XVIII Simposio Electrónico Internacional Internacional MEDIO ORIENTE Y NORTE DE ÁFRICA Del 6 al 31 de octubre de 2008 LOS “NUEVOS HISTORIADORES” ISRAELÍES Y EL BLANQUEO HISTORIOGRÁFICO Luis César Bou1 I Los "nuevos historiadores israelíes" son un conjunto bastante heterogéneo de estudiosos que comenzaron a hacerse notar en la década de 1980. Todos pertenecen a la misma generación, y escriben en inglés, los más difundidos son Benny Morris, Tom Segev, Avi Shlaim e Ilan Pappé. Se los reconoce por el tratamiento de un período particular de la historia israelí: el momento de la partición del antiguo Mandato de Palestina y la creación del estado de Israel. Para ello recurren a las fuentes documentales del estado de Israel que se abrieron a la investigación luego de pasado el período de treinta años, durante el cual tenían el carácter de documentos clasificados. Estos historiadores representan una ruptura con la visión sionista tradicional de la historia israelí que ha sido la versión oficial del estado, y de su sistema educativo, desde el momento de su creación. Las críticas principales a esta versión, según las enumera Avi Shlaim, son las siguientes: 1 • La versión oficial dice que los británicos trataron de evitar el establecimiento de un estado judío; los “nuevos historiadores” argumentan que trataron de evitar el establecimiento de un estado palestino. • La versión oficial dice que los palestinos huyeron de sus hogares por su propia y libre voluntad; los “nuevos historiadores” dicen que los refugiados fueron expulsados. • La versión oficial dice que el balance de poder estaba a favor de los árabes; los “nuevos historiadores” dicen que Director del Observatorio de Conflictos y Titular la cátedra de “Historia de Asia y África II” de la Facultad de Humanidades y Artes, de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Israel tenía ventaja tanto en número de hombres como en armas. • La versión oficial dice que los árabes tenían un plan coordinado para destruir Israel; los “nuevos historiadores” dicen que los árabes estaban divididos. • La versión oficial dice que la intransigencia árabe evitó la paz; los "nuevos historiadores" dicen que Israel es principalmente culpable de la llegada a un punto muerto2. En un comienzo, lo novedoso del abordaje en el contexto israelí, desató la furia de quienes, hasta entonces, habían sido los historiadores “oficiales” de Israel3. Los nuevos historiadores habían encontrado documentos incontestables, en los archivos del estado, que argumentaban en el sentido de que allí existió una limpieza étnica. Sin embargo, esta “nueva historia” tiene algunas limitaciones: No toda la documentación israelí de ese período fue desclasificada, la considerada “top secret” no fue aún provista a los historiadores. No se recurre a la historia oral, a la entrevista a los veteranos, israelíes y árabes, de esa época. No se utilizan fuentes en lengua árabe, sólo en hebreo e inglés. Las obras se publicaron originariamente en inglés, y en el exterior, recién diez años más tarde comenzaron a traducirse al hebreo y publicarse en Israel, de manera que, en la propia Israel su difusión ha sido limitada. Las divergencias con la historiografía sionista tradicional llevaron a que estos “nuevos historiadores” fueran calificados como “postsionistas”, en el sentido de que tratarían de superar y trascender la ideología sionista, no permitiendo que interfiera en sus investigaciones. Además, este “postsionismo” supuestamente buscaría la evolución de Israel hacia un curso más liberal y laico en su política interna y externa. En realidad, con el término “postsionismo” no se define mucho, es impreciso y puede englobar posturas muy distintas, pero es cómodo, elegante, a la moda, y evita la caracterización de “revisionistas” que se presta a confusión con la corriente política liderada en su momento por Jabotinski. Pero, fuera de Israel, se prefiere denominarlos “nuevos historiadores” porque así se han definido ellos mismos y también porque esta caracterización marca una distinción tanto con los “viejos historiadores” sionistas como con los antisionistas. Es sabido que tanto en la diáspora como en el estado de Israel siempre existieron historiadores judíos antisionistas como, por ejemplo, Abraham Leon, Lenni Brenner, Yossi Schwartz. Si bien a Ilan Pappé, generacionalmente y por la temática que aborda, pertenece a los 2 No peaceful solution, Miron Rapaport interviewed Avi Shlaim, “Ha’aretz Friday Supplement” (11.08.2005) 3 Polisar, Daniel, Making History. Azure, spring 5760 / 2000. “nuevos historiadores”, seguiría la tradición antisionista en cuanto a su postura política. Los rasgos liberales, progresistas y “de izquierda” que en principio mostraban, su oposición al establishment académico israelí y lo novedoso de este grupo, llevaron a que muchos estudiosos se entusiasmaran ante la posibilidad de un “territorio común” académico en el que israelíes y palestinos podían llegar a coincidir4. Hay quienes, no muy enterados de la evolución política interna en Israel, siguen albergando esas esperanzas5. II Sin lugar a dudas, Benny Morris es el “nuevo historiador” que ha tenido mayor influencia, por lo riguroso de su trabajo y por su gran difusión6. De hecho, fue Morris quien acuñó la caracterización de “nuevos historiadores” para designar al grupo. Lo hizo en un artículo publicado en 1988, allí decía: Llega una etapa en todos los procesos revolucionarios cuando el movimiento relaja su soporte en la narrativa oficial.7 Nótese que Morris caracteriza como “proceso revolucionario” a la constitución del estado de Israel. El problema es, según Morris, la amenaza permanente de los árabes: La diferencia está en que cuando llegó ese momento en Israel, nuestra larga lucha con los árabes permanecía como una amenaza existencial, y todavía lo hace hoy día.8 Es difícil creer que los árabes hayan sido alguna vez una amenaza seria a la existencia de Israel, pero es interesante ver como ha ido evolucionando el pensamiento de Benny Morris. Este autor tuvo, en la década del 80’, una postura antibelicista que lo llevó a sufrir una pena de prisión por negarse a prestar servicio militar en los territorios ocupados. Para el año 2007, una entrevista publicada por 4 Andrew Whitehead ‘No Common Ground’: Joseph Massad and Benny Morris Discuss the Middle East, History Workshop enero 2002. Hay disponible una traducción por Magdalena Carrancio. 5 Gijón Mendigutia, Mar, Los “nuevos historiadores” israelíes Mitos fundacionales y desmitificación. Revista de Estudios Internacionales Mediterráneos - REIM - Nº 5 mayo-agosto 2008 - pp. 27-41. 6 Benny Morris, The Birth of the Palestinian Refugee Problem 1947-1949. Cambridge University Press, 1988; existe una edición revisada de esta obra: The Birth of the Palestinian Refugee Problem Revisited. Cambridge University Press, 2004. También hay que destacar: 1948 and After. Israel and the Palestinians. Clarendon Press, Oxford, 1990. 7 Wilson, Scott, Israel Revisited, Benny Morris, Veteran 'New Historian' of the Modern Jewish State's Founding, Finds Himself Ideologically Back Where It All Began. Washington Post Foreign Service, Sunday, March 11, 2007 8 Ídem. el Washington Post desnuda el pensamiento actual de Morris. Allí, convierte a Israel en un factor importante en el avance de la civilización, con una caracterización del mundo árabe-islámico digna del siglo XIX: Somos una avanzada de Occidente, así nos ven y así nos consideramos, en un área principalmente islámica, atrasada y en alguna forma incluso bárbara.9 Pero Morris avanza aún más, cayendo en afirmaciones lisa y llanamente racistas, que recuerdan las de la psiquiatría colonialista sobre la supuesta “agresividad intrínseca” de los colonizados, denunciadas por Franz Fanon hace cincuenta años: Los musulmanes son un pueblo muy asesino, y matan gente por causas que en Occidente serían consideradas idiotas. Hay un problema aquí con el Islam.10 Probablemente el problema sea con Benny Morris, quien termina justificando la expulsión del pueblo palestino: Hay circunstancias en la historia que justifican la limpieza étnica. Sé que ese término es absolutamente negativo en el discurso del siglo XXI, pero cuando hay que elegir entre la limpieza étnica y el genocidio –la aniquilación del pueblo al que uno pertenece–, prefiero la limpieza étnica.11 Nótese la confusión: aquí se está diciendo que, en 1948, la opción era: o expulsar a los palestinos o ser exterminados por ellos. Indudablemente, es una forma de ver las cosas típica del extremismo sionista: los árabes son genocidas por naturaleza. Presentadas las cosas de esta manera, no es de extrañar que Morris reproche a Ben Gurión y a los sionistas de aquella época por la desprolijidad del trabajo: la expulsión debió haber sido completa, de esa forma hoy Israel ya no tendría más problemas. Si ya estaba decidido a la expulsión, quizá debería haber completado el trabajo. Sé que eso horroriza a los árabes y a los liberales y a los tipos políticamente correctos, pero opino que este lugar sería más tranquilo y habría conocido menos sufrimientos si la cuestión hubiera quedado resuelta de una vez y para siempre, si Ben Gurion hubiera llevado a cabo una expulsión mayor y hubiera limpiado todo el país, toda la tierra de Israel, hasta el río Jordán. Puede que ése fuera su peor error. Si hubiera llevado a cabo una 9 Ídem. Ídem. 11 Survival of the Fittest? An Interview with Benny Morris with Ari Shavit, Haaretz, 8 de enero de 2004. Una traducción fue publicada por editorial Akal, en su versión castellana de la New Left Review. 10 expulsión completa, y no parcial, habría estabilizado el Estado de Israel para varias generaciones.12 La guinda del postre es la idea de Morris respecto a qué hacer con los palestinos de Israel y de los territorios ocupados. Hoy el mundo no toleraría una nueva limpieza étnica transmitida en directo por televisión. En consecuencia, la solución propuesta es otra: Hay que construir para ellos algo así como una jaula. Sé que suena terrible, es realmente cruel, pero no hay otra opción. Se trata de un animal salvaje que hay que enjaular de una forma u otra.13 Quizá la Franja de Gaza sea hoy algo parecido a esta jaula. Es difícil considerar “progresista” y “de izquierda” a alguien con las ideas que actualmente profesa Benny Morris, a pesar de que él insiste en caracterizarse de esa forma. Su obra es muy minuciosa, pero él se niega a sacar de ella la conclusión más evidente: que existió un proyecto para la expulsión sistemática de los árabes14. III En realidad, podemos considerar que los “nuevos historiadores” no han realizado más que un “blanqueo” de puntos insostenibles de la historiografía sionista. En este sentido, son parte de la misma. La propia elección de su temática de estudio tiene que ver con esta cuestión: la mitología sionista respecto a los inicios del estado de Israel siempre fue algo insostenible a nivel académico. Los puntos enumerados anteriormente han sido siempre contestados por las fuentes históricas concretas, como el informe muy minucioso del conde Folke Bernadotte, mediador designado por la ONU en 1948. Ese informe pone en claro que los palestinos no abandonaron sus hogares por propia voluntad; que el balance de poder no estaba a favor de los árabes; y que estos no tenían ningún plan para destruir a Israel ni eran intransigentes ante la posibilidad de paz. Ninguno de los “nuevos historiadores” aborda otros temas que se prefiere que sigan ocultos, como el acuerdo comercial de la Organización Sionista Mundial con la Alemania nazi, o la relación entre la Haganah y la Gestapo, materializada en la visita que Adolf Eichmann realizó en 1937 a Palestina. Esos temas no se tocan, son 12 Ídem. Ídem. 14 Said, Edward, New history, old ideas. Al-Ahram Weekly, 21 - 27 May, 1998. al respecto, también puede verse: Jawad, Saleh Abel, Israeli New Historicism. The Archive Pages, Center for Research and Documentation of Palestinian Society, Birzeit University, marzo 1996. <http://web.archive.org/web/20040418031550> 13 cosas de antisionistas o de “judíos que se odian a sí mismos”, como Lenni Brenner15. En resumen, aún no existe un territorio académico común en el que pueda considerarse la historia del conflicto árabe-israelí. De hecho, no puede haberlo. Una vez más queda en claro que toda historia es historia contemporánea, se realiza desde un lugar y una situación. Es ilusorio creer que opresor y oprimido puedan coincidir en su visión de la historia de esa relación. 15 Brenner, Lenni, Zionism in the Age of the Dictators. <http://www.marxists.de/middleast/brenner> Se pueden consultar tres capítulos de mi traducción en <http://ar.geocities.com/obserflictos/libros>