Los dos viajeros Compadre Tomás y su amigo Lubín iban los dos a pie a la ciudad vecina. Tomás halla, en el camino, una bolsa llena de monedas. La mete en su bolsillo. Lubín, con gran contento, le dice : “¡Qué suerte hemos tenido!”. No - responde fríamente Tomás - ; “hemos “ no está bien dicho, “he” es más correcto. Lubín no se atreve a chistar. Mas, al dejar el llano, encuentran a unos ladrones en el bosque escondidos. Tomás, temblando y no sin causa, dice : “Estamos perdidos”. No - contesta Lubín“estamos” no es muy lógico ; “estás” es otra cosa. Dicho esto, se escapan a través de los bosques. Atenazado por miedo, Tomás pronto es alcanzado y tiene que entregar la bolsa. 1