Revista Boletín de Geografía Nº32 Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación COMO ENTENDER EL ESPACIO RURAL, UN ESCENARIO DE EXPRESIÓN DE LA SOCIEDAD CARMEN SALAS BECERRA [email protected] Resumen El presente artículo realiza una revisión conceptual respecto a aquellas teorías que permiten el análisis y definición del espacio rural. Se fija como eje central la búsqueda de una visión integradora y total de cada uno de los componentes del mundo rural presentes hoy en día; se revisan las principales teorías que permiten un acercamiento a su organización espacial y función, considerando las actividades propias de sí, hasta llegar a la nueva ruralidad. Esta último paradigma permite la inclusión de los individuos que en este espacio habitan y cohabitan de forma constante y/o transitoria, considerando los cambios acaecidos en el los últimos 50 años y las consecuencias que para el mundo rural ha significado, valorando toda las actividades e historias de vida que se han desarrollado como expresión única de la sociedad rural. Palabras claves: Nueva ruralidad, Geografía, Dinámica territorial Abstract This article provides a conceptual review with respect to those theories which allow the analysis and definition of rural areas. Central axis is set as the search for an integrated and total of each of the components present in rural areas today; we review the main theories that allow an approach to the spatial organization and function, considering the activities of another, up to the new rurality. This latter paradigm allows the inclusion of individuals who live in this space and cohabit constantly and / or temporary, considering the changes in the last 50 years and the implications for the rural world has meant assessing all the activities and life stories that have developed as a unique expression of the rural society. Keywords: new rurality, geography, territorial dynamics INTRODUCCION No existe una acepción unívoca respecto a lo rural, este espacio tiene diferentes enfoques y definiciones todas ellas centradas en algún componente central de este, el que generalmente se concibe en torno a las actividades del agro, mas estas no logran abarcar la situación que hoy en día vive dicho espacio, y aun más para la realidad Latinoamérica la que bajo la Globalización se ve enfrentada a una reestructuración de su estructura espacial y por ende de las formas de vida cambiando la estructura generalmente concebida, generando la necesidad de un nuevo enfoque que permita forjar una relación y acercamiento a este. En este contexto surge la nueva ruralidad en tanto teoría que permite la integración entre la estructura espacial que da origen y configura el espacio rural con los procesos que se producen en el y los productos que surgen de aquellos, los que se expresa territorialmente por medio de la identidad. Revista Boletín de Geografía Nº32 PROBLEMATIZANDO EL ESPACIO RURAL No existe una acepción unívoca respecto a lo rural, es más, se pueden encontrar diversas definiciones del espacio rural. Entre ellas, la más común y tradicional se concibe desde la interacción con la actividad económica predominante en estos espacios, la que corresponde además a la forma de ocupación laboral de la mayoría de la población, la que en gran parte se dedica a actividades primarias; principalmente silvoagropecuarias. El entrecruce de ambos elementos configuran la vida en los espacios rurales, disponiendo las actividades y/o estilos de vida que mantiene la población. Así también, determina una estructura en base a una baja densidad poblacional o carencia de estructuras urbanas (Rodríguez, 2010, Acosta, 2008) Por último, se destacan una serie de rasgos culturales distintivos y diferentes a los que caracterizan a la población de las grandes ciudades, entre ellos, valores, creencias y conductas determinadas (Llambí, Pérez, 2007). En general, las definiciones se caracterizan por ser concebidas desde un enfrentamiento o contraposición entre aquello considerado como urbano y lo que no lo es, denominándose este contrario como lo rural. Habitualmente a estos espacios contrapuestos se les ve como dos mundos diferentes y distantes, con realidades totalmente contrarias; entre estas contraposiciones se pueden señalar aquellas que convergen en los nueve lineamientos señalados por Gómez (2008) como los más comunes, a saber: 1) Diferencias por ocupaciones, donde la principal ocupación del mundo rural gira en torno a la agricultura, en cambio, en la urbe se observan otras Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación 2) 3) 4) 5) 6) ocupaciones como por ejemplo aquellas terciarias, de servicios. Diferencias ambientales, el individuo de las aéreas rurales debido a la principal actividad supuesta: la agricultura, mantiene una relación directa con el medio ambiente, con la naturaleza. A diferencia el de la urbe, quien se encuentra inserto y relacionado en un ambiente artificial: en la ciudad de piedra y fierro. Diferencias en el tamaño de las comunidades, a partir de las actividades realizadas se obtiene que el mundo rural necesita de grandes espacios para producir, por ello no se puede dar la misma o similar aglomeración de personas que en la ciudad, la que es considerablemente mayor. Diferencia en la densidad de población, el espacio rural mantiene una densidad menor que la urbe, lo que se entiende desde la explicación del punto tres referente al espacio que ambas requieren. Diferenciación en la homogeneidad/heterogeneidad de la población, la población rural tiende a la homogenización por compartir rasgos psicosociales comunes y mantener una población estable; en tanto la ciudad es heterogénea puesto que está abierta a la “reclutación” constante de nueva población con nuevas y variadas formas de ser y actuar, las que llegan por medio de los procesos migratorios. Divergencias en la diferenciación, estratificación y complejidad social, la urbe mantiene una compleja estratificación y diversificación social debido a la multiplicidad de grupos que en ella se encuentran; mas, en las comunidades campesinas se expulsa constantemente a los extremos sociales a causa de la migración de los más ricos y los más pobres hacia las ciudades, manteniendo con ello una menor diferenciación en la estratificación al ser grupos más homogéneos en tanto diferenciación social. Revista Boletín de Geografía Nº32 7) Diferencia en la movilidad social, la población de las ciudades mantiene una movilidad horizontal y vertical, pues puede ir de un lugar a otro tanto por las facilidades de conexión, como por una variación en la estratificación social por las oportunidades en el cambio y variadas oportunidades de ocupación laboral. Mientras tanto el campo con una sola actividad productiva y menor accesibilidad mantiene una movilidad restringida y en ocasiones casi nula para su población. 8) Diferencia en la dirección de las migraciones, se mantiene una línea unidireccional de migración, desde el campo a la ciudad, la que sólo podría variar en momentos de crisis, catástrofes o decadencia de las ciudades. 9) Diferenciación en los sistemas de integración social, se refiere a las oportunidades de relación y contacto social entre los individuos que conforman la población de cada espacio, donde la integración de la urbe es mayor producto de la densidad poblacional que en ellas se produce, en contraposición a los espacios rurales donde se mantiene una menor relación por lo expuesto en los puntos tres y cuatro. Cabe señalar que los postulados anteriores mantienen como punto común el considerar a lo rural como un espacio de grupos relativamente pequeños, donde las relaciones personales son dificultosas pero de igual forma se pueden desarrollar desde una unión de los individuos por medio de la microhistoria, porque cada uno aporta con vidas que cooperan y recaudan relevancia en el desarrollo de la vida de las comunidades donde se ven insertos (Gómez, 2008). Si bien, se reconoce la comunicación e interacción en el espacio rural aún predomina aquella visión de un espacio aislado, restringido y de exiguas transformaciones o variaciones, correspondiendo a aquella nostálgica Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación imagen limitada y limitadora de lo rural como sinónimo del campo, y a este último como un lugar idílico, rupestre sumido en la naturaleza. Mas, hay que recordar que aquella estructura sufrió un cambio importante luego de la adhesión a políticas de desarrollo e integración de los espacios rurales tras la Segunda Guerra Mundial, pues con el fin de aprovechar las potencialidades de estos espacios, se favorece el desarrollo humano entre sus pobladores, …como el resultado de un proceso en el cual la gente ve multiplicadas sus opciones de lograr una vida digna a través del incremento de sus capacidades1 y las funciones humanas desde el ejercicio y práctica de la libertad por medio de la competencia e integración al mercado (PNUD, 2007). Pero, a pesar de su intención, esta política consigue en la práctica el fortalecimiento de las causas de la migración campo-ciudad, pues potencia las disparidades de oportunidades entre las zonas rurales y las urbanas, por tanto no regula para quien es el incremento de capacidades entre uno y otro espacio, viéndose beneficiado el espacio urbano por sobre el espacio rural (PNUD, op cit). Cabe destacar que la aplicación de la política de Desarrollo Humano antes señalada en la ruralidad generó cambios que permitieron la impresión de cuotas de dinamismo sobre este. Integrándolo en un nuevo escenario configurado por los sectores de la periferia de las ciudades, y con ello la promoción e integración de espacios mixtos o híbridos que mezclan 1 Se entiende por capacidades aquellos elementos que le permita mantenerse vigente en la dinámica del consumo, es decir, posea recursos capitalizables que le permita mantener el acceso a la economía actual. Revista Boletín de Geografía Nº32 escenarios rurales y urbanos en un mismo lugar. En el contexto que generan estos últimos escenarios se ha privilegiado la residencia de quienes trabajan o desarrollan sus actividades cotidianas en la ciudad; y con ello se plasma un impacto directo que potencia la vialidad y el equipamientos de los nuevos enclaves urbanos, generando sub espacios o territorios periurbanos que promueven la expansión de los espacios mixtos y con ello se complejiza el escenario rural, antaño monótono e inalterable, dotándolo desde mediados del siglo XX con un alto dinamismo que trasciende y se impone en algunos casos sobre la imagen de aquella estructura estática (Ávila, Jiménez, 2009). En resumen, estos cambios logran una cierta subdivisión del espacio, pues con la aparición de los espacios intermedios se marcan, por un lado los límites entre ambos mundos y por otro, se genera una franja de transición fluctuante según los requerimientos de la ciudad (Hernández, 2010). No obstante, entre ambos espacios aún se mantiene la visión dicotómica que marca las diferencias entre lo urbano y lo rural, sin tomar en cuenta la coexistencia de ambos en la franja intermedia antes señalada. Esta realidad, se debe principalmente a que el mundo urbano mantiene una supremacía sobre los sectores rurales y la franja intermedia, pues éstos son creados y concebidos desde una labor de servicio a la gran estructura de la urbe (Pérez, 2004). Manteniendo entonces los espacios rurales, una imagen y estructura de periferias emplazadas alrededor de las ciudades como formas discontinuas e híbridas entre lo urbano y lo rural (Banzo, 2005, citado en Hernández, op cit). Sin embargo, tal realidad permite la identificación de otra dimensión y Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación visión espacial, en tanto la consideran una expresión mixta de dos mundos intercalados por medio de un dinamismo constante que mueve los límites de otrora espacios opuestos y distantes. Admitiendo la generación de una metamorfosis espacial donde el elemento más importante de cambio es la inexistencia de la exclusiva dependencia de las actividades silvoagropecuarias; pues la franja movediza lleva consigo otros usos al suelo rural, entre estos los más comunes es el residencial y de conectividad. Donde la principal demanda proviene de aquella parte de la población que trabaja en faenas agrícolas y que no residen en el sector rural, sino que lo hacen en zonas urbanas o definidas administrativamente como tales; asimismo se puede producir la acción inversa. Ante tal realidad, ya no se puede hablar de una contraposición entre campo/ciudad, de tradición/modernidad y de civilizado/incivilizado para su definición obligando con ello según Márquez (2000) a repensar y rediseñar el escenario imaginario construido tradicionalmente en torno al agro como fin y medio del espacio rural. Cabe destacar que el proceso de repensamiento del espacio rural también es una tarea pendiente para Chile, pues, considera como “una entidad rural a un asentamiento humano concentrado o disperso, en el que habitan menos de 2.000 personas, con menos del 50% de su Población Económicamente Activa dedicada a actividades secundarias y/o terciarias” según las directrices del INE (Rueda, Vera, 2008). Mas, aquella definición no da cuenta realmente de la realidad desarrollada en el espacio rural, pues la definición da importancia a las actividades primarias, y entre ellas a la agricultura, para generar la delimitación y consideración del espacio como rural, por tanto mantiene vigente el primer Revista Boletín de Geografía Nº32 Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación lineamiento señalado por Gómez (2008) y enunciado anteriormente. normativa relacionada al Cambio de Uso de Suelo” (Márquez, 1999) Así mismo, la inexistencia de una correlación se debe principalmente a lo que Pezo (2007) señala como el desarrollo de un crecimiento rural asimétrico y excluyente en tanto no se incluye en el desarrollo de estos espacios a sus habitantes como se suponía según los lineamientos de desarrollo de las últimas dos décadas propuestas por el gobierno de turno, quien planteó un desarrollo inclusivo en pro de económicas sustentables, con un desarrollo equitativo y equilibrado entre el territorio (entendido según Márquez 2000 como el hábitat rural) y sus habitantes, incorporando a todos los actores en dicho objetivo, con el fin de romper con políticas de integración que no fueron llevadas a cabo a cabalidad en el pasado2. Pero según Pezo y Márquez (op cit) no se ha logrado principalmente porque la legislación actual del espacio rural no presta ninguna protección que facilite, asegure y apoye un desarrollo ameno en torno al espacio y la población del mismo pues existe una Estableciendo normativas en torno a la posibilidad de subdivisión o cambio de uso a partir según estos posean una “aptitud agrícola, ganadera o forestal, o se encuentran localizados fuera de los límites urbanos o fuera de los límites de los planes reguladores intercomunales” (Márquez, 1999), mas ello no se relaciona totalmente a la realidad del espacio rural caracterizada por Márquez puesto que “… falta de instrumentos de planificación adecuados para el espacio rural, ya que de acuerdo a la normativa vigente los instrumentos de planificación territorial poseen un fuerte sesgo urbano, dejando el espacio territorial rural a una planificación casuística a través de la Ley de Predios Rústicos y de la 2 Las políticas de integración del espacio rural que se inician en la década del 90’ mantienen una estructura distinta a las antes puestas en marcha, donde destacan los procesos de industrialización asociados con el ISI o los de Reformas Agrarias entre los 50’ y 70’, las políticas de gobierno proponen incluir desde los pequeños campesinos hasta los grandes productores, entregando para ello créditos de financiamiento como una forma de potenciar el desarrollo de los territorios rurales y enfrentar la pobreza de estos. “… en las últimas décadas el espacio rural nacional ha tenido importantes cambios, quedando en el pasado la clásica estructura del complejo agrícola latifundio-minifundio de los años sesenta, para dar paso a un pasaje rural donde la diversidad de utilizaciones no-agrícolas del espacio, así como su peso en la economía presentan nuevos temáticas,(…) donde lo más característico es que cada vez empieza a resultar más posible seguir viviendo en el campo, e ir a trabajar o estudiar a la ciudad; o vivir en la ciudad o el pueblo, e ir a trabajar cotidianamente al campo. Por otra parte, se constata un fuerte proceso de urbanización de la vida rural, por el progresivo acceso a servicios básicos considerados como típicamente urbanos (agua potable, electrificación, telecomunicaciones) (2000) Desde lo expuesto por Márquez (1999 y 2000) se aprecia que la legislación no responde a los cambios que ha sufrido el espacio y sus habitantes desde las últimas décadas, dejando como único procurador del repensamiento del espacio rural y de su ordenamiento a las demandas de la sociedad globalizada y constantemente cambiante, lo que según Canales (2000) se produce por la necesidad de una constante modernización, un incesante cambio que hace suponer para el futuro nacional una incertidumbre en torno a la supervivencia de los elementos Revista Boletín de Geografía Nº32 tradicionales de lo rural pues estos quedan en manos de las demandas del mercado y la globalización. Es por ello que aquellas definiciones del espacio rural Chileno como un dependiente, aislado y escenario preeminentemente agrícola no da abasto con la realidad nacional, la que se puede entender por medio de la nueva ruralidad. Si bien este tema resulta ser una tarea pendiente para el país cobra relevancia la tesis del programa PRORURAL, (entendiendo esta como una visión desde la política implantada por una ONG y aplicada también en Chile) por medio de la cual se intenta dar una definición distinta del espacio, abarcando otros elementos, pues considera al espacio rural como “aquel donde se materializan el conjunto de relaciones entre quienes habitan y/o trabajan en relación con la tierra; este espacio por tanto está caracterizado por su heterogeneidad y multiplicidad, debido tanto a diferencias agroecológicas como culturales e históricas” (en FAO, 2006). Destacando respecto a esta que si bien en ella se mantiene la atención sobre las actividades primarias también se abarcan temáticas como la territorialidad, en tanto espacio de interacción y comunicación de la comunidad que en ella habita, así también los referentes cognitivos, como aquello que conforman las dinámicas sociales y provoca constantes modificaciones por medio de los contactos y la comunicación que se consiguen desde las redes de abastecimiento productivo y reproductivo de las comunidades, lo que ha ido aumentando la interdependencia y oportunidades entre lo rural y/o lo urbano LA NUEVA RURALIDAD UNA FORMA DE ENTENDER EL ESPACIO RURAL Según el apartado anterior una de las grandes tareas pendientes es la Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación generación de una forma de entender a cabalidad el espacio rural, admitiéndolo como un espacio dinámico; cabe destacar que una respuesta concreta a dicha necesidad se construye a partir de lo que Ruiz y Delgado (2008) señalan como el enfoque sociológico analítico, pues este pretende forjar una relación de integración entre la estructura espacial que da origen y configura en el espacio rural con los procesos que se producen en el y los productos que surgen de aquellos procesos desarrollados en el espacio rural; al unir todos estos elementos se consideran aquellos resultados de una apropiación entre lo particular y local que compone aquel territorio en particular, permitiendo entender la organización en el tiempo y el espacio propio de una comunidad en particular dentro de un contexto general donde se encuentra inserto, en una realidad global con la cual se encuentra relacionado (Ruiz, Delgado, 2008). Este enfoque pretende entregar los insumos para comprender las transformaciones generadas dentro de los últimos 30 a 50 años en el espacio rural, considerando como cambios aquellas variaciones espaciales y estructurales junto con las políticas de desarrollo que repercutieron desde …la precarización del empleo rural, la urbanización del campo, la introducción de innovaciones tecnológicas, la diversidad económica, la consolidación de las agroindustrias, la conservación del medio ambiente, el problema de género, la diversidad ocupacional (aumento de las actividades secundarias), la cuestión étnica y la activación de los mercados de tierra entre otras (Salas, A., 2006) Y con ello entregar la visión completa que refleje la realidad de cada espacio rural, integrando nuevas problemáticas sociales y pretendiendo la construcción de una visión integradora de éste. Entretejiendo y resaltando las Revista Boletín de Geografía Nº32 relaciones producidas entre los territorios rurales y urbanos como espacios complementarios y heterogéneos, rompiendo la idea de un espacio sometido a lo urbano y definido a partir del mismo como señala el mismo autor. Transformaciones que para Latinoamérica mantiene un proceso propio que le imprime relevancia y dinamismo desde las décadas del 80` y 90` del siglo XX, donde se producen cambios estructurales de las políticas de acción en los gobiernos orientadas a una estrategia de conexión con el exterior, con un modelo de sociedad centrada en la neo liberalización del mercado, volcándose hacia los mercados globales, desencadenando con ello una reestructuración mayor de la sociedad y de la economía rural, lo que dio paso al surgimiento a una nueva organización del espacio haciéndose necesario un enfoque que permita abarcar este nuevo desarrollo rural (Kay, 2009). Dentro de este contexto y según el enfoque sociológico surge la nueva ruralidad como una opción de análisis y comprensión para y desde la región Latinoamérica transformándose en el medio y mecanismo de búsqueda de la revalorización de lo rural, …superado el papel marginal que se le asigna al sector rural en el desarrollo, rompiendo el estrecho paradigma económico en el que se ha situado al papel del sector rural, y 1) trasladarlo al contexto de la política y de las instituciones (Pérez, 2001, citado en Rodríguez, Saborío, 2007). Para lograr tal objetivo plantea el estudio de una mayor articulación producida entre lo urbano y lo rural, concibiendo lo rural como un territorio en sí. Siendo entonces, …ámbitos geográficos con una historia propia, que tienen una base común de recursos naturales, donde ocurre la actividad agrícola y se Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación dan relaciones socio-culturales, técnico-económicas y políticoinstitucionales que vinculan a los actores del agro entre sí, con su ambiente natural, con otras actividades no agrícolas y con núcleos urbanos. (Rodríguez, Saborío, op cit.). En resumen la nueva ruralidad permite acercarse a aquellos elementos espacio temporales que componen el espacio rural considerando el entorno físico y geográfico y la dimensión histórica del territorio donde se emplaza. Permitiendo aproximarse a las constantes transformaciones del espacio rural, las que se originan desde diferentes agentes y actores. Es por ello que no puede ser entendido desde visiones aisladas, únicas, ni sectoriales tal como postula de Grammont (2004, citado en Salas, A. 2006), pues no puede pensarse el espacio rural solamente en función de la actividad agropecuaria y forestal, sino que deben tomarse en cuenta todas las demás actividades que la población realiza en éste,- integrando las actividades no agrícolas: la mayoría de ellas entrelazadas con el sector terciarioreconociendo la conformación de nuevos estilos de vida por cambios ideológicos y culturales que generan la revalorización o vuelta al campo3, para obtener esta visión global establece que debe tenerse en cuenta: La desaparición de la dicotomía entre el campo y la ciudad, porque éstos al 3 La revalorización del campo se genera a partir de la deslocalización de la población con una vuelta al campo para disfrutar de sus beneficios como “pulmón verde” y la inserción de las comodidades propias de la ciudad -servicios básicos, comunicación y carreteras- que se encuentran en áreas cercanas a la urbe, producto de la llegada de nueva población, que en un primer momento corresponde a aquellas más acomodadas económicamente. Revista Boletín de Geografía Nº32 unísono son diferentes pero complementarios, 2) la urbanización del campo incluye el incremento de las ocupaciones no agrícolas, producto de una masificación de las oportunidades laborales en el mismo lugar, como también del incremento de la conectividad entre diferentes puntos, ya sea física o por la expansión de los medios de comunicación masivos; 3) la tecnología revoluciona la vida en el campo y son las empresas transnacionales quienes establecen las reglas del mercado, a través del control de las cadenas productivas y de la agricultura por contrato; 4) la población rural no agrícola adquiere mayor importancia, pues se reproduce en mayor cantidad a partir de la combinación de las diferentes actividades económicas de sus miembros; 5) La desigualdad social, pobreza y marginación prevalecen y sustituyen la idea del desarrollo y de la integración nacional; 6) el problema de género y la cuestión étnica adquieren otros matices, y un mayor interés; 7) la conservación del medio ambiente cobra mucha importancia, lo que ha obligado a algunas instituciones nacionales e internacionales a buscar otros mecanismos para definir las políticas públicas correspondientes Estas siete características corresponden a los principales componentes de la nueva estructura rural o como señalan tanto Gómez (2009) y Kay (2009) se transforman en una nueva forma de entender e incluir los temas relegados a un segundo plano o simplemente olvidados, los que ahora pueden ser vistos y tratados a partir de la multiplicidad de transformaciones y posturas que permite comprender la nueva ruralidad y que se reflejan en los siete principios mencionados. Cabe destacar entonces, que uno de los principales objetivos a conseguir Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación por este enfoque se relaciona directamente a la creación de la resignificación del mundo rural, pues busca revelar una diversidad de facetas y de actores que dan muestra y vida a la multidireccionalidad de los procesos engendrados por el desarrollo capitalista en el espacio rural (Concheiro, Couturier, Tarrio, 2006). Presentando además las nuevas oportunidades de uso que este posee como la recreación y el turismo rural, así como los cambios culturales y los nuevos estilos de vida de la población, que son consecuencia de la mayor interacción rural-urbana y de la expansión de los medios de comunicación que en ella se encuentran (González, 2009.) A modo general, se puede decir que la nueva ruralidad pretende estudiar los …resultados de las tensiones generadas por el nuevo régimen de acumulación capitalista en su intento de apropiación de los territorios y recursos de los países del subcontinente –latinoamericano- y por las múltiples resistencias que desde diversos puntos del mismo se oponen al despojo del sustento simbólico y material de su existencia (Hernández, Meza, 2006) Porque a partir de la expansión y adhesión a su estilo de vida o construcción ideológica individualista, consumista, bajo un mercado mundial, la idea de “comunidad internacional” o “ciudadanía global” desestructuran las solidaridades colectivas y ordenamientos tradicionales. Plasmando la realidad por medio de las representaciones sociales, formas de pensar y crear la realidad social, ya sea desde la construcción de la influencia de lo global o la interacción de lo local como respuesta; concibiendo elementos simbólicos que entregan sentido a la realidad social en tanto relaciones de valores y comportamientos –individual, familiar y comunal- como también en la Revista Boletín de Geografía Nº32 construcción y entendimiento de la realidad espacial; es decir del espacio construido y vivido por las sociedades en el tiempo. (González, 2009) TERRITORIO RURAL, ESCENARIO DE EXPRESIÓN DE LA SOCIEDAD. Los territorios son los primeros lugares donde se desarrolla la vida en sociedad, en tanto constituye el escenario donde se ordena, relaciona e integra ésta con el medio natural en la búsqueda de una relación de coherencia entre las necesidades de cada uno de sus componentes; donde cobra importancia el ser humano, actor social que organiza, reconfigura e imprime de significados los territorios según las necesidades y posibilidades que posea la comunidad (PNUD, 2008), las que se expresan en tres elementos a saber, la organización territorial, la identidad y los modos de vida que constituyen los componentes esenciales que ejemplifican la organización de la vida en sociedad. El primer elemento, la organización territorial, cobra relevancia al exponer entre sus principales objetivos la integración entre los recursos económicos y naturales disponibles en el territorio, los que permitan mantener y reproducir la diversificación de actividades que en él se desarrollen, sean estas productivas y/o sociales (Gastó, Rodrigo, Arámguiz y Urrutia, 1993). En Chile, según exponen Rueda y Vera (2000), el ordenamiento territorial en general y bajo esta premisa también el rural, responde a cambios en las directrices económicas y de aprovechamiento de los recursos existentes en ellos, sean estos naturales o humanos, los que provocan con el paso del tiempo cambios en la “ocupación de la tierra o uso del suelo, produciéndose un acercamiento del mundo rural al urbano, y su eventual desaparición”. Estos cambios en el ordenamiento territorial como se Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación enunció, responden a las necesidades de la comunidad y las cuales actualmente están delimitadas por los constantes procesos de modernización del espacio rural, que responden a la demanda de los procesos de mundialización y expansión de la globalización; siendo esta última el proceso y …etapa histórica vigente en el mundo de nuestros días, la que persigue la integración del mundo en una unidad económica, social y cultural propiciada por la revolución tecnológica, y sobre todo por los avances en materia de transporte y comunicaciones (Lasso, 2002). Según Pisani y Franceschetti (2009) la búsqueda por conseguir la unidad económica del mundo transforma a la Globalización en un agente de reubicación y reestructuración espacial, el que impone a su paso pautas que terminan con las fronteras al extenderse por grandes extensiones de territorio, debilitando las tradicionales barreras o fronteras nacionales, regionales y las áreas locales. Para lograrlo se apoya en estrategias de desarrollo económico y político ordenándose en torno al impulso de las actividades económicas, a la generación de una multifuncionalidad de la producción y de los servicios prestados en el territorio rural; los que van más allá de las actividades del agro y por último la expansión de comportamientos que tienden a imitar los estilos de vida del mundo urbano. Por medio de estas políticas, se busca inventar y promover procesos de producción, distribución y consumo que faciliten el desarrollo del componente financiero-económico de la Globalización. Para conseguir la aplicación de tales lineamientos de expansión se hace necesaria una transformación constante de la manera en que se desarrolla la producción, incluyendo Revista Boletín de Geografía Nº32 en ello no sólo a los componentes tecnológicos sino que también el de deslocalización geográfica4, con el objetivo principal de localizar la producción en lugares que permitan reducir los costos (Mateus, Brasset, 2003). Para lograr dicha empresa, el IICA (2006) reconoce tres elementos conceptuales que aglutinan el desarrollo de los cambios propiciados por la Globalización. El primer elemento corresponde a la localización entendida como la ubicación espacial de las distintas actividades económicas y de la población que se encuentran en los territorios rurales. Se integran también la existencia de diferentes escalas territoriales y todo aquello que se produce en torno a la configuración de circuitos, flujos y relaciones entre los elementos componentes del espacio. Cabe hacer énfasis en que la localización supone una dinámica de constante movimiento producto de la necesidad de deslocalización de los componentes del espacio rural, generando con ello el segundo elemento, una relocalización en el espacio debido principalmente al desplazamiento y movilidad de y entre las diferentes actividades y territorios, originada principalmente por las necesidades socioeconómicas que se señalaron en los párrafos superiores. Por último, el constante desplazamiento territorial genera e imprime al territorio rural un estado de multisectoriedad, en tanto se produce la convergencia y coexistencia de una diversidad de sectores tanto productivos como sociales. Ello da 4 La deslocalización en este contexto se entiende como la posibilidad de movilidad en el espacio y territorio, en tanto, se produce un proceso de búsqueda constante para conseguir una mayor eficiencia y maximización de beneficios productivos y económicos. Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación cuenta de la realidad que vive hoy en día el espacio rural, donde se potencia, integra y relacionan "…múltiples funciones que están conectadas con el desarrollo agrícola, el sector agroindustrial, la artesanía, los servicios, el turismo, la valorización de la cultura local, la biodiversidad, los recursos naturales…“ (Pisani, Franceschetti, 2009), produciendo con ello en algunos casos el desarrollo de enclaves de aglomeración o unión de hitos y/o actividades económicas en un espacio cercano, las que se apoyan y conviven en pro del desarrollo rural. Es importante mencionar que estos tres elementos, localización, relocalización y multisectoriedad, se desarrollan en torno a las necesidades de un mercado, el que señala al territorio y al espacio lo que se desea para su ocupación; convirtiéndolo en un elemento consumible a partir de la generación de mercados de trabajo, de viviendas y del poder político local que residen en él (Solana, 2005), respondiendo a las demandas de las políticas de desarrollo financieroeconómico del proceso globalizante, pero no sólo responden a éstas sino también a las necesidades de la comunidad que habita y configura el territorio, puesto que ella adopta como suyas las necesidades de desarrollo. Dicha adhesión se observa por medio del segundo elemento de análisis, la identidad, puesto que ésta corresponde al elemento subjetivo, pero también social que refleja aquellas pertenencias, exclusiones, afinidades y diferencias, cercanías y distanciamientos que experimentan los sujetos, los cuales permiten identificarse e identificar a otros con algo teniendo como resultando una variedad y diversidad de identidades según el contexto donde se produzca, es decir según el momento temporal y territorial (Concha, Letelier, 2010). Revista Boletín de Geografía Nº32 Siguiendo con lo expuesto por Concha y Letelier, la identidad se hace partícipe de la configuración territorial consiguiéndose a través de la adhesión sobre el territorio y la comunidad, por medio de la cual se hacen conscientes de la existencia de una base material sobre la que se construye una vida en común, aceptando así al territorio como el resultado y escenario de las transformaciones e interacciones de un grupo social tras el paso de tiempo. Este grupo o comunidad que se asienta en el territorio debe tomar consciencia, antes que todo, de la necesidad de definición y configuración del yo mismo como un individuo diferenciado e independiente de la comunidad, pues sólo luego de la aplicación de este proceso de reconocimiento se puede establecer una identidad respecto al territorio en que se habita. Según el PNUD (2008), estos sentimientos permiten el nacimiento de lazos entre un individuo y el territorio, los que se conocen como arraigo o sentido de apego hacia el contexto espacial, es aquella sensación que permite sentirse parte de algo, lo que se expresa a partir de la vida cotidiana por medio de las pautas de símbolos y significados que definen la particularidad de un lugar y las referencias para la definición de las particularidades que reconocen más de una generación. Estos símbolos y significados reconstruyen un territorio y son propios de él, además están enraizados, apropiados en y por la comunidad con un vínculo directo con el territorio, permitiendo generar la definición de identidad y pertenencia. La cual configura la cultura y la tradición, entendida como el conjunto de normas, comportamientos adheridos y aceptados por todos los pertenecientes al grupo o comunidad social (Flores, 2005). Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación Se ha dicho que la identidad se expresa por medio de la vida cotidiana, la que se observa a través de los modos de vida -el tercer elemento de análisis- comprendido como la forma de organizar la sociedad, que permite la coexistencia de sus miembros bajo principios, conceptos y/o valores comunes, facilitando la aplicación de pautas de comportamiento como guía de las relaciones sociales desde la regeneración de actividades económicas, sociales y culturales. Dando a conocer el nivel de cohesión o aislamiento, de autarquía o heterarquía en que conviven y se reproducen socialmente los seres humanos. (Castro, Venegas, 2000). Tales pautas o modos de vida a seguir se transforman en estilos de vida, los que permiten la integración de los elementos pasados, vividos y lo tradicional, ya sean estos de los padres u otros familiares que traspasan durante la niñez, así como las propias experiencias individuales obtenidas al momento de crecer (Logan, O’Hearn, 2008). En general, los modos de vida son el resultado de la combinación de experiencias o modos de respuesta adquiridas que varían según la edad y contexto de un individuos, y de las limitaciones o normas impuestas por la sociedad donde se está inserto. Estas experiencias para Bordieu (2000) corresponden al “habitus”, en tanto las considera como las estructuras que permiten adherir a lo exterior, a la macro estructura de la sociedad en que se encuentre el individuo (citado en Alonso, 2003). Al ser entonces los modos de vida moldeados por la sociedad en la que se encuentre, hoy en día en el contexto de un mundo globalizado y predominantemente tecnológico las formas de vida, pautas de comportamiento o el “habitus” se caracterizan según expone López (2008) por ser no lineales y desarraigadas, correspondiendo a Revista Boletín de Geografía Nº32 estados desmaterializados, los que son cada vez menos propios de territorios concretos, donde a modo general se busca la abreviación de los modos de vida, en tanto se produce una aceleración de los ritmos para romper la linealidad y compactación de éstos, así también se sobrepasa la velocidad lógica de las cosas, se rompen las fronteras de distancia y tiempo, además se produce la extensión y discontinuidad de los vínculos espaciales y sociales al reconstruir el territorio y las relaciones bajo la imagen de redes de comunicación. La aplicación de estos modos de vida globalizantes a decir por Concha, Letelier (2010) y PNUD (2008) “…persigue eliminar los modos de vida anclados en el pasado que impiden el desarrollo –especialmente el económico-, así como las relaciones sociales de dependencia, la propiedad estamental y comunitaria, entre otras. Ya que lo rural debe ser un lugar de producción racional, como en la industria y las relaciones sociales libres como en la ciudad”, Se imponen así modos de vida contrarios a los que comúnmente se entienden como propios del mundo rural, el cual alude a una forma de convivencia, relaciones, sentimientos y valores específicos generalmente ligados directamente con el espacio y con la tierra (García, 2008), los que son permeados por los valores del mundo globalizado en tanto imposición del contexto o estructura general de la sociedad, como así también se produce la pérdida de individuos dedicados al agro; debido a que entre las nuevas generaciones cada vez menos se dedican completamente a esta actividad, lo que ayuda al abandono y alejamiento de esta estructura rural a medida que se crece, pues las nuevas generaciones adoptan la pautas del mundo globalizado, del mundo urbano (Logan, O’Hearn, 2008). Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación En resumen, los tres elementos revisados que componen la estructura del territorio, el ordenamiento territorial, la identidad y los modos de vida son permeados por las necesidades de una sociedad globalizada que busca constantemente la integración de la comunidad a las pautas ideales que faciliten la transmisión de las políticas de desarrollo económico y financiero, las que como una sociedad interconectada también alcanzan al espacio rural y generan en el la dinamisación y transformaciones de su estructura, cambios que conceptualmente se pueden entender por medio de la nueva ruralidad. Revista Boletín de Geografía Nº32 Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación BIBLIOGRAFÍA. ÁVILA, H., JÍMENEZ, N, 2009; LA interfase urbano-rural en la reestructuración territorial. Procesos y expresiones contemporáneas. XII Encuentro de Geógrafos de América Latina Montevideo. 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