Tratado general de arbitraje Celebrado Entre la República Argentina Y el Reino de Italia Roma, 23 de Julio 1898 El Excelentísimo Señor Presidente de la República Argentina y Su Majestad el Rey de Italia, animados del deseo de favorecer cada vez mas las cordiales relaciones existentes entre sus respectivos Estados, han resuelto concluir un Tratado general de arbitraje y á este fin han nombrado como sus respectivos Plenipotenciarios, el Excelentísimo Señor Presidente de la República Argentina: a su Excelencia Don Enrique B. Moreno, Enviado extraordinario y Ministro plenipotenciario cerca de Su Majestad el Rey de Italia; y Su Majestad el Rey de Italia: Su Excelencia el Conde Napoleón Canevaro, Senador del Reino, Vice-Almirante de la Marina Real, Su Ministro Secretario de Estado para Relaciones Exteriores, los cuales, habiendo reconocido perfectamente regulares sus respectivos Plenos Poderes, han convenido cuanto sigue: Art. 1: Las Altas Partes contratantes se obligan a someter a juicio arbitral todas las controversias, de cualquiera naturaleza, que por cualquiera causa surgiesen entre ellas en el periodo de duración del presente Tratado, y que por las cuales no se haya podido obtener una amigable solución mediante negociaciones directas. Nada importa que tales controversias tengan su origen en hechos anteriores a la estipulacipon del presente Tratado. Art. 2: En cada caso, las Altas Partes contratantes celebrarán una Convención especial á fin de determinar el objeto preciso de la controversia, la extensión de los poderes de los árbitros, y cualquiera otra modalidad oportuna relativa al procedimiento. A falta de tal Convención, corresponde al Tribunal especificar tomando por base las recíprocas pretensiones de las Partes, los puntos de derecho y de hecho que deberán ser resueltos para decidir la controversia. Para cualquiera otra providencia, tendrán valor, en defecto de una Convención especial, ó no habiendo sido especificadas, las reglas enunciadas a continuación. Art 3: El Tribunal será compuesto de 3 jueces. Cada uno de los Estados Contratantes designará uno. Los árbitros asi nombrados escogerán el tercero. Si no pudieran ponerse de acuerdo sobre la designación, el tercer árbitro será nombrado por el jefe de un tercer Estado, del cual se solicitará tal nombramiento. Ese Estado será designado por los árbitros ya nombrados. No poniendose deacuerdo para el nombramiento del árbitro tercero, el pedido será hecho al Presidente de la Confederación Suiza ó al Rey de Suecia y Noruega, alternativamente. El tercer árbitro así elegido será de derecho Presidente del Tribunal. Como árbitro tercero no podrá nunca ser nombrado sucesivamente la misma persona. Ninguno de los árbitros podrá ser ciudadano de los Estados contratantes ni domiciliado ó con residencia en sus territorios en las cuestiones que son objeto del arbitraje. Art. 4: Siempre que un árbitro, por cualquier razón, no pueda asumir ó no pueda continuar el cargo para que fue designado. Se proveerá á su sustitución con el mismo procedimiento adoptado para su nombramiento. Art. 5: A falta de acuerdos especiales entre las Partes, corresponde al Tribunal: Designar la época y el lugar de sus sesiones, fuera de los territorios de los Estados Contratantes; Elegir el idioma del cual se hará uso; Determinar las instrucciones, las formas y los términos á prescribirse á las Partes, los procedimientos á seguirse, y en general á tomar todas las medidas que sean necesarias para su propio funcionamiento y resolver todas las dificultades de procedimiento que pudiesen surgir en el curso de los debates. Las Partes se obligan, por lo que á ellas respecta, á proveer á disposición de los árbitros todos los elementos de información que de ellas dependan. Art. 6: Un representante de cada una de las Partes asistirá á las sesiones y representará á su propio Gobierno en todos los asuntos que tengan relación con el arbitraje. Art. 7: El Tribunal es competente para decidir sobre la regularidad de su propia constitución, sobre la validez del compromiso y sobre su interpretación Art. 8: El Tribunal deberá decidir según los principios del Derecho Internacional, á menos que el compromiso no imponga la aplicación de reglas especiales ó no autorice á los árbitros á decidir como amigables componedores. Art. 9: Siempre que no existieren disposiciones en contrario, todas las deliberaciones del Tribunal serán válidas cuando obtengan la mayoría de votos de todos los árbitros. Art. 10: La sentencia deberá decidir definitivamente cada punto del litigio. Deberá ser redactada en doble original y suscrita por todos los árbitros. Rehusándose alguno de ellos á firmarla, se deberá hacer mención de ello por los otros, y la sentencia tendrá efecto siempre que sea firmada por las mayorías absolutas de los árbitros. No podrán ser agregados á la sentencia los votos formulados en contrario. La sentencia deberá ser notificada á cada una de las Partes, por medio de su representante cerca del Tribunal. Art. 11: Cada una de las Partes sufragará los gastos generales del Tribunal Arbitral. Art. 12: La sentencia legalmente pronunciada decide, dentro de los limites de su mandato, las dificultades entre las Partes. Ella deberá contener la indicación del termino dentro del cual ha de ser ejecutada. Sobre las cuestiones que pudieran surgir en la ejecución de la sentencia, decidirá el mismo Tribunal que la pronunció. Art. 13: La sentencia es inapelable y su cumplimiento reposa en el honor de las Naciones signatarias de este pacto. Es admitido sin embargo el pedido de revision ante el mismo Tribunal que lo pronuncio, y antes que la misma sentencia haya sido ejecutada. 1° si se ha juzgado sobre un documento ó falso ó errado; 2° si la sentencia ha sido, en todo ó en parte, el efecto de un error de hecho positivo o negativo que resulte de los actos ó documentos de la causa. Art. 14: El presente Tratadi durará diez años á partir del cambio de las ratificaciones. Si no es denunciado seis meses antes de su vencimiento, se dará por renovado por un nuevo periodo de diez años; y así sucesivamente. Art 15: El presente Tratado será ratificado y las ratificaciones seran cambiadas en Buenos Aires dentro de seis meses de la presente fecha. Hecho en Roma, en doble ejemplar, á veintitrés días del mes de Julio de mil ochocientos noventa y ocho. Firmas: Enrique Moreno Napoleón Canevaro