PROTOCOLO DE KIOTO. RESPONSABILIDADES Y CONSECUENCIAS. M.Sc. Juan Eduardo Gil Mora Consultor en temas de gestión ambiental. [email protected] Hace 12 años la situación climática del mundo y sus consecuencias en el desarrollo fue analizada con preocupación por líderes mundiales, científicos y académicos; en efecto el 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kioto, Japón, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Los gobiernos signatarios de dichos países pactaron reducir en un 5% las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. Esto no quiere decir que cada país tuviera que reducir ese porcentaje, sino que cada uno es responsable de una porción determinada de esa reducción en relación a su actividad. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación por parte de Rusia el 18 de noviembre de 2004. El objetivo principal de este pacto colectivo es disminuir el cambio climático de origen antrópico cuya base es el efecto invernadero. Según las cifras de la ONU, se prevé que la temperatura media de la superficie del planeta aumente entre 1.4 y 5.8 °C de aquí al año 2100. Esto se conoce como Calentamiento global. «Estos cambios repercutirán gravemente en el ecosistema y en nuestras economías», señala la Comisión Europea sobre Kioto. Este instrumento se encuentra dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. El protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces no pudo hacer la CMNUCC. Se estableció que el compromiso sería de obligatorio cumplimiento cuando lo ratificasen los países industrializados responsables de, al menos, un 55% de las emisiones de CO2. Con la ratificación de Rusia en noviembre de 2004, después de conseguir que la UE pague la reconversión industrial, así como la modernización de sus instalaciones, en especial las petroleras, el protocolo ha entrado en vigor. Como se aprecia el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases provocadores del calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además de tres gases industriales fluorados: Hidrofluorocarbonos(HFC), Perfluorocarbonos(PFC) y Hexafluoruro de azufre(SF6), en un porcentaje aproximado de un 5%, dentro del periodo que va desde el año 2008 al 2012, en comparación a las emisiones al año 1990. Posición de los diversos países en el 2009 respecto del Protocolo de Kioto. Firmado y ratificado. Firmado pero con ratificación pendiente. Firmado pero con ratificación rechazada. No posicionado. RESPONSABILIDADES ASUMIDAS. Además del cumplimiento que los países industrializados asumieron en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero se promovió también la generación de un desarrollo sostenible, de tal forma que se utilice también energías no convencionales y así disminuya el calentamiento global. Respecto de los países en desarrollo, el Protocolo no exige a bajar sus emisiones, aunque sí deben dar señas de un cambio en sus industrias. Los países del centro y sur América no están obligados a reducir las emisiones, a pesar de que en conjunto emiten el 9% de los GEI. Los más contaminantes son Brasil, México, Venezuela y Argentina, responsables del 70% de las emisiones en la región. Para cumplir con los compromisos establecidos se implantaron tres mecanismos: 1. Implementación conjunta: Los países desarrollados que forman parte del acuerdo pueden adquirir o transferir Unidades de Reducción de Emisiones (URE) para cumplir con sus metas, en el caso de haber hecho inversiones en el otro país para proyectos relacionados a la disminución de emisiones. 2. Mecanismo de desarrollo limpio: Es similar al primero, solo que los países industrializados adquieren URE de países en desarrollo. En este caso hay un control más estricto por parte de un Consejo Ejecutivo para proteger a los países que no tienen la tecnología adecuada para monitorear sus emisiones. Un caso sería el de una empresa de un país industrial que necesite más cuota de emisiones y la consiga financiando un parque eólico en un país en desarrollo. 3. Comercio de emisiones: Consiste en la compra y venta de Certificados de emisión de gases. Por ejemplo, se intercambian por la reforestación de una determinada porción de tierra. Este sistema también ofrece incentivos a empresas privadas para que contribuyan a la mejora de la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir gases como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. Las transacciones se miden en bonos de carbono, cada uno representa el derecho de emitir una tonelada de dióxido de carbono. El gobierno de Estados Unidos firmó el acuerdo pero no lo ratificó, los anteriores Presidentes (Clinton y Bush) no jugaron un papel importante en la ratificación por parte del Congreso americano; lo que su adhesión sólo fue simbólica hasta el año 2001 en el cual el gobierno de Bush se retiró del protocolo. Es importante señalar que Estados Unidos, con apenas el 4% de la población mundial, consume alrededor del 25% de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo. Los principales compromisos asumidos por los firmantes del Protocolo de Kyoto, en resumen son los siguientes: a. Los países industrializados firmantes se comprometieron a reducir las emisiones de seis gases contaminantes en un promedio de 5.2% entre los años 2008 y 2012, en relación con los niveles registrados en 1990. b. Cada país signatario tiene sus propias metas. A algunos países con bajas emisiones se les autoriza a incrementarlas, lo que posibilita las negociaciones entre los países industrializados para reducir las emisiones. c. También los países que sobrepasen sus cuotas de emisiones podrán comprarles "unidades de carbono" a países que emitan menos. Este sistema fue un gran incentivo para que Rusia decidiera ratificar el Protocolo. La suscripción del Tratado y su puesta en marcha, evidencia un significado vinculante; entre ellas: • Treinta países industrializados están obligados jurídicamente a cumplir los objetivos cuantitativos para reducir o limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero. • • • El mercado internacional del carbono pasa a ser una realidad jurídica y práctica. El régimen de "comercio de derechos de emisión" del Protocolo permite a los países industrializados comprar y vender mutuamente créditos de emisión. Este planteamiento basado en el mercado mejorará la eficiencia y rentabilidad de los recortes de emisiones. El Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL) pasará de la fase inicial a la de plena operatividad. El MDL alentará las inversiones en proyectos en países en desarrollo que limiten las emisiones al mismo tiempo que promuevan un desarrollo sostenible. El Fondo para la Adaptación del Protocolo, establecido en el 2001, comenzó a prepararse para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a los efectos negativos del cambio climático. REUNIONES MUNDIALES DE INTERÉS EN BASE AL PROTOCOLO DE KIOTO. El Protocolo de Kyoto ha avanzado lentamente. Se encuentra todavía en lo que se conoce con el nombre de “fase de ratificación”, y es un acuerdo complicado. Razones no faltan. El Protocolo no sólo debe ser eficaz frente a un problema mundial también complicado; debe ser también políticamente aceptable. En consecuencia, se ha multiplicado el número de grupos y comités creados para supervisar y arbitrar sus diferentes programas, e incluso después de la aprobación del acuerdo en 1997, se consideró necesario entablar nuevas negociaciones para especificar las instrucciones sobre la manera de instrumentalizarlo. Estas normas, adoptadas en el 2001, se conocen con el nombre de “Acuerdos de Marrakech”. Los aspectos más importantes y vinculantes de la reunión en Marruecos comprenden: 1. Inventarios nacionales de gases de efecto invernadero; 2. Proyecciones de las emisiones de gases de efecto invernadero; 3. Políticas y medidas, así como estimación de sus efectos; 4. Evaluación de los efectos y adaptación; 5. Investigación y observación sistemática; 6. Educación, capacitación y sensibilización de la población; 7. Transferencia de tecnologías ecológicamente racionales; 8. Comunicaciones nacionales y planes nacionales de acción relativos al clima; 9. Sistemas nacionales para estimar las emisiones de gases de efecto invernadero; 10. Modalidades de contabilización en la esfera de los objetivos, los plazos y los registros nacionales; 11. Obligaciones de presentar informes; y 12. Proyectos de aplicación conjunta y comercio de los derechos de emisión. Las llamadas "Partes" (naciones miembros de la CMNUCC) se reunieron por primera vez para su seguimiento en Montreal, Canadá, en el año 2005, donde se estableció el llamado Grupo de Trabajo Especial sobre los Futuros Compromisos de las Partes del Anexo I en el marco del Protocolo de Kioto (GTE-PK), orientado a los acuerdos a tomar para después de 2012. En diciembre de 2007, en Bali, Indonesia, se llevó a cabo la tercera reunión de seguimiento, así como la 13ª cumbre del clima (CdP 13 o COP13), con el foco puesto en las cuestiones post 2012. Se llegó a un acuerdo sobre un proceso de dos años, u “hoja de ruta de Bali”, que tiene como objetivo establecer un régimen post 2012 en la XV Conferencia sobre Cambio Climático, (también "15ª cumbre del clima", CdP 15 o COP15) de diciembre de 2009, en Copenhague, Dinamarca. Esa "hoja de ruta" se complementa con el Plan de Acción de Bali, que identifica cuatro elementos clave: mitigación, adaptación, finanzas y tecnología. El Plan también contiene una lista no exhaustiva de cuestiones que deberá ser considerada en cada una de estas áreas y pide el tratamiento de “una visión compartida para la cooperación a largo plazo”. En diciembre del 2008, 190 países participaron en Polonia de la Cumbre de la ONU por el Cambio Climático, en la que se produjeron cambios en el panorama, que anticipan que la reunión del 2009 en Dinamarca será tan significativa como la de Kioto. Algunos de los hechos más significativos de esta reunión fueron: - Países en desarrollo como China, India, Brasil y México se comprometieron a limitar sus emisiones; - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lidere el combate contra el cambio climático; y - Se creó un fondo en el que países pobres podrán invertir para evitar consecuencias del cambio climático en su territorio. La próxima Reunión ha de llevarse a cabo del 7 al 18 de diciembre de 2009 a esta Reunión se denomina Cumbre Climática COP15 en Copenhague, en la que se espera que los líderes del mundo puedan realizar un nuevo acuerdo climático que reemplace al Protocolo de Kioto. Perú es suscriptor del tratado al igual que más de cien naciones. La tendencia es que hoy los estándares ambientales se definen a nivel internacional, vinculándose a los incentivos económicos. SITUACIÓN DEL PERÚ. El Perú como país suscriptor del Tratado ha avanzado en sus compromisos. Incluso desde antes de la creación del Ministerio del Ambiente ya se tenía una Comisión Especial sobre Cambio Climático; actualmente se tiene identificada las principales fuentes y los principales riesgos y existe una propuesta para la adaptación; algunos gobiernos regionales, también han involucrado en sus acciones más prioritarias programas específicos; empero, tiene que haber una propuesta más puntual y específica a nivel de los gobiernos regionales y especialmente a nivel de los gobiernos locales o municipalidades. Uno de los aspectos en el que menos se ha avanzado, a pesar de que se tienen regulaciones es el control de la tala y quema de bosques para ampliar la frontera agrícola, en especial en la Amazonía, donde aún deforestamos al menos 150,000 hectáreas al año y emitimos CO2 a la atmósfera. Este aspecto, a pesar de que existe el expreso encargo al sector agricultura a efecto de emitir normas específicas referentes a quemas e incendios, aún se continúa con esta práctica que deteriora ecosistemas frágiles y eleva las emisiones de CO2. Además de ello es necesario la implementación de políticas y normas precisas respecto de incentivos para la reforestación en el Perú. El Estado peruano desde hace algunos lustros ha emitido disposiciones referidos a la calidad ambiental, como los Estándares de Calidad Ambiental, los límites máximos permisibles, los EIAs, los PAMAs, la disminución de azufre en el diesel, etc. y se cuenta con una amplia gama de leyes y dispositivos legales en asuntos ambientales. La falla está en dos campos: la aplicación de leyes y la resistencia de grupos empresariales para aplicar los límites máximos permisibles en materia de emisiones. Todos conocemos la flexibilidad respecto de la presentación del PAMA y su adecuación de parte de Doe Run; la permisibilidad para que el diesel en el país siga conteniendo azufre en concentraciones altas que afectan no sólo la calidad del aire, sino y especialmente la salud de todos en el Perú; igual cosa ocurre respecto de las autorizaciones para la operación de la minería informal y artesanal que deteriora miles de hectáreas en la amazonía. El Perú ha avanzado en sus decisiones institucionales, todos los sectores y los gobiernos en sus tres niveles poseen normatividad aplicada, aunque en muchos casos imprecisa y falta de decisión en su aplicación por quienes deben de hacerlo; en todo caso, el Perú ha ratificado acuerdos internacionales; posee una legislación importante; y el tema ambiental está en las más altas esferas; igualmente es digno de resaltar que el asunto ambiental ha calado hondo en la ciudadanía que hoy evidencia conocer aspectos vinculantes al desarrollo y al bienestar de la población. CALENTAMIENTO GLOBAL, UN PROBLEMA LOCAL. Este problema que nos aqueja a todos, también nos compromete a todos en sus posibilidades de adaptación y mitigación. Sostuvimos que el calentamiento global afecta a los más pobres y desprotegidos; especialmente a quienes dependen de los recursos naturales para su supervivencia; es en estos escenarios donde los gobiernos tienen que implementar acciones concretas. Serios estudios sostienen que la temperatura promedio del planeta ha de incrementarse en 4ºC y que este incremento ha de repercutir directamente en el recurso hídrico que es vital para el sustento diario. El siguiente gráfico especifica estos detalles. El gobierno británico presentó un mapa en el que sintetiza lo que ocurriría en el mundo ante un aumento de cuatro grados centígrados en la temperatura global. El mapa, que fue dado a conocer en el Museo de Ciencia de Londres, muestra una selección de los diferentes impactos de este aumento en diversas áreas de la actividad humana. Según la imagen, la Amazonia será la región que más se calentará en América Latina y la zona andina ya sufre del derretimiento de los glaciares, agua de escorrentía que discurre ladera abajo con serias consecuencias en las cosechas y productividad. Las consecuencias que ya se están viviendo son temperaturas extremas, sequías, escasez de agua, menor productividad agrícola, el riesgo de incendios forestales y el aumento del nivel del mar. DEL PROTOCOLO A LA ACCIÓN. Los compromisos de los países signatarios van más allá de las acciones del protocolo de los funcionarios que representan a los diversos sectores; debe estar más bien plasmado en la ejecución de políticas y acciones tanto globales como locales con involucramiento directo de la sociedad y sus organizaciones. Debe estar vinculado a proyectos especiales que repercutan en la calidad de vida de la población local, sólo así se podrá evidenciar que el gobierno actúa con criterio no sólo de cumplimiento de los Acuerdos, sino en cumplimiento de su obligación en la búsqueda del desarrollo anhelado por los pueblos. Un aspecto global que beneficia directamente a la población, a las empresas y marca un hito de interés nacional es el cambio de la matriz energética en el país, el empleo de energía limpia proveniente del recurso hídrico; en el país actualmente se emplea unos 5,000 MW. sin embargo el potencial peruano en este tipo de energía es superior a los 70,000 MW; es decir que el Perú tendría suficiente energía limpia incluso para la exportación. De otro lado, también está dentro de estos aspectos globales el uso del gas como combustible para el parque automotor, que en el país requiere ser renovado; probablemente en el Perú continuemos usando los derivados de los combustibles fósiles por varias décadas más, ello implica que el gobierno debe de optar que los combustibles procedentes de esta fuente sean más limpios; para ello existe tecnología compatible. De otro lado, a nivel regional y local, es responsabilidad de estos niveles de gobierno tomar iniciativas propias, vinculadas a sus realidades; sin embargo, las principales acciones de mayor interés están vinculadas a la reforestación y forestación; proyectos especiales de uso sostenible del agua: tecnología de riego, gestión de humedales, conservación de bosques altoandinos, recuperación de zonas deterioradas; programas regionales de saneamiento, etc. Mientras tanto, las emisiones en el primer mundo continúan, la temperatura del planeta seguirá aumentando y los efectos se multiplicarán. Es irónico que esto ocurra cuando el tema del cambio climático pasó a la primera plana de la agenda mundial y los últimos informes científicos indican que la situación es peor a la pronosticada hace dos años; consecuentemente en el Perú y, especialmente en la Región Cusco, deberían acometerse programas de adaptación e implementarse proyectos como los sugeridos. Cusco, noviembre 05 del 2009.