Respuesta a los comentarios y las' contribuciones . Queremos expresar nuestra gratitud al doctor van der Sterren y al doctor Berliner por su generosa apreciación de nuestro trabajo así como por el esfuerzo involucrado en sus labores críticas. Con respecto al doctor Berliner deseamos comunicarle también nuestro profundo reconocimiento por sus enseñanzas y especialmente nuestra total concordancia con las conclusiones de su reciente artículo sobre depresión 3, que no hemos citado por haberlo recibido y leído después de terminar este trabajo. Nos referiremos al doctor van der Sterren para destacar cómo su labor sobre Edipo nos ha ayudado a fundamentar nuestros conceptos y nos ha ilustrado en nuestra pugna por comprender las motivaciones de la tragedia. Señala .el doctor van der Sterren el temor de que la complejidad del enigma que le plantea nuestro trabajo lo conduzca al filicidio. Confirmando nuestra tesis, nosotros pensamos también que como consecuenc:ia de los intentos filicidas del doctor van der Sterren podemos, como Edipo, ser llevados a consumar el parricidio, pero es probable que el anólisis de 105 acontecimientos y la posibilidad de eludir su negación nos evite tal desenlace. Comenzaremos con las dudas que plantea el doctor van der Sterren sobre si es correcto considerar a las acciones de Edipo como ejemplos de acting out y conducta psicopótica, dudas que indudablemente dependen de la amplitud con que se considere su conceptualización. Para ajustarnos a un marco común de referencia quizó convenga seguir la evolución científica dé los conceptos a partir de Freud y considerar la importante contribución que se ha añadido desde entonces. Es evidente, como lo señaló Frosch 11, que el término acting out se aplica hoya fenómenos de acción mós que a su connotación exclusiva dentro de la terapia analitica, o a cualquier acción que tiendo a modificaciónes aloplósticas mós que autoplásticas y particularmente a acciones de tipo antisocial. Como la teoría psicoanalítica constituye un cuerpo de proposiciones teóricos en constante evolución, los experiencias clínicos han llevado o repetidas ampliaciones y revisiones que fueron estimuladas por Freud y seguidas por sus continuadores. Entre estas revisiones y ampliaciones cae afortunadamente la conceptualización del acting out, y decimos afortunadamente porque su extensión esclarecedora nos ha de permitir la comprensión de los singnificados latentes mós profundos de múltiples cuadros patológicos donde lo actuaci6n del individuo se realizo sin un proceso previo suficiente por un déficit en lo organización del pensamiento verbal. Aquí se incluyen, entre otros, los así llamados "neurosis de destino" cuyo prototipo estó constituido por el desenvolvimiento del personaje edípico. Desde los conceptos iniciales de Freud a los que se refiere el doctor van der Sterren en Recuerdo, repetición y elaboración (914) 9 han surgido contribuciones fundamentales. En primer lugar la de Anna Freud 7 en 1936, quien colocó el acting out dentro del contexto de la relación entre el funcionamiento del Yo y los impulsos del Ello y del 745 Respuesta a los comentarios y las contribuciones Superyó. Anna Freud sostuvo que los impulsos y las defensas en contra de éstos se expresan a través de la acción. Creó las bases para todas las variaciones conceptuales pcsterlores, en especial para el trabajo básico de Fenichel: "Neurotic Acting - Out" (1941-45) 6. Fenichel extendió el concepto fuera de la terapia analítica y estableció su relación con las neurosis impulsivas, las neurosis traumáticas, las adicciones y las depresiones. El jalón marcado por fenichel fue seguido por otro importante paso evolutivo a cargo de Greenacre (1950) 13, quien acentuó como elemento genético en el acting out, la distorsión de la relación entre la acción y el lenguaje y el pensamiento verbal, que surge de graves frustraciones o trastornos en el segundo año de la vida. Señaló también su relación con la magia, el exhibicionismo y el déficit de desarrollo del sentido de realidad, etcétera, pero especialmente la relación del patrón específico de acting out con la vida temprana del sujeto. En 195ó se realizó la mesa redonda de la Asociación Psicoanalítico Americana, donde se expresaron diversos aportes que extendieron el campo conceptual cada vez. más y tendieron a abarcar la conducta psicopática y criminosa dentro del acting out. Conviene recordar también las investigaciones sobre conducta psicopática y criminosa desde. Healy (1915) en The individual Delinquent 14, Aichhorn, en Juventud delincuente (192ó) 1, Alexander y Healy, en Las raíces del crimen (1935) 2, Kate Friedlander (194749) 10, Bowlby (1944-51) 5 Y Johnson (949) 15, así como las aportaciones posteriores de Anna Freud (1949) 8, Glover (954) 12, Melanie Klein 17, 18 Y las más recientes de Blos 4 en adolescentes. Podríamos hacer mucho más extensa esta lista para señalar que existi~ron múltiples investigaciones más allá de las que sostiene el doctor van der Sterren, que hoy constituyen referencias para la historia del desenvolvimiento de los conceptos y de donde resulta obsoleto afirmarse para señalar la corrección de buscar una interpretación más profunda a las motivaciones en la ficción de un personaje legendario montenido a través del mito literario. 746 Rexford 19 concluye en su resumen de· 1963: "El término acting out se refiere o una variedad de fenómenos caracterizados por una incapacidad para abstenerse de la acción bajo distintas circunstancias. La falta' de una definición generalmente aceptada del concepto de acting out constituye un serio obstáculo para aclarar las confusiones y diferencias existentes. Resulta evidente que en la actualidad el término no está Ya limitado al fenómeno especicl observado como forma de resistencia en el tratamiento psicoanalftico". En cualquier caso podríamos aún eliminar de la discusi6n el problema semántico o nosológico sobre la denominación que corresponde a la personalidad, conducta y actuación del personaje que en la ficción se conoce como Edipo. Podríamos entonces eñfocarlo siguiendo el deseo de investigar por qué Edipo mata a su padre, se casa con su madre, adquiere el trono de Tebas y conduce a su pueblo a la miseria, esterilidad y Respuesta a los comentarios y las contribuciones enfermedad, maldice a sus hijos, su mujer-madre se suicida, es expulsado de Tebas, sus hijos malditos se matan entre sí como Polinices y Eteocles o se suicidan tras triste cautiverio como Antígona, y se extermina así la casa de los labdácidas, pues de los hijos de Edipo no quedarán descendientes. Se ha consumado totalmente el filicidio. El antecedente' que más nos conmueve es el fatídico origen de Edipo. Cuando nace sus padres lo condenan a muerte, y aún mucho antes de haber nacido. Si bien es cierto que una parte consciente y manifiesta de Edipo no quería motor o su padre ni casarse con su madre, sabemos que otro parte conocía perfectamente, antes de realizarlas, que habría de consumar ambas acciones. Edipo abandona Corinto cuando se entera de que no es hijo de P6libo y Mérope y cuando, tras consultar al oráculo, éste le dice que matará a su padre y desposará a su madre. Esto es, antes de su retorno a Tebas adonde se dirige para cumplir su designio impuesto por el conflicto engendrado por sus padres. Si, como dice el doctor van der Sterren, Edipo no quería matar a su padre, ¿c6mo ante el anuncio del oráculo mata a un anciano que podía ser su padre o se casa con la reina madre que podlo ser la suya propia? No porque reprime, como afirma el doctor van der Sterren, sino porque niega. lo reprimido es inconsciente y no tiene acceso a la motilidad que lleva a la acci6n, pero lo renegado es preconsciente y cuando sus cargas se incrementan mediante el desplazamiento lleva o la acci6n. Por ello el acting out está en funci6n de los contenidos rechazados por lo negaci6n y no por la represi6n. Edipo niego que layo seo su padre y que Vocasta sea su madre, y porque niega actúa. En cuanto o la simpatía que produce Edipo en el. auditorio, yola que se refiere el doctor van der Sterren, tiene indudables bases en nuestra identificaci6n inconsciente con lo que hemos sentido pero no actuado. Por otra parte, gran número de los personajes situados en la escena producen simpatía, no precisamente por sus condiciones éticas, sino por motivaciones más profundas que no podemos desarrollar y que incluyen demasiado a menudo a personalidades psicopáticas. Pero si profundizamos en la personolidad que ofrece el mito edípico y lo continuamos en Edipo en Colon no y en Antígana, nos encontramos con el destructor de sus hijos a quienes maldice, y con el que somete a su hija con todo el monto de sadismo y narcisismo característico de los graves estados melanc6licos. Actúa con sus hijos como sus padres actuaron con él. Finalmente señala el doctor van der Sterren un malentendido de su trabajo en nuestra cita. Tememos que sea un malentendido del doctor van der Sterren sobre nuestra cita. Al mencionar su excelente trabajo s610 hemos dicho: "The major difference between Oedipus King and other works lies is the fact that in the former Edipal emotions are fully and overtly displayed". El comentario posterior que dice: "Este hecho puede entenderse como la presentación de la actuaci6n irreprimida de los impulsos más prohibidos" es absolutamente nuestro, como que constituye la esencia misma de nuestra tesis, y su error ha sido el creer. que podíamos atribuírselo a él. 747 ·Respuesta a los comentarios y las contribuciones Referencias l. Aichhorn, A. Wayward Youth, Nueva York, Viking Press, 1935. 2. Alexcnder- F. y Healy, W. The Roots of Crime, Nueva York, Knopf, 1935. 3. Berliner, B. "Psychodynamics of the Depressive Charocter", Psychoanalytic Forum, 3, 1966. 4. Blos, P. On Adolescence: A Psychoanalytic Interpretation, Glencoe, 111., Free Press. ·5. Bowlby, J. "Forty-four Juvenile Thieves", Int. J. of Psycho-Anal, XXV, 1, 1944. 6. Fenichel, O. "Neurotic Acting-Out", Collected Papers of Otto Fenichel, 11, págs. 296-304, Nueva York, Norton, 1954. 7. Freud, A. The Ego and the Mechanisms of Defence, Nueva York, Int. Univ. Press, págs. 23-24, 1936. 8. - "Certain Types and Stages of Social Maladjustment", en Searchlights on D~linquency, ed. por Eissler, Nueva York, Int. Univ. Press, 1949. 9. Freud, S. Remembering, Repeating and Working-through, S.E., XII, págs. 145-156, Londres, Hogarth Press- 1958. 10. Friedlander, K. The Psychoanalytic Approach to Juvenile Delinquency, Nueva York, Int. Univ. Press, 1947. 11. Frosch, J. en Kanser, M.: "Panel Report, Acting-out and its Relations to Impulse Disorders", Journ. A.P.A., V, págs. 136-145. 12. Glover, E. "Recent Advances in the Psychoanalytic Study of Delinquency", Roots of Crime, Nueva York, Int. Univ. Press, Págs. 292-310. J 3. Greericcre. P. "General Problems of Acting-Out", Psychoanal. Quart, XIX, págs. 455 - 67. 14. Healy, W. The Individual Delinquent, Boston, Little Brown, 1915. 15. Johnson, A. M. "Sanctions fo): Superego Lacunae of Adolescent", en Searchlights on Delinquency, ed. por Eissler, Nueva York, Int. Univ. Press, págs. 225-236, 1949. 16. Kanzer, M. "Panel Report: Acting-Out and its Relalions lo Impulse Disorders", Journ. A.P.A., V. págs. 136-145. 17. Klein, 'M. "Criminal Tendencies in Normal Children", Contributions to Psychoana. Iysi$l Hogarth Press, Londres, 1948, pág. 185. 18. - "On Criminality", loe. cit, pág. 278. 19. Rexford, E. N. A Developmental Approach to Problem of Acting-Out, A Symposium, Journ of the American Academy of Child Psychiatry Monograph, Int. Univ. Press, Nueva York, 1963. 748