sistemas democráticos posteriores. En este sentido
merece una mención especial Juan Jacobo Rousseau (1712-1778) quien en su obra El
contrato social replanteará el contrato social a partir de la noción de voluntad general
Para este autor solo es legítimo el pacto que garantice que las personas recuperen su
libertad e igualdad originales; el pacto consiste en que todos los individuos acepten
renunciar a sus intereses personales y sigan los dictados de la voluntad general. Una
voluntad general que se caracteriza por mirar siempre al interés común, mientras que la
voluntad de todos es la suma de las voluntades particulares, que están siempre dirigidas
a un interés privado, particular. Lo que hace de una voluntad una voluntad general es el
interés común que la dirige, no el número de votos o de intereses personales
coincidentes.
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