LA ADQUISICIÓN DE SU SOñADA VIVIENDA EN ESPAñA Artículo 5: La regulación de la comunidad de propietarios en el sistema jurídico español. y sus principales problemáticas Vecinos conflictivos o morosos, obras molestas, riñas, uso inapropiado de las instalaciones, acuerdos que no cumplen la mayoría requerida... ¿Quién no se ha visto alguna vez involucrado en una disputa de vecinos? Si bien estos aspectos pueden aceptarse tácitamente como “intrínsecos” a la hora de adquirir una nueva vivienda y pertenecer a una nueva comunidad de propietarios, hay otros, como los que trataremos en el presente artículo, que hay que deben ser observados con especial atención ,si deseamos evitar encontrarnos con sorpresas poco deseables.. Saber cómo se constituye en España una Comunidad de propietarios en régimen de propiedad horizontal y cúales son los derechos y obligaciones que forman parte de la misma, son aspectos que nos ayudarán a empezar “con buen pie” entre los nuestros nuevos vecinos y que nos ayudarán a prevenir cualquier tipo de irregularidad desde un principio. En el sistema jurídico español, las Comunidades de propietarios en régimen de propiedad horizontal ( que consiste en que un edificio, sus diferentes pisos y locales pertenecen en propiedad a diferentes personas) se regulan a través del artículo 396 del Código Civil, la Ley de Propiedad Horizontal de 21 de julio de 1.960 (reformada en su práctica totalidad mediante la Ley 8/1999) y la voluntad de los propietarios expresada en los Estatutos y en las normas de régimen interno (siempre y cuando no sean contrarias a lo establecido por la Ley). En toda Comunidad de propietarios coexiste un derecho singular y exclusivo de propiedad sobre determinados elementos de la misma, denominados elementos privativos, y un derecho de copropiedad conjunto e inseparable sobre otros elementos o servicios comunes a todos los propietarios. Si bien determinar los elementos privativos es tarea fácil (pues responden a todos los elementos arquitectónicos o instalaciones que están incluidos dentro del piso y 1 sirven exclusivamente a su propietario) a veces no lo es tanto cuando se desea determinar cúales son los elementos comunes a todos los propietarios. En este sentido es importante señalar que los elementos comunes son todos aquellos elementos arquitectónicos o servicios de un edificio que no son susceptibles de aprovechamiento independiente por cada propietario, y han sido establecidos para dar servicio común a todos los propietarios de la comunidad. Así el suelo, las cubiertas, los cimientos; los elementos estructurales del edificio tales como los pilares, las vigas, forjados y muros de carga; las fachadas, incluidos todos los revestimientos exteriores, su imagen y configuración; el portal, la portería, las escaleras, los patios, los ascensores, corredores y cualesquiera otros semejantes; cualquier instalación o servicio establecido para uso de todos los propietarios como los de agua, desagüe, electricidad, teléfono, gas, calefacción, aire acondicionado, energía solar, incendios, evacuación de humos, antenas colectivas, etc, constituyen elementos comunes de toda comunidad (hasta el punto de entrada de tales instalaciones en el espacio privativo de cada propietario). El título constitutivo de la Comunidad de propietarios es la escritura pública en la que se somete a un edificio al régimen de propiedad horizontal. Dicha escritura debe contener necesariamentos aspectos tan relevantes como: la descripción del edifico en su conjunto, la descripción detallada de cada vivienda o local o la cuota de participación de cada vivienda o local. La determinación de la cuota de participación de cada vivienda o local se hará teniendo en cuenta la superficie útil de cada vivienda o local en relación con el total del edificio y el uso que se presuma va a hacer dicha vivienda o local de los elementos y servicios comunes, entre otros. Los Estatutos de la Comunidad de propietarios son un conjunto de normas que pueden establecerse en el momento inicial de la Comunidad o en un momento posterior, y que pueden regular aspectos como el uso y destino del edificio, de cada uno de los pisos o locales y de las instalaciones y servicios comunes, la distribución entre los propietarios de los gastos comunes, la administración y gobierno de la Comunidad y normas sobre seguros, conservación y reparación del edificio. 2 Es importante señalar que los Estatutos sólo obligan a los nuevos propietarios que ingresen en la Comunidad, si éstos constan inscritos en el Registro de la Propiedad. Asimismo es aconsejable informarse sobre si además de los Estatutos, los propietarios tienen establecido un Reglamento de Régimen Interno mediante el cual regulan la convivencia cotidiana entre los propietarios y la utilización de los servicios comunes. A diferencia de los Estatutos, éstos no necesitan ser inscritos en el Registro de la Propiedad para obligar a todos los propietarios. Aunque la Comunidad de propietarios en régimen de propiedad horizontal carece de personalidad jurídica; sin embargo, al tratarse de una comunidad de intereses precisará de una organización, tanto a sus aspectos materiales (mantener los elementos comunes) como en cuanto a los efectos jurídicos (así contratar con terceros, supuestos de responsabilidad extracontractual, etc...). Las comunidades de vecinos han de tener un presidente. Entre sus funciones principales se encuentran la de representar legalmente a la comunidad en asuntos que la afecten, canalizar quejas y sugerencias de los vecinos, convocar y presidir las juntas, y ejercitar las acciones judiciales acordadas por la comunidad. La ley también contempla la posibilidad de la figura del vicepresidente, que sustituye al presidente si está ausente, la de un secretario y la de un administrador, tarea de la que se encarga generalmente un administrador de fincas colegiado. Se distinguen dos tipos de Juntas de propietarios: las Juntas Ordinarias (para aprobar los presupuestos y cuentas de la Comunidad que deben celebrarse por lo menos una vez al año, convocadas con un mínimo de seis días de antelación) y las Juntas Extraordinarias (el resto de juntas para tratar temas diversos). La Ley de Propiedad Horizontal atribuye al administrador el carácter de órgano de gestión al que se confía el adecuado funcionamiento de esa especial forma de condominio. En todo lo no conferido por la norma o por las facultades que específicamente le haya otorgado la Junta de propietarios, el administrador quedará limitado a realizar los actos propios de la labor profesional que el art. 20 de la LPH. le asigna, puesto que como mandatario que es de los condueños vendrá obligado a respetar la extensión de las atribuciones con los límites del propio mandato. 3 Por lo expresado y al vincularse este profesional con la junta de propietarios a través de un contrato de mandato, le será aplicable el art. 1726 del Código Civil en el sentido de ser responsable no sólo de las conductas dolosas sino de cuantas otras culposas provengan de su actuación, cuestión que no podrá calificarse o establecerse unilateralmente por la comunidad, sino que deberá ser apreciada por el juez. Todo ello sin perjuicio de las funciones de control y tutela que correspondieren ejercer al Colegio de Administradores de Fincas Rústicas y Urbanas como órgano corporativo para el control y tutela de los derechos y obligaciones de sus colegiados. Con carácter general los problemas más habituales de las comunidades de vecinos en España están relacionados: Con los vecinos morosos: La Ley española favorece el cobro de cantidades adeudadas a la Comunidad de vecinos cuando se trata de deudas inferiores a 30.050 euros. Si el deudor no paga o decide no comparecer en el juicio, el juez puede dictaminar el embargo del piso o local. Es más, si el moroso decide apelar la decisión del juez, antes deberá satisfacer su deuda o consignarla (depositarla en una cuenta del juzgado). La ley también especifica que los vecinos que no estén al corriente de pago no podrán votar en las juntas de propietarios ni impugnar acuerdos que en ella se adopten. Tienen voz, pero no voto. Finalmente, la ley contempla la posibilidad de dar publicidad del nombre del deudor en el tablón de anuncios de la finca o en las circulares vecinales, por lo que quienes no cumplan con sus obligaciones económicas no podrán esconderse en el anonimato. Por ello es aconsejable, una vez nos hayamos decidido a comprar una vivienda sujeta a la propiedad horizontal, consultar el estado actual de las cuentas existentes entre el anterior propietario de la vivienda para con la Comunidad, en aras de confirmar que no existen cuotas de participación o deudas pendientes de pago por parte de éste último, así como para informarse de los últimos acuerdos que se hayan alcanzado en Junta y que puedan vincular a los nuevos propietarios directamente en un futuro mediato. Dicha gestión, a parte de aportanos información de interés, evitará tener que cargar con una morosidad involuntaria. 4 En este sentido la figura del presidente y del administrador de la finca son clave, pues éstos son las personas que podrán asesorarnos e informar de dichos aspectos. Con vecinos que realizan actividades molestas: Cualquier vecino que crea que otro realiza actividades molestas o insalubres, peligrosas o incómodas puede presentar una queja al presidente, quién debe comunicar al dueño del inmueble que causa las molestias que deje de hacerlo. En el caso de que las molestias continúen, se convocará una junta de propietarios para discutir el asunto, y se autorizaría al presidente a entablar una acción judicial. Una vez presentada la demanda, el juzgado puede ordenar la suspensión cautelar de las actividades. Si la sentencia es condenatoria, se puede disponer el cese de actividad, la indemnización de daños y perjuicios y la privación del derecho al uso de la vivienda o el local por un plazo de hasta tres años. Si se trata de un inquilino, se podrá anular su contrato de alquiler. Con el ascensor y las antenas parabólicas: Si un grupo de vecinos quiere instalar un elemento de mejora, como un ascensor, y algún vecino se opone, la junta no puede obligarle a su implicación económica. Se puede realizar la obra, pero dicho vecino no puede usar este servicio (en el caso de los ascensores, la discrepancia se soluciona con llaves que permiten acudir directamente al piso seleccionado y que impiden usar el elevador a quien no paga). Si posteriormente el vecino disconforme quiere utilizar el ascensor, deberá pagar su parte proporcional de la obra, más intereses. No obstante, la problemática de los ascensores es muy conflictiva y la jurisprudencia de las Audiencias provinciales no es unánime. Hay sentencias que desligan el acuerdo de instalación del acuerdo de contribución económica a la obra. Y hay jueces que consideran que, adoptado el acuerdo por 3/5, éste obliga a todos a contribuir. Por otro lado, ningún vecino se puede negar a la eliminación de barreras arquitectónicas si la demanda proviene de una persona con minusvalías. Cuando no se obtenga la mayoria requerida por la Ley de Propiedad Horizontal, el propietario 5 afectado de minusvalia estará autorizado por ley a realizar la obra, asumiendo todos los costes. Si un vecino quiere instalar una antena parabólica comunal, tendrá que conseguir que lo apruebe un tercio de los propietarios. Los que se hayan opuesto no tienen la obligación de pagar el coste de instalación o mantenimiento, pero si en el futuro desean tener acceso a las emisiones, deben abonar el importe que les hubiera correspondido, actualizado al interés legal del dinero. Con las Obras: Un propietario puede modificar los elementos arquitectónicos (tirar tabiques no maestros, por ejemplo), instalaciones o servicios de su piso, siempre que no perjudique la seguridad del edificio, la estructura general, su configuración o estado anteriores ni vulnere los derechos de otro propietario (no se pueden cerrar balcones o instalar ventanas de distinto color o tamaño). Cualquier obra realizada bajo estas características debe ser comunicada al representante de la comunidad. Pero los propietarios no pueden realizar acciones prohibidas por los estatutos o que resulten dañosas para la finca o que "contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas". La comunidad puede actuar ante la justicia si dichas actividades no cesan. Hoy en día es frecuente comprar una vivienda a sabiendas de que hay que realizar reformas o obras importantes. La consulta de los Estatutos se presenta por lo tanto como tarea fundamental, en aras de confirmar que la reforma que pretendemos realizar se ajusta a los dispuesto en los mismos y que, por lo tanto, es susceptible de ser aprobada en Junta. Por último y según la Ley de Propiedad Horizontal, es importante señalar que los propietarios están obligados a pagar la constitución de un fondo de reserva destinado a las obras de conservación y reparación del edificio (incluyendo el portal). La reserva de este fondo debe ser alrededor del 2,5% del presupuesto anual de la comunidad para el primer año y del 5% a partir del segundo. La Comunidad de vecinos podrá utilizar el fondo para suscribir un contrato de mantenimiento del inmueble o para pagar las obras necesarias para mantener el edificio. También se puede disponer del fondo para contratar un seguro que cubra 6 los daños por riesgos extraordinarios. Por otro lado, todo el dinero que se utilice del fondo se tendrá que reponer en los siguientes presupuestos. En consecuencia, para solucionar los problemas entre vecinos no hay nada mejor que conocer los derechos y obligaciones que nos asisten. Conocer la reglamentación especial que regirá la vivienda de nuestros sueños es, por lo tanto, un elemento a tener en cuenta en el proceso de compraventa y que favorecerá, con toda seguridad, el éxito en nuestra adquisición. 7