Corrientes marinas I

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 Corrientes marinas I
J. Rubén G. Cárdenas
El agua del mar está en constante movimiento, sus desplazamientos
provocan, entre otras cosas, la formación de olas, mareas y corrientes
que tienen un marcado efecto sobre el clima global. Tiene tal capacidad
para almacenar calor solar en sus capas superiores (entre los cero y los
500 metros que lo distribuye por todo el planeta tan sólo con moverse.
Además, al transportar sustancias nutritivas de unos lugares a otros,
favorece el desarrollo y la distribución de los organismos planctónicos
necesarios para la alimentación de muchas especies marinas
migratorias.
Las mareas consisten en movimientos periódicos del mar, con
desplazamiento vertical, y de ascenso y descenso de la masa de agua
debidos principalmente a la atracción entre la Tierra y la Luna y en
menor medida entre la Tierra y el Sol. Entre otros factores que influyen
en las mareas están la latitud, la profundidad del mar, la forma y el tipo
de costa.
Las corrientes son desplazamientos horizontales o verticales de grandes
volúmenes de agua que, en la superficie, no son tan visibles como las
olas (movimientos del agua marina producidos por el viento) o las
mareas.
Los caudales marinos conforman un sistema complejo con dos tipos de
corrientes muy interrelacionadas: las profundas y las superficiales. Estas
últimas son las causadas por los vientos y la fuerza de Coriolis; y las
profundas son causadas por la diferencia de temperatura entre el agua
caliente de la superficie del océano y la fría de las zonas polares. Como
ésta es más densa que la caliente, el agua de las zonas polares tiende a
hundirse por debajo del flujo de agua caliente procedente del Ecuador.
Corrientes marinas superficiales
Cerca del Ecuador las temperaturas del agua del mar son las más altas.
Como el calentamiento solar hace que el agua se expanda, en esta zona
el nivel del mar llega a estar ahí casi 8 cm más alto que en las latitudes
medias, produciendo una pendiente o inclinación por la que el agua
fluye, como se muestra en la figura siguiente.
Efecto de Coriolis- Corriente actual- Gravedad
Corriente teórica
geostrófica Imagen tomada de http://www.homepage.mac.com/uriarte
Estos flujos de agua aunados a otros factores producen corrientes en la
superficie del océano que se conocen desde hace tiempo. Su circulación
se ajusta a la circulación atmosférica, y está condicionada
fundamentalmente por los vientos del oeste, y los alisios del suroeste.
Estos últimos hacen que estas corrientes circulen básicamente en
dirección de las agujas del reloj en el hemisferio norte y al revés en el
sur.
Los flujos de agua producen grandes corrientes circulares en las cuencas
oceánicas conocidas como giros. La siguiente ilustración simplificada
muestra los giros del Océano Atlántico. El giro del Atlántico norte está
separado en cuatro corrientes distintas: la Ecuatorial del Norte, la del
Golfo, la del Atlántico Norte y la de las Canarias. Los vientos alisios que
soplan del este desplazan el agua formando la Corriente Ecuatorial del
Norte. Como en el margen oeste del Atlántico hay una masa continental
continua --Norte, Centro y Suramérica--, la corriente tiene que moverse
hacia el norte, y a esa altura se conoce como Corriente del Golfo. Al
acercarse al polo norte, influida por los vientos del oeste, cruza el
Atlántico formando la Corriente del Atlántico Norte. Allí tropieza con otra
masa de tierra, las Islas Británicas, Europa y África, por lo que fluye
hacia el sur convirtiéndose en la Corriente de las Canarias.
Giros del Océano Atlántico imagen tomada de:
http://wwwhomepage.mac.com/uriarte
REFERENCIAS
Juan Luis Cifuentes Lemus, Pilar Torres-García, Marcela Frías M., El
océano y sus recursos III. Las ciencias del mar: oceanografía física,
matemáticas e ingenieria, FCE, México, 1995.
Roberto Maisonnave,
El efecto invernadero y el clima . Conferencia
realizada para la Academia Nacional de Ingeniería el día 28 de octubre
de 1997 en el Salón de Actos del Ministerio de Educación y Cultura en
Montevideo, Uruguay.
Jenine T. Ramírez, Corrientes oceánicas , Revista de investigación en
ciencias matemáticas, Universidad Interamericana de Puerto Rico, abril
de 2006.
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