DECALOGO DE LA PAZ. Por Belisario Betancur. Mis propias

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DECALOGO DE LA PAZ.
Por Belisario Betancur.
Mis propias vivencias en los años ochenta en el Grupo de Contadora
en busca de la paz para Centroamérica y en la búsqueda de la paz para
Colombia, pueden sintetizarse en la siguiente metodología o decálogo:
I. El punto de arranque es la voluntad política explícita de las partes en
conflicto, de llegar a la paz. Esa voluntad política explícita -que ojalá
conste por escrito-, significa que ninguna de estas partes o agentes
subjetivos, suspenderá unilateralmente las negociaciones.
II. Existencia de un mediador con credibilidad acordado por las partes -por
ejemplo, Naciones Unidas-, mediador que haga las convocaciones,
resuelva las dificultades del proceso y busque los recursos necesarios para
la negociación.
III.Es creadora la mediación de la Iglesia Católica en países católicos, o la
mediación de otras religiones donde ellas prevalezcan, por la fiabilidad que
ostentan y por la facilidad de comunicación que tienen con las partes en
conflicto.
IV.Creación de un grupo de países amigos del respectivo proceso que
coadyuven en las dificultades sobrevinientes.
V. Acuerdo inicial serio de las partes en conflicto, que debe constar por
escrito, sobre humanización de la guerra; y sobre respeto a los derechos
humanos y al derecho internacional humanitario.
VI.Confidencialidad de los temas tratados en las distintas audiencias de las
negociaciones, lo cual no excluye la información confidencial que hayan de
darse internamente las partes en conflicto. Todo lo cual debe contar con el
conocimiento y
participación de los medios de comunicación para
establecer con ellos instancias de confidencialidad e instancias de
publicidad.
VII.Lugar de las negociaciones por fuera del escenario del conflicto, en países
amigos o en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
VIII.Negociadores con capacidad para comprometer inmediatamente a las
partes en conflicto, sin perjuicio de que cada una de ellas haga
internamente las consultas que considere necesarias.
IX.Tanto los representantes de los gobiernos como los representantes de los
alzados en armas, deben tener representación de sus fuerzas militares con
capacidad para comprometerlas.
X. Dado que en todo conflicto armado en América Latina, obran agentes
subjetivos o personales -los guerrilleros-, pero también agentes objetivos las carencias de infraestructura social, por ejemplo-, se requiere la
creación en el respectivo país, de una agencia de Naciones Unidas que
verifique el cumplimiento de los Acuerdos y racionalice los recursos
aportados por la comunidad internacional para la reconstrucción.
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