EL ROQUEDO Y LOS TIPOS DE RELIEVE 1º. La España silícea.

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David Ruiz Becerra
EL ROQUEDO Y LOS TIPOS DE RELIEVE
Como has visto en clase, los suelos en la Península Ibérica se dividen en tres
tipos: silíceos, calizos y arcillosos. Recuerda que las Islas Canarias presentan
otro tipo de suelos: el volcánico. En la siguiente imagen así lo puedes ver:
1º. La España silícea.
La España Silícea o herciniana, está integrada por rocas muy antiguas de las
eras Precámbrica y Primaria.
El roquedo silíceo ocupa el tercio occidental de la Península:
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La Meseta.
El Macizo Galaico-leonés.
La zona occidental de la Cordillera Cantábrica
El Sistema Central.
Los Montes de Toledo.
Sierra Morena.
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Algunos puntos en la zona axial de los Pirineos.
La Cordillera Penibética.
En esta área, la roca predominante es el granito. Es una roca dura pero
rígida, de forma que se fractura con facilidad.
Los principales tipos de relieve silíceo son los siguientes:
Tor
Roca caballera
Berrocal
2º. La España caliza.
La España caliza se extiende por el este peninsular formando una enorme "Z"
invertida abarcando los Montes Vascos, el sector oriental de la Cordillera
Cantábrica, gran parte del Sistema Ibérico, una zona de la Cordillera CosteroCatalana, la Cordillera Subbética, las Islas Baleares y determinados sectores
de la Cordillera Penibética.
Son materiales que se depositaron en la Era secundaria y que después se
plegaron durante el plegamiento alpino (Era terciaria)
Su principal roca es la caliza, un tipo de roquedo que se disuelve fácilmente
con el agua (relieve kárstico o cárstico)
Los principales tipos de relieve kárstico son los siguientes:
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En algunas zonas se originan formas caprichosas de erosión caliza como en la
Ciudad Encantada de Cuenca o en el Torcal de Antequera:
3º. La España arcillosa.
La España arcillosa está constituida por materiales sedimentarios pocos
resistentes (arcillas, margas, yesos,...), depositados a finales del Terciario y
durante el Cuaternario.
Se extiende por las cuencas sedimentarias interiores del Duero, Tajo y
Guadiana, por las depresiones del Ebro y Guadalquivir, las hoyas interiores de
las Cordilleras Béticas (Baza-Guadix), las llanuras de la submeseta Norte y Sur
y las llanuras aluviales costero-mediterráneas.
En los medios semiáridos, donde se alternan períodos secos y calurosos con
otros de lluvias torrenciales y sin apenas presencia de protección vegetal,
como es el caso del Sureste peninsular, el agua de arroyada origina una densa
red de barrancos conocidos como cárcavas, que son hendiduras estrechas y
profundas separadas por aristas. Su desarrollo genera un paisaje denominado
badlands.
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