EL LAZARILLO DE TORMES INTRODUCCIÃ N

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EL LAZARILLO DE TORMES
INTRODUCCIÃ N
El “Lazarillo de Tormes” es la primera novela del género picaresco. De esta obra se extraerán todas
las caracterÃ−sticas que se aplicarán a las siguentes novelas para decidir si son picarescas o no.
Fue publicada en 1554 y prohibida cinco años después. La Inquisición la acusaba de transmitir
ideas erasmistas, por sus crÃ−ticas a la Iglesia.
Nunca se supo quién fue su autor. Se cree que era judÃ−o y que ocultó su identidad para no tener
problemas.
La originalidad del Lazarillo radica en hacer protagonista a un personaje sacado de las capas más
bajas de la sociedad, y el ambiente de miseria y pobreza en el que transcurre la acción. Dado que el
público lector pertenecÃ−a normalmente a las clases altas, las novelas que se publicaban retrataban
únicamente a dicha clase social.
Cierta parte de la crÃ−tica cree que la novela picaresca surgió como reacción al idealismo que estaba
de moda con las novelas de caballerÃ−as y pastoriles. Otros creen que es resultado de la corriente
realista propia del reinado de Felipe II y tÃ−pica de la literatura española.
CARACTERÃ STICAS DE LA NOVELA PICARESCA
Para que una novela sea considerada picaresca, tiene que cumplir las siguientes condiciones:
• forma epistolar: narrador en primera persona que aporta un punto de vista subjetivo.
• utilización del flash-back. El narrador es adulto, pero cuenta la historia desde que era un niño.
• justificar un estado de deshonra.
• el protagonista es el pÃ−caro: niño de orÃ−genes miserables que debe servir a varios amos y robar
para no morir de hambre.
• acabar siempre mal y no salir de la miseria.
• no llegar nunca a ser honrado.
ARGUMENTO Y ESTRUCTURA
Su argumento es el siguiente: el niño Lázaro, hijo de un molinero ladrón y de una madre prostituta,
es entregado a un ciego para servirle de guÃ−a. Está con varios amos sin salir de pobre, hasta que se
hace mayor y experto en el arte de robar. Consigue un empleo de pregonero en un pueblo de Toledo, a
cambio de consentir las relaciones del Arcipreste con su esposa.
La novela consta de siete tratados y tiene forma epistolar. La carta está escrita por el protagonista
para justificar ante una autoridad su estado de deshonra. Lázaro manda una carta a un tal Vuesa
Merced para intentar acallar las habladurÃ−as que relacionan a su mujer con el cura del pueblo del
que Lázaro es pregonero.
La novela picaresca debe estar protagonizada por un niño procedente de familia innoble. AsÃ−, el
padre de Lázaro era ladrón y es mandado al exilio, donde fallece. La madre entabla entonces
relaciones con un moro, con el que tiene un hijo. El moro Zaide también acaba en la cárcel por
robar y la madre de Lázaro tendrá que deshacerse de él para no tener una boca más que
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alimentar.
La estructura no es equilibrada. Los tres primeros tratados son mucho más extensos que los demás.
Entre ellos se da una progresión argumental ascendente, ya que cada uno de los amos le hace pasar
más hambre que el anterior. En el tercer tratado se produce un cambio de rol, ya que es el criado el
que tiene que dar de comer al amo.
Los últimos episodios no aportan nada esencial a la evolución psicológica del personaje, mientras
que los tres primeros constituyen su aprendizaje como pÃ−caro. El último tratado, en el que Lázaro
entra al servicio del Arcipreste, constituye el motivo de la existencia del resto de la novela.
Los tratados, aunque difieren en longitud, presentan una estructura idéntica:
• presentación del amo, a través de la descripción
• estado actual de Lázaro
• narración de episodios anecdóticos
• modificación de Lázaro
• separación de amo y criado
FRAILE DE
CIEGO
C.MAQUEDA ESCUDERO LA
BULDERO
MERCED
No hay
Pidiendo
Pidiendo
mujercillas”
PRESENTACIÃ N En la posada
datos
limosna
limosna
Abandonado
Su madre no Pidiendo a la
No hay
Pidiendo por
ESTADO DE
por el
puede
puerta de la
datos
las puertas
LÔZARO
escudero
mantenerlo iglesia
Engaño
El toro-el
No hay
entre
jarro-la
El arca
El muerto
EPISODIOS
datos
buldero y
longaniza-el
alguacil
poste
CAPELLÔN ARCIP
A travÃ
amigos
En la iglesia
No hay datos No hay
Boda d
Lázar
No hay datos
criada
Arcipre
La muj
Lázaro se
Lázaro se
Lázar
No hay
Episodio de Episodio de la Embargan al
vuelve
cansa de
MODIFICACIÃ N
amante
datos
la longaniza culebra
escudero
orgulloso
andar
Arcipr
El criado
Lázar
El amo
El amo
El criado
El criado
No hay
abandona al abandona al
abandona al el estad
SEPARACIÃ N
abandona al despide al
datos
amo
servilis
amo
criado
criado
amo
Otra cuestión es la de la estructura que cada tratado presenta independientemente. La estancia con el
ciego tiene una estructura circular, ya que empieza y acaba con la misma burla: un golpe contra una
piedra, sólo que se invierten los papeles de emisor y receptor. El niño Lázaro que recibe la
calabazada al principio ha madurado lo suficiente como para pagar al ciego con la misma moneda al
final del tratado. Esta maduración se produce a base de tretas que el ciego hace a Lázaro, que
aumentan progresivamente en crueldad, hasta que Lázaro decide abandonarlo tras el episodio de la
longaniza. Curiosamente, no son los malos tratos fÃ−sicos lo que le hace tomar la decisión; lo que
más le molesta es que el ciego cuente a los demás las supuestas jugarretas de Lázaro, haciéndole
quedar mal cuando es inocente.
La estructura del clérigo de Maqueda es lineal, `pero dominada por un sistema de turnos, en el que el
cura se ocupa de deshacer lo que Lázaro hace (el arca). Es el amo el que despide al criado.
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En el tercer tratado domina también una estructura lineal, que podemos dividir en tres partes:
• Encuentro entre Lázaro y el escudero. Lázaro lo cree rico, pero se va desengañando
progresivamente hasta que se da cuenta de que no tiene dinero.
• Lázaro empieza a pedir limosna para alimentar a ambos.
• Vienen a embargar al escudero y éste abandona a Lázaro. Se produce el cambio de rol.
El tratado cuarto, a pesar de su brevedad, presenta una estructura clara: primero describe al fraile de
la Merced y después explica las causas por las que lo abandona.
En el quinto tratado hay una parte de presentación de los personajes del buldero y el alguacil; a
continuación se narra el episodio del engaño y después Lázaro explica que lo abandona.
El sexto tratado narra brevemente la estancia de Lázaro con un maestro de pintar panderos y su
empleo como aguador con el capellán.
En el séptimo y último tratado cita por encima su estancia con el alguacil para ya centrarse en su
último amo, el Arcipreste, y en su boda con la criada. Explica los rumores que circulan por la ciudad y
cómo ha decidido no hacerles caso, pues se pondrÃ−a en peligro su estabilidad económica.
TEMAS
En el “Lazarillo de Tormes” hay tres temas dominantes y repetitivos: la honra, la religión y el hambre.
Precisamente, Lázaro cuenta su historia para justificar un estado de deshonra. En el primer tratado
alude a sus orÃ−genes deshonrosos. Al final, Lázaro tiene claro que el ciego, completamente
desprovisto de honra, es tan deshonroso como sus amos supuestamente honrados, es decir, todos los
demás. Se da cuenta de que para triunfar en el mundo no hace falta ser honrado, sino sólo
aparentarlo.
La honra es tema principal en el tercer tratado, el del escudero, y en el séptimo, el del Arcipreste,
pero subyace en todos los demás como secundario. Los personajes supuestamente honrados se
aprovechan de esa supuesta honra para cometer toda clase de fechorÃ−as y actos, verdaderamente,
poco “honrados”.
El tema de la religión está presente en todos los tratados, menos en el tercero. No olvidemos que uno
de los oficios del ciego era “rezar” y que enseña a Lázaro a ayudar en misa, hecho determinante
para que Lázaro entre a servir al cura de Maqueda. La crÃ−tica a la Iglesia empieza en este segundo
tratado, ya al señalar Lázaro que no sabÃ−a si el cura era mezquino por naturaleza, o lo llevaba
“aparejado con el hábito de la clerecÃ−a”. Si este amo era sólo mezquino, del fraile sospechamos que
tenÃ−a tratos carnales con mujeres e incluso con hombres. El siguiente amo perteneciente al clero, el
buldero, se lucra aprovechándose de la credulidad de los fieles; el capellán se aprovecha del trabajo
de Lázaro como aguador y el último, el Arcipreste, supone el más alto grado de perversión, al
mantener relaciones ilÃ−citas con la mujer de Lázaro.
El tema del hambre y su remedio es el hilo conductor de los tres primeros tratados, que forman una
unidad temática: la del aprendizaje de Lázaro en el mundo de la picaresca. El hambre de Lázaro va
“in crescendo” a medida que cambia de amo, y funda sus afectos según el amo remedie o no su
hambre. De hecho, es el hambre la que aguza el ingenio de Lázaro, y no otra cosa. Lázaro
madurará cuando deje de pasar hambre. En estos tres tratados aparecen la mayorÃ−a de los
elementos folclóricos de la obra, como el episodio de las uvas o el del muerto, que están sobradamente
documentados en la literatura popular española. El segundo tratado recrea el mito del velo de
Penélope.
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TEMA
SUBTEMAS
CIEGO
Hambre
C.MAQUEDA ESCUDERO FRAILE
Religión
Honra
Religión
Hambre
Hambre
Noble
Cura sin fe
Cura sin fe
arruinado
PROTOTIPO
Marginado
social
DE QUÃ
VIVE
De
De
aprovecharse De las
aprovecharse
legalmente de apariencias
de los demás
los demás
FUNCIÃ N
Profética
De
aprendizaje
PECADO
Avaricia
Avaricia
CAPITAL
LOS AMOS DE LÔZARO
De cambio
de rol
Soberbia
BULDERO
Religión
Honra
PÃ−caro
adulto
CAPELLÔN ARCIPRE
Honra
honra
religión
Cura sin fe
De
aprovecharse De Lázaro
de los demás
Cura sin f
Entre otra
cosas, de
vender los
vinos que
pregona
Lázaro
De
explicaciÃ
De
Lázaro pasa De
transición a ser testigo transición
Soberbia (de
Lujuria
Avaricia
lujuria
Lázaro)
Todos los amos responden a un prototipo social de la época. El ciego, al de marginado social. Durante
los últimos años del reinado de Carlos I, la crisis económica hizo que el paÃ−s se poblase de sujetos
de semejante calaña. Vive de aprovecharse de los demás, y su función es de maestro del Lazarillo
en el arte de la picaresca , al mismo tiempo, de profeta sobre el futuro de Lázaro. Se caracteriza
principalmente por su avaricia.
El segundo amo, clérigo de Maqueda, responde a otro prototipo muy tÃ−pico de la época: el del
cura sin fe. Vive de aprovecharse de los demás escudado en su sotana: de los bollos de pan que le
traen, de las limosnas de la Iglesia y de los convites a los velatorios. Para Lázaro tiene una función de
aprendizaje, pues con él tiene que aguzar mucho más el ingenio para acceder al contenido del arca.
Se caracteriza por una avaricia mucho mayor que la del ciego, precisamente para hacer una crÃ−tica a
la Iglesia.
El escudero es el prototipo de una clase social muy abundante a mediados del siglo XVI: el hidalgo
arruinado. Vive principalmente de las apariencias, preocupándose más de que la gente no se entere
de que no tiene dinero que de buscar trabajo o comida. Su inconsciencia le lleva a tomar un criado al
que no puede mantener. Su función en la obra es de cambio de rol, al ser alimentado por su criado y al
abandonarlo. Se caracteriza principalmente por su soberbia, pues ningún trabajo es de su gusto y
pretende que se le reconozca por más noble de lo que es.
El fraile, con el que pasa muy pocos dÃ−as, vuelve a ser prototipo de cura sin fe. Vive de ser convidado
en diversos festejos y conventos. Su función es de transición del Lázaro niño al adulto. Se
caracteriza por su lujuria, ya que es presentado a Lázaro por unas prostitutas y se sospecha que
Lázaro lo abandona por intentar abusar de él.
El quinto amo es un buldero que vive de aprovecharse de la credulidad de los fieles, es el prototipo de
pÃ−caro adulto, como muy bien podrÃ−a haber sido Lázaro de haber seguido en la picaresca. Su
función en este tratado es de protagonista, y Lázaro pasa a ser espectador. Se caracteriza
principalmente por su avaricia.
El capellán, nuevamente ejemplo de cura sin fe, vive de Lázaro, o más bien de su explotación
laboral, ya que Lázaro se encarga de vender su agua. El capellán le da una comisión mÃ−nima con
la que se compra sus primeras ropas, usadas, pero le hace desear llevar una vida honrada, por lo que el
papel de este amo es de transición entre el Lázaro pÃ−caro y el Lázaro pregonero. En este caso es
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Lázaro el que sufre de soberbia y abandona al amo porque ese trabajo le parece poco para él.
El último amo es el Arcipreste de San Salvador, nuevamente prototipo de cura sin fe. Con él se
cumple la profecÃ−a del ciego. Vive de la venta de los vinos que pregona Lázaro. El negocio le sale
redondo, pues siendo supuestamente benefactor de Lázaro, hace que éste venda sus vinos
aprovechando su trabajo de pregonero y que esconda sus relaciones con la criada casándolo con ella.
Su función es de explicación, pues la estancia con este amo es la responsable de que el Lazarillo
cuente la historia de su vida.
El Arcipreste, como todos los amos pertenecientes a la Iglesia, se caracteriza por su avaricia, pero
también por su lujuria.
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