AU: 160/16 Índice: AMR 51/4654/2016 EE. UU. Fecha: 12 de agosto de 2016 ACCIÓN URGENTE SE FIJA EN TEXAS LA EJECUCIÓN DE UN HOMBRE QUE NO MATÓ A NADIE Está previsto que Jeffery Wood sea ejecutado en Texas el 24 de agosto. Fue condenado a muerte en 1998 por un asesinato cometido durante un robo en una tienda abierta las 24 horas en 1996. Cuando se cometió el asesinato, él estaba sentado en una camioneta delante de la tienda. Kriss Keeran murió por un disparo en una tienda de Texaco en Kerrville el 2 de enero de 1996. Daniel Reneau, de 20 años, y Jeffery Wood, de 21, que vivían en una caravana allí cerca, fueron detenidos por el crimen. No cabe duda de que Daniel Reneau cometió el asesinato mientras Jeffery Wood esperaba frente a la tienda. Daniel Reneau fue juzgado en 1997 y ejecutado en 2002. Jeffery Wood tiene un historial de discapacidad emocional e intelectual, y se le ha calculado un cociente intelectual de aproximadamente 80. A los 12 años, una evaluación psicológica lo describió como “hiperactivo”, “sumamente impulsivo” y “un chico con muchos problemas”. Cumplía los requisitos relativos a la discapacidad, y fue asignado a educación especial. Tras el asesinato de Keeran, un decenio después, Jeffery Wood fue declarado inicialmente no apto para ser juzgado sobre la base de los testimonios que indicaban que sufría procesos de pensamiento delirante y que era incapaz de captar la realidad de su situación. Fue enviado a una institución mental del estado. Al cabo de tan sólo dos semanas de observación, el hospital lo consideró apto basándose en que comprendía el hecho de los procedimientos, pero sin tener en cuenta su capacidad de ayudar racionalmente a sus abogados en su defensa. En el juicio de 1998, Jeffery Wood pidió que se despidiera a sus abogados cuando el jurado lo declaró culpable. Dijo al juez que no contrainterrogaría a ningún testigo. El juez denegó su petición, alegando que Wood carecía de la competencia mental necesaria para representarse a sí mismo, pero no llevó a cabo en ese momento una investigación más amplia sobre su aptitud para ser juzgado. En 2005, un juez federal concluyó que, pese a saber que Wood estaba “manifestando ideaciones suicidas”, los abogados defensores “no pidieron que se determinara la aptitud” de su cliente y optaron por seguir sus “instrucciones suicidas” durante la fase de determinación de la pena. Lo que siguió, dijo el juez, “fue una fase de determinación de la pena que careció incluso de los aspectos más rudimentarios de un procedimiento realmente contencioso”. Un requisito previo para imponer la pena de muerte en Texas es que el jurado concluya que el acusado presenta una “peligrosidad futura”. En la fase de determinación de la pena de Jeffery Wood, la fiscalía citó al Dr James Grigson, un desacreditado psiquiatra apodado “Dr Muerte”, que testificaba regularmente en las vistas de determinación de la pena de los casos de pena capital de Texas, para que declarara sobre su certeza de que el acusado cometería actos futuros de violencia, un tipo de testimonio por el que, en 1998, el psiquiatra ya había sido expulsado de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense. Pese a ello, la fiscalía presentó ese testimonio en el juicio de Jeffery Wood, sin informar al jurado de la expulsión del psiquiatra. Mientras tanto, los abogados defensores no hicieron ningún alegato, y no presentaron testigos ni pruebas o testimonios atenuantes. Durante toda la fase de determinación de la pena se limitaron a “permanecer sentados y mudos”, según señaló el juez federal en 2005. Escriban inmediatamente en inglés o en su propio idioma, citando el número de preso (#999256) en sus llamamientos: - manifestando su oposición a la ejecución de Jeffery Wood y pidiendo que se le conmute la condena de muerte; - señalando que Jeffery Wood no mató personalmente a nadie y no estaba en la tienda cuando se cometió el asesinato; - señalando que Jeffery Wood tiene un historial de discapacidad intelectual y emocional; - expresando preocupación porque, en la vista de determinación de la pena, el jurado no escuchó testimonios atenuantes, contrainterrogatorios ni alegatos de la defensa, y además escuchó el testimonio falso o engañoso del Dr James Grigson. ENVÍEN LLAMAMIENTOS ANTES DEL 24 DE AGOSTO DE 2016 A: Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas Gobernador Clemency Section, Board of Pardons and Paroles Governor Greg Abbott 8610 Shoal Creek Blvd., Austin, Texas 78757-6814, EE. UU. Office of the Governor, P. O. Box 12428 Fax: +1 512 467 0945 Austin, Texas 78711-2428, EE. UU. Correo-e: [email protected] Fax: +1 512 463 1849 Tratamiento: Dear Board members / Señores miembros de la Tratamiento: Señor Gobernador / Dear Governor Junta Envíen también copias a la representación diplomática de Estados Unidos acreditada en su país. Inserten a continuación las direcciones de las sedes diplomáticas locales: Nombre Dirección 1 Dirección 2 Dirección 3 Fax Número de fax Correo-e Dirección de correo-e Tratamiento Tratamiento Consulten con la oficina de su Sección si van a enviar los llamamientos después de la fecha indicada. ACCIÓN URGENTE SE FIJA EN TEXAS LA EJECUCIÓN DE UN HOMBRE QUE NO MATÓ A NADIE INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA Unas cuatro decenas de líderes religiosos tanto de Texas como de otros estados han pedido el indulto de Jeffery Wood, afirmando que “nuestra fe nos obliga a hablar en este caso, en el que una fecha de ejecución inminente amenaza la vida de un individuo con una considerable discapacidad mental que jamás debería haber sido condenado a muerte [...] Nos inquieta profundamente que el sistema de justicia penal concluya que se puede ejecutar a algunos de los miembros más vulnerables de la sociedad y librarse de ellos.” Según la petición de indulto presentada ante la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, tres miembros del jurado que juzgó a Jeffery Wood han manifestado su inquietud por la manera en que llegaron a la condena de muerte. En una declaración jurada firmada en el año 2000, uno de ellos declaró que “nadie en el jurado quería declarar culpable a Wood y condenarlo a muerte” pero, “las preguntas formuladas por la fiscalía en la fase de determinación de la pena no nos dejaron más alternativa que pedir la pena de muerte”. En unas declaraciones firmadas en 2009, un segundo miembro del jurado dijo que “las tres preguntas formuladas al jurado en la fase de determinación de la pena dejaban poco margen de maniobra” y que “la pena estaba fuera de las manos del jurado”, mientras que un tercero declaró que “durante las deliberaciones, al jurado se le presentó la ley de manera que no nos permitía votar una condena a cadena perpetua”. Tres ex miembros del jurado han afirmado su apoyo al indulto. Uno ha manifestado que “con lo que se conoce del testimonio del Dr Grigson, creo que el estado de Texas debería conceder el indulto a Jeffery Lee Wood e imponerle cadena perpetua. Ya no estoy de acuerdo en que Jeffery Lee Wood merezca la pena de muerte”. Otra ha declarado que no cree “que Jeffery Lee Wood merezca la pena de muerte”, sino que cree que “el estado de Texas debería conmutar su pena por cadena perpetua”. Un tercero “no tendría ningún problema en que el estado considerara adecuado conmutar la condena de [Wood] por cadena perpetua”. La pena de muerte en Estados Unidos se caracteriza por la arbitrariedad, la discriminación y el error. Supuestamente reservada según el derecho constitucional para los delitos más graves y los delincuentes más culpables, en realidad a menudo termina imponiéndose a quienes carecen de recursos para presentar una defensa efectiva, o a aquellos cuyos delitos se cometieron en una jurisdicción cuyas autoridades procesales están más dispuestas a imponer la pena de muerte o gozan de más recursos que otras para hacerlo. En una carta redactada dos meses antes de ser ejecutado en junio de 2002, Daniel Reneau escribió: “muchos reclusos y guardias me han preguntado por qué estoy aquí, y siempre me ha parecido una buena pregunta. No intento en modo alguno restar importancia a lo que he hecho, ni eludir la responsabilidad por ello. Estoy aquí por robar en una gasolinera y disparar una vez contra el empleado que trabajaba en ella. No digo que no merezca cumplir una condena en algún sitio [...] No soy ni mucho menos perfecto pero, si comparas mi caso y mis antecedentes con los de otros presos que forman parte de la población reclusa general, no tiene mucho sentido. Hay muchos presos en la población reclusa general, solamente en Texas, que han cometido asesinato, asesinato múltiple [...]” La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas ya ha recomendado anteriormente la conmutación de la pena en los casos de dos condenados a muerte que no habían sido los autores materiales del asesinato por el que habían sido condenados: Kenneth Foster (2007) y Robert Thompson (2009). La petición de indulto de Jeffery Wood a la Junta afirma que su culpabilidad “no es mayor que la Foster o Thompson. Wood no tenía antecedentes penales ni historial de violencia. En el juicio de Wood no se presentaron pruebas de que éste llevara armas, no sólo durante el delito capital por el que fue condenado, sino en ningún momento de su vida”. Texas ha sido responsable de 537 de las 1.437 ejecuciones llevadas a cabo en Estados Unidos desde que, en 1977, se reanudaron los homicidios judiciales en el país de acuerdo con los estatutos revisados de pena capital. En lo que va de 2016 ha habido 15 ejecuciones en Estados Unidos, llevadas a cabo en cinco estados: Georgia (seis), Texas (seis), Alabama (una), Florida (una) y Misuri (una). Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos, incondicionalmente. Nombre: Jeffery Wood Sexo: hombre AU: 160/16 Índice: AMR 51/4654/2016 Fecha de emisión: 12 de agosto de 2016