LA RECIENTE DEVALUACIÓN DEL DÓLAR Por Cristina Fernández El día de ayer el dólar alcanzó su valor más alto en relación con el euro desde la creación de esta moneda (1,291 dólares / euro). Entre el primero de septiembre y la fecha la moneda norteamericana se ha debilitado 6% con respecto al euro, y 4% en relación con el yen. Tasas de cambio 0,98 1,32 1,3 1,28 1,26 1,24 dólar por euro dólar por yen 0,96 0,94 0,92 0,9 1,22 1,2 1,18 1,16 1,14 1,12 0,88 0,86 0,84 nov-04 oct-04 sep-04 ago-04 jul-04 jun-04 may-04 abr-04 mar-04 feb-04 ene-04 0,82 1. Causas de la devaluación del dólar Desde hace ya algún tiempo los analistas aseguran que el equilibrio, gracias al cual Estados Unidos mantenía un alto déficit en cuenta corriente financiado con el ingreso de capitales, no podría durar indefinidamente, y que en algún momento del tiempo la tasa de cambio tendría que ajustarse a los fundamentales de la economía norteamericana. La devaluación que ha sufrido esta semana el dólar puede ser un anticipo a la publicación del dato del déficit en cuenta corriente que se realizará el día de mañana. El déficit en el segundo semestre del año alcanzó casi un 6%. El ajuste de la tasa de cambio permitiría hacer más competitiva la economía norteamericana, y eventualmente cerrar el déficit. Sin embargo, para que esto suceda la devaluación tendría que ser más fuerte que la que se ha observado hasta el momento (UBS asegura que la tasa de cambio tendría que devaluarse un 30% adicional para permitir el cierre de la brecha externa). También es posible que la devaluación del dólar ocasione un aumento de los mercados bursátiles (que deberán compensar el riesgo cambiario) y esto aumente el ahorro y reduzca el consumo de importaciones, colaborando indirectamente con el mejoramiento de las estadísticas externas. Sin embargo, no es posible afirmar con certeza que el momento del ajuste ha llegado, porque el curso de la tasa de cambio depende en gran parte de la reacción que tomen los inversionistas, los bancos centrales asiáticos, el Banco Central Europeo y el FED, quien mañana decidirá si incrementa o no sus tasas de interés. Las economías europeas y asiáticas temen una devaluación del dólar que disminuya sus exportaciones a Estados Unidos, y reduzca el ritmo de crecimiento de sus economías, pero el riesgo mayor puede estar en los flujos de capitales. En efecto, tanto los inversionistas como los bancos centrales asiáticos, pueden tomar esta reciente devaluación del dólar como una señal para cambiar sus portafolios a una moneda más estable como el euro, creando profundos desbarajustes en la economía mundial. 2. ¿Como va a reaccionar el FED ante la devaluación del dólar? Mañana en horas de la tarde, el FOMC hará pública su decisión de incrementar o no sus tasas de interés. En principio se espera, que esta decisión esté más influenciada por los indicadores de inflación, empleo y crecimiento, que por el comportamiento de la tasa de cambio. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la devaluación puede incrementar la inflación y el crecimiento, lo que haría más sensata la decisión de incrementar la tasa de interés. Adicionalmente, este aumento puede incentivar a los inversionistas y a los bancos centrales a mantener sus portafolios en dólares y suavizar el ajuste cambiario. Los indicadores de crecimiento favorecen el incremento en las tasas de interés. El crecimiento del PIB se aceleró de 3,3% en el segundo semestre a 3,7% en el tercero. Por otra parte, en el mes de octubre se crearon cerca de 337.000 nuevos empleos, una cifra muy superior a la esperada. Sin embargo, el repunte de las cifras de consumo en la época pre-navideña han sido inferiores a las observadas en años anteriores. Además, las cifras de inflación podrían favorecer un “descanso” en el ritmo de aumento de tasas que ha seguido el FED hasta el momento. En efecto, el deflactor del PIB cayó de 3,2% en el segundo trimestre a 1,3% en el tercer trimestre. 3. ¿Cuál será la reacción de los otros bancos centrales ante la devaluación del dólar? El Banco Central Europeo ha manifestado que una mayor devaluación del dólar sería indeseable para la Unión Europea, no sólo por el comportamiento de la balanza comercial, sino por otros efectos indirectos del cambio en el nivel del dólar (como la reducción en los índices de confianza, que es ya un hecho en el caso alemán). Por estas razones, el BCE también ha asegurado que no está interesado en recibir un flujo mayor de capitales como consecuencia del ajuste cambiario de Estados Unidos, situación que afectaría aún más el comportamiento de su sector externo. Los bancos centrales de Japón y China pueden tomar dos posiciones diferentes ante la devaluación del dólar. La primera consistiría en aumentar el nivel de compras de bonos del Tesoro Americano para estabilizar de nuevo el mercado cambiario (en la actualidad las reservas internacionales de Japón son del orden de US$ 837.878 millones, de las cuáles casi un 20% han sido adquiridas en el presente año). La segunda, y más peligrosa posición, consistiría en cambiar su portafolio de reservas para disminuir el riesgo cambiario. La primera opción se considera más probable, teniendo en cuenta las declaraciones del ministro de finanzas japonés, Sadakazu Tanigaki, según las cuáles su país reaccionará oportuna y agresivamente si el mercado cambiario se aleja sustancialmente de sus fundamentales. 4. Consecuencias en los mercados emergentes En general, el efecto de la devaluación del dólar frente al euro y al yen va a depender del grado en que la tasa de cambio esté “pegada” al dólar. Los países con tasas de cambio fijas, con deudas denominadas en dólares y que sostienen amplias relaciones comerciales con los países europeos y asiáticos, podrán verse beneficiados porque serán más competitivos en estos mercados. Estos países también gozarán de una mayor receptibilidad del mercado norteamericano hacia aquellos bienes que compiten con importaciones procedentes de China (como los textiles). En los países con tasa de cambio flexible, los efectos de la devaluación del dólar frente al euro y al yen son más difíciles de dilucidar. En principio, es posible que favorezca los procesos de revaluación real, especialmente en aquellos países que sostienen un volumen de comercio considerable con Asia y Europa. La revaluación, si bien puede crear problemas de competitividad, también favorece a los países y a las empresas que tienen obligaciones en dólares porque se reduce el valor de sus deudas en moneda local. Otro posible efecto puede estar dado por el hecho de que las reservas internacionales de los países emergentes se encuentren denominadas en dólares. En este caso el debilitamiento del dólar puede causar un efecto valoración, que desestimule las entradas de capitales. Finalmente, la devaluación del dólar en el mercado internacional será de gran utilidad para aquellos que han invertido en el mercado europeo y mantienen sus obligaciones en dólares, o incluso en moneda local. Martes, 9 de Noviembre de 2004