40 Expansión Lunes 21 septiembre 2009 Fiscalia ¿Cuándo se cede la baja maternal? Un cambio necesario OPINIÓN La madre no está obligada, en el momento de solicitar el permiso, a decidir en ese instante si lo comparte con el padre. BelénAlandete.Madrid El Tribunal Supremo ha preferido facilitar a la madre la decisión de ceder parte de su permiso de maternidad al padre. Establece en una reciente sentencia que “la madre no está obligada, en el momento de solicitar el subsidio, a optar porque una parte del mismo lopercibaelpadre”. La sentencia recuerda que el Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 48, dispone que, sin perjuicio de las seis semanasinmediatasposteriores al parto de descanso obligatorio para la madre, “en el caso de que el padre y la madre trabajen, ésta, al iniciarse el periodo de descanso por maternidad, podrá optar por que el padre disfrute de una parte determinada e ininterrumpida del periodo de descanso posterior al parto”. Por tanto, concluye el Supremo “no cabe establecer como requisito para que el padre disfrute una parte del subsidio de maternidad, cedido por la madre, el que ésta, cuando solicite dicho subsidio, opte por que una parte del mismo lo percibaelpadre”. De no entenderlo así, especifica el Supremo, se daría peor tratamiento al padre que a la madre, pues mientras ésta disponeparasolicitarelsubsidio, de los plazos previstos en los artículos 43 y 44 Ley General de la Seguridad Social, con los efectos de prescripción y caducidad en ellos regulados, el padre dispondría de un único momento "al iniciarse el periodo de descanso por maternidad", que el INSS identifica erróneamente con "la solicitud de la trabajadora del subsidio por maternidad". Asimismo, continúa el fallo, Exigir decidir si repartir el subsidio en ese momento implica un peor trato hacia al padre de seguirse esta interpretación se establecería un peculiar plazo para la solicitud de la prestación de maternidad a favor del padre, no apareciendo plazo similar para ninguna de las prestaciones del sistemadeSeguridadSocial. Comunicar la opción Aclarado esto, el Supremo recuerda que la trabajadora habrá de tener en cuenta que, como el subsidio La mujer debe por materni- comunicar al dad se le viene INSS cuándo abonando a ella se reincorpora al trabajo. por la Entidad Gestora, en el momento en que se reincorpore al trabajo, por iniciar el padre el descanso por maternidad, “deberá poner tal hecho en conocimiento de la entidad, para evitar pagos indebidos y facilitar el abono al padrededichaprestación”. (TS, 20/05/2009, Rº 3749/ 2008). * Salvador del Rey Guanter A raíz del deterioro exponencial del empleo, se han ido decantando posiciones diferenciadas sobre la importancia que en el mismo ha tenido (y tendrá) el marco regulatorio del mercado de trabajo, esto es, del conjunto de reglas jurídicas que son aplicables a aquel mercado . A estos efectos, debemos huir de dos posiciones que pueden situar en una perspectiva inadecuada la cuestión de la trascendencia que una reforma de dicho marco regulatorio puede tener para una mejora en el empleo. Por un lado, puede considerarse en un plano muy marginal el papel de la regulación jurídica en la evolución del mercado de trabajo, estimando que su cambio no va a alterar mínimamente el sentido de dicha evolución. La otra posición extrema sería la de considerar que, en el origen de ese deterioro del mercado de trabajo, el marco regulatorio laboral ha tenido un papel central y negativo, siendo en su acentuada rigidez desencadenante del desempleo. Ambas posiciones creemos que desarrollan una confusión de planos sobre el papel del Derecho y deben ser reconsideradas a efectos de situar en sus justos términos la trascendencia y conveniencia de un posible cambio en el marco regulatorio laboral . En este sentido, es evidente que el origen de la actual crisis económica no está (ni en nuestro país ni en otros) en el marco regulatorio laboral. Tiene múltiples causas, pero una muy importante de carácter financiero, y por tanto, no es posible considerar que el incremento del desempleo en sí tiene su raíz originaria en una excesiva rigidez en aquel marco. Otros países, con marcos regulatorios considerados como más flexibles (Estados Unidos, por ejemplo) han experimentado igualmente un incremento del desempleo a raíz de la evolución económica negativa. Sin embargo, de ahí no puede deducirse la otra posición extrema de la “neutralidad” del marco regulatorio en la evolución del desempleo, especialmente en su incremento exponencial en nuestro mercado en un periodo tan corto de tiempo, con una destrucción de puestos de trabajo con pocos precedentes a nivel comparado. No parece discutible que la respuesta de las empresas españolas a un mercado en fuerte recesión ha sido –entre otras medidas– la limitación de costes laborales mediante una rápida eliminación de contratos de trabajo. Y tan rápida reducción ha sido posible principalmente merced al colchón de flexibilidad que al respecto le venía dada por un alto índice de temporalidad. Sólo en los últimos meses –y parece que se va a acentuar en el futuro– se ha afectado y se afectará más decididamente a los contratos indefinidos. Pero ello no impide afirmar No abordar una modificación legislativa nos puede llevar a un nuevo incremento de la contratación temporal que la adaptación de las empresas españolas en temas de redimensionamiento de plantillas como consecuencia de la crisis económica se ha producido básicamente mediante la terminación de contratos laborales temporales. No puede afirmarse, pues, que el marco regulatorio del mercado de trabajo haya sido neutral en este incremento repentino del desempleo, que afecta además a los colectivos que conocen más contratación temporal (jóvenes, inmigrantes, mujeres, descualificados ). Un marco regulatorio laboral que ha propiciado un índice de temporalidad muy alto y una limitación de la contratación indefinida ha tenido como consecuencia que la adaptación a las nuevas circunstancias económicas no se haya producido a través de otras medidas que sí se han desarrollado en otros países, más relacionadas con la flexibilidad interna (adaptación de jornada, de salario, movilidad funcional, etc.) o mediante la plena aplicación de políticas activas de empleo que ya contaban con larga tradición en dichos países y que han dado unos resultados positivos en materia de rápida recolocación. Por tanto, el marco regulatorio no es indiferente ni a la correlación entre desempleo y crisis económica ni a la distribución de la carga de desempleo entre distintos colectivos a la hora de las distintas opciones empresariales al respecto. En este sentido, es cierto, como se ha afirmado, que España tiene un marco regulatorio “flexible”, demostrado en la rápida adaptación del mercado de trabajo a las condiciones económicas adversas. Pero se ha tratado de una adaptación que podemos indudablemente calificar como “patológica”. Tenemos un mercado “flexiseguro”, pero con una flexiseguridad negativa, muy alejada de las guidelines establecidas al respecto por la Unión Europea. Pero la cuestión que ahora urge considerar es que la continuidad de ese marco regulatorio deficiente puede tener unas consecuencias importantes tanto en las posibilidades de recuperación económica como, sobre todo, en la recomposición del mercado de trabajo en unos términos más positivos. Un marco regulatorio laboral sin cambios significativos propiciará, en una eventual recuperación económica, una continuidad en la segmentación de nuestro mercado de trabajo, de forma que asistiríamos a un nuevo incremento de la contratación temporal. En este sentido, el peor escenario que probablemente podamos tener en la salida de la situación económica actual será que el futuro crecimiento del empleo se haga de nuevo mediante una utilización masiva de la contratación temporal, reproduciéndose la tradicional segmentación en nuestro mercado de trabajo. Sólo que esta reproducción va a mostrar todos sus efectos negativos respecto a una posible implantación de un nuevo modelo productivo. Nuestro actual marco laboral que propicia esa segmentación es incompatible, en temas esenciales, con una modernización de nuestro sistema económico. Catedrático de Derecho del Trabajo Este suplemento ha sido elaborado por: Victoria Martínez-Vares [email protected]/ María Álvarez Caro [email protected] Mercedes Serraller [email protected]/ José María LópezAgúndez [email protected] BelénAlandete [email protected] Publicidad: 91 443 56 19