ASUNTOS TRIBUTARIOS, LEGALES, ECONÓMICO-FINANCIEROS CONTABLES Y ADMINISTRATIVOS ANÁLISIS FINANCIERO Publicado el 12 de setiembre de 2009 en el Diario Última Hora Reservas internacionales versus deuda pública externa Por Ricardo Rodríguez Silvero (*) En la ortodoxia de la macroeconomía, en general, y del posicionamiento financiero del país ante el mundo exterior, en particular, la relación entre las reservas monetarias internacionales y la deuda pública externa suministran información básica sobre su capacidad de hacer frente, con mayor o menor holgura, a sus compromisos financieros externos. El desenvolvimiento de ambas variables en nuestro país tuvo lugar en la década en curso con el aumento significativo de las reservas monetarias internacionales y una deuda pública externa relativamente aceptable. La relación entre las mismas tiene como resultado a finales de la década actual el fortalecimiento de la capacidad de reacción de nuestro país ante sus compromisos financieros. Esta es buena noticia para los exégetas de dichas variables, es decir para los interpretadores de la fortaleza financiera de nuestro país, generalmente apoltronados en las así llamadas calificadoras internacionales de riesgo, en los pisos superiores de las entidades financieras, bi y multilaterales, así como en las consultoras, nacionales y extranjeras, tenidas como referentes en estos aspectos. BUEN POSICIONAMIENTO MACROECONÓMICO DE NUESTRO PAÍS. Veamos los datos oficiales del Banco Central del Paraguay, presentados en forma resumida en el cuadro y en el gráfico adjuntos. El incremento de las reservas monetarias internacionales es significativo: ha crecido varias veces en la década actual, mientras que el endeudamiento público externo permanece relativamente constante. Esto da un coeficiente de fortaleza claramente favorable a la capacidad de pago del país ante sus compromisos financieros internacionales. Obsérvese en el gráfico cómo la curva de las reservas monetarias supera ampliamente la de la deuda pública externa a partir de 2007. Hoy en día la diferencia a favor de las primeras ya es sustancial. En materia de deuda pública externa, en los últimos tiempos y concretamente en el lapso 2004 a julio de 2009, Paraguay ha estado realizando pagos al exterior en concepto de capital e intereses que han sido mayores que el flujo al país de nuevos desembolsos. Vale decir que la transferencia neta de recursos en este concepto ha sido negativa. Esto demuestra claramente una firme voluntad política: la de reducir el endeudamiento externo. Esto es un mero elemento de juicio, que todavía no proporciona información acerca de si es bueno o malo. 1 ASUNTOS TRIBUTARIOS, LEGALES, ECONÓMICO-FINANCIEROS CONTABLES Y ADMINISTRATIVOS Deuda externa controlada, sobre todo si son créditos blandos, no es buena ni mala: Depende de lo que se haga con ella. En principio, el exceso de endeudamiento externo puede ser negativo para el país. Ya se ha visto que en nuestro caso no hay ningún "exceso". Al contrario, el endeudamiento está bajo control. Puede ser también contraproducente el hecho de que el país, con tanta fortaleza relativa en términos de reservas monetarias internacionales, se esté endeudando tan poco. En definitiva, el resultado del silogismo sobre la disyuntiva "Endeudamiento: ¿bueno o malo para el país?" dependerá de sus premisas. Un hecho fundamental a dilucidar es qué se haría con mayor endeudamiento. Si los créditos externos son blandos, como en su mayoría lo son, y el mayor endeudamiento fuese en beneficio de la reactivación económica en épocas de crisis, en general, y, en particular, a favor de las pequeñas y medianas empresas (incluyendo los inmensamente mayoritarios microempresarios), el mismo sería no solamente razonable, en términos de coeficientes financieros, sino que además deseable y necesario. Imperiosa necesidad de reactivación económica, en apoyo de pequeñas empresas. Actualmente el flujo al país de créditos blandos y hasta de donaciones se ve frecuentemente dificultado por la posición electoralista de numerosos diputados y senadores así como por el recurrente desentendimiento "técnico" entre los exponentes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo. Por desentendimiento se entiende en este contexto la falta de un mínimo consenso básico entre ambos poderes sobre prioridades así como estrategias y tácticas en materia de políticas públicas, bajo estricta observancia de los imperativos técnicos. Imperativos técnicos tradicionales, que no deben ser soslayados en aras de estas decisiones son, por ejemplo, una correlación razonable entre endeudamiento externo y reservas monetarias internacionales, oferta monetaria local bajo control, disciplina fiscal en términos de ingresos versus egresos, balanza de pagos superavitaria, entre otros. Los mencionados factores afortunadamente están dados en este país. El contexto es, por lo tanto, favorable a mayor endeudamiento a favor de reactivación económica y de pequeñas empresas. (*) RS Consultores 2