1 II Jornada Internacional de Archivos Los archivos como agentes en la inclusión social El TREN CULTURAL DE LA ALFABETIZACIÓN DE 1980 EN NICARAGUA Aura Ma. Olivares R. Jefe de Archivo Histórico Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica Universidad Centroamericana Managua, Nicaragua En el año 1979, pocos meses después del derrocamiento de la dictadura somocista y del triunfo de la revolución, el nuevo Gobierno sandinista organizó la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA) que demandó los esfuerzos del país entero para erradicar el analfabetismo con un índice mayor al 50%. Miles de jóvenes brigadistas, de los cuales 65 mil se movilizaron a las zonas rurales del país para enseñar a leer y escribir. Durante cinco meses, la sociedad misma alfabetizaba a la sociedad reduciendo el analfabetismo hasta el 12.9%. Por su carácter masivo, participativo y solidario, la CNA se convirtió en el hecho educativo y cultural más importante de la historia de Nicaragua, y uno de los procesos de alfabetización más relevantes a nivel mundial, méritos que fueron reconocidos por organismos educativos internacionales, entre los que se destaca la UNESCO que le otorgó la Medalla Nadezka Krupskaia. En agosto de 1980, al concluir la CNA el Ministerio de Educación construyó el Museo de la Alfabetización. En el año 1990 gana las elecciones presidenciales un gobierno neoliberal y con ello el Museo de la Alfabetización desapareció al igual que fue invisibilizada de los libros de textos. En el año 2005 el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, como parte de su misión se dio a la tarea de invitar a los ex alfabetizadores para que depositaran sus archivos personales. El llamado no se hizo esperar, gracias a que el IHNCA se ha ganado la confianza de esa sociedad por la respuesta responsable en recuperar, organizar y difundir la historia de Nicaragua que custodia en sus depósitos. Entonces, recuperar esa memoria tanto en documentos como de la conciencia comunitaria era la siguiente tarea del IHNCA pues el analfabetismo venía creciendo nuevamente. La conceptualización del cómo se podría viajar tanto físicamente por el interior del país como a la conciencia ciudadana, no era una tarea fácil. Otra vez el IHNCA recurrió a la sociedad y convocó a un grupo multidisciplinario como historiadores, cineasta, 2 antropólogos, sociólogos, entre otros quienes juntaron ideas y diseñaron un novedoso proyecto que lo llamaron Tren Cultural, con la exposición Leer es poder… En febrero de 2006, después de seis meses de intenso trabajo, fue inaugurado. El Tren Cultural de la Alfabetización saliendo de Managua para los departamentos del norte. Jóvenes de las escuelas públicas del Departamento de Matagalpa se preparan para la visita. Sobre la construcción del Tren Cultural: Tres furgones convertidos en salas de museo climatizadas, iluminadas y alfombradas. Instalados en forma de cruz. Forrados por dentro y por fuera con fotografías muy poco difundidas, y en formato gigante. Sobre los tres furgones caen dos toldos de color blanco con un diseño especial que le dan un diseño aerodinámico. 3 Metodología: Los tres furgones son tres salas independientes físicamente y unidas por el tema Leer es poder… El público meta son jóvenes en edades comprendidas entre 16 y 20 años. El recorrido/visita se organiza en grupos de 14 jóvenes. Inicia el recorrido: La primera sala introduce a los 14 visitantes en la historia del cómo se fue formando el alto índice de analfabetismo con la dictadura somocista que gobernó por casi medio siglo. Por medio de un guión pregrabado, fotos y vídeos, los visitantes inician un viaje “mágico” guiados por una joven brigadista que cuenta los antecedentes y el desarrollo de la Cruzada Nacional de Alfabetización. Gracias al Archivo Oral de la Alfabetización, resguardado en el IHNCA, jóvenes de entonces, cuentan de viva voz la experiencia de enseñar y aprender, de descubrir una parte, hasta entonces desconocida de su propio país, y la satisfacción de haber cumplido una importante misión. En la segunda sala, esos 14 jóvenes se dividen en dos grupos que se turnan: un primer grupo dialoga en forma virtual con los alfabetizadores de 1980 quienes en forma interactiva cuentan sus vivencias, emociones y temores. Los otros siete jóvenes revisan el contenido de la mochila de los alfabetizadores, también leen cartas y diarios de campos, después de 7.5 minutos cambian de rol. 4 La tercera sala es un espacio de reflexión. Son recibidos por el mismo discurso que pronunció el padre jesuita Fernando Cardenal, 25 años atrás cuando les dio la bienvenida a los miles de jóvenes alfabetizadores en la Plaza de la Revolución. Se le incorpora a ese discurso un segmento en el que el mismo padre Cardenal les dice ahora a los jóvenes visitantes del Tren Cultural que están conociendo la historia del porqué y cómo surgió la CNA y los invita a hacer algo ahora a ellos por su Patria. Los 14 jóvenes en 10 minutos piensan en la solución de un problema que pueda estar flagelando a su comunidad y le dan respuesta. En esa misma tercera sala a los jóvenes de manera sorpresiva se les toma una foto de grupo y además el proyecto de solución escrito en un párrafo se le incluye y se les da de recuerdo. La sorpresa en los rostros de los jóvenes no se hace esperar. De igual manera ese recuerdo se los llevan a sus casas y es compartida la experiencia con el resto de la familia. Todo el guión tiene una duración de 45 minutos. El léxico del guión fue construido con las palabras de los mismos alfabetizadores, tomado de los diarios de campos recuperados por el IHNCA. La primera estación del Tren fue en Managua, después de la inauguración, donde la permanencia, prevista para tres semanas se prolongó por dos meses, recibiéndose a más de 12 mil estudiantes de 60 colegios públicos y privados, en una apretada programación de visitas durante los días de la semana, las que se extendieron a los fines de semana para atender las solicitudes de familias, ex alfabetizadores, y población en general. 5 A medida que pasaban los grupos de visitantes, el Tren Cultural demostraba ser un extraordinario instrumento de educación y comunicación. Los jóvenes disfrutaban, interactuaban entre ellos, y compartían experiencias con sus profesores. En algunos grupos, los estudiantes descubrieron que su profesora había alfabetizado y le pedían de viva voz que compartiera su experiencia. Maestras con su memoria activada y su autoestima renovada, contaban sus vivencias profundamente humanas y conmovedoras. Otras explicaban las transformaciones que la Cruzada de Alfabetización había producido en sus vidas. Reflexiones que dejan los visitantes en un libro, al salir de los vagones: “La vivencia, el recuerdo y el compromiso personal revive, se fortalece y anima a no perder la esperanza en nuestra Nicaragua. Gracias por el esfuerzo de llevar a las nuevas generaciones el valor humano y patriótico de los jóvenes del 80, que serán jóvenes para siempre”, escribió en el libro de visitas una profesora del Colegio Loyola. “Me gustó mucho, porque gracias a estos proyectos aprendemos a ser solidarios”, escribió una joven del Colegio Nicaragüita. “Me pareció interesante y educativo porque aprendí muchas cosas. Además, ahora me emociona mucho alfabetizar a otros”, escribió otra estudiante del mismo colegio. “Fue una experiencia muy cool ya que sentí como si yo estuviera ahí. Lo mejor fueron las sorpresas que me llevé con las anécdotas y las informaciones. Valió la pena haber venido y me gustaría volver a venir otro día”. “Me pareció una experiencia motivadora e impresionantemente increíble, sobre todo al saber que esos jóvenes son nuestros padres, y saber toda la historia que vivieron me lleva a comprender más a mi país y hacer algo genuinamente desde el corazón por mi Nicaragua”. Uno de los jóvenes miembros del equipo del Tren Cultural que apoyó las labores de producción escribió en su informe: “para ser sincero se me hincha el pecho de orgullo cuando veo a la gente salir del Tren, no sé si los brigadistas sentían lo mismo cuando recibían las primeras cartas de las personas a las que alfabetizaron, pero sin duda alguna fue una experiencia muy importante para mí”. Desde su inauguración, en el año 2006, el Tren Cultural ha visitado nueve cabeceras departamentales y recibido, de forma gratuita, a 70.000 jóvenes. Muchos de éstos y sus maestros nunca habían visitado un museo. Algunos maestros rurales tampoco habían tenido experiencias con medios audiovisuales ni computadoras. Gracias al Tren Cultural, el IHNCA difundió los documentos de la CNA, logró establecer sinergias con las Alcaldías de los municipios visitados, que contribuyeron a su funcionamiento, proporcionando un espacio público para la estación, asegurando la energía, limpieza y seguridad del personal. ONGs y diversas estructuras del sistema educativo apoyaron la convocatoria y movilización de los estudiantes para visitar el Tren 6 Cultural durante el día, y participar en las actividades culturales, cine y video, en la noche. Es oportuno destacar que no sólo jóvenes y estudiantes, que constituyen su público meta, visitaron el Tren Cultural; también lo hicieron pedagogos, historiadores, educadores populares, y miembros de organismos internacionales y no gubernamentales, que visitaron la exposición interesados en el tema y la metodología. Todos han sido sorprendidos por la novedosa metodología y han compartido la alegría y emoción de los jóvenes que protagonizaron uno de los episodios más conmovedores de la historia de Nicaragua. El Tren Cultural estacionado en Matagalpa, Nicaragua 7 El Tren Cultural rumbo a Jinotega, Nicaragua