XI. LA RESCISIÓN POR LESIÓN EN LA LIQUIDACIÓN DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES. ESTUDIO PREVIO Y COMPARATIVO EN LA PARTICIÓN DE LA HERENCIA Se ha venido cuestionando la procedencia de la aplicabilídad de las normas de rescisión de las operaciones particionales a la liquidación de la sociedad de gananciales. Para centrar las cosas en sus justos límites, y analizar detenidamente la viabilidadde la rescisión por lesión en la liquidación de la sociedad de gananciales, forzoso resulta detenerse —dadas sus absolutas connotaciones- en el análisis de la partición de la herencia, concretamente en supuestos de una valoración incorrecta. Ante ello, la doctrina ha manejado dos opciones o vías con el fin de dar soluciones: por un lado se ha predicado la anulabilidad y, por otro, la rescisión de la partición llevada a cabo. XI.1. Anulabilidad o rescisión. Posiciones doctrinales La doctrina acepta de forma unánime el ejercicio de la acción de nulidad de una partición cuando los bienes han sido valorados defectivamente como consecuencia del dolo de alguno de los partícipes. Sin embargo, existen vacilaciones sobre tal pertinencia, cuando la causa viene determinada por el error. En este sentido CARRASCO PERERA entiende, con referencia a la materia del error, que el legislador ha sustituido la anulabilidad por la rescisión, con la condición de 181 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS que ésta exceda de un cuarto 261 . DÍEZ-PICAZO y GULLÓN se cuestionan el sentido que tiene conceder la posibilidad de rescisión únicamente cuando el error tiene importancia cuantitativa, si el error, sin más requisitos, puede fundamentar en estos casos la anulabilidad, viendo, de todos modos, en la necesidad de que el mismo sea excusable, un obstáculo para darle relevancia, puesto que podría haberse evitado obrando con diligencia 262 . HERNÁNDEZ GIL mantiene que sólo el error en la formación de la voluntad particional (error in substantia y el que da lugar a la omisión de más de «alguno o algunos» bienes en el inventario según lo expresa el artículo 1079 del Código Civil), puede dar lugar a la anulabilidad de la partición, de modo que el error en la evaluación, el cual se produce en un momento posterior, únicamente posibilita la rescisión en determinadas condiciones, añadiendo que si la rescisión presupone un acto válido, ha de ser inconciliable con la anulabilidad, de donde se deduce que el error en la valoración no puede determinar esta última 263 . MUÑOZ DE DIOS, de forma muy sutil, pone de manifiesto —con referencia a la rescisión— que se encuentra encuadrada dentro de la ineficacia, y tiene atribuido sólo un pequeño arco de ella y por ambos flancos limitativos le comprimen. De un lado, la anulabilidad, con el error, que dificulta su distinción del error en la valoración de lo adjudicado, que es en definitiva la esencia de la rescisión, haciendo necesaria una fina labor de disección jurídica para determinar en qué campo cae el caso concreto some(261) CARRASCO PERERA, A., «Comentario a la Sentencia de 21 de marzo de 1985», Cuadernos Civitas de Jurisprudencia Civil, núm. 8,1985, pág. 2538. (262) Cit. por MARTÍN MELÉNDEZ, T. M.a, La Liquidación de la Sociedad de Gananciales, McGraw-Hill, Madrid, 1995, pág. 490 y nota 202. Tesis a la que se adhiere esta autora. (263) Cit. igualmente por MARTÍN MELÉNDEZ, "ob. cit.", pp. 490491 y nota 203. 182 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES tido. De otro, la figura de la adición hereditaria, con la que s e c o m p l e m e n t a , e n m u c h o s casos 264. Insistiendo en q u é clase de error es el d e t e r m i n a n t e de la rescisión, teniendo en cuenta que resulta posible que la valoración equivocada obedezca a ignorancia sobre cuál p u e d e ser el valor m e d i o (o de m e r c a d o ) de los bienes hereditarios, en p a r t i c u l a r el de alguno o a l g u n o s o q u e obedezca al desconocimiento de la sustancia de la cosa o de alguna cualidad esencial de la m i s m a , opina un sector doctrinal q u e no hay r a z ó n alguna p a r a no llevar a m b a s hipótesis a la r e g l a m e n t a c i ó n p o r lesión, m á x i m e c u a n d o no h a y e n e l C ó d i g o Civil u n a r e g u l a c i ó n s i s t e m á t i c a d e l e r r o r (ni en general de la ineficacia de las particiones)265. A jui- (264) MUÑOZ DE Dios, G., «Partición de la herencia: Rescisión por lesión», Comentario a la STS de 17 de enero de 1985; La Ley 1985-2, pág. 426. Advierte el autor, en el sentido expuesto, la necesidad de destacar la sentencia del TS de 26 de febrero de 1979, proclamando que la partición adicional o complementaria no sólo procede cuando en la primera partición no se han incluido determinados bienes, sino también cuando la omisión alcanza a valoraciones o cuando las realizadas en el cuaderno particional lo h a n sido en perjuicio del principio de igualdad de los lotes, porque la valoración mal realizada supone falta u omisión de valor y la necesidad de corregirla. Aquí, en mi opinión, y en lo que al último punto se refiere, estaríamos ante una típica acción de rescisión, pues como advierte CARRASCO PERERA (vide supra nota. 261), estaríamos ante «falta de equivalencia económica en el valor de los mismos». (265) La doctrina tiene a considerar que los casos de error in sustancia dan lugar a la anulabilidad de la partición y no a la rescisión, sin duda por el hecho de que en materia de contratos este es el tratamiento que se da a esta clase error. Por todos vide VALLET, Panorama del Derecho de Sucesiones, t. II, Chatas, SA., Madrid. 1984, págs. 921, 981, y DÍEZPICAZO y GULLÓN, Sistema de Derecho Civil, TV, pág. 605. MARTIN MELÉNDEZ, M. a T., "ob. cit.", pág. 491 y nota 205, siguiendo a DÍEZPICAZO y GULLÓN, así como a HERNÁNDEZ GIL, E, Sobre la ineficacia de las particiones realizadas por comisario, "op. cit.", pág. 534, también entiende que en los supuestos indicados se daría lugar a la anulabilidad pero no rescisión, a pesar de que esta última autora se decanta, sin ninguna duda, en caso de error en la valoración, por la rescisión por lesión en más de un cuarto. 183 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS ció de DE LA CÁMARA, esta tesis es equivocada. Naturalmente que cabe el error en la partición, error que puede afectar a muy diversas materias, pero concretamente cuando el error recae sobre la valoración de uno o más bienes hereditarios lo trascendentes es el error en la valoración, cualquiera que sea la causa determinante de ese error; entre dichas causas se cuenta, y en la mayor parte de los casos esa será la razón a que obedece el error, el desconocimiento o el conocimiento equivocado de la sustancia de la cosa o de una cualidad esencial de la misma. Siendo esto así y desde el momento en que este tipo de error no era contemplado como supuesto específico por el Código Civil, lo lógico es remitir los efectos de este tipo de error a la hipótesis de la lesión. No se ve claro, dice DE LA CÁMARA, por qué el error en la sustancia de la cosa o en las cualidades esenciales del mismo da lugar a la anulabilidad de la partición aunque el error sólo haya determinado una diferencia en menos de la valoración, inferior a la cuarta parte, y que, en cambio, el error determinado por factores externos sólo permita rescindir la partición en caso de perjuicio superior. No se olvide, además, que la lesión puede repararse por la vía de la indemnización sin que sea necesario, como regla general, proceder a una nueva partición, lo que no parece admisible en el caso de anulabilidad. El principio de conservación de la partición sirve de apoyo y fundamento a la tesis propugnada. 266 (266) DE LA CÁMARA ALVAREZ, M., Comentario del Código civil, t. I, Ministerio de Justicia, Secretaría General Técnica, Centro de Publicaciones, Madrid, 1991, pág. 2518. A este respecto, el Tribunal Supremo (S. de 26 de enero de 1993, Actualidad Civil, 1993-2, Ref. 528) destaca que "el simple error en la valoración difícilmente dará lugar a la anulación de la liquidación y partición de la sociedad de gananciales, ya que en cualquier caso en que se le quiera dar relevancia jurídica ha de ser excusable, obteniéndose ese juicio de las circunstancias que han rodeado al negocio jurídico que se dice afectado por tal vicio del consentimiento". DURÁN RIVACOBA, R., dice que en el más sobresaliente de los supuestos, permitiría una corrección, pero no su impugna 184 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES R O B L E S LATORRE 2 6 7 siguiendo a VALLET DE GOYTTSOLO 2 6 8 , dice que analizando los momentos en los que puede aparecer el error, deben distinguirse tres niveles. En el primero de ellos el error recae sobre los presupuestos de la partición —testamento, ley—. Si dichos presupuestos no son correctos por aparición de otro testamento, por nulidad del que se pensaba válido, dicho error hace caer la base del negocio jurídico particional, haciéndolo —en su opinión— nulo absolutamente. En el segundo de los niveles el error recae sobre la interpretación de los derechos que se desprenden de un testamento válido o de las reglas legales que deben conducir la sucesión. Si el error reúne las condiciones que le hacen jurídicamente relevante —sostiene este autor— , también en la partición de herencia convencional, es relevante y, por tanto, su sanción debía ser la anulación de la partición realizada. Por último, el tercero de los niveles en donde se puede manifestar el error es en el momento de la formación de los lotes que concreten el derecho que tiene cada interesado en la partición. Este error es el que regulan los artículos 1069 y siguientes del Código Civil, dando soluciones diferentes para los diversos supuestos. Para este autor, él error sobre la cuota es calificable como error que vicia el consentimiento. Pero debe de tratarse de un error sobre una cuota válidamente determinada. Si la cuota no estuviese válidamente determinada, la solución sería la nulidad absoluta 2 6 9 . ción; «Comentario a la Sentencia de 26 de enero de 1993», Cuadernos Civitas de Jurisprudencia Civil, abril-agosto, 1993, núm. 32, "op. cit.", pág. 456. (267) ROBLES LATORRE, P., Lo Partición convencional y su Impugnación, McGraw-Hill, Madrid, 1996. pág. 129. (268) VALLET DE GOYTISOLO, Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales, dirigido por Manuel Albaladejo, t. XIV, vol. 2., Madrid, 1989, "op. cit.", págs, 490 y ss. (269) ROBLES LATORRE parte de dos momentos dentro del acto particional. El primero de ellos consiste en la fijación de la cuota y tiene como consecuencia la concreción de la cuantía —si se quiere 185 JOSÉ MARÍA COTILLAS TORNS LACRUZ pone de relieve que contradiciendo expresamente lo dispuesto en el artículo 1293 del Código Civil —que bien pudiera haber incluido esta excepción— el artículo 1074 dispone que podrán también ser rescindidas las particiones por causa de lesión en más de la cuarta parte, atendido el valor de las cosas cuando fueron adjudicadas 270. Las dificultades que plantea el citado artículo 1293 del Código Civil —"a ningún contrato se rescindirá por lesión fuera de los casos mencionados en los números 1.° y 2.° del artículo 1291"- quedan eliminadas si se atiende a la combinación de los preceptos del Código que seguidamente vamos a estudiar. Resulta evidente cómo —no obstante la acción de rescisión constituya un expediente de carácter residual (cf. artículo 1294 CC; y, para la partición de la herencia, más en concreto, la Sentencia de 13 de febrero de 1941)—, el propio artículo 1291 del Código Civil en su número final también contempla en el ámbito de la rescisión «cualesquiera otros "contratos" en que especialmente lo determine la ley». Aunque fuera del contexto que estoy planteando y adelantando lo que será objeto de posterior estudio, parece conveniente apuntar que, en ese de liquidación de sociedad de gananciales, así sucede ahora por virtud del envío del artículo 1410 del mismo Código, máxi- ideal— a la que cada uno de los copartícipes tiene derecho. Un segundo momento que consiste en la adjudicación o reparto material de los bienes en función de las cuotas que a cada uno pertenece del patrimonio que hasta ese momento estaba indiviso, "op. cit.", pág. 13. (270) LACRUZ BERDEJO, J. L., Elementos de Derecho Civil, V, Derecho de Sucesiones, José María Bosch Editor, S.A., Barcelona, 1993, 5. a ed., pág. 140. Advierte de forma clara que no nos hallamos aquí en un supuesto de lo que llama CARRASCO PERERA "falta de equivalencia material en la formación de lotes", con infracción del artículo 1061, que puede dar lugar a la nulidad, sino de "falta de equivalencia económica en el valor de los mismos", conducente a la rescisión. 186 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES me c u a n d o el precepto, aplicado p o r r e m i s i ó n se refiere a u n a m a t e r i a no expresamente c o n t e m p l a d a en la aludida n o r m a t i v a específica (Sentencia de 11 de j u n i o de 1983). Este ú l t i m o precepto implica al artículo 1073 de aquel Cuerpo legal, a cuyo t e n o r «las particiones p u e d e n rescindirse p o r las m i s m a s causas q u e las obligaciones»; y, en particular, o r d e n a el siguiente precepto q u e «podrán t a m bién ser rescindidas las particiones p o r causa de lesión en m á s de la cuarta parte, atendiendo al valor de las cosas c u a n d o fueron enajenadas» (art. 1074 CC). Y ya he puesto de manifiesto que las dificultades qued a n eliminadas si se atiende a la c o m b i n a c i ó n de los preceptos, en la m e d i d a que el ejemplo característico en q u e la rescisión tiene lugar p o r m a n d a t o de la Ley, fuera de los supuestos contemplados en el precepto aludido, resulta p r e c i s a m e n t e éste 271 . C o m o se p u e d e apreciar, a lo largo del desarrollo expositivo de las distintas posiciones doctrinales que, si no todas, p u e d e n considerarse al m e n o s las m á s representativas, no existe u n a apreciación y distinción uniforme en m a t e r i a del error y, en concreto, su aplicación y consecuencias en esta sede. Así las cosas, mantengo la opinión que desde un posicionamiento objetivo, se debe llegar a la conclusión de q u e toda infra o supra-valoración —en la p a r t i c i ó n - de los activos y pasivos que c o m p o n e n la herencia indivisa o la sociedad de gananciales ya disuelta, con su régimen jurídico propio y característico y que, obviamente, repercutirían en el h a b e r líquido con el que se colmarán, con los bienes concretos de la masa, las cuotas predeterminadas del valor de la misma, abrirán indefectiblemente la posibilidad de la acción de rescisión p o r lesión, si la misma supera la cuarta parte; cupiendo t a m b i é n la opción o facultad - e n los supuestos de lesión(271) DURÁN RIVACOBA, R., "Comentario a la...", "ob. cit", pp. 454455. 187 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS p r e v i s t a e n l o s a r t í c u l o s 1077 - e n t e n d i e n d o q u e s ó l o a p l i c a ble a la p a r t i c i ó n de la h e r e n c i a y no a la de la sociedad de g a n a n c i a l e s - o 1079 d e l C ó d i g o Civil 2 7 2 . XI.2. La rescisión en la sociedad de gananciales Por lo q u e respecta a la rescisión p o r lesión, en sede de sociedad de gananciales, no ofrece la m e n o r d u d a su plena aplicabilidad, dado, p o r un lado, la remisión que el artículo 1410 del Código Civil hace a las n o r m a s de la partición de la herencia en lo no previsto en la regulación específica de la liquidación de la sociedad de gananciales sobre «reglas sobre tasación y ventas de bienes, división del caudal, adjudicación a los partícipes y demás...», y siendo evidente la ausencia de regla alguna, ello nos aboca irremisiblemente a los artículos 1074 y siguientes del Código Civil. Por otro lado, nos e n c o n t r a m o s con la semejante naturaleza de la partición de la herencia y la del r e m a n e n t e liquido de la sociedad de gananciales, h a b i d a cuenta q u e en a m b a s se trata ú n i c a m e n t e de llenar, c o n los bienes de la m a s a , cuotas p r e d e t e r m i n a d a s del valor de la m i s m a , lo q u e se realiza o lleva a cabo no p o r los m i s m o s sujetos q u e intervienen en la partición, sino p o r otros distintos: a) el testador, en el caso de la partición hereditaria; y b) el legislador, en el caso de esta ú l t i m a y de la sociedad de gananciales. Con todo, hay que tener en cuenta, a d e m á s , q u e a m b a s se rigen p o r los m i s m o s principios: el de igualdad cuantitativa y, en lo posible, cualitativa (artículo 1061 del Código Civil). Con tales bases, no es posible admitir la rescisión p o r lesión de la partición de la herencia, y rechazarla p a r a la sociedad de gananciales 2 7 3 . (272) vide SSTS de 26 de enero de 1993, Actualidad Civil, 1993-2, Ref. 528, y 8 de marzo de 1995, Actualidad Civil, 1995-2, Ref. 574. Sobre la aplicación de lo previsto en el artículo 1079 del Código Civil, vide ROBLES LATORRE, "ob. cit", pp. 198 y ss.; igualmente MARTÍN MELÉNDEZ, "ob. cit.", pp. 417 y ss. (273) MARTÍN MELÉNDEZ, M. a T., "op. cit.", pp. 491-492. 188 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES En este estado de cosas, me parece necesario y oportuno aportar, a título ejemplarizador la siguiente doctrina jurisprudencial: XI. 3. Línea jurisprudencial S e n t e n c i a del Tribunal S u p r e m o , 1 . a , de 11 J u n i o de 1983 274 : "Disponiendo el art. 1395 CC -en la redacción vigente en el momento en que se operó la liquidación de la sociedad de gananciales que nos ocupa—, que la sociedad de gananciales se regirá por las reglas del contrato de sociedad, entre las que figura el art. 1708, que hace una nueva remisión a las reglas de las herencias estipulándose, asimismo, en el antiguo art. 1428 que, en cuanto a la formación del inventario, reglas sobre tasación y venta de bienes a la sociedad de gananciales, garantía y, afianzamiento de las respectivas dotes y demás que no se halle expresamente previsto en el correspondiente capítulo, se observaría lo dispuesto en los capítulos y secciones que regulaban la partición y liquidación de la herencia, es obvio que la resolución recurrida, al entender que es aplicable a la escritura de partición y liquidación de bienes de la sociedad de gananciales de autos, el precepto del art. 1074 CC que permite la rescisión de la partición por causa de la lesión en más de la cuarta parte, atendiendo al valor de las, cosas cuando fueron adjudicadas, no puede en forma alguna entenderse que desconoce la normativa específica que el CC estatuye para la partición y liquidación de la sociedad dé gananciales". Establece, a s i m i s m o la anterior Sentencia: «Si bien es cierto que el art. 1291 CC, de manera genérica, prevé los supuestos en los que puede operarse la rescisión de los contratos, sin verificar alusión expresa a particiones de la sociedad conyugal, también lo es que en su ap. 5 hace una referencia a "cualquiera otros en que especialmente lo determine (274) (Ponente: Sr. Albácar López) RAJ, 1983, 3518. 189 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS la ley", fórmula ésta dentro de la cual habrá necesariamente de encontrar acogida la rescindibilidad de las particiones hereditarias y de la sociedad de gananciales, en los casos de lesión de más de la cuarta parte, a la que, de manera especial y expresa, se refiere el art. 1074, CC». S e n t e n c i a d e l Tribunal S u p r e m o , 1. a de 4 de D i c i e m b r e de 1985 275 : "La aplicación del art. 1074 CC al caso de liquidación de la sociedad de gananciales, lo mismo que cuando se aplique a la participación de herencia, exige que el perjuicio sea probado y que exceda de lo tolerable (Cfr. TS S 19 Dic. 1967)". S e n t e n c i a d e l Tribunal S u p r e m o , 1. a , de 7 de Noviembre de 1990 2 7 6 : "Respecto a la liquidación de la sociedad de gananciales, por imperativo de la Ley -arts. 1061 y 1074, en relación con el 1410, todos CC- lo importante y trascendente es que la adjudicación total a una de las partes no haya sufrido lesión en comparación con las de los demás adjudicatarios, por lo que no es admisible cuestionar las valoraciones de unas partidas omitiendo la consideración de las demás del lote supuestamente mermado crematísticamente". Sigue diciendo ésta sentencia q u e "El art. 1404 CC afecta a la simple igualdad distributiva de los bienes gananciales, que por remisión del art. 1401 CC a la liquidación y partición de herencia, y por ende al art. 1074 CC, hace preciso acreditar la lesión económica sufrida en más de la cuarta parte -con la consideración total de la adjudicación a cada cónyuge, no de determinadas partidas solamente—, para que por vía de rescisión, no de nulidad, pueda optarse o por la indemnización del daño irrogado o que se proceda a una nueva partición". S e n t e n c i a d e l Tribunal S u p r e m o , 1 . a , de 8 de Julio de 1995 277 : "En la partición de la herencia, cuya normati(275) (Ponente: Sr. Santos Briz), RAJ, 1985, 6202. (276) ( P o n e n t e : Sr. M a l p i c a G o n z á l e z - E l i p e ) , LA LEY, 1 9 9 1 - 1 , 574. ( P o n e n t e : Sr. M o r a l e s M o r a l e s ) , LA LEY, 1995-3, 2 4 5 . (277) 190 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES va es aplicable, con carácter supletorio, a la liquidación de la sociedad de gananciales —art. 1410 CC-, el valor que ha de ser tenido en cuenta es el que a los bienes integrantes del caudal hereditario —ganancial, en el caso— les corresponda en el momento de practicarse la partición-arts. 847, 1045 y 1074 CC-, cuyo valor es el que el contador dirimente tuvo en cuenta al practicar la liquidación de la sociedad de gananciales a que se refiere el proceso, sin que se haya probado que dicha valoración, en la fecha indicada, fuera errónea o inexacta, por lo que la misma ha de ser mantenida en casación. La hipotética rescisión de la partición por causa de lesión solamente es posible cuando la, lesión que se dice experimentada sea superior en una cuarta parte, atendido el valor de los bienes cuando fueron adjudicados —art. 1074 CC—, lo que en el caso no ha ocurrido, pues no se ha probado que con los bienes gananciales adjudicados al esposo haya experimentado éste la lesión expresada, teniendo en cuenta el valor de todos los bienes cuando el contador dirimente hizo la partición y subsiguiente adjudicación de los bienes partidos o liquidados, que es la fecha a la que ha de atenderse, según establece el citado precepto. Tampoco cabe hablar de enriquecimiento injusto alguno por parte de la esposa, pues el contador dirimente, en la partición por él practicada, efectuó el pago a cada uno de los dos referidos esposos de su respectiva e igual cuota en la sociedad de gananciales, mediante la adjudicación que les hizo de los respectivos bienes de dicha naturaleza, según el valor que los mismos tenían en la fecha de la partición o liquidación". S e n t e n c i a del Tribunal S u p r e m o , 1. a , de 16 Mayo de 1997 2 7 8 : "Habiéndose interpuesto, en el caso, una acción de complemento o adición de la liquidación de la sociedad de gananciales, distinguiendo aquellos bienes que fueron infravalorados de aquellos otros que fueron omitidos de la liquidación, pretendiéndose por el recurrente la inclusión de los (278) (Ponente: Sr. Martínez Calcerrada), LA LEY, 1997, 6210. 191 JOSÉ MARÍA COTILLAS TORNS primeros en el ámbito de aplicación del art. 1079 CC, y habiendo entendido la Sala a quo en relación con esos bienes infravalorados que la acción ha prescrito por el transcurso del plazo de 4 años del art. 1076 CC, por considerar que la ejercitada no es la acción de adición o complemento, sino la de rescisión por lesión, es de señalar que la sanción contenida en el art. 1079 CC según el cual la omisión de alguno o algunos de los objetos o valores de la herencia no da lugar a que se rescinda la partición por lesión, sino a que se complete o adicione con los objetos o valores omitidos, debe interpretarse desde un punto de vista literal, en el sentido de que se está refiriendo a la omisión que, en su caso, se padezca en la correspondiente partida de la partición recayente en alguna de las dos siguientes realidades económicas perfectamente diferenciadas: una referente a los objetos materiales o corpóreos, y otra sobre los valores o títulos o derechos de indiscutible naturaleza inmaterial, por lo cual no es posible compartir la tesis de que al hablar de «valores» deba referirse a un aspecto cuantitativo de la valoración del bien de que se trate. En consecuencia, bajo la prevalencia de esa interpretación literalista, es evidente que siendo, en el caso, ésta la única diatriba del motivo de casación aducido, el mismo perece, pues, a tenor de la ratio petendi ejercitada, tanto en su aspecto de adición de la liquidación de la sociedad de gananciales, como en el de complementación por infravaloración de la misma, que se apoya en los arts. 1079 y 1410 CC, y acreditada como facta inalterables la inexistencia de esa denunciada omisión e improcedencia de la pretendida adición, se subraya, sobre la segunda acción, que el defecto de valoración denunciado, implica, obvio es, que la adjudicación tras la liquidación contenida en la escritura de liquidación de la sociedad de gananciales, irrogó la correspondiente lesión a la parte recurrente, lo que es atacable mediante la correspondiente acción rescisoria, que es, cabalmente, la calificación de la ejercitada según la Sala a quo, por lo que, en definitiva, no sólo por la preceptiva interpretación prevalente del art. 1079 CC, que no es, pues, aplicable al 192 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES litigio, sino, ya dentro de los términos de la estricta acción rescisoria de la partición, hay que referirse a los arts. 1074 y 1076 CC en donde se establece claramente el plazo de 4 años para el ejercicio de la acción de rescisión por lesión, que es el objetivo perseguido con esta llamada acción por infravaloración; prescripción que, en el supuesto de autos, se ha consumado a raíz del dies a quo de la fecha de la escritura del convenio regulador". S e n t e n c i a del Tribunal S u p r e m o 1. a , 16 de Febrero de 1998 2 7 9 ; "La igualdad cualitativa que, para toda partición de herencia, establece el art. 1061 CC —aplicable a la liquidación de una sociedad de gananciales, por la remisión que hace el art. 1410 CC—, ha de entenderse siempre sobre la base de que dicha igualdad«sea posible», como el propio precepto proclama, posibilidad que, indudablemente, no concurre cuando, en el patrimonio partible, solamente exista un bien de naturaleza inmueble y éste, además, sea indivisible o desmerezca mucho por su división, pues en dichos supuestos el precepto aplicable es el art. 1062 CC, con arreglo al cual el referido bien inmueble podrá adjudicarse a uno, a calidad de abonar a los otros el exceso en dinero, si ninguno de ellos ha pedido su venta en pública subasta con admisión de lici-adores extraños". S e n t e n c i a d e l a A u d i e n c i a Provincial d e Santander, Secc. 3. a , de 4 de Julio de 1995 2 8 0 : "Para el ejercicio con éxito de la acción de rescisión de la partición de bienes de la sociedad de gananciales por causa de lesión en más de la cuarta parte, atendiendo al valor de las cosas fueron adjudicadas (art. 1074 CC) se deberá probar que el valor real del lote que se le ha adjudicado es inferior en más de la cuarta parte al valor que hubiera podido corresponderle a su cuota, de haberse valorado correctamente todos los bienes hereditarios cuando fueren adjudicados. Es jurisprudencia reiterada (279) (280) (Ponente: Sr. Morales Morales), LA LEY, 1998, 2282. (Ponente: Sr. Martínez Cimiano), LA LEY, Archivo, 1995, 530. 193 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS que hay que atenerse al valor de los bienes al ser adjudicados, que hay que referirse a la totalidad partible, (Cfr, TS S 17 Ene. 1985), al total de la masa partible que ha de ser referida al tiempo de adjudicación y no al de la apertura de la sucesión o al de la demanda impugnativa, así como que la averiguación del menoscabo y su importancia, constituyen cuestiones de hecho, necesitadas de ordinario de prueba pericial y libremente apreciables por el Tribunal de Instancia, (Cfr, TS S 21 Mar. 1985)". Continúa diciendo la sentencia: "Es doctrina jurisprudencial que si bien es cierto que el art. 1291 CC, de manera genérica, prevé los supuestos en los que puede operarse la rescisión de los contratos, sin verificar alusión expresa a particiones de la sociedad conyugal, también lo es que en el apartado cinco hace una referencia a «cualquiera otros que especialmente lo determine la Ley», fórmula ésta dentro de la cuál habrá necesariamente de encontrarse acogida a la rescindibilidad de las particiones hereditarias y las de la sociedadesgananciales, en los casos de lesión de más de la cuarta parte, atendiendo al valor de las cosas cuando fueron adjudicadas, a la que de manera especial y expresa, se refiere el art. 1074 CC, añadiendo dicha jurisprudencia que estableciéndose en el art. 1428 CC, actual 1410, que en todo lo no previsto en este capítulo se observará lo establecido para la participación y liquidación de herencia (Cfr. TS S 11 Jun. 1983)". S e n t e n c i a d e l a Audiencia Provincial d e Madrid, d e 18 de e n e r o de 1 9 9 9 2 8 1 : "Frente a la sentencia de instancia que desestimó la demanda que interesó se dejase sin efecto la liquidación de la sociedad de gananciales por lesión de sus intereses -arts. 1074 y 1410 CC, se alza la actora solicitando en esta alzada, se realice una nueva liquidación. Se confirma la sentencia de instancia, desestimando el recurso, toda vez que no basta la alegación de cualquier lesión para justificar la rescisión de la liquidación, partición y adjudica(281) EL D E R E C H O , (1999/9180). 194 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES ción que se persigue en el procedimiento, sino que aquel que considere habérsele producido la lesión, deberá probar —art. 1214 CC- que el valor real de los bienes que se le han adjudicado es inferior en más de la cuarta parte al valor real que hubiera debido corresponderle, extremo que a tenor del informe pericial aportado, posteriormente contradicho por el perito judicial, no ha quedado acreditado". S e n t e n c i a d e l a A u d i e n c i a Provincial d e Córdoba, de 13 de m a y o de 1999 282 : "La Sala considera que la adora yerra cuando ejercita la acción de rescisión por lesión en más de una cuarta parte por haberse incluido en la liquidación un bien que no existía, pues en tal supuesto debía haber ejercitado una acción de nulidad y probar la inexistencia del bien o el error que le indujo a incluirlo. El art. 1074 hace referencia a errores contables y de valoración, pero no a inclusión de un bien que no existe, pues en tal caso no nos hallaríamos en presencia de Un negocio válido sino nulo por falta o vicio del consentimiento, por lo que se desestima el recurso interpuesto". S e n t e n c i a de la A u d i e n c i a Provincial de Patencia, de 25 de m a r z o de 1999 2 8 3 : "Desestima la AP el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de Primera Instancia que desestimó la demanda de rescisión por lesión de las operaciones divisorias de sociedad de gananciales, y ello por considerar la Sala que no ha quedado debidamente acreditada la existencia de lesión en más de una cuarta parte respecto a la cuota que realmente le correspondía a la demandante apelante, prueba necesaria para estimar la rescisión". S e n t e n c i a de la A u d i e n c i a Provincial de Granada, de 20 de febrero de 1999 2 8 4 : "La Audiencia estima el rec. de apelación interpuesto por el esposo actor contra la sen- (282) (283) (284) EL D E R E C H O , (1999/14916). EL D E R E C H O , (1999/ 9610). EL D E R E C H O , (1999/6659). 195 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS tencia que aprobó la partición de la liquidación de la sociedad de gananciales de los litigantes. La Sala entiende que, ex art. 1404 CC, el haber de la sociedad de gananciales debe dividirse por mitad entre marido y mujer, y partiendo de este argumento, redistribuye los bienes que componían el haber ganancial al 50 por 100 entre los litigantes" XI.4. Reticencias a su a d m i s i ó n Ahora bien, p o r cierto sector doctrinal 285 se ha sostenido que no es exacto, sin m á s , la rescisión p o r lesión en m á s de un cuarto de la partición de la sociedad conyugal sobre la base de un a r g u m e n t o t a n endeble y poco fundam e n t a d o c o m o el de la r e m i s i ó n genérica del artículo 1410, pues a este a r g u m e n t o se le p u e d e oponer que tal r e m i s i ó n no es suficientemente explícita y clara p a r a enervar la antin o m i a y contradicción q u e se causa a la e n u m e r a c i ó n cerrada del artículo 1293 (sólo salvable si se tiene en cuenta q u e el legislador no c o n t e m p l a a la partición c o m o un contrato) 286 , sin perjuicio de la excepción que s u p o n e la no rescindibilidad de la partición llevada a cabo p o r el testador, c o m o señala el artículo 1075, y de que no p u e d e olvid a r s e que en las relaciones económicas entre cónyuges, (285) DELGADO ECHEVARRÍA, «Comentario a la Sentencia de 11 de junio de 1983», Cuadernos Civitas de Jurisprudencia Civil, núm. 3, 1983, pp. 762 a 764. (286) En este sentido LACRUZ BERDEJO, Elementos de Derecho Civil. 11-2, pág. 404, nota 5, «ya que difícilmente podría aplicársele la definición del artículo 1254, no está regulada en el libro dedicado a las obligaciones y contratos y recibe una disciplina extensa (arts. 1051 y ss.) con modalidades obviamente no contractuales», y asumen ÁLVAREZ VIGARAY y DE AYMERICH DE RENTERÍA, La rescisión por lesión en el derecho civil español común y foral, Comares, Granada, 1989, pp. 98 y 99, a partir de la idea expresada por RIPERT Y BOULANGER, Traité practique de Droit civil français, II, 1957, pág. 108. Citados por BELLO JANEIRO, G., La Defensa frente a tercero de los intereses del cónyuge en la sociedad de gananciales, José María Bosch Editor, S.A., Barcelona, 1993, pág. 650 y nota 267. 196 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES sobre t o d o si están separados, se advierten matices q u e clar a m e n t e diferencian la división p o r igual de los bienes resultantes de la disolución de la sociedad de gananciales de la partición entre coherederos (que el artículo 1074 expresamente declara rescindibles), c o m u n e r o s o partícipes en cosa c o m ú n (con respecto a la cual el artículo 406 remite a las reglas concernientes a la división de la herencia) o entre socios (que se rigen, asimismo, p o r las reglas de las herencias, c o m o d i s p o n e el artículo 1708), y no se circunscriben a su participación en los bienes gananciales ni finalizar con la división de los bienes c o m u n e s 2 8 7 . XI.5 Especial referencia al artículo 1075 del Código Civil Los precedentes argumentos requieren de alguna matización, fundamentalmente en lo que se refiere al artículo 1075 del Código Civil: «La partición hecha por el difunto no puede ser impugnada por causa de lesión, sino en el caso de que perjudique la legítima de los herederos forzosos o de que aparezca, o racionalmente se presuma, que fue otra la voluntad del testador» Sobre este particular se plantea LACRUZ 288 la siguiente pregunta: ¿qué hacer cuando los bienes concretos asignados a cada heredero no representa un valor equivalente a su cuota? Para responder se mueve entre dos hipótesis: 1.a) p u e d e ocurrir, u n a s veces, p o r q u e las cosas que c o m p o n e n los lotes desaparecieron (o c a m b i a r o n de valor). Resolver este problema será cuestión determinar la verdadera intención del difunto, que se debe llevar a efecto con la m a y o r aproximación posible en cuanto tenga algún apoyo en el testamento; y 2.a) en los casos de manifiesta diferencia (287) Cf. DELGADO ECHEVARRÍA, CCJC, 1983, núm. 3, 764, y Bello Janeiro, La Defensa..., cit., pp. 650-651. (288) LACRUZ BERDEJO. Elementos de Derecho Civil, V, Derecho de Sucesiones, 5.a ed. 197 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS de valor lo importante es que la atribución, en la forma y cuantía en que se hace, tenga suficiente base en el testamento, y por tanto habrá que distinguir según que la división por el testador sea igualmente testamentario, o bien por acto inter vivos. En el primer supuesto preponderará la atribución de bienes sobre la mención de las cuotas, mientras que en el de partición fuera de testamento no podrá el decuius, mediante valoraciones arbitrarias o simplemente devenidas inexactas, contravenir las cuotas señaladas en el acto mortis causa 289 . DÍEZ-PICAZO y GULLÓN 290 ponen de manifiesto que es posible que la partición se haya hecho en un acto inter vivos con consentimiento de los herederos. Aquí cabe encajar prima facie el supuesto —dicen—, en lo previsto en el artículo 1271, que prohibe todo contrato sobre la herencia futura excepto «aquellos cuyo objeto sea practicar entre vivos la división de un caudal conforme al artículo 1056». Esta última remisión indica que ese contrato se hace con el testador, que es a quien el precepto citado le da la facultad de hacer la partición inter vivos o mortis causa. Pero tal contrato no puede privarle de la facultad de cambiar su voluntad testando nuevamente. No cabe, por vía de partición anticipada, que los herederos tengan la titularidad de los bienes irrevocablemente. ALBALADEJO 291, comentando el artículo 1056.1.° del Código Civil: «Cuando el testador hiciera por acto entre vivos o por última voluntad la partición de sus bienes, se (289) DE LOS MOZOS, «La partición de herencia por el propio testador», RDN, 1960, núm. 27, pág. 99, donde apunta, que acaso pudiera servir el límite de un cuarto de la lesión en las particiones, como índice de la divergencia sustancial entre el testamento y la partición. (290) DÍEZ-PICAZO y GULLÓN, Sistema..., IV, pp. 586-587. Cita la STS de 29 de octubre de 960. (291) ALBALADEJO, M., Curso de Derecho Civil, t. V, Derecho de Sucesiones, 4. a ed., José María Bosch Editor, S.A., Barcelona, 1991, pp. 140-141. 198 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES pasará por ella, en cuanto no perjudique a la legítima de los herederos forzosos», señala que no es absurdo preceptuar que prevalezca la partición si no perjudica la legítima y guardó las formalidades necesarias para disponer mortis causa. No es absurdo, dice, pero a condición de tomar el precepto en el sentido de que se presume, salvo prueba en contra, que la verdadera voluntad del causante es la que recoge la partición, verdadera y concreta voluntad, aunque esté más o menos desajustada de la declaración de principios que sería la institución. Pero sí es absurdo considerar que haya de prevalecer la ¡partición sobre la institución, y más absurdo aún es considerar que haya de prevalecer cuando se partió sin guardar las formalidades de los actos mortis causa, porque entonces resultaría que mediante partición, sin necesidad de guardar tales formalidades, se podrían destinar los bienes hereditarios en el modo que al causante le pluguiese. Concluye el citado autor que, en caso de discrepancia entre institución y partición, puede sostenerse lo siguiente, siempre que hubiese guardado la forma mortis causa: A) Prevalece la partición, a menos que no aparezca con claridad, o existan datos para permitir presumir racionalmente que el causante ante la discrepancia habría ajustado la partición a la institución, y no al revés (argumento art. 1075). B) Y aun constando tal voluntad de ajuste, prevalece también tal cual la partición si el desajuste es en menos de una cuarta parte del valor de los bienes (art. 1074) y no resulta que el causante no quiso ni siquiera ese desajuste menor al cuarto. Si, por el contrario no guardó la forma mortis causa, ha de ajustarse totalmente a la institución la partición para que deba ser acatada. Por el contrarío VALLET DE GOYTISOLO, en su conocida e interesante polémica con ALBALADEJO en la interpretación del artículo 1075, sostiene la tesis clásica que no basta que exista disparidad valorativa entre la disposición y 199 JOSÉ MARÍA COTILLAS TORNS la partición, para poder impugnar ésta, si la hubiere realizado el testador, para poder impugnarla por lesión hace falta, además, que resulte, o racionalmente se deduzca, que el propio causante quiso que la disparidad fuera motivo suficiente para dar lugar a la impugnación por lesión 292. (292) VALLET DE GOYTISOLO, J., Panorama,.., págs. 885-886. La idea nuclear de VALLET es que cuando falte todo indicio racional desfavorable a la adhesión del testador a la regla general de los artículos 1056.1 y 1075, ambos del Código Civil, no habrá mas remedio que atenerse a ésta y estimar que el testador así lo quiso en caso de no haber hecho salvedad alguna en su partición. Sin embargo, para ALBALADEJO, seria preciso, para que así fuera, que el propio testador-partidor hubiese hecho la salvedad de que, aun en el caso de eventual discrepancia, debería ser mantenida la partición; o bien que dicha salvedad o su voluntad de que su partición no fuera impugnada resultase de una concienzuda interpretación de lo que expresó el testador. VALLET dice que su discrepancia tiene aun otra explicación, que se halla ésta en su interpretación literal del artículo 1075 relativa al inciso que fue otra la voluntad del testador y en su interpretación sistemática de la norma del artículo 1075 en relación con la regla del artículo 1074, Para la interpretación clásica que sigue VALLET, el artículo 1074 señala una regla general que tiene su excepción en el inciso inicial del artículo 1075, que a su vez constituye una regla general para la partición efectuada por el testador, que también a su vez tiene las dos excepciones que a continuación expresa, entre ellas la de que aparezca o racionalmente se presuma que fue otra la voluntad del testador. Este inciso, así viene a significar que la regla general excluyente de la rescisión por lesión de la partición efectuada por el testador es exceptuada si «aparece o racionalmente es presumible que la voluntad de testador que fue de que en caso de producirse lesión esa rescisión tuviera lugar». Es otra la opinión de ALBALADEJO. A su juicio, el significado en el inciso final del artículo 1075, de la expresión fue otra la voluntad del testador, se refiere a su voluntad dispositiva contrapuesta a su actuación particional. Por ello afirma: <<Quede, pues, claro que ése aparezca o racionalmente se presuma que fue otra la voluntad del testador no tiene sentido —como cree nuestra doctrina— de permitir a éste que conceda la facultad de impugnar su partición por lesión aun cuando ésta no alcance su legítima, facultad que sin tal concesión expresa o tácita no existiría. Ése aparezca o racionalmente se presuma que fue otra la voluntad del testador tiene el sentido de conceder por sí la facultad de impugnar la partición cuando exista lesión.» 200 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES En definitiva es corno si el artículo 1075 dijese: «Podrá ser rescindida la partición hecha por el testador por causa de lesión.» Con estas bases, entiende que «el no y el sino del artículo 1075 no tienen el sentido de referirse al artículo 1074 para declararle derogado o vigente. Su sentido pleno se encuentra en limitarse a una relación entre sí. El artículo 1075 tiene por fin aplicar el mismo principio que el 1074...». Con respecto a la objeción de VALLET de que con el criterio de ALBALADEJO la excepción derogaría totalmente la regía general, replicó aquél insistiendo en «que la formulación del artículo 1075 no contiene, como construcción lógica, una regla y dos excepciones (regla: inimpugnabilidad; excepciones: 1.° lesión en la legítima. 2.° la otra lesión)». Si eso fuera así, dice VALLET, con respecto a la interpretación de la segunda excepción, ésta derogaría por completo la regla, lo cual es absurdo. Por el contrario, el 1075 en vez de una regla y dos excepciones, lo que contiene es la indicación de que en dos casos es posible impugnar por lesión la partición hecha por el testador («. . no puede ser impugnada por lesión sino...», no es sino decir que « s o l a m e n t e pueda ser impugnada por causa de lesión en tal y cual caso»). Estos casos son: 1.° .» Lesión en la adjudicación (que existe — y eso es lo que explica el 1075—cuando la voluntad de disposición fue otra). 2° Lesión en la legítima (la cual puede darse aunque la partición no discrepe de la disposición, ya que se puede lesionar la legítima al disponer y luego partir dé acuerdo con lo dispuesto). Así el artículo 1075 no será consecuencia paralela a la disposición del inciso final del articulo 1056, párrafo 1.º, al disponer que «se pasará por ella, en cuanto no perjudique la legítima de los herederos forzosos», sino que, al decir del ALBALADEJO, «el 1075 marca el sentido y el justo límite del 1056». Continúa VALLET, diciendo que ALBALADEJO, sin darse cuenta, patentiza el fallo de su ingeniosa interpretación. Si la existencia de lesión coincide con el hecho de que la voluntad del testador fue otra, el artículo 10975, así interpretado, tendería a decir: «La partición hecha por el difunto no puede ser impugnada por causa de lesión, sino en el caso de que perjudique a la legítima de los herederos forzosos o de que haya lesión. » La antinomia, que así resultaría, seria tan total y absoluta que pone en evidencia lo absurda de esta interpretación. Su réplica, dice VALLET, no permite que su tesis escape de esa antinomia. De ser exacta su afirmación, el artículo 1075 sería innecesario, bastaría con el articulo 1074, y de quererse disipar toda duda respecto de la partición hecha por el testador, habría sido suficiente añadir en el articulo 1074, después de «particiones», el inciso «incluso la hecha por el difunto». Y, sin embargo, el artículo está y representa la tradición jurídica que ha considerado que la partición hecha por el testador no debe ser rectificada en caso de evicción ni de lesión a no ser que de la voluntad del testador resultare que éste quiso que lo fuese. 201 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS Por su parte, DÍEZ-PICAZO y GULLÓN que parecen seguir la interpretación clásica, con relación al artículo 1075 del Código Civil, ponen de manifiesto que habrá lesión si racionalmente cabe llegar a obtener una voluntad suya de que exista adecuación entre la ordenación testamentaria y la de lotes, con prevalencia de la primera 293. En definitiva, se ve que no puede admitirse sin más, de forma rotunda y categórica que la partición hecha por el testador no pueda ser rescindida por lesión siempre y cuando su proceder y actuar pueda tipificarse y encuadrarse en aquellas situaciones que, desde el punto de vista doctrinal, se han dejado expuestas, ya inclusive sean aquéllas tesis que podemos denominar clásicas o restrictivas, ya aquéllas de interpretación más amplia. Para VALLET, no basta que exista disparidad valorativa entre la disposición y la partición, para poder impugnar ésta, si la hubiere realizado el testador para poder impugnarla por lesión hace falta, además, que resulte, o racionalmente se deduzca, que el propio causante quiso que la disparidad fuera motivo suficiente para dar lugar a la impugnación por lesión. Estamos ante un problema de interpretación de la voluntad del testador —en la que habrá de seguirse la pauta del artículo 675, párrafo 1.», del Código Civil— A falta de declaración expresa, la voluntad del testador podrá deducirse racionalmente, v.gr., en supuesto de la conjetura clásica de que resulte patente que el testador quiso que, en todo caso, se mantuviese entre los hijos la absoluta igualdad o la proporcionalidad a las cuotas dispuestas. Pero cuando falte todo indicio racional ¿favorable o desfavorable? a la adhesión del testador a la regla general —recogida en los artículos 1056, párrafo 1.°, y 1075 del Código Civil— habrá que atenerse a ésta. Hay que estimar que el testador así lo quiso al no hacer salvedad alguna en su partición, y tanto más en los casos en que dicha división hubiera sido hecha o ratificada, aunque fuera en términos generales, en testamento. No obstante, sin duda, la existencia de un extraordinario desequilibrio entre las disposiciones y las atribuciones particionales puede ser un indicio, que el juez deberá valorar, de la existencia de algún vicio en la voluntad del testador, o simplemente de error en la expresión de las determinaciones particionales. (293) DÍEZ-PICAZO y GULLÓN, Sistema..., IV, pág. 607. 202 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES XI.6. Opinión que se mantiene Ahora bien, teniendo en cuenta que por mi parte he desarrollado toda la problemática —con sus discrepancias y matizaciones— relativa a q u e la partición hecha p o r el test a d o r no es rescindible, p o r cuanto que ello resulta ser u n o de los argumentos de base en que se apoya DELGADO ECHEVARRÍA 2 9 4 p a r a p o n e r en tela de juicio la posibilidad de rescindir la partición de la sociedad de gananciales p o r lesión, forzoso resulta tener que llegar — desde mi p u n t o de vista — a la conclusión contraria, es decir la perfecta rescindibilidad por lesión en sede de sociedad de gananciales. Y ello p o r c u a n t o — c o m o ya he hecho referencia con anterioridad 2 9 5 — no existe identidad de razón entre la partición hecha p o r el testador y la llevada a cabo p o r los cónyuges p o r vía convencional 2 9 6 . Y ello encuentra su fundamento, que no admite la m á s m í n i m a duda, en orden a q u e en la fijación legal de las cuotas, existen supuestos en los que las participaciones de los comuneros son fijadas p o r la ley. Estos casos son: 1) la a p e r t u r a de la sucesión intestada; 2) la liquidación de la sociedad de gananciales, y 3) la participación que fija el artículo 393 en la c o m u n i d a d de bienes, salvo p r u e b a en contrario 297 . Por el contrario, en el supuesto de la partición hecha por el propio testador, la fijación de las cuotas son establecidas por el mismo, dada la amplísima libertad de que goza p a r a partir, como tiene reconocido el (294) Cf. "Comentario a la Sentencia...", "ob. cit.", pp. 762 a 764. Vide. supra pp. 195 y ss. (296) DÍEZ-PICAZO y GULLÓN, Sistema..., "ponen de manifiesto que la remisión general que establece el artículo 1410 del Código Civil a lo establecido para la partición y liquidación de herencias, requiere de las debidas matizaciones, porque en la herencia impera el principio del respeto a lo dispuesto por el causante, mientras que en la sociedad de gananciales ambos cónyuges ostentan una titularidad idéntica"; op. cit, vol. IV, Tecnos, 5. a ed., 1990, pág. 216. (297) ROBLES LATORRE, R, La Partición convencional..., "op. cit.", pág. 25. En igual sentido MARTÍN MELNDEZ, M. a T., La Liquidación...,"ob. cit.", pág. 491. (295) 203 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS Tribunal Supremo y la propia Dirección General de los Registros y del Notariado 298. Tampoco se sostiene aquella idea -que de aceptarse excluiría la posibilidad de rescisión de la partición de la sociedad de gananciales por lesión-, referente a que podrían, al menos por ciertos cauces, determinar unas cuotas distintas de la mitad. Así se cita el ejemplo que «bajo el aspecto de distribución por igual de los bienes resultantes se atienda implícitamente a compensaciones desiguales en atención al pasado o a las contingencias del futuro» 299. Ciertamente ante esta situación, las compensaciones que se aducen, siempre se realizarán sobre la base de que cada uno tiene legalmente derecho a la mitad, de modo que lo atribuido de más o de menos, lo es con relación a esas cuotas iguales que previamente ha establecido la ley, siendo preciso demostrar que ha existido un pacto en tal sentido para evitar que juegue la rescisión por lesión 300 . Abunda en este tema ROBLES LATORRE 301, quien admi(298) RIVAS MARTÍNEZ, J. J., Derecho de Sucesiones, Común y Foral, t. II, 2. a ed., Dykinson, Madrid, 1992, pág. 881, quien cita las STS de 28 de diciembre de 1986. 17 de mayo de 1910, 11 de marzo de 1922, 8 de mayo de 1926,3 de diciembre de 1931,7 de enero de 1942. 6 de marzo de 1945 y 21 de julio de 1986, así como las Resoluciones de la DGRN de 16 de noviembre de 1922 y 15 de julio de 1943. (299) Cf. DELGADO ECHEVARRÍA, CCJC. 1983, núm. 3, pág. 764. (300) Cf. MARTÍN MELÉNDEZ, M.ª T., La Liquidación..., "ob. cit.", pág. 493. Subraya esta autora que igualmente debe descartarse el argumento de Delgado Echevarría impeditivo de la rescisión de la partición de la sociedad de gananciales por lesión, apoyado en la posibilidad de que los cónyuges capitulen otro régimen de bienes con efecto retroactivo. Entiende que ante esta situación no se llevará a cabo la liquidación y partición de un régimen de sociedad de gananciales, sino de aquel otro que los cónyuges hubiesen establecido retroactivamente. (301) ROBLES LATORRE, P., La Partición convencional..., "ob. cit", pp. 38 y ss. Afirma este autor que en este supuesto hay que traer a colación el concepto de partición, para en función de él calificar a los distintos negocios que se producen en un acto en donde se modifican- 204 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES t i e n d o q u e los i n t e r e s a d o s p u e d e n m o d i f i c a r las p r o p o r ciones que a cada uno corresponde en su participación en e l p a t r i m o n i o c o m ú n , c o n b a s e e n e l a r t í c u l o 1058 d e l C ó d i g o Civil, s e p l a n t e a s i l o s c a m b i o s e n l a c u a n t í a d e l a cuota son un acto de partición o por el contrario son otro n e g o c i o 302. C u a n d o la ley o el t e s t a d o r h a n establecido u n a s cuotas se crea entre los interesados un equilibrio. El c a m b i o de c u o t a s modifica este equilibrio, lo q u e significa un n e g o c i o dispositivo 303, distinto de la partición, y p o r t a n t o d e b e e s t a r sujeto a n o r m a s d i f e r e n t e s a ellas 304. C o n las cuotas previamente establecidas. Con relación al concepto de partición, se ha señalado que el efecto primordial de la división es salir de la comunidad. Pero no de cualquier modo. Es necesario que se salga de acuerdo a las cuotas asignadas. La STS de 18 de junio de 1962 resolvía un supuesto en la que se había realizado una partición convencional realizada por peritos y que posteriormente las partes modifican. (302) GARCÍA GARCÍA, «Inscripción de la partición conjunta de contador y herederos y de la partición de contador con la aprobación de los herederos o con intervención de éstos a otros efectos». Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, 1977, pág. 298, puntualiza que aunque se dijera que los herederos pueden pactar lo que estimen pertinente, conforme al articulo 1058 del Código Civil, habría que matizar: no es que puedan olvidar o borrar lo establecido por el testador, sino que, partiendo de lo dispuesto por él, pueden realizar un nuevo acto jurídico para modificar lo establecido en el testamento. También la STS de 4 de junio de 1959 afirma la posibilidad de realizar actos distintos de la partición en el acto particional, sin que éstos afecten a la naturaleza de aquélla. (303) MONEDERO GIL, «Partición hecha por los coherederos», revista Pretor 1977, pp. 203 y 207, dice que este negocio frecuentemente tendrá las características de un contrato plurilateral. Igualmente LACRUZ BERDEJO y SANCHO REBULLIDA, Elementos de Derecho Civil, V, Derecho de Sucesiones, Barcelona, 1988, pág. 122; SANCHO REBULLIDA. Estudios de Derecho Civil, Pamplona, 1978, pág. 564. (304) PELAYO HORE, «El testamento y la ley como normas de la partición», revista Pretor 1971, pág. 372, afirma, al referirse a la partición realizada por los herederos que «En estos casos, el testamento no es propiamente norma de partición sino a lo sumo, "límite" de la partición, por cuanto los herederos habrán de atenerse al efectuaría a 205 JOSÉ MARÍA COTILLAS TORNS posterioridad a dichos negocios existirá una nueva comunidad, pero con una proporcionalidad en las cuotas diferentes. Al negocio que ponga fin a dicha comunidad, en función de las nuevas cuotas, sí que habrá que calificarlo de partición y aplicarles sus normas. XI.7. Admisión o inadmisión de la modificación convencional de las cuotas legales en la partición de la sociedad de gananciales Ahora bien, retomando a la partición de la sociedad de gananciales, es claro que las participaciones de los comuneros están fijadas por la ley 305. Siendo ello así, debemos planteamos la siguiente pregunta: ¿cabe la posibilidad de modificación convencional de las cuotas legales? Las posiciones doctrinales son contradictorias. Los partidarios de las tesis negativas se apoyan en el artículo 32 de la Constitución española y en el 1328 del Código Civil, que establecen que deberá mantenerse la igualdad entre los cónyuges, siendo nulo cualquier pacto que atente contra este principio, no va en el ámbito personal sino también en el patrimonial 306. Sin embargo, otro sector doctrinal entiende que siempre será la distribución cuantitativa ordenada por el testador. Cierto que el Código, en el artículo 1058, al hablar de la partición hecha por los herederos plenamente capaces, establece que podrán distribuir la herencia de la manera que tengan por conveniente, y así, si desean favorecer a un heredero determinado, podrán, valorando bajo los bienes que se adjudiquen al heredero a quien se pretenda favorecer, y altos los que se adjudiquen a los demás herederos, obtener el resultado pretendido; lo que ocurre es que en tanto en cuanto los herederos eludan la proporcionalidad de cuotas establecidas por el testador, el contrato particional será válido, pero no será propiamente un acto particional típico, sino que ocultará la realidad de donaciones, renuncias o negocios jurídicos similares». En igual sentido la Sentencia de la Audiencia Territorial de La Coruña de 21 de febrero de 1952 (Foro Gallego, 1952, págs. 541 y ss.). (305) Vide supra pág. 201. (306) ALVAREZ-SALA WALTHER, «Aspectos i m p e r a t i v o s en la n u e v a ordenación económica del matrimonio y márgenes a la libertad de 206 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES p o s i b l e q u e los c ó n y u g e s e n c a p i t u l a c i o n e s h a y a n p a c t a d o , c o n e l l i m i t e i n s t i t u c i o n a l q u e e s t a b l e c e e l a r t í c u l o 1328, q u e el r e m a n e n t e líquido del activo ganancial se distribuya no p o r m i t a d , sino de otra m a n e r a , c o n f o r m é al criterio diferente, o bien excluir de a n t e m a n o d e t e r m i n a d o s bienes o g a n a n cias d e l a d i v i s i ó n o p a r t i c i ó n , l o c u a l e s p e r f e c t a m e n t e p o s i ble en virtud de su libertad de estipulación p a r a configurar el r é g i m e n económico1 concreto q u e ha de regir sus relaciones p a t r i m o n i a l e s 307. C o m o s e d e s p r e n d e d e e s t e ú l t i m o s e n t i r doctrinal, se p r e s u p o n e un pacto previo, u n a consensuación p l a s m a d a en el instituto capitular. Situación que, materialm e n t e , no es distinta de aquella otra en q u e los cónyuges n a d a h a n p a c t a d o p r e v i a m e n t e y p r o c e d e n a la liquidación de su sociedad de gananciales, distribuyéndose o partiéndose el r e m a n e n t e no p o r mitades. En a m b o s casos, la n o r m a del a r t í c u l o 1404 d e l C ó d i g o Civil n o p a r e c e q u e a d m i t a d u d a s : «...el remanente constituirá el haber de la sociedad de gananciales, que se dividirá por mitad entre marido y mujer o sus respectivos herederos». Es decir, h a y u n a c l a r a i m p e r a t i v i d a d e n q u e s e r e s p e t e n las c u o t a s del 5 0 p o r c í e n . T o d a v u l n e r a c i ó n d e d i c h o l í m i t e s e r í a u n a a t r i b u c i ó n contra legem. Otra cosa bien distinta es que, d a d a la libertad que establece e l a r t í c u l o 1323 d e l C ó d i g o Civil, p a r a c o n t r a t a r l i b r e m e n t e e n t r e ellos, r e s p e t a d a s l a s c u o t a s del 5 0 p o r c i e n y v e r i f i c a d a s las adjudicaciones, modifiquen tal situación a través de otros negocios 308. estipulación capitular», Revista de Derecho Notarial, abril-junio, 1981, pág. 7. En una posición más restrictiva, QUILEZ ESTREMERA. «La libertad capitular y los artículos 1328, 1320 y otros del Código civil», Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, marzo-abril, 1982, pág. 361. (307) DE LOS MOZOS, Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales, t. XVIII, vol. 2.°, Edersa, Madrid, 1983, pág. 50G. En el mismo sentido, LACRUZ BERDEJO, Elementos..., "op. cit.", pág. 396 y ss.; GARCÍA CANTERO, Derecho Civil español, común y foral, citando a CASTÁN TOBEÑAS, V-l, 12.a ed., Madrid, 1988, pág. 474. (308) Esta matización no supone que los interesados pueden modificar las proporciones que a cada uno corresponde en su participación en el patrimonio común, como ocurre con la modificación de las cuotas de la herencia por el acuerdo unánime de los herederos (vide supra 207 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS Estas cuestiones deben de diferenciarse, poniendo en relación el artículo 1404 y 1406, ambos del Código Civil, de aquellas compensaciones, en metálico o de otro tipo, para los supuestos l.°y 2.° del citado artículo 1404, lo que puede llevarse a afecto a través de posibles pactos lícitos. Para TORRES LANA, el haber neto que señala el artículo 1404 del Código Civil, es un módulo o cuota de valor que debe concretarse en bienes. En este punto, la remisión llevada a cabo por el artículo 1410 adquiere su genuina dimensión, puesto que las operaciones que restan son las mismas que se realizan en la partición hereditaria. El paso siguiente consiste, pues, en atribuir a cada cuota bienes del remanente hasta que la colmen. Es esta una cuestión claramente dispositiva, en la que puede interferir, no obstante, el derecho preferente concedido por el artículo 1406 309. pp. 202 y 203). La fijación de las cuotas viene determinada por la ley y que, por tanto, deben ser respetadas. Serán, evidentemente, actos de partición. Por el contrario, respetadas las cuotas y realizadas las adjudicaciones, los cónyuges pueden cambiar la situación por medio de otros negocios. Aquí estaríamos ante un negocio dispositivo, distinto de la partición, con aplicación de las normas concretas a que el negocio se refiera. ROBLES LATORRE propugna que sería un ahorro jurídico el permitir la modificación de la cuota establecida legalmente, lo que parece dar a entender la incuestionalidad del respeto de las cuotas del 50 por cien. Estima, no obstante, que la igualdad no debe entenderse de un modo radical de manera que seria válida la liquidación de la sociedad de gananciales en la que por razones justificadas el porcentaje recibido por cada parte no fuera coincidente con el 50 por cien del total, "op. cit", pág. 26. Nosotros entendemos que ello sería admisible bien con base en las compensaciones entre cónyuges, o bien realizadas las adjudicaciones, modificasen las situación a través de otros negocios. (309) TORRES LANA, J. A., Código Civil, Doctrina y Jurisprudencia, t. IV, Trivium, Madrid, 1991, pág. 1028. No parece muy claro lo que el profesor TORRES LANA interpreta. De mayor claridad nos parece la postura —y a ella nos adherimos— de ROBLES LATORRE, para quien no toda actividad previa a la partición habrá que calificarla de manera diferente a ella, o dicho con otras palabras, existirán supuestos en los que realizando «negocios complementarios o para ajustar cuotas» no se modifiquen éstas. Será frecuente que para ajustarse a las cuotas establecidas y como consecuencia de las características de 208 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES P o r o t r o lado, y c o n r e l a c i ó n a q u e los cónyuges, a m p a rados en la libertad capitular, p a c t e n q u e el r e m a n e n t e líquido del activo ganancial se distribuya no p o r mitad, sino de otra m a n e r a , o bien excluir de a n t e m a n o determin a d o s bienes o ganancias de la división o partición, me parece c u a n t o m e n o s dudoso, sin perjuicio de que un i m p o r t a n t e y cualificado sector d o c t r i n a l así lo h a y a n entendido. XI.7.1 R é g i m e n j u r í d i c o d e l a s o c i e d a d d e g a n a n c i a les disuelta S a b i d o es que la sociedad de gananciales está contemplada p o r el legislador, en la actualidad, c o m o un conjunto de elementos patrimoniales —activos y pasivos— constitutivos de un p a t r i m o n i o distinto del privativo de cada u n o de los cónyuges y del que son titulares a m b o s . P a t r i m o n i o en el q u e los consortes, titulares de los bienes y derechos y responsables de las d e u d a s - a l no tener la sociedad g a n a n cial personalidad jurídica propia— no lo son de cuotas en cada u n o de los elementos q u e no c o m p o n e n , sino q u e ésta recae sobre la m a s a c o m ú n en su conjunto. De esto se colige q u e al disolverse la sociedad y u n a vez fijado el r e m a n e n t e q u e constituye el h a b e r de la m i s m a , ésta se dividirá —dice el artículo 1404— p o r m i t a d entre m a r i d o y mujer o sus respectivos herederos. Entonces deja los bienes a partir, sea necesario que se realicen entre los coherederos una serie de compensaciones. La diferencia entre estas actividades y los negocios que suponen un cambio en la cuantía de la cuota —a los que no pensamos que puedan denominárseles particionales— es clara. En unos se modifican las cuotas. En los otros, mediante compensaciones, se trata de que los lotes se ajusten a las cuotas. Piénsese que para este autor, aunque hayan compensaciones, siempre que no se cambien las cuotas existirá exclusivamente partición convencional; "op. cit.", La Partición..., pág.41. Vide igualmente la Resolución de la DGRN de 28 de mayo de 1917. 209 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS de ser el p a t r i m o n i o propio de un consorcio conyugal, u n a vez q u e ha desaparecido la finalidad de la sociedad de gananciales p a r a p a s a r a constituir un conjunto de bienes en cotitularidad ordinaria, p e r o en el q u e cada partícipe tiene, sobre ese conjunto patrimonial, u n a cuota independiente, h o m o g é n e a y alienable. En esta situación resulta que disuelto el consorcio conyugal, al partir la c o m u n i d a d postganancial, es c u a n d o cada cónyuge tiene derecho a q u e se le confiera la p r o p i e d a d exclusiva de los bienes que le h a y a n sido adjudicados (como señala el 1068 al t r a t a r de los efectos de la partición de la herencia, y de la partición de los gananciales t a m b i é n p o r remisión expresa del artículo 1410 y p o r lógica coherencia interna), sin perjuicio de las atribuciones preferentes 3 1 0 . El Código Civil, en su artículo 1406, dispone que «Cada cónyuge t e n d r á derecho a q u e se incluyan con preferencia en su haber, hasta d o n d e éste alcance...». Con ello entiende la doctrina 3 1 1 que estamos a n t e un derecho de adjudicación que ha de hacerse efectivo al practicar la partición de la m a s a c o m ú n , en la q u e entra en juego, c o m o sabem o s , el articulo 1404. Es claro que el articulo 1406 permite el ejercicio de un derecho de adjudicación preferente respecto a d e t e r m i n a d o s bienes c u a n d o la partición se efectúe. Esta incardinación de las atribuciones preferentes en el á m b i t o particional tiene i m p o r t a n t e s consecuencias, d a d a la remisión a lo establecido p a r a la partición y liquidación de la herencia que el artículo 1410 prevé en c u a n t o a las reglas sobre «... división del caudal, adjudicaciones a los partícipes y d e m á s que no se halle expresamente determinado». En nuestro Derecho se halla ínsito el principio general de igualdad cualitativa y cuantitativa que, en lo posible, (310) GARRIDO DE PALMA y otros. La Disolución de la Sociedad de Gananciales, Reus, SA., Madrid, 1985, pp. 151-152. (311) GARRIDO DE PALMA, "op. cit." pág. 160. 210 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES advierte el artículo 1061, se ha de guardar en la partición, «haciendo lotes o adjudicando a c a d a u n o de los cohereder o s c o s a s de la m i s m a n a t u r a l e z a , c a l i d a d o especie» 312. Y, asimismo, nos encontramos con el derecho preferente de d e t e r m i n a d o s b i e n e s a l e f e c t u a r s e la partición de los gananciales. ¿Es esto una excepción o derogación de aquel principio de igualdad de lotes? GARRIDO DE PALMA apunta que encuadrado el derecho de preferente atribución en el arco de la liquidación y división de gananciales, y puesto que el Código declara aplicables en esta materias las reglas del Derecho de sucesiones, es necesario partir de una afirmación básica: la partición ha de hacerse guardando la posible igualdad; la liquidación de la sociedad de gananciales deberá hacerse, pues, de igual forma. Pero la práctica demuestra, en numerosas ocasiones, la imposibilidad material de que se lleve a efecto de tal manera. Ante esta situación, el citado autor pone de manifiesto que la participación de los interesados en la liquidación de la sociedad de gananciales (herederos del premuerto y cónyuge supérsite, o ambos cónyuges) será siempre igual desde el punto de vista cuantitativo (artículo 1404). Lo que no habrá será igualdad cualitativa (pero ello no significa que vaya a existir un perjuicio económico para la otra parte). Concluye de ello, que no existe una excepción al principio de igualdad particional; no es lo mismo la excepción que las consecuencias del propio juego de tal principio (que evidentemente no es excepción en sí mismo) 3 1 3 . (312) « Vide STS de 31 de octubre de 1996, LA LEY, núm. 4188, Ref. 10.773: "Constituye un principio consolidado por la doctrina jurisprudencial el que afirma la necesidad de adecuación de la división sucesoria a las cuotas hereditarias en función de proporcionalidad no sólo cuantitativa, sino que también habrá de comprender las circunstancias cualitativas concurrentes". (313) "op. cit.", pág. 161. Por contra DÍEZ-PICAZO entiende que el artículo 1406 supone una excepción al principio de igualdad cuanti- 211 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS No obstante, esta regla de igualdad no debe entenderse en sentido absoluto. Y así parece considerarlo nuestro Código, al establecer en el artículo 1061 q u e la partición ha de hacerse g u a r d a n d o la posible igualdad. Si ésta no fuera posible, se articulan diferentes soluciones q u e están en la m i s m a esencia del principio, m o s t r a n d o su carácter relativo 3 1 4 . Los artículos 1062 del Código (que subordina la igualdad al principio de conservación de los bienes atendiendo a su función económica) y 1078 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (que tiene a m i s m a finalidad) son p r u e b a de ello (cfr. art. 786 de la Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil) 3 1 5 . tativa y cualitativa de los lotes. LACRUZ expone que en tanto sea posible se habrán de asignar al otro cónyuge o sus herederos bienes de semejante naturaleza, o. en todo caso, bienes valorados con el mismo criterio, con lo que parece que está apuntando a dos ideas ciertamente distintas. Cít. por GARRIDO DE PALMA. (314) Vide la STS de 15 de marzo de 1995, Actualidad Civil, 1995-2, Ref. 617, donde se establece: "En definitiva, aun sin desconocer la fuerte corriente doctrinal que propugna la imperatividad relativa, no absoluta del artículo 1061, tomando en cuenta esa posible igualdad". (315) No hay, por tanto, ninguna excepción. Puede que la igualdad no sea posible, pero esto no es más que el juego de la norma. La ley establece una determinada configuración jurídica de la liquidación de gananciales, dentro de la cual se incluyen los derechos de preferente atribución para la satisfacción de ciertos intereses que merecen ser atendidos. Los derechos atributivos son intrínsecos a la propia estructura de la liquidación, no límites excepcionales. Hay que destacar que la norma del artículo 1061 parte de una premisa, cual es la igualdad de intereses entre los coherederos, igualdad que falta en los supuestos de hecho que los artículos 1406 y 1407 contemplan. Por otra parte, el artículo 1410 se remite a las normas de Derecho sucesorio en lo no previsto en el capítulo relativo a la sociedad de gananciales. De ahí que no sería muy ortodoxo decir, con base en el artículo 1061, que los derechos de atribución son algo excepcional; GARRIDO DE PALMA, "op. cit.", pág. 162. La STS de 30 de enero de 1951 sostiene que "no significa que en la partición se imponga una igualdad matemática o absoluta por asignación a cada heredero de una participación en todos los bienes de la herencia, ya que relacionando el articulo 1061 con el 1062 y 1056 del Código y 1078 de la Ley de Enjuiciamiento Civil se aprecia que la igualdad en la atribución actuará sólo circunstancialmente, 212 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES XI.7.2. Conclusiones Vistas las exposiciones precedentes, no p a r e c e lógico admitir la validez de q u e los cónyuges p a c t e n que el r e m a n e n t e líquido del activo ganancial se distribuya no p o r mitad, sino de otra m a n e r a , o bien excluir de a n t e m a n o d e t e r m i n a d o s bienes o ganancias de la división o partición. Primero, p o r q u e p e n s a m o s q u e tal p a c t o atentaría no sólo al principio de igualdad particional, sino t a m b i é n de los derechos que c o r r e s p o n d a n a cada cónyuge ex artículo 1328 del Código Civil. Además, la igualdad cuantitativa viene impuesta p o r la n o r m a del artículo 1404 del Código, según el cual la participación del cónyuge, o sus herederos, será la m i t a d del h a b e r ganancial; si éste, p o r ejemplo, estuviere constituido ú n i c a m e n t e p o r bienes que h a y a n de ser atribuidos c o n preferencia al otro cónyuge, su consorte (o los herederos de éste) t e n d r á derecho, en t o d o caso, a la m i t a d del valor de aquellos bienes 316 . Incuestionablem e n t e , no tiene p o r q u é ser necesaria u n a igualdad cualitativa, q u e no cuantitativa, h a b i d a cuenta que la p r o p i a jurisprudencia ha resaltado el carácter relativo de la iguald a d en la participación, ya q u e el artículo 1061 tiene un carácter facultativo m á s que imperativo, p o r c u a n t o que la formación de los lotes d e p e n d e de las circunstancias de cada caso 317 . Inclusive, un p a c t o en este sentido colisionaría, caso de haberlos, con los derechos de atribución preferente de u n o de los cónyuges, lo que, evidentemente, le provocaría un perjuicio económico. en cuanto sea posible, por tratarse de bienes fácilmente divisibles o que no desmerezcan mucho con la división o ésta no conduzca a un excesivo y perjudicial fraccionamiento". En igual sentido las SSTS de 13 de junio de 1970, 8 de febrero de 1974 y 25 de junio de 1977. (316) (317) GARRIDO DE PALMA, "ob. cit.", n o t a 3 0 3 . S T S 16 de j u n i o de 1902 213 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS Por último, e n t e n d e m o s que en la partición de la herencia no existe u n a n o r m a clara, r o t u n d a y manifiesta excepción de la facultativa del artículo 1061 del Código, que i m p o n g a un participación concreta y d e t e r m i n a d a a favor de los herederos, y a salvo las legítimas a los herederos forzosos impuestas al t e s t a d o r (artículo 1056 CC), de ahí la n o r m a del artículo 1058 del Código. Puede servirnos p a r a t o m a r posturas definitivas sobre la cuestión la doctrina del Tribunal S u p r e m o en la liquidación de la sociedad de gananciales p o r vía judicial. Así establece dicho Alto Tribunal, ratio decidendi: «Mas ha de hacerse observar que el objeto de este procedo viene dado, una vez acordada la disolución de la sociedad de gananciales, por la realización de las operaciones de liquidación, es decir, constituye un proceso cuyo objeto no es disponible ni puede configurarse caprichosamente en su desarrollo. Es verdad que exige declaraciones previas de orden instrumental coincidentes en producir manifestaciones de voluntad judicial, que deben cumplirse, en su caso, por vía forzosa para materializar la división del líquido ganancial con adjudicación concreta de bienes y procurando la equidad en el reparto por medio de las compensaciones económicas adecuadas. Pero estas declaraciones no pueden imponerse al Juez gravándole con condiciones subjetivas y unilaterales qué limiten la aplicación pura y simple de la Ley» 318. Es claro, y así lo dice la referida Sentencia 319, que tiempo h a n tenido las partes, tanto extrajudicialmente como luego en el juicio equivalente al de testamentaría p a r a entenderse y conseguir los acuerdos precisos. Incluso d u r a n t e el curso del presente proceso n a d a ni nadie impide que las partes conciben sus intereses. Pero fijémonos bien que el Tribunal Supremo, a u n q u e con carácter de obiter dictum, se (318) Vide S T S de 11 de j u l i o de 1995,Actualidad Civil, 1995-4, Ref. 1038. (319) "Idem". 214 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES está refiriendo a entendimientos y acuerdos en materia de adjudicación de bienes que colman su cuota, ya por vía extrajudicial ya dentro de un procedimiento buscando un reparto equitativo, de ello no parece seguirse, así como t a m p o c o interpretarse ni la admisión de atribuciones arbitrarias en perjuicio de u n o de los cónyuges, ni m u c h o m e n o s la sinrazón en materia de cuotas establecidas legalmente. El único p u n t o de aparente fricción, en el supuesto qué c o n t e m p l a m o s , es la partición hecha p o r el testador, y d o n d e doctrina y jurisprudencia convergen en e n t e n d e r que los coherederos pueden, de c o m ú n acuerdo, prescindir de las disposiciones t e s t a m e n t a r i a s y crear u n a situación jurídica de plena y absoluta eficacia a través de la p a r t i c i ó n por ellos realizada, adjudicándose los bienes de la forma que tuvieren por conveniente 320 . Sobre ello ya me he pronunciado, en la m e d i d a q u e c u a n d o el t e s t a d o r ha establecido u n a s cuotas se crea entre los interesados un equilibrio. El c a m b i o de cuotas modifica este equilibrio, lo q u e significa un negocio dispositivo, distinto de la partición, y p o r t a n t o , debe estar sujeto a n o r m a s diferentes a ellas. Con posterioridad a dichos negocios existirá u n a nueva c o m u n i d a d p e r o c o n u n a proporcionalidad en las cuotas diferentes. Al negocio que p o n g a fin a dicha c o m u n i d a d , en función de las nuevas cuotas, sí que h a b r á q u e calificarlo de partición y a p l i c a r l e s u s n o r m a s . Por t a n t o , lo q u e sí me parece perfectamente admisible, d a d a la libertad q u e establece el artículo 1323 del Código Civil, p a r a c o n t r a t a r librem e n t e entre los cónyuges, es que respetadas las cuotas del 50 p o r cien y verificadas las adjudicaciones, modifiquen tal situación a través, de otros negocios q u e n a d a t i e n e n que ver con la partición 321 . Pero bien entendido que tal posibilidad o situación no tiene n a d a que ver c o n el c a m b i o de cuotas que, p o r u n a n i m i d a d , p u e d e n realizar las coherede(320) (321) RIVAS MARTÍNEZ, "op. cit.", pp. 883 y ss. Vide supra pp. 204 y ss. y nota 308. 215 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS ros en la herencia del testador, con una proporcionalidad en las cuotas diferentes, que supondría la inmersión en una serie de negocios dispositivos diferentes al de la partición 322 , y por tanto debe estar sujeto a normas diferentes a ellas. En semejantes situaciones, y en sede de partición de la herencia, una vez que hayan concluido tales negocios existirá una nueva comunidad, pero con una proporcionalidad en las cuotas diferentes. Este negocio que ponga fin a dicha comunidad, en función de las nuevas cuotas, sí que habrá que calificarlo de partición y aplicarles sus normas. La participación de los interesados en la liquidación de la sociedad de gananciales será siempre y en todo caso igual; es decir, la mitad de su haber ganancial, lo que no quiere decir que, una vez se hayan realizado las adjudicaciones, alteren o modifiquen las mismas a través de negocios como la compraventa, permuta, donación, etc.-323. Entiendo, una vez que he tratado de analizar pormenorizadamente aquellos argumentos contrarios a la rescisión por lesión en más de un cuarto —con el fin de ver su viabilidad o inviabilidad—, como consecuencia de una defec- (322) vide supra pp. 202 y ss. (323) DÍEZ-PICAZO y GULLÓN, Sistema..., "ob. cit."', pág. 221, establecen con base en el artículo 1404 y sin mayores explicaciones que «La regla de la mitad es obviamente aplicable sin excepción a la ganancia contable». Por su parte la STS de 4 de julio de 1988 (La Ley, 1988-3, Ref. 8949, págs. 615 y ss.), sienta que: "...que la cláusula referida no puede estar en condiciones de impedir la atribución a la esposa de la mitad de las acciones que figuraban a nombre del marido, porque éste no ostentaba respecto de las mismas otro carácter que el de Administrador de la sociedad legal de gananciales a que aquéllas pertenecían y en cuyo patrimonio tenían ambos cónyuges una cotitularidad indiscriminada, lo que hace que, cuando se verifica la adjudicación separada como consecuencia de la liquidación de lo que era ganancial, no se enajena ni se vende nada en favor de la esposa... adquiriendo la titularidad individual y concreta sin previo acto dispositivo, sino meramente declarativo sobre dichas acciones, en cuanto bienes muebles... de que no puede ser privada con abono de su importe". 216 LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES tuosa 3 2 4 valoración de la masa particional en la liquidación de la sociedad de gananciales, no sólo la posibilidad sino la absoluta corrección jurídica de la misma 3 2 5 . No obstante las matizaciones precedentes, lo que no parece admitir duda alguna es que la jurisprudencia del Tribunal Supremo y la doctrina han aceptado y asumido la posibilidad de rescisión por lesión de la partición subsiguiente a la liquidación de la sociedad de gananciales 3 2 6 . Por último señalar que el fundamento de la rescisión es la lesión, que, como advierte MARTÍN MELÉNDEZ 3 2 7 , consistirá en el perjuicio sufrido por uno de los cónyuges, ex cónyuges o por los herederos de uno de ellos, como consecuencia de habérseles atribuido en pago de su cuota, bienes que realmente no la cubren, debido a la supervaloración de alguno o varios de los que se les han atribuido, o de la infravaloración de alguno o varios de los que se han adjudicado a (324) Prefiero utilizar el término defectuoso, dada su amplitud y donde cabe tanto el error —con los problemas interpretativos que comporta, como ya se ha visto—, como la mala fe de alguno de los intervinientes. (325) Es a partir de aquí cuando debe aplicarse analógicamente a la sociedad de gananciales los preceptos que se prevén para la rescisión de las particiones hereditarias. Para ello es preciso tener en cuenta que no todos podrán acomodarse a la liquidación de la citada sociedad de gananciales por tener, a estos efectos, dos caracteres peculiares: por una parte, que las partes entre las que los bienes defectuosamente valorados se reparten, son siempre dos; por otra, que la causa que ha llevado a la partición no ha sido, al menos directamente, el fallecimiento de una persona, sino la disolución de un régimen económico matrimonial. De la primera observación deriva la inaplicación del artículo 1077, párrafo 3.a, del Código Chai; de la segunda, la. del artículo 1075 del mismo cuerpo legal; MARTÍN MELÉNDEZ, "op. cit.", pág. 493. Con respecto a la segunda observación y su pertinente inaplicación creo que hay otros motivos que lo determinan y que han sido expuestos precedentemente. (326) Vide SS TS de 24 de julio de 1990, RA, núm. 6178; 7 de noviembre de 1990, RA, núm. 8532; 26 de enero de 1993, RA, núm. 365 y 20 de noviembre de 1993, RA, núm. 9175. (327) "op. cit." pág_ 4 9 4 . 217 JOSÉ MARÍA CUTILLAS TORNS la otra parte. Igualmente la lesión puede nacer de una sobrevaloración de las deudas, cuando, por haberse encargado uno de los cónyuges de satisfacerlas, le son adjudicados, para pago de las mismas, bienes de la masa común, fuera de lo que le corresponda por su cuota 328. (328) Vide STS de 26 de enero de 1993, RA, núm. 365. 218