Escuela Diocesana de Oración: Orar el Credo ORAMOS NUESTRO CREDO En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo CREO EN DIOS, PADRE TODOPODEROSO Lector: “Como en el día de nuestro Bautismo… acogemos el símbolo de esta fe nuestra que da la vida. Recitamos con fe el Credo para entrar en comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y entrar también en comunión con toda la Iglesia que nos transmite la fe y en el seno de la cual creemos: Este símbolo es el sello espiritual [...] es la meditación de nuestro corazón y el guardián siempre presente, es, con toda certeza, el tesoro de nuestra alma” (CIC 197) Creo en ti, Dios, Padre, Creador y Libertador. Tu poder abarca mi vida y mi muerte. Cuidas mi vida, me proteges y sostienes. Me llevas tatuado en la palma de tu mano. Eres Ternura, Amor y Fidelidad creadora. En Ti puedo confiar incondicionalmente. Eres Misericordia entrañable. Me revelas tu Rostro en Jesús de Nazaret y me llamas a entrar en tu vida íntima. Lectura de la Palabra: Mt 28, 19-20 “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Creo en Ti, Jesucristo Hijo de Dios, Salvador, que anuncias la Buena Nueva del Reino. Resucitado, vives para siempre. Caminas e intercedes por nosotros. Amigo fiel que entregas tu vida por amor a todos. Maestro de oración y de compasión. Momento de silencio con música suave Creo en ti, Espíritu Santo. Don del Padre y de Jesucristo. Dador de Vida y de Verdad. Hablaste por los profetas, nos desvelas a Cristo y guías a la Iglesia. Fuente de gozo y de paz. Se reparte a cada participante un post-it. Se les invita a escribir el propio credo. Quien lo desee lo expresa en voz alta. Se van colocando junto al Cirio Pascual, símbolo de Cristo Resucitado que reaviva la llama de la fe. Canto: CREO, SEÑOR, CREO, SEÑOR. Audición de la canción “Por la fe” en imágenes. Terminamos rezando el credo. CIPE- www.cipecar.org Creo en ti, Iglesia, fruto del amor entrañable de la Trinidad. Pueblo de Dios. Cuerpo de Cristo Templo del Espíritu Santo. Misterio de Comunión. F1 CREO EN DIOS (CIC 199-231) PADRE TODOPODEROSO (CIC 232-278) "Creo en Dios": Esta primera afirmación de la Profesión de fe es también la más fundamental. Todo el Símbolo habla de Dios, y si habla también del hombre y del mundo, lo hace por relación a Dios…” I "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (CIC 232-237) “El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la "jerarquía de las verdades de fe". I. “Creo en un solo Dios” (CIC 199-202) II. Dios revela su Nombre (CIC 203-213) El Dios vivo "Yo soy el que soy" Dios misericordioso y clemente" Solo Dios ES III. Dios, "El que es", es verdad y amor (CIC 214-221) Dios es la Verdad Dios es Amor II. La revelación de Dios como Trinidad (CIC 238-248) El Padre revelado por el Hijo El Padre y el Hijo revelados por el Espíritu III. La Santísima Trinidad en la doctrina de la fe (CIC 249-256) La formación del dogma trinitario El dogma de la Santísima Trinidad IV. Las obras divinas y las misiones trinitarias (CIC 257-260) IV Consecuencias de la fe en el Dios único (222-227) - Reconocer la grandeza y la majestad de Dios - Vivir en acción de gracias - Reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres creados “a imagen y semejanza de Dios” - Usar bien de las cosas creadas - Confiar en Dios en todas las circunstancias, incluso en la adversidad. “Sólo Dios basta” Resumen (CIC 228-231) - "Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el Único Señor..." - La fe en Dios nos mueve a volvernos solo a Él ... - Dios al revelarse sigue siendo Misterio inefable. - El Dios de nuestra fe se ha revelado como Él que es; se ha dado a conocer como "rico en amor y fidelidad" (Ex 34,6). Su Ser mismo es Verdad y Amor. Resumen (CIC 261-267) - El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo. - La Encarnación del Hijo de Dios revela que Dios es el Padre eterno, y que el Hijo es "de la misma naturaleza que el Padre", es decir, que es en Él y con Él el mismo y único Dios. - La misión del Espíritu Santo, enviado por el Padre en nombre del Hijo y por el Hijo "de junto al Padre", revela que él es con ellos el mismo Dios único. "Con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria". - Por la gracia del bautismo "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28, 19) somos llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad, aquí abajo en la oscuridad de la fe y, después de la muerte, en la luz eterna.