A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS El Canal de Castilla, de Alar del Rey a Medina de Rioseco El autor de este artículo nos relata las impresiones de su particular viaje por los canales del Norte y Campos, legado de unos Ilustrados que no pudieron culminar a tiempo uno de sus grandes proyectos y nos describe los elementos más singulares - esclusas, puentes, dársenas... - de este tramo del Canal de Castilla. Manuel Esteban García, Ingeniero Técnico de Obras Públicas E l Pisuerga llega a Alar del Rey (Palencia) como un río de verdad, tranquilo pero caudaloso. En una de sus curvas, Fernando de Ulloa, un ingeniero militar, remansó sus aguas para tomar parte de ellas y dar nacimiento al Canal del Norte, esto ocurría en 1759, durante la sucesión de Fernando VI a Carlos III. Ulloa había preparado el proyecto de este tramo de los canales, basándose en los datos previos de Carlos Lemaur y Silvestre Abarca, dos ingenieros predecesores suyos en esta larga y azarosa obra, que él dirigió hasta 1786, año en que se jubiló. El canal de Castilla está formado por tres canales que se fueron construyendo desde 1753 hasta 1849, a lo largo de más de 200 kilómetros. Su planta recuerda a una i griega invertida con tres brazos unidos en Grijota a pocos kilómetros de la capital palentina. Son conocidos como el Canal del Norte, en cuya cabecera nos encontramos, el de Campos que fue el que se comenzó primero y se extiende desde Calahorra de Ribas hasta Medina de Rioseco, y el del Sur que desde Grijota une Palencia con Valladolid. El Canal discurre en todo su trayecto por tierras palentinas, salvo dos mínimas incursiones del Canal del Norte en la provincia de Burgos, y los últimos kilómetros de los Canales de Campos y del Sur que discurren por la provincia de Valladolid. TRANSPORTE DE CEREALES Este Canal tenía como principal cometido, según sus promotores Antonio Ulloa y el Marques de la Ensenada, transportar de forma rentable la producción cerealista de esta parte de Castilla a otras zonas deficitarias. Por un lado hacia el centro de la Península uniéndolo con otras redes de canales que nunca llegaron a ejecutarse y por otro hacia el norte dándole salida al mar por el puerto más próximo, Santander a través de Reinosa, cuyo camino se había abierto entre 1749 y 1753. Esclusa nº 7. Retención de la Presa de S. Andrés 38 Los cereales fueron la alimentación básica para la población hasta no hace tanto tiempo y dado A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS los Canales y un buen lugar de partida, pero se pueden elegir otros como comienzo del recorrido. PRIMER PUENTE A unos siete kilómetros, después de pasar las cuatro primeras esclusas y antes de llegar a Herrera de Pisuerga, se encuentra el primer puente. Es de caliza blanca y da acceso al pueblo de Sotovellanos. Su arco y su fábrica son diferentes a los que veremos a lo largo del canal; seguramente se trate de un puente construido en el siglo XIX, por tanto posterior a la construcción de este tramo del Canal. Esclusa nº 7 que su producción depende de la climatología, los años de sequía o pedrisco eran prolegómeno de hambruna y enfermedades. Entonces el Estado se veía obligado a importarlos del extranjero, ya que su transporte en barco los hacia mas competitivos. La Tierra de Campos considerada granero de España, tenía capacidad para abastecer al resto de España e incluso parte de sus colonias, pero siempre tuvo el problema del encarecimiento excesivo del grano por su transporte en carros, único medio empleado entonces. Los caminos estaban en pésimo estado y las lluvias los hacían impracticables, por lo que el Marqués de la Ensenada pensó en buscar una alternativa a este modo de transporte, similar a la que existía en Francia, Holanda o Inglaterra, la construcción de canales para el transporte de mercancías. Esta decisión no fue improvisada, ya se había planteado desde tiempos de Carlos I, siguiendo el ejemplo de los canales de Flandes, pero fue durante el reinado de Fernando VI cuando se decidió siguiendo el espíritu de la Ilustración, enviar a Antonio Ulloa a comprobar sobre el terreno lo que se estaba haciendo en Francia y contratar allí algún ingeniero que pudiera que tuviera buenos conocimientos de topografía, hidráulica y organización de grandes obras como las que se pensaba acometer con varios cientos de kilómetros y unos desniveles que hacían dudar de la viabilidad del proyecto. Hoy en Alar del Rey, pueblo que nació con el Canal y desde donde iniciamos nuestro viaje, existe una agradable zona ajardinada para descanso de caminantes y ciclistas que llegan atraídos por lo que fue el canal o la curiosidad viajera. Este es el punto más al Norte de Al poco de pasar Herrera de Pisuerga encontramos una esclusa de retención que es de las pocas que hoy tienen compuertas, la distinguiremos rápidamente por la arenisca granate de que está hecha y las casetas de maniobras que la flanquean. El paso del tiempo ha erosionado algo la piedra pero aún conserva su buena hechura. Andando unos trescientos metros, encontramos el cruce a nivel del Canal con el río, mediante la presa de San Andrés construida entre 1761 y 1766. Es una obra esmerada, sobria como todas las del Canal, construida también en arenisca roja, que se empleó solo en esta zona del Acueducto de Abanades 39 A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS Canal. La presa hoy día está fundida con otra de construcción bastante posterior que da lugar al nacimiento del canal del Pisuerga. Las dos obras están entrelazadas y aunque no es difícil distinguirlas por los diferentes materiales de construcción, sí que hay que detenerse unos instantes para comprender lo que pretendieron los Ilustrados. Cerca hay un Centro de Interpretación del Canal de Castilla que no pudimos visitar por estar cerrado, quizás allí expliquen por qué los constructores eligieron este método de cruce del Canal con el Pisuerga. A lo largo del recorrido, vamos a encontrar veintisiete esclusas en el Canal del Norte y siete en el de Campos que son al mismo tiempo puentes, y otros diecisiete puentes propiamente dichos así como varios acueductos; lógicamente muchas de estas obras de fábrica fueron realizadas con el mismo diseño, pero no volveremos a encontrar en el recorrido nada similar a la presa de San Andrés, por lo que conviene detenerse y disfrutar un rato de la placidez del lugar. Las obras de fábrica del Canal se han conservado en un estado aceptable aunque desigual según donde nos encontremos, y en general se han restaurado o mantenido los caminos de sirga lo que permite seguir todo el curso de los canales en bicicleta o andando con unas pendientes muy suaves. Cuadruple esclusa fromista CAMINOS DE SIRGA Antes de seguir puede ser conveniente recordar que el arrastre de las barcas que circulaban por los canales, se hacia mediante caballerías que transitaban por los caminos llamados de sirga o de parva situados al borde de los canales. Este medio de transporte que hoy nos puede parecer de 40 Esclusa rectangular A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS época romana, significaba hacia la mitad del siglo XVIII un progreso enorme respecto a los carros. Se podía transportar de una sola vez y con mucho menos esfuerzo bastante más peso, era menos vulnerable a las condiciones metereológicas y en consecuencia su costo era mucho menor. Por otra parte, el sistema de esclusas empleado para salvar las diferencias de nivel, hacía que las compuertas de madera se moviesen sin ayuda de maquinaria, pero aun así el transporte era mucho mas competitivo que el que proporcionaban los arrieros y carreteros, llegando a costar hasta diez veces menos. Puente ensanchado. Piña de campos Triple esclusa. Calahorra de Ribas En Ventosa de Pisuerga dejamos la N-611 para tomar una carretera local paralela al canal, hay varias esclusas con el mismo tipo de piedra que hemos citado y algún antiguo molino, hoy convertido en minicentral. Esta parte el canal del Norte bordea unos pocos pueblos a los que no parece haberles llegado los Fondos Europeos, ni la mejora importante que vemos en las zonas rurales de nuestro país. Aquí el adobe se desmorona y a pesar del agua del canal los pueblos no parecen prosperar. Al llegar a la N-120 en las proximidades del Melgar de Fernamental (Burgos) encontraremos el puente de Carrecalzada, desde allí podemos acercarnos andando hasta el acueducto de Abánades sobre el río Boedo que se encuentra a menos de dos km. Este acueducto de cinco vanos es una de las obras de mayor envergadura que posibilita el discurrir del canal. Está provisto de tajamares y en los encuentros del pretil con los estribos se aprecian adornos que también encontraremos en pequeños pasos sobre arroyos, lo que indica el gusto de sus constructores por las obras bien acabadas, funciona- 41 A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS les, durables y además con una preocupación por la belleza. Continuamos el camino hasta Osorno donde encontraremos un puente perfectamente integrado en el paisaje en contraposición con otro actual 400 m. aguas arriba con arco superior metálico pintado de amarillo cadmio que destaca sobre el llano castellano. Más adelante nos encontraremos con el acueducto de Vallarna que recuerda al de Abánades a escala reducida y que al encontrarse en parte oculto por la vegetación, resulta menos atractivo. A continuación, llegamos a un puente de factura parecida al de Osorno y que da acceso al pueblo de Cabañas de Castilla. Por lo general los puentes y esclusas que iremos encontrando en este ramal son muy similares, pues aunque a veces transcurrieron entre la construcción de unos y otros, más de 60 años, su diseño y método constructivo se mantuvo. Eran otros tiempos más pausados, no ocurría como en la actualidad en que los diseños, técnicas e innovaciones se suceden cada lustro. FRÓMISTA Y SU IGLESIA ROMÁNICA Llegamos a Fromista, que es de los pueblos más conocidos de la zona por su esplendida iglesia románica de San Martín, tiene otras iglesias como la de Santa Mª del Castillo y agradables plazas. En la salida hacia Astudillo, al cruzar de nuevo el Canal encontramos la cuádruple esclusa. Es la más espectacular y la que salva mayor desnivel, pero encontraremos otras esclusas esta vez triples en Calahorra de Ribas, el Serrón(Grijota) y Soto de Albúrez . Las esclusas construidas durante el siglo XVIII, tienen una planta en forma de huso con objeto de per- 42 mitir el cruce de dos barcas, pero las que se construyeron por la compañía concesionaria en el siglo XIX fueron de planta rectangular más estrechas, no permiten el cruce de barcas pero la maniobra es mucho más rápida. A este tipo pertenecen las del Canal de Campos y las ocho últimas del Canal del Sur. A principios del siglo XX el Rey autorizó el uso del Canal para riego y en las esclusas se producen daños importantes al ser demolidas en parte para efectuar desvíos y tomas de agua, que se hicieron de hormigón en vez de sillería. En Piña de Campos encontraremos un puente similar a los anteriores que no hace mucho ha sido ensanchado para permitir el paso de tractores, afortunadamente se ha mantenido el alzado y aparejo de la fábrica con lo que apenas se aprecia la modificación. Es un modelo a seguir que permite conservar la historia y adaptarla a la funcionalidad actual. En Amusco encontramos la ermita de Nuestra Señora de las Fuentes, con unas dimensiones propias de iglesia y un puente sobre el canal en el camino de Amayuelas. Llegamos al termino del Canal del Norte y su conexión con el de Campos, en Calahorra de Ribas, un lugar que conserva suficientes recuerdos para evocar fácilmente la época de construcción del Canal, como el puente del Gallo y el monumento que conmemora que en 1791, siendo rey Carlos IV y dirigiendo las obras Juan de Homar se unieron las aguas de los ríos Carrión y Pisuerga. Habían pasado treinta y dos años desde el inicio de este tramo hasta su unión con los otros ramales. También se conserva el convento de Calahorra, cuya torre sirvió como guía en el trazado del Canal y los edificios y ruinas de algunas fábricas que aprovecharon la energía hidráulica. Allí mismo la triple esclusa hace descender las aguas del canal vertiginosamente en busca del río Carrión, cruzándolo a nivel mediante una presa de retención, en medio de frondosas alamedas que continúan repoblándose hoy día con viveros iniciados en la época de construcción del Canal y que mantiene la confederación Hidrográfica del Duero. Calahorra de Ribas es otro lugar de visita necesario si queremos imbuirnos en lo que fue y significó el Canal. El camino por ambas márgenes continua muy arbolado con aguas mas limpias; en mi opinión este es uno de los tramos más agradables para el paseo, prolongándose hasta las cercanías de la Venta de Valdeamudo donde encontraremos un puente con el mismo nombre, proyectado y construido por Carlos Lemaur (Ver articulo del mismo autor en el nº 353 de Cimbra). Este puente es diferente al resto por ser de arco más apuntado y mas delgada su clave, su fábrica es de peor calidad y al ser el más antiguo del Canal (1757) el paso del tiempo no le ha favorecido, pero tiene la peculiaridad de haber sido diseñado por uno de los padres del Canal y según nos cuenta Jovellanos, construido por un método novedoso para la época, no se utilizó cimbra, sino que se construyó sobre el terreno y posteriormente se excavó. Lemaur tuvo una participación muy importante en el proyecto general del los Canales de Castilla y en el inicio de las obras que comenzaron por el Canal de Campos el 16 de Julio de 1753, encargándose de su dirección técnica, con la supervisión general de Antonio Ulloa, hermano de Fernando. Desgraciadamente para el Canal, los acontecimientos políticos provocaron el cese del Marqués de la Ensenada y la dimisión de Antonio A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS de Ulloa a final de 1754, año en el que oficialmente se paralizaron las obras de excavación del Canal, aunque las de cantería continuaron hasta 1757. Se llevaban excavados 27 km desde Calahorra de Ribas hasta Paredes de Nava y las obras de este tramo no volverían a reanudarse hasta 1842, ochenta y ocho años después, acabándose el 12 de Diciembre de 1849 por una empresa privada. EL CANAL SE BIFURCA EN EL SERRÓN Continuando con nuestro viaje por el Canal de Campos llegamos a otro lugar muy especial, su bifurcación con el Canal del Sur, en El Serrón cerca de Grijota. De nuevo una triple esclusa da comienzo al nuevo Canal desde donde hay una bella panorámica de alamedas y antiguas fábricas. Este Canal también sufrió una paralización por un periodo similar al de Campos y aunque entre 1792 y 1803, se había excavado hasta cerca de Dueñas, unos 19 km, siguiendo el proyecto de Juan de Homar, sólo se habían acabado 8 km hasta Palencia. En este viaje no seguiremos su andadura sino la de su antecesor el de Campos por el que llegamos a Villalumbrales. Allí hubo un astillero en el que se construyeron las primeras barcazas que transportaban los materiales para el Canal. Hay un puente de alzado muy diferente a los anteriores, con tres arcos de luces más reducidas y en su pretil puede apreciarse las muescas que dejaron el roce de las sogas con las que las caballerías tiraban en su arrastre de las barcas. De la mano del Canal entramos en Becerril de Campos que ha sabido conservar y aumentar un patrimonio en gran parte debido a la prosperidad inducida por esta gran obra. Podremos disfrutar de sus plazas con soportales, iglesias como la de Santa Maria que hoy día es museo y el Ayuntamiento en ladrillo rojo vivo. El tiempo nos apremia y debemos dejar de visitar un tramo importante entre Sahagún la Real y Fuentes de Nava. Continuamos hasta Abarca, donde al entrar vemos, algo escondido, el acueducto de Valdeginate con tres pequeños arcos rebajados y a la salida encontramos “La Fabrica”, un centro de actividades relacionadas con el Canal, restaurado hace unos años pero ahora cerrado; a su lado una esclusa de planta rectangular que es el tipo que seguiremos viendo hasta el final del recorrido. Han pasado más de ochenta años desde el inicio de las obras y la economía y simplicidad en la ejecución de las esclusas, se imponen. La llegada nocturna a Medina de Rioseco nos permite descubrir sus plazas, calles con soportales y Muestras de Pretil de Villalumbrales 44 A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS majestuosas iglesias, iluminadas. Son imágenes que ayudan a imaginar esa España de los siglos XVIII y XIX. No nos alojaremos allí sino en El Cobijo de la Reina a unos cinco kilómetros, en Valdenebro de los Valles, en una casa rural cuyo propietario ha sabido mantener con ilusión y esfuerzo, el ambiente de las viejas estancias de la zona con patio y cueva. Al día siguiente volveremos a Medina de Rioseco para visitar su excelente dársena rodeada de antiguos almacenes y fábricas; la amplitud del recinto y la recuperación que se ha hecho del mismo nos revive la época de mayor esplendor del Canal y es un apropiado final para nuestro viaje. El conjunto de los Canales de Castilla es una obra magnifica e histórica que requiere para su conservación un gran esfuerzo de coordinación por parte de todas las administraciones: La Confederación Hidrográfica del Duero, La Comunidad de Castilla y León y los municipios por donde discurre, pero también de sus beneficiarios: los regantes y empresarios turísticos. Esto no siempre es fácil, sobre todo si los recursos no son abundantes; pero si prima la generosidad y la visón de futuro, la mayoría de los ciudadanos que amamos las cosas bien hechas como las hicieron los constructores de estos Canales, agradeceremos que esta magna obra siga conservando su estado inicial, sus piedras y cauce no se dejen desmoronar y en última instancia sea una obra sostenible tanto desde el punto de vista del ocio y la cultura como de su aprovechamiento hidráulico. No verter sin depurar aguas residuales o desperdicios de los municipios por los que discurre el Canal parece que es una petición razona- ble y en cualquier caso habrá que mantenerlo suficientemente limpio en algunos tramos que ahora no lo están, corrigiendo situaciones poco acordes con el nivel del país. Por tanto no creo que sea necesario emprender grandes obras, sino poner los medios, ahora que estamos a tiempo, para su conservación y mantenimiento procurando que no avance su deterioro por el paso del tiempo. PERSPECTIVA HISTÓRICA ¿Fue un éxito o un fracaso la construcción del Canal? ¿Era el fruto de un sueño o una quimera de unos políticos que pretendían emular lo hecho en otros países europeos? Desde el punto de vista de la ingeniería se puede decir que fue un éxito que se reconoció durante muchos años por visitantes de España y del exterior. Además sir- Dársenas de Medina de Rioseco 45 A R T Í C U L O S OBRAS HIDRÁULICAS vió para la consolidación y formación de unos ingenieros que no se habían encontrado con anterioridad en cometidos tan importantes y como consecuencia de ello se pudieron emprender importantes canales para riego en otras comarcas. Desde el punto de vista de rentabilidad social y económica, no podemos ser tan optimistas, ya que se retrasó demasiado su ejecución y puesta en servicio, y durante ochenta largos años sólo se sacó partido del aprovechamiento de la energía hidráulica y muy poco del regadío, hasta que con su finalización se explotó también para transporte, que era el cometido primordial de su construcción. Como escribió Agustín de Betancourt en relación con esta obra: “ Las empresas de canales, o se deben empezar con unos fondos capaces de seguirlas con actividad y ver pronto su conclusión, o no se deben empezar… ” Su influjo en la creación de nuevos asentamientos urbanos tampoco tuvo un éxito rotundo ya que los paréntesis en la construcción y la tardanza en la entrada en servicio, hizo que el aumento de población no fuese sostenido. Por otra parte, la mano de obra empleada en la construcción en gran par te eran presidiarios que a penas recibían la comida y alojamiento provisional y la otra parte eran campesinos que sólo trabajaban cuando no tenían labores en el campo. Los obreros cualificados que trabajaban en cantería, cimbras, astilleros, etc. eran minoría y con trabajo discontinuo, lo que dificultó el establecimiento de población importante de forma permanente. 46 Aunque en el inicio de su construcción hubo muchas dudas sobre si sólo debía aprovecharse para transporte o era conveniente compaginarlo con el regadío, ha sido este último aprovechamiento el que hoy perdura y el que más ha favorecido económicamente a la región. No obstante, la explotación simultánea de ambas funciones es más que dudosa por falta de caudal suficiente, especialmente cuando es más necesario, en estiaje. Resumiendo, salvo el decenio 1850-60 en el que hubo un gran auge del transporte y un aprovechamiento completo del Canal y en menor medida de 1920 a 1940 con la reversión al Estado, podemos decir con una retrospectiva de dos siglos, que no puede considerarse que el Canal cumpliera plenamente los objetivos de sus promotores principalmente por lo tardío de su plena explotación. Bibliografía El aprovechamiento de las esclusas como fuente de energía en molinos, batanes y otros tipos de fábricas, no se valoró al principio suficientemente, pero rápidamente se utilizaron los ingresos debidos a este uso para realizar obras de mantenimiento e incluso de construcción del canal. Por tanto, la concepción del proyecto fue buena pero poco realista en cuanto a presupuesto, planificación y financiación estatal. El recurso tardío a la privatización de las obras, hacia 1831, fue inicialmente un fracaso por la falta de solvencia económica y técnica de sus primeros gestores. Si las obras se hubieran hecho en quince o veinte años y los canales hubieran estado en explotación setenta años antes, sus beneficiosos efectos sobre la zona hubieran sido mucho mayores y hubiera dado tiempo a su consolidación como medio de transporte antes de la llegada del ferrocarril. Es posible que dentro del siglo XVIII se hubiera continuado con la construcción de otros canales en la zona, en conexión con éste y se hubiera hecho accesible al tráfico en barcazas un área más amplia, como posteriormente ocurrió con los canales de riego. Alonso Ortega, Luis. Junta de Castilla y León. 1987 Esteban García, Manuel, nº 353 Cimbra, Julio-Agosto 2003 Fungairiño, Eduardo. Revista de Obras públicas nº 1755 de 13/05/1909 y nº 2435 de 15/8/1925 Helguera Quijada, Juan de. Junta de Castilla y León.1990 Madrazo, Santos, El sistema de transporte en España, 17501850 Colegio de Ingenieros de Caminos-Turner. 1984.