Número especial – Noviembre 2009 Comisión Europea ¿En qué situación se encuentra? ISSN 1830-8007 Revista del Espacio Europeo de la Investigación La investigación europea research*eu, la revista del Espacio Europeo de la investigación que pretende ampliar el debate democrático entre la ciencia y la sociedad, está escrita por periodistas profesionales independientes. Presenta y analiza proyectos, resultados e iniciativas cuyos actores, hombres y mujeres, contribuyen a reforzar y a federar la excelencia científica y tecnológica de Europa. research*eu se publica en inglés, francés, alemán y español, a razón de diez números al año, por la Unidad de Comunicación de la DG de Investigación de la Comisión Europea. research*eu Redactor jefe Rédacteur en chef Michel Claessens editorial La gran integración ¿Hacia dónde se dirige la investigación europea? En el año 2000, al decidir los líderes de la Unión Europea crear un “Espacio Europeo de la Investigación” (EEI, que sería para el conocimiento el equivalente de lo que es el mercado único para la economía), actuaron con resolución para paliar uno de los principales puntos débiles de la Unión Europea, a saber, la fragmentación de los programas y de las iniciativas de investigación. Casi diez años más tarde, la presente revista hace balance del camino recorrido… ¡y del que queda por recorrer! En el contexto europeo actual, en el que las inversiones en investigación se están estancando, ¿Europa todavía tiene peso en la ciencia mundial? Hay que plantear esta pregunta. Sea cual fuere la respuesta, lo cierto es que la estrategia europea cuenta con numerosas innovaciones. El EEI promueve la integración y la cooperación a todos los niveles: no sólo entre investigadores e industriales sino también entre gestores y responsables, entre programas y políticas; y, especialmente con el Séptimo Programa Marco de Investigación, más allá de las fronteras europeas. Por ejemplo, los países asiáticos están intentando importar el concepto a sus países. Soñar no cuesta nada ¿Y si la experiencia europea fuera precursora de un “Espacio Mundial de la Investigación”? El futuro nos lo dirá. Por ahora, la realización del EEI es un paso importante hacia la instauración de una auténtica política europea de la investigación que, evidentemente, se espera que sea fructífera. El futuro se está escribiendo ya hoy. Michel Claessens Redactor jefe Las opiniones presentadas en este editorial, así como en los artículos de este número, no comprometen de forma alguna a la Comisión Europea Formulario de suscripción a la versión impresa de research*eu La revista research*eu es gratuita. Para abonarse, cambiar la dirección de envío, modificar las modalidades de su abono o rescindirlo, la forma más rápida y segura es hacerlo en la página web: http://ec.europa.eu/research/research-eu/ Asimismo, podrá pedir antiguas ediciones, también gratuitas. También puede rellenar este formulario con letra de imprenta y enviarlo a la dirección siguiente: research*eu ML DG1201 Boîte postale 2201 L-1022 Luxembourg Nombre : ........................................................................................................................................................ Versión(es) lingüística(s) que desea recibir: francesa inglesa alemana española Si desea recibir varios ejemplares de una versión lingüística determinada, puede enviar su formulario con su dirección completa y una breve justificación. • por correo electrónico: [email protected] • por fax (+32-2-295 82 20). Organización : ..................................................................................................................................... Dirección : ................................................................................................................................................... ........................................................................................................................................................................................... Código postal : .......................... Ciudad : ....................................................................... País : ....................................................................................................................................................................... Si desea obtener uno o varios ejemplares de números anteriores, envíe un mensaje por correo electrónico o por fax. Revisores de Relecteurs versions las versiones linguistiques lingüísticas Julia Acevedo Maria Antonia (ES), Jiménez Gerard Nevado Bradley (español), (EN), Régine Bradley Gerard Prunzel (inglés), (DE) Régine Prunzel (alemán) Coordination générale Jean-Pierre Geets, Coordinación general Charlotte Lemaitre Jean-Pierre Geets, Charlotte Lemaitre Coordination rédactionnelle Christine Rugemer Coordinación de redacción Jean-Pierre Geets Journalistes Didier Buysse, Consejero editorial Kirstine de Caritat, PatrickBuysse Didier Philipon, Christine Rugemer, Yves Sciama, Mikhaïl Stein Periodistas Traductions Audrey Binet, Laurence Buelens, AndreaBuysse, Didier BroomMarine (EN), Martin Cygler, Clissold Clara Delpas, (EN), SilviaDubuisson, Élise Ebert (DE), Stéphane Michael Lomax Fay, Elisabeth (EN), Consuelo Jeffries, Isabelle Manzano Noirot, (ES)Mikhaïl Stein, Julie Van Rossom Graphisme Gérald Alary (chef de projet), Traducciones Andrea Broom (EN),en Martin Xavier Pihen (mise page),Clissold (EN), MarieEbert Silvia Goethals (DE),(coordination Michael Lomax et suivi (EN), de production), Consuelo Manzano Françoise (ES)Jaffré (correction des épreuves FR), Richard Jones (correction des Diseño épreuves EN), Sebastian Petrich (correction Gérald Alary (jefe François des des épreuves DE), de D.Aproyecto), Morrell (correction Xavier Pihen épreuves ES) (paginación), Christopher Moloughney (coordinación y seguimiento Iconographie de la producción), Daniel Wautier (corrección Christine de pruebas Rugemer en francés), Richard Jones (corrección de pruebas en inglés), Sebastian Version(corrección Web Petrich de pruebas en alemán), Charlotte D.A. MorellLemaitre (corrección de pruebas en español) Dominique Carlier Búsqueda de ilustraciones En couverture Christine Rugemer Tua, orang-outan du zoo de Philadelphie © Chris Herzfeld Ilustraciones Laurent Durieux Impression Bietlot, Gilly Versión en línea (BE) Charlotte Lemaitre Production générale PubliResearch Impresión Bietlot, Gilly (BE) Ce numéro a été tiré à 126 000 exemplaires. Toutes les éditions Producción general de research*eu sont consultables en ligne sur http://ec. PubliResearch europa.eu/research/research-eu La tirada de este número Éditeur es de 126.000 responsable ejemplares. Michellas Todas Claessens ediciones de research*info se Tél. : pueden consultar +32 2 en 295línea 99 71 en la página web Faxla: DG de Investigación: de +32 2 295 82 20 Courriel : [email protected] http://ec.europa.eu/research/research-eu Editor © Communautés responsable: européennes, 2008 Reproduction Michel Claessens autorisée, moyennant Tel. : +32 2 295 mention 9971 de la source Fax : +32 2 295 8220 Ni la Commission européenne ni aucune Correo electrónico: personne agissant au nom de [email protected] la Commission ne sont responsables de l’usage © Communautés qui pourrait européennes, être fait des2009 informations contenues Reproducción autorizada, dans si secette menciona publication la fuente. ou des erreurs éventuelles qui, malgré le soin apporté à la préparation Ni Comisión Europeay ni ninguna persona deslatextes, pourraient subsister. que la represente son responsables del uso que pueda hacerse de la información que contiene esta publicación ni de los errores eventuales que puedan subsistir a pesar del esmero en la preparación de estos textos. ÍNDICE 4 Europa ij d en la encrucijada 20 De Descubrir los tesoros ocultos Una nueva subvención para las PYMEs anima a las perlas de la innovación europea. ENTREVISTA 6 “Sólo la unión hace la fuerza” José Manuel Silva Rodríguez, director general de la Dirección General de Investigación, expone los avances del Espacio Europeo de la Investigación y los obstáculos que quedan por superar para su realización. TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS EUROSTARS EU PROGRAMACIÓN CONJUNTA 22 “Alzheimer”, una iniciativa piloto Luchar contra la enfermedad de Alzheimer se ha convertido en una prioridad para los Estados miembros y los asociados, que coordinan sus fuerzas con una programación conjunta. conjunta INTERNACIONAL 8 Una potencia indiscutible con fallos persistentes La Unión Europea sigue siendo una potencia ncia científica de primer orden, pero está bajando ando puestos. La principal causa es la insuficiente nte financiación privada en investigación, en n particular, en las altas tecnologías. BALANCE 10 ¿Quién ha hablado de Lisboa? A la Unión Europea le falta mucho para lograr su objetivo de invertir el 3 % del PIB en investigación. Sin embargo, la estrategia de Lisboa es más necesaria que nunca para hacer frente a los desafíos del siglo XXI. ESPACE 12 La investigación espacial, un concentrado de EEI La colaboración entre la Unión Europea y la ESA, o la realización d del Espacio Europeo de la Investigación en eel campo espacial. esp ¡D ¡Dibújame Dibújame el E EEI! HISTORIA 16 La investigación europea, paso a paso El Espacio Europeo de la Investigación, lanzado en el año 2000, empezó a gestarse en los años ochenta. ORGANIZACIÓN 18 El EEI de un vistazo Se puede hablar de la dinámica del Espacio Europeo de la Investigación… o dibujarla. COOPERACIÓN INTERNACIONAL 36 ¿Dónde se sitúan las fronteras de la investigación? La dimensión internacional del EEI se plasma en la creación de alianzas y la implantación de nuevas as estrategias de cooperación n científica y técnica. 38 Con la mirada puesta en el 20200 ENTREVISTA 2244 C Conseguir onseguir una integración con éxito 40 Forjar la investigación europea d dell mañana ñ Anneli Pauli, directora general adjunta de la Dirección General de Investigación, explica los grandes principios que guían las actividades de carácter prospectivo promovidas por Europa. INVESTIGACIÓN ACADÉMICA 26 Las universidades en cuestión La nueva autonomía en las universidades europeas, impulsada por la Unión, debe facilitarles su plena participación en la economía del conocimiento. MEDIO AMBIENTE 42 Un paquete completo de medidas LA UE acaba de adoptar los siguientes objetivos para el 2020: el 20 % menos de gases de efecto invernadero, el 20 % más de energías renovables, el 10 % más de biocarburantes. ¿Es factible? ¿Es suficiente? REDES DE INVESTIGACIÓN 28 La unión hace la fuerza ¿Cómo se puede trabajar juntos? Análisis de las iniciativas europeas en materia de colaboración científica. AGRICULTURA INFRAESTRUCTURAS 14 34 Del laboratorio a la empresa Las grandes líneas del trabajo que tiene que llevar a cabo Europa en materia de transferencia de conocimientos y de la indisociable cuestión de la propiedad intelectual. 30 Santuarios de la investigación Tras haberse determinado cuáles eran las infraestructuras europeas de investigación más necesarias, ahora hay que poner en marcha estos proyectos gigantescos… MOVILIDAD 32 Con la mochila a cuestas Un investigador, para ser competitivo, debe ser móvil, una necesidad que tiene que compaginar con la planificación de su carrera, sus derechos sociales y su vida familiar. 44 Replantear la investigación agronómica Clima, energía y medio ambiente: los tres desafíos fundamentales que tiene planteados la agricultura europea. Las futuras tendencias del sector a grandes rasgos. SALUD 46 Poner en práctica la innovación La salud es una de las temáticas más apoyadas por la Unión Europea, tanto para poner en práctica la innovación como para desarrollar una red de excelencia. LA CIENCIA EN IMÁGENES 48 De ratones y hombres research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 3 © European Commission © ESA © Courtesy SLAC/ESFR El investigador japonés Susumu Yamamoto trabajando en el laboratorio del sincrotrón de Stanford para estudiar reacciones químicas de superficie. 4 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Europa en la encrucijada © European Commission “Nuestros socios a nivel internacional se sienten atraídos por Europa como modelo de integración regional, pero cuando quieren emprender una cooperación determinada, se ven confrontados con múltiples actores públicos y con la diversidad de las prioridades de investigación. El objetivo de nuestro marco estratégico es entablar un diálogo con nuestros Estados miembros a fin de transformar el laberinto de la investigación europea en un Espacio Europeo de la Investigación abierto al mundo, que atraiga a los mejores cerebros y contribuya a asumir con éxito los grandes desafíos planetarios”. Estas palabras, pronunciadas en septiembre de 2008, son de Janez Potočnik, Comisario Europeo de Investigación. Resumen perfectamente la postura actual de Europa: a pesar de las bazas que posee, envidiadas en todo el mundo, tiene dificultades en encontrar su sitio en un espacio de la investigación globalizado más multipolar que nunca. China y la India se están convirtiendo en auténticos pesos pesados de la I+D, Estados Unidos y Japón dominan los sectores dinámicos, Europa va perdiendo terreno, al tener que arrastrar el peso de su pasado fragmentado. El famoso 3 % del PIB europeo para invertir en la I+D, tan destacado en la estrategia de Lisboa e indispensable para el establecimiento de una “economía basada en el conocimiento”, en absoluto se ha logrado, sobre todo por la insuficiente participación de las empresas. ¿Acaso era una quimera? ¿La construcción de un Espacio Europeo de la Investigación (EEI) está estancada por eso? Aún es pronto para decirlo. De todas formas, esta mezcla de resultados positivos y negativos no debe hacer olvidar los éxitos ya acumulados por el EEI, especialmente en materia de investigación espacial. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 5 ENTREVISTA Dentro de poco se cumplirán diez años desde que se lanzó el Espacio Europeo de la Investigación. ¿Qué avances se han logrado en este tiempo? ¿Qué queda por hacer para crear un sistema coherente y complementario de investigación a nivel del continente? José Manuel Silva Rodríguez, la persona al mando de la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea, nos hace un balance. “Sólo la unión hace la Pocos ciudadanos han oído hablar del Espacio Europeo de la Investigación (EEI). ¿Podría explicar lo que es el EEI y describir las ventajas de esta iniciativa para el ciudadano europeo de a pie? El EEI fue concebido para las centenas de miles de mujeres y hombres que dedican su vida profesional a la ciencia y al desarrollo tecnológico en Europa. Gracias a ellos avanzan los conocimientos del ser humano, innovan las empresas europeas, mejora nuestra calidad de vida y Europa se impone como un gran centro del saber a nivel mundial. El EEI tiene por objeto facilitar su trabajo, hacer posible que ejerzan su profesión en las mejores condiciones y maximizar así los avances de la investigación en Europa. ¿Pero cómo se logra esto? Ante todo, liberando a los investigadores de los límites que las fronteras nacionales imponen a su trabajo, a su creatividad. En cualquier lugar de Europa, un científico tiene que poder cooperar con sus homólogos sin obstáculos, utilizar los mejores equipos de investigación y tener acceso a todos los conocimientos disponibles en el continente. También debe poder trabajar en el país europeo en el que sus conocimientos sean mejor explotados y valorizar su trabajo cooperando con cualquier institución científica o empresa que pueda explotar sus resultados con vistas a hacer que avancen los conocimientos y la innovación en Europa. 6 Por lo tanto, el EEI designa al conjunto de las actividades de investigación, programas e iniciativas políticas concebidos dentro de una perspectiva transnacional en Europa, para ofrecerles a nuestros científicos un laboratorio de dimensión continental. Para la realización de este concepto ya se han dado grandes pasos, pero aún queda mucho por hacer. Los investigadores se suelen topar todavía con las barreras nacionales. Así que hay que seguir avanzando en los tres ejes en torno a los cuales gira el EEI: crear un “gran mercado” de la investigación y la tecnología; coordinar las actividades, los programas y las políticas nacionales de investigación; y, si viene al caso, adoptar iniciativas e instrumentos concebidos para que puedan funcionar en el ámbito europeo, como el programa marco de investigación de la Unión Europea. ¿En qué lugar se sitúa la investigación europea con respecto a sus competidores internacionales? ¡En una posición excelente! En Europa tenemos centros de investigación y universidades de renombre mundial, excelentes investigadores, infraestructuras ejemplares y un extraordinario capital de conocimientos. El problema es que esta posición se ve amenazada. En proporción a su riqueza nacional, al PIB, Estados Unidos invierte mucho más en investigación que Europa. Otras grandes regiones del mundo, como Asia, se han convertido en centros del conocimiento y en algunas áreas research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 son tan atractivas como la Unión Europea. Evidentemente, estoy hablando de China, pero también de la India y Brasil. Es verdad que allí la investigación no se puede comparar aún a la de Europa o a la de Estados Unidos, porque allí logran menos descubrimientos fundamentales y más desarrollo incremental o progresivo. Pero estos países poseen un enorme potencial humano y un extraordinario dinamismo. Su fuerza, como la de Estados Unidos, es ofrecer un amplio espacio de investigación cuya dimensión no se puede comparar a la de ningún país europeo tomado de forma aislada. Por eso, la única forma de preservar e incluso mejorar la posición de la investigación europea a nivel mundial es desarrollar el EEI. ¿La crisis económica no está poniendo en peligro el avance del EEI? Sí que ha habido un riesgo. Cuando estalló la crisis, los países de la Unión Europea podrían haber sentido la tentación de caer en el proteccionismo, incluyendo en el área de la investigación que, después de todo, es lo más preciado para cada país. Afortunadamente, se evitó este escollo. En diciembre de 2008, en plena crisis, los 27 países de la Unión Europea adoptaron por unanimidad con la Comisión Europea una “visión” para acelerar el desarrollo del EEI. En el ámbito presupuestario, las primeras estimaciones apuntan a que casi todos los países europeos comprendieron la importancia de apoyar la ENTREVISTA investigación para preparar una salida de la crisis por arriba. De ahí que la mayoría de ellos hayan mantenido las partidas presupuestarias destinadas a la I+D. La situación es más difícil para las empresas, especialmente para las pequeñas empresas con actividades de I+D, porque se han visto muy afectadas por la crisis del crédito. Para ayudarlas, la Comisión Europea, a través del Banco Europeo de Inversiones, ha aumentado los fondos destinados a los préstamos para la investigación y la innovación. Asimismo, implantamos tres grandes programas de colaboración con la industria para apoyar la I+D en los sectores más afectados por la crisis: el automóvil, la construcción y las tecnologías de fabricación. En el 2010, el EEI celebrará los diez años de su lanzamiento. ¿Qué es lo que ha logrado hasta ahora? ¿Y qué grandes desafíos tiene aún por delante? Cuando el Comisario Busquin lanzó el objetivo de crear el EEI en el año 2000, todo estaba por hacer. Parecía natural que la investigación fuera programada y realizada casi enteramente dentro de compartimientos nacionales casi estancos. En diez años, se ha producido un auténtico cambio de mentalidad. Todos los gobiernos de Europa han comprendido que, en materia de investigación, sólo la unión hace la fuerza. Por ejemplo, hemos elaborado una carta y un código de conducta para la carrera © European Commission fuerza” y la contratación de los investigadores, que han aceptado centenares de instituciones de investigación europeas. Los 27 nos pusimos de acuerdo sobre las grandes infraestructuras de investigación que hay que construir en Europa antes que nada. En la actualidad, contemplamos la creación de amplios programas transnacionales para hacer frente a los grandes desafíos actuales de la sociedad. Estos programas serán financiados con los presupuestos de investigación de los Estados miembros, así como con los del programa marco comunitario. Pero queda aún bastante por hacer. Se trata de pasar de la teoría, de las buenas intenciones, a la práctica: aplicar de forma concreta y plena los principios de la carta y del código para los investigadores; reunir los presupuestos necesarios para lanzar la construcción de las infraestructuras más necesarias y, dentro de poco, los programas conjuntos… Queda mucho camino por recorrer y debemos avanzar rápidamente para seguir siendo competitivos. Hay que destacar otro desafío también. ¡El EEI no debe ser concebido como una zona aislada del resto del mundo, sino todo lo contrario! La investigación europea se enriquece con los intercambios y las intensas interacciones con nuestros socios extranjeros. El EEI debe promover que los investigadores europeos se alíen con los mejores científicos del mundo. Ahora bien, hasta ahora cada país viene desarrollando sus actividades de cooperación científicas internacionales de forma 17 de julio de 2009. José Manuel Silva Rodríguez, director general de la Dirección General de Investigación (a la derecha), y Rolf-Dieter Heuer, director general del CERN, firman un memorando de acuerdo para reforzar la colaboración que existe desde hace mucho tiempo entre las dos organizaciones. casi completamente aislada. Cuando el ministro de un país, o el presidente de un centro de investigación o de una universidad, viaja a China o a Estados Unidos, ignora casi por completo lo que sus colegas de los demás 26 países de la Unión Europea han estado debatiendo con los mismos interlocutores los días anteriores. Esta fragmentación es nefasta para que la investigación europea brille con luz propia en el mundo. Nuestros grandes socios no negocian con una gran potencia científica, sino con una serie de pequeñas o medianas naciones divididas. Por ello la Comisión Europea propuso el año pasado que se instaurara una auténtica estrategia europea para la cooperación científica y tecnológica con el resto del mundo: una estrategia que haga posible que todos los países de la Unión Europea se expresen de forma coherente en el ámbito mundial y que defiendan sus intereses comunes. Todos los Estados miembros decidieron emprender este camino poniéndose a trabajar con la Comisión Europea. Es un trabajo a largo plazo, pero creo que estamos preparando un avance fundamental para la investigación europea y su auge mundial. Declaraciones recogidas por la redacción de research*eu research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 7 INTE TER RN NAC ACIIO ONA AL El informe de 2008 de la Comisión Europea, “A more research intensive and integrated European Research Area”, es una auténtica radiografía del lugar del Espacio Europeo de la Investigación (EEI) en el mundo. Sus 169 páginas, llenas de gráficos y cifras, permiten comparar los resultados del EEI con los de sus principales competidores, pero también reflexionar sobre sus puntos débiles y sobre los medios para tratarlos. U na pregunta para empezar: ¿Cuál era la posición mundial de la Unión Europea en 2006, año de las últimas estadísticas disponibles? Estaba en un puesto excepcional: primero por el número de publicaciones científicas y segundo (por detrás de Estados Unidos) tanto en términos de patentes registradas como de sumas invertidas en I+D. ¿Hay motivos para alegrarse? En absoluto. Porque aunque haya más publicaciones europeas, no son las más citadas, y ése es el criterio que suele medir el impacto de un trabajo científico. Si se toma como referencia la flor y nata del 10 % de las publicaciones más citadas, Estados Unidos está muy por delante. Esto se debe a la ausencia de especialización temática de la investigación europea: la Unión Europea está presente en todos los campos a un nivel satisfactorio, pero no domina en ninguno de los sectores más dinámicos: Estados Unidos reina en el sector biomédico, Japón es el líder indiscutible de las ciencias de los materiales, y la Unión Europea hace de todo un poco. Ahora bien, el futuro de la economía del conocimiento se juega en el grupo de estas NBIC (Nanotecnologías, Biotecnologías, tecnologías de la Información y de la Comunicación, ciencias Cognitivas). Las aplicaciones que proceden de las mismas son las que suelen dar pie, a veces de modo sistemático, a la producción de nuevos conocimientos. A pesar de ello, el sector privado europeo invierte mucho menos en I+D que sus homólogos asiáticos o estadounidenses. En Estados Unidos, y aún más en Japón, China o Corea del Sur, el esfuerzo en investigación está financiado en más de un 64 % por el sector privado, frente al 55 % en la Unión Europea. 8 con El ascenso asiático Tras esta descripción, veamos cuál fue la secuencia de acontecimientos de la última década. Hay que decirlo con franqueza: la Unión Europea va bajando en la lista, si consideramos el número de publicaciones, de patentes, o la intensidad del esfuerzo en I+D (las sumas invertidas en I+D de un país comparándolas con la riqueza producida, ratio considerado como el más representativo del dinamismo de un sistema de investigación). Mal de muchos, consuelo de tontos: le ocurre lo mismo a Estados Unidos, aunque a menor escala. De hecho, el Antiguo y el Nuevo Mundo sufren cada vez más la competencia con Asia. Desde el año 2000, la intensidad del esfuerzo de investigación en China progresó en cerca del 60 %, y actualmente las publicaciones anuales del antiguo Imperio del Centro son más numerosas que las del país del Sol naciente. Aunque es cierto que estos avances se refieren a cantidades limitadas. En términos de poder adquisitivo, China invierte casi tres veces menos que la Unión Europea en investigación y sus publicaciones son 300 CIFRAS DEL 2006. En blanco, la evolución desde el año 2000 UE-27 Estados Unidos Japón (1) Evolución real. (2) 2005 (3) 2000-2005 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 250 200 150 100 50 214 +15 % (1) poco citadas. Pero la tendencia está bien presente: en el plano científico, así como en el plano económico, político o militar, el ascenso del Asia emergente es rápido y espectacular. Un EEI más homogéneo, pero poco dinámico Centrémonos ahora con detenimiento en el mosaico del EEI. A primera vista, todo está bien: 20 de los 27 Estados miembros aumentaron la parte del presupuesto de I+D en el conjunto de los gastos gubernamentales desde el año 2000. En 17 países, dicho aumento conllevó un avance en la intensidad del esfuerzo de investigación a veces espectacular: de más del 10 % en 12 de ellos, con picos que superan el 50 % en Estonia o en Letonia. Sin embargo, la curva de la intensidad del esfuerzo de investigación del EEI está tristemente llana, estancada desde el año 2000 en torno al 1,85 % del PIB. ¿Cómo se puede explicar esta paradoja? Por el hecho de que los 12 países que más intensificaron su esfuerzo sólo representan el 17 % del PIB de la Unión Europea. Más de la mitad del PIB 5 1 500 274 +10% (1) 2 1 200 1 301 +18 % 12 1 388 +8 % 10 8 9 900 118 +22 % (1) 0 Esfuerzo de I+D (en miles de millones de euros) 6 600 9,3 +3 % 710 +10 % 3 300 0 Número de investigadores (EDP Equivalente Dedicación Plena) (en miles) 6 4 10,7 +11 % 5,6 +12 % 2 0 Número de investigadores (EDP) por cada mil trabajadores INTERNACIONAL Una potencia indiscutible fallos persistentes proviene de los pesos pesados que son, demográfica y económicamente, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. Ahora bien, estos cuatro países experimentaron el estancamiento, incluso la disminución, de su esfuerzo de investigación. ¿La copa está medio llena o medio vacía? Los optimistas destacarán que, gracias al programa marco y a los fondos estructurales, mejoraron sustancialmente varios países que entraron en la Unión Europea en 2004; los pesimistas dirán que las principales potencias europeas no desempeñan su papel de locomotora. Sigue sin haber patente comunitaria… En resumen: Europa sigue siendo una potencia científica de primer orden, pero va por detrás de Estados Unidos y Japón en los campos más dinámicos y está amenazada por el auge de los países emergentes, particularmente de Asia. Su esfuerzo en investigación se estanca, aunque las desigualdades en su seno se estén difuminando. ¿Cómo se pueden explicar estas dificultades persistentes para edificar una auténtica economía del conocimiento? Los economistas destacan que Europa tiene dificultades a la hora de transformar su excelencia científica en crecimiento económico, entre otras cosas, por tener un sistema de protección intelectual inadaptado. Sigue siendo más caro registrar una patente en Europa que en el resto del mundo. Mucho más caro. Un industrial gasta hasta 10 veces más para proteger su invención en doce países de la Unión Europea que en Estados Unidos, y 13 veces más que en Japón. Y los costes de mantenimiento de una patente 3,5 3,39 % +11,5 % 3,0 2,61 % -4,5 % 2,5 2,0 1,5 1,84 % -1,2 % 1,0 80 70 60 50 40 55 % (2) -3 % (3) 65 % -7 % 77 % +6 % son aún más elevados, y a menudo disuasivos para las pequeñas empresas, que se ven obligadas a ceder sus tecnologías innovadoras. El escollo se debe a la complejidad de los procedimientos de la Oficina Europea de Patentes (OEP) de Munich (Alemania). La OEP no concede patentes comunitarias. Sólo desempeña el papel de ventanilla única, centralizando las peticiones, examinándolas y, llegado el caso, concediendo un título que luego se puede convertir en tantas patentes nacionales como Estados miembros existen, con considerables costes de traducción, sin hablar de los problemas jurídicos originados por la posible impugnación de las patentes ante las jurisdicciones nacionales, con jurisprudencias a veces contradictorias. Un desafío decisivo: la alta tecnología Pero no es nada nuevo que el sistema de protección intelectual esté anquilosado y, en estos últimos años, los dirigentes europeos tomaron varias iniciativas para remediarlo. Se suprimió la obligación de traducir la descripción de la invención en las tres lenguas oficiales, y el Acuerdo sobre la Solución de Litigios en Materia de Patentes Europeas (EPLA, European Patent Litigation Agreement) reflexiona sobre las bases jurídicas de un futuro tribunal europeo de las patentes. Por lo tanto, la situación va mejorando lentamente y la cuestión de las patentes no basta para explicar el declive de la competitividad del EEI y su dificultad para edificar una economía basada en el conocimiento. Quien dice economía del conocimiento dice también empresas de alta tecnología. Son las que generan lo esencial de las inversiones privadas 40 35 30 37,6 % -5 % 35 30 31,5 % -6 % 20 20 15 33,1 % -17 % 25 25 30 30,9 % -14 % 15 El panorama no es completamente sombrío porque, desde hace algunos años, se está notando el crecimiento de la investigación en la industria manufacturera y los servicios en Europa. Pero la batalla decisiva se libra en las industrias de alta tecnología. Los expertos de la Comisión Europea han hecho cálculos: bastaría con que el esfuerzo de investigación de las empresas de alta tecnología europeas alcanzara al de sus competidoras estadounidenses para que la intensidad del esfuerzo de investigación subiera 0,1 puntos, mientras que sólo ha progresado 0,06 puntos en quince años. Y para lograr semejante subida hay que dotar a estas empresas de medios para que crezcan y se multipliquen. Por lo tanto, la clave para alcanzar una mejor competitividad internacional del EEI pasa por una mayor ayuda a los sectores de alta tecnología. Sin duda, esto ayudaría también a la recuperación de la economía. Mikhaïl Stein 10 20 10 10 5 0,0 0 0 0 Parte de las publicaciones en el mundo Parte de las patentes en el mundo (cifras de 2005) Parte de la financiación privada en este esfuerzo Rumbo a la recuperación 16,3 % +56 % 0,5 Intensidad del esfuerzo en % del PIB que tanta falta hacen al EEI. Ahora bien, la estructura de la economía europea está cambiando, con una relativa desindustrialización y un giro hacia el sector servicios, que aún genera poca investigación: mucho menos que los sectores de la aeronáutica, el automóvil o la energía (en los cuales la Unión Europea sigue ocupando uno de los primeros puestos) y, sobre todo, mucho menos que las biotecnologías y las tecnologías de la información y de la comunicación. En estas últimas tres áreas, la Unión Europea está a la zaga, en particular, de Estados Unidos, donde numerosas start-ups de biotecnología se han convertido en grandes industriales farmacéuticas con enormes presupuestos en I+D. En Europa, no dejan de ser pequeñas empresas. Lo mismo ocurre con Internet. La Unión Europea sigue esperando su Genentech o su Google… 7,8 % -16 % 5 A more research intensive and integrated European Research Area http://ec.europa.eu/research/era/pdf/ key-figures-report2008-2009_en.pdf research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 9 BALANCE ¿Quién ha hablado de Lisboa? «U ¿La estrategia de Lisboa estaría en dique seco? Uno de sus principales objetivos, invertir el 3 % del producto interior bruto en investigación, no se está logrando. Pero limitarse a este criterio podría hacernos olvidar que se producen cambios positivos más profundos (y menos cuantificables) gracias a las reformas que propicia. n objetivo con cifras debe ser pertinente tanto en su naturaleza como en su nivel”, analiza Pierre Vigier, jefe de la Unidad de análisis económico y seguimiento de las políticas nacionales de investigación y estrategia de Lisboa en la Comisión Europea. ¿Qué ocurre con la naturaleza del objetivo fijado en marzo del 2000 en Lisboa, a saber, intensificar el esfuerzo de investigación? Los desafíos a los que se ve confrontada la economía europea no han cambiado desde entonces: aumentar la productividad para hacer frente al envejecimiento de la población, hacer frente a la competencia internacional y anticipar la escasez progresiva de recursos naturales, empezando por las energías fósiles. Incluso ha aumentado la importancia de estos desafíos. Los países emergentes han pasado a la categoría superior, compitiendo ahora en los productos de tecnología media. Además, el peligro que representa el calentamiento climático (según el informe Stern Infraestructuras para reforzar el atractivo de la Unión Europea En la reunión de Lisboa, la nueva era de la sociedad del conocimiento quedó simbolizada por este extraño mutante que llevaba el valioso “Santo Grial” de la investigación y la innovación. 10 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 © European Commission P odrían crearse no menos de 35 nuevas grandes infraestructuras de investigación, cuyo coste se eleva a decenas, incluso a centenares de millones de euros, la mayoría con la ayuda del 7PM. Algunos ejemplos que suelen mencionar los investigadores de fuera de la Unión Europea: el rompehielos europeo Aurora Borealis, que podrá llevar a cabo misiones de observación en las banquisas polares, zonas que ya están sufriendo los efectos del cambio climático; ELIXIR (Upgrade of European Bioinformatic Instrastructure), destinado a dotar a los investigadores europeos de las capacidades de cálculo indispensables para el análisis de los genomas; o también ELI (Extreme Light Instrastructure), el láser más potente del mundo con el que podrán trabajar los físicos, los especialistas de la electrónica rápida o ser usado para la generación de imágenes médicas. BALANCE de 2006, el PIB mundial podría disminuir del 5 % al 20 % si no se combate con firmeza) justifica claramente la necesidad de promover con urgencia un auténtico desarrollo sostenible. Ahora más que nunca, la Unión Europea no tiene más remedio que invertir en investigación para asumir con éxito los desafíos del siglo XXI. Un objetivo actual, ahora más que nunca Aunque nadie cuestione la naturaleza del objetivo, ¿no será demasiado ambicioso? En absoluto. Invertir el 3 % del PIB en investigación no es nada imposible. Suecia, Finlandia, Israel y Japón lo hacen desde hace varios años, Suiza estaba al 2,9 % en el 2004 y Corea del Sur ha realizado avances espectaculares: el nivel de su esfuerzo de investigación pasó del 2,3 % en el año 2000 al 3,2 % en el 2007. En una economía globalizada y en pleno cambio tecnológico, el esfuerzo incluso podría crecer, y sobrepasar el famoso 3 %. Por lo tanto, el objetivo fijado en Lisboa sigue siendo “el marco apropiado para fomentar el crecimiento y el empleo” sobre todo en estos tiempos de crisis, como lo recordó el Consejo Europeo del 20 de marzo de 2009. La Unión Europea no es la única en hacer este análisis. El presidente Obama declaró el 27 de abril de 2009 que Estados Unidos tenía como objetivo invertir más del 3 % del PIB en investigación a fin de preparar el futuro. “En resumidas cuentas, de este desafío depende nuestra salvación, nada más y nada menos” concluía. Una fórmula que sin duda se aplica a la Unión Europea. ¿No será una cuestión de metodología? Sólo queda reflexionar sobre el método de aplicación de la estrategia de Lisboa. A grandes rasgos, se basa en tres fundamentos: aumentar la intensidad del esfuerzo de investigación hasta alcanzar el 3 % (el 2 % de financiación privada y el 1 % de financiación pública); facilitar los intercambios entre investigación privada y pública; fomentar la creación de empleos cualificados y de empresas de tecnología avanzada. Sólo se puede realizar una evaluación cuantitativa simple del primer fundamento. Ya hemos hecho hincapié en que el resultado no era bueno: el 1,85 % del PIB invertido en investigación en 2007, en la UE-27, exactamente el mismo nivel que en el año 2000. Sin embargo, “no hay que olvidar que todos los Estados miembros han venido aumentado sus gastos en investigación en precios constantes desde el año 2000”, observa Pierre Vigier. Por consiguiente, reiterar el objetivo del 3 %, auténtico mantra de las políticas científicas, ha servido como elemento catalizador. El hecho de que el ratio global se haya estancado en estos últimos años, se debe también a un fuerte crecimiento económico antes del 2008: las inversiones en investigación progresaron menos rápidamente que la riqueza producida. Además, la caída del PIB europeo esperada en 2009 lógicamente incrementará nuevamente la intensidad del esfuerzo de investigación, a condición de que los Estados miembros mantengan sus presupuestos científicos, y las empresas su presupuesto en I+D.¿Qué ocurrirá? Pierre Vigier revela complacido: “Los datos de los que disponemos por ahora apuntan a que 23 de los 27 países de la Unión Europea, que suponen más del 98 % de las inversiones públicas de investigación, siguen las recomendaciones de la Comisión Europea de responder a la crisis invirtiendo en investigación. Sólo cuatro Estados miembros con una grave crisis financiera no han podido hacerlo”. Efectos a largo plazo Otro dato esperanzador: el desfase de las cifras en relación al lanzamiento de nuevas políticas. Los sistemas de enseñanza superior y de investigación no se cambian de un día para otro, y a veces hay que esperar varios años a que las reformas den fruto. La mayoría de los Estados miembros adoptaron leyes que dan más autonomía a las universidades, por lo tanto, más margen de maniobra para entablar colaboraciones con el sector privado. Se está elaborando un sistema europeo de comparación de las universidades en el ámbito internacional, con criterios más diversificados que la famosa clasificación de Shanghái. Tendría que ayudar a mejorar la evaluación de la imagen que tienen las universidades a nivel internacional. La mayoría de los Estados miembros aumentaron la cuota de financiación de los laboratorios públicos concedida a través de licitaciones y algunas de estas financiaciones públicas están abiertas ahora a las entidades de otros países. Los problemas de impuestos, de jubilación o de avance en la carrera que repercuten tan negativamente en la movilidad de los científicos se van resolviendo progresivamente. Y las empresas estadounidenses invierten cada vez más en I+D en países de la Unión Europea (más del 62 %), lo que echa por tierra la imagen de la vieja Europa anquilosada. Desarrollar los mercados prometedores ¿El sector privado aprovechará las nuevas oportunidades de colaboración con el sector público y de desarrollo de productos innovadores? En definitiva, el éxito (o el fracaso) de la estrategia de Lisboa dependerá de eso. Una cifra resume el desafío: el 49 % de los investigadores europeos trabajan en el sector privado frente al 80 % en Estados Unidos y el 68 % en Japón. Para construir una auténtica economía del conocimiento es preciso reforzar la investigación privada y transformar sus resultados en valor añadido. Por lo tanto, los esfuerzos y las nuevas orientaciones para después del 2010 que se están elaborando tendrán que centrarse en conseguir este objetivo. Los resultados de las Iniciativas Tecnológicas Conjuntas y de las Plataformas Tecnológicas, los nuevos instrumentos del Séptimo Programa Marco (7PM) concebidos para estimular la innovación, son poco concluyentes. Los industriales se quejan de su complejidad y su rigidez administrativa, que a menudo disuaden a las PYMEs. “El sector privado sólo invertirá masivamente en campos que tengan salida en el mercado, donde exista una demanda potencial de nuevos productos de alto contenido tecnológico”, recuerda Pierre Vigier. La Iniciativa en favor de los mercados líderes de Europa (Lead Market Initiative for Europe) de la Comisión Europea destacó seis áreas principales: salud en línea, tejidos inteligentes, métodos de construcción sostenibles, energías renovables, tecnología del reciclado, y nuevos productos de origen vegetal. Las iniciativas del 7PM podrían favorecer estas áreas, pero haría falta que los Estados miembros participasen más. Las reformas emprendidas para fomentar la inversión del sector privado y para que estreche sus lazos con las universidades no han dado aún todos los resultados esperados, llegando a generar cierto pesimismo. En medio del vado es donde la corriente es más fuerte y donde se puede dudar de si se alcanzará la otra orilla. La Unión Europea está precisamente en esta situación. Mikhaïl Stein Lead Market Initiative for Europe http://ec.europa.eu/enterprise/policies/ innovation/policy/lead-market-initiative/ Estrategia de Lisboa http://ec.europa.eu/growthandjobs/ research*eu nÚmEro EspEcial | novIembre DE 2009 11 ESPACIO Desde el año 1999, la Unión Europea y la ESA colaboran en la realización de varios proyectos de envergadura. Dicha colaboración tendría que contribuir a la construcción de un Espacio Europeo de la Investigación atractivo que satisfaga las ambiciones de la política espacial europea. La investigación espacial, un T anto para las telecomunicaciones como para la observación de nuestro planeta, el espacio se ha convertido en un ámbito económico de primer orden. Y Europa necesita una política espacial fuerte si quiere explotar lo mejor posible un sector cada vez más vital para la economía del conocimiento, a la que tanto aspira. Lógicamente, las actividades de la Unión Europea relacionadas con las aplicaciones espaciales, como herramientas destinadas a apoyar su política, coinciden bastante bien con la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), organismo de investigación y de desarrollo. La mayoría de los países de la Unión Europea son miembros de esta organización intergubernamental y los que no lo son suelen tener acuerdos de cooperación. Por lo tanto, no hay nada más natural que la colaboración entra la Comisión Europea y la ESA, en la cual cada entidad ha desarrollado en cierto modo su propio Espacio Europeo de la Investigación (EEI) dedicado al sector espacial, con numerosas posibilidades de sinergia entre ambas. En el 2004, la Comisión Europea y la ESA firmaron un acuerdo de cuatro años, que más tarde ampliaron hasta el 2012, lo que sentaba las bases de una colaboración a priori fructífera 12 entre ambas instituciones. Una oficina de enlace, situada en Bruselas, facilita su comunicación. En mayo del 2007, 29 países europeos ratificaron la nueva política espacial europea elaborada conjuntamente por la Unión Europea y la ESA. Actualmente, dicha política se centra en dos proyectos emblemáticos: Galileo y el Global Monitoring for the Environment and Security (GMES), dirigidos por la Unión Europea, mientras que la ESA es responsable de su desarrollo técnico y de su despliegue. A menudo, dichos proyectos son citados como prueba fehaciente del éxito de la política espacial europea, y efectivamente contribuyen a la construcción de un EEI espacial atrayente para los investigadores del mundo entero. Radionavegación con un toque europeo Galileo y EGNOS (European Geostationary Navigation Overlay Service) son los programas europeos de radionavegación por satélite. Empleando la recepción cruzada de varios satélites, Galileo consigue situar un emisor terrestre en el espacio y en el tiempo. Tras los acuerdos firmados en 2004 con el gobierno de Estados Unidos, Galileo será compatible e interoperable con el sistema GPS estadounidense. Está previsto que cuando sus treinta satélites se encuentren en el espacio, Galileo pueda garantizar la research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 independencia de Europa en términos de navegación en los ámbitos científico, comercial y estratégico. EGNOS, el precursor de Galileo, mejora la eficacia del GPS en el territorio europeo. Esta infraestructura, financiada a partes iguales por la Unión Europea y la ESA, desarrollada por esta última, y gestionada por un consorcio de proveedores de servicios de navegación aérea (la sociedad European Satellite Services Provider), está previsto que entre en funcionamiento en octubre de 2009. Pero ya en 1999, tras los primeros trabajos de puesta a punto de EGNOS, con los que se lograron las competencias y los conocimientos necesarios, la Comisión Europea decidió trabajar en el concepto de un sistema europeo de alcance global, cuyas instalaciones en el suelo estuviesen repartidas uniformemente por Europa, así como por diversos puntos del globo. Como consecuencia de las dificultades con las que se topó la UE en las negociaciones con el sector privado, sobre la financiación del despliegue y la explotación en forma de concesión, en noviembre de 2007, la UE decidió continuar la implantación del proyecto con fondos públicos exclusivamente. Noruega y Suiza, que no forman parte de la UE pero son miembros de la ESA, están negociando con la Unión Europea ESPACIO Galileo, sistema global de navegación europeo, contará con una treintena de satélites que le permitirán situarse en el espacio y en el tiempo, en cualquier momento. © ESA © ESA El segundo satélite del sistema Galileo, el Giove B (aquí, a punto de salir para su lanzamiento en Baikonour, en abril de 2008) permitirá, entre otras cosas, poner a prueba el reloj atómico más preciso que se haya llevado nunca al espacio. concentrado de EEI su participación en el programa Galileo. Además, por su utilización pública, libre e internacional, Galileo suscita interés más allá de las fronteras europeas: la Unión Europea firmó varios acuerdos con países terceros interesados en cooperar y el Séptimo Programa Marco (7PM) ha hecho posible que varias empresas de países terceros participen en las actividades. De este modo, el EEI espacial que se está construyendo atrae a investigadores de fuera de la Unión Europea, lo que refuerza el atractivo científico de la misma. Medio ambiente y seguridad La Unión Europea, la ESA y sus Estados miembros han hecho grandes inversiones en investigación y desarrollo para el proyecto GMES, un programa europeo de observación de la Tierra cuyo concepto inicial se remonta a 1998. Aunque menos conocido por el gran público, está aportando mucho a la construcción de un EEI espacial. GMES tiene por objeto facilitar todo tipo de información a sus usuarios, desde las modificaciones del clima hasta la vigilancia de los océanos o incluso de las fronteras. Esta información se obtiene a través de infraestructuras espaciales y terrestres. La ESA y EUMETSAT (Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos) coordinan, desarrollan y explotan las infraestructuras espaciales. Las terrestres tienen una gestión más variopinta: algunas son nacionales, otras son internacionales y dependen de acuerdos y/o de diversos programas de investigación. Están coordinadas por la Agencia Europea de Medio Ambiente. El análisis y la divulgación de la información (esta última, en forma de bases de datos, mapas o incluso informes) se basan en un conjunto de servicios cuyo desarrollo está financiado por la Unión Europea a través del 7PM. Ante el amplio abanico de colaboraciones existente, se considera que cada uno de estos servicios es un trabajo acertado del EEI. Como botón de muestra, el servicio LAND, que proporciona información sobre la utilización de los suelos o incluso la calidad del agua, está basado en el proyecto FP7 GEOLAND2, que depende de un consorcio dirigido por Astrium y cuenta con cincuenta socios. El servicio MARINE para, entre otras cosas, administrar los recursos marinos o las actividades costeras, está vinculado con el proyecto FP7 MyOcean dirigido por Mercator Ocean con más de sesenta socios europeos. El servicio ATMOSPHERE de vigilancia de los gases de efecto invernadero, la calidad del aire o incluso los aerosoles, se basa en el proyecto FP7 MACC. El servicio EMERGENCY para la protección civil, la ayuda humanitaria y la seguridad y sus consecuencias, depende del proyecto FP7 SAFER, que pretende reunir los mejores proyectos de gestión de los riesgos y de las urgencias llevados a cabo por las instituciones europeas. Por otro lado, la base de datos medioambientales creada gracias a los programas de observación de la Tierra con la ayuda de GMES contribuye ampliamente a uno de los objetivos del EEI, a saber, la resolución de problemas globales como el cambio climático. Si bien los sólidos vínculos con socios de fuera de Europa hacen que esta última tenga acceso a los avances científicos de todo el mundo, lo fundamental para Galileo y GMES es la coordinación de los recursos y de los potenciales europeos de investigación, y eso también ha hecho posible el que la Unión Europea y la ESA hayan aprendido a fundir en parte sus diferencias estructurales en una organización común. Pero los mecanismos implantados todavía se tienen que perfeccionar y adaptar, y habrá que inventar otros a fin de garantizar la máxima eficacia y complementariedad de ambas organizaciones. Stéphane Fay ESA www.esa.int GMES www.gmes.info Galileo http://ec.europa.eu/transport/galileo research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 13 14 © ESO © European Commission © CNRS Photothèque/Hubert Raguet © CNRS Photothèque/Erwan Amice Una jornada de “puertas abiertas” organizada por el ESO: los no especialistas tienen así la posibilidad de saber más sobre astronomía y sobre el trabajo de los científicos que intentan descifrar el cosmos. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 ¡Dibújame el EEI! Intentar comprender el Espacio Europeo de la Investigación (EEI) y los entresijos de la terminología que se le va asociando conforme avanza su construcción es una misión complicada, pero no imposible. “Sólo se conocen bien las cosas que se domestican”, dice el zorro en “El Principito” de Saint-Exupéry. Por lo tanto, para poder “manejar con soltura” las diferentes estructuras e instrumentos que permiten a la investigación europea adaptarse a las necesidades de los ciudadanos, y que van conformando poco a poco la fortaleza del EEI, hay que “domesticarlas”. “¿Qué significa ‘domesticar’?”, pregunta el Principito. “Significa crear lazos”, responde el zorro. Para el ciudadano de a pie, el Espacio Europeo de la Investigación sigue siendo un concepto abstracto, institucional, sin relación directa con sus preocupaciones cotidianas. Una idea errónea que hay que corregir “humanizando” los engranajes de esta locomotora destinada a propulsar Europa al rango de economía y sociedad del conocimiento. Una locomotora que tiene por combustible los lazos establecidos entre la ciencia y los ciudadanos… research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 15 HISTORIA Para comprender la etapa que se inició hace diez años con el lanzamiento de la idea de un “espacio europeo de la investigación”, hay que situar esta aspiración dentro de su contexto: una larga andadura, a la vez dispar y constante, que empezó hace varias décadas. A principios de los años ochenta, la Europa de los diez se dio cuenta de la necesidad de unirse para encarar los cambios de la ciencia y la tecnología. Acababa de salir del pozo creado por las crisis del petróleo y la llegada de una nueva “savia tecnológica” empezaba a cambiar rápidamente la situación de las grandes economías mundiales y de las estructuras industriales. Se difundía la expresión “sociedad de la información” y todos miraban con asombro lo que pasaba al otro lado del Atlántico (Estados Unidos contaba con medios de investigación considerables), pero también en Japón y en otros jóvenes “tigres asiáticos”. La industria microelectrónica europea perdía fuerzas intentando quedarse en la carrera de fabricación de los chips, resultando al final casi completamente eliminada. Tras la revolución informática, otras se preparaban. Las innovaciones tecnológicas inducían conceptos sociales aún futuristas (biosociedad, economía del conocimiento), y los responsables políticos y los científicos empezaban a preocuparse ante la posibilidad de que Europa corriera el peligro de quedarse a la zaga. Sin duda, el Viejo Continente tenía “escaparates sectoriales” muy valiosos, como el CERN, el ESO, la ESA o la EMBO, polos de excelencia de renombre mundial basados en acuerdos de cooperación intergubernamentales. Pero, fuera de este marco cooperativo, los demás grandes mecanismos de la investigación pública, tanto en las universidades como en los órganos científicos, formaban parte del sistema bien compartimentado de cada país. Dos respuestas Las “nuevas revoluciones” tecnológicas conllevaron dos respuestas. La primera fue Eureka, una iniciativa intergubernamental, que sigue funcionando, con prerrogativas bastante difusas. Hizo posible el establecimiento de diversas cooperaciones industriales cuyo impacto tecnológico fue positivo, particularmente en las telecomunicaciones o en la industria automovilística. Pero su acción de estructuración apenas dejó huella. En cambio, en 1984, bajo el impulso creador del belga Etienne Davignon, la Comisión Europea recibió el encargo de poner en marcha una competencia de investigación que salía de las limitadas líneas del Tratado de Roma: en aquella época nació el concepto de Programa Marco (PM) de I+D. Al igual que Eureka, el Primer Programa Marco ofrecía ayudas orientadas a la financiación de proyectos. Pero sus directrices definían objetivos “enmarcados”. Y, lo más importante, La investigación europea, paso a paso 16 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 HISTORIA por primera vez, este nuevo borrador de una política de investigación se basaba en presupuestos bien determinados. La esfera científica europea, tanto en las universidades y los órganos de investigación como en la industria, manifestó un gran interés por esta nueva dinámica. En 1998, al 5PM se le dotó de un presupuesto de 15 mil millones de euros. El concepto inicial se había ampliado a un abanico de áreas científicas cada vez más amplio. Las ciencias del medio ambiente, las tecnologías de la energía y de los transportes, las áreas sociales y humanas fueron ocupando un lugar cada vez más importante, mientras que la creación de las becas Marie Curie “daba alas” a la movilidad de los investigadores. La movilización promovida por las ayudas a la investigación de la futura Unión Europea (que se debió lógicamente a que muchos se animaron por la nueva fuente de financiación) tuvo como consecuencia que se intensificaran las cooperaciones en Europa. “En los equipos participantes, de una u otra forma, en los programas marco en el campo de las ciencias exactas y de las ciencias naturales, encontramos a todos los mejores investigadores europeos reconocidos a nivel mundial, incluyendo a casi todos los premios Nobel europeos”, destacaba recientemente Michel André, consejero en la Dirección General de Investigación. Lo que es más, los programas marco se han caracterizado por una inmensa diversidad, cuyos frutos se han repartido entre los Estados miembros, gracias a la alta calidad de los equipos de investigación multinacionales implicados en los proyectos. Nuevo enfoque Sin embargo, en vísperas del año 2000, la investigación en Europa, comparada no sólo con Estados Unidos sino también en general, en un mundo cada vez más multipolar, seguía registrando indicadores globales de estancamiento que suscitaban un serio malestar institucional y económico. Se hacía evidente que el alcance de los programas marco debía inscribirse dentro de una visión política claramente afirmada en un “Espacio Europeo de la Investigación” (EEI). Este cambio radical, negociado a bombo y platillo por Philippe Busquin, el entonces Comisario de Investigación de la Comisión Europea bajo el mando de Romano Prodi, y José Mariano Gago, el entonces ministro portugués presidente del Consejo Europeo, coincidió con el nacimiento de la denominada “estrategia de Lisboa”, en la cual el concepto de EEI desempeña un papel fundamental. Como constata Michel André, con un fino sentido del humor: “Con el EEI, los límites entre lo que depende de la UE, lo que es europeo y lo que ocurre en el territorio de Europa, se han hecho aún más confusos…”. Esta paradoja tan sólo es aparente porque, en su finalidad, el concepto del EEI apunta, no a “suprimir las fronteras”, sino a hacerlas permeables. El término espacio hace alusión al concepto primordial de libertad de circulación, principio clave de la construcción europea desde sus orígenes. Lo que ha sido reconocido para las personas, las mercancías, los capitales y los servicios tiene que aplicarse a partir de ahora a los conocimientos y a los investigadores que los producen. © European Commission Un capítulo que se está escribiendo Desde hace diez años, el EEI ha abierto un nuevo capítulo de la historia europea. Los programas marco no se han abandonado, sino que han tomado otra dimensión. Con el 7PM (para el periodo 2007-2013 y con 54 mil millones de euros de financiación), los presupuestos anuales casi han aumentado la mitad en términos reales. En respuesta a una fuerte expectativa de la comunidad científica europea, una de sus principales novedades es la creación del Consejo Europeo de Investigación (CEI), una entidad competitiva abierta a la ciencia fundamental, dotada con 7.500 millones de euros de aquí al 2013. Pero el programa marco, como instrumento comunitario que es, se inscribe a partir de ahora en un enfoque mucho más abierto y global. La Comisión Europea publicó en 2007 un libro verde sobre el EEI a iniciativa del actual Comisario de Investigación, Janez Potočnik. A raíz del mismo, se llevó a cabo una amplia consulta a actores públicos y privados que, en el 2008, dio pie a cinco iniciativas para combatir la fragmentación de la investigación en Europa (véase el esquema de la página 18). Asimismo, tras las reuniones de Ljubljana, se adoptó una nueva gobernanza europea de la investigación, enfocada al desarrollo de una Visión 2020 compartida por toda la Unión Europea. “El enfoque político definido en Ljubljana abre la vía de un desarrollo más estructurado y coordinado del EEI”, comenta Jana Kolar, directora del programa de ciencia del ministerio esloveno de investigación. “Su adopción tendrá importantes repercusiones en las políticas de I+D de los Estados miembros, que deberán adaptarse a los cambios del paisaje de la investigación para seguir siendo competitivos”. Las nuevas iniciativas, aplicadas en estrecha colaboración con los países de la Unión Europea, pretenden facilitar la construcción de las grandes infraestructuras científicas y técnicas que Europa necesita; establecer programas conjuntos de investigación con las autoridades nacionales; suprimir las barreras a la movilidad y a las carreras de los investigadores; facilitar el que los conocimientos se compartan más allá de las fronteras; y colocar las actividades de cooperación internacional de los Estados miembros y de la Unión Europea dentro de un marco estratégico común. Finalmente, además de estas acciones “directas”, el EEI sirve de marco para una remodelación de las propias bases del sistema europeo de investigación, en primera línea de las cuales están la modernización y la autonomía de las universidades, que actualmente se están debatiendo largo y tendido (véase el artículo de la página 26). Didier Buysse http://ec.europa.eu/research/era/ research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 17 ORGANIZACIÓN El EEI de un vistazo El EEI (Espacio Europeo de la Investigación) RECURSOS HUMANOS • Acciones Marie Curie lo constituye el conjunto de actividades, CAPACIDADES programas y políticas de I+D concebidos • Infraestructuras de investigación y puestos en marcha con una perspectiva • Investigación en beneficio de las PYMEs transnacional en Europa. Para desarrollar • Regiones del conocimiento el EEI, primero hay que garantizar la libre • Potencial de investigación de las regiones de convergencia circulación de los investigadores y de los • Ciencia y sociedad conocimientos en la Unión Europea. • Ayuda al desarrollo coherente de políticas de investigación Asimismo, se trata de instaurar un contexto • Cooperación internacional que propicie los intercambios científicos CCI - Centro Común y técnicos a escala del continente y abierto de Investigación al mundo. ec.europa.eu/dgs/jrc/index.cfm cordis.europa.eu/fp7/i2010_en.html o tant k toc ters hut ©S ©S hu tte rst oc k de idad n ad act eo p la U g ec iva de nión eogr uada s p con Eu áfi tra rop ca tac ea ión c d m s ara rspe rgo l (ta iento e o la oria im s. d l t e c a se roc ente y y p par ) ans tr Un La 5ª li bert ad: la li bre los ión des y cent c a l u de circ iversida © RF ES © F ESR er/ int P.G IDEAS • CEI - Consejo Europeo de la Investigación 2010: Una sociedad de la información para el crecimiento y el empleo en Europa I nve s t i g a d o r e s COOPERACIÓN Programas específicos de investigación colaborativa • Salud • Alimentación, agricultura y pesca, biotecnología • Tecnologías de la información y de la comunicación • Nanociencias, nanotecnologías, materiales y nuevas tecnologías de producción ITC - Iniciativas Tecnológicas Conjuntas • IMI - Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores • ARTEMIS - Iniciativa sobre sistemas informáticos incorporados • CLEAN SKY - Aeronáutica y transporte aéreo • ENIAC - Iniciativa nanoelectrónica 2020 • FCH - Iniciativa sobre pilas de combustible e hidrógeno © Shutterstock cordis.europa.eu/fp7/ ec.europa.eu/research/ Plan ERA-NET - Coordinación de los programas de investigación nacionales cordis.europa.eu/fp7/cip_en.html EE opa, del res en Eur a o a o ic ég stigad carrer sí com ra rat los invetivas dee ésta, abién fue Una ape rtur a in ter Un nac me rca ion d y u que o úni al má na for ofre co de est s m ma zca l em ovi ció at p r l l 7PM – Séptimo Programa Marco CIP – Programa marco para la competitividad y la innovación • IMMR - Instituto de medidas y materiales de referencia • IE - Instituto de la energía s colindantes gionale e • IES - Instituto de medio ambiente r s a n tónomas, y sostenibilidad as zo s más modertnroass dyeauexcelencia l o e n nd idad ed, ce ficados, • ITU - Instituto de elementos taca Univrgearsnismossceinplrinarios yodmivoeprsriivados. s e o terdi transuránicos cos c I, d in públi Ljubljana, primave ra política eficaz para del 2008: el in el con vistas al 202 EEI, orientad icio de un a hac 0 y haci a go i para la i a el objetiv a una vi bernan nvesti s gació o del 3% ión com za n. del PIB ún Unión Europea • Energía • Medio ambiente (incluido el cambio climático) • Transportes (incluida la aeronáutica) • Ciencias socioeconómicas y humanidades • Espacio • Seguridad • IPSC - Instituto para la protección y la seguridad de los ciudadanos • IHCP - Instituto de sanidad y protección de los consumidores • IPTS - Instituto de prospectiva tecnológica 18 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 S ocie ORGANIZACIÓN Investigación y política regional ERAB - Oficina del Espacio Europeo de la Investigación cordis.europa.eu/fp7/ regional_en.html ec.europa.eu/research/erab/ EIT - Instituto europeo de innovación y tecnología cordis.europa.eu/fp7/eit_en.html EYCI 2009 - Año europeo de la creatividad y la innovación 2009 create2009.europa.eu/ Organizaciones y programas conjuntos de los Estados miembros EuroHORCs – Directores de los consejos de investigación europeos CREST-Comité de investigación científica y técnica consilium.europa.eu/ showPage.aspx?id=1422&lang=fr www.eurohorcs.org y los grandes de safíos p lanet Infraestructuras de ario con posibles ayud investigación s glo as de la d e reno Unión equipos de toda m bale E E b gracias a potentes uropa y de fu uropea, a re mun s, e redes in e formá ra de sus biertas dial, n co a ticas, entre fronter los L a ord o otra s, s co s co n ina sas. efic ocimi ció az, ent q o g u s r nc en las em e pon acias se c EIROforum - Organizaciones EUREKA - Red europea para intergubernamentales de la I+D industrial orientada investigación europeas hacia el mercado www.eiroforum.org www.eureka.be • CERN - Centro europeo de investigación nuclear • EFDA JET - Acuerdo europeo para el desarrollo de la fusión • EMBL - Laboratorio europeo de biología molecular • ESA - Agencia espacial europea • ESO - Observatorio europeo austral • ILL - Instituto Laue-Langevin • ESRF - Instalación europea de radiación sincrotrónica Áreas temáticas EUREKA • Electrónica y TIC • Manufactura industrial, materiales y transporte • Otras tecnologías industriales • Tecnologías energéticas • Química, física y ciencias exactas • Ciencias biológicas • Agricultura y recursos marinos • Tecnologías de agroalimentación • Medidas y estándares • Tecnologías para la protección de la humanidad y del medio ambiente ESF – Fundación europea de la ciencia Organizaciones y programas nacionales y regionales © CERN ck sto ter ut Sh . ientos Industria ocim con os de l © www.esf.org • EuroBioFund - EuroBioForum • EUROCORES - Programa de investigación colaborativa europea • EURYI - European Young Investigator Awards (Premios a los jóvenes investigadores europeos) COST – Cooperación europea en ciencia y tecnología www.cost.esf.org Portal ERAWATCH cordis.europa.eu/erawatch El portal ERAWATCH, desarrollado por la Comisión Europea, proporciona información sobre las políticas de investigación en los ámbitos europeo, nacional y regional, así como sobre los actores y los programas en la Unión Europea y en otros lugares. Abarca actualmente información de 43 países. © ck sto ter ut Sh edad ón les. ndia mu ios soc sus os tod on investiga dore tros de inves sy tigac i n: coordinación estigació a la inv e las inversiones entre udas yd las ay estigación iferentes ámbitos v d n de ació as de in bros (en los posibles ayudas m on imiz m Opt rogra dos mie gionales), c ndo las colaboraciones ta cie os p re de l los Es onales y ea y favore la industria. ma for naci n Europ plazo con de , Unió largo a ren nto e la d sfie mie s, sion mis ran oci ore ya om e t on ad po al. nC pea y s de c stig l se a lectu uro ©E ten des s inve cua d inte da lo il, lo da o a d civ ropie a la p e una pr en a om ges esa en com par tió s y con un n a la s ta i de oc ct cua ied da d ©S hu tte rst oc k research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 19 EUROSTARS Apoyar a las PYMEs implicadas en la investigación tecnológica con vistas a promover el crecimiento económico: ésa es la finalidad del nuevo programa EUROSTARS, fruto de una colaboración entre la Unión Europea y Eureka. Una iniciativa que hará brillar las perlas de la innovación europea. L as células cancerosas tienen una insidiosa capacidad de “rechazar” los fármacos utilizados contra ellas; ésa es una de las razones por las que la medicina pierde la esperanza de encontrar la curación completa del cáncer. Uno de los métodos más sutiles empleados por este tipo de célula contra los ataques terapéuticos consiste en envolver y destruir la molécula medicamentosa en vesículas celulares denominadas endosomas. Hasta ahora, los intentos de contrarrestar este mecanismo sólo han tenido un éxito relativo. Pero un grupo de científicos de la empresa noruega PCI Biotech creen que están siguiendo una buena pista: además del medicamento, inyectan fotosensibilizadores en la zona afectada. La membrana del endosoma los absorbe y, al ser iluminada, se deshace. Sin este obstáculo, la molécula terapéutica puede llegar al núcleo de la célula. La innovación de PCI Biotech se podría convertir en un tratamiento milagroso que podría salvar miles de vidas, pero la comercialización de ese tipo de terapias es muy costosa y la competencia en el campo de la tecnología médica es muy dura. No obstante, PCI Biotech, financiado por el nuevo programa EUROSTARS (un fondo de innovación europeo especialmente destinado a las PYMEs), está a punto de llevar su producto a los hospitales. EUROSTARS financiará investigaciones clínicas, con las que los científicos investigarán cómo iluminar el tumor insertando una fibra óptica a través de la piel o de las cavidades del cuerpo. “Ya tenemos experiencia en la utilización de fotosensibilizadores en las terapias contra el cáncer, pero no en la liberación de la molécula del endosoma. Nuestra técnica de iluminación del endosoma es completamente original”, explica Anders Høgset, director científico de la Los medicamentos, un área en la que las PYMEs pueden desempeñar un papel importante. En la fotografía aparecen microesferas a base de ciclodextrina. Estas moléculas de origen natural que, a modo de jaula, permiten encapsular moléculas diversas, se utilizan con frecuencia en la farmacología. 20 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Un estreno arrollador PCI Biotech es una de las 200 empresas europeas que se han beneficiado del fondo EUROSTARS, recibiendo 1,1 millones de euros. “Para una empresa como la nuestra, es muchísimo dinero”, comenta Anders Høgset. Esta PYME, como la mayoría de las beneficiarias de EUROSTARS, ya funciona desde hace algunos años pero pretende crecer más. Da empleo a nueve personas y empezó a ser cotizada en la Bolsa de Oslo en el año 2008. Al no tener por ahora ingresos, funciona únicamente gracias a las subvenciones de investigación y a los inversores. Cuando su tecnología esté lista, esta PYME venderá sus licencias a empresas farmacéuticas. Para crecer, las pequeñas empresas pueden obtener fondos de inversores o accionistas privados, de empresas especializadas en el capital de riesgo, o mediante una cotización en Bolsa, pero cuando más ayuda necesitan es en sus inicios. Según Bernd Reichert, jefe de la unidad PYMEs en la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea, constituyen uno de los resortes fundamentales del desarrollo económico europeo, ya que representan el 99 % de las empresas. “Son responsables de la creación de muchos empleos y constituyen uno de los motores de la innovación”. Por esta razón, se lanzó el programa EUROSTARS, dirigido por Eureka. Su éxito ya asombra a sus creadores. La Comisión Europea proporcionó el 25 % de sus fondos (con un presupuesto de 100 millones euros hasta el 2013). El resto proviene de los 32 países participantes. © CNRS Photothèque/Hubert Raguet Descubrir los tesoros ocultos empresa. Uno de los principales efectos de la técnica será la mejora de la precisión con la que las terapias contra el cáncer se pueden dirigir hacia el tumor. EUROSTARS “EUROSTARS es el primer programa que da prioridad absoluta a las PYMEs que se dedican a la investigación y el desarrollo. Sus objetivos están definidos conforme a las necesidades y los deseos de las PYMEs”, explica Bernd Reichert, añadiendo que, aunque las PYMEs pueden participar en los programas marco de investigación, los trámites de los mismos generalmente son caros y requieren demasiado tiempo. De ahí la importancia de EUROSTARS, cuyo principal objetivo es ayudar a las PYMEs a comercializar sus productos lo antes posible para acelerar el desarrollo de las mismas. “Las PYMEs de alta tecnología no pueden perder tiempo esperando porque sus mercados evolucionan con mucha rapidez”, manifiesta Bernd Reichert. “EUROSTARS, con trámites más ágiles, puede ayudar a las PYMEs a innovar a un ritmo más rápido y constante”. Prioridad a las nuevas estrellas Los proyectos duran tres años como máximo con el objetivo de que las empresas comercialicen sus productos en el plazo de dos años, una vez acabado el proyecto. Las start-ups no tienen la prioridad, sino las empresas que empleen hasta 35 personas y que ya hayan recorrido una buena parte del camino que lleva al desarrollo de un producto o a su comercialización. Los proyectos también se centran en las empresas implicadas en la investigación tecnológica y que dedican a la misma al menos el 10 % de su volumen de negocios. Los beneficiarios trabajan sobre todo en sectores de la alta tecnología como la informática, las telecomunicaciones, la tecnología biomédica y los materiales de fabricación industrial. “Cuando lanzamos la primera convocatoria, en el año 2008, no esperábamos recibir tantas solicitudes de PYMEs especializadas en tecnología. Hasta ignorábamos que existieran tantas”, recuerda Michel Vanavermaete, responsable del programa EUROSTARS en la Secretaría de Eureka. Ambos ciclos de financiación atrajeron a centenares de candidatos, con un promedio de 3,5 socios y una solicitud de financiación media de 2,9 millones de euros por proyecto. Michel Vanavermaete y sus colegas también se asombraron de las buenas candidaturas de numerosas PYMEs de los países más pequeños y más desfavorecidos de la Unión Europea. Una de las principales características del programa EUROSTARS consiste en adoptar una filosofía “ascendente”, evaluando cada caso según sus propios méritos. Un objetivo primordial es también ayudar a estas entidades locales o nacionales a convertirse en empresas de alcance internacional, dentro y fuera de Europa. “Nos gustaría detectar a las empresas que se transformarán en el Google del mañana. Tenemos la ambición de que la Unión Europea tenga grandes empresas a partir de empresas de tamaño medio. Pensamos que es el enfoque que hay que adoptar”, explica Luuk Borg, director de Eureka. “Las empresas cuyo volumen de negocios tiene un índice de crecimiento elevado (llegando a alcanzar hasta el 180 %) tendrán una especial importancia para nosotros”. Innovación en el Este de Europa El programa también ayuda a las PYMEs del sector del medio ambiente, que avanza a pasos agigantados. La energía eólica, que se está extendiendo por toda Europa, desde Dinamarca hasta Portugal, genera miles de empleos: no sólo dentro de las empresas que llevan a cabo los proyectos sino también en las implicadas en la fabricación y el suministro de palas o de piezas de recambio, por ejemplo. Una de estas PYMEs es EC Electronics, con sede en Polonia. Trabaja en la puesta a punto de aparatos capaces de identificar los defectos de los generadores eólicos y forma parte de un consorcio más importante, Smart Embedded Sensor System (SESS), fundado por el programa EUROSTARS e implantado en Polonia, Estonia y Dinamarca. En este consorcio, EC Electronics suministra el material necesario para las tecnologías de comunicación y de señalización que se usan para el control de las palas de los generadores eólicos. Dicha empresa ya ha hecho posible el desarrollo de productos necesarios para el control de otros “segmentos” de los generadores eólicos, como cajas de cambio o pernos, cilindros móviles utilizados para guiar el movimiento de rotación. “SESS pretende detectar los daños que se puedan dar en las palas de los generadores eólicos. Los análisis efectuados permitirán predecir si una grieta o cualquier otro daño puede agravarse, y de qué forma lo hará”, explica Artur Hanc, director de EC Electronics. “Un aspecto único de SESS es que dependerá de sistemas de detección a la vez activos y pasivos. Así podremos no sólo detectar problemas en cuanto aparezcan, sino también ‘ordenar’ a los sensores que analicen los puntos frágiles de la pala. De este modo, podremos evaluar mejor el estado estructural de estos puntos sensibles”. Aunque ninguna de las empresas que ha participado en EUROSTARS haya brillado con luz propia en la escena internacional, algunas podrían resplandecer en los próximos años… Elisabeth Jeffries © Shutterstock © Shutterstock Las energías renovables y la informática también ofrecen nichos interesantes para las pequeñas empresas de alta tecnología. Eurostars www.eurostars-eureka.eu SESS www.sess-eurostars.eu PCI Biotech www.pcibiotech.no research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 21 PROGRAMACIÓN CONJUNTA «Alzheimer» «Alzheimer», S e va instalando discretamente en los recovecos del cerebro de una de cada veinte personas de más de 65 años, adueñándose poco a poco de sus recuerdos, primero de los más recientes (a veces hasta de la cara de un familiar), extendiéndose como una mancha de petróleo en el mar y destruyendo todo a su paso. Causa trastornos en la memoria, la atención, el lenguaje, el comportamiento, el humor, volviéndose omnipresente y deteriorando el estado general de su víctima, privándole progresivamente de su autonomía. Nos referimos a la demencia, una enfermedad que afecta actualmente a cerca de 7,3 millones de europeos, cifra que, con el envejecimiento de la población, se habrá duplicado de aquí al 2020 según las estimaciones de los epidemiólogos. En términos de atención médica, la demencia representa un coste de unos 120 mil millones de euros en la Unión Europea. De ahí el interés de intensificar los esfuerzos de investigación en este campo y, más concretamente, en la enfermedad de Alzheimer, que representa cerca del 70 % de los casos de demencia. 22 Colaboración, coordinación… El problema del aumento de los casos de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con el envejecimiento de la población no es nada nuevo. De hecho, los Estados miembros y la Comisión Europea llevan ya varios años dedicando considerables recursos financieros y humanos a la investigación en este área. Sólo en el Sexto Programa Marco de Investigación (6PM), entre el año 2002 y el 2006, la Unión Europea financió 25 proyectos de colaboración sobre estas enfermedades con 111 millones de euros, de los que más de un tercio se destinó al estudio del Alzheimer. Para el 7PM (2007-2013) se ha reforzado esta ayuda, ya que un tercio de los fondos dedicados a la investigación sobre el cerebro en 2008-2009 se concedió a la investigación sobre las enfermedades neurodegenerativas. Pero aunque se hayan logrado descubrimientos importantes en estos últimos años, aún no existe ningún tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y hasta se ignoran sus factores de riesgo. Por lo tanto, es preciso hacer un esfuerzo mucho mayor y mejorar la eficacia de los medios movilizados. ¿Pero cómo? Apostando por una coordinación transnacional de la investigación fundamental, clínica y social en este área. Los Estados miembros de la UE gastan cerca del 85 % de los fondos de investigación públicos de esta última con total independencia. Recientemente, la UE amplió los instrumentos de colaboración (las acciones ERA-NET, las iniciativas del Artículo 169) para promover la coordinación de programas nacionales de investigación. Como ejemplo del éxito de estas herramientas de colaboración citemos la investigación sobre enfermedades raras. Hasta hace tres años, es decir, antes del lanzamiento de E-RARE (ERA-NET for research programmes on research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 rare diseases), los programas de investigación nacionales en este área funcionaban por separado. Actualmente, E-RARE les permite trabajar con mayores cohortes de pacientes, compartir sus resultados y hasta sus recursos financieros. De hecho, el 40 % de los fondos que los Estados miembros (participantes en E-RARE) dedican a la investigación sobre enfermedades raras se asignan a convocatorias conjuntas de propuestas. Pero aunque estos instrumentos de colaboración hayan tenido un efecto comparable a los fertilizantes en un terreno baldío, en determinados sectores la situación es tan problemática que estos esfuerzos no son suficientes. © CNRS Photothèque/Erwan Amice Veinte países de Europa y la Comisión Europea se han puesto de acuerdo para luchar juntos contra las enfermedades neurodegenerativas coordinando sus programas de investigación en torno a objetivos comunes. …y agenda estratégica de investigación La programación conjunta nació a la vez del éxito y de los obstáculos a la colaboración entre los programas nacionales. Entre dichos obstáculos están tres problemáticas principales: alcanzar una masa crítica, obtener el respaldo político y ponerse de acuerdo en las condiciones. Estas últimas requieren el beneplácito del ministro de investigación. Las condiciones marco representan todo lo que permite que funcione correctamente el sistema (convocatorias conjuntas de propuestas, reglas de participación y de propiedad intelectual compatibles, etc.). PROGRAMACIÓN CONJUNTA una iniciativa piloto © CNRS Photothèque/Erwan Amice El nuevo concepto de colaboración denominado programación conjunta, introducido en una comunicación de la Comisión Europea en julio de 2008, pretende que los Estados miembros definan una visión común y una agenda estratégica de investigación para hacer frente a los grandes desafíos sociales a los que los programas nacionales no pueden responder de forma aislada. “Un punto muy importante de la programación conjunta es que la participación de los Estados miembros y de los países asociados es voluntaria”, explica Philippe Amouyel, director general del Instituto Pasteur de Lille (Francia) y coordinador del área de investigación del plan “Alzheimer” de Francia. Las imágenes cerebrales revelan el hipocampo de un sujeto sano (a la izquierda) y de un paciente con la enfermedad de Alzheimer (a la derecha). Utilizando el programa de tratamiento de imágenes creado por investigadores, un radiólogo puede visualizar el volumen del hipocampo, representado en rojo en el corte transversal. Esta estructura del cerebro desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de la memoria y se ve afectada en las primeras fases de la enfermedad. “En resumen, para establecer una programación conjunta, hay que escoger un tema con gran impacto social y definir una agenda estratégica entre los Estados miembros que quieran participar. Y para que todo esto funcione, hace falta una estructura de gestión”, continúa Philippe Amouyel. No se pretende gastar más dinero, sino utilizar de manera más eficaz los fondos invertidos en las áreas de investigación de interés común para los países de Europa (energías renovables, cambio climático, enfermedades neurodegenerativas, etc.), coordinando los programas nacionales en torno a objetivos y un calendario común. Con este enfoque, la Unión Europea podría orientar mejor sus recursos para enfrentarse a los desafíos sociales, hablar con una sola voz en la escena internacional, mejorar la calidad de las propuestas de investigación, así como aunar los datos y los conocimientos diseminados por los diferentes países miembros y asociados. “La programación conjunta no es un nuevo instrumento de colaboración que se añadiría a las numerosas herramientas ya existentes, es un enfoque con el que, llegado el caso, se pueden emplear estas herramientas para ayudar a los Estados miembros a garantizar la ejecución concreta de la misma”, precisa Philippe Amouyel. Un área lista para la programación conjunta ¿Por qué se han escogido las patologías neurodegenerativas como iniciativas piloto de programación conjunta? “Si se estudian los niveles de financiación y de fragmentación de las áreas científicas y tecnológicas en Europa y se los compara con los de Estados Unidos, la investigación sobre la demencia resulta ser uno de los campos menos financiados y más fragmentados aquí”, indica Philippe Amouyel. Además, la prevalencia de estas enfermedades aumenta inexorablemente. En el transcurso de la presidencia francesa de la UE en el 2008, mientras que la Comisión Europea publicaba su comunicación sobre la programación conjunta, Nicolas Sarkozy convertía la lucha contra la enfermedad de Alzheimer en una prioridad nacional. Entonces se presentó una propuesta de programación conjunta en diciembre de 2008. Veinticuatro Estados miembros y asociados manifestaron su deseo de participar en la misma y acordaron las grandes líneas de la estructura de gestión y los mecanismos de toma de decisión para preparar una ambiciosa agenda de investigación estratégica. Una de las próximas etapas consistirá en definir objetivos específicos, medibles, factibles, realistas y enmarcados en el tiempo (objetivos SMART), con el asesoramiento de un consejo científico internacional de alto nivel. “Cuando se definan la agenda estratégica y los objetivos SMART, será como tener un menú: cada país participante podrá escoger los objetivos que mejor correspondan con sus conocimientos, sus orientaciones y sus posibilidades financieras”, indica Philippe Amouyel. En cuanto a la estructura de gestión, se creó un comité que se reunió por primera vez en junio de 2009. En lo referente al consejo científico, está en proceso de constitución. Aunque antes del 2015 no se podrá realizar una primera evaluación de la eficacia de la programación conjunta sobre la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas (el tiempo necesario para analizar el valor añadido de la colaboración de los Estados participantes en términos de resultados de investigación), aun así esta iniciativa piloto debería abrir el camino a otras programaciones similares, particularmente en el campo de las tecnologías energéticas y de la investigación agrícola. Audrey Binet research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 23 24 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 © Shutterstock © Shutterstock © ITER © CERN En el CERN, más de 1.000 científicos de 94 institutos y 28 países trabajan en el experimento ALICE. Para llevarlo a cabo, el LHC provocará la colisión entre sí de iones de plomo con el fin de recrear en laboratorio las condiciones que se dieron justo después del Big Bang. Los datos obtenidos permitirán estudiar la evolución de la materia desde el nacimiento del Universo hasta nuestros días. Conseguir una integración con éxito Aún queda mucho camino por recorrer para lograr un Espacio Europeo de la Investigación (EEI) unificado y atractivo, que garantice la quinta libertad, la circulación de los investigadores, los conocimientos y las tecnologías. Siete años después del nacimiento del proyecto del EEI en Lisboa, la Comisión Europea ha evaluado el camino recorrido y el que queda por delante. Este trabajo a largo plazo, que se ha ido alimentando de reflexiones provenientes de toda Europa, empezó en el año 2007 con la publicación de un Libro Verde sobre el EEI, sometido a una amplia consulta pública durante varios meses. Se identificaron en este trabajo común los avances obtenidos, pero sobre todo los retrasos y las lagunas que socavan su desarrollo, así como las pistas a explorar para colmarlas. ¿Qué consecuencias ha tenido este trabajo? Un proceso de impulso del EEI, que fue lanzado en la primavera del 2008 en Ljubljana, la capital eslovena, y dio pie a una “Visión 2020” para el EEI, adoptada por la Unión Europea en diciembre del 2008. En paralelo, la UE lanzó cinco iniciativas que abarcan áreas cruciales: las carreras y la movilidad de los investigadores, las infraestructuras de investigación, la transferencia de los conocimientos entre los organismos de investigación públicos y la industria, la programación conjunta y la cooperación internacional. Se trata de un trabajo colosal, pero de él depende el futuro del EEI. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 25 INVESTIGACIÓN ACADÉMICA Las universidades en cuestión Las universidades son desde hace siglos la joya y el orgullo de los países europeos, garantizando la investigación y la transmisión del conocimiento. Desde hace algunos años, la Unión Europea, en concertación con todos los actores concernidos, pretende darles un nuevo impulso, queriendo ampliar su autonomía, sacar el mejor partido de su diversidad, y darles nuevas bazas para que desempeñen un papel protagonista dentro de la economía del conocimiento. U nos 4.000 centros de enseñanza superior con 435.000 investigadores: estas colmenas donde trabajan cerca de un millón y medio de personas forman lo que se clasifica con la denominación de “universidades europeas”. Esta inmensa red de divulgación, transferencia y producción de conocimientos científicos se caracteriza por el vínculo, a menudo lleno de historia, que cualquier nación europea mantiene con “su” sistema académico. Esto no significa que los universitarios europeos vivan “de puertas para dentro”. Cada país, según sus capacidades, posee facultades, laboratorios o centros de investigación, arraigados en su cultura y a la vez abiertos al mundo y con frecuencia reconocidos internacionalmente. Pero en el contexto actual dominado por la emergencia simultánea de la globalización y de la sociedad del conocimiento, los Estados de la UE han entendido claramente los cambios que deben realizar en sus sistemas universitarios, 26 en un periodo en el que su coste ha llegado al límite de lo que pueden soportar las arcas públicas. Desafíos cada vez mayores En lo que concierne a la enseñanza, los sistemas universitarios están confrontados con el doble desafío de un mayor número de estudiantes que hay que formar y las exigencias del mercado laboral en lo que respecta a su cualificación. Luego, en el ámbito de la investigación, numerosos indicadores muestran que los sistemas universitarios europeos, en su conjunto, son menos eficaces en la innovación y en la simbiosis con el mundo empresarial (y, por ello, consiguen menos resultados económicos, de crecimiento y empleo) que sus competidores estadounidenses o japoneses. La sensibilización sobre la necesidad de una visión europea de estos desafíos ha aumentado considerablemente en el transcurso de las dos últimas décadas. En 1999, se franqueó una etapa básica, sobre todo con la Declaración de research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Bolonia, que dio pie a un proceso de armonización en la validación y el reconocimiento de los títulos universitarios. A través del programa Erasmus, Ia UE también dio un gran impulso a la movilidad de los estudiantes más allá de las fronteras nacionales. Pero tanto el papel como el lugar de las universidades como principales actores de la investigación (en ellas trabajan aproximadamente un tercio de los investigadores y suponen el 80 % de la investigación básica en Europa) son objeto de una amplia reflexión crítica. Es cierto que el primer elemento unificador de la investigación universitaria fue (y sigue siendo) su implicación activa en los programas marco de la Comisión Europea. De una forma u otra, prácticamente todas las universidades del continente participan en numerosos proyectos europeos en todos los campos de investigación aplicados o fundamentales, y gracias a los mismos reciben una parte de su financiación. También están muy presentes en los programas Marie Curie para la movilidad INVESTIGACIÓN ACADÉMICA Las universidades, muy orgullosas de sus tradiciones y del patrimonio nacional que representan, saben también que deben reformarse y abrirse hacia el exterior, sin perder por ello “sus señas de identidad”. En la fotografía, la Universidad de Oxford (Reino Unido). excelencia, un mayor impulso a la movilidad de los estudiantes, los profesores y los investigadores, y el refuerzo de sus vínculos con el mundo empresarial y la sociedad. Este enfoque representa un cambio radical en el funcionamiento tradicional de las universidades, las cuales han tenido siempre, desde un punto de vista histórico, una especie de misión de “autosuficiencia” en la oferta de conocimientos. La mayoría se desarrollaron, a través de los siglos, en torno a un principio fijado, que consistía en ofertar un amplio abanico de estudios universitarios organizados de forma vertical, bajo la supervisión financiera y programática de sus poderes públicos nacionales o regionales. Pero a escala del continente, esta diversidad de los programas universitarios de enseñanza y de investigación oculta la falta de una auténtica diversificación que se base en la oferta de especializaciones tomando como criterio la excelencia. Y, en muchos casos, la arborescencia vertical de las asignaturas enmascara también la insuficiencia de los lazos y las pasarelas entre ellas. © Shutterstock Una autonomía indispensable de los investigadores, que han ayudado a llevar a cabo los trabajos doctorales o post-doctorales de decenas de miles de investigadores en toda Europa. Una nueva visión política Sin embargo, a partir del año 2000, con la óptica de la creación de un Espacio Europeo de la Investigación (una de las bases de la nueva estrategia de crecimiento y empleo denominada “estrategia de Lisboa”), la Unión Europea comenzó a tener una visión mucho más política de los puntos fuertes y débiles comunes de los sistemas universitarios europeos. La Comisión Europea, con los Estados miembros y los actores de la enseñanza superior, puso su empeño en articular un proyecto común de modernización de las universidades en torno a sus tres misiones básicas: la enseñanza, la investigación y la contribución a la innovación. Las principales orientaciones definidas en 2006 (1) se apoyan en la diversificación y la valorización de su Para que la situación cambie (y, de hecho, está cambiando por todas partes en Europa, no sin crisis, como sucedió hace poco en las universidades griegas y francesas), existe un amplio consenso sobre la necesidad de conferir a las universidades una autonomía real y más responsabilidades para que puedan iniciar políticas de excelencia, organizando a sus comunidades en torno a una cultura basada en la obtención de resultados y el respeto de un contrato social. La Comisión Europea destaca la necesidad “de nuevos modelos de gobernanza interna basados en la adopción de auténticas políticas científicas apoyadas por una gestión estratégica y proactiva de sus recursos humanos y financieros”. Y añade que “las universidades europeas necesitan afirmar su papel de actores económicos, capaces de responder mejor y más rápidamente a la demanda de los mercados y de desarrollar colaboraciones para la explotación de los conocimientos científicos y tecnológicos, preservando a la vez el carácter público de su misión y sus más amplias responsabilidades sociales y culturales”. Al inscribir la reforma y la modernización de las universidades en la agenda de su estrategia global, la UE colma un déficit patente en su determinación de afirmar su evolución hacia una economía del conocimiento, en la que los actores de la enseñanza superior y de la investigación universitaria deben ser protagonistas de primer plano. Poniendo en común las experiencias (con éxito o difíciles) se pueden definir las líneas directrices que deben guiar las evoluciones. La investigación no es la innovación Pero no existen soluciones “ya hechas”. Por ejemplo, en el famoso vínculo entre la universidad y la innovación: un tema recurrente que ha sido mencionado en numerosos informes y recomendaciones de las dos últimas décadas. Así como lo observan dos expertos del grupo de investigación Knowledge for Growth (2): “Los responsables de las políticas públicas y los responsables de las universidades no deben confundir la investigación y las nuevas invenciones con la innovación”. Según Paul David y Stan Metcalfe (3), la investigación universitaria puede y debe ser fuente de innovación, pero reflexionan sobre el papel que se ha querido dar a las universidades empujándolas a crear start-ups y otras empresas semillas o spin-offs, así como a gestionar carteras de patentes, un modelo procedente de Estados Unidos, donde esta tendencia actualmente se está poniendo en tela de juicio. Con frecuencia, se suele hablar de los casos con éxito de este tipo pero, según David y Metcalfe, este deseo de que las universidades se acerquen a las empresas no debe llevar a que las sustituyan por completo. Este riesgo representa, según ellos, la limitación de su misión principal: la extensión de las áreas del saber y el intercambio abierto de conocimientos innovadores con el mundo empresarial. “A largo plazo, la reforma necesaria de las universidades debe llevar a una distribución del trabajo en todo el sistema de investigación, con el reconocimiento expreso de que puedan darse diferentes modelos de modernidad en las universidades”, estiman. “Estas últimas no pueden seguir un modelo único de relaciones con el mundo empresarial basado en prescripciones rígidas”. Didier Buysse (1) “Cumplir la agenda de modernización para las universidades: educación, investigación e innovación”, COM (2006) 208 final. (2) http://ec.europa.eu/invest-in-research/monitoring/knowledge_ en.htm (3) Profesores de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y de la Universidad de Oxford (Reino Unido) respectivamente. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 27 REDES DE INVESTIGACIÓN La unión hace la fuerza Estar a la cabeza de la innovación y ser competitiva: un objetivo que Europa sólo puede lograr a través de una colaboración eficaz. S i existe un campo por excelencia en el que sea importante (y por suerte, posible) avanzar juntos, es la investigación científica, tanto para hacer frente a la competencia, como para evitar desperdiciar el esfuerzo y la financiación de los investigadores. La competencia la conforman sobre todo Estados Unidos, China… “Actualmente, sólo del 10 % al 15 % de los programas europeos aceptan las candidaturas 28 y/o la colaboración de investigadores de otros países, mientras que la mayoría de los programas estadounidenses están abiertos al mundo entero. Si Europa se inspirase en el funcionamiento de ese país, podría llegar a ser el segundo actor de la investigación mundial”, manifestaba recientemente con entusiasmo un colaborador de la Dirección General de Investigación. Se trataría de coordinar los proyectos en los que Europa fuera más eficaz con la colaboración de otros, objetivo nada fácil, pero las iniciativas se multiplican por doquier. Los programas marco, las acciones ERA-NET y las iniciativas lanzadas en virtud del artículo 169 del Tratado que instituye la Comunidad Europea son algunos ejemplos que reflejan bien esta voluntad de unidad europea. la Unión Europea en materia de ciencia y tecnología. Un comité de gestión compuesto por representantes de los Estados miembros y de los países asociados define las áreas de investigación financiadas, basándose en las propuestas de los investigadores de sectores determinados, consultados por la Comisión Europea. El apartado “Cooperación” del Séptimo Programa Marco (7PM) se divide en diez temáticas como la salud, la alimentación, las nanociencias o las biotecnologías, por citar algunas. La condición indispensable para que un proyecto sea escogido por el comité de expertos independientes encargado de la selección es contar con investigadores de por lo menos tres Estados miembros o países asociados. Las acciones ERA-NET Los programas marco Los programas marco (PM) de investigación y desarrollo son instrumentos financieros utilizados para ejecutar la política colectiva de research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Cada Estado miembro posee su propio sistema de financiación de la investigación. Las acciones ERA-NET están pensadas para fomentar la colaboración entre programas de investigación REDES DE INVESTIGACIÓN regionales y nacionales a fin de lograr objetivos comunes. En ese caso, los directores nacionales de programa de cada país, es decir, principalmente organismos de financiación, son quienes deciden las temáticas y las acciones que desean acometer juntos. En concreto, esto abarca desde el intercambio de información sobre los sectores de actividad de cada uno, hasta la presentación de propuestas conjuntas en convocatorias, pasando por la puesta en común de bases de datos. Los directores de programas nacionales tienen bastantes cartas en la mano para decidir lanzar una colaboración tan pronto como alcanzan un acuerdo, sin tener que esperar forzosamente una financiación exterior para llevar a cabo sus actividades. Aunque los propios países financien su proyecto, la UE abona los gastos inherentes a la coordinación, la formación y la gestión de las actividades del consorcio. Las iniciativas en virtud del artículo 169 Todas las actividades de la Unión Europea deben apoyarse en una base jurídica. Por ejemplo, el programa marco lo rigen los artículos 166 y 167 del tratado de la UE. El artículo 169 permite que los Estados miembros y la Comisión Europea financien conjuntamente grandes iniciativas de interés científico. En la práctica, se trata de enlazar firmemente distintos programas nacionales de investigación, desde el punto de vista de la gestión, la financiación y la convocatoria de propuestas. A iniciativa de la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo deciden los sectores sobre los que se va a investigar. En el 6PM se lanzó la primera acción en virtud del artículo 169 en el campo de las enfermedades vinculadas a la pobreza en los países en desarrollo y el 7PM prevé cuatro nuevas acciones como la acción AAL (Ambient Assisted Living), que tiene por objeto mejorar la calidad de vida de las personas mayores empleando las tecnologías de la información y la comunicación. Las ventajas de tal cooperación… Ya se ha comprobado que este enfoque está funcionando: la colaboración entre investigadores de diferentes países europeos ha aumentado claramente, lo cual repercute favorablemente en los investigadores quienes, gracias a los proyectos europeos, pueden obtener más fondos que antes. Además, los directores de programas nacionales destacaron en un informe reciente que las acciones ERA-NET eran muy interesantes para los pequeños países con tendencia a especializarse en determinadas áreas. “Las ERA-NET son muy pertinentes en temas muy punteros (como las enfermedades raras), demasiado amplios para ser tratados a nivel nacional, pero siguen siendo demasiado limitados para interesar a la investigación comunitaria”, añade Véronique Halloin, ingeniera civil química y secretaria general del FNRS (el Fondo Nacional para la Investigación científica) de Bélgica. Para Véronique de Halleux, investigadora en el laboratorio de los polímeros de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), participante en el proyecto ONE-P (Organic Nanomaterials for Electronics and Photonics) en el que participan 200 investigadores de diez países, la iniciativa sin duda alguna es un éxito. “Poder trabajar con investigadores de varios países europeos es una baza considerable puesto que nos permite disponer de los mejores especialistas. Jamás habríamos podido montar este proyecto sin ello”. Lo mismo opina su colega Jean-Louis Deneubourg, investigador y responsable de la Unidad de Ecología Social, participante en el proyecto MADE (Mitigating adverse ecological impacts of open ocean fisheries), que manifiesta: “Gracias a los proyectos europeos, se pueden complementar los conocimientos”. Incluso va más allá: “Sin estas iniciativas europeas, tendría que cerrar mi laboratorio”. …y sus puntos débiles Aunque las acciones ERA-NET estén bien establecidas, necesitan el apoyo político. A fin de mejorar este aspecto de la colaboración europea se creó el concepto de programación conjunta: un nuevo enfoque que pretende implicar a los ministros europeos previamente en las tomas de decisiones y lograr que aborden juntos la investigación en temas con importantes desafíos sociales, como el envejecimiento de los europeos, el cambio climático o la crisis financiera. Los 32 Consejos de investigación europeos reunidos en EUROHORCS lamentan la falta de ayudas para los desplazamientos de los investigadores. De hecho, aunque los investigadores pueden obtener ayudas, no ocurre lo mismo con sus familias. Por lo tanto, a menudo, los científicos tienen que dejar de viajar cuando forman una familia. Los directores de los programas nacionales destacaron los detalles que hay que mejorar y ya previeron cómo paliar los fallos de las iniciativas europeas. La ERA-NET Learning Platform va a facilitar los intercambios entre coordinadores de investigación y la puesta en común de información para los investigadores en un portal conjunto (NETWATCH). También está previsto que se identifiquen buenas prácticas para las convocatorias de propuestas. Y finalmente, Véronique Halloin menciona la cuestión de los “botes comunes virtuales” en ERA-NET. “Actualmente, no hay un auténtico bote común”, explica. “Cada país se queda con su dinero y lo reparte entre los investigadores seleccionados en su país. Con este funcionamiento, si un solo país dispone de científicos cruciales para tres de los mejores proyectos, pero sólo puede financiar uno, los otros dos corren el riesgo de no llegar a ser realizados”. Lograr que investigadores de numerosos países trabajen en equipo no es nada fácil, así que para ello la Unión Europea no sólo tiene que tomar iniciativas para mejorar la colaboración de sus programas de investigación, sino también someter constantemente estas iniciativas a una evaluación rigurosa de los resultados obtenidos. Un proceso que aún tardará tiempo en madurar. Zamora no se ganó en una hora… Élise Dubuisson research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 29 INFRAESTRUCTURAS En la carrera por la excelencia, el Espacio Europeo de la Investigación debe dotarse de infraestructuras a la altura de los desafíos actuales. En la agenda de prioridades del Foro europeo de la estrategia sobre infraestructuras de investigación se seleccionaron 44 proyectos. Sólo es el principio de una larga historia… L a iniciativa “Infraestructuras de investigación”, así como las demás iniciativas del proceso de reactivación del Espacio Europeo de la Investigación (EEI) (1) se creó con el ánimo de instaurar una colaboración duradera entre los Estados miembros y las partes concernidas: universidades, centros de investigación, proveedores de material de investigación y usuarios. Si la Unión Europea (UE) pretende reforzar su excelencia en el campo de la investigación, tiene que sacar el mayor partido posible a las instalaciones existentes y construir nuevas infraestructuras en el marco de proyectos a gran escala: observatorios, bancos de datos, fuentes de radiación, redes de comunicación… Para las infraestructuras de investigación de renombre mundial, cada vez más costosas y complejas, se necesita reagrupar los recursos 30 financieros de varios países. Por ello se creó en 2002 el Foro europeo de la estrategia sobre infraestructuras de investigación, denominado ESFRI (siglas de European Strategy Forum on Research Infrastructures) (2), con el objetivo principal de determinar las prioridades en materia de Infraestructuras de Investigación (II) a escala de la UE, que pueden ser implantadas en un solo lugar, estar en red (distribuidas), o incluso ser virtuales. En el año 2006, el ESFRI estableció una agenda de prioridades en la que aparecían las 35 principales infraestructuras paneuropeas para el desarrollo de las ciencias y de la innovación en Europa en los próximos veinte años. Esta agenda, al tener que adaptarse a la rápida evolución de las necesidades científicas y tecnológicas, fue revisada por primera vez en el 2008 y actualmente contiene 44 proyectos. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 1 El télescope E-ELT, que se prevé que esté operativo en el año 2018, aportará una nueva dimensión a la cosmología, midiendo las propiedades de las primeras estrellas y las galaxias y aportando informaciones inéditas sobre la naturaleza de la materia negra y de la energía negra. En esta fotografía aparecen los segmentos de espejo del instrumento ensamblados en el laboratorio de Garching (Alemania). © ESO Santuarios de la investigación De los 44 proyectos considerados por el ESFRI como infraestructuras prioritarias de investigación, algunos pertenecen a centros de excelencia de renombre desde hace tiempo, como el ESO (fotografía 1), mientras que otros representan nuevas iniciativas (fotografías 2, 3 y 4). Se prevé que la puesta en marcha de las infraestructuras de investigación coloque al EEI en un alto nivel de excelencia en proyectos que abarcarían varias áreas: física, medio ambiente, energía, ciencias biomédicas, y tecnologías de la información y de la comunicación. La colaboración, antes que nada una necesidad ¿En qué medida estas nuevas infraestructuras favorecerán la colaboración entre investigadores en el EEI, con relación a otras instituciones nacionales? Según Norbert Kroo, vicepresidente de la Academia de las Ciencias de Hungría y miembro del Consejo Europeo de Investigación, hay que volver a plantear la pregunta: “Desde mediados del siglo pasado se hizo patente que, en determinadas áreas científicas, el material de investigación se había vuelto tan caro que los INFRAESTRUCTURAS 2 © Andrej Sogachev © HiPER © Aurora Borealis 4 El projet Icos está dedicado a la comprensión de los mecanismos del ciclo del carbono y de los gases de efecto invernadero. En la fotografía, algunas mediciones realizadas en el bosque de Fyodoroskoye (Rusia). 3 El rompehielos Aurora Borealis constituye una plataforma científica en la que se llevan a cabo investigaciones multidisciplinarias en las regiones polares. HiPER (High Power laser Energy Research) es un proyecto piloto centrado en una técnica de energía basada en la fusión, cuya factibilidad se espera que quede demostrada entre el 2010 y el 2012. países por separado no podían permitírselos. La solución que se encontró fue emprender proyectos internacionales entre las instituciones nacionales y los gobiernos. Como botón de muestra, el Centro Europeo de Investigación Nuclear (o CERN) y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). La razón de ser de estas instituciones no era tanto fomentar la colaboración sino, antes que nada, hacer posible la investigación: la colaboración era la herramienta, y no el objetivo”. Y Norbert Kroo continúa: “El desarrollo de la ciencia requiere cada vez más instrumentos costosos y de gran envergadura, que necesitan una colaboración a gran escala, incluso a nivel mundial, como el prototipo de reactor de fusión termonuclear ITER (3). Estos hechos fueron reconocidos por la Unión Europea en el momento de la creación del EEI y de la puesta en marcha de acciones comunes. Tras la adopción por la Comisión Europea del Libro Verde sobre las nuevas perspectivas del EEI en el 2007, el grupo de expertos sobre las infraestructuras de investigación publicó un informe en el 2008 (4) que se centraba en el establecimiento de las prioridades de investigación, la financiación de infraestructuras paneuropeas, la necesidad de un marco jurídico específico, el modo de gestión, y las infraestructuras electrónicas”. Michel Van der Rest, director general del sincrotrón SOLEIL y presidente de la ERF (5) (European association of national Research Facilities open to international access) añade: “Las fuentes de radiación fotónica o neutrónica ocupan un lugar destacado entre las infraestructuras muy grandes. En torno a la fuente, que constituye la parte más pesada de la instalación (anillo sincrotrón, reactor nuclear, fuente de espalación, láser de electrones libres…), se construye un amplio abanico de estaciones experimentales que analizan muestras de materia en todas sus formas y para todos los intereses científicos”. Y añade: “La coexistencia de varias fuentes nacionales e internacionales permite compartir la riqueza científica en la medida en que el acceso está abierto a todos los investigadores de la EEI y porque las estaciones de las líneas de haces están completamente optimizadas para un tipo particular de análisis. Por lo tanto, cada una de ellas es relativamente única, y la posibilidad de tener acceso a un amplio conjunto de fuentes y de estaciones experimentales constituye la riqueza que debe ser compartida a nivel europeo. Por lo tanto, no es tanto la naturaleza nacional o internacional de la infraestructura sino su abertura internacional y su complementariedad con relación a otras infraestructuras lo que lleva a investigadores de todos los países y disciplinas a encontrarse allí para explorar muestras de materia y comprender su naturaleza física, su reactividad química, su estructura biológica o incluso su pasado y su historia”. Una personalidad jurídica a medida Una de las grandes dificultades de la creación de nuevas infraestructuras de investigación dentro de la UE era la ausencia de marco jurídico adecuado que permitiese el establecimiento de colaboraciones con organizaciones de varios países. De hecho, las formas jurídicas previstas por los diferentes derechos nacionales no siempre cubren las necesidades de estas nuevas infraestructuras. Según las recomendaciones de un grupo de trabajo dirigido por Beatrix Vierkorn-Rudolph, vicepresidenta de la ESFRI, en junio de 2009 se adoptó un marco jurídico comunitario aplicable a los consorcios de infraestructuras de investigación (ERIC, European Research Infrastructure Consortium), lo que facilita el desarrollo de una política europea para las infraestructuras de investigación. Este nuevo marco proporciona una personalidad jurídica reconocida por todos los Estados miembros. Asimismo, al reforzar el EEI, esta nueva reglamentación va a aumentar el atractivo de la investigación europea a nivel internacional, permitiendo además la participación de países no europeos. Para que una estructura tenga el estatus ERIC tiene que comprender al menos tres Estados miembros, pudiendo incluir a países terceros, países asociados, así como a organizaciones intergubernamentales. Beatrix Vierkorn-Rudolph se manifiesta complacida por este acuerdo: “Las negociaciones entre los diferentes socios que trabajan en la aplicación de una nueva estructura de investigación se facilitarán sustancialmente. Al poderse reconocer a un ‘ERIC’ como una organización internacional, se podrán obtener exoneraciones de IVA y habrá otras facilidades a nivel de la organización interna. Las primeras estructuras de investigación definidas por la agenda de prioridades están en su fase inicial como ERIC. Estoy impaciente por ver cómo este nuevo instrumento legal va a funcionar en la práctica”. Así pues, una historia que continuará… Isabelle Noirot (1) Las demás iniciativas afectan a las carreras y la movilidad de los investigadores, la transferencia de los conocimientos, la programación conjunta y la cooperación internacional en el campo de la ciencia y la tecnología. (2) http://cordis.europa.eu/esfri/ Se puede descargar la agenda de prioridades para 2008 en: ftp.cordis.europa.eu/pub/ esfri/docs/esfri_roadmap_update_2008.pdf (3) www.iter.org (4) Informe EUR 23320 EN 2008: “Développement d’infrastructures de recherche d’envergure mondiale pour l’Espace européen de la recherche” (5) www.europeanresearchfacilities.eu research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 31 MOVILIDAD Tras haberse centrado en la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales, la Unión Europea insiste en la quinta libertad, la de los conocimientos. Como elemento fundamental de esta libertad está la movilidad de los investigadores, que hace posible que desarrollen las colaboraciones y las redes indispensables para avanzar. a l i h c o m a l Con s a t s e u c a © Shutterstock «L La quinta libertad L a libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales son las cuatro libertades establecidas por el Tratado de Roma en 1957. Janez Potočnik, Comisario de Investigación, afirma que con el desarrollo de la economía del conocimiento Europa necesita la quinta libertad: la de la libre circulación de los conocimientos, tan deseada por los Estados miembros y la Unión Europea: facilitar la movilidad de los estudiantes, los investigadores y los profesores y, por lo tanto, mejorar la competitividad de la Unión Europea a través de la innovación. Concretamente, consiste en aumentar los recursos humanos en ciencia y tecnología, realizar reformas en la enseñanza superior, impulsar el avance de la “economía de la red”, y de mejorar los intercambios entre la investigación pública y la industria. 32 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 a Unión Europea hace todo lo posible para fomentar la movilidad de los investigadores dentro de sus fronteras y proporcionarles mejores estructuras para su carrera”, explica Stefaan Hermans, jefe de unidad en la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea. Pero no es fácil ser investigador/a en continuo movimiento. La presión recurrente de encontrar nuevos contratos y la tendencia natural al arraigamiento geográfico o familiar hacen que muchos investigadores abandonen la investigación, cansados de una movilidad que les parece eterna. Los científicos también pueden sentirse atraídos por mejores condiciones de trabajo fuera de la Unión Europea. Mientras que esta última cuenta con más diplomados en ciencia y en ingeniería, y también más doctorandos que Estados Unidos o Japón, sus investigadores representan un porcentaje menor de la población activa con relación a estos dos países. Para evitar que los investigadores interrumpan sus carreras de modo prematuro (lo que supone una pérdida en cuanto a la inversión educativa), la UE tiene que asistirles en sus carreras MOVILIDAD y en sus desplazamientos, garantizándoles condiciones de contratación decentes y justas, condiciones de empleo y de trabajo atractivas, pero también los derechos a seguridad social y jubilación a lo largo de sus peregrinaciones. Contratación Para que sea atractiva, la movilidad tiene que ser a la vez flexible y poderse ejercer con la perspectiva de un puesto permanente. De ahí que, en el 2005, la Comisión Europea adoptara una carta europea del investigador y un código de conducta para su contratación. “Se pretende garantizar la igualdad de sueldos entre los investigadores y mejorar la transparencia de los procesos de contratación”, explica Stefaan Hermans. “Ya han firmado la carta y el código aproximadamente mil centros”. A pesar de ello, muchas ofertas de empleo sólo se difunden a nivel interno, en las universidades y los centros de investigación. Además, las instituciones académicas suelen preferir la contratación local, al contrario del sector privado, más abierto a la competencia. Como consecuencia, cada año los investigadores pasan demasiado tiempo tratando de conseguir nuevos contratos o ayudas (a veces sin éxito), lo que representa una pérdida excesiva tanto para los interesados como para las instituciones que los contratan. Entonces, el concepto de la quinta libertad se limita a poder avanzar… con el barro hasta las rodillas. Y el espacio europeo puede parecer de repente demasiado pequeño, haciendo que otros destinos, como Estados Unidos o incluso China, sean más tentadores. Con vistas a garantizar un mejor acceso a los puestos vacantes en la función pública (y contribuir a que la Unión Europea consiga retener sus cerebros) los Estados miembros y la Comisión Europea crearon la página web Euraxess. En ella aparecen numerosas ofertas de doctorado, de post-doctorado, y de financiación de toda la Unión Europea, e informa a los investigadores y a los empleadores sobre sus respectivos derechos. Además, también existen por toda Europa centros de servicios Euraxess para ayudar a los investigadores y a sus familias en sus desplazamientos. Condiciones de trabajo Otro elemento importante en las carreras de los investigadores son sus condiciones de trabajo, no siempre atractivas. Así, los científicos jóvenes suelen ir acumulando contratos cortos para proyectos específicos, lo que les da la impresión de ir de un lugar para otro sin que nadie les reconozca sus méritos. Eso cuando no tienen que arrastrar períodos de paro entre dos contratos… Esta situación retrasa la obtención de un empleo estable en el que sus talentos sean mejor aprovechados por la Unión Europea: gestión de proyectos a largo plazo, transmisión de los conocimientos, o sea, funciones de gran valor añadido que no pueden ejercer plenamente con los contratos cortos. Por eso muchos jóvenes talentos terminan abandonando la investigación yendo a parar a otros sectores económicos, como la consultoría, donde encuentran estabilidad, responsabilidades y una remuneración interesante. Otros siguen la carrera hasta el final y hacia los 35-40 años obtienen un puesto permanente que les permite demostrar todo su talento. Pero entonces deben seguir siendo competitivos manteniendo activas las redes constituidas durante los años anteriores. Es una tarea ardua, porque quien dice puesto permanente dice también menor movilidad. Para superar este obstáculo, existen posibilidades de trabajar en una institución de otro país conservando el puesto. “En Francia, un investigador puede recibir el salario de su laboratorio aunque esté trabajando ‘de prestado’ en otro por un periodo de tiempo determinado”, explica Philippe Thébault, profesor adjunto en el Observatorio de París. Pero en realidad, apenas se fomentan estas prácticas. “Uno mismo puede buscar una financiación o incluso pedir una excedencia en el trabajo, pero en este último caso interrumpe el avance de su carrera”. Y en numerosas instituciones, el ascenso depende de la antigüedad, no del mérito. Así que no es nada fácil compaginar movilidad y carrera profesional sin dañar esta última. Además, el mundo de la investigación no puede negar que para las mujeres, es difícil ser móvil hasta una edad relativamente avanzada y tener hijos. A menudo, deben escoger. “Hace diez años, apenas existía debate político en torno a este tema”, admite Stefaan Hermans. “Pero desde entonces las cosas han cambiado bastante. En mayo del 2009 se celebró en Praga una gran conferencia Women and Science en la que se debatieron las buenas prácticas adoptadas por los diferentes países de Europa y las instituciones de los países terceros para que las carreras científicas fueran más accesibles a las mujeres. El texto ‘European Partnership for Researchers’, adoptado en el 2008, insta también a los Estados miembros a velar por una distribución equitativa de los fondos y de los puestos entre los hombres y las mujeres”. Seguridad social y jubilación Finalmente, la carrera profesional de investigador no puede hacerse sin seguridad social ni jubilación, dos derechos generalmente poco adaptados a la movilidad. De hecho, los investigadores están sujetos a los diferentes sistemas sociales de los países en los que trabajan. También la Unión Europea hace enormes esfuerzos para intentar uniformizarlos. Sin embargo, en la práctica, cuando un investigador pasa de un país a otro, cuando cambia de contrato generalmente se le reconocen sus derechos sólo parcialmente. “En una serie de países existen varios tipos de contratos laborales”, explica un postdoctorando que reside actualmente en Bélgica. “En general, los extranjeros tienen salarios más bajos y derechos sociales menos ventajosos. Ahora bien, cuando se firma el contrato de trabajo, pueden engañarle a uno, sobre todo si no domina bien el idioma ni conoce las leyes del país”. En lo que respecta a la pensión complementaria, el investigador suele dudar a la hora de cotizar en un país donde pretende trabajar sólo dos o tres años. ¿Cómo puede estar seguro de que cuando haya llegado a la edad de la jubilación en el país en el que se estableció, pueda hacer valer los derechos adquiridos en otros países? “En el marco de la European Partnership for Researchers, la Comisión Europea lanzó un análisis de lo que se requeriría legal, técnica y financieramente para crear un fondo paneuropeo de pensiones que cubriese las necesidades de los investigadores”, explica Stefaan Hermans. Un paso que ya dio la EMBO (European Molecular Biology Organization), que instauró un sistema de jubilación abierto desde el 2010 a todos los postdoctorandos que obtengan una beca EMBO. Los participantes podrán cotizar para su jubilación a lo largo de sus peregrinaciones internacionales. Sigue siendo difícil conseguir el equilibrio profesional de los investigadores en Europa. Obligados a ser móviles a principios de su carrera, quieren más estabilidad. Y una vez llegados a un puesto fijo, buscan más movilidad, puesto que su competitividad depende de eso. Como también la de la Unión Europea. Stéphane Fay Euraxess http://ec.europa.eu/euraxess/ La quinta libertad http://euobserver.com/9/25838 research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 33 TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS Transformar los resultados de un trabajo de investigación en productos innovadores implica una larga aventura comercial, jurídica y social que excede ampliamente el marco científico. Una alquimia compleja, sobre todo en el Viejo Continente, donde el mundo industrial y el académico crecieron por separado. Consciente del problema, la Unión Europea ha hecho que la mejora de la transferencia de conocimientos forme parte de las seis prioridades del proceso de relanzamiento del Espacio Europeo de la Investigación (EEI) con vistas al año 2020. E uropa cuenta con más licenciados en ciencias y en ingeniería que cualquier otro lugar. Ostenta el mayor índice de publicaciones científicas por habitante en el mundo. Y, en algunos años, se convirtió en la campeona del acceso público a los resultados de la investigación. Sin embargo, si se considera el número de solicitudes de patentes, Estados Unidos no tiene rivales. A pesar del aumento constante en estos últimos quince años, de los organismos públicos de investigación proceden menos del 10 % de las patentes registradas en la Unión Europea. Y menos de una de cada diez empresas innovadoras tiene a estos organismos entre sus principales socios (1). He aquí lo que confiere a Europa otro liderazgo: el de los conocimientos insuficientemente explotados. Cómo lograr una colaboración duradera El proyecto CLEAR-UP, apoyado por el Séptimo Programa Marco, plasma perfectamente la visión que tiene la Unión Europea de “la innovación abierta”. Reúne todos los eslabones de la cadena de la innovación (universidades, industrias e incluso un promotor inmobiliario) con un mismo fin: mejorar el balance energético de los edificios existentes. Los trabajos abarcarán desde investigaciones básicas en nanotecnologías hasta pruebas a tamaño real, en un hotel del sur de España. 34 Udo Weimar, investigador en el Instituto de química, física y teórica de la Universidad de Tübingen (Alemania), dedica la mitad de su tiempo a la coordinación del consorcio. “Antes que nada, conviene establecer la diferencia entre los conocimientos preexistentes y los que se generan en el transcurso de las investigaciones. Si un miembro ha logrado una invención solo, registra una patente a su nombre. De no ser así, los socios implicados la registran juntos. En cuanto a los demás, podrán hacer uso de este conocimiento gratuitamente durante la duración del proyecto [Nota de la redacción: cuatro años]. Luego, deberán negociar un nuevo acuerdo”. Definir agendas comunes A pesar de las iniciativas como las plataformas tecnológicas europeas o la red de I+D Eureka, que permiten coordinar los esfuerzos de investigación, CLEAR-UP sigue constituyendo una excepción en el EEI actual. No obstante, se acabó la época en la que los investigadores vivían recluidos en sus laboratorios, según Marja Makarow, directora ejecutiva de la Fundación Europea de la Ciencia (ESF, siglas de European Science Foundation), la asociación que representa a los organismos de investigación. “Somos conscientes de que debemos tener en cuenta las necesidades de la industria. También hay que promover la movilidad intersectorial de los investigadores, así como la de los doctorandos”, añade. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Para fomentar los intercambios y las innovaciones, Europa apuesta también por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (IET), que reunirá los tres polos del triángulo del conocimiento (la educación, la investigación y la innovación) en el seno de “comunidades del conocimiento y de la innovación” dedicadas a temáticas comunes, estando previsto que se creen las primeras en el 2010. Universidades más emprendedoras En abril del 2008, la Comisión Europea transmitió una serie de recomendaciones a los Estados miembros instándolos, entre otras cosas, a que las políticas de transferencia de conocimientos se convirtieran en una misión estratégica de las universidades. Seguidamente, publicó un código de buenas prácticas específicamente para las mismas. Aunque no todos los interesados lo hayan recibido, está teniendo una buena difusión. Seleccionar las invenciones que conviene proteger, identificar a los socios industriales idóneos y la forma más apropiada para la explotación… muchas universidades gestionan estos puntos de manera bastante empírica. Bruno van Pottelsberghe, consejero del rector de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), respecto de la valorización de las tecnologías prefiere ver el vaso medio lleno: “Numerosas universidades han creado oficinas de transferencia de tecnología muy competentes, de forma completamente diferente a lo que se TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTOS porque si no cuesta demasiado caro”, lamenta Bruno van Pottelsberghe. Andrew Dearing es el secretario general de la EIRMA, la Asociación Europea para la Administración de la Investigación Industrial, y formó parte del grupo de expertos encargado de analizar los resultados del Libro Verde dedicado al EEI en el 2007. Según él, hay que reformar todo el sistema jurídico, económico y normativo. “A menudo decimos que hay menos capital de riesgo disponible en Europa. Creo más bien que las perspectivas de amortización de la inversión son menos halagüeñas aquí. Y el número hacía hace una década. Por ejemplo, en la ULB registramos entre 25 y 35 patentes al año. En cambio, lo que compruebo, es que a ciertas empresas les cuesta adaptarse porque, antiguamente, se beneficiaban de transferencias de tecnología de manera mucho más restringida, contratando a profesores como consultores o registrando ellas mismas las patentes”. Una start-up, ¿y luego qué? Una traba estructural importante también explica nuestra menor capacidad de sacarle el máximo partido a la ciencia: la ausencia de patente comunitaria unitaria. La Organización Europea de Patentes (OEP) es la encargada de examinar y conceder las patentes europeas, que luego son registradas en los países deseados, tras pagar los gastos de traducción en varios de ellos e impuestos de mantenimiento de la patente. En Europa, una patente cuesta entre 3 y 10 veces más que en Estados Unidos. Y dado que los litigios relativos a las patentes europeas se tratan de forma puramente nacional, tomando como base legislaciones que varían de un país a otro, se producen muchos litigios, que son muy caros, e incluso pueden dar pie a sentencias contradictorias. “En la ULB, cuando la OEP nos otorga una patente sin que haya una vía directa a la comercialización a través de una licencia de explotación o la creación de una spin-off, dejamos que pase a ser de dominio público, de start-ups que adquieren una envergadura mundial es mucho mayor en Estados Unidos. Todo esto no tiene nada que ver con la calidad de la investigación, sino con las condiciones en las que trabajan las empresas”. Extenderse más allá de su núcleo científico para evitar el agujero negro; ése es, nada más y nada menos, el desafío que tiene planteado el Espacio Europeo de la Investigación. Laurence Buelens (1) “A more research-intensive and integrated European Research Area - Science, Technology and Competitiveness key figures report 2008/2009”, informe publicado por la Comisión Europea. (2) “Lost Property: the European patent system and why it doesn’t work”, Bruegel blueprint vol. IX, Bruselas, 2009. Clear-up 21 socios – 11 países (BE-CH-CZ-DE-DK-ES-FR-GR-HU-IT-SE) www.clear-up.eu Página web de la Comisión Europea sobre la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología http://ec.europa.eu/invest-in-research/ policy/ipr_en.htm “No existe ningún mercado europeo de la tecnología” L e hacemos dos preguntas a Bruno van Pottelsberghe, investigador que participa en las actividades del grupo de reflexión Bruegel de Bruselas, y autor de un estudio sobre los fallos del sistema de patentes en Europa (2). ¿Cuáles son los principales problemas causados por la situación actual? Tanto los costes como la incertidumbre jurídica y los niveles de complejidad son demasiado elevados. La política de patentes consiste en otorgar monopolios. En Europa se parece a un queso suizo, lleno de agujeros, porque es muy raro que una patente se registre en todos los países europeos. La media es de seis países, pero numerosas PYMEs se limitan a dos o tres, por falta de medios. Lo que de por sí limita sus perspectivas de internacionalización. De hecho, no tenemos mercado europeo de la tecnología. La idea de una patente comunitaria se remonta al año 1962. Tras un acuerdo en el 2003 sobre un “enfoque político común” del Consejo de competitividad, los ministros no se ponen de acuerdo sobre sus modalidades. ¿Cómo se puede explicar este bloqueo? Con la instauración de una patente comunitaria, una serie de actores perderían ingresos económicos. El sistema actual engendra numerosos litigios que benefician mucho a los juristas y a los asesores especializados en las patentes. Da también bastante trabajo a los traductores. Del mismo modo, las oficinas nacionales de patentes perderían los ingresos relacionados con las tasas de renovación, si sólo hubiera una puerta de entrada. Ahora bien, estas oficinas aconsejan a los poderes políticos e influyen sobre ellos. Y a veces ciertos actores con motivaciones poco nobles se aprovechan del apego de determinados países a su lengua (como España, que pide que el español forme parte de las lenguas oficiales del sistema europeo de patentes)… Creo que haría falta un líder político europeo que pusiera todo su empeño en hacer que todos aceptasen ‘pasar por el aro’ de una vez por todas”. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 35 COOPERACIÓN INTERNACIONAL ¿El Espacio Europeo de la Investigación llegará algún día a abrir sus fronteras? En todo caso, lo cierto es que aspira a una dimensión internacional. Prueba de ello es la nueva colaboración, desde finales del 2008, entre los Estados miembros y la Comisión Europea, así como la creación del SFIC, un foro estratégico para la cooperación internacional. Iter, el símbolo por excelencia de una cooperación a largo plazo entre varios continentes. El 27 de mayo del 2009 se izó la bandera que lleva su emblema en el lugar exacto donde este año empezarán las obras de excavación del recinto de confinamiento magnético Tokamak. ¿Dónde se sitúan las front E l Espacio Europeo de la Investigación (EEI) es ante todo europeo, pero también está abierto al mundo. De hecho, la cooperación científica y tecnológica internacional forma parte de sus principios fundadores. Europa sola puede hacer muchas cosas; sin embargo, para hacer avanzar más la ciencia, para encarar los desafíos mundiales y atraer a los mejores investigadores, hay que reforzar las colaboraciones con científicos del mundo entero. Tal y como dice Janez Potočnik, Comisario Europeo de Investigación: “Los desafíos mundiales requieren respuestas mundiales”… ¡La cooperación internacional ya es un hecho! Por supuesto, la cooperación científica y tecnológica (CyT) no es nada nuevo. Como botón de muestra, la cifra de profesionales de países extraeuropeos que trabajan en CyT en Europa, que casi se ha duplicado desde el año 2000. Lo mismo ocurre con el número de publicaciones de las cuales son coautores, que ha venido aumentando constantemente desde hace quince años. En cuanto al número de patentes conjuntas, sigue la misma tendencia. Además de 36 las temáticas de investigación habituales (la salud, la industria agroalimentaria y las biotecnologías, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, las nanotecnologías, la energía, el medio ambiente, el transporte, las ciencias humanas y sociales, el espacio y la seguridad), que están abiertas a la cooperación internacional, van surgiendo algunas problemáticas como el cambio climático, las enfermedades infecciosas o el envejecimiento de la población, cuyo alcance despierta el interés de la comunidad científica más allá de las fronteras de Europa. Aunque la cooperación internacional en ciencia y tecnología entre Europa y un gran número de países ya sea una realidad, no es en absoluto perfecta. Existen necesidades estratégicas, que todos reconocen, pero que cuesta cubrir debido a una serie de obstáculos importantes: los socios internacionales se ven enfrentados a múltiples actores públicos y con una gran diversidad de prioridades de investigación. Eso termina desalentando a los más voluntariosos… Un marco estratégico necesario No se trata de crear un espacio mundial de la investigación. Desde luego, con el refuerzo de la dimensión internacional del Espacio Europeo de research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 la Investigación no se pretende sustituir los mecanismos de cooperación internacional existentes, particularmente en los programas marco o en los programas bilaterales de cooperación de los Estados miembros. Tampoco se trata de buscar nuevos fondos para financiar proyectos, sino más bien de encontrar el modo más apropiado de sacar provecho a la cooperación internacional, de evitar las duplicaciones de financiación y de esfuerzos, y de reaccionar como una sola entidad en vez de como entidades separadas. En septiembre del 2008, la Comisión Europea propuso a los Estados miembros que instauraran una colaboración con sus servicios en un nuevo marco estratégico europeo para la cooperación internacional en ciencia y tecnología. “Los Estados miembros y la Comisión Europea están implicados con países terceros en un gran número de actividades de investigación. La ausencia de estrategia común a nivel europeo ha llevado a duplicidades, que suponen una pérdida de impacto y de eficacia de estas investigaciones”, subrayaba la Comisión Europea para recalcar la importancia de su iniciativa. En diciembre del 2008, en una serie de recomendaciones, el Consejo de la Unión Europea también se refirió a la necesidad de dicha colaboración. © ITER COOPERACIÓN INTERNACIONAL Las misiones del SFIC Compartir y organizar la información sobre las actividades y los objetivos de cooperación científica y tecnológica (CyT) de los diferentes socios. Aunar la información sobre países terceros, sobre todo los resultados de los análisis de su capacidad en CyT. Garantizar que los socios se concierten con frecuencia para identificar sus objetivos respectivos y las prioridades comunes en materia de cooperación en CyT con los países terceros (“¿qué se hace y con quién?”). Coordinar las acciones similares implantadas por los Estados miembros y la Unión Europea. Proponer iniciativas de aplicación según vías y medios apropiados. Poner en red a los consejeros científicos de los Estados miembros y de la Comisión Europea en los principales países terceros. eras de la investigación? A partir de ahí se decidió la creación del Foro estratégico para la cooperación internacional (o SFIC, Strategic Forum for International Cooperation), una configuración específica del CREST (Comité de investigación científica y técnica), el órgano consultivo del Consejo y la Comisión Europea en la puesta en marcha de los programas de investigación comunitarios. Presidido por un Estado miembro que cambia cada dos años (actualmente, y hasta el 2010, es Alemania, representada por Volker Rieke, vicedirector general para la cooperación europea e internacional en el Ministerio de Educación e Investigación), el SFIC constituye la respuesta a la invitación que el Consejo Europeo hizo a los Estados miembros y a la Comisión Europea para que coordinaran mejor su cooperación científica y tecnológica con las demás regiones del mundo y que mejoraran su carácter operacional. Está concebido para que identifique las oportunidades así como los obstáculos a las actividades de cooperación entre la Unión Europea y los países terceros. También pretende crear formas de diálogo con ellos para identificar las prioridades y las acciones a emprender. Dos preguntas fundamentales ¿Cómo se puede compartir mejor la información? ¿Cómo se pueden identificar las prioridades para Europa, tanto en materia de cooperación con respecto a un país específico como de cara a una temática determinada? El SFIC, que se reunió por primera vez en febrero de 2009, posteriormente en mayo, en octubre y en diciembre, tiene una apretada agenda de trabajo de consultas y debates que tendrían que dar respuesta a estas dos preguntas estratégicas. Definir un modelo general sería demasiado simplista, puesto que existen grandes diferencias entre las formas de enfocar las numerosas temáticas de investigación, así como la cooperación con diferentes regiones del mundo. Por ejemplo, la investigación en el marco de ITER requiere instalaciones centradas esencialmente en un sitio único, mientras que el estudio del calentamiento climático necesita forzosamente instalaciones más dispersas. Asimismo, no se considera igual la cooperación con los países en desarrollo que la cooperación con los países industrializados. El desarrollo de la dimensión internacional del EEI es un proceso largo. El trabajo acaba de comenzar y los diferentes grupos avanzan en paralelo. Por el momento y antes que nada, el SFIC pretende conocer mejor los entresijos de la cooperación internacional, particularmente a nivel de los mecanismos y los instrumentos empleados por los Estados miembros y la Comisión Europea. Así, de ahora en adelante, podremos dar dinamismo a la colaboración europea y su marco estratégico, cuyo valor añadido será mucho más visible. La finalidad de la colaboración y del marco estratégico es, en palabras del comisario Potočnik, “entablar un diálogo con nuestros Estados miembros para transformar el laberinto de la investigación europea en un Espacio Europeo de la Investigación abierto al mundo, que atraiga a los mejores cerebros y que contribuya a dar respuesta a los grandes desafíos mundiales”. Clara Delpas International Cooperation for lasting solutions http://ec.europa.eu/research/iscp/ research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 37 © ESA Prueba del telescopio Herschel en el Centro ESTEC de la ESA (Países Bajos). En órbita, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y dotado de un espejo primario de 3,5 m (el mayor enviado al espacio), Herschel sirve para detectar las radiaciones luminosas del espectro en el extremo infrarrojo y las regiones submilimétricas que no llegan a los telescopios terrestres debido a la capa atmosférica. Abre así un nuevo campo inexplorado a los astrofísicos. 38 rresearch*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Con la mirada puesta en el 2020 © INRA © CNRS Photothèque/Erwan Amice © CNRS Photothèque/Hubert Raguet La lista de los desafíos que tiene planteados Europa es muy larga: desde la crisis financiera hasta el cambio climático, pasando por las enfermedades emergentes y la amenaza de las actividades del hombre, que afectan a los ecosistemas… Y los Eurobarómetros que, con regularidad, toman el pulso a la opinión pública así lo demuestran. ¡Los ciudadanos europeos cuentan con la investigación científica para hacer frente a dichos desafíos! ¿Acaso sea pedir demasiado a la investigación? Para que Europa se reafirme, conserve su atractivo y su competitividad debe convertirse en un actor de primer plano en la producción de conocimiento. Por eso debe acercarse a las más altas esferas de la excelencia. En este contexto, se necesita optimizar el funcionamiento de la investigación europea, administrar los fondos de manera óptima y establecer una escala de prioridades para las temáticas de investigación. En eso se centran las actividades de carácter prospectivo (FLA o Forward Looking Activities), que pretenden elaborar visiones conjuntas del futuro próximo. ¿En qué campos puede y debe destacar nuestro “viejo continente” de aquí a diez o veinte años? La salud, la agricultura y el medio ambiente, tres de las diez temáticas prioritarias del programa específico “Cooperación” del Séptimo Programa Marco, podrían formar parte de dichos campos. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 39 ENTREVISTA Forjar la investigación La Comisión Europea, deseosa de ayudar a los Estados miembros a que cooperen mejor en sus esfuerzos de investigación, organizó el 2 de junio de 2009 un seminario sobre las actividades prospectivas que enmarcarán las futuras políticas de investigación europeas. Expertos, representantes de los poderes públicos y directores de la Dirección General de Investigación intentaron identificar las necesidades en este campo. Anneli Pauli es directora general adjunta de la Dirección General de Investigación. Nos habla del seminario y de las perspectivas futuras. A su parecer, ¿por qué la prospectiva es tan importante para el desarrollo del Espacio Europeo de la Investigación (EEI)? La crisis financiera y sus numerosas consecuencias económicas y sociales, así como los problemas ecológicos y demográficos que se anuncian, ponen en tela de juicio nuestras costumbres en lo que se refiere a la producción, el consumo, la vivienda, la movilidad, la atención sanitaria, etc. Nos hace falta una perspectiva a largo plazo que cuestione nuestro modo de pensar actual e invente enfoques nuevos. Debemos construir un futuro más sostenible. El desarrollo del EEI forma parte de la respuesta a este desafío. Lo que es bueno para toda Europa lo será, tarde o temprano, para cada país miembro. Esta manera de pensar necesita un cambio de modelo y de mentalidad de todos nosotros. La prospectiva existe desde hace mucho tiempo, pero nuevas actividades van emergiendo que combinan tres dimensiones: la abundancia de información proporcionada por expertos, la implicación de los actores concernidos (investigadores, empresas, ONGs, organismos públicos), y el compromiso de los responsables políticos de emplear estos resultados en la elaboración de las estrategias. Para la construcción del EEI con los Estados miembros, los países asociados y las instituciones europeas tienen que compartir nuestras visiones sobre los futuros desafíos sociales, económicos o medioambientales. Muchos de ellos (por ejemplo, la transición hacia una sociedad con baja emisión de carbono, las migraciones o la pobreza) son transnacionales, incluso mundiales y, por lo tanto, comunes a todos. 40 ¿Cómo evaluar las capacidades de Europa en esta área? Muchos países europeos llevan a cabo actividades de carácter prospectivo. El Reino Unido probablemente sea uno de los que más experiencia tengan en esta área. El gobierno británico desarrolló una cultura orientada hacia el futuro en todos sus ministerios. Y el principal consejero en ciencia y tecnología del Primer Ministro es responsable de un programa prospectivo transversal que se concentra en un número limitado de asuntos. En Finlandia, el organismo de financiación de la tecnología y la innovación, Tekes, ha instaurado un ciclo continuo de procesos prospectivos participativos que acompañan su proceso de reflexión estratégica. Los actores implicados (empresas, centros de investigación y otros organismos públicos) elaboran juntos un borrador de las opciones estratégicas para el país. Aún hay otros ejemplos representativos en Europa: el programa Foresight en Suecia, Futuris, AGORA 2020 y France 2025 en Francia, Research 2015 en Dinamarca y Foresight Process iniciado por el Ministerio de Investigación de Alemania. Estas iniciativas van desde las actividades enfocadas en la tecnología y dirigidas por expertos hasta actividades de orientación más social, con una más amplia participación de las partes implicadas. Sus objetivos varían también: desde la identificación de las tecnologías estratégicamente importantes para las empresas hasta cuestiones más generales sobre el papel de los poderes públicos y las condiciones institucionales y sociales del cambio socioeconómico. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 ¿Qué tipo de actividades son necesarias a escala europea para completar las actividades nacionales? A nivel europeo, hemos creado redes transnacionales entre quienes financian y quienes llevan a cabo la prospectiva, hemos puesto en marcha procesos de aprendizaje mutuo entre los Estados miembros y las regiones, y hemos elaborado visiones prospectivas para la política de investigación europea (por ejemplo, respecto al proceso de convergencia NBIC: nanotecnología, biotecnología, información y ciencia cognitiva). También promovemos el desarrollo de herramientas y la implantación de un sistema de control de las actividades prospectivas European Foresight Monitoring Network. Además de eso, algunos programas “temáticos” integrados en los programas marco de investigación apoyan proyectos de prospectiva en su campo. Este año, la Comisión Europea también publicó un informe titulado “El mundo en el 2025”. No obstante, hoy en día no siempre existe un enfoque sistemático y participativo en la actividad prospectiva, aunque cada vez hay más consenso en torno a la idea de que la elaboración de políticas europeas de investigación e innovación coherentes tendría que implicar lo antes posible una cooperación más sistemática, más eficaz y continua. Tenemos que compartir una base de conocimientos orientados hacia el futuro, para poder crear políticas de investigación proactivas en los ámbitos europeo, nacional y regional. Los escenarios y las visiones elaborados conjuntamente permitirán seleccionar los problemas y los desafíos que puedan ser tratados con más eficacia en los programas y en las iniciativas comunes. En resumidas cuentas, la política de investigación europea debe basarse en actividades prospectivas paneuropeas más sistemáticas y continuas. Es muy importante puesto que los Estados miembros y los asociados pueden unir ya sus esfuerzos de investigación gracias a la “programación conjunta”. En una fase temprana, la distribución de tales actividades podría facilitar la identificación de las nuevas necesidades y de las áreas de poca actividad, con el fin de crear un conjunto de enfoques compartidos que permitirían identificar las prioridades en esta programación y ponerse de acuerdo más rápidamente al respecto sobre dichas prioridades. ENTREVISTA europea del mañana ¿A qué tipo de proceso prospectivo daría usted prioridad? Muchos temen que la Unión Europea intente promover una sola forma de contemplar el futuro y de apoyar la toma de decisiones. Sin embargo, creo que la coherencia no puede ser una armonización dictada desde arriba, sino el acceso de cada uno a los conocimientos de los demás, el intercambio de opiniones y la puesta en red. Un proceso paneuropeo debería poner en relación a las diferentes actividades prospectivas nacionales. Sería flexible, quizás organizado en “módulos”, y evitaría caer en la trampa de la burocracia. Tal proceso y los sistemas nacionales tendrían que ser interoperables para autorizar trabajos comunes. Pero debería generar visiones que tuvieran una pertinencia y un valor añadido paneuropeo, y no proporcionar un resumen de las visiones nacionales. Por lo tanto, no se trataría de encontrar el menor denominador común. Creo que la diversidad es una necesidad. Requerimos diferentes perspectivas y múltiples visiones sobre el futuro de nuestros sistemas de salud, por citar un ejemplo, y sobre cómo se traduce esto en términos de prioridades de investigación. Pero comencemos por compartir la información, reunirla y hacerla accesible a todos. Esto ya supondría la base de este proceso prospectivo europeo centrado en las necesidades que acabo de mencionar. ¿Cómo se puede organizar la cooperación a nivel europeo? Durante el seminario, se presentaron los seis proyectos de investigación sobre las actividades prospectivas financiados por el programa “Ciencias socioeconómicas y humanas” del Séptimo Programa Marco (7PM). Pretenden utilizar la prospectiva para adaptar la investigación a las necesidades de la Comisión Europea a más largo plazo. Todo esto, relacionando los conocimientos para identificar los problemas antes, analizando los modelos de innovación emer- gentes o los futuros impactos de las políticas de seguridad y de defensa, y examinando las cuestiones planteadas por las ciencias y las tecnologías emergentes y los puntos de vista de los ciudadanos sobre la ciencia, la tecnología y la innovación. Estos proyectos se reagruparán para desarrollar sinergias entre ellos. Citemos también el ejemplo del Comité Permanente de Investigación Agrícola (CPIA), que lanzó un ejercicio de prospectiva para formular escenarios posibles para la agricultura europea, integrados en el contexto mundial, para los próximos veinte años. Éstos servirán de base para la definición de las prioridades agronómicas de investigación en Europa a medio y largo plazo. El CPIA también instauró un mecanismo de control y de prospectiva para enviar alertas sobre problemas emergentes a intervalos regulares. Los informes del CPIA se utilizaron en la redacción de la Comunicación “Hacia una estrategia coherente para un Programa europeo de investigación agrícola” (2008). ¿Tiene algo que ver con la declaración de Lund? Sí, existe un nexo claro con la declaración de Lund (1) que estipula que para poder identificar los grandes desafíos hace falta la participación de los principales actores implicados (como las instituciones europeas, las empresas, los servicios públicos, las ONGs y la comunidad científica), así como la interacción con los socios internacionales de primer plano. Creo que para identificar estos grandes desafíos hace falta un proceso de prospectiva sistemático y continuo, basado en la estrecha interacción entre, por un lado, las investigaciones y los expertos en prospectiva y por otro, los actores implicados y los responsables políticos. Es el único medio de garantizar que las actividades prospectivas se empleen bien para guiar las decisiones estratégicas de las políticas de investigación (incluyendo la programación conjunta); dicho de otro modo, que sirvan de base para la toma de decisiones informada y basada en pruebas. Todo ello manteniendo una visión global. Por lo tanto, la palabra clave es “necesidad”, y esto requiere la implicación de los usuarios desde el primer momento. Los responsables políticos y los actores implicados deberían trabajar con los investigadores, y viceversa, para mejorar el impacto de sus estudios prospectivos. Los ciudadanos también deberían tener la posibilidad de participar. Necesitamos una nueva cultura de la prospectiva. ¡A veces, el proceso es tan importante como el propio producto! Deberíamos concentrarnos en cuestiones transversales que generan numerosos puntos de vista, que los responsables políticos podrían explotar. Posiblemente tendríamos que contemplar la creación de una plataforma europea de la actividad prospectiva que analizaría los desafíos futuros, ya sean tecnológicos o sociales: la mayoría de los principales desafíos sociales contienen elementos de los dos. Necesitamos un compromiso claro por parte de los responsables políticos y de los actores implicados para que forjen juntos un futuro mejor, que orienten Europa en la elección de las diferentes posibilidades; y que no solamente reaccionen a los problemas cuando ya estén ahí. (1) La Declaración de Lund (Suecia), adoptada el 9 de julio de 2009 en el transcurso de la conferencia “Nuevos mundos - Nuevas soluciones”, estipula que la Unión Europea debe identificar los grandes desafíos para los cuales la investigación pública y la privada aporten soluciones sostenibles. Resultados del seminario del 2 de junio de 2009 sobre las actividades de carácter prospectivo http://ec.europa.eu/research/era/ events-01_en.html Anneli Pauli, directora general adjunta de la Dirección General de Investigación, explica las grandes líneas que orientan las “actividades de carácter prospectivo” promovidas por la Unión Europea. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 © European Commission También tendremos que integrar la dimensión internacional en nuestros futuros escenarios. Primero procurando saber cómo los principales socios y los competidores de Europa contemplan el futuro y cómo esta visión está forjando sus políticas de investigación y de innovación. Por lo tanto, la visión paneuropea debe considerarse dentro del contexto mundial. 41 MEDIO AMBIENTE Un paquete completo de medidas La revolución industrial conllevó la disminución de la superficie de los hábitats naturales, la desforestación y el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo que a su vez acarreó los cambios climáticos y la reducción de la biodiversidad. Para invertir esta tendencia, se tiene que movilizar todo el Espacio Europeo de la Investigación. F rente al aumento de la población sobre la Tierra, la creciente industrialización y el enrarecimiento de los combustibles fósiles, será inevitable que cambiemos nuestro modo de vida. En línea con las medidas del protocolo de Kioto que finalizará en el 2012, el Consejo de la Unión Europea (UE) adoptó en abril de 2009 el paquete de medidas sobre el clima y la energía de la Comisión Europea (CE). Estas medidas son ambiciosas, ¡y con razón! Las consecuencias medioambientales de los cambios climáticos son visibles y el problema de la seguridad del suministro de la energía es cada vez mayor (1). Los compromisos tomados a la escala de la UE con vistas al año 2020 consisten en la reducción en un 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con relación al nivel de 1990 (incluso el 30 % en caso de acuerdo internacional) y en el aumento del uso de energías renovables (ER), que proporcionarán el 20 % del consumo de energía total (electricidad, calefacción, refrigeración y transporte), mientras que actualmente sólo proporcionan el 8,5 %. Estos objetivos se ponderan para garantizar la distribución equitativa de los esfuerzos entre los diferentes Estados miembros. A esto hay que añadir la ambición de que cada uno de los Estados miembros alcance una proporción del 10 % de biocarburantes en el transporte de aquí al año 2020, al mismo tiempo que deben respetar determinados criterios medioambientales en términos de desarrollo sostenible y de protección de la biodiversidad. 42 De la teoría a la práctica “El objetivo europeo de reducción de las emisiones de GEI es realizable, a condición de que se le destinen los medios necesarios”, destaca Philippe Mathieu, profesor de producción de energía en la Universidad de Lieja (Bélgica), miembro del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPPC, por sus siglas en inglés). “Las cuatro herramientas principales para disminuir las emisiones de GEI son la eficiencia energética, las energías renovables, la energía nuclear, y la captación y almacenamiento de CO2. Sin embargo, esta última herramienta no estará lista de aquí al 2020, por lo que sólo disponemos de los tres primeros instrumentos para alcanzar el objetivo de una reducción del 20 % de aquí a esa fecha. La fisión nuclear es importante en el contexto actual pero no representa una solución a largo plazo, al ser el uranio un recurso no renovable y conllevar el problema del almacenamiento de los residuos. Por lo tanto, debemos centrar nuestros esfuerzos en la mejora de la eficacia del sistema energético a nivel de la producción, la distribución y del consumo, así como en la introducción masiva de las energías renovables. Los sectores en los que hay que intervenir con más urgencia son los que más emiten CO2: las industrias, el transporte y el hábitat. En cuanto al transporte, el tren debería tener más importancia y el transporte por carretera tendría que replantearse. Ya existen soluciones que se van instaurando en algunos lugares: por ejemplo, el peaje urbano para los coches en research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Singapur, Londres, Oslo y Estocolmo o el ferrutaje: transporte combinado por ferrocarril y carretera, destinado a reducir la contaminación y la densidad del tráfico por carretera en Suiza. “También debemos pensar en otras soluciones, como favorecer más el uso compartido de vehículos privados, mejorar los transportes públicos y la red ferroviaria, apostar por motores menos contaminantes como, por ejemplo, los motores híbridos, a corto plazo, y los motores eléctricos que utilizan las pilas de combustible a más largo plazo”, sostiene Philippe Mathieu. En el sector de la construcción, se da la prioridad a mejorar el aislamiento de las casas y de las grandes infraestructuras, antes de instalar dispositivos basados en energías renovables. “¡En Bélgica, la mayoría de las casas construidas antes de 1960 tienen un nivel de aislamiento similar al de las casas construidas en un país tan caluroso como Grecia! También habría que prohibir lo antes posible la utilización de fuel-oil y de gas natural para la producción de agua caliente doméstica y de calefacción, y promover para ello la utilización de paneles solares térmicos, de leña y, eventualmente, de la geotermia”. Y finalmente, todos tendríamos que estar más sensibilizados: ser conscientes del CO2 que producimos con cada uno de nuestros gestos cotidianos y con los productos que consumimos. De hecho, comer productos locales y de temporada permite disminuir una parte nada despreciable de emisión de CO2 (2). En resumidas cuentas: la energía más limpia y la más barata es la que no se consume. Las energías renovables Las energías clásicas (el carbón, el petróleo, el gas natural y el uranio) van escaseando y, a más o menos largo plazo, lo cierto es que no tendremos más remedio que emplear sólo energías renovables. “El objetivo del 20 % de aquí al año 2020 es realizable a escala europea si las técnicas se adecuan a la riqueza energética de un lugar determinado: la energía solar en los países del Sur, la energía eólica donde haya potencial (Alemania, España, los Países Bajos, los países escandinavos…)”, afirma Philippe Mathieu. Tendrán que superarse los problemas relacionados con la intermitencia y la dispersión de las energías renovables como la eólica y la solar, que no dan respuesta a la demanda sino que dependen del clima. Asimismo, hay que investigar más para mejorar el rendimiento de conversión, MEDIO AMBIENTE disminuir los costes y almacenar la energía. Además, se tendrán que concebir redes de distribución adaptadas a una producción descentralizada y crear instalaciones de almacenamiento de energía como, por ejemplo, la energía potencial de los saltos de agua, la energía electroquímica en las baterías, la energía calórica en el agua, o incluso la producción de hidrógeno sin carbono. En cuanto a los biocarburantes, los de primera generación ya han mostrado sus límites. “Utilizar biocarburantes que compitan con la producción de alimentos, o que requieran la desforestación previa y la exportación más tarde, no tiene ni pies ni cabeza”, continúa Philippe Mathieu. Por lo tanto, hay que tener criterios estrictos que garanticen el carácter renovable y sostenible del recurso empleado como biocarburante. Una economía verde E l paso a una economía con poca emisión de carbono va a traer nuevas oportunidades en términos de innovaciones tecnológicas. La CE propuso en el 2007 un plan estratégico para las tecnologías energéticas, al que denominó “Plan SET” (4), que tiene por objeto acelerar la investigación, el desarrollo y la comercialización de tecnologías de alta eficiencia energética. En el marco del Plan europeo de reactivación económica, la CE también lanzó tres colaboraciones público-privadas en el 2008: “coches ecológicos”, “edificios energéticamente eficientes ”, y “fábricas del futuro” (5). Los sectores objetivo emplean a la cuarta parte de los trabajadores de la UE y además son campos de acción prioritarios para un futuro más verde. ¿Son suficientes estas medidas? (1) Véase el número especial de research*eu, de abril de 2008: “Salir de la era del petróleo”. (2) Rajendra Pachauri, Presidente del IPCC, incluso llega a preconizar el vegetarianismo, puesto que la ganadería es una enorme fuente de emisión de GEI. (3) La propuesta tiene que ser votada aún por el Senado y ser aprobada por el Presidente Obama. www.govtrack.us/ congress/bill.xpd?bill=h111-2454 (4) http:/ec.europa.eu/energy/technology/set_plan/set_plan_ en.htm (5) http://ec.europa.eu/research/industrial_technologies/lists/ list_114_en.html. Podrá ver las convocatorias de propuestas en la página web de CORDIS (cordis.europa.eu/fp7/dc/): Green Cars (GC), Energy-efficient Buildings (Eeb), Factories of the Future (FoF). Sistema de medición de los flujos de CO2 al aire libre. El analizador de gas con infrarrojos está protegido en una maleta negra aislada del sedimento por una caja de aluminio. Es el material que utilizan los investigadores del proyecto PACOBA, cuyo fin es mejorar los conocimientos científicos de la región del golfo del Banco de Arguin, en Mauritania, sobre todo con vistas a una mejor gestión de las actividades medioambientales y pesqueras. © CNRS Photothèque/Erwan Amice Con respecto a otras grandes emisoras de GEI, la UE actualmente desempeña el papel de líder medioambiental. De hecho, en Estados Unidos, el proyecto de ley Waxman-Markey, aprobado en junio de 2009 por la Cámara de Representantes (3), propone reducir en el 17 % las emisiones nacionales de GEI de aquí al 2020 con relación a un año de referencia (2005) mucho menos exigente que elque escogió la UE (1990). “En cuanto a Rusia y Japón, propusieron reducciones de emisiones de cerca del 10 % con relación a sus niveles de 1990”, destaca Andreas Löschel, responsable del departamento de gestión medioambiental, en el Centre for European Economic ResearchZEW (Alemania), añadiendo que harán falta medidas más apremiantes a nivel internacional para limitar los efectos del cambio climático. De hecho, el IPCC preconiza una reducción del 25 % al 40 % de emisiones de GEI de aquí al año 2020, con relación al nivel de 1990. Continuará… en Copenhague, en diciembre de 2009, en la cumbre de la ONU sobre el clima. Isabelle Noirot research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 43 AGRICULTURA Replantear la investigación agronómica La agricultura europea emite demasiados gases de efecto invernadero, consume demasiada energía fósil y explota los recursos naturales más rápidamente de lo que se renuevan. Los modos de producción intensivos basados en la petroquímica y la mecanización ya están revelando sus límites. No hay más remedio que reformar el sistema. La investigación agrícola europea, algo abandonada durante un tiempo, vuelve a recobrar protagonismo. 44 modelo sobre el cual se construyó la agricultura europea, se basa en un alto nivel de mecanización y en el recurso a insumos químicos fabricados a partir de energías fósiles. “Esta dependencia concierne no sólo a la producción sino también a la transformación, la conservación, el acondicionamiento y hasta el transporte de los alimentos”, precisa Gianluca Brunori, agrónomo de la universidad de Pisa (Italia) que presidió el grupo de expertos responsable del último informe prospectivo del CPIA. Para colmo, la agricultura agota los ecosistemas. La utilización de insumos químicos induce numerosos problemas de contaminación del agua y de empobrecimiento de los suelos. Al sur de Europa, donde los cultivos dependen en gran medida de la irrigación, se bombea el agua subterránea más rápidamente de lo que se renueva. Por todas partes, la especialización de las explotaciones provoca la disminución de la biodiversidad. El agua, un bien preciado y escaso, se emplea en abundancia en determinados tipos de cultivos, como el maíz. Un nuevo sistema de investigación Calentamiento climático, crisis energética y agotamiento de los recursos naturales. ¿Qué se puede hacer frente a estos desafíos con múltiples caras? “Para adaptarse al calentamiento climático mientras se le combate, debemos pasar de una agricultura que utiliza el petróleo research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 © INRA «Y a es poco probable que el calentamiento climático se limite a 2°C de aquí al 2050”, como podemos leer nada más empezar el último informe prospectivo del Comité Permanente de Investigación Agrícola (CPIA), organismo creado por la Comisión Europea para definir las prioridades en materia de investigación agrícola. Aunque no haya consenso sobre la manera en la que va a evolucionar el clima europeo, las tendencias generales dejan presagiar grandes trastornos para la agricultura. “En Europa, prevemos un crecimiento medio de las temperaturas más acentuado al norte del continente. La variabilidad de las temperaturas y de la pluviometría será también mayor”, explica el agrónomo y economista Michel Griffon, director adjunto de la Agencia Nacional de la Investigación (ANR) en Francia. “Ciertas regiones, particularmente del Sur, sufrirán escasez de agua mientras que en el Norte, en particular en los países escandinavos y los Países Bálticos, podrán aumentar los rendimientos”. Adaptar los modos de producción a las nuevas condiciones climáticas constituye el principal desafío de la investigación agrícola europea. Pero no es el único. El calentamiento global viene acompañado de una penuria energética. La agricultura intensiva, verdadero a una agricultura basada en los recursos del ecosistema”, opina Gianluca Brunori. Este enfoque, denominado de varias formas (agroecología, ecoagricultura, agricultura ecológicamente intensiva o incluso agricultura de conservación), consiste en sacar provecho de las propiedades naturales del medio ambiente. Por ejemplo, la lucha biológica integrada pretende combatir los insectos devastadores dejando actuar a un gran número de sus depredadores naturales. En cuanto a las técnicas de conservación de los suelos, se apoyan en los procesos biológicos naturales para aumentar la fertilidad de las tierras. Para desarrollar estos métodos, es preciso llevar a cabo numerosas investigaciones sobre la comprensión de las múltiples interacciones que rigen los ecosistemas. Pero se da el problema de que en el transcurso de las últimas décadas, los Estados miembros han ido reduciendo sensiblemente los presupuestos concedidos a la investigación agronómica. Por lo tanto, aunque Europa dispone de excelentes capacidades de investigación, generalmente se encuentran en manos de la industria. “La investigación pública europea ha abandonado sectores enteros del conocimiento, especialmente en lo referente a la ecología de los © INRA AGRICULTURA suelos o la forma en la que los insectos, los parásitos y las plantas interactúan”, explica Michel Griffon. “Esto pasó porque se pensaba que la agricultura ya no era un campo de innovación importante para el futuro. Se supuso que los avances de la industria en las biotecnologías eran suficientes para resolver los problemas del sector agrícola”. Para Gianluca Brunori, hay que volver a concebir la investigación pública europea en agronomía con vistas a que pueda responder a los desafíos futuros. “A Europa le faltan consejos científicos independientes. Es absolutamente necesario que los Estados miembros vuelvan a invertir en agricultura con el fin de elaborar las estrategias futuras. De momento, el sistema de I+D está enfocado a corto plazo, sin cuestionar el modelo de la agricultura intensiva que ocasiona la mayoría de los problemas. Para salir de esta situación, las políticas relacionadas con la investigación, la educación y el asesoramiento técnico ofrecidos a los agricultores deben establecer mejor la diferencia entre los intereses públicos y los privados. Asimismo, hay que explotar los conocimientos de los agricultores en las investigaciones, porque conocen mejor que nadie las características del terreno”. Fomentar la participación local Parece ser que en lo que se refiere a los proyectos financiados por la Unión Europea, se ha tomado en cuenta la necesidad de invertir en el estudio de los agroecosistemas. “Nuestra estrategia global es explorar el máximo de tecnologías diferentes con vistas a que cada rama de la ciencia pueda aportar su contribución para el establecimiento de un nuevo sistema agrícola”, destaca Hans-Jörg Lutzeyer, administrador científico en la Unidad de Agricultura, Bosques, Pesca y Acuicultura de la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea. “La mayor parte del presupuesto del Séptimo Programa Marco concedido a las investigaciones sobre la agricultura se centra en la puesta a punto de nuevos sistemas de producción, menos consumidores de energía y mejor integrados en el ecosistema. El resto está dedicado a la calidad de los alimentos y a las biotecnologías (1)”. Michel Griffon está de acuerdo con las nuevas orientaciones de la Unión Europea en materia de investigación agrícola, pero considera que aún quedan por hacer algunas mejoras. “Todo va muy rápido. Lo que parecía bastar hace dos años parece ahora poco ambicioso”. Además de la investigación científica, Europa tiene que actuar también a nivel político. “Las grandes directivas medioambientales europeas, como las de la biodiversidad, el agua y los suelos tendrían que remodelarse para dejar más libertad a los Estados miembros y a las regiones para que definan, en concertación con los agricultores, el mejor sistema para sus explotaciones agrícolas y su medio ambiente”, opina Michel Griffon. La Política Agrícola Común (PAC), motor de la generalización de la agricultura intensiva en Europa, tiene que reformarse también para dar respuesta a los nuevos desafíos. Al principio, los subsidios de la PAC fueron calculados con arreglo a la producción. Esto favoreció la emergencia de las grandes explotaciones actuales generalizando la mecanización del sector y el recurso a los insumos químicos. Desde entonces, la PAC ha evolucionado. Hoy en día tiene dos pilares: el primero se sigue dedicando al sostenimiento de los mercados y de los precios agrícolas mientras que el segundo concierne al desarrollo rural. “Mientras que el primer pilar se administra a nivel europeo, el segundo deja mucha más autonomía a los Estados miembros. Así pueden apoyar y cofinanciar los sectores agrícolas que consideran importantes desde el punto de vista social o ecológico”, explica Hans-Jörg Lutzeyer. Este segundo pilar hace posible el que los agricultores obtengan subvenciones relacionadas con los servicios medioambientales que puedan prestar. Estos servicios no tienen ningún valor en el mercado de la industria agroalimentaria, por lo que conviene proporcionarles subsidios si se desea implantar un modo de producción viable ecológicamente. La mayor parte del presupuesto de la PAC aún se centra en el primer pilar, pero se prevé su reforma para el 2013. Esperemos que los dirigentes europeos opten por un mejor equilibrio entre la competitividad económica y la sostenibilidad medioambiental. Gianluca Brunori afirma: “Estaría bien transferir fondos del primer pilar al segundo porque así se podrían ofrecer subsidios para promover prácticas y servicios agrícolas bien definidos. No obstante, para ello, debemos dotarnos de sistemas de conocimientos sólidos así como de capacidades de formación disponibles a nivel local”. Julie Van Rossom (1) Agricultura sostenible: 71,5 millones de euros – Calidad de los alimentos: 59,95 millones de euros – Biotecnologías: 59,95 millones de euros. research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 45 SALUD Poner en práctica la innovación Promover las colaboraciones entre investigadores así como construir puentes entre la investigación académica y las empresas son dos medios de fomentar la innovación, pero también de acceder a la excelencia a nivel internacional y poner la innovación al servicio de los europeos. «A portar la riqueza científica de Europa a los pacientes”, así es como Ruxandra Draghia-Akli, directora de la Dirección de Salud de la Dirección General de Investigación en la Comisión Europea, resume la ambición de Europa en este ámbito. Para lograrlo, apuesta por el establecimiento de colaboraciones entre investigadores que posibiliten las investigaciones a gran escala imposibles de realizar en el ámbito nacional. Una vez unidos, los investigadores adquieren visibilidad y peso en los consejos de administración de los programas internacionales. Eso ocurre en el ICGC (International Cancer Genome Consortium) que pretende secuenciar los genomas de las células de tumores cancerosos. © Institut Pasteur Virus de la gripe de tipo A. Ampliación x 117.000. Imagen coloreada. 46 “Europa, que brilló más bien por su casi ausencia en la secuenciación del genoma humano, está tomando ahora un papel primordial en el campo de la genómica”, manifiesta Jacques Remacle, responsable científico en la Comisión Europea. A principios del 2010 empezarán dos proyectos de investigación europeos, dotados cada uno con 10,5 millones de euros para establecer las secuencias genómicas de las células tumorales del pecho (proyecto BASIS) y del riñón (proyecto CAGEKID). “Los programas europeos permiten que los países se organicen no sólo con ayudas financieras, sino con infraestructuras tecnológicas muy perfeccionadas”, destaca. Una colaboración entre participantes públicos y privados La elaboración de nuevos medicamentos también figura entre las prioridades del Séptimo Programa Marco de Investigación (7PM). “A principios de los años noventa, de veinte fármacos que se comercializaban, dieciocho procedían de Europa. En el año 2000, esta cifra bajó a dos”, lamenta Ruxandra Draghia-Akli. Para mejorar el desarrollo de la innovación biomédica en Europa, en el año 2007 la Comisión Europea y la industria farmacéutica entablaron una colaboración inédita entre participantes públicos y privados: la Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores (IMI). “La IMI no tiene por vocación el desarrollo de nuevos medicamentos sino la mejora de su desarrollo”, explica Irene Norstedt, jefa de sector para la aplicación de la IMI en la research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 Comisión Europea. “Para hacerlo, hay que encontrar un método que permita identificar en una fase precoz los fármacos que no podrán superar las últimas fases de las pruebas”, continúa. Desde el descubrimiento de una molécula hasta las últimas pruebas clínicas, el desarrollo de un fármaco es un proceso que tarda aproximadamente doce años, con un coste que se eleva a 800 millones de euros. Ahora bien, al final del proceso es cuando salen a la luz los posibles efectos secundarios y cuando se comprueba su eficacia. “Si surge algún problema, hay que parar el desarrollo del fármaco, lo que representa una pérdida enorme y una gran decepción para los pacientes”, destaca. El enfoque de la IMI es simple: si las empresas farmacéuticas aceptan compartir la información sobre sus diferentes fracasos, se darán muchos menos casos y se ahorrará tiempo y dinero. Así, se podrán desarrollar más fármacos. Cada participante espera que este círculo dé los frutos esperados. Las PYMEs, un apoyo a la innovación Además de la participación industrial, la Comisión Europea reafirma el papel esencial de las PYMEs. Por otro lado, el 7PM tiene como objetivo que el 15 % de los participantes en los programas de investigación sean PYMEs. “Estas pequeñas empresas son auténticas incubadoras que permiten saber si las innovaciones académicas son explotables a nivel industrial”, explica Ruxandra Draghia-Akli. Incubación de nanomedicamentos con células cancerosas de ratón en cultivo. El objetivo de esta investigación es el descubrimiento de un nuevo remedio contra el cáncer. Un ejemplo de éxito sería la empresa vienesa AVIR Green Hills Biotechnology, a la que, en el 2003, la Unión Europea ayudó a desarrollar una nueva vacuna antigripal. Su fabricación, que se basa en un método de genética inversa, es mucho más rápida que los métodos tradicionales. Una virtud importante en caso de pandemia, en el que el suministro tiene que ser óptimo. Mejor aún, esta vacuna innovadora deriva de cultivos celulares, lo que reduce los riesgos de reacción alérgica y constituye una ventaja con relación a la fabricación tradicional basada en huevos de gallina incubados. Esta vacuna de nueva generación ya está en fase de ensayo clínico. Por otra parte, se prevé que una cuarta parte de las futuras vacunas de prevención contra la gripe pandémica A/H1N1 empleará este nuevo procedimiento de fabricación. “Esta tecnología, que hemos promovido, hoy en día está en manos de los industriales. Ahora vamos a identificar nuevos campos para los cuales podrían servir algunas herramientas tecnológicas punteras”, explica Torbjörn Ingemasson, responsable en la Comisión Europea de varios proyectos que implican transferencias tecnológicas. comunitaria. En Europa, el sistema actual, constituido por un conjunto de patentes nacionales, es mucho más costoso que en Estados Unidos o en Japón. “Una de las causas de la disminución del número de fármacos de origen europeo que se comercializan es el coste de las patentes”, estima Ruxandra Draghia-Akli, para quien “si se quiere favorecer la innovación habrá que facilitar su aplicación práctica, particularmente adaptando las estructuras que garanticen los derechos de propiedad intelectual”. Marine Cygler Una patente comunitaria La promoción de la innovación está poniendo de relieve de nuevo la cuestión de una patente Una rápida reacción a la gripe P © CNRS Photothèque/Hubert Raguet SALUD ara luchar contra los virus gripales, ya existen varios programas de investigación. Entre otras cosas, pretenden poner a punto fármacos que se dirijan a las zonas del virus que no muten con el tiempo. Hoy en día, la mayoría de las cepas de la gripe, temporal o A, han desarrollado resistencias al Tamiflu®, uno de los escasos tratamientos eficaces en caso de síntomas severos. Según la red europea de vigilancia VIRGIL (Vigilance against viral resistance), un programa que finalizó hace algunos meses, el 70 % de las cepas de gripe temporal presentaron una resistencia a este medicamento durante el invierno de 2008. El programa FLUINHIBIT, que empezó en enero de ese año, pretende encontrar inhibidores de la interacción entre dos subunidades de una enzima que activa la replicación del material genético del virus y, por lo tanto, su multiplicación. Por otro lado, otro proyecto, PORTFASTFLU, lanzado al mismo tiempo que FLUINHIBIT, trabaja en el desarrollo y la validación de un sistema de diagnóstico rápido de la gripe y de su vigilancia en el transcurso de una pandemia. Tiene como objetivo la creación de un aparato totalmente automatizado capaz de identificar, en menos de una hora, todas las formas conocidas de gripe, incluyendo la gripe aviar H5N1 y la gripe pandémica A/H1N1 de 2009. Teniendo en cuenta que los resultados preliminares fueron muy alentadores, este sistema se pondrá a prueba en los hospitales en diciembre de 2009. ICGC (International Cancer Genome Consortium) www.icgc.org Iniciativa sobre Medicamentos Innovadores (IMI) imi.europa.eu AVIR Green Hills Biotechnology www.greenhillsbiotech.com/ EU Influenza Research http://ec.europa.eu/research/health/ influenza FLUINHIBIT 6 socios, 6 países (AT-CH-DE-IT-LT-SE) www.pikepharma.com/fluinhibit PORTFASTFLU 9 socios, 5 países (BE-FR-IE-UK-ES) www.portfastflu.com VIRGIL www.virgil-net.org/about-virgil research*eu NÚMERO ESPECIAL | NOVIEMBRE DE 2009 47 LA CIENCIA EN IMÁGENES KI-AH-09-S02-ES-C Esta doble imagen presenta una parte del oído interno de un ratón adulto salvaje (a la derecha) y mutante (a la izquierda) para el gen Krox20. Este gen, también conocido en el ser humano con el nombre Egr2, está implicado en numerosos procesos biológicos, entre los que se encuentra el control del desarrollo de los huesos. La mutación de Krox20 conduce a la osteoporosis de los huesos del oído interno, que se manifiesta por una reducción importante de su tamaño. Coloreado con alizarina. © Inserm/Piotr Topilko De ratones y hombres