Diciembre de 2012 Analisi, Azterlanak eta Estatistika Zerbitzua Servicio de Análisis, Estudios y Estadística Mujer y actividad laboral (I): Evolución y situación actual 2012 Diciembre de 2012 Actividad laboral de las mujeres en la CAE Las tasas de actividad y empleo de las mujeres han sido durante décadas inferiores a las de los hombres, mientras que la de paro ha sido superior; la tendencia seguida por los datos de unos y otras han sido, sin embargo, de clara aproximación. Pero, ¿cuál está siendo su evolución en los últimos años? ¿cómo está repercutiendo esta fuerte recesión sobre la actividad laboral de hombres y mujeres de la CAE? El avance de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo conseguido en las últimas décadas, ¿está suficientemente consolidado o se está viendo ralentizado por la crisis, en forma de abandono del mercado laboral de algunas mujeres –y hombres-, por efecto del desánimo ante las negativas expectativas de encontrar empleo? Por el contrario, el despido masivo de hombres de puestos industriales y de la construcción, y consecuente pérdida de ingresos en muchos hogares, ¿ha podido forzar o incentivar la entrada de mujeres al mercado laboral, para intentar mejorar la economía doméstica? ¿y en qué condiciones? ¿podría conllevar también un mayor reparto entre hombres y mujeres de las tareas no remuneradas? Este informe presenta las principales tendencias de la participación de las mujeres vascas en la actividad laboral remunerada y el impacto que la actual crisis pueda estar ejerciendo. Para ello nos basamos en los datos ofrecidos por las operaciones estadísticas principales sobre la población y su actividad laboral (la PRA del Eustat y la EPA del INE), además de referencias puntuales a otras fuentes (como Estadística de la Renta Personal y Familiar del EUSTAT, la Encuesta de Estructura Salarial, del INE, o las operaciones propias del Gabinete Técnico de Lanbide sobre Incorporación a la vida activa de las promociones universitarias). La temática se completará, en un nuevo documento, con una panorámica sobre la situación profesional de las mujeres, la segregación formativa y ocupacional y las consecuencias de todo ello en sus opciones de desarrollo y promoción profesional. Contenido Tendencias e impacto de la crisis en la actividad laboral ................................................................................................. 2 La población activa femenina ha seguido creciendo, pero se detiene en 2012........................................................... 2 Mayor destrucción de empleo y aumento del paro entre los hombres en el último cuatrienio, aunque se extiende ya entre las mujeres ..................................................................................................................................................... 3 El paro juvenil femenino también es inferior al promedio........................................................................................... 4 El paro de larga duración afecta más a los hombres, salvo entre las mujeres que buscan su 1er empleo ................. 4 Condiciones laborales de los empleos: aumento de la precarización, que sigue afectando más a las mujeres ............. 5 Más temporalidad y situaciones sin contrato en el empleo femenino ........................................................................ 5 Trabajo a tiempo parcial ............................................................................................................................................... 6 Las mujeres siguen asumiendo el trabajo no remunerado del hogar en mayor proporción que los hombres ........... 6 Lenta convergencia de salarios y ampliación de la brecha salarial con la crisis ........................................................... 7 LANBIDE-SVE. Gabinete Técnico. 1/7 Actividad laboral de las mujeres en la CAE Diciembre de 2012 Tendencias e impacto de la crisis en la actividad laboral La población activa femenina ha seguido creciendo, pero se detiene en 2012 Las curvas de actividad de hombres y mujeres han seguido pautas claramente diferenciadas. Mientras que la tasa de actividad de los hombres mayores 16 años permanecía prácticamente estancada en torno al 65%-67% desde la década de los noventa hasta el inicio de la crisis, la actividad femenina no ha dejado de crecer, incluso durante la crisis. Ha crecido tanto en cifras absolutas como relativas; pese a ello, la tasa de actividad de las mujeres de 16 y más años (48,9% en 2012-III) es todavía 12 puntos inferior a la de los hombres. El dato del tercer trimestre de 2012, no obstante, podría sugerir un cambio de tendencia en la actividad laboral de las mujeres, al perder unas décimas respecto al año anterior. GRÁFICO 1: TASAS DE ACTIVIDAD DE LA POBLACIÓN DE 16 Y MÁS AÑOS. CAE 1986-2012. Entre 2008 y 2012, la población mayor de 16 años crece en la CAE en 32 mil personas, repartidas en 47% hombres y 53% mujeres, pero la población activa pierde casi tres mil efectivos: 29 mil hombres menos y 26,6 mil mujeres más. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la economía y la demanda de trabajo a corto medio plazo, para comprobar si el alargamiento de la recesión acaba desanimando a las mujeres para incorporarse al mercado laboral o, por el contrario, si las curvas de actividad por género prosiguen la tendencia convergente, en la senda de los objetivos de la estrategia vasca de empleo del 76,5% en 2014 y 78% en 2020. En la actualidad, la tasa de actividad de la población de 16-64 años es del 76,1% en los hombres y 65,9% en las mujeres (EUSTAT. PRA. 2012-III trim). Tasa de actividad GRÁFICO 2: MUJERES ACTIVAS POR GRUPOS DE EDAD. CAE 20052012. 100% 90% MUJERES ACTIVAS POR EDAD 80% 200 60% 180 50% 160 40% 140 30% 120 55 y más 100 45-54 años 80 35-44 años 60 25-34 años Miles 70% 20% 10% Hombres 2012 2010 2008 2006 2004 2002 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 0% 16-24 años 40 Mujeres 20 Fuente: EUSTAT. PRA. LANBIDE-SVE. Gabinete Técnico. 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 Hasta ahora, tanto en el grupo de 25-44 años, como entre las mayores de 45 años, las tasas de actividad femenina muestran una tendencia ascendente que se ha mantenido durante la crisis, en especial en los grupos de edad madura; la actividad de los hombres decrecía o permanecía estancada. Ello parece indicar que, al menos en esta primera fase, la crisis no ha frenado la búsqueda de empleo entre las mujeres. 2005 0 Fuente: EUSTAT. PRA. Las tasas de actividad de hombres y mujeres jóvenes entre 25 y 34 años son muy similares y reflejan su clara decisión de participar en el mercado de trabajo una vez finalizada la etapa de estudios. Pero a partir de la treintena, comienza a despegar la de los 2/7 Diciembre de 2012 Actividad laboral de las mujeres en la CAE hombres hasta alcanzar una diferencia de 10 puntos en el colectivo de edad madura. A pesar de ello, ambas curvas siguen situadas por encima del 80% entre los 35 y 54 años, periodo que abarca gran parte de la vida activa de la persona, incluidos los años de maternidad y crianza de hijos, durante los cuales una parte importante de mujeres se retiraba del mercado laboral. No parece probable, por tanto, que la profunda transformación de la sociedad durante el último cuarto de siglo en lo que respecta a la progresiva y sistemática incorporación de la mujer a los distintos ámbitos de la vida en general –educativo, laboral, político, etc.-, vaya a verse sustancialmente alterado por efecto de la crisis. Aunque ésta incida en ciertos comportamientos o movimientos coyunturales, la tendencia confirma la cada vez mayor participación femenina en la actividad laboral remunerada. revertir en una redistribución de las tareas no remuneradas de tipo doméstico y promover una participación más igualitaria en la actividad laboral dentro y fuera del hogar (es decir, remunerada y no remunerada) y en la vida en general de hombres y mujeres. GRÁFICO 3: CURVAS DE ACTIVIDAD POR GRUPOS DE EDAD. 2012-III trim. Tasa de actividad por edad - 2012-III trim 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Por otro lado, el que la pérdida de empleo haya afectado inicialmente a los hombres más que a las mujeres, con la consecuente pérdida de ingresos en los hogares (en muchos se ha pasado de percibir dos sueldos a percibir uno –con frecuencia el más bajo- o ninguno), y el alargamiento de esa situación, puede 16-24 25-34 35-44 Hombre 45-54 54-64 Mujer Fuente: EUSTAT. PRA. Mayor destrucción de empleo y aumento del paro entre los hombres en el último cuatrienio, aunque se extiende ya entre las mujeres Los casi tres mil efectivos activos menos entre 2008 y 2012 es el saldo resultante entre la negativa evolución del empleo y el consecuente incremento del paro: desde el inicio de la crisis hay en la CAE casi 87 mil personas ocupadas menos y 84,4 mil paradas más. El impacto inicial fue especialmente intenso en los sectores de la construcción e industria, sectores con mayoritaria presencia masculina. De esta forma, de esas 87 mil personas ocupadas menos, tan sólo una de cada diez era mujer. Pero cada vez son más las que se ven perjudicadas por la crisis y, en el último año, un tercio ya de los 33.000 empleos perdidos estaban LANBIDE-SVE. Gabinete Técnico. ocupados por mujeres. Este resultado está vinculado al deterioro del sector servicios, al que corresponde la mitad de los empleos perdidos desde el tercer trimestre de 2011, aunque también la industria y la construcción presentan caídas notables. El desigual reparto sectorial de hombres y mujeres y el desigual impacto de la crisis sobre los sectores económicos ha provocado un incremento de la prevalencia femenina en el total de ocupación, fruto más de la persistente segregación ocupacional por sexo, que del incremento de empleo entre las mujeres. 3/7 Actividad laboral de las mujeres en la CAE Diciembre de 2012 GRÁFICO 4: TASAS DE EMPLEO DE LA POBLACIÓN DE 16-64 AÑOS. CAE. 2001-2012. GRÁFICO 5: TASAS DE PARO DE LA POBLACIÓN DE 16 Y MÁS AÑOS. CAE 1986-2012. Tasa de empleo de 16-64 años Tasa de paro 90% 50% 80% 45% 70% 40% 35% 60% 30% 50% 25% 40% 20% 30% 15% 20% HOMBRES MUJERES Hombres 2012 2010 2008 2006 2004 2002 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1986 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 0% 2002 0% 2001 5% 1988 10% 10% Mujeres Fuente: EUSTAT. PRA. A consecuencia de lo anterior, la tasa de paro masculina superó a la femenina por primera vez en la serie histórica. Pero la extensión de la recesión a los servicios –más feminizados-, el alargamiento de la crisis, junto al recorte de presupuestos y gasto público (con impacto directo en sanidad, educación, etc.), han ido acortando las diferencias, aunque todavía los varones presenten una tasa de paro (12,2%) un punto superior a las mujeres (11,3%). De hecho, las mujeres están siendo afectadas seriamente por la coyuntura económica y representan ya el 44% del desempleo (y el 46% de la ocupación). En el último cuatrienio, la cifra de mujeres en paro se ha multiplicado por 3,1 (pasan de 17 mil a 53 mil paradas), y la de hombres por 3,5 (de 19 mil a más de 67 mil parados). por jóvenes), si bien la destrucción de empleos se ha extendido ya a miles de puestos fijos y al conjunto de plantillas enteras. Aun así, el incremento del paro entre los jóvenes ha sido espectacular. Si la tasa de paro general en la CAE ha crecido en 8 puntos en el último cuatrienio, la de los jóvenes de 16-24 años ha subido más de 27 puntos, hasta alcanzar ese 36,7%, y ello a pesar de que el tamaño de las cohortes sigue disminuyendo por efecto de la evolución demográfica y, por tanto, cada año menos efectivos engrosan la población mayor de 16 años. Las chicas jóvenes, con menor presencia en especialidades técnicas e industriales, presentan una tasa de paro 5 puntos inferior a sus compañeros, pero aun así, una de cada tres no encuentra trabajo. El paro de larga duración afecta más a los hombres, salvo entre las mujeres El paro juvenil femenino también es que buscan su 1er empleo inferior al promedio Junto a la destrucción del empleo, a las elevadísimas tasas de paro juvenil, el alargamiento del período de desempleo resulta otra de las consecuencias más preocupantes de esta recesión. En el tercer trimestre de 2012, en la CAE, el 49% de personas paradas llevan Como conocemos de crisis anteriores, los jóvenes son especialmente vulnerables por la contracción de la contratación, en un primer momento, y despido de los puestos temporales (muchos de ellos ocupados LANBIDE-SVE. Gabinete Técnico. 4/7 Actividad laboral de las mujeres en la CAE Diciembre de 2012 más de un año buscando empleo: entre los hombres, la incidencia del paro de larga duración es unos 5 puntos porcentuales superior que entre las mujeres; el plazo medio de búsqueda es de 16,2 meses. Si de lo que se trata es de encontrar el primer empleo, el plazo medio asciende al año y medio, y se aproxima a los dos años (22,3 meses) en el caso de las mujeres que buscan ese primer empleo. A ellas, por tanto, les cuesta más. A la ya de por sí difícil situación del paro, se añade el riesgo de cronificación de su situación y la progresiva obsolescencia del capital humano que implica. Situación especialmente grave para las personas de edad más madura, rechazadas por el mercado laboral, con excepciones en el caso de las mujeres vinculadas a sectores de la economía sumergida, tales como los servicios de empleadas de hogar o cuidado de personas. Condiciones laborales de los empleos: aumento de la precarización, que sigue afectando más a las mujeres LANBIDE-SVE. Gabinete Técnico. ASALARIADA CON CONTRATO Población asalariada con contrato indefinido-fijo 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% Hombres Mujeres Fuente: EUSTAT. PRA. 5/7 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 0% 2001 Desde el inicio de la crisis, sin embargo, la destrucción de empleo ha afectado especialmente a asalariados varones con contrato indefinido: se han perdido casi 67 mil puestos fijos o indefinidos (caída del 10% respecto a 2008, y del 2% en el caso de las mujeres), y a unos 4.300 puestos temporales (caída del 3%), y hay 7.500 ocupados menos sin contrato (casi todos mujeres). GRÁFICO 6: POBLACIÓN INDEFINIDO. CAE 1986-2012. 2000 La temporalidad, por ejemplo, afecta al 25,3% de las mujeres ocupadas y al 19,5% de los hombres ocupados. En peor situación se encuentra un 1,9% de mujeres ocupadas sin contrato laboral (frente al 0,2% de los hombres). En los contratos registrados durante 2011, sin embargo, apenas hay unas décimas de diferencia entre sexos: un 94,6% de los contratos femeninos y un 94% de los masculinos fueron temporales. 1999 contrato en el empleo femenino 1998 sin 1997 situaciones 1996 y 1995 temporalidad 1994 Más La pérdida de puestos temporales es totalmente masculina: en los últimos cuatro años hay un 12% menos de asalariados temporales entre los hombres, y un 8% más de temporales entre las mujeres. Este último incremento no cubre los casi 11 mil puestos menos de asalariadas sin contrato laboral (de los cuales, 7 mil se pierden en el año 2012), aunque podría reflejar en parte el proceso de regularización del empleo doméstico iniciado durante este último año. 1993 Vinculada a la destrucción del empleo se registra una precarización y empeoramiento de las condiciones de trabajo de muchos y muchas de los que siguen ocupados: temporalidad, retribución salarial, tipo de jornada, adecuación del nivel de estudios al empleo, economía sumergida, etc. La precariedad hoy en día sigue afectando más a las mujeres que a los hombres. Actividad laboral de las mujeres en la CAE Diciembre de 2012 Trabajo a tiempo parcial Las mujeres que buscan empleo muestran menos restricciones que los hombres a aceptar trabajos a tiempo parcial, no tanto porque busquen específicamente este tipo de jornada por motivo de conciliación u otros (tan sólo un 4% de las mujeres en paro buscan jornada a tiempo parcial, aunque en los hombres la cifra es aun menor, 1%), cuanto por el menor nivel de exigencia de jornada completa que plantean (un 15% de las mujeres busca empleo a jornada completa en exclusiva, frente al 25% de los hombres). Elección voluntaria o no, el trabajo a tiempo parcial es femenino: 8 de cada 10 personas ocupadas a jornada parcial son mujeres (mientras que ellas representan 4,6 de cada 10 personas ocupadas), sin que se aprecien cambios significativos en los últimos años. Tan sólo 2-3 hombres de cada 100 trabajan a jornada parcial, frente a unas 15 de cada 100 ocupadas. Esta realidad se refleja directamente en los niveles de ingresos anuales de unos y otras, además de dificultar la participación igualitaria entre hombres y mujeres en el trabajo no remunerado, al ser ellas quienes en mayor proporción disponen de tiempo fuera del horario laboral “mercantil”. Las mujeres siguen asumiendo el trabajo no remunerado del hogar en mayor proporción que los hombres La realización de labores domésticas sigue recayendo mayoritariamente sobre la población femenina, con independencia de su situación laboral -es decir, sean ocupadas, paradas o inactivas laboralmente-, y se intensifica a medida que se avanza en edad (lo que no sucede en igual medida entre los varones). Realiza labores del hogar de forma relevante desde un 16% mínimo entre las jóvenes menores de 25 años (aun siendo baja la cifra, ya dobla la de sus compañeros varones de cohorte), hasta el 94% entre las de 45 y más años (54% de los hombres de esta edad). Y si hablamos de las ocupadas, entre las mayores de 45 años, el porcentaje que realiza tareas del hogar de LANBIDE-SVE. Gabinete Técnico. forma relevante sube al 98%, es decir, prácticamente la totalidad, frente al 57% de los hombres de la misma categoría. GRÁFICO 7: POBLACIÓN OCUPADA QUE REALIZA LABORES DEL HOGAR DE FORMA RELEVANTE. CAE. 2012-III trim. Población ocupada que realiza labores del hogar de forma relevante, por edad 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 16 a 24 años 25 a 34 años Hombres 35 a 44 años 45 y más años Mujeres Fuente: EUSTAT. PRA. Además, en épocas de crisis, con el incremento y el alargamiento de la situación de desempleo, el agotamiento de las prestaciones, y la consecuente reducción de ingresos en los hogares, se suele producir una desmercantilización del trabajo doméstico que había sido externalizado en la época de bonanza, cuando la economía doméstica podía permitirse pagar un salario a otra persona por la realización de esas tareas. Este incremento de la carga de trabajo no remunerado recae, en su mayoría, sobre las mujeres. Incluso entre la población desempleada, las mujeres siguen asumiendo estas tareas en mayor proporción que los hombres, aunque los mayores de 45 años desempleados se implican más que el resto de varones (el 75% realiza tareas domésticas de forma relevante). Entre las mujeres paradas, los ratios se aproximan al 100%. En conclusión, también en el ámbito familiar o doméstico ha habido un avance hacia una participación más igualitaria entre hombres y mujeres, pero sigue siendo la mujer quien se encarga principalmente de esa responsabilidad y función, hecho observable ya desde las generaciones más 6/7 Diciembre de 2012 Actividad laboral de las mujeres en la CAE jóvenes. La incorporación de la mujer al mercado laboral producida en las cinco últimas décadas no ha sido acompañada en similar medida o intensidad por la incorporación del hombre al trabajo del hogar, dando lugar a la doble jornada laboral de la mujer, o alargamiento de su jornada laboral remunerada, con la no remunerada dentro del hogar. GRÁFICO 8: GANANCIA MEDIA ANUAL. CAE 2004-2010. Ganancia media anual por persona trabajadora 35.000 € 30.000 € 25.000 € 20.000 € 15.000 € Lenta convergencia de salarios y 10.000 € ampliación de la brecha salarial con la crisis 5.000 € La diferencia salarial entre sexos se refleja en todos los tipos de contrato (indefinido o temporal), en ocupaciones de distinto nivel formativo, en todos los grupos de edad y sectores de actividad. Pero, con diferencias destacables. La brecha se estrecha entre las personas ocupadas menores de 35 años (18%), en los contratos de duración determinada (8%), en la industria (17%) o la construcción (2%), y en ocupaciones de alta cualificación (las mujeres en puestos de dirección-gerencia, científico-intelectuales y técnicos de apoyo ganan un 18% menos que los hombres en estos tres grupos). Y se registra tanto en las rentas bajas como en las altas, aunque con mucha más incidencia entre las primeras: la ganancia media anual del 10% de mujeres con menos ingresos (8.4576€ en 2010, en la CAE), era un 39% inferior a la de los hombres de ese mismo percentil; mientras que el ingreso medio mensual de las que más ganaban (41.080€, para el percentil 90) era un 15% inferior al de los hombres. LANBIDE-SVE. Gabinete Técnico. Hombres 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 0€ La brecha salarial entre hombres y mujeres también ha ido estrechándose, pero es todavía muy elevada: en 2010 (último dato con el que contamos), las mujeres tenían un ingreso anual en la CAE un 24% inferior al de los hombres, mientras que en 2004 la diferencia era del 29%. La crisis, sin embargo, parece haber detenido esa lenta convergencia: tanto en la media estatal como en la vasca, la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres se reduce hasta el inicio de la crisis, brecha del 22% en 2009 en la CAE, para ampliarse en 2010. Mujeres FUENTE: INE. EES. Aunque la brecha salarial por hora no es tan elevada (15% en 2010), la prevalencia de jornadas a tiempo parcial entre las mujeres amplía la diferencia cuando se habla del ingreso anual. La concentración de la mujer en los servicios también refuerza la brecha salarial agregada, mientras que su estructura ocupacional, con amplia presencia en puestos de alta cualificación, actuaría hacia una mayor igualdad: la ganancia hora de la mujer era un 13% inferior a la del hombre en ocupaciones de alta cualificación, pero hasta un 25% menor en las de baja cualificación. Las mujeres no sólo tienen menores rentas procedentes del trabajo remunerado. Esa realidad afecta a todas las situaciones en relación con la actividad: sean ocupadas, estudiantes, amas de casa, jubiladas o paradas, las mujeres siempre tienen un nivel inferior de renta. El menor nivel de cobertura de las prestaciones contributivas de desempleo viene motivado también por su distribución sectorial y mayor presencia en ramas poco regularizadas: los desempleados procedentes de ramas industriales, construcción, transporte y actividades inmobiliarias, son quienes alcanzan mayor cobertura en las prestaciones, mientras que los procedentes de servicios personales, especialmente de servicios en el hogar, los que menos. 7/7