Crimen en luz llena

Anuncio
Crimen en luz llena
De repente sonó el móvil. La muchacha se levantó del sofá. Tenía el pelo rubio y un rostro serio. Era una chica muy alta se llamaba Julia.
Descolgó el teléfono. Era su director, el señor DUBONDO
- « ¿ Te apetece rodar un documental sobre el motín de Aranjuez ? »
- - « ¡Sí, claro, jefe ! »
- « Pues, ve a Aranjuez. A las siete de la tarde empieza la reconstitución. Resulta que acaban de aprobar la ley Miró y puede que eso
impulse el cine español. Tenemos que llevar a cabo algo parecido a « Morir en Madrid » o « El crimen de Cuenca ».
El director se quedó pensativo, se quitó las gafas, miró por la ventana de su despacho. Julia lo apreciaba demasiado para sospechar.
- « Vale, jefe,¡hasta luego ! »
- «¡ Adiós !».
Julia dejó el teléfono y miró el reloj. Eran las 18 h 45 de la tarde. Bajó las escaleras y se dirigió al metro Latina. Llegó justo a la hora Después del
desfile, la corrida empezó. Parecía que toda la gente hubiera bajado a la calle. Los fuegos artificiales iluminaron de colores el cielo de Aranjuez.
La gente cantaba, chillaba, cuando, de súbito Julia vio a una persona caida en el cielo bajo un farol.
La policía llegó enseguida, el inspector vio que el cadaver tenía en el bolsillo un cepillo de dientes con sangre. Pero no encontró el arma del
crimen. El día siguiente Julia fue a ver al inspector y le pidió :
-« Hola, ¿ pueden darme más información sobre el crimen de anoche ? » - dijo Julia.
- « ¿ Quién es usted ? »
- « Me llamo Julia Santos y soy periodista para El País » dijo la muchacha.
-« Hicimos pruebas ADN y resulta que la sangre que estaba en el cepillo de dientes procedía del cadaver. No tenemos ningún indicio sobre su
identidad, no tenía documentación Como no tenemos ni sospechoso ni prueba, hemos detenido la investigación ».
-« Gracias por esta información ».
Julia salió de la comisaría, pensaba que debería volver a ver la escena del crímen. Dio una vuelta por la plaza para ver si encontraba algún indicio
que podría ponerla sobre la pista del asesino. De golpe, vio unas gafas rojas con sangre.Las cogió con precaución y las puso en una bolsita de
plástico Luego se dirigió hacia la torre que estaba cerca de la escena del crímen. Pidió al vigilante de la torre que le enseñara los vídeos de ayer
por la noche, ése aceptó. En uno de los vídeos grabados, vio a dos personas pelearse en medio de la muchedumbre. Hizo un zom sobre esa escena
y notó que en su huida, el asesino había dejado caer las gafas. No eran gafas comunes, ésas estaban grabadas, del nombre de su propietario
seguro.
El día siguiente Julia fue a ver a su jefe. Cuando entró en el despacho notó que le pasaba algo, estaba nervioso. Padecía de disturbios
compulsivos, no dejaba de lavarse los dientes y siempre llevaba uno en su bolsillo. Julia se dirigió hacia su dueño y le dijo :
-« ¿Usted perdió sus gafas ? »
-« En efecto, no las encuentro, siempre me pasa lo mismo.
Julia no le dijo que las había encontrado ni que sospechaba de él. Se fue a la comisaría y dio las gafas al inspector para que hicieran pruebas
ADN. La sangre pertenecía al muerto. Así que no tardaron en ir a buscar al señor DUBONDO. Éste reconoció su crimen. Al parecer la víctima
le hacía chantaje, tenía que taparle la boca de una vez. El director tuvo 13 años de prisión por el crimen cometido y yo sigo trabajando para el
periódico El País.
Una novela policiaca escrita por :
KEDEMOS Delphine
SIKSIK Maeva
3°F
Année scolaire 2009-2010
Concours Académique de la nouvelle policière en espagnol.
Documentos relacionados
Descargar