Fallo Camara Quinta. Lesiones graves culposas

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c.41439 “Fonseca Julio Arnaldo s/ sobreseimiento”. Sala V/17. Instrucc.19/159
Poder Judicial de la Nación
////Buenos Aires, 16 de junio de 2011.Y vistos y considerando:
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento del tribunal en
virtud del recurso de apelación interpuesto por el representante del ministerio
público fiscal contra los puntos I y II de la resolución de fs. 151/152 que dispusieron
declarar inimputable a Julio Arnaldo Fonseca Saucedo y sobreseerlo en orden al
hecho que se le atribuyó.
II. Celebrada la audiencia que prescribe el artículo 454 del CPPN, y
finalizada la deliberación el tribunal se encuentra en condiciones de resolver.
El recurrente pretende la aplicación de la teoría de “actio liberae in
causa” por cuanto considera que la situación de violencia a la cual el imputado tenía
sometida a Dominga Aquino, permitiría inferir que el ataque fue producto de un plan
preordenado, cuyo tramo inicial consistió en ingerir alcohol para colocarse
voluntariamente en estado de ebriedad y subsiguientemente procurar terminar con
USO OFICIAL
la vida de su pareja.Mas allá de los reparos constitucionales que trae aparejada la
aplicación de ese
principio, al menos en los términos enunciados por el
representante del ministerio público fiscal, no puede dejar de señalarse que los
elementos probatorios no resultan suficientes para sostener que el día de los sucesos
el imputado ingirió alcohol con la deliberada intención de lesionar o atentar contra la
vida de Dominga Aquino.Ninguno de los testigos pudo dar cuenta del lugar, ni de la actividad
que desarrolló Fonseca aquella noche previo a lesionar a la damnificada, y por lo
tanto no fue posible reconstruir cuáles fueron las circunstancias en que se embriagó,
y mucho menos se pudo determinar si existió algún motivo específico para que
asumiera ese comportamiento.
Sin perjuicio de ello, y en atención tanto a las particularidades del caso
como a la prueba rendida, habremos de revocar la decisión traída a consideración.La primer cuestión a destacar es que, mediante los testimonios de
Mirtha Rosana González, Romilda Samudio de Alvárez, Davino Alvarez Ortigosa y
Lourdes Noemí Alvarez Samudio quedó demostrado que Dominga Aquino era
agredida habitualmente por Fonseca tanto física como verbalmente, situación que
deja en claro que nos encontramos frente a hechos de violencia, en los términos de
los artículos 4, 5 incisos 1 y 2 y 6 inciso a) de la ley 26485 de Protección Integral
contra las Mujeres.Frente a situaciones similares, esta sala en anteriores pronunciamientos
dejó en claro que el estudio de la prueba debía materializarse bajo la directriz que
establece la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer (CEDAW), a los efectos de garantizar una interpretación correcta de
la causa y evitar que nuestro Estado incurra en responsabilidad internacional (in re
41.259 “Rodríguez Bareiro, Jorge s/ amenazas y otros”, rta. el 7/6/2011).
En esa línea, se impone tanto el respeto de la garantía de las víctimas a la
amplitud probatoria para acreditar los hechos denunciados, como la obligación de
que en las resoluciones que se adopten se consideren las presunciones que
contribuyan a la demostración de los sucesos, siempre que sean indicios graves,
precisos y concordantes (artículos 16 inciso “i” y 31 de la citada ley).Entonces, será a la luz de las normas y principios referidos, que evaluaremos
los elementos incorporados al expediente y el derecho aplicable al caso.Las pruebas colectadas a lo largo de la investigación permiten tener por
acreditado, con la provisoriedad del caso, que Julio Arnaldo Fonseca roció con
alcohol a Dominga Aquino y posteriormente le acercó la llama de un encendedor
con la que generó fuego sobre su rostro, cuello y brazos, provocándole quemaduras
de carácter grave.En esa dirección merituamos: los testimonios de los nombrados Mirtha
González, Alexis Alvárez, Romilda Samudio, Daviono Alvarez Ortigosa quienes
dieron cuenta que durante la madrugada del 16 de abril de 2011 Dominga Aquino
salió de su dormitorio en busca de auxilio mientras refería que había sido quemada
por su pareja; las constancias de fs. 17, 24 y 82 que dan cuenta que el imputado tenía
quemaduras en ambas manos; el acta de fs. 18/20 de la cual surge que el personal
policial pudo observar, al momento en que se procedió a la detención de Fonseca,
que en la habitación había cenizas desparramadas por el suelo, un encendedor con
signos de quemaduras, una botella de alcohol, una almohada y ropa quemada; las
fotografías de fs. 46/64; los informes de fs. 75, 81, 98/99 y 132 que revelan las
lesiones por quemadura que sufrió Aquino.Asimismo, entendemos que la ebriedad que presentaba el imputado no basta
para declararlo inimputable y, consecuentemente, es posible reprocharle penalmente
los sucesos investigados.Las reiteradas agresiones físicas que bajo ingesta alcohólica habría perpetrado
con anterioridad hacia Aquino, sumadas a las amenazas de muerte e incluso de que
la iba a quemar – que al unísono relataron todos los testigos, y en especial Mirtha
Rosana González, ver fs. 5 y 110- permiten inferir que aquella noche cuando
Fonseca decidió consumir alcohol a los niveles indicados en el informe de fs.
107/108 pudo prever los sucesos dañosos que derivarían de esa conducta.
c.41439 “Fonseca Julio Arnaldo s/ sobreseimiento”. Sala V/17. Instrucc.19/159
Poder Judicial de la Nación
Por tanto, el desvalor de la acción ponderada le debe ser reprochada a título
de culpa; esto es, por una conducta que, si bien lícita o atípica – cual es la de beber
alcohol- le es reprochable como acto imprudente con directa incidencia en el
resultado lesiones, porque implicó asumir consciente y voluntariamente el aumento
de riesgo de provocarlas, cuestión que conocía perfectamente, a partir de las
agresiones que con anterioridad y en idéntico estado había concretado hacia la
damnificada.Así las cosas, entendemos que corresponde agravar la situación del imputado
en los términos del art. 306 del CPPN, en orden al delito de lesiones graves
culposas.En virtud de lo expuesto, el tribunal resuelve:
Revocar los puntos I y II de la resolución de fs. 151/152 y disponer el
procesamiento de Julio Arnaldo Fonseca Saucedo, indocumentado, de 31 años de
edad, nacido el 27 de abril de 1980 en Ciudad del Este, República del Paraguay, hijo
USO OFICIAL
de Julio Fonseca y de Juliana Saucedo, empleado en un taller textil, domiciliado en
Av. San Martín 3654 de ésta ciudad, como autor penalmente responsable del delito
de lesiones graves culposas (arts. 45 y 94 del Código Penal; y 306 del Código
Procesal Penal de la Nación).
Devuélvase a la instancia de origen, oportunidad en que el instructor deberá
fijar el embargo correspondiente (art. 518 del CPPN), resolver sobre las cuestiones
que contempla el art. 312 de ese cuerpo legal, y ordenar la notificación del presente.
Sirva lo dispuesto de atenta nota.
María Laura Garrigós de Rébori
Rodolfo Pociello Argerich
Mirta López González
Ante mí:
María Marta Roldán
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