MSJ Iglesia ¿Es posible un nuevo enfoque en la moral sexual católica? Nos preguntamos si las normativas valóricas tradicionales en lo sexual no estarán interpelando con resabios de catequesis antigua, mientras en lo económico y político ellas han progresado y se dirigen al hombre moderno en una perspectiva adulta y de autonomía. Cristián Barría Iroumé Médico psiquiatra, terapeuta de pareja L os obispos han hablado sobre temas de moral social estimulando un debate público sobre la equidad de los salarios, lo que muestra la credibilidad que tiene la Iglesia en nuestro país en aspectos vinculados a la justicia social. Ahora bien, la buena acogida de su discurso social contrasta con la menor recepción y, ocasionalmente, el rechazo en ciertos sectores de la población cuando la misma Iglesia se pronuncia sobre asuntos de moral sexual. Reflexionaremos sobre este contraste a partir de un trabajo del teólogo jesuita francés Jean-Ives Calvez, quien estudió las diferencias entre la moral social y la moral sexual católicas en un importante artículo1, llegando a la conclusión que la conducta de la jerarquía es muy diferente en estos dos campos. Lógicamente, en ambos la Iglesia entrega una guía moral pero, según Calvez, el modo de hablar en cada campo —el método— es muy diferente. La opinión 14 590 06 moral sexual.indd 14 Hace falta mejorar la capacidad de orientar de la Iglesia en temas de moral sexual. de este autor nos parece significativa porque se trata de un teólogo experto en temas sociales, que es crítico con el método de la moral sexual católica oficial aun cuando comparte completamente la doctrina tradicional en lo sexual. EL MÉTODO DE LA MORAL SOCIAL Calvez destaca que la manera de proclamar la enseñanza eclesial en los temas sociales y económicos es sobre la base de “principios de reflexión”, de “orientaciones para la acción” y también de “criterios de juicio” morales (expresiones del nuevo Catecismo), los que son entregados a los fieles con el fin de inspirar su conducta práctica. Así, la Iglesia en lo social “habla con matices” distinguiendo varios niveles en lo moral, reconociendo “una graduación” en este ámbito y aceptando la importancia de “los recursos de la sabiduría y las ciencias humanas.” Todo esto permite que los fieles tengan un espacio de discernimiento a la hora de tomar decisiones en su vida real y concreta. La Iglesia proclama valores y criterios que deben guiar la acción de las personas. En el plano social y económico, entonces, la Iglesia no desciende al nivel de los detalles de la acción. La solución deberá ser hallada por los propios fieles, quienes en su actuación cotidiana o política van incorporando (o no) esos valores según su personal circunstancia. En estos ámbitos de la vida se deja “la aplicación al juicio de cada creyente.” Según Calvez este método de abordaje en la enseñanza moral de la Iglesia está ya generalizado, encontrándose en las encíclicas sociales y en el nuevo Catecismo. Calvez resume el espíritu magisterial en el campo social: “orientar” y no “dictar”, señalando también un rasgo de modestia en el discurso magisterial. Diciembre 2007 23/11/07 22:18:55 Gustave Klimt, El beso Confirmando que la prudencia es lo adecuado a la Iglesia, ha sucedido en el pasado que cuando la Iglesia ha tomado la decisión de pronunciarse en concreto en asuntos sociales, con frecuencia se ha equivocado, debiendo posteriormente corregirse. Este fue el caso de la aceptación por siglos de instituciones como la esclavitud y también de la tortura, esta última aceptada como procedimiento jurídico por moralistas hasta el siglo XVIII2. En tales casos la Iglesia no logró ir más allá de la cultura de su época. En el debate actual en Chile sobre equidad y salario, encontramos efectivamente los rasgos descritos por Calvez. La Iglesia chilena señala criterios valóricos y deja a las propias personas el juicio específico y concreto abriendo por tanto un espacio a la autonomía y discernimiento del laico. De acuerdo con esto vemos que en el editorial de Mensaje de septiembre dedicado al tema, se concluye: “A los laicos comprometidos con la Iglesia les corresponde concretar en fórmulas específicas esos llamados de sus pastores.” DIFERENCIA DE LA MORAL SEXUAL ¿Qué ocurre en cambio en el tema sexual? Pues que el discurso moral de la Iglesia adopta un método muy distinto: el lenguaje con gradaciones y matices del terreno social se abandona para pasar a un lenguaje “más bien abrupto en lo sexual” y también a “un lenguaje de normas, de lo lícito y de lo ilícito.” En el terreno de lo sexual el magisterio desciende al detalle concreto, quedando poco y nada de espacio al discernimiento de los fieles. Calvez ejemplifica con la enseñanza católica sobre un tema moral emergente en la vida moderna, la fertilización asistida, según el documento Donum Vitae. Allí se denuncia como moralmente reprochable la fecundación asistida al interior del matrimonio, procedimiento en que se utiliza esperma del marido 1 2 para fertilizar el óvulo de la esposa. (“la fecundación homóloga in vitro es en sí misma ilícita y contraria a la dignidad de la procreación y de la unión conyugal” B5). Este rechazo se fundamenta en la unidad entre amor y fecundidad que, según la doctrina tradicional, debe estar en la base de toda actuación sexual, unidad que se rompería en este caso, según el texto magisterial. Otro ejemplo de Calvez es la enseñanza sobre la masturbación, en que el magisterio reafirma su gravedad moral. La ausencia de matices y gradaciones hace pensar en que el viejo axioma de la “no parvedad de materia” se mantiene vigente, es decir que en lo sexual toda falta sería grave. El aporte de las ciencias como la psicología aquí sería débil (a diferencia de lo que ocurre ya en la moral social, en que las ciencias son significativas.) La enseñanza moral católica que desciende al detalle en el ámbito de la sexualidad parece dejar a los fieles solo la posibilidad de obedecer o rebelarse a la enseñanza. No hay espacio a la diversidad de situaciones, no hay variedad de opciones legítimas, no hay lugar al discernimiento propio. “Morale Sociale et Morale Sexuelle”, Etudes, Mai, 1993. Wolbert, “Werner, Los Actos en sí mismos malos”, en Teología moral en fuera de Juego, Dirección de Mieth, D. Herder, Barcelona 1996, p.178-179 Diciembre 2007 06 moral sexual.indd 15 591 15 23/11/07 22:18:55 MSJ Iglesia En lo que respecta a la sexualidad el magisterio enseña con precisión absoluta, con relativa independencia de las cambiantes condiciones históricas y sociales. Calvez: “no hay lugar para ninguna decisión moral propia de quien sea en la materia en cuestión, estando todo ya determinado (predecidido). El estilo es rigurosamente objetivo, normativo.” Este autor no analiza aquí el contenido de la doctrina, sino que se centra únicamente en el método y en la forma de exposición de ella, mostrando las diferencias en los dos campos3. En Veritatis Splendor se insiste: “la Iglesia enseña también a los fieles los preceptos particulares y determinados, y les pide considerarlos como moralmente obligatorios” 4. Este tipo de enseñanza moral católica que desciende al detalle en el ámbito de la sexualidad parece dejar a los fieles solo la posibilidad de obedecer o rebelarse a la enseñanza. No hay espacio a la diversidad de situaciones, no hay variedad de opciones legítimas, no hay lugar al discernimiento propio (lo que 3 4 sin embargo se acepta en el caso de la moral social.) Desde la perspectiva psicológica, agregaríamos nosotros que este método pedagógico en el campo de lo sexual sin matices ni gradaciones —es decir, esta precisión en la conducta esperada y la falta de autonomía de quien recibe la enseñanza— hace pensar en una pedagogía más apropiada al niño pequeño o bien a personas escasamente cultivadas, quienes efectivamente necesitan directivas precisas para saber a qué atenerse, pues se podrían confundir ante la sola enunciación de criterios. Nos preguntamos si las enseñanzas de la moral sexual tradicional no estarán interpelando al católico y al hombre de hoy, conservando resabios de cierta catequesis infantil, quizá antigua. Por el contrario, la moral católica en lo económico y político ya ha progresado en su formulación y de este modo interpela al hombre moderno en una perspectiva adulta y de autonomía, lo que le resulta razonable y es bien recibido, como hemos visto en estos días en nuestro país. CONTRADICCIÓN EN EL MÉTODO Calvez se interroga por qué en lo social se enseña de modo general y en cambio en lo sexual se prescriben conductas precisas. Lo sexual forma parte de lo social y no parece justificado que estén separados en el método de la moral. La idea de que en la sexualidad estaría en juego la vida humana, como posible fundamento para un tratamiento diferente de lo sexual, no le parece convincente a Calvez ya que en lo económico y social también suele estar en juego la vida (en situaciones de violencia y en la miseria). El teólogo ve una contradicción en la forma de proclamar las enseñanzas y, por el contrario, considera deseable una unidad de enfoque y metodología entre ambas enseñanzas. En su opinión, la enseñanza moral católica en lo sexual debe ir adoptando gradualmente el método de proclamar criterios y orientaciones. Calvez avanza En otros trabajos Calvez asume plenamente la doctrina moral magisterial tradicional sobre la sexualidad y el matrimonio. Ver Una Ética para Nuestra Sociedad en Transformación. Ed. Ciudad Nueva, B. Aires, 1993 Veritatis Splendor, nº110. 16 592 06 moral sexual.indd 16 Diciembre 2007 23/11/07 22:18:59 un paso más y sugiere que la moral sexual puede ir adaptando a su ámbito las variadas distinciones ya hechas en la moral social (como el distinguir entre “principio” por una parte y “aplicación” por otra; distinguir “valor” de “solución concreta” etc.). La moral sexual puede beneficiarse entonces de los avances del pensamiento religioso ya conseguidos en el ámbito social5. INNOVACIÓN EN LA MORAL SOCIAL Ahora bien, el método de hablar según criterios adoptado en el campo social es relativamente reciente en el tiempo, según Calvez, introduciendo así la variable de la historia. Más aún, uno de los factores que influyó en que la Iglesia adoptara esta nueva forma de enseñanza habría sido “el tomar en cuenta la reflexión de miembros de la Iglesia implicados en la situación en cuestión.” Esto llevó a un desarrollo en la doctrina. Por lo demás, escuchar a los fieles en la elaboración y enseñanza de una doctrina es una práctica en la Iglesia desde siempre. Agregamos que un ejemplo de participación de expertos, sean laicos o sacerdotes, fue el tomar en cuenta la experiencia de personas vinculadas al mundo administrativo y financiero, lo cual ayudó a modificar la antigua prohibición del cobro de intereses del dinero, considerado previamente pecado de usura. Subraya Calvez que el nuevo método usado en la moral social ha sido beneficioso en el contacto con el mundo secular pues ha “indiscutiblemente contribuido, en el pasado reciente, a volver más receptivas a muchas personas a las propuestas morales de la Iglesia.” La Iglesia se ha beneficiado en su capacidad de persuadir: “Las personas recibirán más voluntariamente, de parte de la Iglesia, principios de reflexión, criterios y orientaciones, que dejan abierto un campo de aplicación en medio de situaciones par5 6 7 8 ticulares que ellas deben aprehender por sí que Vidal ha desarrollado en forma muy mismas.” Vemos que tanto la elaboración completa justamente una moral sexual de la doctrina como la enseñanza de ella de criterios, principios y orientaciones se ven beneficiadas con la participación para guiar el discernimiento de los fieles.6 de expertos. Calvez considera que una en- Muchos otros teólogos europeos y ameriseñanza conforme a criterios y principios, canos, autores de importantes manuales sería el método más adecuado de proceder de formación en moral, han trabajado en la moral sexual en el futuro, pidiendo en una dirección semejante. También esfuerzos de investigación. el moralista norteamericano Charles ¿Cómo fue posible en el pasado esa Curran ha desarrollado su propuesta en gradual participación de personas impli- base a conceptos como “issues” y “direccadas en materias económicas y sociales? tions” los cuales “como vocablos implican Pues actualmente la participación de una ruptura epistemológica respecto a expertos laicos en la elaboración de una moral de rutas marcadas y cerradas: las enseñanzas sobre sugieren una moral donde sexualidad parece limise indican direcciones La moral sexual tada. En la práctica, lo dentro de un universo de puede ir adaptando a que suele ocurrir es la “puntos debatidos.”7 su ámbito las variadas reiteración de la ensePodemos mencionar distinciones ya hechas incluso un importante ñanza tradicional casi en la moral social sin cambios, frente a los documento magisterial —como el distinguir desafíos inéditos que va que desarrolló una proentre “principio” planteando la modernipuesta de orientaciones dad. Precisamente las para el juicio moral de y “aplicación” o técnicas de fertilización los fieles: es la conocida “valor “de “solución asistida son una oferta carta pastoral de tres concreta”— y puede nueva de la medicibeneficiarse entonces obispos alemanes sobre na moderna a parejas el tema de los segundos de los avances del sin hijos, descubierta matrimonios y el discerpensamiento religioso nimiento de su relación recién en el siglo XX. en esa área. Pero este tema parece con los sacramentos. haberse abordado con En ella los obispos exuna moral construida presan: “disponemos hoy en épocas en que estos de algunos criterios de problemas aun no existían, pues las bases discernimiento que son de gran ayuda para de la moral sexual católica fueron elabo- establecer las diferencias... y para valorar radas por hombres de la Antigüedad y el las distintas situaciones. Sólo un sincero Medioevo, esencialmente san Agustín y examen puede conducir a una decisión santo Tomás. de conciencia responsable”, enumerando enseguida ocho criterios.8 Vemos entonces que para muchos CRITERIOS PARA GUIAR teólogos y algunos pastores ya es comEL DISCERNIMIENTO pletamente posible una moral sexual con un nuevo método y han avanzado Calvez menciona un autor innovador en esa dirección, convergiendo con las en la moral sexual, el moralista español ideas de Calvez. Por ejemplo, la propuesta moral de Marciano Vidal. Pues bien, nos parece Según el teólogo Bruno-Marie Duffé la propuesta de Calvez “es más que requerir una metodología, es abrir el camino a una concepción de la moralidad que se apoyaría mucho más en la dignidad de la persona que en la conformidad a un imperativo.” O.c. p.179 Melloni A. Las recientes Notificaciones Sobre Obras de R. Mesner, J. Dupuis y M.Vidal, Concilium nº298, Nov.2002, p.149. También C. para la Doctrina de la Fe, Notificación sobre algunos escritos del R. P. Marciano Vidal, C.Ss.R.http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents Gómez Mier, Vicente. La Refundación de la Moral Católica, Ed.Verbo Divino, 1995, Pamplona p. 222 Gómez hace un estudio sobre el pensamiento innovador posterior al Vaticano II en autores como Curran, Häering, Vidal y nuestro conocido moralista Tony Mifsud, quien pone su propuesta precisamente bajo el título del discernimiento. Principios para el acompañamiento pastoral de personas cuyo matrimonio ha fracasado o separadas y vueltas a casar. O. Sauer, W.Lehman,W.Kasper, Pastoral del 10 de julio 1993, en Mifsud, T. Divorcio, Preguntas y Respuestas, San Pablo, Santiago, 1995 p.151 (subrayado nuestro). Diciembre 2007 06 moral sexual.indd 17 593 17 26/11/07 12:51:19 MSJ Iglesia Vidal con respecto a la masturbación del adolescente abandona la idea de aplicar normas de validez universal a cada caso concreto. Asume la psicología propia de esta etapa evolutiva, considera el conjunto de la vida y personalidad del joven, llegando a discernir que en ciertos casos “no todo acto de masturbación es ‘objetivamente grave’ ”9. También otros autores de tratados de moral (Häering, Mifsud) han desarrollado ampliamente un nuevo método, aplicado a todos los grandes temas de la moral sexual, lo que en Chile lamentablemente parece no ser muy conocido fuera del ámbito de los especialistas. De continuar este progreso, lo que hoy en día es normal en moral social, es decir que los fieles tengan un espacio “para juzgar por ellos mismos,... sirviéndose de las enseñanzas eclesiales” (en expresión de Calvez), podría en el futuro extenderse también a la moral sexual oficial. Sin embargo, debemos reconocer que este método nuevo de abordar la moral sexual es aún relativamente reciente en el tiempo, no siendo hasta ahora aceptado y asumido por el magisterio, que mantiene predominantemente el método tradicional que conocemos, severamente normativo y detallado. Creemos que hace falta mejorar la capacidad de interpelación social de la Iglesia en temas de moral sexual. Consideramos que en materia sexual está pendiente el aggiornamento que la Iglesia vivió en el gran acontecimiento del Concilio Vaticano II, que en tantos temas reflexionó en dirección renovadora, pero que excluyó la sexualidad de los temas en debate. En los años sesenta la Iglesia quizá no estaba madura para una reflexión común y compartida sobre la sexualidad ¿Cuándo lo estará? La sexualidad es un tema en el que la modernidad necesita una palabra religiosa auténtica y creíble, área en que el magisterio hasta ahora no ha logrado hacerse escuchar satisfactoriamente.10 CONCLUSIÓN Contrastamos el método de la moral de la Iglesia en los ámbitos social y sexual. El hombre de la modernidad es receptivo a una enseñanza social, que ya es oficial, que le propone criterios y valores que él puede asumir en su conducta con un margen de decisión según las condiciones singulares de su vida. Concordamos con Calvez y otros autores en que la forma de enseñar se- gún criterios, adoptada ya en lo social, parece la más adecuada a la cultura moderna también en el ámbito de la moral sexual. Por el contrario, una enseñanza moral sexual que ordena conductas detalladas, sin margen de discernimiento en las diferentes situaciones de vida es más probable que sea rechazada por el hombre y la mujer actuales, quienes reivindican espacios de autonomía y quizá ya no comprenden otra forma de interpelación. Parece estar pendiente un eventual reestudio en la doctrina moral católica oficial que ponga al día el método en la moral sexual con la forma de elaborar y proclamar la enseñanza, ya aceptado en el resto de la moral social de la Iglesia. Este estudio modernizador está muy avanzado ya en los trabajos de los grandes moralistas católicos. Nos preguntamos si en un gesto de caridad la comunidad de los católicos no podríamos volver a hacernos la pregunta de Pablo VI en 1968: “El nuevo estado de cosas hace plantear nuevas preguntas... ¿no será indicado revisar normas éticas hasta ahora vigentes, sobre todo si se considera que las mismas no pueden observarse sin sacrificios algunas veces heroicos?”11. MSJ 9 Moral de Actitudes, Moral del Amor y de la Sexualidad, TII, 2ª parte,Covarrubias, Madrid,1991, p.332 Entre los católicos en Chile hay “un masivo 95 % favorable al condón para prevenir el sida, así como un 95 % de partidarios de los métodos artificiales de prevención de natalidad”, Bentué, Antonio. “La Opinión de las Mayorías en la Iglesia”. Mensaje nº545, diciembre 2005. 11 Humanae Vitae nº3. 10 Hotel Acacias de Vitacura Salas de Conferencias Luz Natural, Jardines, Asados Corporativos. 211 8601 www.hotelacacias.cl [email protected] 18 594 06 moral sexual.indd 18 Diciembre 2007 26/11/07 12:51:20