hematología

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HEMATOLOGÍA
El Laboratorio de Análisis Veterinarios realiza la hematología por medio de un
autoanalizador ADVIA 120 (Siemens). Este instrumento está provisto de un programa
informático, para distintas especies de mamíferos. Con este programa se pueden
determinar todos los parámetros hematológicos de todos los mamíferos, ya que
automáticamente se varía el umbral de sensibilidad, adaptándose a los diferentes
tamaños celulares de cada especie.
El instrumento, por medio de un láser, cuenta al menos 10.000 células (hematíes,
leucocitos o plaquetas), y por medio de distintos reactivos y según el tamaño celular
realiza la fórmula leucocitaria.
La forma de trabajar del instrumento, y la interpretación de los resultados se explica a
continuación, de forma detallada. Al tratarse de un citómetro de flujo y contar un
número elevado de células, los resultados son más precisos que si se realizara este tipo
de análisis en otros analizadores hematológicos o de forma manual, debido a su
tecnología. Para mayor información sobre la interpretación de este tipo de gráficas,
reproducimos el siguiente artículo:
INTERPRETACIÓN DE PARÁMETROS GRÁFICOS EN HEMATOLOGIA.
Reproducción del artículo: Interpretación de Parámetros Gráficos en Hematología.
Sánchez Visconti, G. Pequeños Animales (58), 47-56. 2005.
INTRODUCCIÓN
El diagnóstico clínico se basa en una recopilación de datos que nos informan acerca del
estado de salud de un animal. Uno de esos datos son los que nos proporcionan los
análisis clínicos, y dentro de ellos están los informes hematológicos.
Hoy en día los laboratorios de análisis clínicos disponemos de autoanalizadores
hematológicos que nos generan multitud de datos numéricos y gráficos de la serie roja,
blanca, plaquetas, células anormales y precursoras. Aunque estamos acostumbrados a
fijarnos a primera vista en unos pocos valores hematológicos, como son el número de
hematíes, leucocitos y plaquetas, cantidad de hemoglobina, hematocrito y porcentaje de
poblaciones leucocitarias, el resto de parámetros que nos proporcionan estos
instrumentos nos ayudan a obtener una mayor información, y por tanto mayor potencia
diagnóstica.
En este artículo explicaremos como interpretar las gráficas de los informes
hematológicos y su variación en diversas patologías, consiguiendo con ello poder llegar
a un diagnóstico bastante acertado de la enfermedad. Puesto que un gráfico no es más
que la representación de dos variables y todo gráfico se compone por tanto de datos
numéricos, también explicaremos que significan esos datos, y sus intervalos numéricos
de referencia. Existen muchos tipos de autoanalizadores hematológicos, pero todos ellos
determinan los mismos parámetros y todos desarrollan gráficas. Los instrumentos que
analizan 5 poblaciones de leucocitos lógicamente nos darán mayor información que los
de 3 poblaciones, por lo que su utilidad para el diagnóstico también será mayor. Nuestro
laboratorio trabaja con un citómetro de flujo, provisto de un láser, el Technicon H1
(Bayer), por lo que las gráficas que mostraremos corresponden a este instrumento,
aunque en algunos casos la forma de las gráficas no coincida con las de otros
autoanalizadores de otras marcas comerciales, el fundamento numérico es el mismo.
Como vemos en la figura 1, se representa un informe hematológico de un perro y en la
tabla I se resumen las abreviaturas que suelen aparecer en los informes A partir del
informe, comentaremos todos los parámetros de la serie roja, blanca, plaquetas y
variaciones de todos ellos en patologías concretas.
Figura 1
TABLA I
LEU = Leucocitos/µL
HEM =Hematíes/µL
HB = Hemoglobina total g/dL
HCT = Hematocrito %
VCM = Volumen corpuscular medio fL
HCM = Hemoglobina corpuscular media pg
CHCM = Concentración de hemoglobina corpuscular media g/dL
RDW = Ancho de distribución de hematíes %
HDW = Ancho de distribución de hemoglobina g/dL
PLQ = Plaquetas/µL
VPM = Volumen plaquetar medio fL
PDW = Ancho de distribución de plaquetas %
PTC = plaquetocrito %
NEUT = Neutrófilos/µL ó %
LINF = Linfocitos/µL ó %
MONO = Monocitos/µL ó %
EOS = Eosinófilos/µL ó %
BASO = Basófilos/µL ó %
LUC = Células grandes no teñidas/µL ó %
Abreviaturas (y sus unidades) que suelen aparecer en los informes hematológicos.
SERIE ROJA
En el canal de células rojas y plaquetas, el instrumento esferocita los hematíes, los hace
pasar por un capilar de uno en uno y los cuenta, dando el número de hematíes por
volumen de plasma (HEM x106/µL), y por medio del láser determina el volumen y el
índice de refracción de los mismos. Al estar las células esferocitadas, puede determinar
el volumen sin error (VOLUM. HEM), midiendo su diámetro. El volumen medio de
hematíes para un perro es de 45 a 95 fL, y para un gato de 29 a 70 fL. De la suma de la
determinación del volumen obtenido célula por célula y del número de hematíes, se
calcula:
HC: hematocrito o la relación del volumen de hematíes con el de la sangre total.
HC = VCM x HEM/1000
VCM: volumen corpuscular medio de cada hematíe. Se calcula por estadística.
En la figura 2 se representa la gráfica de volumen de hematíes dentro de dos líneas, que
comprenden los valores normales antes indicados. Como podemos observar, en esta
gráfica se ordenan los hematíes por tamaño de menor a mayor, por lo tanto podemos
deducir que la gráfica es simplemente una curva de Gauss. En algunas ocasiones esta
gráfica se desplaza hacia la izquierda, lo que significa que existe una población
importante de células que son pequeñas. En el informe entonces aparecen 1,2 o 3 cruces
en microcitósis (MICRO). Por el contrario, si la gráfica se desplaza hacia la derecha, la
población dominante será macrocítica (MACRO), apareciendo cruces en esa casilla del
informe.
Figura 2
Los límites de la curva de esta gráfica deben estar comprendidos entre los valores de
volumen antes indicados, por lo que otro parámetro a tener en cuenta es el ancho de
distribución de hematíes, o el ancho de la curva (RDW), el cual representa de forma
numérica, el coeficiente de variación del mínimo y máximo de la curva, o histograma de
la figura 2.. Su utilidad es informar numéricamente de la existencia de anisocitósis, es
decir de la variación del volumen eritrocitario. Ésto ocurre cuando existen varias
poblaciones de distinto tamaño. Si tenemos un RDW elevado y en el histograma hay
una población desplazada hacia la izquierda, y/o hacia la derecha, en el informe
aparecerán cruces en anisocitósis (ANISO).
Al medir el índice de refracción de los hematíes, el instrumento calcula la concentración
de hemoglobina por hematíe (CONC HB), siendo de 25 a 39 g/dL en perros y de 26 a
40 g/dL en gatos. De la suma de esta concentración, medida célula a célula, se
determina por cálculo:
CHCM: concentración corpuscular media de hemoglobina o la cantidad de hemoglobina
contenida en 100 mL de hematíes. CHCM = HB/HCTx100.
Exactamente igual que para el volumen de los hematíes, obtenemos una gráfica de
concentración de hemoglobina (figura 3), donde se distribuyen de menor a mayor las
distintas cantidades de hemoglobina contenida en los hematíes, siendo el ancho de esta
curva (HDW) el parámetro que nos informa sobre posibles fenómenos de anisocromía
(ANISOCR). La desviación del histograma de hemoglobina hacia la izquierda, por tanto
implica hipocromía (HIPO) y hacia la derecha hipercromía (HIPER). El HDW, por
consiguiente, será la desviación estándar de la curva de hemoglobina, y un valor de este
parámetro elevado significa anisocromía, apareciendo en el informe cruces en la casilla
de ANISOCR.
Figura 3
Adicionalmente, el instrumento determina la hemoglobina (HB) de forma habitual
(convirtiéndola en cianometahemoglobina, y midiéndola espectrofotométricamente), y a
partir de ahí por cálculo se obtiene la HCM: hemoglobina corpuscular media o valor
medio de hemoglobina en cada hematíe.
HCM = 10 x HB/HEM.
Una vez definidos estos parámetros, veremos la utilidad de todos estos índices, que es
simplemente poder clasificar los distintos tipos de anemias. Normalmente se define una
anemia como un descenso en los valores de hemoglobina y/o del hematocrito, por
debajo de lo normal.
En las ANEMIAS FERROPÉNICAS suele existir parte de la población de hematíes que
son microcíticos, pero a veces el número de ellos es tan pequeño, que no suele afectar al
VCM total. Además, aunque las anemias ferropénicas no son regenerativas (para
considerar una anemia como regenerativa, el índice de reticulocitos debe de ser de 2.5 ó
mayor), la consecuente respuesta de la médula ósea produce células macrocíticas
hipocrómicas, con lo cual el VCM suele llegar a ser normal. En este caso, para llegar a
un diagnóstico acertado el valor del VCM no nos sirve, por lo que debemos fijarnos en
la desviación de los histogramas de volumen de hematíes y concentración de
hemoglobina (figura 4A), donde observamos que claramente hay una población
destacada hacia la izquierda en cada uno de ellos, es decir existe una población de
células microcíticas, y cierta cantidad de hemoglobina baja (hipocromía). Así mismo
aparecerán alarmas en MICRO e HIPO, así como RDW y HDW alterados. Si
posteriormente medimos los niveles de hierro sérico y son bajos, corroboraremos el
diagnóstico.
Figura 4
Las ANEMIAS REGENERATIVAS se producen únicamente por dos causas: por
hemólisis y hemorragias. En este tipo de anemias, la alta producción de células por parte
de la médula ósea (para reemplazar los hematíes perdidos) aporta a la sangre gran
cantidad de células jóvenes y precursoras, entre ellas los reticulocitos. Las células
precursoras son macrocíticas e hipocrómicas. Este tipo de células también aparecen en
transfusiones y muestras sanguíneas de varios días. En la figura 4B podemos observar
como en el histograma del volumen de hematíes existe una población macrocítica (la
curva se desplaza hacia la derecha), y sin embargo en el gráfico de concentración de
hemoglobina, aparece una población en la zona de la izquierda, indicando hipocromía.
Esto se traducirá en forma de alarmas morfológicas de MACRO e HIPO. Así mismo,
los valores de RDW y HDW aparecerán aumentados. La consecuencia es que este tipo
de informe nos refleja un aumento de la eritropoyesis, hecho que aparece en anemias
inmunomediadas, hemorragias y en infecciones producidas por hemobartonella (en
gatos) y a veces en babesiosis y ehrlichiosis.
Existe una tercera posibilidad de anemia, y es la que cursa con células macrocíticas y
normocrómicas. Esta situación puede ocurrir en gatos, a veces en infección por el virus
de la leucemia felina, y en perros en algunos casos raros de mal absorción de vitamina
B12 o en tratamientos con antagonistas de los folatos (difenilhidantoína y metotrexato,
por ejemplo). En un proceso de CID (coagulación intravascular diseminada) se
producen esquistocitos, o fragmentos de hematíes que pueden también pueden aparecer
en el histograma como células microcíticas.
Las plaquetas se cuentan en el mismo canal que los hematíes, aunque sus resultados se
diferencian de éstos, debido a que tienen un índice de refracción distinto entre sí.
Mientras que los hematíes este índice está por encima de 1.38, el de las plaquetas no
supera esta cifra. Por tanto, de la misma forma que con los hematíes, también se obtiene
un histograma de su volumen (figura 5) o VOLUM. PLQ, así como el volumen
plaquetar medio o VPM, siendo de 6 a 11 fL en perros, y de 4 a 6 fL en gatos.
Figura 5
Estos dos parámetros nos van a ser de gran utilidad para evaluar una trombocitopenia.
Un VPM aumentado nos estará indicando una activación de la trombopoyesis, dado que
las plaquetas grandes suelen ser más jóvenes que las pequeñas, y la causa puede ser
debida a una trombocitopenia, aunque no se pueda diferenciar el origen de la misma.
VPM aumentados también se pueden hallar en alteraciones de la médula ósea,
coagulación intravascular diseminada y trombocitopenia inmunomediada. Además, para
las plaquetas también se obtienen otros índices, como son el plaquetocrito o PTC, que
indica la relación del volumen de plaquetas con el de la sangre total, y el ancho de
distribución de plaquetas (PDW) que representa el ancho de la curva de VOLUM. PLQ.
Nos podemos encontrar un PDW aumentado en trombocitopenias inmunomediadas y en
ehrlichiosis. En este caso el número de plaquetas es pequeño y la curva de VOLUM.
PLQ es casi una línea (figura 6).
También podemos saber si existe agregación plaquetaria, por una imagen característica
que se visualiza en la gráfica de perox (figura 7). En esta gráfica se observa una nube de
puntos de forma lineal, orientándose a 45 0 en dicha gráfica. Esa nube de puntos son
plaquetas agregadas, y el número total de plaquetas puede estar disminuído. En otras
ocasiones podemos observar un pico a la izquierda del histograma de plaquetas, que
corresponde a fragmentos de hematíes.
Figura 6
La trombocitopenia nos indica el desarrollo de un proceso patológico, aunque hay que
tener en cuenta que algunas circunstancias nos pueden llegar a disminuir el número de
plaquetas. El almacenamiento de la sangre por espacio de 2 días, no afecta al recuento
de plaquetas, según Willard en 1989, siendo este hecho además comprobado en nuestro
laboratorio. Sin embargo, el uso de heparina sódica-litio como anticoagulante,
disminuye el número de plaquetas. En los gatos la agregación de plaquetas es un hecho
frecuente, por lo que a veces se puede obtener una falsa trombocitopenia. Esta situación
suele aparecer en muestras muy pequeñas, donde la proporción de anticoagulante en el
tubo de muestra, respecto a la sangre, es alta.
Figura 7
LEUCOCITOS
Dos son los canales por los que el instrumento determina el número de leucocitos y sus
diferentes tipos de poblaciones, así como células precursoras y patológicas de la serie
blanca. Uno de ellos es el canal de peroxidasa. En este canal se clasifican los distintos
tipos de leucocitos. Una vez lisados los hematíes, se cuenta el número de leucocitos
(entre 5.000 y 15.000), y por métodos citoquímicos se determina la actividad
peroxidásica de cada población de leucocitos, clasificándose cada uno de ellos en base a
su tamaño y actividad peroxidásica. En la figura 8 se muestran las distintas áreas donde
se orientan cada una de las poblaciones de leucocitos en un perro.
Figura 8
Así, los linfocitos se agrupan hacia la izquierda y abajo del histograma, ya que son
células pequeñas y poco teñidas, y los neutrófilos arriba y a la derecha, al ser mayores y
poseer mayor tinción. En gatos, los eosinófilos son las células más grandes, aunque no
se tiñen con la peroxidasa, por lo que se localizan en la parte superior de la gráfica,
encima de los neutrófilos. Como hemos visto anteriormente, también se cuentan en el
canal de perox las plaquetas agregadas. Existe un parámetro que es el índice de
actividad peroxidásica media de la población de neutrófilos, o MPXI. Si es alto, indica
la presencia de cayados, dando alarmas en forma de cruces en la casilla D. IZQ. Si por
el contrario es bajo, indica una patología de la serie mieloide. El MPXI en un perro se
halla comprendido entre 0 y 8, y en un gato entre 0 y 10.
Hay también un área donde se agrupan las LUC o células grandes no teñidas, que
corresponden a linfocitos grandes hiperactivos, linfoblastos, mieloblastos y en general
células patológicas. El porcentaje de LUC normal se halla entre el 0 y 3 % en perros, y
entre el 0 y 1 % en gatos. Estas células no se tiñen con peroxidasa, y su aumento nos
puede ayudar a diagnosticar una posible leucemia. La figura 9 muestra una gráfica de un
perro (resultado real) con leucemia linfoblástica aguda (foto 1). Se puede observar como
la mayoría de las células están encuadradas en la zona de LUC, ya que los linfoblastos
son células grandes que no se tiñen con la peroxidasa. También se observa una
población anormal en el histograma de baso-lobularidad, en la zona correspondiente a
los basófilos, debida a un aumento de linfoblastos. Un aumento de LUC se traduce en
alarmas como IG + (granulocitos inmaduros), ATIP + (linfocitos atípicos).
Figura 9
Foto 1
En el otro canal, el de baso-lobularidad, se determinan leucocitos mononucleares
(linfocitos y monocitos) y polimorfonucleares (neutrófilos, eosinófilos y basófilos). Los
polimorfonucleares también presentan gránulos en su citoplasma, por lo que también se
denominan granulocitos. Los núcleos de los leucocitos son separados de su citoplasma
(excepto en los basófilos), y se tiñen y ordenan según su tamaño, los lóbulos nucleares
que presenta y su índice de refracción, clasificándose de esta forma en polimorfo
nucleares (PMN), mononucleares (MN) y basófilos (figura 8). Así se obtiene una
gráfica en forma de “gusano", donde en la cabeza se agrupan los MN y en el cuerpo los
PMN. Los PM son más densos que los MN, debido a la lobularidad y a que tienen una
cromatina muy compacta, por eso se distribuyen hacia la derecha de la gráfica (el
cuerpo). Cuando hay desviación a la izquierda, los núcleos de los cayados están menos
segmentados y tienen la cromatina más dispersa, y por lo tanto menos densa que los
neutrófilos, por lo que estas células se localizan en el cuello del “gusano”. Si existe una
severa granulación tóxica de los neutrófilos, el núcleo también es menos denso, y estas
células también se acumulan en la zona del cuello del “gusano”. El índice de
lobularidad (IL) refleja el grado de segmentación de los leucocitos. Si el índice es alto,
la población es predominantemente poli lobulada, indicando un aumento de la serie
granulocítica, como en el caso de inflamaciones o infecciones. Si por el contrario este
índice es bajo, la población que abunda es la mononucleada, indicando que existe
desviación a la izquierda, en forma de alarma (D. IZQ +), o alteraciones de la serie
linfoide o mieloblástica, apareciendo en este caso una alarma en BLASTS (blastos). En
casos extremos donde el número de eosinófilos es muy alto, pueden aparecer éstos
como una panza en el cuerpo del “gusano”. Por último, algunos artefactos pueden
aparecer en la zona de los PMN, como es el caso de la lipemia. Los quilomicrones se
localizan en esta zona en forma de S, por debajo del cuerpo del “gusano”.
CONCLUSIONES
La automatización en los laboratorios es actualmente algo habitual, no sólo por el alto
número de muestras que se procesan a diario, sino por la precisión en los análisis. Los
humanos tendemos a creer en lo que vemos, y es difícil concebir que un instrumento sea
capaz de distinguir entre distintos tipos de células. Sin embargo, afortunadamente hoy
en día existen autoanalizadores que realizan con éxito este tipo de análisis. Con
instrumentos como el descrito en este artículo, no sólo podemos determinar el número
de células blancas, rojas y plaquetas, sino que además podemos detectar células
precursoras y patológicas, y diagnosticar con antelación a la realización de pruebas más
específicas y sofisticadas, distintas patologías de la sangre.
El gran avance de los analizadores hematológicos son las gráficas que procesan. En el
caso de los hematíes, por medio de curvas que representan su tamaño y cantidad de
hemoglobina, podemos ser capaces de clasificar, a simple vista, el tipo de anemia e
incluso detectar células rojas precursoras. También podemos saber si existen fragmentos
de hematíes. Con las plaquetas podemos saber si su número es real, por estar o no
agregadas. Pero el mayor avance en hematología veterinaria, con este tipo de
instrumentos, es la determinación de los distintos tipos de células blancas. Se pueden
determinar las cinco poblaciones de leucocitos en perros y gatos, pudiendo saber por su
número si existe un proceso inflamatorio, desviación a la izquierda, tendencia a un
proceso alérgico o una infección parasitaria. Pero lo más importante es que podemos
detectar células tumorales, en forma de células precursoras, y por medio de las gráficas
y los índices numéricos, saber si el animal es normal o presenta alguna alteración como
las leucemias, parvovirosis o eosinofilia, entre otras.
Por tanto, la ventaja que presenta, los informes de este tipo es la rapidez y la precisión
con la que nos enfrentamos a una patología de tipo hematológico, o de otro tipo, pero
que se refleja en cambios en los parámetros normales sanguíneos. Aprendiendo a
observar todos los datos que el informe nos proporciona, sacaremos el mayor partido a
los resultados hematológicos.
TABLA II
PERROS --------------------------------------------------------- GATOS
LEU 4.6 –17.4---------------------------------------------------------LEU 5.5 – 19.5
HEM 5.7 – 8.9---------------------------------------------------------HEM 5.5 – 10
HB 13 – 2-------------------------------------------------------------- HB 8 – 14
HTC 40 – 63----------------------------------------------------------HTC 24 – 45
VCM 64 – 78--------------------------------------------------------- VCM 39 – 55
HCM 21 – 26--------------------------------------------------------- HCM 12 – 18
CHCM 30 – 36-------------------------------------------------------CHCM 30 – 36
RDW 11 – 15-------------------------------------------------------- RDW 14 – 19
HDW 1.4 – 2.6------------------------------------------------------ HDW 1.7 – 2.7
PLQ 82 – 3------------------------------------------------------------ VPM 4 – 6
PDW 33 – 65--------------------------------------------------------- PDW 25 – 65
PTC 0.09 – 0.25----------------------------------------------------- PTC 0 – 0.3
CONC. HB 25 –39-------------------------------------------------- CONC. HB 25 - 40
VOLUM. H 25 – 39--------------------------------------------------- VOLUM. H 29 - 70
NEUT(%) 45 - 76----------------------------------------------------- NEUT(%) 35 – 75
LINF(%) 16 – 45------------------------------------------------------ LINF(%) 20 – 55
MONO(%) 1 – 8------------------------------------------------------- MONO(%) 1 – 4
EOS(%) 1 – 10-------------------------------------------------------- EOS(%) 1 – 10
BASO(%) 0 – 2-------------------------------------------------------- BASO(%) 0 - 2
LUC/%) 0 – 3----------------------------------------------------------- LUC(%) 0 – 1
IL 2.1 – 2.9-------------------------------------------------------------- IL 1.6 – 2.4
MPXI 0 – 8--------------------------------------------------------------- MPXI 0 – 10
Valores normales, para perros y gatos, de los distintos parámetros que suelen aparecer
en los informes hematológicos.
BIBLIOGRAFIA
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Technicon) of microcytic and hypercromic red cell populations in pediatric patients
affected by hereditary spherocytosis (HS). Haematologica. 1989; 74: 547-553.
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711-724.
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- Sánchez Visconti, G. Interpretación de la fórmula leucocitaria. ARGOS, Abril de
2002., 42-44.
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- Willard M.D., Tvedten H.W., Turnwald G.H.. Small Animal Clinical Diagnosis by
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- Tvedten H.W. Multi-Species Hematology Atlas Technicon H.1E System. Bayer
Diagnostics, 1993.
- Manual de técnicas de laboratorio en hematología. Vives, J.Ll y Aguilar, J.Ll.. Salvat,
1990.
De todas formas, en la clínica se pueden determinar parámetros hematológicos también
de forma manual. El número de los distintos tipos de células se puede obtener mediante
cámaras de recuento, y las plaquetas con tinciones específicas. Respecto a la fórmula
leucocitária, tras una tinción se pueden clasificar al microscopio las distintas
poblaciones de forma manual, según su morfología, como se muestra en un artículo que
adjuntamos.
FÓRMULA LEUCOCITARIA: INTERPRETACIÓN
Reproducción del artículo: Interpretación de la fórmula leucocitaria. Sánchez Visconti,
G. ARGOS, Abril de 2002., 42-44.
Los leucocitos son las células que, por sus características, nos proporcionan más
información sobre el estado general de salud de un paciente. Responsables de la defensa
del organismo, ya que eliminan cualquier agente infeccioso (bacterias, virus o
parásitos), actúan en procesos inflamatorios, son los mediadores del funcionamiento de
las vacunas y, como cualquier otro tipo de células, pueden sufrir alteraciones, dando
lugar a diversas neoplasias.
Los leucocitos se dividen, según la presencia o ausencia de gránulos en su citoplasma,
en granulocitos y agranulocitos.
Granulocitos:
- Neutrófilos.
- Eosinófilos.
- Basófilos.
- Agranulocitos:
- Monocitos.
- Linfocitos.
El recuento en la sangre del número de cada una de estas células, expresado en
porcentaje, es lo que se denomina FÓRMULA LEUCOCITARIA o leucograma.
REALIZACIÓN DE LA FÓRMULA LEUCOCITARIA:
La forma más sencilla y exacta de realizar una fórmula leucocitaria es con un frotis
sanguíneo. Para ello se debe obtener una fina capa de sangre entera recién extraída, o
conservada en anticoagulantes (EDTA disódico-tripotásico, heparina sódica-litio o
citrato sódico), extendiendo la sangre en un porta objetos y ayudándonos con el borde
de otro. Una vez seca la extensión, ésta se tiñe con un colorante de tipo Romanowsky;
tras un lavado y secado, se añade una gota de aceite de inmersión y se observa al
microscopio en el objetivo 100X. La mejor zona de observación es desde la mitad del
frotis hacia el extremo más fino, empezando de arriba abajo, y de izquierda a derecha,
para evitar contar simultáneamente la misma célula. Contando de 100 a 200 células,
podremos calcular el porcentaje final de los distintos tipos celulares sin demasiado
error.
Actualmente existen autoanalizadores hematológicos que de modo automático realizan
la fórmula leucocitaria. Estos instrumentos hoy en día están muy introducidos en
muchas clínicas veterinarias, y todos ellos nos informan correctamente del número de
leucocitos totales. Sin embargo, respecto a la fórmula, los únicos analizadores
hematológicos que pueden competir con el ojo humano son los citómetros de flujo.
Debido a su tecnología y al número elevado de leucocitos que son capaces de contar
(cerca de 10.000), estos analizadores nos proporcionan una fórmula leucocitaria de 5
POBLACIONES con una precisión cercana a la nuestra y realizan distintos tipos de
gráficas que son extremadamente útiles, ya que existen ciertos patrones compatibles con
algunas patologías, y además nos ayudan a detectar cualquier error en la fórmula. Con
cualquier otro tipo de instrumentos, únicamente tendremos una aproximación de la
fórmula leucocitaria, por lo que ésta debería ser realizada manualmente, y
fundamentalmente cuando nos hallemos ante una fórmula alterada.
Nuestros intervalos de referencia para los distintos tipos de leucocitos son:
PERROS/GATOS
Neutrófilos: 45 – 76 %./ 35 – 75 %.
Linfocitos: 16 – 45 %. / 20 – 55 %.
Monocitos: 1 - 8 %./ 1 - 4 %.
Eosinófilos: 1 – 10 %. / 1 – 10 %.
Basófilos: 0 – 2 %./ 0 – 2 %.
FUNCIÓN DE LOS DISTINTOS LEUCOCITOS:
Debemos considerar cómo actúa cada tipo de leucocito para poder entender en qué tipo
de alteraciones puede variar su número, lo cual se reflejará en la fórmula leucocitaria.
De forma general, podemos dividirlos en fagocitos e inmunocitos.
Los fagocitos son los neutrófilos, eosinófilos, y monocitos. Son células que aparecen
como primera línea de defensa contra agentes infecciosos. Su número, por tanto, se
incrementará en todos los procesos que impliquen una agresión, tanto bacteriana como
parasitaria. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los eosinófilos no tienen un papel
predominantemente fagocitario, como veremos más adelante. Aunque todos los
fagocitos no actúan de la misma forma, es importante señalar que son atraídos, frente a
cualquier agresión, hacia un lugar específico del organismo por medio de antígenos
(propios o extraños), o por sustancias quimiotácticas liberadas. Este fenómeno de
atracción celular se denomina quimiotaxis. Esto significa que en procesos
inflamatorios, donde se libera una gran cantidad de este tipo de mediadores, también
nos encontraremos con un alto porcentaje de fagocitos.
Según lo expuesto, su número aumentará en procesos:
1. Infecciosos.
2. Inflamatorios.
3. Inmunomediados.
Los inmunocitos son los linfocitos. Éstos se dividen en linfocitos T y B. Los linfocitos T
son los responsables de la inmunidad celular. Su papel es el de reconocer a un antígeno
extraño y desencadenar toda la respuesta inmunitaria. Aparte de controlar y regular el
sistema inmunitario, también pueden actuar directamente sobre virus o células
tumorales. Los linfocitos B por su parte, tras su transformación en células plasmáticas,
producen inmunoglobulinas o anticuerpos, siendo los responsables de la inmunidad
humoral. El papel de los anticuerpos es mediar en la identificación exacta del antígeno
extraño, y promover en definitiva la actuación específica de las células fagocíticas y en
general la respuesta inmunitaria. Ciertos clones de linfocitos B permanecen como
circulantes actuando como memoria del sistema inmunitario y facilitando una respuesta
más rápida ante una posterior exposición a los mismos antígenos. Las células de
memoria son las responsables de la inmunidad que se adquiere al paso de muchas
infecciones o inducida por la vacunación.
El número de linfocitos se elevará en procesos:
Inmunomediados.
En cierto tipo de tumores.
Independientemente de las agresiones que sufra el organismo, otro tipo de causas puede
incrementar el número total de leucocitos, o en particular de alguno de sus tipos. El
ejemplo más claro lo tenemos en la acción de los glucocorticoides sobre los leucocitos,
los cuales inducen a un aumento del número total de los mismos, y en particular de
neutrófilos, además de producir linfopenia.
El ejercicio y el estrés son otras causas que producen leucocitosis, siendo
predominantemente neutrofílica y monocítica en el perro, y linfocítica en el gato. Por el
contrario, la leucopenia suele aparecer en ciertas enfermedades víricas (como la
parvovirosis) y tras la anestesia.
ALTERACIONES DE LA FÓRMULA LEUCOCITARIA:
Cada tipo de leucocito tiene una función específica en el organismo. A continuación
explicaremos cuáles son, y en qué procesos están involucrados. Su morfología se
describe refiriéndonos a células teñidas.
NEUTRÓFILOS.
Como hemos mencionado anteriormente, los neutrófilos son la primera barrera de
defensa del organismo y normalmente su número es superior al resto de los leucocitos.
Son células de forma redonda, con el núcleo lobulado de color azul oscuro y gránulos en
el interior del citoplasma. Si en el núcleo observamos más de 5 lóbulos, significa que
nos hallamos ante un neutrófilo envejecido. Suelen aparecer en inflamaciones crónicas o
por efecto de los glucocorticoides.
Neutrófilo
El aumento de precursores de los neutrófilos, como los cayados es lo que se denomina
desviación a la izquierda. Los precursores se incrementan cuando existe gran demanda
de neutrófilos hacia un tejido, debido a un proceso inflamatorio. Si el número total de
leucocitos es elevado y hay desviación a la izquierda, podemos tener la sospecha de la
existencia de una infección.
Cayado
Cuando los neutrófilos presentan en su citoplasma un aspecto reticular azulado o
inclusiones granulares de color azul (llamadas corpúsculos de Döehle) se define como
granulación tóxica. Esta granulación se observa en infecciones bacterianas graves e
intoxicaciones. Sin embargo, en gatos se suelen observar normalmente corpúsculos de
Döehle
Así como la neutrofilia aparece en procesos inflamatorios, sobre todo agudos, sean o no
de origen bacteriano, y por efecto de los glucocorticoides (por liberación de
noradrenalina), la neutropenia es debida a ciertos medicamentos (como las
cefalosporinas o algunos anestésicos), a leucemias o por ciertos virus como el
parvovirus y los virus de la leucemia (FeLV) y de la inmunodecifiencia (FIV) felinas.
MONOCITOS.
Los monocitos tienen forma irregular, con el citoplasma basófilo (azulado), a menudo
con vacuolas, y núcleo grande. Es la célula más grande de todos los leucocitos, y si no
se posee demasiada experiencia se puede llegar a confundir con los cayados. Los
monocitos cuando se encuentran dentro de los tejidos, se denominan macrófagos.
Monocito
Su aumento suele ir paralelo al de los neutrófilos. Es por tanto un indicador de
inflamación, sobre todo crónica. En peritonitis infecciosa felina (PIF), suele hallarse en
gran número, tanto en sangre como en líquido ascítico. También su número se eleva en
anemias hemolíticas autoinmunes, debido a que reconocen los antígenos de membrana
propios como si fueran extraños.
EOSINÓFILOS.
Son células con núcleo bilobulado, redondas y con gránulos de color rojo-anaranjado,
cuyo contenido son sustancias antihistamínicas que inhiben la liberación de histamina y
serotonina por parte de los mastocitos. Su función principal es como mediadora en los
procesos alérgicos, aunque también aparece en procesos parasitarios. Así mismo actúan
como moderadores de la inflamación aguda.
Eosinófilo
La eosinofilia, por tanto, se observa en procesos alérgicos, en filariosis y en el caso de
parásitos intestinales cuando éstos están presentes fuera del tracto intestinal. En gatos
también se elevan por procesos asmáticos y evidentemente aumentan en granulomas
eosinofílicos. Los glucocorticoides producen eosinopenia.
BASÓFILOS.
Es raro encontrar en la sangre basófilos. Son células redondas, algo mayores que los
neutrófilos, con el núcleo irregular (suele ser trilobulado) y el citoplasma con gránulos
de intenso color azul. Las Ig E, involucradas en cierto tipo de reacciones de
hipersensibilidad, los estimulan, produciendo la liberación de la histamina y heparina
que contienen sus gránulos, desencadenando todas las reacciones inflamatorias. La
basofilia suele acompañar a la eosinofilia, debido a su papel en los procesos alérgicos. A
veces pueden observarse en número elevado en mastocitomas.
LINFOCITOS.
Este tipo de células, pequeñas, de forma redonda y con un núcleo de color azul oscuro
intenso que ocupa todo el citoplasma, tiene muchos subtipos y distintas funciones:
linfocitos B circulantes (células de memoria), células plasmáticas (producen
anticuerpos), linfocitos T citotóxicos (antivirales), supresores (inhiben la respuesta
inmune) y coadyuvantes o “helper” (inducen la multiplicación y diferenciación de los
linfocitos B y otros linfocitos T).
Linfocito
La linfocitosis es típica de leucemias linfoblásticas, en las cuales suelen observarse
células precursoras. Otras causas distintas, como la vacunación, o en el caso del gato
por estrés, también la pueden producir. La linfopenia suele ser debida a glucocorticoides
y a alteraciones como el quilotórax y los linfomas.
En el cuadro 1 se resume en qué procesos puede aparecer aumento o disminución de
cada tipo de leucocito.
CUADRO 1
NEUTRÓFILOS
NEUTROFILIA
Glucocorticoides
NEUTROPENIA
Inflamación (por infección o no)
Parvovirosis
Cefalosporinas
FeLV-FIV
Leucemias (mieloides)
LINFOCITOS
LINFOCITOSIS
Anestesia
Estrés (en gatos)
Leucemia linfocítica
LINFOPENIA
Vacunas
Glucocorticoides
Quilotórax
MONOCITOS
MONOCITOSIS
Linfosarcomas
Inflamación crónica
Anemia autoinmune
EOSINÓFILO
EOSINOFILIA
PIF
Alergias
Parásitos (filariosis)
Procesos asmáticos (en gato)
BASÓFILOS
EOSINOPENIA
BASOFILIA
Granuloma eosinofílico
Glucocorticoides
Hipersensibilidad (alergias)
Mastocitomas
CONCLUSIONES
La fórmula leucocitaria, como hemos visto, nos puede dar gran información sobre el
estado general de salud de un animal, pero hay que considerar también el número total
de leucocitos, para su correcta evaluación. Como cualquier resultado analítico, la
fórmula leucocitaria por sí misma no es capaz de confirmarnos una patología específica.
Si los resultados obtenidos nos inducen a pensar que existe algún proceso patológico,
esta sospecha se debería complementar con otro tipo de análisis. En el caso de
inflamaciones, si son debidas a parásitos habrá que detectarlos por medio de pruebas
inmunológicas u observación directa. Si el proceso es bacteriano, debería buscarse el
origen y realizar cultivos microbiológicos. Actualmente existen métodos analíticos que
nos evidencian la presencia de ciertos virus. Las neoplasias únicamente se pueden
confirmar por estudios anatomopatológicos, como citologías o biopsias. Todos estos
métodos confirmativos, inducidos por los resultados de la fórmula leucocitaria, siempre
apoyan al diagnóstico clínico.
BIBLIOGRAFIA
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1993.
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- Rodón, J. Hematología Clínica. Canis et Felis. Madrid, 1995.
- Harvey J.W. Interpretation of leukograms. En proceedings de Orlando, 1999.
RETICULOCITOS.
Los reticulocitos son células precursoras de los hematíes y una elevada concentración de
ellos en sangre
significa que nos hallamos ante una
ANEMIA REGENERATIVA. La mejor forma de saber si una anemia es o no
regenerativa, es determinar el ÍNDICE DE RETICULOCITOS (IR).
IR = (% Hematocrito/45) x % Reticulocitos
Si el índice de reticulocitos (IR) es mayor de 2.5, la anemia es regenerativa.
COAGULACIÓN.
Las pruebas de coagulación se determinan en un coagulómetro Coatron M1 (Kemia)
monocanal termostatizado, en plasma obtenido de sangre recogida en citrato sódico. La
concentración de citrato debe ser del 3,2 % y la proporción sangre:citrato debe ser de
9:1.
Las pruebas que se realizan rutinariamente son:
PT o protrombina, agrupa a varios factores de coagulación, constituyendo la vía
intrínseca y común.
PTT o cefalina, el conjunto de estos factores de coagulación es la vía extrínseca y
común.
Fibrinógeno
Aunque se puede determinar cualquier factor, el más importante es el factor Von
Willebrand ya que de todas las alteraciones hereditarias de la hemostasia, es la más
frecuente en perros.
Los factores de coagulación se sintetizan en el hígado, y varios de éllos de las vías
extrínseca e intrínseca (II, VII,IX y X) son dependientes de la vitamina K para poder
desempeñar su papel. Por eso muchas cáusas de alteraciones en la coagulación son
debidas a problemas hepáticos severos o a déficit de vitamina K.
La interpretación de posibles causas más comunes de hemorragia es la siguiente:
•
•
•
PT aumentado, PTT aumentado, Fibrinógeno normal: Deficit de vitamina K
(intoxicación por cumarinas, enteropatías graves) o hepatopatías.
PT normal, PTT aumentado, Fibrinógeno normal: Déficit de algún factor de la
vía intrínseca, tratamiento con heparina o enfermedad de Von Willebrand.
PT aumentado, PTT aumentado, Fibrinógeno bajo: Hepatopatía severa o CID
(coagulación intravascular diseminada).
Hay que tener en cuenta que el citrato sódico de los tubos está en forma líquida y en
cantidad considerable, por lo que si la cantidad de sangre extraída no llega a la marca de
llenado que indican todos los tubos, ésta estará más diluída y por tanto los tiempos de
coagulación pueden ser más alargados.
PDF o Productos de Degradación del Fibrinógeno
Los trombos que aparecen en ciertas enfermedades están formados por fibrina con
enlaces cruzados, cuya digestión producida por la plasmina, da lugar a los PDF
molecularmente distintos a los del fibrinógeno. La aparición de PDF detectables en una
muestra de sangre con citrato sódico, es indicativo de un proceso de caogulación
intravascular diseminada (CID).
BIBLIOGRAFIA
- Nelson, R.W. y Couto, G.G. Manual de medicina interna en pequeños animales.
Harcourt; 2000 (740 -749).
- Vives, J.L. y Aguilar, J.L. Manual de técnicas de laboratorio en hematología. Salvat
;1990 (383 - 400).
- Kitchen, S., Olson, J.D. and Preston, F.E. Quality in Laboratory Hemostasis and
Thrombosis. Wiley-Blackwell, 2009.
- XXVI Congreso Anual de AMVAC. Madrid, 2009.
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