Revista Cubana de Medicina Intensiva y Emergencias Rev Cub Med Int Emerg 2010;9(4) 1842-1850 TRABAJOS ORIGINALES Unidad de Cuidados Intensivos Hospital Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez La Habana. MARCADORES CLÍNICOS DE MORTALIDAD HOSPITALARIA EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA CARDIACA Dra. Natascha Mezquia de Pedro,1 Dra. Martha Vásquez Cruz,2 Dr. Mario Santiago Puga Torres,3 Dr. Elmo Fernández González3 y Lic. Lídice Galán García.4 RESUMEN Se realizó un estudio de revisión de casos dentro de una cohorte, observacional y correlacional, de corte longitudinal, en pacientes ingresados en el Hospital Clínico Quirúrgico Dr. Miguel Enríquez”, con el diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca entre los años 2009-2010. Excepto el sexo, el resto de las variables clínicas analizadas estuvieron relacionadas con la probabilidad de morir y expresaron un elevado riesgo relativo. Los marcadores pronósticos más frecuentes fueron la etiología isquémica (56.4%) y la clase funcional IV (54.3%) seguidos por los pacientes de más de 75 años. La etiología isquémica tuvo impacto en la mortalidad (FE de 0.84) y un elevado porcentaje de riesgo atribuible (0.75), además fue el marcador de mejor sensibilidad (0.64) pero fue baja su especificidad (0.55) y tuvo un escaso valor predictivo negativo (0,50). La edad se comportó de forma similar, pero con menor sensibilidad y especificidad y mostró el mejor valor predictivo positivo (0.75). La isquemia aguda como causa de descompensación tuvo una elevada fracción etiológica (0.87) la más alta especificidad (0.95) y el mejor valor predictivo positivo. Palabras clave: Insuficiencia cardiaca, marcador pronóstico, riesgo relativo, valor predictivo. 1. 2. 3. 4. Especialista de I grado en Medicina Interna y de II Grado en Medicina Intensiva y Emergencias. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Auxiliar. Especialista de II grado en Medicina Interna y en Medicina Intensiva y Emergencias. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Auxiliar. Especialista de I grado en Medicina Interna y de II grado en Medicina Intensiva y Emergencias. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Asistente. Doctora en Ciencias de Salud. Investigadora Titular. Correo-e: [email protected] 1842 El envejecimiento poblacional, los mayores niveles de educación de la población general, la mayor accesibilidad a los sistemas de salud, la existencia de mejores métodos diagnósticos y la utilización cada vez más creciente de tratamientos de demostrada eficacia son algunos de los elementos que explican que la Insuficiencia Cardiaca (IC) se encuentre en un progresivo aumento en cuanto a su incidencia y prevalencia.1,2 Del conjunto de datos disponibles en la actualidad, se puede asumir una prevalencia global de IC en torno al 1% de la población general, con una incidencia anual que también aumenta con la edad y que alcanza el 8.2% entre los 65 y los 74 años.1,2 Constituye una de las principales causas de muerte con una alta tasa de hospitalizaciones y su pronóstico es comparable al de las enfermedades neoplásicas. La prevalencia en la población general en Estados Unidos o el Reino Unido, es de alrededor del 1% (0.3-2%) afectando especialmente a las personas de mayor edad: 5-10% entre los mayores de 75 años.3 La prevalencia de insuficiencia cardiaca en Cuba no se conoce. Recientemente se han dado a conocer los resultados de la II Encuesta Nacional cubana de factores de riesgo y la prevalencia de Insuficiencia Cardiaca en el país, para mayores de 18 años, fue 1.7%, aunque se estimó por interrogatorio, sin realización de ecocardiogramas (datos no publicados), lo cual está acorde con la prevalencia reportada de 1.0 a 1.5% a nivel mundial.4 En un estudio realizado en Ciudad de La Habana, Cuba, que involucró a pacientes mayores de 65 años, el 42% de los casos presentaban IC diastólica, mientras que en el registro de Minnesota el 43% la padecía y eran pacientes ancianos (79 ± 13 años) mientras que el 85% padecía de hipertensión arterial, cardiopatía isquémica o ambas.5 En la práctica médica es constante el ejercicio de la predicción del curso futuro de una enfermedad, de sus resultados y de su frecuencia. Esta previsión puede ser importante para la decisión de tratar a un paciente y cómo tratarlo, reducir su ansiedad, así como, promover determinadas conductas en las personas que atendemos.6,7 Los indicadores de pronóstico de la IC permiten evaluar el estado evolutivo de la afección. Estos indicadores pueden agruparse en distintas categorías, a saber:2 Datos clínicos y alteraciones funcionales Alteraciones neurohormonales y humorales Arritmias. La mortalidad durante la hospitalización en los pacientes con diagnóstico de IC en distintos registros varía entre 3 y 23%.8,9 En estos registros se señalan como predictores de internación prolongada la fibrilación auricular, la insuficiencia renal y la hiponatremia,9 su determinación en la población que atendemos podría ayudar 1843 a identificar a los pacientes de mayor riesgo y a optimizar los recursos. Debido a estas consideraciones hemos decidido realizar este trabajo, para lo cual nos trazamos como objetivos: analizar los marcadores que inciden en el pronóstico de los pacientes que ingresan con diagnóstico de Insuficiencia Cardiaca y evaluar la sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo de los marcadores estudiados en la muestra. MATERIAL Y MÉTODO Se realizó un estudio de revisión de casos dentro de una cohorte, retrospectivo, observacional y correlacional, de corte longitudinal, en pacientes ingresados con el diagnóstico de IC en el Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Dr. Miguel Enríquez” entre los años 2009-2010. Se estudiaron 241 pacientes que cumplían con los criterios de inclusión y exclusión, a los que se les confeccionó una encuesta que recogía las variables objeto de estudio. Las variables objeto de estudio fueron: Edad. Sexo. Etiología isquémica del síndrome. Comorbilidades. Causas de descompensación. Estado al egreso. Los datos recogidos fueron tabulados en tablas de contingencia de 2 vías para determinar si 2 variables estaban relacionadas significativamente. La prueba utilizada fue la Chi-Cuadrada (Chi2) para la hipótesis nula de independencia. El nivel de significación escogido fue de 0.05. Se realizaron los cálculos correspondientes, a cada marcador pronóstico de riesgo relativo, fracción etiológica, porcentaje del riesgo atribuible, sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo. Se utilizó el paquete estadístico STATISTIC versión 6 para las tablas de 2 x 2. RESULTADOS Como vemos en la tabla 1 todas las variables estuvieron relacionadas con la probabilidad de morir, lo que se evidencia por el valor de p < 0.05. Llama la atención que casi la mitad de los pacientes tenían más de 75 años y se encontraban en clase funcional IV en el momento del ingreso, la etiología más frecuente del síndrome fue la Cardiopatía isquémica, este fue además el marcador pronóstico que más prevaleció (56.4%), además, el 54.3% del total de los pacientes se encontraban en clase funcional IV y más el 50.6% tenían una comorbilidad de 2 enfermedades o más; dentro de las causas de descompensación del cuadro prevaleció la isquemia miocárdica aguda. El 1844 marcador que menos prevaleció fue la presencia de sepsis como causa de descompensación. Tabla 1. Relación con los marcadores pronósticos FACTOR PRONÓSTICO Sexo % Masculino 46.8 Femenino 53.2 X2 p 0.391 n/s Edad > 75 años 42.7 21.98 < 0.0000 Clase funcional IV 54.3 12.29 < 0.0005 ≥ 2 enfermedades 50.6 11.77 0.0006 Etiología isquémica 56.4 9.08 < 0.0026 Isquemia aguda como causa de descompensación 30.3 30.12 < 0.0000 Sepsis como causa de descompensación 26.5 8.00 < 0.0047 En la tabla 2, se muestran los marcadores pronósticos analizados en nuestra investigación que expresaron mayor relación con el riesgo de morir (RR). En primer lugar, la etiología isquémica del síndrome (6.6733 IC 95% 3.424 a 13.003) y la Isquemia aguda como causa de descompensación del cuadro, seguido del grupo de edades de mayor de 75 años, fueron las principales causas de descompensación y la sepsis (2.44 IC 95% 1.302 a 4,576) fue el marcador de riesgo que menor RR se expresó dentro de los factores analizados. El porcentaje de riesgo atribuible (PRA) fue elevado en relación a la etiología isquémica del síndrome (0.75), así como ante la presencia de isquemia miocárdica aguda (0.61). En el análisis de la proporción de fallecidos que se puede atribuir al marcador de riesgo entre los sujetos expuestos a él (Fracción etiológica), tenemos que las principales causas estuvieron representadas por la etiología isquémica del síndrome (0.84) y por la isquemia como causa de descompensación: 0.84, seguidos por los pacientes mayores de 75 años: 0.72, el marcador con menor fracción etiológica fue la sepsis como causa de descompensación. 1845 Tabla 2. Riesgo relativo, fracción etiológica y porcentaje de riesgo atribuible. FACTOR PRONÓSTICO Clase funcional IV Edad > 75 años Clase funcional IV ≥ 2 enfermedades Isquemia aguda como causa de descompensación Sepsis como causa de descompensación RR 2.5395 3.7143 2.5845 6.6733 IC 0.95 1.500 a 4.297 2.118 a 6.511 1.524 a 4.381 3.424 a 13.003 FE 0.60 0.72 0.61 0.84 PRA 0.40 0.64 0.41 0.75 6.3498 3.124 a 12.905 0.84 0.61 2.4412 1.302 a 4.576 0.59 0.27 El impacto en la mortalidad o proporción de fallecidos que se puede atribuir al marcador pronóstico entre los sujetos expuestos a él (Fracción etiológica) fue mayor para el porcentaje de riesgo atribuible y también fue mayor para el marcador relacionado con la edad (0,64). En la tabla 3 podemos apreciar que el marcador de riesgo que mostró mayor sensibilidad fue la etiología isquémica del síndrome, seguido de la clase funcional IV y poseer dos enfermedades o más dentro de los antecedentes patológicos personales, sin embargo, la mayor especificidad la tuvo la sepsis como causa de descompensación. En general el valor predictivo positivo fue elevado pero todos tuvieron un bajo valor predictivo negativo, dentro de estos, el más elevado fue para la clase funcional IV (053). Tabla 3. Sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo de los marcadores pronósticos evaluados. HME 2009-2010 FACTOR PRONÓSTICO Sensibilidad Especificidad VP+ VP- Clase funcional IV 0,63 0.59 0.68 0.53 ≥ 2 enfermedades 0.60 0.63 0.69 0.52 Etiología isquémica 0.64 0.55 0.66 0.50 Edad > 75 años 0.55 0.25 0.75 0.54 Isquemia aguda como causa de descompensación 0.43 0.89 0.84 0.52 Sepsis como causa de descompensación 0.33 0.83 0.63 0.46 1846 DISCUSIÓN Las muertes por Insuficiencia Cardiaca (IC) cobran cada vez más trascendencia epidemiológica y el número total de ingresos por IC se estima en casi 80 000 por año.10 Dos de las características más representativas de este síndrome son la heterogeneidad de los pacientes que la padecen y el mal pronóstico a corto y medio plazo. Datos recientes indican la existencia de una población con una edad media elevada,11 también diferentes factores se han relacionado con su pronóstico, entre ellos la edad.12 Según los autores consultados,11 la edad es uno de los principales factores pronósticos a medio plazo en pacientes con IC ingresados en un Servicio de Medicina Interna. Las características epidemiológicas de estos pacientes, con una edad elevada y una elevada tasa de comorbilidad asociada, han sido recogidas de manera constante en los estudios que sobre insuficiencia cardiaca en Medicina Interna se han realizado,60,61 y que han sido confirmados en los resultados de nuestro trabajo. Junto a la edad elevada, otros factores pronósticos se han señalado, entre ellos una clase funcional basal IV de la escala de la NYHA,11 lo que también pudo comprobarse con los resultados de esta investigación. En el estudio realizado por Ruiz FJ,11 se observó una mayor mortalidad en aquellos pacientes de más edad. Al igual que nosotros, otros autores han constatado como la edad se relaciona con un peor pronóstico en pacientes con IC. Según Formiga,13 la mortalidad de la IC es mayor en los ancianos y según los resultados de otro estudio, la comorbilidad: ECV, Demencia, EPOC, Cirrosis y Cáncer, predice mortalidad a los 30 días y al año en la insuficiencia cardiaca, en unión a otras variables.14 En investigaciones realizadas en España, resultaron ser predictores independientes de mortalidad: la edad avanzada, la insuficiencia cardíaca grave o antigua y la comorbilidad;15 Concluyeron que esta afecta significativamente el pronóstico. En cuanto al sexo, otros autores,16 han reportado en sus estudios las mismas conclusiones que las nuestras, la distribución es similar entre los diferentes rangos de edades y encontraron diferencias entre sexos en cuanto a la evolución de la enfermedad, planteando que al aplicarse un análisis estadístico multivariado para variables demográficas y clínicas, constataron que el sexo femenino fue el único factor predictivo independiente para presentar IC con función ventricular preservada, aspecto no incluido en este trabajo. En el estudio realizado por Cairo y colaboradores, al igual que en el nuestro, se encontró una distribución homogénea en cuanto al sexo,17 aunque señalando que las mujeres eran más ancianas. Otros estudiosos del tema plantean que la incidencia es mayor en varones pero la prevalencia en edades avanzadas es mayor en mujeres.17 Según Crespo Leiro y Paniagua Martín,18 entre los factores pronósticos que pueden orientar a la hora de predecir el tiempo de supervivencia del paciente con IC avanzada están: las clase funcional III y IV de la clasificación de la NYHA, considerándose este como uno de los mejores predictores de la evolución, tal y como encontramos en nuestro trabajo. En el estudio de Calendralli,19 entre otras 1847 variables, la clase funcional fue predictor independiente de mortalidad, lo que apoya nuestras conclusiones. La Cardiopatía Isquémica ha modificado la historia natural de la IC, paradójicamente, la mejoría en los tratamientos, la mayor supervivencia de los pacientes que sufren eventos coronarios agudos, la trombólisis, los antiagregantes y en general el aumento de la longevidad de la población, ha implicado un aumento de los pacientes que desarrollan el síndrome como consecuencia de una Cardiopatía Isquémica. Según Cortina y colaboradores,20 los pacientes con IC avanzada debida a enfermedad coronaria parecen tener una peor evolución que los afectos de miocardiopatía, lo que coincide con los resultados de nuestro trabajo. El papel de las arritmias es un problema complejo aún no bien resuelto, que parece tener un valor predictor independiente de mortalidad.20 A juzgar por Cortina, el sincope y los signos de isquemia aguda son considerados marcadores de mortalidad, de los que más importancia se les da en el paciente con IC, ambos figuran como de mayor valor predictivo,20 estas observaciones aparecen también reflejadas en nuestro estudio. La presencia de isquemia aguda en el EKG de un paciente con IC comporta un alto riesgo de morir.21,22 Estos pacientes tienen muy mal pronóstico y la mortalidad es particularmente alta en aquellos con infarto agudo del miocardio (IAM) acompañado por insuficiencia cardiaca severa, con un 30% de mortalidad al año. En nuestra investigación se puso en evidencia que los pacientes con isquemia aguda como causa de descompensación, con o sin signos electrocardiográficos, tienen un alto riesgo de morir, esta puede presentarse como manifestación inicial de un IAM, en especial en los ancianos mayores de 80 años.23 En los pacientes con IC vemos con frecuencia alteraciones de la tensión arterial, por ejemplo, en el estudio de Rizzo,24 la hipotensión arterial sistólica se asoció a mayor mortalidad, hallazgo este que coincide con nuestros resultados. Otras investigaciones han llegado a la conclusión de que cualquier alteración de la tensión arterial sistólica está relacionada con la probabilidad de morir.25-29 Una vez concluida nuestra investigación llegamos a la conclusión de que la edad, la etiología isquémica del síndrome, la presencia de dos o más enfermedades en el mismo paciente (comorbilidad), la sepsis y la isquemia aguda como causas de descompensación, estuvieron relacionadas con la probabilidad de morir en los pacientes de la muestra. Que los marcadores pronósticos más frecuentes fueron la clase funcional IV y la etiología isquémica del síndrome seguidos del grupo de edades de más de 75 años, y que la etiología isquémica representó un alto riesgo relativo (RR) tuvo un costoso impacto en la mortalidad (FE de 0.84) y un elevado porcentaje de riesgo atribuible, y fue el marcador de mejor sensibilidad, aunque con baja especificidad (0,55) y un escaso valor predictivo negativo. 1848 Por último, podemos decir que la clase funcional IV mostró un bajo porcentaje de riesgo atribuible, al igual que la comorbilidad y la presencia de sepsis, como causa de descompensación. Además, la isquemia aguda como causa de descompensación tuvo una elevada fracción etiológica y la más alta especificidad entre los marcadores analizados con el mejor valor predictivo positivo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Alfaro D M. La Insuficiencia Cardiaca. Rev Medwave 2002; 2(8):42-8. 2. De la Serna Fernando. 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