La post-lectura

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MUNIDAD 2
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LA LECTURA
Lección 2: El proceso de lectura II:
La postlectura (relectura)
Objetivo general
Ilustrar los movimientos de lectura que posibilitan una interpretación adecuada y profunda de un texto
escrito, de tal manera que el estudiante involucre en su accionar metodológico estas nuevas estrategias
TXHHQULTXHFHQODH[SHULHQFLDGHGHFRGL¿FDFLyQWH[WXDO
Evidencias
Conocimiento
(Saber)
El estudiante reconoce
ORVEHQH¿FLRVGH
una segunda lectura
reposada de un texto,
en la que busca no
sólo comprender, sino
analizar e interpretar el
WH[WR
Desempeño (Hacer)
Producto (Resultado)
El estudiante acompaña
sus proceso de lectura con
movimientos externos
(al texto) e internos (en
el texto) que buscan
contextualizar, comparar y
recuperar conceptualmente
DSUHQGL]DMHV\DDGTXLULGRV
El estudiante está en la capacidad de
dar cuenta (de forma oral o escrita) de
sus procesos de concatenación interna
de sentidos, y de la comparación y
asimilación de estos sentidos con base en
sus conocimientos, su acervo cultural y
VRFLDOVXVOHFWXUDVFRPSOHPHQWDULDV
Conocimiento: Iniciación teórica
Hemos visto que el proceso de comprensión e interpretación textual requiere un lector activo que
coopere y participe de manera secuencial y sistemática en la búsqueda de sentidos, pues no puede
esperar que el texto se lo diga todo, y lógicamente el sentido del mismo no es algo que el lector tenga
guardado en alguna parte de sus esquemas.
En este sentido, el lector holístico hace continuos movimientos de lectura: unos se limitan (en el
sentido literal, no peyorativo del término) a la realidad textual, es decir, a los componentes internos
†‡Žƒ…”‡ƒ…‹×‡•…”‹–ƒǤ–”‘•…‘„‹ƒ‡•–‡ƒ……‹‘ƒ”…‘‡ŽƒžŽ‹•‹•†‡Žƒ•…ƒ”ƒ…–‡”À•–‹…ƒ•‡•’‡…Àϐ‹…ƒ•
de la producción textual: el tiempo, el espacio, los contextos, la vida misma del autor. De manera pa-
ralela, otros lectores combinan las estrategias anteriores con movimientos externos al texto, ya con
referencias a otros escritos producto de la creación del mismo autor, ya con la puesta en práctica de
todo un bagaje de lecturas y autores anteriores que se relacionan de manera explícita o implícita con
la obra en cuestión, o ya con los contextos propios de su realidad como lector: su historia y sus experiencias de vida, su estado emocional en el momento mismo de la lectura, los contextos actuales que
lo rodean (económicos, políticos, sociales, coyunturales; locales, nacionales o del ámbito mundial).
Dichos movimientos se conocen respectivamente como intertextualidad, intratextualidad, extratextualidad y supretaxtualidad. Detallemos:
Intertextualidad
Análisis
lingüísƟcos:
SigniĮcantes,
signiĮcados,
inferencias,
connotación y
denotación…
Elementos de
construcción
textual: Įguras
literarias,
recursos
esƟlísƟcos…
Relaciones
implícitas y
explícitas:
relaciones
ơtulo-obra,
secuenciasacciones…
Elementos
inherentes al
desarrollo de la
obra:
personajes,
espacios,
Ɵempos…
Todo texto es producto de la visión personal de
un sujeto. Hay, por ende, pistas que relacionan
el texto con el autor, con su vida y el resto de su
creación (literaria o no literaria). En la lectura
intratextual, el lector relaciona un texto u obra
en cuestión con otros productos escritos simila”‡•†‡Ž‹•‘ƒ—–‘”ǡ‹…Ž—›‡†‘•—•„‹‘‰”ƒϐÀƒ•›
ƒ—–‘„‹‘‰”ƒϐÀƒ•Ǥ•–‘‘“—‹‡”‡†‡…‹”“—‡‡Ž…‘Ǧ
traste se base exclusivamente en similitudes;
hay que caer en la cuenta de que los procesos de
escritura se hacen en diferentes tiempos, y que
el autor, como el río, cambia constantemente de
enfoques y de ideales, aunque la esencia permanezca intacta. En la intratextualidad también importa el contexto de producción del texto (época,
situación personal del autor, aspectos sociales y
culturales vigentes en el tiempo de escritura…).
74
Mediador de lecto-escritura y técnicas de estudio
Las relaciones intertextuales corresponden
a los movimientos de comprensión y de
interpretación que hace el lector en un esfuerzo por estructurar los sentidos del texto.
En esta lectura, el receptor está supeditado
a los contextos y a las situaciones internas
del texto. Evita sublimar subjetividades, si
se quiere, es una lectura imparcial, en la que
prima lo que dice el texto, no lo que el lector
quiere entender. Importa el bagaje del sujeto como lector, esto es, las habilidades de
interpretación que ha fortalecido gracias a
su ejercicio continuo y sistemático de interpretación.
Intratextualidad
MUNIDAD 2
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Extratextualidad
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de lectura del autor. Se podría hablar, entonces,
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y los factores comunes del ser humano como especie. Hay preocupaciones que siempre han in–‡”‡•ƒ†‘ ƒŽ Š‘„”‡ǡ › “—‡ •‡ ˜‡ ”‡ϐŽ‡Œƒ†ƒ• ‡
las escrituras de diversas épocas y territorios. La
lectura extratextual se encarga de contrastar una
obra en cuestión con otras de diferentes autores,
cuyas situaciones, intencionalidades comunicativas, superestructuras y macroestructuras están
relacionadas con obras anteriores e incluso posteriores a su emisión. En la literatura, por ejemplo, importan las alusiones implícitas y explícitas
ƒŽƒ•‹ϐŽ—‡…‹ƒ•†‡ƒ“—‡ŽŽ‘•Ž‹„”‘•…‘•‹†‡”ƒ†‘•
como clásicos.
Supratextualidad
Como hemos visto, los tres movimientos de
lectura anteriores parten del texto como base
de relación. Este cuarto también parte de él,
pero sopesa el contraste con otro referente primordial en el proceso de lectura: el lector. En
la supratextualidad el movimiento es externo,
en relación con las vivencias del sujeto decodiϐ‹…ƒ†‘”ǡ •‹‡’”‡ › …—ƒ†‘ ‡•–± ”‡Žƒ…‹‘ƒ†ƒ•
y sean coherentes con las situaciones internas
del texto, o que hayan sido suscitadas por los
momentos textuales. Es una salida con constantes entradas, pues de lo contrario se corre
el peligro de que el lector haga interpretaciones aberrantes, es decir, análisis impertinentes,
’‘”“—‡•‡”‡ϐ‹‡”‡ž•ƒ•—•—„Œ‡–‹˜‹†ƒ†“—‡ƒŽ
referente textual.
Esquemas
mentales del
sujeto lector
(experiencias
previas,
paradigmas,
prejuicios…)
Situaciones,
personajes,
ideas de un
mundo real,
actual, que se
relacionan con
el texto
Contextos de
lectura.
Situaciones
actuales:
políƟcas,
sociales,
económicas…
Temas y
temáƟcas
externas
relacionadas
con la
macroestructura textual
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cuencial. A partir de una interpretación, en la que prima la realidad interna del texto, hace continuas
salidas y entradas: analogías, contrastes, complementaciones, comparaciones, críticas, debates, híbridos, simbiosis. De esta manera, el texto se ilumina desde diferentes ópticas, y el lector sale enriquecido en cuanto a métodos y descubrimientos productos de su rol como lector-detective.
Desempeño: Punto de referencia (a modo de ejemplo)
Lectura inicial
A continuación presentamos “El hijo Pródigo”, texto angular que nos servirá para los procesos de comprensión, interpretación y crítica textual que realizaremos en las unidades restantes.
En esta unidad, presentamos un análisis sucinto a la luz de los movimientos de lectura ya reseñados.
V
12
Y continuó: “Un hombre tenía dos hijos. Y el menor dijo a su padre: ‘padre, dame la parte que me
corresponde de la hacienda’. Y el padre repartió la hacienda. A los pocos días, el hijo menor reunió
todo, se marchó a un país lejano, y allí disipó toda su fortuna viviendo prodigiosamente. Cuando hubo
gastado todo, sobrevino una gran hambre en aquella comarca y comenzó a padecer necesidad. Se fue
a servir a casa de un hombre del país, que le mandó a sus tierras a guardar cerdos. Deseaba llenar su
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tos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, iré a mi
padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo; tenme
como a uno de tus jornaleros’. Se levantó y fue a su padre.
Cuando aún estaba lejos lo vio su padre y, conmovido, corrió y se echó al cuello de su hijo, cubriéndolo de besos. Díjole el hijo: ‘Padre, pequé contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo
tuyo’. Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Sacad inmediatamente el vestido más rico, ponedle también un
anillo en su mano y sandalias en sus pies. Traed el ternero cebado, matadlo, y vamos a comer, porque
este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y ha sido encontrado’. Y se pusieron
todos a festejarlo.
El hijo mayor estaba en el campo, y al volver y acercarse a la casa, oyó la música y los bailes. Llamó
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no, y tu padre mató el ternero cebado porque lo ha recobrado sano’. Él se ofendió y no quería entrar.
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¡Ahora llega ése, tu hijo, que dilapidó su hacienda con malas mujeres, y tú le matas el ternero cebado!’
Pero el padre le respondió: ‘¡Hijo! ¡Tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo! En cambio, tu
hermano que estaba muerto, ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado. Convenía festejarlo
y alegrarse por ello”’.
12
Lucas 15, 11 – 32.
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Mediador de lecto-escritura y técnicas de estudio
MUNIDAD 2
77
Ejemplo de producto
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INTERTEXTUALIDAD: EL PADRE PRÓDIGO
Cada uno de los personajes de la parábola del hijo pródigo tiene uno roles, actitudes, intereses y
posiciones bastante diferenciables, que estructuran la personalidad de tres individuos que guardan
una estrecha relación en la historia de la creación y la salvación. El hijo menor presenta las actitudes
típicas de cualquier ser humano que, una vez se le entrega la herencia por parte de su casa paterna,
se aleja de ella para experimentar por sí mismo todo lo que el mundo le ofrece. Luego, ante las adversidades y los problemas, decide regresar arrepentido de haber buscado afuera lo que tanto se le
ofrecía en el seno del hogar. El hijo mayor, al ver la celebración descomunal del padre hacia aquél
que se había marchado, siente celos y le reprocha el porqué de ese favoritismo hacia el menor. Por
su parte, el padre siempre busca a sus hijos y los incita a cambiar de actitud. Perdona, pero también
busca la justicia, a su manera.
El padre es, pues, quien observa una actitud fuera de lo ordinario, pues si observamos en detalle
las actitudes de sus hijos, ambas son más que razonables, mejor aún, ambas responden a una lógica interna casi natural del modus operandi de cada uno de ellos. El padre sobresale precisamente
porque su comportamiento va en contravía al esperado, pues en lugar de recriminar o hacer algún
reclamo al hijo menor, lo perdona sin ningún miramiento y lo trata como todo un rey. En realidad, él
es el verdadero pródigo en el sentido benévolo de la palabra: otorga no sólo sus bienes materiales a
ambos hijos, sino que también es generoso en amor, en comprensión, en consejos, en perdón.
INTRATEXTUALIDAD: LA OVEJA DESCARRIADA
Para el análisis comparativo de los textos relacionados con “El Hijo Pródigo”, vamos a destacar las
…‘‹…‹†‡…‹ƒ•›Ž‘•‰—‹Ó‘•‡•–”—…–—”ƒŽ‡•›†‡–‡ž–‹…ƒ•‡˜ƒ”‹‘•ˆ”ƒ‰‡–‘•–ƒ„‹±‡š–”ƒ…–ƒ†‘•†‡
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tes de la hacienda de su padre y piensa que ni ellos sienten lo que él estaba experimentando, le hace
ver lo inapropiado de su comportamiento, y lo mucho que había perdido por estar buscando lo que
siempre tenía seguro en su hogar. La alusión en Mateo 6, 25 – 34, “Miren las aves que vuelan por el
aire: ni siembran ni cosechan ni guardan las cosechas en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes
que está en los cielos les da de comer” sirve para iluminar la labor de los mencionados jornaleros en
la parábola del hijo pródigo.
La actitud del padre, reprochada por el hijo mayor, sigue una lógica que también está por fuera
de los estamentos comunes: hay una toma de partido que inclusive replantea el término justicia. La
Parábola de los Trabajadores (Mateo 20, 1 – 16) es otro texto que nos permite iluminar esta realidad
interna. Miremos varios denominadores comunes entre estos dos textos. Primero, los dos protago‹•–ƒ•’”‹…‹’ƒŽ‡•˜ƒ‡„—•…ƒ†‡•—•„‡‡ϐ‹…‹ƒ†‘•ǣŽ‘•Š‹Œ‘•›Ž‘•Œ‘”ƒŽ‡”‘•Ǥ•†‡…‹”ǡŠƒ›‡ƒ„‘•
una actitud proactiva que rompe la lógica de que deberían ser los jornaleros (sobre todo) quienes de-
ben buscar su trabajo. Segundo, hay una actitud de reproche hacia lo que se considera que es justicia:
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jornaleros, quienes no ven que sea justo que reciban el mimo pago de los que llegaron después y sólo
trabajaron una hora. Esa justicia parece normativa, basada en unos principios humanos que inclusive son los que regulan los contratos laborales, en el segundo caso, y la repartición de bienes, en el
primero. Sin embargo, la lógica y el concepto de justicia en estas dos realidades textuales siguen otros
principios, ajenos a los de la jurisprudencia humana.
Y tercero, para no extendernos: existe un pago igual en ambas situaciones, aunque hay una especie
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tiene el valor de aceptar sus errores y arrepentirse, en el primer caso. La diferencia en ambos es que
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servicios. En cambio, tanto el hijo menor como los últimos jornaleros no esperaban mayor cosa: el
primero, solo el perdón y el que se le permitiera estar de nuevo en casa, aun cumpliendo el rol de
sirviente; los segundos, que se les diera “lo debido”.
EXTRATEXTUALIDAD: EL REGRESO AL PADRE Y OTROS IMAGINARIOS
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tópicos literarios que hacen parte de las tradiciones formales y de mitos universales ya mostrados
por los antiguos poetas griegos y latinos. Cada uno de estos mitos puede ser explicado desde “El Hijo
Prodigo” y su relación con otras obras: piénsese en “La Divina Comedia” y las etapas del descenso
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Biblia a la luz de una de las novelas más representativas del siglo XX en el contexto latinoamericano y
mundial. Nos referimos a “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo.
Juan Preciado, el hijo de Pedro Páramo que emprende su viaje a Comala en busca de su padre, sin
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do paradójico y anverso las tragedias que tuvo que afrontar el hijo mayor cuando se iba del lado de su
’ƒ†”‡Ǥƒ„‘•Šƒ›—ƒ„ƒ†‘‘ǡ…‹ˆ”ƒ†‘‡Ž‘†±•’‘–ƒ†‡Ž†—‡Ó‘†‡Žƒ‡†‹ƒ—ƒǡ‡‡Ž…ƒ•‘†‡Ž
texto del mexicano, y en la sed de aventuras en el caso del texto sagrado.
Al llegar a Comala, Juan Preciado se da cuenta de que no es el único hijo de Pedro Páramo; es más,
Abundio, el arriero que lo conduce desde el mundo de los vivos al mundo de los muertos, también
menciona ser hijo de Páramo. Más adelante, Juan se da cuenta de que su padre tuvo muchos más
hijo, pero que el único que reconoció, Miguel, era un ser lleno de maldad, que reclutaba mujeres para
saciar sus placeres y que mataba a diestra y siniestra, porque sí y porque no. Esta rivalidad implícita
entre hermanos (pues Juan iba a Comala a “cobrar caro” el olvido al que los sometió el padre, a pesar
de que era el único que había nacido de un matrimonio arreglado, pero formalizado como tal) ase‡ŒƒŽƒŽ—…Šƒ†‡„‡‡ϐ‹…‹‘•ǡ‡•–ƒ–—•›’”‡ˆ‡”‡…‹ƒ•“—‡•‡†ƒ‡–”‡•Ž‘•‹‡„”‘•†‡—‹•‘Š‘‰ƒ”ǡ
tanto en aspectos de dignidad como en incentivos económicos. El reproche que hace el hijo mayor es
un grito desesperado que busca una supuesta compensación similar a la que recibió su otro hermano;
en últimas, es la búsqueda de un reconocimiento que eclipse al otro, o que al menos otorgue lo que
por ley cree merecer.
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SUPRATEXTUALIDAD: LA UTOPÍA DEL PADRE
La situación problemática de “El Hijo Pródigo”, esto es, dos hijos que implícita y explícitamente
buscan ganarse el privilegio de su progenitor, y éste, en un afán de impartir justicia, crea unos códigos
internos que no convencen a ambas partes, se convierte en el caldo de cultivo de múltiples fenómenos
que se alimentan de la incomprensión, los celos, la envidia, el egoísmo y la discriminación. Un país
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muertes violentas que ocurren anualmente, que ni siquiera se comparan con la guerra interna que
Šƒ–‡‹†‘“—‡•‘’‘”–ƒ”†—”ƒ–‡ž•†‡…‹…—‡–ƒƒÓ‘•ǤïŽ–‹ƒ•ǡŽƒ•”‹“—‡œƒ•›‡Ž’‘†‡”•‘†‘•
condimentos que parecer guiar el raciocinio de los seres humanos, y que paradójicamente no tiene
mucho que ver con la lógica interna de su progenitor, quien los creó a su propia imagen y semejanza.
Producto: Ejercicio práctico
Instrucciones básicas
Ahora, con base en la teoría, el análisis y los ejemplos dados, tendrás la tarea de interpretar
el siguiente texto a partir de los movimientos de lectura. No olvides recurrir a tus esquemas
construidos, producto de los textos que has leído y que tienen relación con las ideas del texto que
te presentamos a continuación. Si bien queda imposible relacionar la producción con el autor
(toda vez que es un seudónimo), te recomendamos que amplíes el análisis con consultas relacionadas con las referencias que hace el autor de ciertos escritores y de ciertas obras. ¡Adelante!
Texto base para el ejercicio
LA SOCIEDAD DE LOS LECTORES MUERTOS13
8QDFUtWLFDDORVJXVWRVOLWHUDULRVGHODMXYHQWXG
Creo que los jóvenes estamos volviendo a leer. Nos ha picado el bicho de lo literario – tanto en prosa como en poesía – y venimos redescubriendo esta actividad. Claro, no podría faltar el pero: dentro
de lo positiva que es esta manifestación, es inquietante el distanciamiento que se toma hacia todo lo
“—‡•‡ƒ…Žž•‹…‘ǡ†‡Š‡…Š‘ǡ‹‰‘”ž†‘Ž‘›Ž‹‹–ž†‘•‡ƒŽ‘•‡•…”‹–‘•“—‡•—’‡”ϐ‹…‹ƒŽ‡–‡ƒ’ƒ”‡–ƒ
más contenido, o son más fáciles. Comprensible. Porque si hemos de juzgar a la literatura por la fuerza de la impresión inicial, no dudo que Miguel de Cervantes Saavedra será removido de su lugar privilegiado en favor de Richard Bach, o Carlos Cuauhtémoc Sánchez, o Anthony de Mello, o Walter Riso.
13 “Un soldado de Puerto Berrío”, “El Colombianito”, publicación de El Colombiano, Medellín, 3 de marzo de 1990, p. 2.
Sobre esto daré mi opinión personal. Y empezaré tomando lo que dice José Asunción Silva en su
poema Avant-Propos:
¡Pobre estómago literario que lo trivial fatiga y cansa
no sigas leyendo poemas llenos de lágrimas
historias, leyendas y dramas
–‘†ƒ•Žƒ••‡•‹„Ž‡”Àƒ••‡‹””‘ž–‹…ƒ•
’ƒ”ƒ…‘’Ž‡–ƒ”‡Ž”±‰‹‡“—‡ˆ‘”–‹ϔ‹…ƒ›Ž‡˜ƒ–ƒǡ
Ensaya una dosis de estas gotas amargas.
‘…”‡‘“—‡•‡ƒ„—‡ƒ‹†‡ƒ‹”‡š…Ž—•‹˜ƒ‡–‡–”ƒ•Ž‘‹’ƒ…–ƒ–‡ǡŽ‘“—‡ŽŽ‡ƒǡŽ‘—›ƒ‹ϐ‹‡•–‘ǡ
lo que muy fácilmente expresa los sentimientos propios. Ciertamente es el acercamiento más sencillo
›’Žƒ…‡–‡”‘Ǥ‡”‘Ž‘‡•’”‡…‹•ƒ‡–‡’‘”“—‡‘‹’Ž‹…ƒ—‰”ƒ†‘•‹‰‹ϐ‹…ƒ–‹˜‘†‡…‘’”‘‹•‘…‘Ž‘
que se lee. En últimas, al leer estas comidas que llenan, lo único que se está haciendo es mirarse en
—‡•’‡Œ‘Ǥƒ‡”ƒ†‹ϐÀ…‹Ž†‡ƒ’”‡†‡”Ȅ‘‡…‘–”ƒ”ȄƒŽ‰‘—‡˜‘ǡ†‡Ž‘—…Š‘“—‡Šƒ›ƒŽŽžƒˆ—‡”ƒǤ
Realmente leer Juventud en éxtasis, o Aprendiendo a quererse a sí mismo, o De regreso a casa, o
Juan Salvador Gaviota es más placentero que leer El Quijote. Mas yo lo que sospecho es que cuando en
este último aceptamos el reto de sentarnos ante él y devanarnos los sesos, aprenderemos a leer algo
ž•“—‡†‡ƒ“—‡Ž‡‘–‹˜‘Ž‹„”‹–‘“—‡ƒ’‡Žƒƒ—‡•–”‘•—’‡”ϐ‹…‹ƒŽ†‡•‡‘†‡˜‘Žƒ”ǡ†‡•‡”–”ƒ•…‡†‡–ƒǦ
les, de vencer en la vida, lograr ser uno mismo. Son simples ideas comunes a todos, establecidas de
una manera vaga que cada cual puede acomodar a su visión propia. Juan Salvador Gaviota, para mí,
tiene tanto contenido como la frase “No hay nada imposible, sólo hombres incapaces”.
Sin embargo, es cierto que la capacidad y el gusto propios a cada uno tal vez sólo nos permitan
llegar a cierto punto en las gotas amargas. Algunos tendrán que admitir —y creo que no hay por qué
sentir vergüenza de ello— que no podrán aguantar La Celestina, El cantar del Mío Cid, Edipo Rey, La
‹˜‹ƒ‘‡†‹ƒǡƒ‹†ƒ‡•—‡Ó‘ǡ‡–…Ǥ
‡”•‘ƒŽ‡–‡ǡ›‘‰—•–‘†‡Ž‘•…Žž•‹…‘•‘†‡”‘•Ǥƒ‘–ƒÓƒž‰‹…ƒ†‡‘ƒ•ƒǡŽ‹•‡•†‡
ƒ‡•‘›…‡ǡ†‹×•ƒŽƒ•ƒ”ƒ•†‡‡‹‰™ƒ›ǡƒ’‡•–‡†‡ƒ—•ǥ‡Ž‘•Ž‘…ƒŽ‡•ǡ‹‡ƒÓ‘•†‡•‘Ž‡Ǧ
dad, La casa de las dos palmas.
Son obras que requieren un grado de compromiso más elevado. Pero una vez que adquieres un
compromiso tan elevado, te tienes que quedar con ellas. Mientras, el trivial atractivo de lo impactante sólo basta para decir que la literatura sea como una moda. Muy buena, mientras duró; pero ya se
acabó.
Bibliografía complementaria
Casaseca Hernández, Salustiano, 2004, El aprendizaje cooperativo de la comprensión lectora, Series
—ƒ†‡”‘•†‡‡‰—ƒ›‘—‹…ƒ…‹×ǡ•’ƒÓƒǣŽŒ‹„‡
Lomas García, Carlos, 2001, El aprendizaje de la comunicación en las aulas, Barcelona: Paidós.
Rumelhart, David, 1997, Hacia una comprensión de la comprensión en: La lectura. Santiago de Cali:
Editorial Universidad del Valle p.p. 25 - 51.
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Mediador de lecto-escritura y técnicas de estudio
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