La jubilación anticipada: Reflexiones a la luz de la última reforma

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La jubilación anticipada:
Reflexiones a la luz de la última
reforma
ICÍAR ALZAGA RUIZ*
1. PLANTEAMIENTO DE LA CUESTIÓN
L
a jubilación se define como el cese
definitivo del trabajador con derecho
a pensión de la Seguridad Social al
cumplir una edad determinada. El Real
Decreto de 11 de marzo de 1919 estableció
una pensión inicial de 365 pesetas anuales a
percibir por el trabajador a partir de los 65
años1. La vigente regulación en materia de
* Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social. Departamento de Derecho de la
Empresa. Universidad Nacional de Educación a Distancia.
1
Al respecto, cfr. MONTOYA MELGAR, A.: «Sobre los
orígenes del seguro social en España», REDT, nº 80,
1996, págs. 961 y ss. y, del mismo autor, «Política de
empleo y jubilación. Discurso leído el día 8 de noviembre de 2002 en la Sesión Inaugural del Curso Académico 2002-2003 de la Real Academia de Legislación y
Jurisprudencia de Murcia», Real Academia de Legislación
y Jurisprudencia de Murcia, Murcia, 2002, págs. 13 y ss.
Y también, entre otros, DE LA VILLA GIL, L. E. y DESDENTADO BONETE, A.: Manual de Seguridad Social, Aranzadi,
Cizur Menor, 1977, págs. 543 y ss., RODRÍGUEZ-PIÑERO Y
BRAVO-FERRER, M.: «Flexibilización y anticipación de la
edad de jubilación», RL, 1992-I, págs. 40 y 41 y FERNÁNDEZ ORRICO, F. J.:»La jubilación anticipada», en AA. VV.:
Pensiones por jubilación o vejez, Dir. A. V. Sempere
Navarro, Thomson-Aranzadi, Cizur Menor, 2004, págs.
323 y 324.
jubilación mantiene la idea tradicional de
que el cumplimiento de una edad determinada (por lo general los 65 años2) permite al trabajador obtener una pensión3.
En la práctica, la edad de los 65 años no es
en España la edad mínima de jubilación, sino
la edad legalmente prevista y ello por dos
motivos. Por una parte, porque existen edades especiales o extraordinarias de jubilación
y, por otra, porque la edad media de jubilación es inferior a la edad ordinariamente prevista, a pesar de que a partir del Pacto de
2
De edad «emblemática» habla TORTUERO PLAZA, J.
L.: Jubilación forzosa versus jubilación flexible, Civitas,
Madrid, 2002, pág. 22.
3
La obtención de dicha pensión se condiciona también al cese efectivo de la actividad laboral y al cumplimiento de los requisitos de afiliación, alta y cotización.
FERNÁNDEZ ORRICO, F. J.: «La inmediatez en la solicitud
desde el cese en el trabajo, como discutida condición de
acceso a la pensión de jubilación anticipada con coeficientes reductores («modalidad forzosa»)», AS, nº 4,
2006, págs. 35 y ss. explica con razón como se ha producido «una desnaturalización de la finalidad de la pensión de jubilación basada en el hecho de que la edad
ordinaria establecida hace casi un siglo no responde a la
finalidad de nuestros días, pudiendo, por tanto, considerarse esa edad como una auténtica jubilación anticipada».
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Toledo se ha fomentado un retraso progresivo
de la edad de jubilación4. Actualmente, la
edad media de retiro se sitúa en nuestro país
en los 61,7 años, frente a los 63,3 años para la
media de los países de la OCDE y ello como
consecuencia del uso generalizado de las
medidas de anticipación de la edad de jubilación5. Dicho esto, también es cierto que en el
año 2007, las jubilaciones anticipadas han
reflejado por primera vez en varios años un
ligero descenso (del 2,3%) respecto a 2006,
reflejo, según la Memoria del Consejo Económico y Social para el 2007, «del menor volumen de jubilaciones anticipadas con coeficiente reductor, que pasan de representar el
28 al 26 por 100 del total, puesto que las
demás modalidades, en especial la modalidad
de jubilación parcial, han seguido aumentando»6.
Sabido es que la figura de la jubilación
anticipada es distinta a la de la prejubilación,
que constituye una situación jurídica intermedia o puente entre la situación de desempleo y la jubilación conforme al Sistema de la
Seguridad Social. Una –la jubilación anticipada– abarca los supuestos en los que el trabajador se retira a una edad inferior a la ordi-
4
MALDONADO MOLINA, J. A.: La protección de la
vejez en España, Tirant lo Blanch, Valencia, 2002, pág.
223, quien señala como el número de anticipos en la
edad de jubilación que se producen en nuestro Sistema
desde hace ya algunas décadas es una clara muestra del
uso desviado de tales figuras» y MONEREO PÉREZ, J. L.: «La
protección de la vejez. Protección por jubilación. Protección contributiva», en AA. VV.: Comentario sistemático de la Legislación reguladora de las pensiones, Dir. José
Luis Monereo Pérez y José Ignacio García Ninet, Comares, Granada, 2004, pág. 112.
5
En extenso, CELENTANI, M., CONDE-RUIZ, J. I., GALASSO, V. y PROFETA, P.: La economía política de las pensiones
en España, Fundación BBVA, Bilbao, 2007, págs. 109 y
ss. y GARCÍA NINET, J. I.: «Prolongación de la vida laboral
y jubilaciones anticipadas en la Ley 40/2007, de 4 de
diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social.
El necesario incremento de la contributividad del sistema», TS, nº 212-213, 2008, pág. 5.
6
Memoria del Consejo Económico y Social para el
año 2007, CES, Madrid, 2008, pág. 67.
38
naria y tiene derecho al percibo de una pensión de jubilación, otra –la prejubilización– se
refiere a aquellas situaciones en las que el
trabajador cesa en el trabajo a una edad inferior a la ordinaria, pero no tiene derecho a
una pensión de jubilación7. O dicho en otros
términos, la prejubilación determina el reconocimiento de una prestación externa al Sistema de Seguridad Social encaminada a sustituir las rentas de activo dejadas de percibir
por el trabajador8, mientras que la jubilación
anticipada engloba los supuestos en los que el
trabajador, aun con una edad inferior a la
ordinaria, tiene derecho a una pensión de
jubilación. Las medidas prejubilatorias se
han venido adoptando de modo generalizado
en los procesos de reconversión y reestructuración ordinarias y han pretendido normalizarse en el marco de los procesos de reestructuración permanentes de las empresas. Son
manifestaciones de la acción social que las
empresas extienden a sus trabajadores y responden, por tanto, a la autonomía de la
voluntad de empresa y trabajadores9. Por su
parte, la jubilación anticipada se concibe
como un instrumento menos traumático de
saneamiento empresarial, en la medida en
que la rescisión del contrato de trabajo posibilita el acceso a una pensión pública de
Seguridad Social y goza, por ello, de una
mayor aceptación social10.
Nuestro ordenamiento jurídico define,
pues, el riesgo en base al cumplimiento de la
edad de 65 años, aunque posibilita también la
7
GONZÁLEZ ORTEGA, S.: «La anticipación de la edad
de jubilación», Revista de Seguridad Social, nº 36, 1987,
págs. 7 y ss. y GETE CASTRILLO, P.: La edad del trabajador
como factor extintivo del contrato de trabajo, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2001, págs. 101 y ss.
8
Pertenecen al ámbito del art. 41 CE, que se refiere a la «asistencia y prestaciones complementarias».
9
Art. 51 ET.
10
Sobre este particular, cfr. DESDENTADO BONETE, A. y
DURÁN HERAS, A.: «Jubilaciones anticipadas y jubilaciones diferidas entre la política de empleo y las exigencias
de control del gasto», RMTAS, núm. extraordinario,
2003, págs. 47 y ss.
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anticipación de la edad ordinaria de jubilación
en dos situaciones distintas. Es posible diferenciar los supuestos en los que se produce
una reducción de la edad ordinaria de jubilación para el colectivo al que pertenece el trabajador, de aquellos otros en los que se lleva a
cabo una jubilación anticipada propiamente
dicha 11 . Y, así, pueden distinguirse los
supuestos de reducción de la edad pensionable, de aquellos consistentes en jubilaciones
anticipadas stricto sensu. En el primer caso, el
trabajador se jubila a la edad que le corresponde al pertenecer a un colectivo determinado, aunque ésta sea inferior a la fijada como
ordinaria por la LGSS. La edad fijada para su
jubilación es solamente una para el colectivo
al que pertenece y se justifica en atención a las
especiales circunstancias en las que se realiza
su actividad profesional. Esta minoración de
la edad no va acompañada de una reducción
de la cuantía de la pensión mediante la aplicación de coeficientes reductores. En el segundo
supuesto, existe una edad ordinaria y otra
reducida para el colectivo en cuestión y será el
trabajador quien decida si opta por una jubilación ordinaria o por anticipar su jubilación. Si
decide anticipar su jubilación, su decisión será
excepcional dentro del colectivo al que pertenece y la cuantía de la pensión se verá reducida por la aplicación de ciertos coeficientes
reductores, que varían según la edad en que
decida jubilarse12. En ambos supuestos, podemos hablar de jubilación anticipada en sentido amplio, entendida como el cese definitivo
en el trabajo al cumplimiento de una determinada edad, inferior a la establecida con carácter general por la LGSS y con derecho al percibo de una pensión de jubilación.
Hasta la reforma llevada a cabo por la Ley
40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en
materia de Seguridad Social (en adelante,
11
L ÓPEZ C UMBRE , L.: La prejubilación, Civitas,
Madrid, 1998, pág. 69.
12
GONZÁLEZ ORTEGA, S.: «La anticipación de la edad
de jubilación», cit., pág. 7 y LÓPEZ CUMBRE, L.: La prejubilación, cit., pág. 70.
LMSS13), el régimen de la jubilación anticipada se encontraba contenido básicamente en el
art. 161 LGSS y en la disposición transitoria
3ª LGSS, si bien es cierto que dicho precepto
abarcaba tanto los requisitos de acceso a la
pensión de jubilación ordinaria como los relativos a la jubilación anticipada. Con la reforma, el art. 161 LGSS queda reservado a la
regulación de los requisitos generales de
acceso a la pensión de jubilación ordinaria en
su modalidad contributiva. Se introduce un
nuevo art. 161 bis, relativo a la jubilación
anticipada, en el que se mantiene la distinción entre la jubilación a edad reducida y la
jubilación anticipada propiamente dicha; la
primera, relativa a las circunstancias de
especial penosidad, toxicidad, peligrosidad o
insalubridad en que se desarrolla la prestación laboral o a las condiciones personales del
trabajador –discapacitado–; la segunda, la
jubilación anticipada de los trabajadores
mayores de 61 años. La jubilación de los
mutualistas continúa regulada en la disposición transitoria 3ª LGSS y también ha sido
objeto de cambios.
La reforma llevada a cabo por la LMSS no
presenta la coherencia interna que sería deseable. Por un lado, incentiva la jubilación anticipada y amplía el número de supuestos en los
que es posible y, por otro y en un intento de dar
cumplimiento a los objetivos fijados por la
Unión Europea en los Consejos Europeos de
Lisboa14 Estocolmo15, Barcelona16 y en los pos13
La LMSS se refiere a la jubilación anticipada en los
arts. 3 y 4 y en las disposiciones adicionales 2ª, 4ª y 22ª.
14
Celebrado los días 23 y 24 de marzo de 2000.
15
Celebrado los días 23 y 24 de marzo de 2001. El
Consejo de Europa acordó fijar para la Unión Europea el
objetivo de aumentar la tasa media de empleo de los
hombres y mujeres de más edad (55-64 años) hasta el
50% en 2010 e instó al Consejo y a la Comisión a que
informasen conjuntamente al Consejo Europeo de primavera de 2002 sobre la forma de aumentar la participación de la mano de obra y fomentar la prolongación
de la vida activa.
16
Celebrado los días 15 y 16 de marzo de 2002. El
Consejo de Europa estableció que deberían reducirse
los incentivos a la jubilación anticipada así como crearse
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ESTUDIOS
teriores de Bruselas17, fomenta el alargamiento de la vida laboral de los trabajadores más
allá de los 65 años. Es decir, en materia de
jubilación anticipada, se apuesta de nuevo por
una combinación de los esquemas contributivos y solidarios, olvidándose las actuales circunstancias en las que se desenvuelve el sistema: por un lado, el efecto negativo que sobre la
sostenibilidad financiera del sistema de pensiones tienen unas carreras de cotización más
cortas unidas a pensiones de jubilación de
mayor duración; y, por otro, el riesgo de pérdida indirecta de potencial productivo por el desincentivo en la acumulación de capital humano que se provoca en los trabajadores: una persona con una vida laboral de menor duración
invertirá previsiblemente menos recursos en
su capital humano, a sabiendas de que lo utilizará durante menos tiempo, con el consiguiente efecto negativo sobre el crecimiento de la
economía18. Se echa en falta una reducción de
las jubilaciones anticipadas –como de hecho
estaba prevista en el inicial borrador presen-
mecanismos de jubilación anticipada en las empresas.
Deberían hacerse esfuerzos por aumentar las oportunidades de que los trabajadores de mayor edad continúen
en el mercado laboral.
17
Celebrado los días 23 y 24 de marzo de 2005. El
Consejo de Europa determinó que los Estados miembros
y los interlocutores sociales deberían aplicar políticas
que incentiven a los trabajadores a permanecer activos y
disuadirlos de que abandonen prematuramente el mercado laboral. También se celebró en esa ciudad el Consejo de Europa celebrado del 23 y 24 de marzo de 2006.
El Consejo recomienda que, con el fin de hacer más
atractivo para los trabajadores de mayor edad el hecho
de seguir trabajando durante más tiempo, deberían
seguir aplicándose estrategias de envejecimiento activo.
Deberían estudiarse incentivos para la prolongación de
la vida activa, la jubilación gradual, el trabajo a tiempo
parcial, la mejora de la calidad en el trabajo, e incentivos
selectivos para garantizar que la proporción de los trabajadores de más edad que participen en cursos de formación aumente más rápidamente que la población en su
conjunto. En la misma línea se mueven los posteriores
Consejos celebrados en Bruselas los días 8 y 9 de marzo
de 2007 y 13 y 14 de marzo de 2008.
18
CELENTANI, M., CONDE-RUIZ, J. I., GALASSO, V. y PROFETA, P.: La economía política de las pensiones en España,
cit., pág. 118.
40
tado por el Gobierno– o al menos una declaración de intenciones en ese sentido19. El propio
Consejo Económico y Social, en su Memoria
para el año 2007, advierte de la necesidad de
hacer especial hincapié en las políticas de prolongación de la vida activa de los trabajadores,
en la medida en que «el envejecimiento de la
población será a medio y largo plazo especialmente acusado en España», sin perder de vista «el elevado peso de las jubilaciones anticipadas en el total de altas en jubilación» de
nuestro país20.
En el presente trabajo se presentan las principales novedades introducidas por la LMSS
en materia de jubilación anticipada. En concreto, se analizan temas tales como la mejora de
los coeficientes reductores por edad y la flexibilización de los requisitos de acceso a la prestación (cómputo del servicio militar y establecimiento de la presunción iuris et de iure de la
involuntariedad del cese en aquellos supuestos
en los que la extinción se produzca por alguna
de las causas previstas en el art. 208.1.1 LGSS)
en la jubilación anticipada de los mutualistas y
de los trabajadores mayores de 61 años. Se
presta especial atención, asimismo, a la jubilación a edad reducida y a la ampliación de nuevas categorías de trabajadores que realizan
trabajos penosos, tóxicos, peligrosos o insalubres, así como de personas con un grado de discapacidad igual o superior al 45%.
2. LA JUBILACIÓN ANTICIPADA
DE LOS MUTUALISTAS
Y DE LOS TRABAJADORES MAYORES
DE 61 AÑOS
2.1. Requisitos de acceso
La Disposición Transitoria 3ª de la LGSS
mantiene el derecho de los trabajadores que
19
TORTUERO PLAZA, J. L.: «Una de cal y otra de arena:
endurecimiento de los requisitos de acceso a la jubilación y mejora de la incentivación a la permanencia en
activo», Foro de Seguridad Social, nº 17, 2007, pág. 75.
20
Memoria del Consejo Económico y Social para el
año 2007, cit., pág. 724.
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tuvieran la condición de mutualistas con
anterioridad al 1 de enero de 196721 a causar
derecho a la pensión de jubilación a partir de
los 60 años con un porcentaje de reducción del
8% por cada año de anticipación. Este
supuesto de jubilación anticipada se estableció y se mantiene con la finalidad de respetar
los derechos adquiridos de aquellos trabajadores pertenecientes a alguna de las Mutualidades Laborales encuadradas en el antiguo
Servicio del Mutualismo Laboral, al elevarse
la edad de jubilación de los 60 (edad que contemplaban los Reglamentos de dichas
Mutualidades) a los 65 años.
Nuestros Tribunales han considerado que
la condición de haber formado parte del antiguo Servicio del Mutualismo Laboral se
entiende cumplida respecto de quienes hubieran estado integrados en la Mutualidad
Nacional de Trabajadores Españoles en
Gibraltar22, en la Mutualidad Nacional de
Enseñanza Primaria23, en la Mutualidad de
Empleados de Notarías24, en la Mutualidad
21
Entendiéndose sustituida esta fecha general de
referencia por la fecha especial que determinen sus respectivas normas reguladoras para regímenes o colectivos
especiales. En un primer momento, la LASS y la LGSS
limitaban la jubilación anticipada a los trabajadores que
tuvieran cumplidos los 50 años el 1 de enero de 1967,
pero la regulación reglamentaria desconoció esta limitación, que eliminó la Ley 24/1997, de 15 de julio, de
consolidación y racionalización del Sistema de Seguridad Social. Al respecto, LÓPEZ CUMBRE, L.: «Anticipación
de la edad de jubilación. El confuso tratamiento jurídico
de las jubilación anticipadas», TS, nº 94, 1998, pág. 26,
PANIZO ROBLES, J. A.: «La jubilación flexible: últimas
modificaciones en el régimen jurídico de la pensión de
Seguridad Social por jubilación», RL, nº 3, 2002, págs.
73 y ss. y DESDENTADO BONETE, A. y DURÁN HERAS, A.:
«Jubilaciones anticipadas y jubilaciones diferidas entre
la política de empleo y las exigencias de control del gasto», RMTAS, núm. Extraordinario, 2003, pág. 55.
22
Resolución de la Dirección General de RJSS Social
de 10 de mayo de 1988.
23
STS de 1 de febrero de 1999 (Ar. 1145).
24
STS de 27 de diciembre de 2005 (Ar. 1697/2006)
y Resolución DGINSS de 22 de julio de 1996, cuyo
derecho a acogerse a la jubilación anticipada no deriva
de su pertenencia al Mutualismo Laboral con anteriori-
Nacional de Previsión de la Administración
Local25, en el Montepío Marítimo Nacional o
en las Cajas de Previsión de los estibadores
portuarios26, en la Caja de Seguros de Guinea
(dado el carácter colonial que entonces tenía
en aquel territorio)27 y también es aplicable a
los pescadores de bajura28. Por el contrario,
no puede entenderse equiparada al Mutualismo Laboral la afiliación a la Mutualidad
Nacional de Previsión Social Agraria 29, al
Montepío Nacional del Servicio Doméstico30,
a la Caja de Pensiones de Renfe31 o la inscripción en el Colegio de Agentes Comerciales con
la consiguiente cobertura de la Mutualidad
de Previsión32.
La reforma llevada a cabo por la LMSS
mantiene las líneas básicas de los dos tipos de
jubilación anticipada descritos y, al mismo
tiempo, introduce algunas medidas tendentes a precisar el alcance de algunos de los
dad al 1-1-1967, toda vez que la Mutualidad de Empleados de Notarías es ajena al mismo, sino por las propias
normas reguladoras de su integración en el Régimen
General, en concreto, por la equiparación de cotizaciones que, a efecto de prestaciones, contempla la regla 3ª
del RD 2245/1985, de 20 de noviembre. De esta manera, la equiparación de cotizaciones que prevé como si
hubieran sido cotizadas al régimen general, debe realizarse tanto respecto de las cotizaciones posteriores al 11-1967, como de las anteriores, por ello, estas últimas
deben considerarse como cotizaciones propias del
Mutualismo Laboral.
25
STS de 5 de octubre de 2005 (Ar. 7789).
26
STS de 9 de diciembre de 2002 (Ar. 521).
27
STS de 23 de septiembre de 1991 (7652) y STSJ
de Galicia de 21 de agosto de 1992 (Ar. 3899).
28
STCT de 22 de febrero de 1986 (Ar. 1143).
29
SSTCT de 27 de octubre de 1982 (Ar. 5727), 10
de noviembre de 1983 (Ar. 9472), 22 de febrero de
1984 (Ar. 1687), 4 de febrero de 1985 (Ar. 727), 17 de
marzo de 1987 (Ar. 6025), 11 de junio de 1987 (Ar.
13006) y SSTS de 4 de marzo de 1994 (Ar. 2055) y 28 de
noviembre de 2001 (Ar.986/2002).
30
STCT de 5 de septiembre de 1986 (Ar. 7455), STS
de 29 de marzo de 2007 (Ar. 3419) y Resolución
DGRJSS de 21 de diciembre de 1995.
31
STSJ de la Comunidad Valenciana de 10 de mayo
de 1993 (Ar. 2654).
32
STSJ de Castilla-La Mancha de 5 de octubre de
1993 (Ar. 4458).
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41
ESTUDIOS
requisitos de acceso. Estos requisitos son los
siguientes:
1. Tener cumplidos los sesenta y un años
de edad, sin que a estos efectos resulten
de aplicación los coeficientes reductores
de edad previstos en el apartado 1 del
art. 161 bis.
2. Encontrarse inscritos en las oficinas de
empleo como demandantes de empleo
durante un plazo de, al menos, seis
meses inmediatamente anteriores a la
fecha de solicitud de la jubilación.
3. Acreditar un período mínimo de cotización efectiva de treinta años.
4. Que el cese en el trabajo, como consecuencia de la extinción del contrato de
trabajo, no se haya producido por causa
imputable a la libre voluntad del trabajador.
Los dos primeros requisitos no ofrecen
novedades. Mayor interés presentan los
demás.
En concreto, respecto de la necesidad de
acreditar un período mínimo de cotización
efectiva de treinta años se introducen dos
modificaciones. Se precisa, como ya venía
aplicándose en las disposiciones reglamentarias33, que para el cómputo de los años de
cotización se tomarán en cuenta los años completos, sin que pueda asimilarse a un año la
fracción del mismo. La reforma recoge de esta
manera la doctrina jurisprudencial que se
inclinaba por no asimilar la fracción del año
al año completo34, equiparando en este punto
33
Art. 2.2.b) del Real Decreto 1132/2002, de 31 de
octubre, de desarrollo de determinados preceptos de la
Ley 35/2002, de 12 de julio, de medidas para el establecimiento de un sistema de jubilación gradual y flexible. Al respecto, cfr. DEL REY GUANTER, S. y GALA DURÁN,
C.: La jubilación gradual y flexible, Tirant lo Blanch,
Valencia, 2004, págs. 128 y ss.
34
STS de 24 de enero de 1995 (Ar. 405) y 27 de
enero de 1998 (Ar. 1144), entre otras.
42
el régimen aplicable a los mutualistas al de
los trabajadores mayores de 61 años. Y, en
segundo lugar y fruto de una enmienda del
Grupo Parlamentario catalán35, se computará como cotizado, el período de prestación del
servicio militar obligatorio o de la prestación
social sustitutoria, con el límite máximo de
un año. De esta manera, al trabajador al que
le falte un año o menos para completar el
período carencial, se le computarán dichos
períodos para que tenga acceso a la jubilación
anticipada36. Se trata de la única prestación
para la que se tiene en cuenta este período
como cotización ficticia, por lo que no tiene
carácter general. La medida es de aplicación
con independencia de la incidencia que el servicio militar o la prestación social sustitutoria tuvieran sobre la relación laboral, de forma que no es necesario que ésta se viera interrumpida por el cumplimiento de dichos ser-
35
RODRÍGUEZ LÓPEZ, B. y VARELA ÁLVAREZ-QUIÑONES, I.:
«La reforma de la jubilación anticipada», en AA. VV.:
Aspectos prácticos de la reforma de la Seguridad Social,
Dir. Jesús R. Mercader Uguina y Andrés Ramón Trillo
García, Lex Nova, Valladolid, 2008, pág. 148, explican
que «el 23 de septiembre de 2004, la Comisión de Trabajo del Congreso aprobó una proposición no de ley,
promovida por el grupo parlamentario catalán, en la que
se instaba al Gobierno para que hiciese llegar al Congreso un estudio sobre el reconocimiento del tiempo dedicado al servicio militar obligatorio o a la prestación social
sustitutoria como cotizado a efectos de la percepción de
prestaciones de Seguridad Social. Posteriormente, por el
mismo grupo parlamentario se presentó nueva proposición no de ley con idéntica finalidad […]. No obstante,
en el AMSS no se recogió referencia alguna ni al servicio
militar ni a la prestación de los objetores de conciencia.
Por fin, en la discusión parlamentaria del Proyecto de
Ley de Medidas en materia de Seguridad Social, se
incorporó una enmienda del grupo parlamentario catalán en virtud de la cual los trabajadores que tengan cumplidos 61 años y pretendan acceder a la jubilación anticipada podrán hacerlo si, reuniendo el resto de los
requisitos exigidos en el artículo 161 bis.2, acreditan 29
años cotizados y además un año de prestación de servicio militar o prestación social sustitutoria».
36
CAVAS MARTÍNEZ, F.: «Cambios en la pensión de
jubilación tras la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de
medidas en materia de Seguridad Social», AS, nº 2,
2008, pág. 24.
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vicios. Al mismo tiempo, se considera cotizado el período del servicio militar o de la prestación social sustitutoria a los solos efectos de
cubrir el período mínimo de cotización de 30
años; en consecuencia, aquellas personas que
ya lo tengan cubierto con cotizaciones reales
no se beneficiarán de esta medida.
Se modifica también el requisito relativo
al alcance de la involuntariedad en la extinción de la relación laboral previa a la jubilación, a los efectos de acceder o no a la jubilación anticipada y al cálculo de la cuantía de la
pensión a percibir.
Sabido es que la Ley 24/1997, de 15 de
julio, de Consolidación y Racionalización del
Sistema de Seguridad Social37, modificó el
régimen de la jubilación anticipada de los trabajadores mutualistas con largas carreras de
cotización y que hubieran cesado en la actividad profesional por causa no imputable a su
libre voluntad. En concreto, fijó el coeficiente
reductor en el 7% –establecido hasta la fecha
en el 8%– para aquellos trabajadores que
acreditasen un esfuerzo contributivo superior a los 40 años cotizados. Posteriormente,
el Real Decreto-Ley 16/2001, de 27 de diciembre, de medidas para el establecimiento de un
sistema de jubilación gradual y flexible y la
Ley 52/2003, de 10 de diciembre, de disposiciones específicas en materia de Seguridad
Social, ahondaron aún más en la distinción
entre las jubilaciones anticipadas voluntarias y las forzosas. A las primeras, se les continúa aplicando el porcentaje reductor del 8%
por cada año que le reste al trabajador por
cumplir los 65 años. A las segundas se les
aplica una escala de coeficientes reductores
mejorada, dividida en cinco tramos, desde un
mínimo del 6% para carreras de cotización de
40 o más años, hasta un máximo de un 7,5%
para trabajadores que acrediten 31 años cotizados. Al mismo tiempo, la Ley 35/2002, de 12
de julio, de medidas para el establecimiento
de un sistema de jubilación gradual y flexible,
introdujo el requisito de la involuntariedad
en el cese de la relación laboral para los trabajadores no mutualistas que hubieran cumplido 61 años y tuvieran acreditados al menos
30 años de cotización, que de esta forma podían jubilarse anticipadamente de acuerdo con
lo dispuesto en el art. 161 LGSS.
Desde la introducción de un régimen diferenciado entre las jubilaciones anticipadas
voluntarias y forzosas, surgieron dudas sobre
la posibilidad de aplicación de los coeficientes
reductores mejorados en los supuestos de
extinción de la relación laboral llevada a cabo
en el marco de expedientes de regulación de
empleo programados, a los que el trabajador
se adhería de forma voluntaria. En concreto,
la cuestión estribaba en determinar si debía
calificarse de voluntaria o de forzosa la extinción de la relación laboral en los supuestos de
bajas incentivadas en el marco de expedientes de regulación de empleo.
El hecho de que el trabajador aceptase la
extinción de su relación laboral llevó a la
Administración de la Seguridad Social a considerar voluntaria la extinción de la relación
laboral y, en consecuencia, a denegar el acceso a la pensión de jubilación anticipada o a
proceder a la reducción de la pensión al aplicar el coeficiente del 8% –y no del 7%– por
cada año que le restase al solicitante para
cumplir los 65 años38. Esta posición de la
Administración de la Seguridad Social fue
avalada en sede judicial. El Tribunal Supremo consideró que la suscripción de un contrato de prejubilación en el marco de un despido
colectivo constituía cese voluntario, por lo
En extenso, SEMPERE NAVARRO, A. V. y BARRIOS BAUG.: La jubilación en el Régimen General de la Seguridad Social, Aranzadi, Elcano, 2000, págs. 238 y ss. y
CAMÓS VICTORIA, I.: Últimas reformas de la prestación de
jubilación y el nuevo tratamiento de la edad de jubilación, Tirant lo Blanch, Valencia, 2003, págs. 105 y ss.
38
Así como la Disposición Transitoria 2ª del Real
Decreto 1647/1997, de 31 de octubre, por el que se
desarrollan determinados aspectos de la Ley 24/1997,
de 15 de julio, de consolidación y racionalización del
Sistema de Seguridad Social.
37
DOR,
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
43
ESTUDIOS
que el porcentaje de reducción de la pensión
de jubilación por cada año de anticipo respecto de la edad de jubilación ordinaria era el
general del 8% y, por tanto, no el menor para
los mutualistas que cesan en el trabajo por
causas ajenas a su libre voluntad39. En su opi-
39
SSTS de 25 de noviembre de 2002 (Ar. 1923), 9
de diciembre de 2002 (Ar. 1948), 10 de diciembre de
2002 (Ar. 1704), 24 de enero de 2003 (Ar. 9078), 30 de
enero de 2003 (Ar. 9156), 12 de febrero de 2003 (Ar.
1160/2004), 17 de febrero de 2003 (Ar. 3245), 30 de
abril de 2003 (Ar. 6561), 29 de mayo de 2003 (Ar.
5083), 9 de julio de 2003 (Ar. 4841), 14 de octubre de
2003 (Ar. 1217/2004), 23 de febrero de 2004 (Ar. 2235),
24 de febrero de 2004 (Ar. 1531), 12 de julio de 2004
(Ar. 7285), 19 de julio de 2004 (Ar. 5771), 20 de septiembre de 2005 (Ar. 8604), 30 de enero de 2006 (Ar.
4350), 6 de febrero de 2006 (Ar. 2886), 7 de abril de
2006 (Ar. 4860), 23 de mayo de 2006 (Ar. 4472), 30 de
mayo de 2006 (Ar. 3783), 22 de junio de 2006 (Ar.
8516) y 4 de julio de 2006 (Ar. 7696), entre otras. Los
argumentos esgrimidos por el Tribunal son los siguientes:
«1º Las decisiones de los trabajadores de cesar en la
empresa […], acogiéndose al sistema de prejubilación
establecido en la misma, han de incardinarse en la causa de extinción del contrato de trabajo por mutuo disenso o mutuo acuerdo extintivo de la relación laboral prevista en el art. 49.1.a) del Estatuto de los Trabajadores;
que la oferta sea de carácter individual o que se integre
en un expediente de regulación de empleo resulta accidental. 2º La concurrencia de razones económicas y
profesionales más o menos poderosas que impulsan al
trabajador a aceptar el ofrecimiento de la empresa no
desvirtúa la bilateralidad característica de esta causa de
extinción, que no se transforma por ello en extinción por
voluntad unilateral del empresario. 3º En cuanto derivada de un acuerdo extintivo de la relación de trabajo
adoptado por voluntad conjunta del empresario y del
trabajador, la jubilación anticipada de éste tras el agotamiento de la situación contractual de prejubilación no
puede considerarse forzosa sino voluntaria y, el tipo
anual reductor del porcentaje de la pensión aplicable a
la misma es, como sostiene el INSS, del 8% y no del 7%».
Considera desafortunada esta línea jurisprudencial GALA
DURÁN, C.: «Acuerdos de prejubilación, «involuntariedad» en el cese y determinación de los coeficientes
reductores en el caso de jubilación anticipada», Iuslabor,
nº 3, 2006, www.upf.edu/iuslabor/032006/Seguridadsocial.pdf. Cfr. también, BLASCO LAHOZ, J. F. y PIÑEYROA DE
LA FUENTE, A. J.: La última reforma de la Seguridad Social,
Tirant lo Blanch, Valencia, 2008, págs. 64 y ss. y PÉREZ
ALONSO, M. A. y RODRÍGUEZ PASTOR, G. E.: Nuevas prestaciones de incapacidad temporal, incapacidad perma-
44
nión, «la aceptación por parte del trabajador
de la prejubilación en las condiciones previstas en el convenio colectivo, con el reconocimiento de importantes contrapartidas económicas y mediante un acuerdo que no haya
sido impugnado por dolo, coacción o ningún
otro de los vicios a que se refiere el art. 1265
CC, constituye un cese voluntario, en la medida en que sin el consentimiento del trabajador no se hubiese producido. Las previsiones
de futuro en orden a la evolución del empleo y
a la aplicación de reducciones de plantilla o
medidas de modificación de condiciones de
trabajo no alteran la voluntariedad de la
aceptación del acuerdo de prejubilación que
ha de considerarse, por tanto, como un cese
voluntario»40.
Curiosamente, entre la firma del Acuerdo
sobre medidas en materia de Seguridad
Social de 2006 (en adelante, AMSS) y la aprobación del proyecto de la LMSS por el Consejo de Ministros, el Tribunal Supremo modificó su postura y consideró involuntarios los
ceses producidos en el marco de expedientes
de regulación de empleo. En concreto, desde
la sentencia de 24 de octubre de 200641, el Tribunal ha defendido que, estos supuestos, «no
puede hablarse […] de que el origen de la
jubilación sea voluntario, en cuanto que no
existe mutuo acuerdo extintivo en la extinción del contrato de trabajo, sino aceptación
de ventajas pactadas colectivamente respecto
de una decisión extintiva acordada unilateralmente por el empresario, en el marco de un
expediente de regulación de empleo, decisión
que impone al trabajador, tras un intervalo
de desempleo involuntario, una jubilación
anticipada asimismo involuntaria»42.
nente y jubilación en el Régimen General de la Seguridad
Social, Tirant lo Blanch, Valencia, 2008, págs. 92 y ss.
40
SSTS de 30 de enero de 2006 (Ar. 4350) F. J. 4º y
6 de febrero de 2006 (Ar. 2886).
41
Ar. 8072. Y, en el mismo sentido, STS de 25 de
octubre de 2006 (Ar. 8262), dictada en Sala General.
42
Explica el Tribunal que «la diferencia entre los
supuestos enunciados [los anteriores relativos a prejubilaciones en la empresa Telefónica y el de la sentencia en
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
ICÍAR ALZAGA RUIZ
La LMSS43 ha venido a consolidar esta
doctrina, al reforzar el concepto de cese involuntario y establecer que tiene esa consideración toda extinción producida en virtud de
expediente de regulación de empleo44.
Sabido es que el requisito de la involuntariedad del cese para acceder a la jubilación
anticipada no se exige en aquellos supuestos
en los que el empresario, en virtud de obligación adquirida por acuerdo colectivo, haya
cuestión] es sustancial, y trasciende a la calificación de
las jubilaciones anticipadas derivadas del cese en el trabajo. La jubilación anticipada de los casos de Telefónica
enjuiciados hasta ahora no deriva de un expediente de
regulación de empleo sino de un acuerdo individual de
prejubilación adoptado por voluntad conjunta del
empresario y del trabajador individual; de ahí que, atendiendo a su origen, el acceso a la jubilación tras el agotamiento de la situación de prejubilación se considerara
voluntario y no involuntario. En el caso de Robert Bosch
España, S.A. la jubilación anticipada está prevista en
pacto colectivo, el despido del trabajador está autorizado por la Dirección General de Trabajo, y el paso a la
jubilación viene precedido de una situación de desempleo, que por hipótesis excluye la voluntariedad del trabajador desempleado en la pérdida de la ocupación que
la genera, y en particular el supuesto de mutuo acuerdo
extintivo del contrato de trabajo (art. 208 de la Ley
General de Seguridad Social)». En este sentido, cfr. igualmente entre otras, SSTS de 17 de enero de 2007 (Ar.
2040), 17 de abril de 2007 (Ar. 3981) y 21 de junio de
2007 (Ar. 6643).
43
Las modificaciones descritas se introdujeron en la
LMSS en virtud de una enmienda presentada por el Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos,
que pretendía modificar el apartado 2 del artículo
161bis.2.d). Junto a esta modificación este Grupo Parlamentario pretendió también introducir otro cambio que
no prosperó: relacionar la existencia de un cese involuntario con el hecho de que la empresa se encontrase
inmersa en un proceso de restructuración de su plantilla.
Al respecto, cfr. RODRÍGUEZ LÓPEZ, B. y VARELA ÁLVAREZQUIÑONES, I.: «La reforma de la jubilación anticipada»,
cit., págs. 152 y 153 y PANIZO ROBLES, J. A.: «La reforma
de la Seguridad Social (Comentarios a la Ley 40/1997,
de 4 de diciembre de medidas en materia de Seguridad
Social)», Revista de Trabajo y Seguridad Social, nº 208,
2008, págs. 40 y ss.
44
Incluso para las jubilaciones anticipadas causadas
desde el 1 de enero de 2004 hasta la fecha de entrada
en vigor de la reforma, el 1 de enero de 2008.
abonado al trabajador, tras la extinción del
contrato de trabajo y durante al menos los
dos años inmediatamente anteriores a la
jubilación anticipada, una determinada
cuantía económica. Dicha cuantía, en cómputo anual, debe representar un importe mensual no inferior al resultado de sumar las
prestaciones por desempleo que le hubiera
correspondido y la cuota que hubiera abonado o, en su caso, la cuota de mayor cuantía
que hubiera podido abonar en concepto de
convenio especial con la Seguridad Social45.
Tras la entrada en vigor de la LMSS, la posibilidad de exceptuar el requisito de la involuntariedad en el cese se permite no sólo en
este supuesto descrito, sino también cuando
se hayan previsto dichos abonos por parte del
empresario en contratos individuales de prejubilación46. Se equiparan, por tanto, los contratos individuales de prejubilación a los
acuerdos colectivos y se exime, así, al interesado del cumplimiento de dos de los requisitos exigidos para tener acceso a la jubilación
anticipada. En consecuencia, dichos trabajadores podrán acogerse a la jubilación anticipada contenida en el nuevo art. 161 bis LGSS
con la aplicación de coeficientes reductores
mejorados.
Sentado lo anterior, es cierto también que
no debe confundirse el supuesto descrito con
aquel en el que el acuerdo extintivo de la
prestación laboral deriva de la voluntad conjunta de trabajador y empresario47. En estos
casos, tras el agotamiento de la situación contractual de prejubilación, el acceso a la jubilación anticipada no puede considerarse
voluntaria, por lo que habrá de aplicarse el
coeficiente reductor del 8%. Y ello, explica el
45
Para acreditarlo, la empresa debe emitir una certificación en la que hará constar las cantidades abonadas
al trabajador, así como las bases de cotización por desempleo de los 180 días inmediatamente anteriores a la
baja en la empresa. Cfr. art. 1.6 Real Decreto
1132/2002, de 31 de octubre.
46
Art. 161 bis.2 LGSS.
47
RODRÍGUEZ LÓPEZ, B. y VARELA ÁLVAREZ-QUIÑONES, I.:
«La reforma de la jubilación anticipada», cit., pág. 158.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
45
ESTUDIOS
Tribunal Supremo, porque «el contrato de
prejubilación desplegó todos sus efectos jurídicos entre los firmantes; el trabajador obtuvo una serie de compensaciones económicas a
cambio de su firma, por lo que el cese en el
trabajo ha de considerarse voluntario al no
darse ninguno de los vicios en la formación de
la voluntad del trabajador recogidos en el
artículo 1265 CC. El hecho de que concurran
motivos económicos y profesionales más o
menos poderosos que impulsen al trabajador
a aceptar el ofrecimiento de la empresa no
desvirtúa la voluntariedad característica de
la causa de extinción prevista en el artículo
49.1.a) del ET»48.
Se introduce asimismo una precisión terminológica al sustituirse la expresión «se presumirá» por «se considerará» cese involuntario cuando la extinción se haya producido por
alguna de las causas previstas en el art.
208.1.1 LGSS49. La redacción anterior intro-
SSTS de 23 de mayo de 2006 (Ar. 4472), 14 de
marzo de 2007 (Ar. 4997) y 24 de julio de 2007 (Ar.
7383).
49
Las causas de extinción contempladas en el art.
208.1.1 LGSS son las siguientes:
a) «En virtud de expediente de regulación de
empleo o de resolución judicial adoptada en el
seno de un procedimiento concursal.
b) Por muerte, jubilación o incapacidad del empresario individual, cuando determinen la extinción
del contrato de trabajo.
c) Por despido.
d) Por despido basado en causas objetivas.
e) Por resolución voluntaria por parte del trabajador
en los supuestos previstos en los artículos 40,
41.3, 49.1.m) y 50 del Estatuto de los Trabajadores.
f) Por expiración del tiempo convenido o realización de la obra o servicio objeto del contrato,
siempre que dichas causas no hayan actuado por
denuncia del trabajador.
g) Por resolución de la relación laboral, durante el
período de prueba, a instancia del empresario
siempre que la extinción de la relación laboral
anterior se hubiera debido a alguno de los
supuestos contemplados en este apartado o haya
transcurrido un plazo de tres meses desde dicha
extinción».
48
46
ducía una presunción iuris tantum al considerar que el cese en la prestación laboral era
involuntario cuando se produjese por alguna
de las causa contenidas en el art. 208.1.1
LGSS; mientras que en la actualidad, el art.
161bis.2 LGSS considera el cese en el trabajo
en todo caso involuntario, cuando se incurra
en causa legal de desempleo del art. 208.1.1
LGSS, estableciendo, de esta forma, una presunción iuris et de iure.
El apartado 2 de la disposición final 3ª de
la LMSS ha dispuesto que «se considerará, en
todo caso, que las jubilaciones anticipadas
causadas entre el 1 de enero de 2004 y la
fecha de entrada en vigor de la presente Ley
motivadas por ceses en la relación laboral
producidos en virtud de expedientes de regulación de empleo tienen carácter involuntario». La elección del día 1 de enero de 2004 se
corresponde con la fecha de entrada en vigor
de la Ley 52/2003, de 10 de diciembre, norma
que recoge el concepto de cese involuntario.
Por su parte, el párrafo segundo del citado
apartado 2 establece que «las resoluciones
denegatorias de pensiones de jubilación anticipada así como las cuantías de las pensiones
ya reconocidas se revisarán a instancia de los
interesados». Pese a que el precepto se refiere
exclusivamente a las resoluciones denegatorias, entendemos que debe aplicarse también
a los supuestos en que, una vez recurridas las
resoluciones, éstas fueron confirmadas en
sede judicial50. La razón es sencilla: estos
supuestos pueden asimilarse a aquellos en
los que se solicita un reconocimiento inicial o
una modificación de su cuantía por errores de
la Entidad Gestora o por revalorizaciones no
solicitadas oportunamente, en los que la
jurisprudencia viene defendiendo que sus
Cfr. también PANIZO ROBLES, J. A.: «La reforma de la
Seguridad Social. (Comentario a la Ley 40/2007, de 4 de
diciembre, de medidas en materia de Seguridad
Social)», cit., pág. 40.
50
LÓPEZ GANDÍA, J. y TOSCANI GIMÉNEZ, D.: «La jubilación», en AA. VV.: La reforma de la Seguridad Social,
Francis Lefebvre, Madrid, 2008, pág. 229.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
ICÍAR ALZAGA RUIZ
efectos deben producirse desde la fecha del
reconocimiento inicial del derecho, con el
límite del plazo de prescripción de cinco años
y, por tanto, sin que sea de aplicación el plazo
de caducidad de tres meses51.
Otro tema de interés es el relativo a la revisión de las cuantías de las pensiones reconocidas con anterioridad. En concreto, la LMSS
establece que se podrán revisar a instancia de
los interesados, las cuantías de las pensiones
reconocidas desde el 1 de enero de 2004. La
norma se refiere a aquellos supuestos en los
que si bien se reconoció el derecho a pensión
de jubilación anticipada, al no considerarse
como involuntaria en su momento, no se le
aplicaron los coeficientes reductores minorados, sino los más elevados. A nuestro entender, tanto en los supuestos de reconocimiento
de las pensiones como en los de actualización
de su cuantía, la fecha de efectos tiene carácter retroactivo, por lo que habrá de abonarse
la pensión o, en su caso, las diferencias correspondientes a su actualización, como se si
hubieran causado en aquel momento.
Sabido es que en materia de Seguridad
Social rige la regla de que el hecho causante
determina la selección de la norma aplicable
en los supuestos de sucesión normativa: se
aplicará la norma vigente en el momento en
que se cause la prestación. El hecho causante
se configura, así, como elemento clave en la
determinación de la norma a aplicar en materia de reconocimiento de prestaciones y determinación de su cuantía. En consecuencia,
sólo habrían de considerarse involuntarios
los ceses en virtud de expedientes de regulación de empleo producidos a partir de la
51
En la medida en que los errores de gestión en el
reconocimiento inicial no pueden perjudicar al beneficiario. Es por ello que no cabe aplicar el régimen de la
caducidad, pues el derecho no fue debidamente reconocido; sino el de la prescripción, sin que se aplique
entonces la limitación de los efectos a los tres meses. En
este sentido, SSTS de 24 de octubre de 2005 (Ar.
102/2006), 17 de noviembre de 2005 (Ar. 1239/2006) y
26 de diciembre de 2005 (Ar. 2749/2006).
entrada en vigor de la LMSS, esto es, el 1 de
enero de 2008. Frente a esta regla general, la
LMSS ha introducido la excepción analizada
de considerar involuntarios los ceses producidos entre el 1 de enero de 2004 y el 1 de enero
de 2008, siempre que se produzcan en las condiciones descritas.
En fin, en los procedimientos judiciales de
reconocimiento de una pensión de jubilación
anticipada con coeficiente mejorado, el Tribunal Supremo ha considerado que no es necesaria la presencia en juicio de la empresa
para la que prestaba servicios el trabajador,
en la medida en que «la determinación del
carácter voluntario o involuntario en el cese
de la actividad es algo que corresponde determinar al órgano judicial en función de las circunstancias concurrentes y sin que de ello se
derive […] responsabilidad alguna para la
Entidad en la que venía prestando servicios
el trabajador». En consecuencia, aunque la
empresa no haya sido parte en el juicio, la
relación jurídico-procesal habrá sido configurada correctamente52.
Mejora de la pensión de jubilación anticipada causada con anterioridad al 1 de enero
de 2002:
La LMSS establece en su disposición adicional 4ª una mejora de la pensión de jubilación de los trabajadores mutualistas que, con
anterioridad al 1 de enero de 2002, hubieran
causado derecho a pensión de jubilación anticipada. La finalidad de esta previsión es sencilla: equiparar las pensiones de estos trabajadores a las de aquellos otros que se jubilaron con posterioridad y a las que fue de aplicación la modificación legislativa que entró
en vigor ese año y que procedió a rebajar los
coeficientes reductores por delante de la edad
de jubilación respecto de la edad ordinaria53.
52
SSTS de 19 de junio de 2007 (Ar. 6119 y 6120) y
30 de enero de 2008 (Ar. 2568).
53
CAVAS MARTÍNEZ, F.: «Cambios en la pensión de
jubilación tras la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de
medidas en materia de Seguridad Social», cit., pág. 29.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
47
ESTUDIOS
En efecto, conviene recordar que con anterioridad a la reforma llevada a cabo por la Ley
24/1997, de 15 de julio, la cuantía de la pensión de jubilación, en los supuestos de jubilación anticipada, se reducía por la aplicación
de un coeficiente reductor único (independiente, por tanto, de la carrera de cotización
del trabajador) del 8% por cada año que le faltase al trabajador para cumplir los 65 años.
Posteriormente, la Ley 24/1997, de 15 de
julio, modificó el coeficiente reductor aplicable en los supuestos en los que el trabajador
acreditase 40 o más años cotizados y el carácter no voluntario de la extinción contractual,
al fijarlo en el 7%. En fin, el Real Decreto-Ley
16/2001, de 27 de diciembre54, modificó de
nuevo a la baja los coeficientes reductores,
situándolos entre el 6 y el 7,5%, para aquellos
trabajadores que acreditasen 30 años cotizados y siempre y cuando el cese en el trabajo no
se hubiera producido por causa imputable a
la libre voluntad del trabajador. El Real
Decreto-Ley 16/2001, de 27 de diciembre, que
entró en vigor el 1 de enero de 2002, no introdujo efectos retroactivos, por lo que las personas que causaron pensión de jubilación antes
del 1 de enero de 2002, no pudieron beneficiarse de los coeficientes mejorados introducidos por esta norma.
La reforma llevada a cabo por la LMSS ha
venido a dar cumplimiento a lo dispuesto en
el Recomendación núm. 11 del Informe emitido por la Comisión no permanente para la
valoración de los resultados obtenidos por el
Pacto de Toledo55, en la que se instaba a que
se estudiase «la situación en la que se encuentran los pensionistas que accedieron a la jubilación anticipada con anterioridad a la fecha
de entrada en vigor del Real Decreto-Ley
16/2001 y que se encuentran en una situación
de mayor necesidad, en orden a posibilitar la
mejora de la pensión de jubilación que vienen
Y posteriormente, la Ley 35/2002, de 12 de julio,
de medidas para el establecimiento de un sistema de
jubilación gradual y flexible.
55
BOCG núm. 596, de 2 de octubre de 2003.
54
48
percibiendo. Asimismo, se recomienda evaluar y, en su caso, corregir las diferencias de
prestaciones que se puedan producir en las
jubilaciones anticipadas cuando existan análogas condiciones de acceso y de esfuerzo contributivo». Y, por otro lado, es fruto de las
compensaciones que las asociaciones de prejubilados venían reclamando desde la aprobación del Real Decreto-Ley 16/2001, de 21 de
noviembre56.
En concreto, la mejora de las pensiones se
refiere a los trabajadores que, con anterioridad al 1 de enero de 2002, hubieran causado
derecho a la pensión de jubilación anticipada
al amparo de lo previsto en la norma 2 del
apartado 1 de la disposición transitoria tercera del texto refundido de la LGSS o de las
normas concordantes de los regímenes especiales que integran el Sistema de la Seguridad Social57, cuando la edad tenida en cuenta
para la aplicación de los coeficientes reductores hubiera estado comprendida entre los 60
y los 64 años, ambos inclusive. Todo ello
siempre que de la documentación obrante en
56
Al respecto, cfr. BOCG, Congreso de los Diputados, núm. 531, de 28 de febrero de 2006, en el que se
pueden leer las declaraciones de los representantes de
las asociaciones CEOMA, UDP y CEPIR.
57
En concreto, los regímenes de la Minería del Carbón y de los Trabajadores del Mar. Estas normas de regímenes especiales pueden referirse a la regulación general contenida en la Ley 47/1998, de 23 de diciembre o
de las normas específicas de derecho transitorio de cada
régimen. En este sentido, la Ley 47/1998, de 23 de
diciembre, permite la jubilación anticipada de aquellas
personas que hayan cotizado a otro régimen que reconozca el derecho a la jubilación anticipada y cumplan
una serie de requisitos, entre los que destacan tener la
condición de mutualista el 1 de enero de 1967 o con
anterioridad y un período mínimo de cotización en el
régimen en el que se reconozca el derecho a la jubilación anticipada. Por su parte, las normas específicas de
jubilación anticipada en los regímenes especiales son
básicamente las siguientes: la disposición transitoria 7ª
de la Orden Ministerial de 3 de abril de 1973 para el
Régimen Especial de la Minería del Carbón y la disposición transitoria 3ª del Reglamento General aprobado
por Decreto de 1867/1970, de 9 de julio, relativo al
Régimen Especial de los Trabajadores del Mar.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
ICÍAR ALZAGA RUIZ
la Administración de la Seguridad Social se
deduzca que reúnen los siguientes requisitos:
– Acreditar treinta y cinco años de cotización.
– Y que la extinción del contrato de trabajo del que hubiera derivado el acceso a
la jubilación anticipada se hubiera producido por causa no imputable a la libre
voluntad del trabajador, comprendida
entre los supuestos del art. 208.1 LGSS.
Respecto del primer requisito –treinta y
cinco años cotizados– se computarán los períodos efectivamente cotizados, así como la
escala de bonificación por edad de la disposición adicional transitoria 2ª de la Orden
Ministerial de 18 de enero de 1967, que dicta
normas para la aplicación y desarrollo de la
prestación de vejez en el Régimen General de
la Seguridad Social. Habrán de tenerse en
cuenta no sólo los años computados en la
fecha del hecho causante, sino también los
cotizados con posterioridad por el pensionista
por la reanudación de su trabajo. En fin,
deben computarse años completos de cotización, sin que pueda equiparar la fracción al
año.
La LMSS no hace mención expresa de
aquellos trabajadores que se acogieron a planes o contratos de prejubilación y que también sufrieron la aplicación del coeficiente
reductor máximo del 8%, aunque tuvieran
largas carreras de cotización. Tampoco se
incluyen a aquellos trabajadores que cotizaron 31 años y no alcanzan, por tanto, los 35
años de cotización exigidos.
La mejora de la pensión consiste en un
incremento de su importe íntegro mensual,
variable según la edad del trabajador cuando
accedió a la jubilación anticipada, conforme a
los siguientes tramos:
– Sesenta años, 63 euros mensuales.
– Sesenta y uno, 54 euros mensuales.
– Sesenta y dos, 45 euros mensuales.
– Sesenta y tres, 36 euros mensuales.
– Sesenta y cuatro, 18 euros mensuales.
La determinación del importe de las cuantías no responde al principio de contributividad del Sistema, en la medida en que se trata
de cantidades lineales, independientes de la
carrera de cotización de los trabajadores y de
la cuantía de la pensión percibida hasta la
fecha58. De esta forma, frente a la regla general de a mayor cotización corresponde una
mayor pensión 59 , se aplica el criterio de
mayor compensación a menor importe de la
pensión60.
El importe se abonará en catorce pagas, se
reconocerá como variación de la cuantía de la
pensión de jubilación y se integrará en la misma a todos los efectos, incluida la aplicación
del límite al que se refiere el art. 47 LGSS61 y,
sin perjuicio, en su caso de la absorción del
complemento por mínimos que se viniera percibiendo. Obsérvese que ciertos pensionistas
que estén percibiendo complemento a míni-
58
MATORRAS DÍAZ-CANEJA, A.: «La reforma de la jubilación: ordinaria, parcial, anticipada y postergada», en
AA. VV.: La reforma de la Seguridad Social de 20072008, Dir. A. V. Sempere Navarro, Thomson-Aranzadi,
Cizur Menor, 2008, pág. 134.
59
Recomendación núm. 9 del Pacto de Toledo, en
la que se proponía el reforzamiento de los principios de
equidad y del carácter contributivo del Sistema, de
manera que «sin perjuicio del criterio de solidaridad y
de forma gradual, a partir de 1996 las prestaciones guarden una mayor proporcionalidad con el esfuerzo de
cotización realizado y se eviten situaciones de falta de
equidad en el reconocimiento de las mismas. Es preciso,
por tanto, que las técnicas de cálculo de las pensiones
contributivas permitan en el futuro y de forma progresiva que quienes realizan similar esfuerzo de cotización,
alcancen prestaciones equivalentes».
60
RODRÍGUEZ LÓPEZ, B. y VARELA ÁLVAREZ-QUIÑONES, I.:
«La reforma de la jubilación anticipada», cit., pág. 165.
61
La suma de la pensión más el importe de la mejora en ningún caso podrá rebasar el tope máximo de pensiones públicas fijado anualmente en la Ley de Presupuestos Generales del Estado.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
49
ESTUDIOS
mos no verán mejorado el importe de su pensión, en la medida en que se reducirá la parte
de su pensión correspondiente al complemento por mínimos62. Pese a todo, ha de tenerse
en cuenta que la mejora de la pensión introducida por la LMSS, se integra en la cuantía
propia de la pensión a todos los efectos (en
especial, por lo que se refiere a futuras revalorizaciones), mientras que el complemento
por mínimos tiene carácter anual. La mejora
será reconocida con efectos del 1 de enero de
2007 y se integrará en el importe de la pensión. Sobre éste se aplicará la revalorización
del año 2008 según el IPC previsto para dicho
año, así como las revalorizaciones de los años
futuros.
Cuando se trate de pensiones reconocidas
al amparo de normas internacionales, para
fijar el importe del incremento mensual
serán de aplicación las reglas establecidas en
dichas normas sobre determinación y cálculo
de la cuantía de las pensiones.
En fin, la Entidad Gestora reconocerá de
oficio o a instancia de parte el derecho a la
mejora en el plazo de tres meses contados a
partir del 6 de diciembre de 200763, de acuerdo con la información contenida en la base de
datos de prestaciones de la Seguridad Social
y en el fichero general de afiliación, que acreditarán, respectivamente, los años de cotización cumplidos y el carácter involuntario del
cese en el trabajo. La resolución dictada de
oficio sólo podrá ser aprobatoria del derecho.
Las resoluciones denegatorias podrán producirse únicamente previa solicitud del interesado. En este sentido, las discrepancias que
puedan ocasionarse entre la información
contenida en la base de datos de la Administración y la alegada por el pensionista deberán resolverse ante la jurisdicción social,
62
CAVAS MARTÍNEZ, F.: «Cambios en la pensión de
jubilación tras la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de
medidas en materia de Seguridad Social», cit., pág. 31.
63
Fecha de entrada en vigor de la Disposición Adicional 4ª LMSS.
50
impugnándose la resolución denegatoria dictada por la entidad gestora64.
Mejora de los coeficientes reductores de la
cuantía de la pensión:
La LMSS65 mejora los coeficientes reductores de anticipación al rebajarlos del 8 al 7,5%
en aquellos supuestos en los que el trabajador
acredite treinta años cotizados. Se trata de
una medida que favorece tanto a los mutualistas que reúnan ciertos requisitos, como a
todos los que se jubilen anticipadamente
como desempleados a partir de los 61 años.
En la normativa anterior a los trabajadores con treinta años de cotización se les reducía un 8% por cada año de adelanto de la jubilación, por tanto, se ha procedido a eliminar
el primer tramo (los trabajadores de entre 30
y 31 años) de la tabla de coeficientes reductores de aplicación, plenamente coincidentes
con los coeficientes minorados aplicables a los
mutualistas que se jubilen anticipadamente,
que acrediten unos períodos de carencia
determinados y que cesen involuntariamente
en su prestación laboral.
Al mismo tiempo, la LMSS prevé, para la
modalidad de acceso a la jubilación anticipada de los mutualistas, que el coeficiente aplicable a las pensiones causadas para los
mutualistas que se jubilen a partir de los 60
años, que acrediten treinta años cotizados y
cuyo cese como consecuencia de la extinción
del contrato de trabajo sea involuntario, será
del 7,5% en lugar del 8% aplicable con anterioridad.
En definitiva, con 30 años completos de
cotización acreditados, se aplicará ahora un
7,5%, mejorando en medio punto porcentual
el coeficiente reductor, ya previsto en la normativa anterior para aquellas personas que
RODRÍGUEZ LÓPEZ, B. y VARELA ÁLVAREZ-QUIÑONES, I.:
«La reforma de la jubilación anticipada», cit., pág. 166.
65
Disposición transitoria 3ª.1.2ª modificada por el
art. 3.tres LMSS.
64
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
ICÍAR ALZAGA RUIZ
acreditasen entre 31 y 34 años cotizados. El
resto de la escala se mantiene en sus anteriores términos.
La norma recoge de nuevo la previsión de
la no equiparabilidad de las fracciones de año
al año completo cotizado, lo que no pasa de
ser una mejora técnica, puesto que la normativa reglamentaria ya recogía esta regla de no
asimilación66.
Pese a la equiparación de los tramos y coeficientes de reducción para todos los trabajadores que se jubilen anticipadamente (sean o
no mutualistas) se mantienen ciertas diferencias que favorecen a los mutualistas, como
el hecho de que no se les exija cumplir el
requisito de estar inscritos en las Oficinas de
Empleo durante los seis meses previos a la
jubilación o la posibilidad de acceder a la pensión de jubilación a partir de los 60 años en
lugar de los 61 años aplicables a los trabajadores desempleados67. Las diferencias entre
ambas modalidades de jubilación anticipada
plantean la cuestión de saber si cuentan o no
con una justificación objetiva y razonable,
que implique el respeto de los principios de
igualdad y no discriminación68.
Art. 2.2.b) del Real Decreto 1132/2002, de 31 de
octubre, de desarrollo de determinados preceptos de la
Ley 35/2002, de 12 de julio, de medidas para el establecimiento de un sistema de jubilación gradual y flexible.
67
SSTS de 3 de junio de 2005 (Ar. 6539), 25 de
octubre de 2005 (Ar. 9967), 20 de enero de 2006 (Ar.
2888), 24 de mayo de 2006 (Ar. 3287), 25 de julio de
2006 (Ar. 9021), 18 de septiembre de 2006 (Ar. 6671),
13 de noviembre de 2006 (Ar. 6696) y 1 de diciembre
de 2006 (Ar. 9211), entre otras.
68
SSTS de 3 de junio de 2005 (Ar. 6539), 23 de
mayo de 2006 (Ar. 4472), 13 de noviembre de 2006 (Ar.
6696), 1 de diciembre de 2006 (Ar. 9211), 29 de mayo
de 2007 (Ar. 4807), 6 de junio de 2007 (Ar. 6350), 20 de
julio de 2007 (Ar. 6743), 27 de septiembre de 2007 (Ar.
8880), 2 de octubre de 2007 (Ar. 8888) y 20 de noviembre de 2007 (Ar. 9237). Al respecto, cfr. FERNÁNDEZ ORRICO, F. J.: «La inmediatez en la solicitud desde el cese en
el trabajo, como discutida condición de acceso a la pensión de jubilación anticipada con coeficientes reductores («modalidad forzosa»), cit., págs. 35.
66
Sabido es que con ocasión de la entrada en
vigor de la Ley 24/1997, de 15 de julio, de consolidación y racionalización del Sistema de
Seguridad Social, la Administración de la
Seguridad Social consideró que para poder
beneficiarse del coeficiente mejorado del 7%
introducido por la nueva regulación, el beneficiario debía acreditar tanto cuarenta años
cotizados, como el carácter involuntario de su
cese, siendo indicativo de la involuntariedad
de la extinción contractual que la persona
permaneciese de forma ininterrumpida inscrita en la oficina de empleo69. El Tribunal
Supremo, en sentencia de 3 de junio de
200570, entendió que de la lectura de la exposición de motivos de la Ley 35/2002, de 12 de
julio, de la disposición transitoria 3ª y del art.
161.3 LGSS «se desprende que era voluntad
del legislador mantener dos sistemas o formas de jubilación anticipada, cada una con
distinto origen y requisitos para acceder a su
percibo. Entre esos requisitos y para la pensión anticipada de jubilación no histórica u
«ordinaria» se exige para quienes no eran
mutualistas el 1 de enero de 1967 encontrarse inscrito en la oficina del INEM como
demandantes de empleo, desde al menos seis
meses antes a la fecha de la jubilación. Pero
nada de eso se incluye entre los requisitos
que contiene la Transitoria 2ª para los jubilados anticipadamente procedentes del mutualismo laboral, pues basta con haber estado en
ese sistema antes del 1 de enero de 1967,
haber cesado por causas independientes de la
voluntad del trabajador y reunir los períodos
de cotización correspondientes para acceder a
la pensión bonificada»71.
La posibilidad de acceder a la pensión de
jubilación a partir de los 60 años en lugar de
los 61 años aplicables a los trabajadores desempleados, no implica, en consecuencia, vul-
STS de 14 de mayo de 2008 (Ar. 3292).
Ar. 6539.
71
En idéntico sentido, SSTS de 18 de septiembre de
2006 (Ar. 6671), 13 de noviembre de 2006 (Ar. 6696) y
1 de diciembre de 2006 (Ar. 9211), entre otras.
69
70
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
51
ESTUDIOS
neración del principio de igualdad, al regularse dos situaciones distintas, referidas a dos
regímenes o sistemas distintos y con requisitos distintos. O dicho en otros términos, la
diferencia de tratamiento jurídico obedece a
los orígenes distintos de ambas jubilaciones
anticipadas, histórico uno y económico el
otro72 y a esa diferencia ha de aplicarse la doctrina del Tribunal Constitucional en materia
de Seguridad Social, según la cual la edad
puede «suponer un criterio de distinción que
responda a razones objetivas y razonables»73.
3. LA JUBILACIÓN A EDAD REDUCIDA
3.1. Las circunstancias en las que
se desarrolla el trabajo:
Los trabajos penosos, tóxicos,
peligrosos o insalubres
Junto a la jubilación anticipada para
mutualistas y desempleados, en nuestro
ordenamiento jurídico se prevé también que
la edad mínima previamente establecida pueda ser objeto de reducción, estableciéndose
una edad ordinaria especial. No se trata de
un caso de jubilación anticipada propiamente
dicho, sino más bien de un supuesto distinto
de edad ordinaria reducida, en la medida en
que, aunque la jubilación se produce a una
edad inferior a la fijada con carácter general,
en realidad no se anticipa el retiro del trabajador, porque esa edad reducida opera como
edad ordinaria para determinados colectivos
72
SSTS de 23 de mayo de 2006 (Ar. 4472), 29 de
mayo de 2007 (Ar. 4807), 20 de julio de 2007 (Ar.
6743), 20 de septiembre de 2007 (Ar. 8875), 25 de septiembre de 2007 (Ar. 7119), 27 de septiembre de 2007
(Ar. 8880), 2 de octubre de 2007 (Ar. 8888), 23 de octubre de 2007 (Ar. 9320), 31 de octubre de 2007 (Ar. 802),
2 de noviembre de 2007 (Ar. 984), 6 de noviembre de
2007 (Ar. 9330), 19 de noviembre de 2007 (Ar. 1015),
20 de noviembre de 2007 (Ar. 9237), 27 de noviembre
de 2007 (Ar. 1046) y 28 de noviembre de 2007 (Ar.
1050/2008).
73
STC 184/1993, de 31 de mayo (BOE de 5 julio),
F. J. 3º.
52
de profesionales 74 . Una vez cumplida esa
edad, el trabajador puede jubilarse sin aplicación de coeficiente reductor alguno de la
cuantía de su pensión75. O dicho en otros términos, por razones de protección social de
ciertos colectivos sometidos a un envejecimiento prematuro o a especiales dificultades
para proseguir la actividad profesional, se
establece la reducción de la edad ordinaria de
jubilación. Por ello, el adelanto de la edad de
jubilación no conlleva penalización, sino que
se adoptan medidas para calcular la pensión
como si se tratara de la edad general76.
Y de esta manera y, al igual que en la normativa anterior, «la edad mínima podrá ser
rebajada por Real Decreto, a propuesta el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en
aquellos grupos o actividades profesionales
cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre y
acusen elevados índices de morbilidad o mortalidad, siempre que los trabajadores afectados
acrediten en la respectiva profesión o trabajo el
mínimo de actividad que se establezca»77.
74
STS de 8 de junio de 1992 (4538), en la que el Tribunal aclara que no debe confundirse con la jubilación
anticipada propiamente dicha, que es aquella que «se
produce en determinadas situaciones y que va acompañada, por regla general, de determinadas compensaciones; como ya se dejó expresado, se trata de una regulación singular, con atención a la especial característica del
trabajo minero, en las categorías laborales y porcentajes
que sean aplicables» (F. J. 4º).
75
GONZÁLEZ ORTEGA, S.: «La anticipación de la edad
de jubilación», cit., pág. 8, FERNÁNDEZ ORRICO, F. J.: «La
jubilación anticipada», cit., págs. 329 y ss. y MIÑARRO
YANINI, M.: «La jubilación a edad reducida», en AA. VV.:
Tratado de Jubilación. Homenaje al Prof. Luis Enrique De
La Villa, Iustel, Madrid, 2007, págs. 1219 y ss.
76
En todo caso, las normas particulares en cuestión
sólo pueden aplicarse a las pensiones causadas a partir
de la entrada en vigor de cada una de ellas. Al respecto,
SSTS de 14 de diciembre de 1995 (Ar. 9307) y 2 de
febrero de 1996 (Ar. 840). Asimismo, de su tenor no se
desprende que la jubilación se configure como forzosa,
sino que conserva su carácter potestativo. En este sentido, STS de 15 de julio de 1991 (Ar. 5989).
77
Art. 161.2 LGSS. El Tribunal Supremo ha matizado que no es suficiente para la rebaja de la edad de jubi-
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
ICÍAR ALZAGA RUIZ
La LMSS prevé la futura regulación reglamentaria de un procedimiento general para
determinar qué colectivos podrán beneficiarse de una reducción de la edad de jubilación78.
En concreto se llevarán a cabo estudios sobre
siniestralidad en el sector, penosidad, peligrosidad y toxicidad de las condiciones del
trabajo, su incidencia en los procesos de incapacidad laboral que genera en los trabajadores y los requerimientos físicos exigidos para
el desarrollo de la actividad. Al mismo tiempo, se sigue situando en el Gobierno la facultad de reducir la edad ordinaria de jubilación
para determinados grupos o actividad profesionales79.
La aplicación de los coeficientes reductores
de la edad de jubilación ha sido también objeto de reforma en varios aspectos. En primer
lugar, el establecimiento de coeficientes
reductores de la edad de jubilación sólo procederá cuando no sea posible la modificación de
las condiciones de trabajo y conllevará, al
mismo tiempo, los ajustes necesarios en la
cotización para garantizar el equilibrio financiero80. O dicho en otros términos, la LMSS
apuesta por intentar, en primer lugar, la
modificación de las condiciones de trabajo,
esto es, el establecimiento de medidas como
lación que la actividad sea peligrosa, penosa, tóxica o
insalubre, sino que es preciso que exista previsión legal
al respecto. En este sentido, STS de 14 de diciembre de
1999 (Ar. 9815), en relación a la reducción de la edad
de los pilotos de transporte aéreo de personas y mercancías.
78
En su disposición adicional 45ª.
79
A través de Real Decreto dictado a propuesta del
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, de forma que
como ya aclarara el Tribunal Supremo, no basta con
acreditar la peligrosidad, toxicidad o penosidad de una
actividad determinada, sino que será necesario que el
derecho a la jubilación anticipada venga recogido en la
legislación vigente, sin que sea extensible, por tanto, a
cualquier trabajador que realice funciones de esta naturaleza. Al respecto, cfr. STS de 21 de enero de 1998 (Ar.
743), en la que se declaró la improcedencia de la aplicación de coeficiente reductor de la edad de jubilación
a los trabajadores de la Central Nuclear de Lemóniz.
80
En su disposición adicional 45ª.
la segunda actividad o el traslado del trabajador a actividades menos peligrosas. La modificación de las condiciones de trabajo habrá
de ser, por tanto, la vía ordinaria y, en consecuencia, la reducción de la edad de jubilación
operará como medida de carácter subsidiario.
En el caso de que no sea posible aplicar la vía
ordinaria de resolución de la situación –la
modificación de las condiciones de trabajo–,
será necesario realizar los ajustes necesarios
para garantizar la viabilidad del Sistema,
esto es, aumentar las cotizaciones en aquellos
sectores en los que se lleve a cabo una reducción de la edad de cotización para compensar
al sistema por el perjuicio que supone reducir
la edad ordinaria de jubilación y adelantar el
cobro de la pensión.
En segundo lugar, la LMSS fija por primera vez en nuestra legislación una edad mínima real de jubilación en estos casos81. En concreto, se establece que la aplicación de los coeficientes reductores de edad en ningún caso
dará ocasión a que el interesado pueda acceder a la pensión de jubilación a una edad inferior a la de 52 años. Sin embargo, la propia
LMSS82 exceptúa de dicha previsión a los trabajadores excluidos en los diferentes regímenes especiales que, en la fecha de entrada en
vigor de la Ley, tuviesen reconocidos coeficientes reductores de la edad de jubilación,
siendo de aplicación las reglas establecidas
en la normativa anterior. En consecuencia,
estos trabajadores podrán continuar beneficiándose de los coeficientes reductores fijados
en su normativa específica, aunque, en ocasiones, ello implique acceder a la jubilación
81
CAVAS MARTÍNEZ, F.: «Cambios en la pensión de
jubilación tras la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de
medidas en materia de Seguridad Social», cit., pág. 21 y
PANIZO ROBLES, J. A.: «La reforma de la Seguridad Social.
(Comentario a la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de
medidas en materia de Seguridad Social)», cit., pág. 48.
Hasta ahora sólo se contemplaba una limitación absoluta a los 55 años para los trabajadores del mar. MATORRAS
DÍAZ-CANEJA, A.: «La reforma de la jubilación: ordinaria,
parcial, anticipada y postergada», cit., pág. 155.
82
En su disposición transitoria segunda.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
53
ESTUDIOS
anticipada a una edad inferior a los 52 años.
Ahora bien, sentado lo anterior, también es
cierto que el tenor de la norma permite aplicar el límite de los 52 años a dos colectivos de
trabajadores incluidos en regímenes especiales que reconozcan la aplicación de coeficientes reductores: a) A aquellos que hayan cotizado a estos regímenes especiales antes de la
entrada en vigor de la LMSS y que hayan realizado trabajos por los que no tengan derecho
a la aplicación de coeficientes reductores de la
edad de jubilación; y, b) A aquellos que causen alta y coticen a dichos regímenes especiales a partir de la entrada en vigor de la LMSS.
En fin, los coeficientes reductores no se
tendrán, en ningún caso, en cuenta a efectos
de acreditar la edad exigida para acceder a la
jubilación parcial, a la jubilación mutualista,
ni a cualquier otra modalidad de jubilación
anticipada83. Se modifica de esta forma la
regulación anterior, conforme a la cual la
edad requerida para acceder a la jubilación
anticipada, en dichas modalidades, se entendía sustituida por la edad equivalente en los
casos de reducción de la edad de jubilación
por trabajos penosos, peligrosos, tóxicos o
insalubres.
Son numerosos los grupos84 que vienen
solicitando desde antiguo la reducción de su
edad de jubilación, al considerar que su trabajo reúne condiciones de penosidad, toxici-
Art. 161 bis LGSS.
Entre otros, los trabajadores de la construcción, la
policía autonómica vasca, los trabajadores del sector
minero o de la pesca, aquellos que realizan actividades
no extractivas de la piedra o los transportistas por carretera. Por lo que respecta a los trabajadores autónomos,
el art. 26.4 del la Ley 20/2007, de 11 de julio, por la que
se regula el Estatuto del Trabajo Autónomo, prevé la
posibilidad de establecer mecanismos de jubilación
anticipada para este colectivo, en atención a la naturaleza tóxica, peligrosa o penosa de la actividad ejercida, en
los términos que reglamentariamente se establezcan. Se
precisa, en este sentido, que dichos mecanismos de
jubilación anticipada se llevarán a cabo en los mismos
supuestos y colectivos para los que esté establecido el
derecho respecto de los trabajadores por cuenta ajena.
83
84
54
dad, peligrosidad o insalubridad análogas a
las de aquellos colectivos a los que ya se les
reconoce la reducción de la edad de jubilación85. En ocasiones, se ha señalado que la
aplicación de coeficientes reductores ha podido tener su origen en las continuas reivindicaciones del colectivo afectado más que en la
existencia de mayores índices de mortalidad
o morbilidad en el trabajo, deficiencia motivada quizá por la inexistencia de una regulación precisa en la que además de prever la
reducción de la edad de jubilación, se fijasen
los requisitos para dicha reducción, así como
las compensaciones económicas que, en su
caso, debieran establecerse para asegurar el
equilibrio financiero del sistema86.
En este contexto, la LMSS 87 ordena al
Gobierno que presente a la Comisión no permanente de seguimiento y evaluación de los
acuerdos del Pacto de Toledo en el Congreso
de los Diputados, previo su análisis por la
Comisión de seguimiento del Acuerdo en
materia de Seguridad Social, un informe
85
Los colectivos que ya tienen reconocida la jubilación a una edad reducida son los siguientes: ferroviarios
(Real Decreto 2621/1986, de 24 de diciembre, por el
que se integran los Regímenes Especiales de la Seguridad Social de trabajadores ferroviarios, jugadores de fútbol, representantes de comercio, toreros y artistas en el
Régimen General, así como se procede a la integración
del Régimen de escritores de libros en el Régimen Especial de trabajadores por cuenta propia o autónomos),
personal de vuelo de trabajo aéreos (Real Decreto
1559/1986, de 28 de junio), profesionales taurinos (Real
Decreto 2621/1986, de 24 de diciembre) y artistas
(2621/1986, de 24 de diciembre).
86
Entre otros, LÓPEZ CUMBRE, L.: «Anticipación de la
edad de jubilación. El confuso tratamiento de las jubilaciones anticipadas», cit., pág. 17, MALDONADO MOLINA, J.
A.: La protección de la vejez den España, cit., pág. 212 y
PANIZO ROBLES, J. A.: «Jubilación parcial y anticipada.
Realización de trabajos penosos, tóxicos y peligrosos»,
Foro de Seguridad Social, nº 17, 2007, pág. 89 y, del mismo autor, «¿Un nuevo paso en la contributividad del sistema de pensiones? (modificaciones en la pensión de
jubilación incorporadas en la Ley 40/2007, de 4 de
diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social»,
TS, nº 212-213, 2008, pág. 21.
87
En su disposición adicional 22ª.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
ICÍAR ALZAGA RUIZ
sobre las medidas a adoptar, en relación con
la reducción de la edad de jubilación del colectivo de los bomberos. La disposición adicional
22ª LMSS se incorporó al Proyecto de Ley en
virtud de una enmienda transaccional a las
enmiendas 73 y 109, propuestas respectivamente por Izquierda Unida-Los Verdes y el
Grupo Parlamentario Convergencia i Unió88.
La extensión de la jubilación anticipada al
colectivo de bomberos responde a la necesidad de otorgar una mejor protección social a
una actividad que se desarrolla en especiales
circunstancias de peligrosidad y penosidad,
que requiere una singular preparación física,
en la que se produce un natural desgaste de
su capacidad funcional a partir de una edad
determinada y en la que es fundamental
garantizar a los ciudadanos un servicio de
seguridad de calidad89. El 17 de julio de 2007
se alcanzó un preacuerdo entre la Administración y los representantes del colectivo de
los bomberos, que fijó las líneas básicas de
actuación en la materia. Pocos meses después, se aprobó el Real Decreto 383/2008, de
14 de marzo, por el que se establece el coeficiente reductor de la edad de jubilación a
favor de los bomberos al servicio de las Administraciones y organismos públicos, norma
que ha venido a culminar este proceso. Incluye en su ámbito subjetivo de aplicación tanto
al personal laboral como a los empleados
públicos que presten servicio como bomberos.
Establece que la edad ordinaria de 65 años
exigida para el acceso a la pensión de jubilación se reducirá en un período equivalente al
que resulte de aplicar a los años completos
efectivamente trabajados como bombero el
coeficiente reductor del 0,20. La aplicación de
BOCG núm. 126, de 5 de junio de 2007.
VALDÉS DAL-RÉ, F.: «Informe sobre el establecimiento de una posible reducción de la edad mínima de
jubilación para el colectivo de bomberos al amparo del
artículo 161.2 de la Ley General de Seguridad Social, así
como de otras posibles alternativas jurídicas a dicha
reducción», julio de 2005, www.csi-csif.es/andalucia/
mod_local-bomberos.html. ver.
88
89
la reducción de la edad de jubilación no dará
ocasión en ningún caso a que el interesado
pueda acceder a la pensión de jubilación a
una edad inferior a los 60 años, o a la de 59
años en los supuestos en que se acrediten 35
o más años de cotización efectiva, sin cómputo de la parte proporcional correspondiente
por pagas extraordinarias, por el ejercicio de
la actividad de bombero90.
En fin, la enmienda presentada por el Grupo Parlamentario de Senadores Socialistas
Vascos que abogaba por reducir la edad de
jubilación de la policía autonómica y equiparla de esta forma a la del resto de los Cuerpos
y Fuerzas de Seguridad del Estado, que se
jubilan a los 60 años sin aplicación de coeficientes reductores, no prosperó91; aunque se
logró el compromiso del Gobierno de abordar
de forma inmediata la cuestión con la participación de todos los sectores implicados y bajo
los principios inspiradores del AMSS de 2006
y de la reforma de 200792.
3.2. Las condiciones del trabajador:
La discapacidad
La normativa anterior a la reforma93 ya
preveía la reducción de la edad de jubilación
para las personas con un grado de minusvalía
igual o superior al 65%. La LMSS amplía
dicha previsión a aquellos casos en los que se
acredite también un grado de discapacidad
igual o superior al 45%, siempre que, en este
90
zo.
Art. 2 del Real Decreto 383/2008, de 14 de mar-
91
Propuesta de nueva disposición adicional 29ª,
Dictamen de la Comisión, BOCG, Senado, de 31 de
diciembre de 2007.
92
Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, núm. 302, de 22 de noviembre de 2007, pág.
15.052.
93
Art. 161.2.2º LGSS y Real Decreto 1539/2003, de
5 de diciembre, por el que se establecen los coeficientes
reductores de la edad de jubilación a favor de los trabajadores que acreditan un grado importante de minusvalía.
REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO E INMIGRACIÓN
79
55
ESTUDIOS
último supuesto, se trate de discapacidades
reglamentariamente determinadas en las
que concurran evidencias que determinen de
forma generalizada y apreciable una reducción de la esperanza de vida de esas personas.
Será necesario esperar al anunciado desarrollo reglamentario para conocer detalles tales
como los coeficientes reductores aplicables.
La extensión que ha llevado a cabo la
LMSS es fruto de la propuesta de enmienda
al Proyecto de medidas en materia de Seguridad Social, elaborada por el Comité Español
de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) el 15 de marzo de 2007. En
ella se explicaba cómo «la excepcional penosidad del trabajo para las personas afectadas
por una discapacidad severa produce un
mayor y más acelerado desgaste físico y funcional, que hace que deba facilitarse el acceso
a la jubilación de forma anticipada, argumento que viene reforzado por el hecho de que
estas personas suelen tener una menor esperanza de vida por lo que también pueden disfrutar de la jubilación durante un menor
período de tiempo». Y continúa aclarando
cómo la normativa anterior contemplaba ya
«la posibilidad de jubilación anticipada de
estas personas, pero sólo cuando el grado de
minusvalía era igual o superior al 65 por 100.
Sin embargo, la experiencia del tiempo de
aplicación de esta norma ha demostrado, por
una parte, la conveniencia de ampliar el
supuesto contemplado en ella al dejar excluidas a muchas personas con graves discapacidades (especialmente de orden intelectual,
que gozan, a causa de su discapacidad, de una
menor esperanza de vida y, por ende, de
carrera de seguro con un efecto de menor disfrute de su eventual prestación de jubilación)
y, por otro, que el número de beneficiarios de
ella y, por consiguiente, el posible gasto que
pudiera conllevar, ha sido reducido»94.
Propuestas de enmiendas del Cermi al Proyecto
de Ley de Medidas en Materia de Seguridad Social. Principales modificaciones del Proyecto de Ley, que aprobó
el pasado 16 de febrero el Consejo de Ministros.
94
56
Con anterioridad a la reforma, las personas con una discapacidad inferior al 65% se
encontraban abocadas a solicitar la prestación de incapacidad permanente, en lugar de
la de jubilación, en la medida en que no reunían los requisitos necesarios para poder
acceder a ella95.
Se modifica también la terminología
empleada. Ahora se habla de «personas con
discapacidad» o de «grado de discapacidad»,
en lugar de «minusválidos» o «grados de
minusvalía». En el marco de lo dispuesto en
la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud,
aprobada el 22 de mayo de 2001 en la 54ª
Asamblea de la Organización Mundial de la
Salud96, la LMSS, como lo han hecho ya otras
normas97, acoge el término discapacidad frente al de minusvalía. Recordemos que el objetivo principal de dicha clasificación es «proporcionar un lenguaje unificado y estandarizado
que sirva como punto de referencia para el
funcionamiento humano y la discapacidad
como elementos importantes de la salud».
95
RODRÍGUEZ LÓPEZ, B. y VARELA ÁLVAREZ-QUIÑONES,
I.: «La reforma de la jubilación anticipada», cit., pág.
144.
96
Conocida como CIF, vino a sustituir la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y
Minusvalías (CIDDM), aprobada por la Organización
Mundial de la Salud en 1980.
97
Entre otras y, sin ánimo exhaustivo, la Ley
51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las
personas con discapacidad; el Real Decreto 290/2004,
de 20 de febrero, por el que se regulan los enclaves
laborales como medida de fomento del empleo de las
personas con discapacidad; el Real Decreto 2270/2004,
de 3 de diciembre, por el que se modifica el Real Decreto 177/2004, de 30 de enero, por el que se determina la
composición, funcionamiento y funciones de la Comisión de Protección Patrimonial de las personas con discapacidad; el Real Decreto 2271/2004, de 3 de diciembre, por el que se regula el acceso al empleo público y la
provisión de puestos de trabajo de las personas con discapacidad; el Real Decreto 364/2005, de 8 de abril, por
el que se regula el cumplimiento alternativo con carácter excepcional de la cuota de reserva a favor de los trabajadores discapacitados.
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ICÍAR ALZAGA RUIZ
Pretende establecer «un lenguaje común para
describir los estados funcionales asociados
con estados de salud, con el fin de mejorar la
comunicación entre los profesionales de la
salud o de otros sectores y las personas con
discapacidad»98.
98
Clasificación Internacional del Funcionamiento, de
la Discapacidad y de la Salud, Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, Madrid, 2001, pág. 3.
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57
ESTUDIOS
RESUMEN
58
En el presente trabajo se presentan las principales novedades introducidas por la LMSS en
materia de jubilación anticipada. En concreto, se analizan temas tales como la mejora de
los coeficientes reductores por edad y la flexibilización de los requisitos de acceso a la prestación (cómputo del servicio militar y establecimiento de la presunción iuris et de iure de la
involuntariedad del cese en aquellos supuestos en los que la extinción se produzca por alguna de las causas previstas en el art. 208.1.1 LGSS) en la jubilación anticipada de los
mutualistas y de los trabajadores mayores de 61 años. Se presta especial atención, asimismo, a la jubilación a edad reducida y, en especial, a la ampliación a nuevas categorías de
trabajadores que realizan trabajos penosos, tóxicos, peligrosos o insalubres, así como a personas con un grado de discapacidad igual o superior al 45%. En fin, se pretende poner de
manifiesto cómo la LMSS mejora las prestaciones de jubilación anticipada y no sigue, por
tanto, la Recomendación núm. 10 del Pacto de Toledo, que abogaba por «facilitar la prolongación voluntaria de la vida activa de quienes libremente lo deseen».
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