MARÍA DEL MAR MURIANO ATENCIA 1º comunicación Audiovisual TRABAJO SOBRE ROALD DAHL ÍNDICE: 1.- Introducción 2.- Notas sobre el autor: 2.1.- Biografía 2.2.- Contexto histórico, social y cultural 2.3.- Algunas opiniones de sus familiares y amigos 2.4.- Producción literaria 2.5.- Hechos singulares de su vida que influyen en su obra 3.- Charlie y la fábrica de chocolate: 3.1.- Ficha técnica 3.2.- Argumento 3.3- Personajes 3.3.1.- Interrelación de los personajes con otras obras del autor 3.4.- Comparación con Charlie y el ascensor de cristal 3.5.- Estimulación de los sentidos: comidas, olores, sabores... 4.- Matilda: 4.1.- Ficha técnica 4.2.- Argumento 4.3.- Matilda: un cuento de hadas del s. XX 4.4.- Personajes 4.5.- La obra pasada a la gran pantalla: comparación del libro con la película 1.- INTRODUCCIÓN Cuando era pequeña, me sentía fascinada por la obra de Roald Dahl. No imaginé que llegaría hacer un estudio sobre él puesto que hasta ahora ninguno de mis profesores habían otorgado mucha importancia a la literatura infantil. En el momento en el que se nos propuso hacer un trabajo en la asignatura, pensé en él, porque tenía una cuenta pendiente con mi infancia. Para la ocasión, he vuelto a leer sus libros y me ha gustado saber que por mucho que pueda crecer una persona, madurar...el alma permanece impune, porque tras apariencia de adulta, los ojos que han releído a Charlie o Matilda, son los ojos de una niña. En las próximas páginas se hará un recorrido por las obras más conocidas y quizá más representativas del autor galés: Charlie y la fábrica de chocolate y Matilda. También habrá oportunidad de conocer un poco sobre su vida y obra, opiniones de conocidos... En realidad, se trata de un trabajo breve porque a este escritor habría que dedicarle muchas páginas y realizar un amplio estudio de su obra para conocerlo a fondo y pasar de un simple esbozo sobre él. Roald Dahl no tuvo una vida fácil, es más, a lo largo de ella le sucedieron varias desgracias. Sin embargo, este escritor supo hacer de tripas corazón y sacar fuerzas de donde no las había para seguir adelante. Supo tratar a los niños, prueba de ello es que con sus libros se ganó el corazón de muchas de estas pequeñas criaturas repartidas por todo el mundo y de otras muchas que aún no lo conocen. No adelantaremos acontecimientos, simplemente decir que la obra del autor galés tiene mucha relación con su vida. En su pequeña cabaña del fondo del jardín fue donde escribió la mayoría de sus inolvidables libros. Es curioso cómo la recuerda en Harper 8 Queen, Christopher Simon Sykes y dice que al lado del sillón descolorido en el que Roald se sentaba, había una mesa cubierta por sus curiosidades favoritas entre las que se encontraba una extraordinaria pesada bola de papel hecha de papel de plata usado en las muchísimas chocolatinas consumidas en su juventud. Esto nos recuerda a Charlie y la fábrica de chocolate. Es asombroso cómo Dahl puede recordar con todo lujo de detalles las golosinas consumidas en su infancia. Como decía el propio Dahl: la llave del éxito consiste en conspirar con los niños contra los adultos. Puede ser una fórmula simplista, pero funciona. Dahl busca que los niños encuentren placer en la lectura de sus libros y la forma más fácil para conseguirlo es hablándoles de aquello que les gusta, de aquellas cosas de las que más disfrutan en su vida real. Las palabras de Dahl están llenas de sabor, llenas de fresa y de chocolate, de azúcar y miel, y quieren endulzar un poco la vida de los pequeños y compensar aquellos tragos amargos de realidad que algunas veces tienen que soportar. 2.- NOTAS SOBRE EL AUTOR 2.1.- BIOGRAFÍA Trataremos de hacer un recorrido por la biografía de este prolífico y significativo escritor para la literatura infantil y juvenil. Como comprobaremos, su vida no fue precisamente fácil, sino que se encuentra marcada por numerosas tragedias que afrontó con la mayor entereza posible. Roald Dahl (1916-19990), nació en Llandaff, un pueblecito del País de Gales, en el seno de una familia acomodada de origen noruego. Las ansias de fortuna de su padre, Harald Dahl, lo llevaron a emigrar a Francia, donde conoció a su primera mujer y fundó una compañía dedicada a suministrar víveres y combustible a los barcos. Pero las expectativas del negocio no eran buenas por lo que, junto con su socio, optó por trasladar sus actividades mercantiles a Cardiff al sur del País de Gales donde se encontraba el mayor puerto carbonero de la época. Marie, con la que tuvo dos hijos, falleció durante el parto del segundo. En un viaje a Noruega conoció a su segunda mujer y madre de Roald, Sofie Magdalene Hesselberg con la que tuvo 4 hijos más. Roald fue el tercero de 5 hermanos, el único varón sin contar a sus dos hermanastros mayores fruto del primer matrimonio de su padre. El interés por el arte de su padre, influyó notablemente en la sensibilidad artística de sus hijos. Cuando Roald contaba con 3 años, murió su hermana mayor de apendicitis. Esta tragedia sumió a su padre en una profunda depresión agravada con una pulmonía que lo llevó a mejor vida pocos meses después. Su mujer, embarazada, se encuentra con la muerte de dos seres tan queridos y cercanos en un período de tiempo muy breve y con el cargo de 3 hijos propios y dos del anterior matrimonio de su marido. Esta situación marca un antes y un después en la vida de la familia que, relativamente acuciada con problemas económicos, tiene que trasladarse a una casa más pequeña en Llandaff. A los seis años ingresa en el parvulario; un año más tarde lo hace en un colegio preparatorio para varones ubicado en su pueblo natal. La educación de Roald está determinada al principio por la voluntad de su padre que deseaba que sus hijos fuesen educados en Inglaterra ya que pensaba que las instituciones educativas inglesas eran las mejores del mundo. No fue feliz en la escuela, ni en Llandaff Catedral School, ni en la escuela preparatoria de St Peter en Weston-super-Mare, ni más tarde en Repton, Derbyshire. Destacaba en deportes, especialmente como peso pesado de boxeo, pero era considerado por su profesor de inglés “incapaz de ordenar sus pensamientos sobre papel”. No obstante, había una ventaja en ir a Repton: la escuela estaba junto a Cadbury’s, y la empresa involucraba regularmente a los escolares en la prueba de nuevas variedades de tabletas de chocolate. Sus malos tiempos en la escuela iban a influir enormemente en producción literaria. En una ocasión sentenció que lo que le distinguía de la mayoría de los escritores para chicos era “este asunto de recordar cómo era ser joven.” La infancia de Roald y sus días de colegio son el tema de su autobiografía Boy. Terminado el Bachillerato, y en contra de las recomendaciones maternas para que cursara estudios universitarios, se apuntó a la expedición de la Sociedad exploradora de las Escuelas Públicas, a Newfoundland. Después entró a trabajar en Shell como vendedor, la compañía multinacional petrolífica, en África. En ese continente fue donde le sorprendió la Segunda Guerra Mundial, en la que tomó parte: se alistó en la RAF en Nairobi. En un principio, los médicos lo rechazaron por su altura (6 pies y 6 pulgadas), pero fue aceptado como oficial piloto y se hizo piloto de aviación en la Royal Air Force. Fue derribado en combate y pasó seis meses hospitalizado. Después fue destinado a Londres y en Washington empezó a escribir sus aventuras de guerra. Las hazañas de Dahl en la guerra están detalladas en su autobiografía Volando Solo. En Washington comenzó en serio su carrera como escritor. Después de un encuentro con C. S. Forrester - autor de Captain Hornblower – éste le pidió que contara su versión de la guerra, con la finalidad de hacer un relato (pan comido) para una futura publicación. Dahl plasmó sus experiencias sobre papel y Forrester quedó tan impresionado que inmediatamente buscó a un editor de revista para su publicación. Roald se quedó en los Estados Unidos, alcanzando renombre por sus historias cortas para revistas y periódicos. La carrera de Roald pasó a un segundo plano cuando la familia sufrió varias tragedias. Su hija mayor, falleció tras un sarampión que degeneró en una encefalitis (inflamación del cerebro) y su hijo de tres años, sufrió daños cerebrales tras un accidente de carretera. Con la ayuda de dos amigos, un ingeniero y un neurocirujano, Roald pasó meses desarrollando una válvula para drenar líquido del cerebro y permitir a su hijo vivir sin dependencia de los aparatos. La válvula se sigue usando hoy día y Theo (su hijo), ha tenido una espectacular recuperación. Su primera mujer sufrió tres ataques masivos, pero con la ayuda y el ánimo de Roald se recuperó lo suficiente para reanudar su carrera de actriz. Roald Dahl murió en Oxford a los 74 años de edad. A lo largo de su vida, donó dinero para los necesitados. Después de su muerte, su viuda Liccy Dahl, continuó haciéndolo fundando The Roald Dahl Foundation. La Fundación ofrece becas en tres áreas básicas: alfabetización, neurología y hematología, apoyando o financiando proyectos que ayuden a la gente de forma práctica. La fundación también acercando la música clásica a los niños haciéndola divertida, a través de composiciones musicales basadas en obras de este genial escritor. 2.2.CONTEXTO CULTURAL HISTÓRICO, SOCIAL Y La época que le tocó vivir a Dahl no fue nada fácil. Sus padres emigraron a Gales con la esperanza de ofrecer a los hijos venideros una vida mejor. Se trata de un hecho significativo puesto que Noruega adopta en 1913 el Sufragio Universal y fue considerada como la primera democracia plena en el mundo. Dahl nace en plena 1ª Guerra Mundial, pero era muy pequeño todavía para conocer el significado de un conflicto bélico. Participó en la 2ª Guerra Mundial, hecho que marcó su vida puesto que le dio la oportunidad de mostrar su faceta de excelente narrador al contar las peripecias y hazañas vividas durante la guerra. Fue una experiencia que le sirvió como fuente de sus relatos, combinando historias verídicas o de origen real con fantasías creadas en su imaginación. Dahl participó en la lucha contra un nacionalismo tan exacerbado que acabó siendo un movimiento de carácter pangermanista ( unión y supremacía de los pueblos de origen Germánico) fascista y antisemita que incrementaron la tendencia antiautoritaria que rondaba ya la mente del joven Dahl. En 1942 es enviado a Washington como agregado aéreo. Posteriormente la Casa Blanca es ocupada por el demócrata Harry Truman mientras en Europa se celebra el fin de la hegemonía nazi tras el suicidio de Hitler con unas cápsulas de cianuro y pegándose un tiro antes de que el veneno hiciera efecto (su cuerpo nunca fue hallado. Existe una hipótesis en la que se formula que fue quemado junto a papeles nazis y a su amante Eva Braun, convertida en su mujer horas antes). En Londres el pueblo conmemora el día de la Victoria (8 de mayo) acudiendo a Buckingham Palace, para aclamar a la familia real. Al caer la tarde la capital Británica se llenó de reflectores y de fuegos artificiales, las calles se llenaron de fiesta y se quemaron muñecos con la imagen de Hitler y de sus secuaces. Escenas análogas se producen en París y Roma. Mientras, en Moscú se apilan las banderas capturadas al enemigo a los pies de los líderes soviéticos (el dictador Stalin entre otros). Muchas ciudades Europeas se encontraban prácticamente en ruinas, hay campos de concentración y exterminio por todas partes... La situación de devastación se extiende hasta Oriente donde Estados Unidos lanza una bomba atómica sobre Nagasaki que causa más de 65000 muertes y otra sobre Hiroshima. Estados Unidos se veía fuerte tanto militar como económicamente para mantener conflictos con diversos lugares de Oriente y de Occidente a lo largo de los próximos años y décadas, prueba de ello es la crisis de los misiles en Cuba en 1962; la guerra de Vietnam de 1964 hasta 1973: o la Guerra fría contra la antigua Unión Soviética. Sin lugar a dudas no podemos olvidar mencionar el injusto alzamiento que supuso una división dentro del viejo continente. El primer ministro británico, Churchill, durante la guerra había encontrado un nuevo enemigo: la amenaza del comunismo. En una gira por Estados Unidos, advirtió que “un Telón de acero había dividido Europa” creyendo que las diferencias entre los países capitalistas y comunistas eran irreconciliables, e instando así a una alianza entre Estados Unidos y el Reino Unido para contrarrestar la agresión Soviética. El conocimiento de otras culturas, siempre ejerció una buena influencia en Roald Dahl y supo reflejarlo perfectamente en sus historias. Cuando fallece su padre, su madre se aleja de una sociedad Británica, con la que no se siente identificada (por su condición de extranjera) y a la que considera que no pertenece. Esta increíble mujer, es capaz de vender sus joyas para comprar una moto con sidecar y disponer de esta manera de un medio de transporte que facilitara la tarea de recoger a sus hijos cuando se les concedieran unos días de vacaciones. La ascendencia noruega de Dahl hizo que creciera entre Leyendas y Mitos de origen Nórdico, los cuales eran mencionados por su propia madre que no quería que sus hijos crecieran desconociendo sus raíces, por eso en más de una ocasión se los llevaba de vacaciones a su añorada Noruega. Además, tanto Roald como sus hermanos fueron criados por una vieja noruega llamada Birgit (a la que adoraban). Así, desde pequeño, Dahl vivió entre dos culturas, oyendo leyendas y mitos noruegos que le sirvieron como fuente inagotable para los argumentos de sus libros. Teniendo en cuenta que los noruegos tienen un gran respeto por su herencia cultural, es comprensible que los escritos de Dahl estén llenos de reminiscencias al país de sus orígenes. Muchas de las vivencias que le acaecieron durante la guerra motivaron bastante de sus famosos e inquietantes relatos. Como muestra de su curioso amor por lo macabro (presente en algunos de sus libros) Dahl utilizaba en su estudio, como pisapapeles, una cabeza de fémur que los cirujanos le extrajeron en una operación realizada después del accidente, en 1947. Destacaría la coincidencia existente entre el comienzo del movimiento contra la segregación racial que Martin Luther King impulsó en 1955 por toda Norteamérica con el hecho de la publicación en 1964 del libro Charlie & the Chocolate Factory, ya que algunos críticos califican esta obra de Dahl como una apología contra el racismo, donde se hace una crítica a la sociedad reflejando a unos pigmeos esclavizados. 2.3.- ALGUNAS OPINIONES DE SUS FAMILIARES Y AMIGOS MARIA LESTON, TIME OUT: “Terminé pasando cuatro horas con el autor... indeleblemente grabadas en mi memoria. Vestía una camisa azul oscura con pantalones cortos azules de los cuales salían sus interminables piernas como si fueran dos bastones; su cara alargada enjuta y tremendamente expresiva estaba por arrugas producto de años de risas, su boca siempre cerca de la sonrisa, que asomaba a sus ojos a cada rato. Dahl era una compañía divertida, interesante y estimulante, y un anfitrión encantador, detallista y entretenido.” OPHELIA DAHL: “Todas las noches, después de que mi hermana Lucy y yo nos fuésemos a la cama, mi padre subía lentamente las escaleras, con sus huesos crujiendo más que los escalones, para contarnos una historia. Lo veo ahora apoyado en la pared de nuestro dormitorio, con las manos en los bolsillos y la mirada perdida, buscando en su imaginación. Era allí, en nuestro dormitorio, donde él empezaba a contar las historias que más tarde se convertían en los libros que ustedes conocen.” “Le encantaba coleccionar cosas. Cuando era joven eran huevos de pájaro y envoltorios de chocolatinas. De adulto, coleccionaba vino y cuadros. Pero también coleccionaba ideas. Tenía un pequeño cuaderno donde anotaba palabras cuyo sonido le gustaba. Su mente era nerviosa, como sus dedos, que estaban siempre en movimiento, como si quisiera envolverlos alrededor de un lápiz y seguir escribiendo.” LICCY DAHL: “Lo hacía todo con brío. Preparaba unos huevos escalfados que servía en trozos de pan frito a los que hacía unos agujeros para que parecieran nidos. No había un momento en el que no estuviera inventando o haciendo la vida divertida.” SPIV BARRAN (SU CUÑADO): “Para aquellos que lo conocían bien lo más importante era su fantástico entusiasmo y su gran generosidad. “¡Extraordinario!”, solía gritar montando una mesa repleta de su comida favorita: gambas noruegas, o langosta, o caviar o un exquisito bistec. Sus afortunados invitados eran forzados a repetir dos o tres veces. Con el café, ponía en la mesa una mugrienta caja de plástico repleta de golosinas de chocolate, irresistibles tanto para los perros como para los niños y adultos.” 2.3.- PRODUCCIÓN LITERARIA La primera novela para niños de Roald Dahl no fue, como muchos creen James y el melocotón gigante, sino The Gremlins, publicada en 1943, y adaptada de un guión escrito para Disney. Dahl continuó escribiendo guiones de películas, entre ellas la aventura de James Bond You Only Live Twice (Sólo se vive dos veces) y Chitty Chitty Bang Bang. No le gustaron muchas de las adaptaciones cinematográficas de su propia obra que aparecieron a lo largo de su vida. Tanto James y el melocotón gigante como Charlie y la fábrica de chocolate, fueron publicadas en los Estados Unidos varios años antes de que aparecieran en el Reino Unido en 1967. Del último, Elaine Moss escribió en The Times: "Es el libro para niños más divertido que he leído en años; no sólo divertido sino también que conmueve al corazón joven.” El libro alcanzó gran éxito en todo el mundo. La edición china fue la mayor impresión bibliográfica nunca vista: ¡dos millones de ejemplares! A continuación vino un rosario ininterrumpido de “bestsellers”, como El gran gigante bonachón; Danny, el campeón del mundo; Los cretinos; Las brujas; Boy y Volando solo. Las ventas de Matilda, el penúltimo libro de Roald, rompió todos los récords de ventas en el Reino Unido con más de medio millón de copias en seis meses. Roald Dahl murió el 23 de noviembre de 1990 a los 74 años en Oxford. Estaba trabajando en El párroco de Nibbleswicke. Desde la muerte de Roald Dahl, sus libros han mantenido su popularidad. El total de ventas en el Reino Unido ronda los 30 millones, con más de un millón de copias vendidas al año. Las ventas han aumentado particularmente en Estados Unidos, donde los libros de Dahl están alcanzando ahora el estatus de “bestsellers”, que curiosamente le fue esquivo durante su vida. En una encuesta del Día Mundial del Libro de 1999 realizada entre 15000 niños de 7 a 11 años, Matilda fue votado como el libro infantil más popular. Charlie y la fábrica de Chocolate, Los cretinos y El Gran Gigante Egoista aparecieron también entre los diez primeros. Pese a que su labor como escritor ha sido mundialmente reconocida en el campo de la literatura infantil, Dahl también escribió libros y cuentos para adultos aderezados todos ellos con un intenso humor negro y con una paradójica carga erótica, sabiendo mezclar hábilmente ambos ingredientes en una tercera categoría. Muchos de sus cuentos para adultos fueron llevados a la pequeña pantalla. Sin duda la más famosa antología de Roald Dahl es Relatos de lo inesperado, donde el título es lo suficientemente elocuente para deducir que se trata de una colección de cuentos donde el desenlace se convierte en el punto álgido de los mismos. Otros libros y antologías para adultos son: La venganza es mía, S. A; Mi tío Oswald; El gran cambiazo; Historias extraordinarias. 2.4.- HECHOS SINGULARES DE SU VIDA QUE INFLUYEN EN SU OBRA La vida de Roald Dahl se encuentra estrechamente vinculada con su producción literaria. En algunas de las obras que escribió para jóvenes y adultos encontramos detalles de su propia biografía, sobre todo de su infancia, vivencias de una niñez que quedan plasmadas en sus cuentos, unas veces fielmente, otras exageradas de forma fantástica; incluso llegó a escribir una autobiografía Boy (Relatos de infancia). Sin embargo, en dicho libro, no pretende hacer una autobiografía puesto que, como él mismo sentencia: “ nunca escribiría una historia de mí mismo”, sino que recuerda los hechos que le sucedieron en sus días mozos, mientras que su biografía de madurez está cubierta por otro de sus libros titulado Volando solo. Muchas de sus experiencias juveniles las encontramos en Charlie y la fábrica de chocolate aunque sin duda es Las brujas el cuento infantil que reproduce un mayor número de anécdotas vividas por el autor. En Boy, Dahl comienza a describir su peculiar familia noruega de origen pero inglesa de adopción. Los datos biográficos de Boy se corresponden con los del protagonista de Las brujas: al igual que Dahl, la familia de ese personaje es de origen noruego pero vive en Inglaterra debido a los negocios de su padre, pero también acuden a Noruega dos veces al año a pasar las vacaciones. El padre de Roald fallece cuando este sólo contaba con tres años de edad. Tras su muerte, la familia continúa viviendo en Londres fundamentalmente por la educación de los niños. Para el cabeza de familia, el sistema educativo inglés era el mejor del mundo y por ello sus hijos debían ser criados allí. Su madre nunca puso esta consideración en tela de juicio y siguió las indicaciones de su esposo en materia de educación. Tal decisión afectaba de forma directa no sólo a la educación, sino también al futuro de sus hijos. Tanto es así que en Las brujas el protagonista tras quedar huérfano se ve obligado a dejar Noruega y volver a Inglaterra en compañía de su abuela. Para ambos, la vida en el país nórdico parecía más cómoda y fácil de llevar, sin embargo el deseo de los padres fallecidos y la importancia de la educación del joven los hace trasladarse, y queda así justificada la decisión incluso en la ficción. Es importante la figura de su abuela materna. En Boy la describe como una señora viejísima. En Las brujas, la abuela crece hasta convertirse en protagonista de la historia. De sus recuerdos de niño, Dahl no olvida el accidente de tráfico sufrido cuando la familia prueba su primer coche con su hermana mayor al volante. Milagrosamente nadie resultó herido de consideración salvo el propio Roald que casi pierde la nariz. En Las brujas aparece un accidente de tráfico similar pero aquí, por necesidades de la trama, el protagonista resulta ileso mientras que los padres mueren. Pero este magnífico escritor no sólo utiliza recuerdos trágicos, también incluye vivencias infantiles comunes a cualquier época y lugar. En Boy recuerda los sabores, precios y características de sus golosinas favoritas que se podían encontrar en la tienda de golosinas de la señora Pratchett. Los recuerda con el espíritu de un niño, como si el tiempo se hubiera detenido en su infancia y se encontrara ante aquellos preciados manjares. Sin embargo, la falta de higiene de la señora Pratchett y la escasa simpatía con sus pequeños clientes, causaban cierto reparo tanto a Roald como a sus amigos a la hora de adquirir las golosinas. Dahl maquina un plan infalible para darle su merecido a la tendera: insertar un ratón muerto en uno de los tarros de caramelos para que cuando metiera en él su mano cochina cogiera un ratón muerto que apestara de lo mal que oliera. Como consecuencia de esta travesura, cuando lo descubren, recibe como castigo varios azotes en la mano del director de su colegio. En Las brujas también aparece un episodio de ratones: el niño que tome una poción del “Ratonizador de Acción Retardada” se convertirá en ratón y sufrirá efectos similares a la imaginaria ratitis que un padre médico de uno de sus compañeros le contaba a su hijo para evitar que comiera regaliz, argumentando que las deliciosas golosinas se fabricaban con la sangre de ratones. Los síntomas de la ratitis son dientes y cola de ratón. Ni que decir tiene que el maravilloso mundo de las golosinas, sus formas, sabores y todo el misterio que pueden encerrar para la mente de un niño tienen su correspondiente mundo de ficción en la fábrica de chocolate del señor Wonka en Charlie y la fábrica de chocolate. 3.- CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCLATE: 3.1 FICHA TÉCNICA Título original: Del texto: CHARLIE AND THE CHOCOLATE FACTORY 1975, ROALD DAHL De las ilustraciones: 1975, FAITH JACQUES De la traducción: 1978, VERÓNICA HEAD Editorial: ALFAGUARA Primera edición: SEPTIEMBRE 1978 Decimosexta reimpresión: OCTUBRE 1999 Número de páginas: 172 3.2.- ARGUMENTO Charlie, vive en el seno de una familia humilde. Le encanta el chocolate pero carece de dinero para adquirir este exquisito manjar que únicamente puede saborear el día de su cumpleaños, cuando tanto sus abuelos como padres ahorran para satisfacer los deseos del niño. Su suerte cambiará el día en que encuentra el Billete Dorado para visitar la mayor fábrica de chocolate del mundo, la fábrica del señor Wonka, donde se elaboran las más exquisitas golosinas que puedan imaginarse (caramelos eternos que jamás se desgastan, chicles que nunca pierden el sabor...). Inicia la aventura junto con otros niños que a lo largo de la obra van desapareciendo quedando Charlie como el héroe y por ello el señor Wonka lo elige como su sucesor en la fábrica. Las penurias económicas de la familia se ven solucionadas. Charlie y el ascensor de cristal es una segunda parte de la obra. 3.3.- PERSONAJES La maravillosa aventura en la fábrica del señor Wonka es vivida por cinco niños que representan algunos de los estereotipos infantiles más comunes: EL GOLOSO (un niño obeso que sólo vive para comer). EL CAPRICHOSO (una niña cuyos padres le conceden todo aquello que se le antoja). EL ALIENADO (un chico obsesionado con la televisión). LA MANIÁTICA (una niña cuyo objetivo en la vida es mascar batir el record de mascar chicle). EL NIÑO IDEAL (el protagonista, adornado con múltiples virtudes: discreto, cariñoso, solidario, encantador y, a diferencia de los otros chicos, pobre de solemnidad). Los cinco chicos, recorren todas las dependencias de la fantástica y monumental fábrica de la mano del señor Wonka. Los vicios de estos pequeños personajes provocarán su progresiva eliminación del relato, excepto Charlie. Otro de los personajes a tener en cuenta es el abuelo Joe que cobra vida cada vez que Charlie iba a darle un beso de buenas noches. Los ojos le brillaban y narraba historias llenas de belleza y misterio como la de la fábrica de chocolate Wonka. El abuelo Joe habla muy lentamente para que Charlie no se pueda perder ni una sola palabra, hace pausas para dar más suspense a la historia. Utiliza los recursos del narrador. AUGUSTUS GLOOP (UN NIÑO GLOTÓN): Todo hacía presagiar que Augustus Gloop encontraría uno de los billetes dorados puesto que comía al día un número exagerado de chocolatinas (era su mayor afición). Su madre, en lugar de reñirle, lo justificaba diciendo que dicha afición era mucho mejor que ser un bandido y pasar el tiempo disparando pistolas de aire comprimido. En efecto, resultó ser el primer afortunado. Su pasión por el chocolate era tan inmensa que no se pudo resistir cuando vio el río de chocolate de la fábrica. Se precipitó silenciosamente hacia él y lo bebió lo más rápido que pudo, pese a las advertencias del señor Wonka. Se inclinó demasiado y cayó al río, desapareciendo bajo la oscura superficie. Augustus se fue por un tubo. VERUCA SALT (UNA NIÑA MIMADA POR SUS PADRES): Cuando a Veruca se le antojó uno de los billetes dorados, su padre rápidamente se puso manos a la obra comprando tantas chocolatinas como pudo. Luego, le cambió el cometido a las mujeres que trabajaban en su fábrica y, en lugar de pelar cacahuetes, las puso a desenvolver las chocolatinas para encontrar el preciado billete. Veruca es una niña malcriada llena de caprichos, todo lo que ve lo quiere para sí, desde un Oompa-Loompa hasta una de las ardillas que pelaban nueces en la fábrica del señor Wonka. Esto será su perdición puesto que la niña, sin pensarlo dos veces, entró a coger una de ellas. Las ardillas, pensando que se trataba de otra nuez, intentaron pelarla pero su cabeza sonó a hueco y la lanzaron al pozo de los desperdicios. VIOLET BEAUREGARDE (UNA NIÑA QUE MASCA CHICLE TODO EL DÍA): Esperaba tener suerte y encontrar uno de los billetes que le diera la oportunidad de visitar la fábrica más insólita del mundo, por ello dejó aparcada su gran aspiración (batir el record mascando chicle) para comer chocolatinas, pero una vez que hubo encontrado su pasaporte a la fábrica del señor Wonka, volvió al chicle. Antes de proponerse batir el record mundial mascando un mismo chicle, lo cambiaba una vez al día en el ascensor, cuando volvía a casa del colegio para pegarlo en los botones. Ahora, su chicle lo pega en uno de los barrotes de la cama mientras duerme o detrás de la oreja cuando come. Se empezó a convertir en un enorme arándano cuando hizo caso omiso a las prohibiciones de Wonka y empezó a masticar una tableta de chicle mágico, una comida de chicle. MIKE TEVÉ (UN NIÑO QUE NO HACE MÁS QUE MIRAR LA TELEVISIÓN): Mike contaba con nueve años de dad y su única ilusión era la de ver la televisión, por eso, cuando descubrió que el señor Wonka estaba experimentando para enviar chocolatinas por este aparato, quiso ser él mismo el conejillo de indias y se dispuso para ser enviado como otra chocolatina más. Como consecuencia, los Oompa-Loompas pudieron rescatarlo pero su estatura menguó considerablemente. CHARLIE BUCKET (EL HÉROE): Charlie reúne todas las virtudes que debe tener un buen chico; amable, comprensivo, cariñoso, bondadoso... Sus abuelos le han creado una gran expectación en torno a la mayor fábrica de chocolate del mundo, situada, nada más ni nada menos que en lugar donde vive y se trata de la fábrica del señor Wonka. Por eso, cuando el propietario de la misma anuncia que unos cuantos privilegiados podrán visitarla, la expectación del protagonista es total, aunque sabe que sus posibilidades son mínimas puesto que el escaso nivel económico de la familia no permite que nuestro protagonista se permita el lujo de comer chocolatinas más que en el día de su cumpleaños. Aun así, Charlie tiene la suerte de encontrar uno de los billetes dorados y acompañado por su abuelo Joe, vive su gran aventura. Su belleza interior hace que supere cualquier obstáculo, de manera que no es eliminado durante la visita, sino al contrario, es el único que llega hasta el final y, por tanto, el vencedor; así, el señor Wonka decide nombrarlo como su sucesor. 3.3.1.- INTERRELACIÓN DE LOS PERSONAJES CON OTRAS OBRAS DEL AUTOR Las historias de Roald Dahl están relacionadas. De la misma manera, los personajes ideados por este autor, saltan con facilidad de un libro a otro. En Charlie y el ascensor de cristal, la imaginación del escritor galés, da vida a unas criaturas extraterrestres de aspecto viscoso que representan una amenaza para el hombre que vuelven a aparecer en James y el melocotón gigante. Existe un cierto paralelismo entre los imaginarios Loud Men que aparecen en James y el melocotón gigante y los Oompa-Loompas de Charlie y la fábrica de chocolate. Sólo tienen identidad como grupo, no existen como individuos, se dedican a trabajar y les gusta hacerlo cantando. Dahl repite el prototipo del niño mimado y caprichoso al que sus padres conceden todo lo que piden. Este perfil responde al de Violet Beauregarde, Veruca Salt, Mike Tevé y Augustus Gloop. Esta conducta no queda impune y todos ellos aprenden la lección. El escritor castiga con dureza la glotonería. Personaje parecido al de Augustus aparece en Matilda. Se trata de Bruce Bogrotter. Se parecen hasta físicamente. Este último es castigado por comerese el pastel de choclate de la directora del colegio. Bruce Jenkins también guarda cierta relación con Augustus puesto que sólo piensa en comida. Dahl dirige su crítica contra los padres que no educan bien a sus hijos: algunos los malcrían (como es el caso de los padres de Veruca), otros no condenan la actitud de sus hijos (como los padres de Augustus). En Matilda, los padres ejercen un papel pésimo, no son capaces de ver el portento que tienen como hija y únicamente le atribuyen cualidades negativas. Incluso al principio de esta obra, el escritor nos habla de los tipos de padres que existen. En casi todos los libros, Dahl sigue el mismo esquema: presenta a un niño (generalmente huérfano), junto a un adulto con el que existe gran compenetración, siendo este un familiar o el maestro. En Charlie y la fábrica de chocolate, Charlie y su abuelo Joe emprenden juntos la gran aventura que supone la visita a la fábrica de chocolate Wonka. En Matilda, Matilda y Miss honey se unen contra la tiránica directora de colegio miss Trunchbull y la maestra también apoya a la niña frente a la familia que tanto la descuida. Estos adultos protectores de los niños poseen un rasgo común que los une, y es que son excelentes narradores. Hechizan a los niños con la magia de sus palabras, al igual que Dahl hechizó a sus hijos y nietos y lo hace ahora con los lectores. Dahl presta una atención especial a esos niños maleducados que tienen que conseguir todo aquello que desean. Pero no todos los niños que aparecen en sus páginas son egoístas, maleducados y caprichosos, también los encontramos llenos de encanto y bondad como pueden ser la pequeña Matilda y Charlie. 3.4.- COMPARACIÓN ASCENSOR DE CRISTAL CON CHARLIE Y EL Tras el éxito de Charlie y la fábrica de chocolate, Dahl decide darle otra oportunidad al héroe en Charlie y el ascensor de cristal. El autor galés destaca por su diversidad. En sus libros se mezclan la magia, la fantasía, el humor, la realidad y lo insólito. Sus historias están relacionadas entre sí. Existen paralelismos. Son utilizados recursos semejantes. Charlie y el ascensor de cristal se puede considerar la segunda parte de Charlie y la fábrica de chocolate, ya que narra las peripecias de la familia Buckett después de que Charlie se haya convertido en el dueño de la fábrica de chocolate. El ascensor utilizado en Charlie y la fábrica de chocolate para realizar el recorrido por la fábrica es el mismo que servirá como medio de transporte para ir al espacio en Charlie y el ascensor de cristal y el agujero que hace el ascensor en al tejado de la fábrica al salir proyectado en Charlie y la fábrica de chocolate es también mencionado en Charlie y el ascensor de cristal, aunque Wonka, acorde con sus disparatados razonamientos, decide no utilizarlo y hace uno nuevo para entrar. 3.5.- ESTIMULACIÓN DE LOS SENTIDOS: COMIDAS, OLORES, SABORES... La literatura de Dahl es una combinación de diversos ingredientes tales como humor, magia o fantasía. A la hora de escribir para niños habla de una realidad que para el adulto carece de interés pero que, sin embargo, al niño le fascina: el mundo de los dulces, los caramelos, el chocolate y las golosinas Dahl se remonta a su infancia en Llandaff para escribir. Revive aquella época de colegial en la que las golosinas jugaban un papel tan importante en su vida, tanto como para cualquier otro niño. Los intensos momentos experimentados ante el escaparate y en el interior de la tienda de dulces en su ciudad natal, deja tanta huella en al escritor que años después es capaz de transmitir con absoluta autenticidad esa emoción tan placentera. Recuerda con exactitud todos los detalles relativos a los caramelos: su envoltura, el relleno, la forma, la sensación que producía en la boca. Los niños consideran realmente importantes el precio, el tamaño, la duración aproximada del caramelo, o los cambios de color, así como el olor que desprenden, a veces fuerte y desagradable. Willy Wonka, ha creado un paisaje natural utilizando única y exclusivamente las golosinas. Es un inventor de golosinas. Su fábrica contiene un laboratorio de investigación. Realiza diferentes combinaciones de ingredientes hasta conseguir recetas que superen a la anterior, siendo la cocina su sala de operaciones y las cacerolas las probetas. Todos o cada unos de sus productos son probados en la sala de invenciones por un Oompa-Loompa antes de lanzarlo al mercado. Cada día se presentan productos diferentes con nombres atrayentes para el consumidor. Así, existen caramelos que huelen, que tienen diferentes sabores, que cambian de color...así como chicles que nunca pierden el sabor o el helado que nunca se derrite. Descubrimos sus ingeniosas creaciones, siempre relacionadas con las necesidades de los niños que escapan del adulto persecutor, como los chupa-chups luminosos para chupar en la cama por la noche, los lapiceros bañados de azúcar o las chocolatinas invisibles para comer en clase. Propone un pegamento especial para padres que hablen demasiado o empastes de caramelo para no tener que volver al dentista. También existe una amplia gama de productos con los que vengarse de sus compañeros, así se presentan los caramelos que explotan o los que ponen los dientes verdes y los que se adaptan a los juegos como la pistola de zumo de fresa a la piscina de limonada. Algunas creaciones desbordan imaginación, como los caramelos de arco iris que tras ser comidos permiten escupir en seis colores diferentes o el toffee mágico que puede ser sostenido en la mano y saboreado en la boca. La clasificación de un sabor como dulce no le parece suficiente y por eso describe los sabores con detalle junto con la sensación que se experimente al introducirlo en la boca. 4.- MATILDA 4.1.- FICHA TÉCNICA Título original: MATILDA Del texto: 1988, ROALD DAHL De las ilustraciones: 1988, QUENTIN BLAKE De la traducción: 1989, PEDRO BARBADILLO Editorial: ALFAGUARA Primera edición: MARZO 1989 Decimonovena reimpresión: DICIEMBRE 1999 Número de páginas: 230 4.2.- ARGUMENTO Matilda es una niña dulce, comprensible, amable... pero algo la diferencia de las demás: su inteligencia. Vive en el seno de una familia cuya única preocupación es ver la tele y el dinero. Su padre es un estafador, se dedica a vender coches de segunda mano en mal estado. La pequeña es ignorada por su familia que desconoce su alto coeficiente intelectual y la desprecia por no tener las mismas sus mismas aspiraciones. En el colegio se sentirá, por fin, querida por la señorita Honey, cuya infancia, al lado de la malvada Trunchbull, ha sido similar a la de la pequeña. Por ello y por las aventuras que han vivido juntas (han luchado contra la directora), la señorita Honey adopta a Matilda cuando se descubre el negocio sucio del padre y la familia huye a España. 4.3.- MATILDA: UN CUENTO DE HADAS DEL SIGLO XX Dahl retoma el tópico de la "Cenicienta" en el personaje de Matilda como la niña rechazada por su familia, incorporando a la narración a la terrible directora, la señorita Trunchbull, en el rol de la malvada bruja, compensándola con la presencia de la amable y cariñosa señorita Honey en el de hada madrina. Es por tanto una narración con todos los ingredientes del cuento clásico trasladado al siglo XX, sin dejar por ello de producirse situaciones de índole fantástico y maravilloso. 4.4.- PERSONAJES MATILDA: Matilda es una niña de cinco años sola contra el mundo. En casa tiene que luchar contra una familia de ignorantes cuya única preocupación es la de ganar dinero y se avergüenza de ella porque en lugar de ver la tele como sería normal en el seno familiar, se encierra en su cuarto a leer. Se siente incomprendida y, aunque sufre, sus libros le hacen la vida más agradable. Un día, su padre le rompe uno de ellos. Matilda decide vengarse y se las arregla para estropear esa cabellera de la que su padre se siente tan orgulloso. Por otra parte, en el colegio se siente cohibida por la directora, Miss Truchbull, una descomunal mujer que atormenta a los niños, sobre todo a los más pequeños, hacia los que siente un rechazo total y absoluto. Una característica de esta pequeña heroína es su fuerte sentido de la justicia y del deber de proteger a los más débiles. Se enfrenta a su violento padre y a la corpulenta y enloquecida directora del colegio. MISS HONEY: Se trata de una maestra dulce y buena que se preocupa de educar a Matilda y la acoge en su casa como si fuera su propia hija, de hecho, la adopta. Es la única que cree a la pequeña cuando nadie lo hace, la que le presta su apoyo, comprensión y cariño. Matilda ve en ella a un ser adorable en quien confiar. Se vuelca en la protagonista para que reciba una buena educación acorde con su alto coeficiente intelectual. No duda en acudir a su malvada tía Ágata (la temible directora del colegio) para que la ascienda a cursos superiores. Su vida es, en cierto modo, similar a la de Matilda, por ello se siente identificada con la pequeña. La gran labor que realiza por la protagonista nos da lugar a que la comparemos con el hada madrina de un cuento de hadas. MISS TRUNCHBULL: Es la temible y odiada directora del colegio; la malvada bruja del cuento. Sólo su aspecto ya impone: era, sobre todo, una mujerona impresionante que en tiempos pasados fue una famosa atleta. Se había dedicado al lanzamiento de martillo, especialidad en la que todavía se mantenía en forma utilizando para entrenar a niños como martillo humano. Cuesta entender cómo esta temible persona es la tía de la señorita Honey, una persona tan dulce y encantadora. La señorita Trunchbull aprovechó la muerte del padre de su sobrina para quedarse con todo su dinero dejando a Miss Honey totalmente desheredada. Pero con la ayuda de Matilda, la dulce profesora recuperará lo que le pertenece. 4.5.- LA OBRA PASADA A LA GRAN PANTALLA: COMPARACIÓN DEL LIBRO CON LA PELÍCULA La gran pantalla ha sentido cierta predilección por la obra de Roald Dahl. Da fe de ello varias películas que no son más que libros del fantástico autor galés pasados al cine. Tanto niños como adultos han disfrutado de ellas desconociendo que estaban inspiradas en una de las obras del escritor. En ocasiones, la película ha alentado a más de uno a ir más allá y adentrarse en el maravilloso mundo de la imaginación mediante el relato original de Dahl. Matilda fue llevada al cine en el año 1996 de la mano de Danny de Vito. Aparentemente puede reflejar con cierta fidelidad el relato pero la verdad es que el ávido lector que haya devorado el libro antes de ver la película, siempre encontrará algunas diferencias. Los episodios que le ocurren a la protagonista en el cine son más o menos similares a los de la ficción, a pesar de ello, siempre existe algún detalle que los distingue. Está claro, cada uno de los lectores ha creado en su imaginación a los personajes que participan en el relato y por ello les cuesta identificarlos con los de la gran pantalla. La caracterización de algunos personajes, bajo mi punto de vista, no está muy lograda (hay que tener en cuenta que es muy difícil conseguirla puesto que dos personas no pueden imaginar igualmente). De todas formas, creo que un amante de la literatura de Dahl siempre que vea una de sus obras pasada a la gran pantalla, preferirá el libro a la película e inevitablemente, hará una dura crítica sobre la obra cinematográfica. Uno de los ejemplos de un personaje que deja que desear en la película es el de la señora Phelps, la bibliotecaria. Para mí, en el libro aparece como un personaje con bastante importancia -a pesar de que no se le dediquen muchas páginas- puesto que es la que influye en las primeras lecturas de la pequeña Matilda iniciándola en el magnífico mundo de la lectura. No aparece reflejado en la película la complicidad existente entre estos dos personajes (Matilda y la señora Phelps). Quien haya tenido el libro en sus manos y se haya empapado de él, se habrá dado cuenta de que el episodio del sombrero existe pero no tal y como se refleja en la película. El señor Wormwood es un estafador, vende coches usados haciendo creer a los clientes que son una auténtica ganga: con pocos kilómetros, el motor en buen estado y a muy buen precio. Pero no tiene nada de cierto, en pocos kilómetros el nuevo propietario verá tristemente que su coche está para el desguace. Matilda, decide dar su merecido a su padre y por ello coge su sombrero y le pone la super cola que el señor Wormwood utilizaba para pegar el guardabarros de los coches. En la película esto sucede en el propio taller del padre al mismo tiempo que le sigue explicando a su hijo los entresijos del negocio. En el libro es en la propia casa donde Matilda toma cuidadosamente el sombrero, le unta la cola y con grandes esfuerzos lo pone de una forma estratégica en el perchero. Al igual que existen episodios en mayor o menor medida fidedignos, hay otros que únicamente aparecen en la película como es el momento en el que la señora Wormwood ha ganado en el bingo e invita a la familia a una cafetería, siendo allí donde descubre que su marido no puede quitarse el sombrero. También se crea una trama paralela en la película con el negocio sucio que tiene el padre. El FBI lo persigue y lo vigila de cerca. En el libro, únicamente nos damos cuenta de ello al final, cuando la familia está haciendo las maletas rápidamente para huir a España por los delitos del señor Wormwood. Sin embargo, pese a estos pequeños detalles y a otros a los que no les hemos prestado atención en nuestras líneas, como pueden ser los poderes de Matilda (en la película la pequeña los utiliza mucho mientras que en el libro no tanto. Además, Matilda pierde sus poderes una vez que ha sido adoptada por la señorita Honey mientras que en la película, a pesar de no utilizarlos con mucha frecuencia, los sigue manteniendo) o el plan utilizado para deshacerse de la malvada Trunchbull, debo reconocer que la obra pasada a la gran pantalla está bastante bien. Lo que me gusta de la película es que anima a ir más allá y sumergirnos en la lectura de este relato. Sé de algunos niños, y otros no tan niños, que desconocían la existencia del autor galés y a raíz de ver la película se han sentido atraídos por la obra de este escritor.