38 PSICOLOGIA

Anuncio
Psicología
Motivación
básica y cotidiana
D
efinimos la motivación, en el número pasado, como
una de las variables psicológicas más importantes que
influyen en el rendimiento físico y deportivo del
jugador de golf, así como en el de otros deportistas que practican
cualquier otra disciplina deportiva. Es momento pues de aclarar
cuáles son las características que posee esta variable, fundamentalmente cuando estamos refiriéndonos a ella dentro del deporte de
competición, ya que esta parcela, debido a la gran evolución de los
jugadores/as de golf españoles y a los grandes resultados conseguidos en los últimos años, es la que más nos interesa.
Dos tipos de motivaciones
Es preciso, para centrar este asunto, referirse a dos tipos de
motivación, la motivación básica y la motivación cotidiana, a los
cuáles vamos a dedicar las próximas líneas. La Motivación Básica
se refiere a la base estable de motivación que determina el compromiso del deportista con su actividad. En el deporte de competición, tiene que ver con el interés y ambición de los deportistas por los resultados deportivos, su rendimiento personal y/o las
consecuencias beneficiosas de ambos. La motivación básica en un
jugador de golf se referiría al interés que el jugador/a tiene por
conseguir determinadas competiciones y por el reconocimiento
personal o social que supondría haberlas conseguido (celebraciones, concesión de premios,etc.).
La motivación cotidiana se refiere al interés del deportista por
la actividad diaria ‘per se’ y la gratificación inmediata que produce ésta, con bastante independencia de los logros deportivos.
Tiene una mayor relación con el rendimiento personal cotidiano
y el disfrute de la actividad y las circunstancias que la rodean
(ambiente de trabajo, relación con compañeros,...). En este caso,
se referiría a la diversión y disfrute que produce en un jugador/a
de golf haber realizado un entrenamiento más, consiguiendo
unos objetivos determinados y compartiendo ese tiempo con
compañeros y entrenadores, con los que se mantiene una relación
positiva y existe un buen ambiente de trabajo.
Ambos tipos de motivación están relacionados y se complementan entre sí. Una dosis elevada de motivación básica propicia
una buena disposición de los jugadores hacia la actividad y facilita, por tanto, que pueda desarrollarse la motivación cotidiana
(aunque sobre esta buena base o disposición favorable sea necesario adoptar medidas específicas para desarrollarla).
38 RFEG
Carencias contrarrestables
Sin embargo, en ausencia de motivación básica, los deportistas
no adquieren el suficiente compromiso con la actividad como
para afrontar retos deportivos verdaderamente ambiciosos, y en
estos casos una elevada motivación cotidiana propicia que la
experiencia diaria sea más grata, pero aumenta el riesgo de un
estado de conformismo que dificulta que se desarrolle el interés
por objetivos deportivos que exijan un compromiso más alto.
Ahora bien, cuando la motivación básica atraviesa momentos
críticos, una buena dosis de motivación cotidiana puede ayudar
a los deportistas a superar esos momentos. Y al contrario, cuando las circunstancias de la actividad diaria no propician que la
motivación cotidiana sea alta, es más probable que los deportistas continúen esforzándose al máximo si su motivación básica es
elevada.
En definitiva, queda claro que tanto los entrenadores como los
psicólogos que trabajan y asesoran a los jugadores, deben tener en
cuenta estos dos tipos de motivación. Como prioridad, deben
fomentar y fortalecer, para que sea elevada y estable, la motivación básica; y como complemento muy importante de ésta,
deben propiciar la motivación cotidiana.
El próximo artículo lo dedicaremos a enumerar los factores que
determinan una elevada motivación básica y cotidiana. Encarna María Lozano Casero
Psicóloga Especialista en Actividad Física y Deporte
Descargar