Estado Libre Asociado de Puerto Rico

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DEPARTAMENTO DE ASUNTOS DEL CONSUMIDOR
Oficina Regional de Caguas
Apartado 1031, Caguas, Puerto Rico 00726
Teléfono: 744-9341 / Fax: 744-3414
www.daco.gobierno.pr
QUERELLANTE
QUERELLA NUMERO
Pedro M. Santiago Franco
400004858
QUERELLADO
SOBRE
Caguas Auto Mall
Banco Bilbao Vizcaya
Práctica Engañosa
RESOLUCION
Los días 12 de abril y 9 de agosto del 2005 se celebró la vista administrativa con
relación a la querella de epígrafe.
A la referida vista compareció la parte querellante, Sr. Pedro M. Santiago Franco,
acompañado de su esposa, Sra. Carmen Elba Huertas Díaz y de su representante legal,
Lcdo. Enrique González Martí.
La parte querellada, Caguas Auto Mall, compareció representada legalmente por
el Lcdo. Alberic Prados Bou, acompañado del Sr. Roberto Cáceres Lebrón, vendedor y
del Sr. José Iván Rivas, gerente administrativo.
La parte querellada Banco Bilbao Vizcaya, no compareció ni excusó su
incomparecencia, a pesar de haber sido debidamente citada.
A tenor con la situación antes expuesta, la vista efectuada se realizó en rebeldía,
con relación a la querellada, Banco Bilbao Vizcaya, de conformidad con lo dispuesto por
la Ley Núm. 170 del 12 de agosto de 1988, § 3.10 conocida como la Ley de
Procedimiento Administrativo Uniforme (3 L.P.R.A. § 2160).
Conforme a la prueba documental y testifical presentada en este caso, se formulan
las siguientes:
Querella Núm.: 400004858
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DETERMINACIONES DE HECHOS
1.
El día 2 de abril de 2004, la parte querellante acudió a las facilidades de la
parte querellada, Caguas Auto Mall, con la intención de comprar un
vehículo del año 2004.
2.
La parte querellada vendió a la querellante un vehículo marca Kía, modelo
Río, del año 2003, con número de tablilla FLL087, al precio total de
dieciocho mil doscientos noventa y seis dólares con seis centavos
($18,296.06), incluyendo cargos por seguro y Financiamiento.
3.
El aludido vehículo fue financiado por la co-querellada, Banco Bilbao
Vizcaya y la parte querellante entregó en concepto de Trade In un auto
marca Pontiac, modelo Grand Prix del 1988, el que fue valorado en la
suma de mil ($1,000.00) dólares, quedando un balance de diecisiete mil
doscientos noventa y seis dólares con seis centavos ($17,296.06),
pagadero en un primer plazo de cuatrocientos sesenta y siete dólares con
veintidós centavos ($467.22) y sesenta y cinco plazos de trescientos
setenta y siete dólares con veintidós centavos ($377.22)
4.
La parte querellante compró el mencionado vehículo bajo la creencia de
que estaba comprando un auto del 2004, según le manifestara el vendedor
que lo atendió en la firma de la querellada, Caguas Auto Mall y según se
desprende de la documentación referente al seguro entregada a la parte
querellante.
5.
Al momento de la compra, la parte querellante firmó el contrato en blanco
y no se le entregó copia del mismo.
6.
Posteriormente, la parte querellante se percata de que el vehículo que
compró a la querellada es del año 2003, cuando recibe un documento de la
compañía de seguros que así lo aclara.
7.
La parte querellante reclamó a la querellada, Caguas Auto Mall, con
relación al engaño del que entendía que había sido objeto, pero esta última
no atendió a sus reclamos.
8.
La presente querella se radicó el día 17 de junio de 2004.
9.
En ocasión de la vista administrativa, la parte querellada admitió que el
vehículo vendido a la querellante es del 2003 y no del 2004, pero alegó
que esto era de conocimiento de la parte querellante al momento de la
compra, toda vez que surge del contrato y de la hoja de trabajo preparada
para uso interno de la firma querellada, copia de los cuales obra en el
expediente administrativo.
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Analizadas las anteriores Determinaciones de Hechos, este Departamento adopta
las siguientes:
CONCLUSIONES DE DERECHO
Dentro de las facultades de este Departamento, otorgadas mediante nuestra Ley
Orgánica (Ley Número 5 del 23 de abril de 1973, según enmendada, 3 L.P.R.A. § 341 y
s.s.), se encuentra la facultad de:
“Interponer cualesquiera remedios legales que
fueran necesarios para hacer efectivos los propósitos de
este Capítulo y hacer que se cumplan las reglas,
reglamentos, órdenes, resoluciones y determinaciones del
Departamento.” (Ley Núm. 5, supra, Art. 6 [i]; 31 L.P.R.A.
§ 341e[i]).
En el caso de epígrafe las partes otorgaron un contrato de compraventa de un bien
mueble, de conformidad con el Artículo 1334 del Código Civil de Puerto Rico (31
L.P.R.A. § 3741).
Por ser este contrato uno relacionado a la compraventa de un vehículo de motor,
le es aplicable tanto la Ley de Garantías de Vehículos de Motor, Ley Núm. 7 del 24 de
septiembre de 1979 (10 L.P.R.A. § 2051 et. Seq.), como su correspondiente reglamento,
Expediente Núm. 4797 del 30 de septiembre de 1992, según enmendado (10 RPR §
250.1701 et. Seq.).
El Código Civil de Puerto Rico en su Artículo 1044 (31 L.P.R.A., Sec. 2994)
dispone, entre otras cosas, que:
"Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza
de ley entre las partes contratantes, y deben cumplirse al tenor de
los mismos.”
Además, es sabido que el cumplimiento de lo contratado no puede dejarse al
arbitrio de uno de los contratantes (C. Civil de Puerto Rico, Art. 1208, 31 L.P.R.A., Sec.
3373)
Un contrato otorgado entre las partes contratantes es válido en la medida que
concurran tres requisitos, a saber: (1) consentimiento de los contratantes; (2) objeto cierto
que sea materia del contrato; y (3) causa de la obligación que se establezca. (Código
Civil de Puerto Rico, 1930, Artículo 1203 (31 L.P.R.A. § 3391). En lo referente al
consentimiento, entre los factores que anulan el mismo se encuentra el dolo. C. Civil, Art.
1217 (31 L.P.R.A. § 3404). Al respecto nuestro Código Civil dispone que:
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“Hay dolo cuando con palabras o
maquinaciones insidiosas de parte de uno de los
contratantes, es inducido el otro a celebrar un
contrato que, sin ellas, no hubiera hecho.” C. Civil,
Art. 1221 (31 L.P.R.A. § 3408).
En Márquez v. Torres, 111 D.P.R. 854, nuestro Tribunal Supremo aclaró que el
dolo puede cometerse tanto mediante palabras o maquinaciones insidiosas como
igualmente callando respecto a una condición esencial del contrato.
El dolo contractual tiene dos aplicaciones reguladas por el Código Civil de Puerto
Rico. La primera causa la anulabilidad del contrato por vicio en el consentimiento en el
origen del contrato cuando se obtiene a través de maquinaciones insidiosas e incluye el
engaño, el fraude, la falsa representación y la indebida influencia. La segunda aplicación
consiste en el que ocurre en el curso de la consumación del contrato.
Aunque el dolo no se presume, no tiene que probarse directamente y puede
inferirse de evidencia circunstancial como cualquier otro hecho. (Véase García López v.
Méndez García, 102 D.P.R. 383, 1974.)
Nos dice el artículo 1222 del Código Civil de Puerto Rico (31 L.P.R.A. § 3409)
que, para que el dolo produzca la nulidad de los contratos, deberá ser grave y no haber
sido empleado por las dos partes contratantes.
Con relación al cesionario, en el caso de Berríos Arroyo v. Tito Zambrana, Inc.
123 DPR 317 (1989) se resolvió que, en los casos en que se alegue dolo, no es necesario
notificar al cesonario o a la entidad financiera conforme al artículo 209 (a) (3) de la Ley
Núm. 68 de 19 de junio de 1964, según enmendada. El tribunal determinó que la
compraventa y la cesión ocurren simultáneamente. La nulidad del contrato de
compraventa conlleva la nulidad del negocio de cesión.
De conformidad con el Artículo 1255 de nuestro Código Civil (31 L.P.R.A. §
3514), declarada la nulidad de una obligación, los contratantes deben restituirse
recíprocamente las cosas que hubiesen sido materia del contrato.
De la prueba desfilada tanto en la vista administrativa como de la que obra en el
expediente administrativo, este Departamento determina que la querellada, Caguas Auto
Mall, actuó de manera intencionalmente dolosa al vender a la parte querellante un
vehículo de un año distinto al que le representó al momento de la transacción, a sabiendas
de que eso no era lo que entendía la parte querellante que estaba comprando.
Pretende la querellada basar su defensa en el hecho de que del contrato, el que se
firmó en blanco y del cual no se le entregó copia a la compradora según la obligación que
se establece en el propio documento, se desprende que el vehículo era del año 2003 y que
asimismo surge de la hoja de trabajo preparada por la querellada, Caguas Auto Mall, para
uso interno.
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Cabe mencionar que este Departamento no le concede credibilidad a la
información que se desprende de la copia de la mencionada hoja de trabajo presentada
como evidencia, toda vez que el número que precisamente identifica al año del vehículo
da la impresión de haber sido alterado, como tampoco le merece entera credibilidad la
información contenida en el aludido contrato, por haber sido cumplimentado luego de la
firma de los querellantes.
Por todo lo anterior este Departamento determina que procede declarar la nulidad
del contrato otorgado entre la parte querellante y la querellada, Caguas Auto Mall y
ordenar la consecuente devolución de las prestaciones.
Por otra parte, ante la incomparecencia de la parte querellada, Banco Bilbao
Vizcaya, a la vista celebrada a pesar de haber sido debidamente notificada, procede
anotarle la rebeldía, conforme se dispone en la Ley Núm. 170 del 12 de agosto de 1988, §
3.10 conocida como la Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme (3 L.P.R.A. §
2160). El efecto de la anotación de rebeldía lo constituye el dar por cierto las alegaciones
de la parte querellante sin mas citar u oír a la querellada.
Por todo lo cual, este Departamento en virtud de las facultades conferidas por la
Ley Núm. 5 del 23 de abril de 1973, según enmendada, emite la siguiente:
ORDEN
Dentro del término de veinte días (20), contados a partir de la notificación de la
presente resolución las querelladas, Caguas Auto Mall y Banco Bilbao Vizcaya,
solidariamente, reembolsarán a la parte querellante, Pedro M. Santiago Franco, todas las
sumas pagadas en virtud del contrato de compraventa otorgado el 2 de abril de 2004,
incluyendo el valor del auto entregado en concepto de trade in e inmediatamente la parte
querellante devolverá el vehículo objeto de la presente controversia.
Transcurrido el término otorgado sin que la querellada haya cumplido nuestra
orden, la deuda comenzará a devengar intereses según la tasa prevaleciente en el
mercado.
Se apercibe a la querellada que de no cumplir con lo aquí ordenado, se le podrá
imponer una multa de hasta tres mil ($3,000.00) dólares y se tomará la acción legal
correspondiente para el cobro de la misma. El pago de la mencionada multa no la relevará
de cumplir con lo ordenado en la presente Resolución. A tales efectos, este Departamento
solicitará auxilio del Tribunal para hacer cumplir la orden.
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La parte querellante notificará a este Departamento por escrito, informando si la
parte querellada ha cumplido con lo ordenado. Si no se cumpliere, deberá someter una
moción informativa para procederse conforme a derecho. Si la parte querellante no
somete la mencionada información, dentro del término de diez (10) días contados desde
que se cumpla el plazo de la Orden, se entenderá que la querella fue resuelta y se
procederá al cierre y archivo de la misma.
Aquella parte afectada por la presente Resolución podrá solicitar al Departamento
una reconsideración de la misma, en el plazo de veinte (20) días contados a partir de la
fecha de archivo en autos de dicha resolución. En la alternativa podrá la parte afectada,
acudir directamente al Tribunal de Circuito de Apelaciones en Revisión Judicial,
dentro del término de treinta (30) días del archivo en autos de la resolución emitida, Ley
Número 247 del 25 de diciembre de 1996. Severiano Aponte Correa vs. Policía de
Puerto Rico, 96 JTS 157 (1996). Los términos comprendidos en los presentes
apercibimientos se computan basado en días naturales.
Si la parte afectada opta por solicitar la reconsideración de la resolución emitida,
dicha solicitud deberá ser por escrito, consignándose claramente la palabra
Reconsideración como título y en el sobre de envío. Dicha reconsideración deberá ser
enviada a la Oficina Regional de Caguas de este Departamento, localizada en el
Centro Gubernamental, Primer Piso, Oficina 103, Apartado 1031, Caguas, Puerto
Rico 00726. Copia de la solicitud deberá ser enviada a la otra parte. De no hacerlo así,
la presente Resolución advendrá final y firme.
Si el Departamento dejare de tomar alguna acción con relación a la moción de
reconsideración dentro de los quince (15) días de recibida, se considerará rechazada de
plano, por lo cual el término de treinta (30) días para solicitar Revisión Judicial al
Tribunal de Circuito de Apelaciones comenzará a contar a partir de ese momento.
Si el Departamento tomase alguna determinación sobre la reconsideración
radicada, el término para solicitar Revisión Judicial empezará a contarse desde la fecha
en que se archivó en autos una copia de la notificación de la Resolución de la Agencia,
resolviendo definitivamente la reconsideración solicitada. Dicha Resolución deberá ser
emitida y archivada en autos dentro de los noventa (90) días siguientes a la radicación de
la reconsideración. De lo contrario, la agencia perderá jurisdicción sobre dicha solicitud
de reconsideración y el término para solicitar Revisión Judicial empezará a contarse
nuevamente a partir de la expiración del plazo de noventa (90) días, salvo que el
Departamento por justa causa y previo al vencimiento del término de noventa (90) días
prorrogue dicho término por un período que no excederá de treinta (30) días adicionales.
En Caguas, Puerto Rico, a 26 de enero de 2006.
Querella Núm.: 400004858
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Lcdo. Alejandro García Padilla
Secretario
Lcda. Ruth Fonseca Benítez
Directora
____________________________
Lcdo. Edgardo López Carrasquillo
Juez Administrativo
AGP /RFB /elc
REMITIDO POR CORREO HOY _____________________________
CERTIFICO que copia de este documento fue archivado en autos y enviado a las
siguientes personas:
Pedro M. Santiago Franco
Apartado 404
Cayey, PR 00737-0404
Caguas Auto Mall
PO Box 304
Cidra, PR 00739
Lcdo. Enrique González Martí
PO Box 372347
Cayey, PR 00737-2347
Banco Bilbao Vizcaya
PO Box 364745
San Juan, PR 364745
San Juan, PR 00936-4745
Alberic Prados Bou
PMB 339
200 Rafael Cordero Ste. 140
Caguas, PR 00725-3757
____________________
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