LA PRESCRIPCIÓN NEGATIVA (PRESCRIPCIÓN 2ª PARTE) En

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LA PRESCRIPCIÓN NEGATIVA
(PRESCRIPCIÓN 2ª PARTE)
En nuestra cápsula anterior abordábamos el tema de la prescripción positiva, que
era un medio de adquirir bienes mediante el transcurso del tiempo.
En esta ocasión y continuando con el tema, hablaremos de la prescripción
negativa, que es el medio de librarse de obligaciones por el transcurso del tiempo
(art. 1147 Código Civil Ags).
La prescripción negativa pues, es la manera que tiene una persona de
librarse de deudas y obligaciones por el transcurso del tiempo; es decir, el deudor
no puede estar supeditado perenemente a que el acreedor decida o no ejercitar su
derecho o crédito en contra del primero, y la ley dispone de un periodo más o
menos amplio para que el acreedor ejercite acción en contra de sus deudores.
La regla general para que opere la prescripción negativa es de 10 años a
partir de que una obligación pudo exigirse, para que se extinga el derecho de pedir
su cumplimiento (ojo: estas reglas sólo aplican para derecho civil), salvo los casos
excepcionales que la misma ley disponga (art. 1171). Reiteramos que, por
ejemplo, la obligación de dar alimentos es imprescriptible, como caso de
excepción establecida en la ley (art. 1172).
Asimismo, la ley establece como caso de excepción que prescriban en dos
años los honorarios, sueldos y otras retribuciones por la prestación de cualquier
servicio que no estén previstos en la Ley Federal del Trabajo, y esta prescripción
comenzará a correr a partir de que dejaron de prestarse los servicios. Un ejemplo
serían los honorarios profesionales que se le cobran a un cliente, paciente, etc.,
por la prestación de un servicio en este sentido, ya que este tipo de relaciones
contractuales están previstas en la legislación civil y no en la laboral. (art. 1173 f. I)
De igual forma, prescriben en dos años las acciones de cualquier
comerciante para cobrar el precio de objetos vendidos a personas que no fueren
revendedores, comenzando a correr a partir del momento en el que fueron
entregados los objetos, si la venta no se hizo a plazo. Por ejemplo, cuando el
señor de la tiendita de la esquina le fía a alguien (digamos, un vecino), tiene dos
años como máximo para ejercer una acción legal en contra del deudor, en caso de
que este no quiera pagar la deuda adquirida. Pero esto no aplica cuando es el
señor de la tiendita el que le compra, por ejemplo, al distribuidor de leche; esto
porque el señor de la tiendita no es un consumidor final, sino un revendedor (art.
1173 f.II).
Otra excepción, es la de la acción de los dueños de hoteles y casas de
huéspedes para cobrar el importe del hospedaje y/o alimentos que ministren, la
cual también opera en dos años a partir de que se debió pagar el hospedaje, o
bien, a partir del momento en que se ministraron los alimentos. (art.1173 f.III).
Asimismo, prescribe en dos años la responsabilidad civil y la que nace del
daño causado por personas o animales y que la ley impone al representante de
aquellas o al dueño de estos, así como la responsabilidad civil proveniente de
actos ilícitos que no constituyan delitos. Esta prescripción comenzará a correr a
partir del momento en que se verificó el acto que da nacimiento a la
responsabilidad civil, o desde aquél en que se causó el daño por los animales. Por
ejemplo, en los sonados casos en los que perros han atacado a niños o adultos
causándoles severas lesiones, e incluso la muerte, las víctimas tienen sólo dos
años para ejercitar acción civil en contra de los propietarios de los animales; o bien
en el caso de un accidente de tránsito, opera el mismo término para demandar a la
persona que nos causó daños con su vehículo y que no nos ha pagado la
reparación de los mismos (art. 1173 f. IV y V).
En cinco años prescribirán las rentas, pensiones, alquileres y cualquier otra
prestación periódica no cobrada a su vencimiento, y dicho término comenzará a
correr a partir del vencimiento de cada una de ellas. Ejemplo: un inquilino moroso
me debe varias rentas y se salió del domicilio sin pagar; se tienen sólo cinco años
para demandarlo e intentar recuperar dichas pensiones rentísticas (art. 1174).
También en cinco años prescribe la obligación de dar cuentas, así como las
obligaciones líquidas (en dinero) que resulten de la rendición de cuentas. Ejemplo:
el administrador de una sociedad puede ser obligado a rendir cuentas, o bien, a
pagar las utilidades resultado de la rendición de cuentas, dentro de un periodo de
cinco años a partir de que el obligado termina su administración, o bien, desde el
día en que la liquidación es aprobada por los interesados (art. 1176).
Es importante agregar que la prescripción, ya sea positiva o negativa,
puede verse interrumpida si antes de que se cumpla el término previsto por la ley
para que opere, se entabla demanda respecto del bien u obligación sobre la que
corre la prescripción, o se priva de la posesión al poseedor de la cosa, o si la
persona a cuyo favor corre la prescripción reconoce el derecho de la persona
contra quien prescribe; todo lo anterior inutiliza todo el tiempo que ha corrido para
que opere la misma.
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