Lic. Enrique Figueroa Avila EXPOSICIÓN DE LOS PRINCIPIOS QUE, EN CONCEPTO DEL SUSCRITO, DEBEN REGIR LAS DECISIONES DE UN MAGISTRADO ELECTORAL EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES A manera de introducción La exposición que se realizará a continuación, requiere que previamente, se formulen en forma resumida algunas precisiones sobre el ejercicio de las facultades de control constitucional, convencional y legal en la materia electoral, que en la actualidad les corresponde desplegar, junto a la Sala Superior, a las 5 salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (en adelante TEPJF) cuyas magistraturas serán próximamente objeto de renovación. Ello, porque desde nuestra óptica, primeramente, es necesario conocer la naturaleza y funciones de las salas regionales a las que se aspira a pertenecer, para entonces poder estar en condiciones de identificar las cualidades que deben reunir los magistrados electorales que ocuparán las posiciones con las más altas responsabilidades dentro de sus estructuras. Como es sabido, el diseño actual de las salas regionales, esto es, como órganos jurisdiccionales pertenecientes al TEPJF, puede ser estudiado a partir de las reformas constitucionales y legales del modelo de impartición de la justicia electoral en México, por lo cual puede ser dividido, cuando menos, en 3 etapas: 1) Reformas constitucional y legal de 1996; 2) Reformas constitucional de 2007 y legal de 2008; y, 3) Modelo general de control de constitucionalidad y convencionalidad 2011. Por tanto, destacaremos los aspectos más relevantes de cada periodo y, cuya suma, arrojan como resultado el actual cúmulo de funciones jurisdiccionales que corresponde desplegar a las salas regionales del TEPJF. Enseguida, de manera muy breve expondremos, en qué situación se encuentra el carácter de órgano terminal que la Constitución Federal y la ley le atribuyen a las sentencias de las salas regionales del TEPJF. Todo ello, para efecto de sustentar inmediatamente después, entonces cuáles son los principios bajo los cuales, en nuestra opinión, deben regirse las decisiones de los Magistrados electorales que integren las salas regionales del TEPJF en el ejercicio de sus funciones, relacionando dichos principios con el desarrollo de la carrera profesional del suscrito, exponiendo los ejemplos de la forma en que se han puesto en práctica y, finalmente, razonando nuestra visión sobre las funciones y retos de las salas regionales en la justicia electoral. Reformas constitucional y legal de 1996 Desde las reformas constitucional1 y legal2 en materia electoral del año 1996, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (en adelante SCJN) se le reservó el conocimiento de las acciones de inconstitucionalidad en dicha materia; por su parte, el Tribunal Electoral se incorporó al Poder Judicial de la Federación y, en sus salas, Superior y regionales, se depositó la salvaguarda de los principios de constitucionalidad 1 Decreto mediante el cual se declaran reformados diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Diario Oficial de la Federación del 22 de agosto de 1996. 2 Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales; de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del Artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; del Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia del Fuero Federal; del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal; y se expide la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral. Diario Oficial de la Federación del 22 de noviembre de 1996. Lic. Enrique Figueroa Avila y legalidad de todos los actos y resoluciones electorales de las autoridades del país; finalmente, a los tribunales electorales de las entidades federativas se les encomendó la tutela del principio de legalidad respecto de los actos y resoluciones de las autoridades encargadas de la organización de sus comicios locales. La acción de inconstitucionalidad, como sabemos, permite realizar un control concentrado, abstracto y erga omnes, por sólo citar algunas de sus particularidades más relevantes, de la subordinación de las leyes a la Constitución General de la República. En lo que respecta al principio de constitucionalidad, éste implica para su garante, a saber, las salas Superior y regionales del TEPJF, que todas las autoridades electorales observen la Constitución Federal como la norma suprema, base y unidad de todo el orden jurídico. Importa destacar en este punto, que mientras la Sala Superior fue prevista como un órgano jurisdiccional permanente, en cambio las salas regionales tenían únicamente la función de participar, principalmente, en el desahogo de los asuntos relacionados con las elecciones federales de diputados y senadores de mayoría relativa, por lo cual se trataban de órganos jurisdiccionales cuyo funcionamiento era transitorio. Por su parte, sobre el principio de legalidad en la materia electoral y su salvaguarda, encomendada tanto a las salas Superior y regionales del TEPJF así como a los tribunales electorales locales, existe coincidencia en que para la validez de cualquier acto de autoridad, todos sus componentes esenciales deben enfocarse a la vigencia del Estado de Derecho, lo que significa la garantía formal para que los ciudadanos, partidos y agrupaciones políticas y, fundamentalmente, las autoridades electorales, actúen en estricto apego a las disposiciones legales, de tal manera que ningún proceder sea resultado de conductas arbitrarias al margen del texto normativo. Sobre estas líneas esenciales se construyó el primer modelo de justicia constitucional electoral del país. Reformas constitucional de 2007 y legal de 2008 Durante poco más de una década, funcionó el modelo de impartición de la justicia electoral de 1996. A nuestro juicio, el Constituyente Permanente tuvo un importante acierto con la reforma constitucional en materia electoral del año 20073 en lo que al TEPJF se refiere. Entre otras modificaciones sustanciales, reformó el artículo 99 constitucional con 2 objetivos esenciales: el primero, al reformar su párrafo segundo para señalar, que el TEPJF funcionará en forma permanente con una Sala Superior y salas regionales; y, el segundo, al incorporar como párrafo sexto, la facultad a todas las salas del TEPJF, de no aplicar al caso concreto sobre el que verse el juicio, las leyes sobre la materia electoral que se consideren contrarias a la Constitución Federal, ordenando en cualquier caso que sea la Sala Superior que informe a la SCJN sobre tales casos. Por lo que se refiere a la permanencia de las salas regionales del TEPJF, son dos las razones esenciales de esa decisión: coadyuvar con la Sala Superior en la atención de asuntos, ante el importante incremento en el número de juicios y recursos que le llegaban atendiendo a su carácter de único órgano permanente del TEPJF, en los que se solicitaba la impartición de justicia federal-constitucional-electoral; y, además, con el propósito de acercarle geográficamente a los justiciables, el acceso a la administración 3 Publicada en el Diario Oficial de la Federación del 13 de noviembre de 2007. 2 Lic. Enrique Figueroa Avila de esa justicia. Con dicha reforma entonces, se abandonó el modelo de funcionamiento de carácter transitorio de sus salas regionales. Con relación a la facultad de inaplicar al caso concreto las leyes electorales, con esa decisión del Constituyente Permanente se hacen coexistir dos modelos de control de la constitucionalidad de las leyes en materia electoral: el abstracto depositado en la SCJN y el concreto que fue atribuido a las salas, Superior y regionales, del TEPJF. Dicha reforma constitucional, sustentó que en el año 20084, el Congreso de la Unión realizara las últimas reformas legales en él ámbito de la administración de justicia electoral, a través de la incorporación de importantes innovaciones en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación (en adelante LOPJF) así como en la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral (en adelante LGSMIME), las cuales esencialmente se concentraron: 1) en la regulación de la mencionada facultad de control concreto de la constitucionalidad de las leyes en materia electoral; 2) la permanencia de las salas regionales del TEPJF; y, 3) la distribución de competencias realizada a las salas regionales para que conozcan, entre otros asuntos además, de los juicios ciudadanos federales y juicios de revisión constitucional electoral relacionados con las elecciones de diputados locales y autoridades municipales y equivalentes del Distrito Federal, de las entidades federativas correspondientes a su circunscripción plurinominal. Modelo general de control de constitucionalidad y convencionalidad 2011 Ahora bien, si queremos conocer cuál es la situación actual del campo de funciones jurisdiccionales de las salas del TEPJF, se deberá coincidir en que la última etapa evolutiva, descansa y es resultado de la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante CIDH) en el Caso Rosendo Radilla Pacheco vs. Estados Unidos Mexicanos.5 Nuestra convicción es que todo el sistema de administración de justicia mexicano, incluyendo el correspondiente a la materia electoral, fue rediseñado por la SCJN, a partir del análisis que realizó de la sentencia internacional apuntada, durante las sesiones que se celebraron entre el 4 y 15 de julio de 2011, con motivo de la resolución del expediente varios 912/20106, que se formó a partir de la instrucción ordenada por la propia SCJN en la resolución de 7 de septiembre de 2010 que recayó al diverso expediente varios 489/20107. El principal resultado al que se arribó por la mayoría de Ministros de la SCJN, después de analizar dicha sentencia internacional, a la luz de lo dispuesto por los artículos 1°8 y 1339, de la Constitución Federal, relativos a la materia de derechos humanos y al principio de supremacía constitucional, fue en el reconocimiento de un 4 DECRETO por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral publicado en el Diario Oficial de la Federación del 1° de julio de 2008. 5 Sentencia del 23 de noviembre de 2009. Disponible en http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_209_esp.pdf (Consultada el 5 de diciembre de 2011). 6 Emitir una declaración acerca de la posible participación del Poder Judicial de la Federación en la ejecución de la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 7 La consulta formulada por el entonces Presidente Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, respecto al trámite que se le debería dar a la sentencia pronunciada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Rosendo Radilla vs. Estados Unidos Mexicanos. 8 Reformado por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación del 10 de junio de 2011. 9 Cuya única reforma fue publicada en el mismo Diario Oficial de la Federación del 18 de enero de 1934. 3 Lic. Enrique Figueroa Avila control de convencionalidad ex officio de tipo difuso, construido sobre las bases siguientes: 1. El artículo 1° constitucional, impone la obligación de respetar y proteger los derechos humanos. Por tanto, dicho precepto en armonía con lo señalado por la sentencia de la CIDH, obliga a asumir un control de convencionalidad ex officio. 2. Ese control debe ser aplicado de manera difusa, por todos los jueces del país, según lo dispuesto por el artículo 133 de la Constitución Federal.10 3. Su ejercicio debe desplegarse sin que sea necesario que se cuestione expresamente la violación de los derechos humanos contenidos en la CPEUM y en los tratados internacionales en la materia. 4. El ejercicio de dicho control, para resolver los asuntos contenciosos, se debe desarrollar en tres etapas: 1) La primera, consiste en verificar si con una interpretación conforme en sentido amplio se resuelve el conflicto; 2) De no ser suficiente la anterior, se debe proceder a realizar una interpretación conforme en sentido estricto; y, 3) Sólo cuando las dos anteriores no son posibles para resolver el conflicto, entonces se reconoce la facultad de inaplicar la ley. 5. Las autoridades no jurisdiccionales, deben interpretar los derechos humanos de la manera que más los favorezca, sin que estén facultados para declarar la incompatibilidad de las normas o inaplicarlas en los casos concretos. Resulta importante destacar que la resolución que se comenta, no hizo diferencias ni salvedades en lo que respecta a los criterios competenciales de alguno de los tribunales nacionales. En consecuencia, nuestra conclusión es, que todos los tribunales electorales del país, entre ellos, las salas regionales del TEPJF, también quedaron vinculados a ejercer sus funciones jurisdiccionales en los términos apuntados por ese Alto Tribunal. En suma, podemos afirmar, que las salas regionales del TEPJF, tienen a su cargo salvaguardar los principios de constitucionalidad, convencionalidad y legalidad, en sus respectivos ámbitos de atribuciones jurisdiccionales. Situación actual del carácter terminal de las sentencias emitidas por las salas regionales del TEPJF Ahora bien, como premisa inicial, debemos señalar que el artículo 99, párrafo cuarto, de la Constitución Federal establece que las sentencias emitidas por todas las salas del TEPJF son definitivas e inatacables. Esto, se reproduce en los artículos 189 y 195 de la LOPJF, cuando se establecen respectivamente, las atribuciones jurisdiccionales tanto de la Sala Superior, así como de las salas regionales. Conclusión que también pareciera confirmarse de la lectura de las disposiciones de la LGSMIME, al regular todos los juicios y recursos que en la misma se establecen. Pero también es importante destacar, que desde el año de 1996, se ha reconocido que contra las sentencias de fondo recaídas a los juicios de inconformidad de que conocen las salas regionales del TEPJF en las elecciones de diputados federales y senadores de mayoría relativa procede, colmándose determinados requisitos, el recurso de reconsideración, cuyo conocimiento corresponde a la Sala Superior. 10 Criterio que contrasta radicalmente con la jurisprudencia del Pleno de la SCJN, P./J. 74/99, de rubro “CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA CONSTITUCIÓN.” 4 Lic. Enrique Figueroa Avila Sin embargo, la reforma legal de 2008 incorporó a la LGSMIME otra causa específica de procedencia del recurso de reconsideración, como efecto de la nueva facultad de control de la constitucionalidad de las leyes electorales en los actos concreto de aplicación: la consistente en su procedencia, cuando en la sentencia de una sala regional se determina la no aplicación a un caso particular de una ley electoral por considerarla contraria a la Ley Fundamental (art. 61, párrafo 1, inciso b). Como se puede observar, lo que se persiguió por el Congreso de la Unión, es que sea la Sala Superior quien pueda revisar, en última instancia, si la decisión de no aplicación emitida por una sala regional, efectivamente, salvaguarda el principio de supremacía constitucional: que ninguna ley electoral prevalezca sobre la Norma Fundamental. Así, tenemos por una parte que las sentencias de las salas regionales del TEPJF son definitivas e inatacables cuando involucran cuestiones de estricta legalidad, esto es, que no conllevan la determinación final sobre el contenido de la Norma Constitucional. No obstante lo anterior, la evolución jurisprudencial de la Sala Superior del TEPJF en el periodo 2008-201211, apunta a un campo de procedencia del recurso de reconsideración mucho más amplio. Progresividad que se justifica, en la directriz fundamental de maximizar el derecho de acceso a la tutela judicial efectiva. Ciertamente, en todos los criterios de la Sala Superior, se aprecia que el concepto “ley electoral” ha sido entendido como “norma partidista” o “norma consuetudinaria”, atendiendo a su ámbito de aplicación, ya sea al interior de los partidos políticos o de los Ayuntamientos que eligen a sus autoridades con base en el régimen de “usos y costumbres”. Además, puede observarse que la Sala Superior ha determinado que la sentencia que recaiga a todo medio de impugnación del conocimiento de una sala regional, en el que se formule la pretensión de inaplicación de una norma jurídica al caso concreto por estimarse contraria a la Ley Fundamental, cualquiera que sea el resultado de su examen, podría ser revisada. Resultado de todo lo anterior es, que en la actualidad, un importante número de sentencias de las salas regionales del TEPJF son susceptibles de ser revisadas por la Sala Superior. Éste es, en resumidas líneas, el contexto actual de trabajo de los Magistrados electorales que conformarán las salas regionales del TEPJF. 11 Jurisprudencia 32/2009 “RECURSO DE RECONSIDERACIÓN. PROCEDE SI EN LA SENTENCIA LA SALA REGIONAL INAPLICA, EXPRESA O IMPLÍCITAMENTE, UNA LEY ELECTORAL POR CONSIDERARLA INCONSTITUCIONAL”; Jurisprudencia 10/2011 “RECONSIDERACIÓN. PROCEDE CONTRA SENTENCIAS DE LAS SALAS REGIONALES CUANDO SE OMITE EL ESTUDIO O SE DECLARAN INOPERANTES LOS AGRAVIOS RELACIONADOS CON LA INCONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS ELECTORALES”; Tesis XXVI/2012 “RECURSO DE RECONSIDERACIÓN. PROCEDE PARA CONTROVERTIR SENTENCIAS DE LAS SALAS REGIONALES CUANDO EJERZAN CONTROL DE CONVENCIONALIDAD”; Jurisprudencia 17/2012 “RECURSO DE RECONSIDERACIÓN. PROCEDE CONTRA SENTENCIAS DE LAS SALAS REGIONALES EN LAS QUE EXPRESA O IMPLÍCITAMENTE, SE INAPLICAN NORMAS PARTIDISTAS”; Jurisprudencia 19/2012 “RECURSO DE RECONSIDERACIÓN. PROCEDE CONTRA SENTENCIAS DE LAS SALAS REGIONALES CUANDO INAPLIQUEN NORMAS CONSUETUDINARIAS DE CARÁCTER ELECTORAL”; Jurisprudencia 26/2012 “RECURSO DE RECONSIDERACIÓN. PROCEDE CONTRA SENTENCIAS DE SALAS REGIONALES EN LAS QUE SE INTERPRETEN DIRECTAMENTE PRECEPTOS CONSTITUCIONALES”; y, el 27 de junio de 2012, en la ejecutoria recaída a los expedientes SUP-REC-57/2012 y su acumulado, la Sala Superior reconoció como otro supuesto de procedibilidad cuando una Sala Regional declara infundados los planteamientos de inconstitucionalidad, corresponde a la Sala Superior determinar en última instancia sobre la regularidad constitucional de las normas aplicadas y que fueron señaladas como contrarias a la Constitución. 5 Lic. Enrique Figueroa Avila Principios bajo los cuales deben regirse las decisiones de los Magistrados electorales en el ejercicio de sus funciones; relación de dichos principios con el desarrollo de la carrera profesional del suscrito, exponiendo los ejemplos pertinentes de su puesta en práctica; y, visión sobre las funciones y retos de las salas regionales en la justicia electoral. Como se puede observar del curriculum vitae del suscrito, durante 7 años y 4 meses me desempeñé como Secretario de Estudio y Cuenta en el Tribunal Electoral del Distrito Federal (1999-2006) y durante 6 años y 2 meses me he desempeñado como Secretario de Estudio y Cuenta en la Sala Superior del TEPJF (2006-2013) y, con algunas interrupciones, como profesor de la materia de Derecho Electoral en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (2008-2013) y como asesor en el Centro de Capacitación Judicial Electoral del TEPJF (2007-2013). La combinación de la actividad jurisdiccional durante más de 13 años, en el ámbito electoral local así como en la esfera electoral federal, junto con la actividad académica, me han permitido vivir y conocer directamente las condiciones en que los Magistrados electorales, tanto locales como federales, deben cumplir cotidianamente sus delicadas labores jurisdiccionales. Consideramos, por tanto, que el Derecho Electoral tiene entre sus principales objetivos, que la renovación de los integrantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, federales y locales; de los miembros de los ayuntamientos por el sistema de partidos y bajo el régimen de “”usos y costumbres”; y, los equivalentes del Distrito Federal, se realice en un Estado Constitucional de Derecho a través de procedimientos auténticos, libres, periódicos y democráticos, así como que la celebración de los procedimientos de democracia directa se ajusten a los principios de constitucionalidad y legalidad. Para conseguir ese objetivo, todos los actores políticos, especialmente, los ciudadanos, partidos y agrupaciones políticas y medios de comunicación, así como las autoridades, deben ajustar su actuar a lo establecido en el orden jurídico. Mismo que se erige, en el basamento esencial de la república representativa, democrática, federal y laica en que ha sido voluntad del pueblo mexicano constituirse y cuya soberanía se manifiesta en la institución de los poderes públicos, siendo sus titulares renovados a través del voto público, por lo que su principal escenario son las elecciones; sin que ello reste importancia a las actividades políticas de carácter permanente que constitucionalmente cada uno de los involucrados también debe desempeñar. Es, precisamente ahí, donde los Magistrados electorales cumplen su delicada función: erigirse en garantes de que ese orden jurídico sea observado y respetado por todos los actores, cuando a través de un medio de impugnación, efectivamente, resulte procedente el restablecimiento del derecho violentado. Principios de constitucionalidad, convencionalidad y legalidad Como se ha procurado explicar con anterioridad, las decisiones que los Magistrados electorales de las salas regionales del TEPJF adopten en el ejercicio de sus funciones, se encuentran determinadas por un orden jurídico perfectamente establecido, el cual se soporta jerárquicamente en el punto más elevado en la Constitución Federal, seguida de los tratados internacionales suscritos por el Estado Mexicano que le son vinculatorios; así como por las leyes electorales emitidas por el Congreso de la Unión y por las legislaturas de cada una de las 32 entidades federativas, así como por los demás reglamentos y otros cuerpos jurídicos emitidos por las autoridades competentes para ello. 6 Lic. Enrique Figueroa Avila En este sentido, las salas regionales del TEPJF, son corresponsables de la salvaguarda de los principios de constitucionalidad y legalidad para el cual se establece el sistema de medios de impugnación en materia electoral al que se refieren los artículos 41, base VI, 60 y 99 de la Constitución Federal. Además, en el cumplimiento de sus funciones jurisdiccionales, se encuentran obligadas por la jurisprudencia de la SCJN y de la Sala Superior, de conformidad con lo previsto, en el criterio de rubro “JURISPRUDENCIA DEL PLENO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. TIENEN ESE CARÁCTER Y VINCULAN AL TRIBUNAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN LAS CONSIDERACIONES SUSTENTADAS EN UNA ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD CUANDO SE APRUEBAN POR OCHO VOTOS O MÁS”12, así como de conformidad con lo previsto en los artículos 232 a 235 de la LOPJF, respectivamente. Resulta importante destacar que, conforme a nuestro actual modelo constitucional, estamos conscientes de la prevalencia de la Constitución Federal sobre cualquier otro ordenamiento jurídico externo, y que la democracia de nuestro país está edificada sobre esa base fundamental.13 En consecuencia, a sus Magistrados electorales corresponde hacer observar ese orden jurídico y, por tanto, toda actividad interpretativa que desplieguen se encuentra delimitida por las fronteras de ese espacio normativo. Principios rectores de la materia electoral Como es sabido, los artículos 41, base V, 116, fracción IV, inciso b), y 122, apartado C, BASE PRIMERA, fracción V, inciso f), de la Constitución Federal establecen que la función electoral a cargo de las autoridades, como son entre otras las salas regionales del TEPJF, deben conducirse con apego a los principios rectores de la materia electoral de: certeza, imparcialidad, independencia, legalidad y objetividad. Podemos explicar en pocas palabras, que la certeza entraña el conocimiento exacto y seguro de algo. Por su parte, la imparcialidad implica la falta de designio anticipado o de prevención en favor o en contra de alguien, lo que permite juzgar con rectitud. La independencia significa la ausencia de dependencia de alguien. Sobre la legalidad consideramos que hemos hablado de ese concepto con suficiente amplitud en apartados anteriores. Y, la objetividad exige la posibilidad de analizar los asuntos sometidos a su conocimiento, sin sujetarlos a la propia manera de pensar o de sentir. Es mi convicción que la próxima generación de magistrados electorales, deberán ajustar rigurosamente su actuación a dichos principios. Sólo de esa forma, pueden contribuir a que las elecciones sean auténticos espacios en donde la soberanía popular se exprese con toda su fortaleza, a través del ejercicio del voto libre, secreto, directo, universal, personal e intransferible. Asimismo, su observancia rigurosa contribuirá a la confianza que los justiciables deberán tener en las instituciones a cuyo cargo se encuentra la administración de justicia electoral. Principios consignados en el Código de Ética del Poder Judicial de la Federación Igualmente, opinamos que los magistrados electorales deben sujetar su actuación con rigor a los principios y reglas, así como siempre con mira en las virtudes judiciales que 12 Contradicción de tesis 6/2008-PL. Entre las sustentadas por la Sala Superior del TEPJF y la Primera Sala de la SCJN. 26 de mayo de 2011. 13 Ejemplo de ello véase la tesis XXXIII/2012 de la Sala Superior del TEPJF de rubro “LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN MATERIA ELECTORAL. LA RESTRICCIÓN CONSTITUCIONAL DE ADQUIRIR TIEMPOS EN RADIO Y TELEVISIÓN NO PUEDE SUJETARSE AL CONTROL DE CONVENCIONALIDAD.” 7 Lic. Enrique Figueroa Avila deben guiar la conducta de cualquier juzgador, porque sólo de esa manera, la sociedad puede confiar en que su decisión está únicamente sujetada al Derecho. Bajo ese código, la independencia, imparcialidad, objetividad, profesionalismo y excelencia, deberán guiar el ejercicio de sus funciones. Es importante destacar, que por esa razón, consideramos atinada la determinación en el año de 1996 de incorporar el Tribunal Electoral al Poder Judicial de la Federación, porque incrementó todavía más, su compromiso con el fortalecimiento de nuestro régimen democrático. Particularmente, la excelencia y el principio de profesionalismo conllevan, la primera, desarrollar virtudes de humanismo, justicia, prudencia, responsabilidad, fortaleza, patriotismo, compromiso social, lealtad hacia la Constitución y la ley, orden, respeto, decoro, laboriosidad, humildad, sencillez, honestidad y sobriedad; mientras que el segundo, entraña la disposición para ejercer de manera responsable y seria la función jurisdiccional, con especial aplicación en el estudio de los asuntos bajo su responsabilidad, y con evidente capacidad, al tener la obligación de actualizar permanentemente sus conocimientos y procurando acrecentar su cultura en las ciencias auxiliares del Derecho. Principios de claridad, transparencia y lenguaje ciudadano Otros de los principios que consideramos también deben guiar las labores de los magistrados electorales, son los antes enunciados. Los justiciables tienen derecho a conocer sin ambigüedades ni tecnicismos, las razones jurídicas que soportan el verdadero sentido de las resoluciones. Esto contribuye no sólo a que la sociedad conozca los motivos que justifican una decisión judicial, sino también a que los justiciables tengan, si así lo consideran conveniente, la oportunidad de impugnar esa determinación, sin perder tiempo en tratar de desentrañar en dónde y cómo se justificó el sentido de la resolución que estiman lesiva de su derecho. De esa forma, tanto el justiciable como, eventualmente, la Sala Superior podrán el primero plantear su inconformidad y el órgano jurisdiccional terminal, evaluar y revisar sin pérdida de tiempo, la decisión de la sala regional correspondiente. Principios de administración de justicia pronta y oportuna Son principios fundamentales también de la labor jurisdiccional de las salas regionales del TEPJF, conocer y resolver los asuntos de su competencia, con la celeridad necesaria para que los justiciables no sean colocados en una situación que provoque la irreparabilidad de sus derechos. En la materia electoral, estamos convencidos que no existe espacio para el rezago en la resolución de los asuntos y que tales principios contemplados en el artículo 17, párrafo segundo, de la CPEUM, cobran una especial relevancia. Esto es así, especialmente, por el principio de definitividad de las etapas del proceso electoral, a que se refiere el artículo 41, base VI, de la CPEUM, cuando indica que agotada cada una de las etapas en que se divide el proceso electoral, es imposible regresar a una etapa anterior. Principio de prueba de los hechos No menos importante, es que los magistrados electorales rijan sus actividades como lo señala Michele Taruffo en su obra Proceso y Decisión, motivando y razonando sus decisiones con fundamento en la prueba de los hechos, redactándolas de manera coherente y clara, para cumplir con la obligación de máxima transparencia en su labor jurisdiccional. 8 Lic. Enrique Figueroa Avila Relación de esos principios con el desarrollo de mis actividades profesionales ejemplificando de qué forma se han puesto en práctica Ahora bien, se considera que los principios enumerados con anterioridad los he practicado durante todo el desarrollo de mi actividad profesional-electoral. Ello, al tener los conocimientos esenciales de ese espacio normativo y formativo, porque me he dedicado más de 13 años, como secretario de estudio y cuenta en distintos tribunales electorales, a la elaboración de proyectos de sentencia. Durante poco más de 7 años, en el ámbito local del Distrito Federal. Poco más de 6 años, en la esfera federal, en donde deben resolverse controversias en las que se formulan planteamientos de distinta naturaleza: la violación de las leyes o reglamentos (principio de legalidad); tildando como inconstitucional una ley electoral porque un acto de aplicación evidencia la violación de derechos fundamentales (principio de constitucionalidad); o, incluso, invocando la prevalencia de tratados internacionales en materia de derechos humanos relacionados con el ejercicio de derechos políticos, sobre leyes electorales locales (principio de convencionalidad). Junto a la elaboración directa de sentencias, no debe restarse importancia a otra de las importantes funciones que cumplimos los secretarios de estudio y cuenta: apoyamos a los Magistrados electorales de nuestra adscripción, en el análisis y revisión de los proyectos formulados por las ponencias de los otros Magistrados que conforman al propio órgano colegiado. Como se puede deducir, el campo de acción se multiplica en forma importante, ya que nuestra preparación deriva no sólo de la elaboración de sentencias, sino de la revisión que practicamos a los proyectos formulados por otros especialistas en la materia, lo que amplía nuestro horizonte de conocimientos. Asimismo, como se podrá comprobar con la documentación anexa a mi curriculum vitae, he realizado diversos estudios, talleres, seminarios, especializaciones y diplomados no sólo en Derecho Electoral sino también en las disciplinas conexas, como son el Derecho Procesal Constitucional, la argumentación e interpretación jurídicas. También resulta importante destacar, que el suscrito ha incursionado en la investigación jurídico-electoral, a través de la elaboración y publicación de diversos artículos especializados en la materia electoral, principalmente, en la Revista Justicia Electoral, publicada por el TEPJF, que es ampliamente reconocida a nivel nacional e internacional por su seriedad y rigor académicos. Igualmente, estoy convencido que cuento con los elementos suficientes para cumplir satisfactoriamente las labores inherentes a la magistratura electoral, en tanto que la actividad académica que desempeño en la Facultad de Derecho de la UNAM como profesor definitivo por oposición en Derecho Electoral, así como en el Centro de Capacitación Judicial Electoral del TEPJF, necesariamente exigen estar actualizado sobre ese marco jurídico y las reglas que rigen su correcto funcionamiento. Sobre esta última actividad debemos resaltar, que el compromiso asumido como catedrático de la UNAM, me comprometen a observar un comportamiento ejemplar y ético, al ser formador de las próximas generaciones de profesionales en la Ciencia del Derecho, útiles a la sociedad, al servicio de la patria y que contribuyan al mejoramiento colectivo. Los postulados de libertad de cátedra y de investigación, junto con el principio de autonomía de esa institución, me coloca ajeno a cualquier cuestión que pudiera afectarlas, porque su desarrollo no debe verse impedido por ellas en ningún momento. Estos mismos principios han regido las actividades como asesor, conferencista o ponente encomendadas por el Centro de Capacitación Judicial Electoral del TEPJF. 9 Lic. Enrique Figueroa Avila Visión sobre las funciones y retos de las salas regionales en la justicia electoral Con base en todo lo anteriormente explicado, quien esto firma, concluye que la próxima generación de magistrados electorales que conformarán las salas regionales del TEPJF tiene, en esencia, los siguientes: Cumplir a cabalidad, el mandato constitucional de administración de justicia pronta y oportuna a que se refiere el artículo 17 constitucional. Generar confianza en los justiciables, en que los magistrados electorales de las salas regionales, se tratan de juzgadores responsables, honestos, imparciales, independientes, profesionales y de excelencia. Justificar el gasto que genera a la Nación, el funcionamiento de las salas regionales del TEPJF, como órganos jurisdiccionales federales electorales eficientes y eficaces en la solución de controversias con estricto apego a Derecho. Contribuir al acrecentamiento y perfeccionamiento del Derecho Electoral y las disciplinas conexas, edificando a las salas regionales como lugares en donde además se promueve la investigación jurídica y las actividades académicas, tanto al interior, respecto de su propio personal como hacia el exterior, participando en los términos que indique la Sala Superior y la Comisión de Administración en las funciones de formación académica. Coadyuvar en el incremento de la seguridad que la ciudadanía debe tener en sus instituciones de justicia electoral, a través de resoluciones inteligibles. Evitar que las salas regionales del TEPJF sean consideradas por los actores políticos, únicamente como un obstáculo para acceder a una justicia electoral de calidad que, en su concepto, sólo pudieran encontrar en la Sala Superior del propio TEPJF. Continuar el camino de erigir a las salas regionales en auténticos tribunales constitucionales, en donde nada ni nadie pueda anteponer sus intereses personales sobre el texto de la Norma Fundamental. Generar confianza en la sociedad de que la democracia es hasta la fecha el mejor régimen político y jurídico, que cualquier nación puede adoptar para su constitución como país. Finalmente, sumar esfuerzos desde las salas regionales del TEPJF para que nuestro modelo democrático continúe siendo en la percepción social, una estructura jurídica y un régimen político construido para el beneficio general, como parte importante de un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural de todo el pueblo mexicano, en el que todas las personas pueden alcanzar legítimamente sus metas individuales. ATENTAMENTE México, D.F., 10 de febrero de 2013. LIC. ENRIQUE FIGUEROA AVILA Candidato en la Quinta Terna a la Sala Regional Guadalajara Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación 10