Juan Martínez Moro J UAN M. Moro es una rara avis en el panorama creativo internacional, puesto que aparece en estos momentos como uno de los pocos artistas con preocupaciones teóricas, muy probablemente surgidas de su amplia formación en diversos campos. Su estudio teórico sobre el «estado de la cuestión» de la producción actual de grabado resulta básico para la comprensión de la realidad del arte gráfico. Esta peculiaridad no minimiza la magnífica aportación de Moro al arte más reciente en cuanto a su faceta creadora, original y metódica en la plasmación de sus fundamentos artísticos. propios de esta técnica; la ductilidad del papel le resulta muy útil a la hora de innovar procedimientos como el plegado o la configuración de estampas en planos superpuestos. La obra de Moro está dotada de gran coherencia –tanto temática como en su curiosidad por la experimentación con técnicas poco conocidas, como la xerocopia y el alcograbado– en toda su producción. La base de su investigación plástica es la ruptura con la bidimensionalidad de la producción en grabado; no duda en valerse de la tradición del trampantojo; aun quedando exento del efectismo propio de este tipo de representación, intenta incorporar al grabado los avances que desde el periodo barroco han logrado aproximar a la pintura a la representación de las tres dimensiones físicas. Sus estudios para conseguir la incorporación de profundidad en el ar te gráfico se basan, entre otros métodos, en el aprovechamiento de los materiales La influencia de Goya se refleja en imágenes y títulos de obras; podemos descubrir en su aguafuerte «Volaverunt», de claro recuerdo goyesco, un trasunto del disparate «Modos de volar»; así, el fondo oscuro con personajes emplumados y practicando el vuelo se transforma en la reiteración de tijeras de diversos tamaños. Este ejemplo de modificación de obras clásicas no resulta para el espectador de sencilla explicación, es un rotundo ejemplo del hermetismo con el que Moro nos presenta su interpretación de la realidad y el arte. Son poesías visuales que no nos permiten conocer el concepto guía de un rápido vistazo sino que nos obligan a un detallado estudio que, muy probablemente, origine unas conclusiones alejadas de la motivación primigenia del autor, pero válidas en sí mismas. En su obra intenta resolver los grandes conflictos clásicos en el arte, como la querella entre antiguos y modernos, así como los problemas de la realidad a través de la complementación entre significantes habitualmente desconectados entre sí, o incluso enfrentados, como en el caso de OK / KO y otros. Juan Martínez Moro Juan Martínez Moro nace en Santander en 1960; su formación reglada finaliza con la obtención del doctorado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, así como por la licenciatura en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Salamanca. En la actualidad realiza labores docentes en la facultad de Bellas Artes de Santander. Su doctorado, en 1995, versó sobre las relaciones entre el grabado y la estética de lo sublime en el clasicismo romántico. Esto se puede apreciar en su libro «Ilustrar lo sublime» en el que analiza la variabilidad de este concepto. Esta investigación ha dado lugar a fecundos trabajos artísticos. En 1998 profundiza en su relación con la teoría de la producción artística en su publicación «Un ensayo sobre grabado (A finales del siglo XX)», magnífica obra elaborada a contracorriente en una época caracterizada por el alejamiento de las preocupaciones reflexivas, que analiza aspectos fundamentales como el origen, la temática, las técnicas, la estética, la práctica y el propio concepto de grabado. Su faceta creativa se basa en el aprendizaje continuado, así –aun siendo un artista cotizado– no desperdicia la oportunidad de conocer nuevos modos de creación sirviéndose de las becas de prestigiosas instituciones, como en el caso de la Fundación Pilar i Joan Miró en Palma de Mallorca, del Istituto Centrale di Grafica di Latina en Italia, de la Koninlijke Akademie de S´Hertogenbosch en Holanda, como por parte de la Diputación y el Gobierno de Cantabria. Por otro lado, su prestigio se acredita con la colaboración como artista invitado en el Frans Masereel Centrum voor Grafiek en Bélgica y en el Kala Art Institute de Berkeley en Estados Unidos. Le fue concedido el Premio Nacional de Grabado en 2000, con la obra «Trescientos noventa y seis unos sobre un no», ejemplo de las principales preocupaciones artísticas del autor, como la multiplicidad y la correlación entre representación y concepto expresado. En 2002 realiza su serie «Moralia», compleja muestra de la continuidad de los conceptos básicos que rigen la actividad creativa: la experimentación con técnicas y materiales, la representación múltiple, la ruptura con la tradición bidimensional del grabado y el juego conceptual. Desde la serie «Tierra incógnita» de 1996, se descubre cómo su obra va cobrando una mayor definición y complejidad, pero siempre dotada de total coherencia. ARTISTA Juan Martínez Moro Disparate Nº / Título / Año 30 / Dispara-tres / 2001 Medidas soporte(s) / Soporte(s) Técnica / Tinta(s) Medidas papel / Papel Número ejemplares tirados 315 x 232 mm / Una plancha de zinc Aguafuerte / Dos tintas 530 x 380 mm / Papel Super Alfa, 240 gr. Edición de 100 ejemplares numerados en arábigo del 1/100 al 100/100 25 ejemplares numerados en romano del I/XXV al XXV/XXV Estampación / Taller Editor PLANCHA Arancha Goyeneche (Santander) Promociones Fuendetodos PRUEBAS DE ESTADO (P/E) 30 Dispara-tres, 2001