Foto Historia del Arte Vol II. Instituto Gallach, 1997 36 ¿Existió verdaderamente Pitágoras? El Astrolabio 37 o DE REFLEXIÓN ARTÍCUL CONSIDERACIONES SOBRE LA AUTENTICIDAD DE LA OBRA DE PITÁGORAS Mauricio Giordanelli Reyes Coordinador del Departamento de Música. Gimnasio Campestre Correspondencia para los autor: [email protected] Recibido: 16 de abril de 2010 Aprobado: 20 de mayo de 2010 RESUMEN SUMMARY El presente artículo es una reflexión sobre la autenticidad de la obra de Pitágoras de Samos y la relevancia de discutir la influencia del pensamiento pitagórico en el desarrollo de la música medieval. Un problema que se encuentra al considerar la influencia de Pitágoras en el desarrollo de la música europea, es la discusión que existe sobre la autoría de su obra. Desde la publicación del libro Lore and Science in Ancient Pythagoreanism de Walter Burkett, publicado en Alemania en 1972, se ha cuestionado que realmente fuera él quien desarrolló los estudios y las ideas que se le atribuyen y se ha postulado que en la mayoría de los casos se trata de desarrollos posteriores que le fueron atribuidos o conocimientos anteriores desarrollados en Egipto o Babilonia (Huffman, 2006; Burnyeat, 2007; Aleff, 2008). En esta polémica no faltan los que sostienen que es correcto atribuirle a Pitágoras los desarrollos que históricamente se han identificado con él y su escuela (Kingsley, 1995; Luz, 1999). Este artículo reproduce parte del análisis de este tema que aparece en la investigación en curso del autor sobre la influencia del pensamiento pitagórico en la composición del motete Nuper Rosarum Flores de Guillaume Dufay. In this article the author reflects on the authenticity of the work of Pythagoras of Samos and the relevance of commenting the influence of Pythagorean ideas in the development of medieval music. A problem that arises when considering the influence of Pythagoras in the development of European music is the ongoing discussion regarding the authenticity of his work. Since the publication of Walter Burkett’s book Lore and Science in Ancient Pythagoreanism in 1972, it has been questioned whether it was really Pythagoras who developed the studies and ideas that have been attributed to him, and it has been proposed that in most cases these were discoveries made later, or where earlier developments brought over from Egypt or Babylon that have been attributed to him (Huffman, 2006; Burnyeat, 2007; Aleff, 2008). In this discussion there are also researchers that affirm that it’s correct to ascribe the developments that have historically been associated with him and his school to Pythagoras (Kingsley, 1995; Luz, 1999). This article reproduces part of the analysis of this subject that appears in the author´s ongoing research project regarding the influence of Pythagorean thought on the composition of the motet Nuper Rosarum Flores by Guillaume Dufay (1400-1474). Palabras Clave: Guillaume Dufay, Pitágoras, Nuper Rosarum Flores, Proporción Áurea, Motete, Música, Edad Media, Santa María del Fiore, Florencia, composición. Key Words: Guillaume Dufay, Pythagoras, Nuper Rosarum Flores, Golden Mean, Ratio, Proportion, Motet, Music, Middle Ages, Santa Maria del Fiore, Florence, composition. Investigación y Ciencia del Gimnasio Campestre 38 INTRODUCCIÓN Pitágoras es considerado el primer gran teórico de la Música Occidental. En su obra consideraba a la música una disciplina que hace parte de las matemáticas, estudió de forma sistemática las relaciones numéricas entre las notas determinando matemáticamente la naturaleza de las consonancias, afirmó que existe una relación entre la armonía celeste y la armonía musical y propuso la reglamentación de la práctica musical por principios matemáticos usando números o fórmulas a los que le atribuía un sentido místico, afirmando que al escuchar música que se rige por estos principios el alma del oyente comprendería e integraría dentro de sí el significado de estos números los cuales revelaban algo sobre la naturaleza misma del universo y del ser humano (Britannica, 1987; Coronas, 2000; O’Connor y Robertson, 2005). Pitágoras fundó una religión que se basaba en las matemáticas como medio para comprender el universo (Britannica, 1987; Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). por Pitágoras en el área de la investigación musical como auténtico para considerar si es relevante hablar de su influencia en la música del Medioevo. Método El método empleado será el de analizar y comentar la literatura disponible en torno a la discusión existente sobre la validez de considerar auténticos los estudios que Pitágoras adelantó, o que se le atribuyen, para llegar a una conclusión tentativa a partir de esta información sobre la relevancia de discutir su influencia en la producción musical del Medioevo tardío. Para esto es necesario explorar su vida, obra y pensamiento, para evaluar hasta qué punto es válido considerar auténtico el trabajo que se le atribuye. PITÁGORAS DE SAMOS Objetivos Encontrar datos exactos sobre la vida de Pitágoras no es posible, lo que sabemos de él nos llega por vía de terceros. Pitágoras no dejó ningún registro escrito, ya que prefería la transmisión oral de sus enseñanzas (Kingsley, 1995; Luz, 1999; Huffman, 2006), preferencia generalizada en Grecia antigua hasta los tiempos de Platón (Kingsley, 1995). El hecho que durante siglos los discípulos de Pitágoras le atribuyeran todo nuevo descubrimiento que hicieran afirmando “él mismo lo dijo” dificulta entender los alcances de su obra (Luz, 1999). La figura de Pitágoras llegó a ser tan importante que alrededor suyo se tejieron leyendas. En siglos posteriores algunos filósofos le atribuyeron ideas y descubrimientos que eran de otros, esto ha llevado a algunos a cuestionar los alcances de la obra de Pitágoras (Huffman, 2006; Burnyeat, 2007; Aleff, 2008). El objetivo del presente artículo es analizar la validez de considerar el trabajo adelantado Afortunadamente, existen varios fragmentos escritos por contemporáneos de Pitágoras Las ideas de Pitágoras respecto a la naturaleza de la música y la necesidad de organizar las armonías siguiendo ciertos principios matemáticos tuvieron eco en filósofos, músicos y teóricos de la antigüedad y la Edad Media como Platón, San Agustín, Boecio y Santo Tomás de Aquino (Sadie y Latham, 1985; Britannica, 1987; Jacobs, 1991; Grout y Palisca, 1996). Recientemente se ha cuestionado la autoría de los descubrimientos atribuidos a Pitágoras y la relevancia de estudiar su influencia en el desarrollo posterior de las matemáticas y la música (Kingsley, 1995; Luz, 1999; Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). El Astrolabio 39 The Encyclopedia of Music Annes Publishing Limited (2002). que han llegado hasta nuestro tiempo. Tenemos referencias de su erudición, su sabiduría, su trabajo y sus creencias, que nos han llegado por medio de Heráclito y Xenófanes, también referencias de su trabajo y enseñanzas escritas poco después de su muerte (Luz, 1999); de hecho “los testimonios prearistotélicos sobre Pitágoras son más extensos que aquellos que hay para la mayoría de los filósofos griegos, lo que es testimonio de su fama” (Huffman, 2006; traducción del autor). La evidencia indica que Pitágoras realmente propuso que la esencia de todas las cosas era el número, estudió las relaciones numéricas de la armonía musical y las relacionó con la armonía del Cosmos (Huffman, 2006). El estudio de los fragmentos escritos por contemporáneos de Pitágoras y los relatos escritos en los siglos posteriores a su muerte nos permiten reconstruir parcialmente su biografía. Biografía Pitágoras nació hacia el año 569 a.C. en la isla de Samos, su madre era una mujer local y su padre un mercader fenicio (O’ Connor y Robertson, 2005). Samos era conocida por su arquitectura la cual estaba basada en principios matemáticos, por lo que es lícito pensar que el interés de Pitágoras por los números comenzó ahí (Luz, 1999). Estudió con los sabios más ilustres de su época, como Tales y Anaximandro de Mileto (Luz, 1999; Smith, 2008) y Ferekides de Siros (O’ Connor y Robertson, 2005; de Guzmán, 2000). Tales lo animó a viajar a Egipto, donde estudió geometría. Es probable que fuera ahí donde conoció los principios del teorema que luego llevaría su nombre. Los relatos contemporáneos a Pitágoras confirman su viaje a Egipto, también a Fenicia y Babilonia, donde éstos principios también eran conocidos (Luz, 1999; de Guzmán, 2000; O’ Connor y Robertson, 2005; Huffman, 2006). Cuando Pitágoras regresó a Samos fundó la primera escuela pitagórica, pero abandonó definitivamente la isla hacia el 535 a.C, debido al rechazo a sus enseñanzas por parte de los ciudadanos de la isla. Inicialmente se estableció en la colonia griega de Taranto en Apulia, luego se trasladó a Metaponto, en la costa de Basilicata y finalmente a Crotona, en Calabria. En cada una de estas ciudades Pitágoras fundó escuelas donde se difundieron sus enseñanzas y su religión; la más importante de ellas sería la escuela de Crotona (Luz, 1999; O’ Connor y Robertson, 2005; Huffman, 2006). La escuela pitagórica de Crotona llegó a controlar la ciudad y al poco tiempo los pitagóricos dominaron el sur de Italia (Burnyeat, 2007). Tras varios ataques por parte de sus opositores políticos la escuela de Crotona fue destruida. Pitágoras se vio forzado a huir y se refugió, inicialmente en Taranto y luego en Metaponto, hacia el año 510 a.C. Vivió y trabajó sus últimos años en Metaponto, donde murió hacia el año 480 a.C. a una edad cercana a los 100 años (O’ Connor y Robertson, 2005; Huffman, Investigación y Ciencia del Gimnasio Campestre 40 2006). Durante los siglos que siguieron a la muerte de Pitágoras las escuelas pitagóricas continuaron su trabajo y tuvieron una gran influencia en la filosofía y las matemáticas griegas. Testimonio de esto es que Platón (423 a.C.- 347 d.C.) convierte a Pitágoras en un personaje de sus diálogos y reconoce la influencia de algunos elementos de la filosofía pitagórica en su propia obra (Kingsley, 1995; Luz, 1999; Huffman, 2006). LA AUTENTICIDAD DE SU OBRA A partir de la revisión de la obra de Pitágoras comenzada por Burkett en 1972 con la publicación de su libro Lore and Science in Ancient Pythagoreanism algunos historiadores modernos aseguran que debido a las coincidencias entre el pensamiento de Platón y el de los pitagóricos, algunos miembros de la Academia decidieron atribuirle a Pitágoras un pensamiento platónico plenamente desarrollado en un intento deliberado por darle más prestigio a las ideas de Platón al asociarlas con quien era ya un sabio legendario. Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.) explica las diferencias que él identifica entre el pensamiento de su maestro y el de los pitagóricos de su época, explicando en que era novedoso el pensamiento de Platón, alejándose de los filósofos de la Academia. Teofrasto (371 a.C. – 287 a.C.), el sucesor de Aristóteles, se acercaría a los miembros de la Academia explicando qué considera influencia de Pitágoras sobre Platón. Los escritos de Teofrasto han sido la fuente principal para entender a los filósofos presocráticos, especialmente a Pitágoras, lo que llevaría a que algunos historiadores modernos llegaran a la conclusión que los discípulos de Platón le atribuyeron a Pitágoras ideas que no eran suyas (Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). Una excelente contrapropuesta a este análisis es la que propone Kingsley en su libro El Astrolabio The Encyclopedia of Music Annes Publishing Limited (2002). Ancient, Philosophy, Mystery and Magic; Empedocles and the Pythagorean Tradition, publicado en 1995, en el cual analiza varios de los diálogos de Platón a la luz de libros escritos por pitagóricos italianos anteriores a Platón y demuestra que el pensamiento pitagórico tuvo gran influencia en el desarrollo de las ideas de Platón, tanto por la difusión de esos textos en la época de Platón, como por las indicaciones que el mismo Platón dejó en varios de sus textos respecto a su deuda personal con varios pitagóricos italianos que fueron instrumentales en sus estudios. En su análisis de los textos de Platón, su relación con otras obras de la época, y el estudio de comentarios antiguos sobre esos textos, Kingsley (1995) llega a la conclusión, con argumentos convincentes y sustentados, que 41 el fenómeno fue exactamente el contrario: no es que los filósofos de la Academia le atribuyeran a Pitágoras un pensamiento platónico plenamente desarrollado, es que en Platón podemos encontrar una versión degradada del pensamiento pitagórico al cual regresarían los discípulos de Platón. Esto se ve por ejemplo en la deformación que hacen los filósofos platónicos del modelo cosmológico propuesto por Filolao, filósofo pitagórico contemporáneo de Sócrates, en el cual ubica al Tártaro -“la prisión de Zeus”- en el centro del universo; los filósofos platónicos consideran que aquello que es más importante debe ocupar el centro del universo, por lo que ubican el trono de Zeus en su lugar por motivos morales, deformando las ideas pitagóricas (Kingsley, 1995). En su análisis Kingsley desglosa un análisis hecho por Santo Tomás de Aquino del libro Sobre el cielo de Aristóteles, y demuestra que Santo Tomás identifica correctamente la influencia del pensamiento pitagórico en Aristóteles y en la teología del Cristianismo y el significado original de “Tártaro” como “prisión de Zeus”. La controversia sobre el Teorema de Pitágoras Los estudios más famosos atribuidos a Pitágoras son los que realizó respecto al teorema que lleva su nombre. Éste es precisamente el punto en el que más se disputa la obra de Pitágoras (Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). El principal argumento contra Pitágoras es que este principio matemático era ya conocido en Egipto y Babilonia antes de su tiempo y que presumiblemente él lo habría estudiado durante sus viajes (Aleff, 2008). Existen registros que comprueban el conocimiento de los principios que rigen el teorema en la existencia de monumentos megalíticos en Egipto y en las Islas Británicas construidos hacia el 2500 a.C., en un papiro egipcio escrito hacia el 2000 a.C. donde se describe una solución del problema, en tabletas escritas durante el reino de Hammurabi hacia el 1790 a.C. con referencias a los principios descritos en el teorema, en escritos de la India que datan de entre el siglo VIII y el siglo II a.C. donde se describe y comprueba el teorema y en documentos de la China, contemporáneos a Pitágoras, en los que se explica y comprueba el teorema (Bulaevsky, 2003; O´Connor y Robertson 2005). Pero Pitágoras y sus contemporáneos nunca pretendieron que el descubrimiento del principio fuera suyo, el primero en otorgarle su nombre fue Cicerón (106 a.C. – 43 a.C.) unos 500 años más tarde (Norfleet, 2008). Las mejores fuentes para entender la obra de Pitágoras son fragmentos escritos por contemporáneos suyos y escritos anteriores a los que nos dejaron los alumnos de Platón (Luz, 1999; Huffman, 2006). Existen varios fragmentos de textos contemporáneos en los que se alude a una tradición oral según la cual el reconocimiento de la veracidad de las pruebas del teorema comienza con Pitágoras, quien habría sacrificado muchos bueyes tras corroborar su veracidad (Huffman, 2006). Llama la atención que los fragmentos dan más importancia al sacrificio de los bueyes que a la prueba matemática, esto sería testimonio de la importancia que le daba Pitágoras al estudio de los números (Huffman, 2006). Es importante notar que los fragmentos hablan de corroboración por parte de Pitágoras, no de descubrimiento. Otros fragmentos escritos por contemporáneos suyos mencionan la erudición de Pitágoras y lo describen como alguien que había estudiado “las mentes de toda la humanidad” (Ion de Chios, c. 450 a.C. citado por Luz, 1999, traducción del autor), esto permite concluir que los autores de estos Investigación y Ciencia del Gimnasio Campestre 42 fragmentos reconocen que Pitágoras logró corroborar la veracidad de un principio que había estudiado con otros, sistematizando la comprobación y haciéndola universal (Luz, 1999; Huffman, 2006). Pitágoras y las proporciones armónicas en la música También existe cierta controversia respecto al trabajo de Pitágoras sobre la naturaleza de las consonancias armónicas en la música, pero la evidencia que este trabajo se desarrolló extensamente en las escuelas pitagóricas es muy fuerte y reconduce frecuentemente al fundador (de Guzmán, 2000; Huffman, 2006). Existen varias versiones sobre el método con el cual Pitágoras supuestamente descubrió las razones numéricas que gobiernan las consonancias. La discusión surge a partir de estas versiones. Algunas fuentes aseguran que Pitágoras resolvió el problema de las consonancias The Encyclopedia of Music Annes Publishing Limited (2002). El Astrolabio armónicas al pasar por el taller de un herrero y notar que los martillos usados para golpear el metal caliente producían sonidos diferentes en relación a su peso (Grout y Palisca, 1996; de Guzmán, 2000; Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). “Un martillo cuyo peso era como 6 producía el tono, otro con peso 12 producía la octava, otro con peso 9 la quinta y otro de peso 8 la cuarta” (de Guzmán, 2000). El problema con esta versión de la historia es que el sonido producido por martillos que golpean una superficie no varía en proporción directa a su peso (Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). Algunos se apoyan en esta evidencia para refutar cualquier trabajo sobre la naturaleza de la música por parte de Pitágoras (Burnyeat, 2007). Curiosamente, quienes refutan esta historia no citan su fuente, se limitan a afirmar que es una de las historias que relatan este descubrimiento y que éste método no funciona, pero no discuten los otros métodos atribuidos a Pitágoras (Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). 43 La primera aparición de esta historia se da en el Manual de armonía de Nicómaco de Gerasa (c. 60 - 120 d.C.), más de quinientos años después de la muerte de Pitágoras (de Guzmán, 2000); no sorprende que la historia no sea cierta. Otra versión controversial sobre este descubrimiento relata que Pitágoras, después de escuchar los martillos en el taller del herrero, colgó pesos diferentes de varias cuerdas de igual longitud, diámetro y composición, para controlar la tensión a la que es sometida cada cuerda en proporciones idénticas a las que analizó en el taller del herrero, esperando lograr los mismos resultados. Como lo explica el matemático Miguel de Guzmán (2000), éste método tampoco sirve, ya que “la frecuencia del sonido producido por una cuerda vibrante no está en proporción con la tensión, sino con la raíz cuadrada de la tensión”. A pesar que se le atribuye a los pitagóricos el descubrimiento de las raíces cuadradas, es improbable que éste fuera el método usado, ya que no arroja los resultados que la historia les atribuye y se serviría de números irracionales, lo cual conlleva una serie de problemas para una comunidad que buscaba explicar la armonía del Cosmos a partir de los números enteros (de Guzmán, 2000; Beale, 2002; Livio, 2002). Probablemente sea más cierta la historia que relatan los textos de historia y teoría de la música: Pitágoras descubriría las razones numéricas entre las diferentes consonancias estudiando los sonidos producidos por una cuerda que es pulsada dejando vibrar una sección de longitud variable (Michels, 1977; Menuhin y Davis, 1979; Sadie y Latham, 1985; Britannica, 1987). El instrumento con el cual realizaría esto es un monocordio, un instrumento didáctico llamado por los griegos Kanon, el cual consiste de una sola cuerda cuya longitud se puede variar con un puente móvil, cuya invención se atribuye a Pitágoras, pero posiblemente sea egipcio (de Guzmán, 2000; Creese, 2003; Pont, 2004; Cottrell, 2008). Sus orígenes son inciertos pero las fuentes griegas indican que llegó a Grecia de otros países, quizás Babilonia; algunas fuentes relatan que fue Pitágoras quien lo llevó, pero el mito afirma que fue el dios Mercurio (Pont, 2004). Cualquier músico que conozca el funcionamiento de los cordófonos (instrumentos que producen su sonido al hacer sonar una o varias cuerdas) puede demostrar éstos principios. Por ejemplo, si un guitarrista presiona una cuerda de la guitarra en el doceavo traste, acortando la cuerda exactamente a la mitad, demuestra la proporción de la octava 2:1 (1/2), si la presiona en el séptimo traste, acortando la cuerda a dos tercios de su longitud, demuestra la proporción del intervalo de quinta 3:2 (2/3), finalmente, si presiona la cuerda en el quinto traste, acortando la sección de la cuerda que vibra a exactamente tres cuartos de su longitud, demuestra la proporción de la cuarta 4:3 (3/4), en relación a la frecuencia producida por la cuerda pulsada en su longitud total, como ha tenido la posibilidad de comprobar el autor quien es guitarrista profesional. Este mismo principio es el que rige el funcionamiento del Kanon al mover el puente para variar la longitud de la cuerda que se hace vibrar (Blood, 2009). La evidencia que los pitagóricos realizaron estos estudios es muy fuerte, aunque es posible que no fueran los primeros; existe evidencia que estudios similares fueron adelantados en la antigüedad en Egipto, India, China y Babilonia, arrojando resultados similares (Michels, 1977; Menuhin y Davis, 1979; Britannica, 1987; Pont, 2004). No deja de causar cierta curiosidad el que aquellos que cuestionan el trabajo de Pitágoras usaran como argumento una versión Investigación y Ciencia del Gimnasio Campestre 44 de su trabajo que no es la más difundida en lugar de analizar el experimento de las cuerdas, que es con el que más se le identifica. Algunos investigadores afirman que Pitágoras prefería los instrumentos de cuerda a los de viento y los de percusión, exhortando a sus alumnos a evitar los dos últimos (Hall, 1928), esto sería coherente si realizó sus estudios sobre la longitud de las cuerdas pero no si los realizó sobre la percusión de martillos en el taller de un herrero. Hay evidencia antigua, tanto en la forma de fragmentos de textos escritos por filósofos pitagóricos, como en relatos por contemporáneos de ellos, que demuestra que varios pitagóricos se dedicaron al estudio de las relaciones numéricas en las consonancias musicales, entre ellos se cuentan Hipaso de Metaponto, Filolao de Crotona, Architas de Taranto y Aristoxeno (Burnyeat, 2007). Aristoxeno era un filósofo pitagórico que The Encyclopedia of Music Annes Publishing Limited (2002), El Astrolabio también estudió con Aristóteles, su tratado de armonía es la única de sus más de cuatrocientas obras conocidas de la que se conservan fragmentos; es considerado el teórico musical más importante del IV siglo a.C., gran parte de la teoría musical de Occidente encuentra sus orígenes en su obra (Britannica, 1987; Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). Architas de Taranto conoció a Platón, era un político que poseía tal prestigio que cuando Platón fue hecho preso por el gobernador de Siracusa, logró negociar su liberación; era un líder político y militar de Taranto, cuyos logros en matemáticas y el análisis de las proporciones musicales eran conocidos en su época y están bien documentados (Burnyeat, 2007). Filolao de Crotona era contemporáneo de Sócrates, de él sabemos que fue uno de los tantos pitagóricos que se vieron forzados a huir del sur de Italia por las persecuciones políticas contra las escuelas pitagóricas; su trabajo musical era bien conocido en su época, se dice que Platón hizo esfuerzos por adquirir su obra y se reconoce su influencia en la Metafísica de Aristóteles; es considerado el primer pitagórico en publicar un libro y sabemos que conocía las proporciones de la armonía (Luz, 1999; Burnyeat, 2007; Huffman, 2006). Sabemos de Hipaso de Metaponto que fue discípulo de Pitágoras y que realizó experimentos sobre la naturaleza del sonido que incluso los detractores de Pitágoras admiten que funcionan, éstos consistían en golpear discos de bronce del mismo diámetro pero de diferente grosor con un martillo para comprobar las razones numéricas entre las notas (Huffman 2006; Burnyeat, 2007), vale la pena recordar que éste es otro de los métodos de estudio que la historia le atribuye a Pitágoras. En la época de Platón y Aristóteles se conocían bien los estudios de los pitagóricos sobre la naturaleza del sonido y la armonía en la música. Aunque no conocieron a Pi- 45 tágoras, sí conocían el trabajo de aquellos que profesaban seguir las enseñanzas de Pitágoras. Es válida la apreciación de Burnyeat (2007) y Huffman (2006) que el pensamiento pitagórico descrito por Platón y Aristóteles corresponde al pensamiento de los pitagóricos que ellos mismo conocieron, lo cual es apenas lógico, pero no podemos ignorar sistemáticamente la evidencia de los fragmentos existentes del trabajo de Hipaso quien asegura que éste está basado en las enseñanzas de Pitágoras y sirve para sustentar lo que él mismo le enseñó (sus obras son citadas por Aristóteles y probablemente existían completas en su época), ni la admisión de la deuda hacia las enseñanzas de Pitágoras que los pitagóricos contemporáneos de Sócrates, Platón y Aristóteles expresan (Luz, 1999; Huffman, 2006; Burnyeat, 2007). El que Pitágoras en persona alguna vez tañera una cuerda para estudiar las razones numéricas de la consonancias, o no, es imposible de comprobar, también es fundamentalmente irrelevante. Los datos importantes son dos: los pitagóricos cuyo trabajo conocemos, tanto aquellos que conocieron a Pitágoras como aquellos que Platón y Aristóteles conocieron, aseguran que siguen las enseñanzas de Pitágoras como llegaron hasta ellos y que sus experimentos están basados en ellas; estas enseñanzas fueron recogidas por Platón y Aristóteles y por medio de ellos influyeron en el pensamiento musical posterior. CONCLUSIONES La influencia de Pitágoras en el desarrollo de la música occidental consistiría en haber iniciado estas ideas en la tradición musical de Occidente y haber inspirado los experimentos que servirían de fundamento para el desarrollo de la teoría y el pensamiento musical en Occidente. No es tan importante si él mismo realizó los experimentos, como es significativo que sus discípulos fueron los primeros en Occidente en realizarlos inspirados en sus enseñanzas. Existen suficientes referencias de sus discípulos y otros pensadores posteriores que indican que en Grecia ésta tradición comenzó con él y sus discípulos (Huffman, 2006), aunque también hay indicios para pensar que sería uno de tantos conocimientos que llegaron a Grecia desde Egipto y Babilonia, donde sabemos que se habían adelantado investigaciones sobre la naturaleza del sonido y se había desarrollado un sistema musical similar al sistema diatónico occidental (Michels, 1977; Britannica, 1987; de Guzmán, 2000; Pont, 2004; Aleff, 2008), estos estudios podrían haberse identificado con las escuelas pitagóricas posteriormente. En cualquier caso, podemos afirmar que Pitágoras fue el pensador que inspiró el estudio sistemático de las proporciones armónicas y la reglamentación de la música por principios matemáticos en Grecia Antigua, ideas que por intermedio de Platón, Aristóteles y Aristoxeno influenciarían el pensamiento musical en la Europa medieval. La influencia de Pitágoras podría no residir tanto en que él fuera el primero en adelantar estos estudios como en ser la figura legendaria que inspiró a otros a continuarlos en Occidente. BIBLIOGRAFÍA Aleff, H. Peter (2008) A Brief Prehistory of the Golden Ratio -artículo publicado en forma electrónica en: http://www.recoveredscience.com/const305goldenprehistory.htm recuperado el 16/02/2008 Beale, Marcus (2002), Sensuality and Proportion, A primer in sound for architects.Artículo publicado en forma electrónica en:http://www.philophony.com/ sensprop/pythagor.html recuperado el 23/02/2008 Blood, Brian (2009) Physics of Musical Instruments. Artículo publicado en forma electronic en http:// www.dolmetsch.com/poshistory.htm - recuperado el 26/03/2009 Investigación y Ciencia del Gimnasio Campestre 46 Bonevac, Daniel (n.a.) 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