π-Radio Emisor USB-FM de 0,15 Vatios La radio comunitaria piradio de Berlin desarrolló un aparato sencillo a través del modelo de Tetsuo Kogawa, que sirve para emitir radio desde el ordenador. Como no tienen licencia para emitir su programa construyeron ya más de mil emisoras retransmitiendo el stream de la radio desde las casas de los oyentes. Y fuera del horario, los oyentes emiten su propio programa. Publicaron el circuito bajo licencias libres (alemán, ingles) así que ahora podemos construir fácilmente nuestra propia emisora que se alimenta por USB y usa la salida jack del ordenador como fuente de la señal. La radio es un medio sorprendentemente fácil. Pocos componentes electrónicos son suficientes para construirla. Este pequeño emisor USB para FM convierte tu ordenador en una estación repetidora y puede coger streams de audio de la red y emitirlos en la banda VHF de radio. Este emisor funciona como dispositivo para una sociedad crítica que es capaz de manejar los mass media. Apoya a las radios comunitarias y ayuda a tus vecinos a construir su propia emisora! El ensamblaje Esta placa de circuito no tiene agujeros. Suelda todos los componentes a la cara del circuito con los pies doblados en ángulo recto. Pon primero una gota de estaño a la placa y ten cuidado que la distancia entre componente y placa no se haga muy grande. Los LEDs (Diodo emisor de luz) tienen polarización, el hilo más largo es + (A=Ánodo) y el hilo más corto es – (Tierra, K=Cátodo). Los transistores no se deben soldar con mucho calor y hay que tener en cuenta el lado plano tal como se ve en el dibujo. Al cable de audio hay que convertirlo de estéreo a mono juntando los hilos del centro (rojo y blanco) y juntando el cobre. El condensador variable es responsable de ajustar la frecuencia en cual queremos emitir. Para manipular la frecuencia utilizamos herramientas de madera o plástico pero no de metal. Advertencia: El uso de esta emisora VHF está prohibido en casi todo el mundo. Las ondas electromagnéticas se pueden emitir, transmitir y recibir. En el caso de la piedra lanzada al agua, las ondas producidas se extenderán varios metros, pues la energía ha traspuesto una cierta distancia. Una estación radiodifusora produce una acción similar: por medio de la electricidad, las ondas se transmiten al espacio y viajan una cierta distancia hasta llegar al aparato receptor. Los sonidos que escuchamos en la radio tienen que recorrer la distancia que hay entre la estación que la emite y el lugar donde se escuchan. Nuestro aparato auditivo capta el sonido a través de las vibraciones emitidas. Gracias a un complejo sistema físico, químico y biológico de nuestro cuerpo, las vibraciones del aire que llegan al oído son enviadas al cerebro en forma de impulsos nerviosos. Este complejo proceso aún es en buena parte desconocido, pero se sabe que tiene relación con nuestra memoria y capacidad de entendimiento. La radio funciona de manera similar: convierte el sonido en impulsos eléctricos, para poder llevarlos muy lejos del lugar en donde se originaron. Los sonidos captados por los micrófonos, en la sede de la emisora, viajan hasta los receptores convertidos en señales electromagnéticas. Para ello, primero van desde la emisora hasta una antena, en la cual producen una variación eléctrica, que finalmente, gracias a un transformador eléctrico que la reproduce y magnifica, llega hasta el destinatario. Una vez allí, otra serie de componentes que están en la radio receptor la transforman nuevamente en sonido. La radio se compone de: Sistema de Transmisión: ubicado lejos de la emisora y preferiblemente en lugares altos o despejados. Allí se amplifica la señal original y a través de ondas viajan por el aire hasta llegar a cada receptor. Hay que destacar que cada emisora tanto FM como AM tiene su propia frecuencia; es decir, su propio código para captar y enviar las vibraciones. Por ello, sólo se escucha una emisora en cada punto del dial de la radio receptor. De lo contrario, todas las emisoras se mezclarían en los dispositivos sin que se pudiera escuchar bien ninguna. Sistema de Recepción: que no es otra cosa que cada aparato de radio. Así como el micrófono convierte en electricidad el sonido, los altavoces hacen exactamente lo contrario. Convierten o transforman los impulsos eléctricos en sonido. Para ello, al igual que nuestro oído, se basan en la intensidad (agudos o graves) de cada impulso eléctrico y lo decodifican. El escocés Clark Maxwell demostró matemáticamente cómo la acción electromagnética se esparce con un movimiento ondulatorio. En 1887, el alemán Heinrich Hertz, utilizando corrientes periódicas a muy alta frecuencia, demostró la existencia de las ondas electromagnéticas, transformando el movimiento ondulatorio en un fenómeno fácil de estudiar y medir en un laboratorio. Por ello, y en honor a los estudios de este científico, las ondas electromagnéticas que se usan en radiocomunicación se miden en Hertzios y se les conoce como ondas hertzianas. Luego de otros avances, le corresponde al italiano Guillermo Marconi el honor de ser el "descubridor" de la radio. Primero inventó el radiotelégrafo, instrumento que logra transmitir a distancia impulsos sonoros en clave morse. Marconi comenzó a realizar experimentos con apenas 20 años utilizando como laboratorio el establo de su casa, en las afueras de la ciudad de Bologna. Con el tiempo y luego de haber realizado transmisiones a distancia de señales radiotelegráficas, Marconi logró el gran acontecimiento que siempre había soñado: transmitir la voz humana a distancia, sin necesidad de usar cables. Para lograrlo, Marconi estuvo haciendo experimentos por más 30 años… Simplificando al máximo, podemos decir que, básicamente, un receptor de radio consiste en un circuito eléctrico, diseñado de tal forma que permite filtrar o separar una corriente pequeñísima, que se genera en la antena, por efecto de las ondas electromagnéticas (el fenómeno se llama inducción electromagnética) que llegan por el aire normalmente (aunque viajan por cualquier medio, inclusive el vacío) y luego amplificarla selectivamente, miles de veces, para enviarla hacia un elemento con un electroimán, que es el altavoz donde se transforma la información eléctrica en sonido. En este circuito hay un condensador variable, que en las radios antiguas iba adosado a un botón de mando ó perilla, de modo que al girarla se varía la capacidad del condensador. El efecto de la variación de la capacidad del condensador en el circuito es filtrar corrientes de distinta frecuencia, y por lo tanto, escuchar lo transmitido por distintas radioemisoras.