Con la financiación de: AD-0008/2011 Conducir más seguro es posible. Hágalo porque es mejor para usted Hay pocas cosas que afecten a la inmensa mayoría de los ciudadanos como es el tráfico y la seguridad vial. Prácticamente todos tenemos personas cercanas que han sufrido accidentes de tráfico. También todos sin excepción, hemos viajado por las carreteras, cómo conductores o acompañantes y nos hemos encontrado con personas que conducían de forma peligrosa o imprudente. Pese al enorme esfuerzo realizado y el éxito que han tenido hasta el momento las medidas aplicadas, las cifras de siniestrabilidad vial en la Unión Europea siguen siendo inaceptables: 1,3 millones de accidentes al año, causantes de 43.000 muertes y 1,7 millones de heridos. Nuestro comportamiento como conductores es la principal causa de los accidentes mortales: velocidad excesiva, consumo de alcohol o drogas, cansancio, falta de uso del cinturón de seguridad o el casco, etc. Sin embargo, es habitual que cuando se habla de seguridad al volante se piense sobre todo en los elementos que incorpora el vehículo (airbags, ABS, etc.) o en las características de la carretera, cuestiones que escapan de nuestras manos, en vez de pensar en nuestro comportamiento, riesgos que asumimos, etc. No es nada habitual que pensemos que nosotros somos el mejor sistema de seguridad por nuestro comportamiento al volante y por las decisiones que tomamos, por lo que en esto es en el que vamos a profundizar. Todos sabemos qué podemos hacer para tener una buena salud. También sabemos cómo debemos conducir para no tener accidentes de tráfico. Pero muchos de nosotros no aplicamos lo que sabemos porque en primer lugar no vemos claro en qué nos beneficia cambiar nuestro comportamiento y en segundo lugar, no estamos convencidos de que tengamos esa capacidad de cambiar por la cantidad de tiempo que llevamos haciendo lo mismo. Una de las claves está en la forma en que nos llega la información y, en concreto, los beneficios que nos aporta para mejorar ese comportamiento. De entre los distintos enfoques que se le puede dar a la información, parece evidente que al menos uno tendría que ser descartado cuando realmente se quieran obtener resultados permanentes. Según indica Thomas Goetz, “El miedo no es realmente un motivador principal del comportamiento”. Lo que realmente resulta motivador, es el sentido de la eficacia. Adoptan nuevos hábitos aquellas personas que identifican las ventajas del cambio y, además, se sienten capaces de cambiar su comportamiento. Aquello que consideramos que es beneficioso y que pensamos que podemos conseguir, nos hace mejorar. Las campañas de comunicación en las que se usa el miedo, son impactantes, pero no logran cambiar los hábitos de forma permanente, que es lo que realmente interesa en seguridad vial. Es habitual que una señal o una campaña impactante consiga cambios momentáneos. Pero también es habitual que no llegue a conseguir que el conductor asuma definitivamente, que ese cambio sea importante y necesario. Por tanto, la forma de lograr mejores resultados en cuanto al comportamiento seguro en la carretera, es mostrando que sí tenemos esa capacidad de cambiar y que podemos adoptar nuevos hábitos de conducción más segura. Esa capacidad la tenemos la inmensa mayoría de las personas, pero necesitamos que nos enseñen a conocer nuestras propias capacidades y los beneficios que obtendríamos. Funciona muy bien la información personalizada. Aquella que realmente es de interés para la persona a la que está dirigida. Esa información que le muestra el camino completo, desde donde está, hasta donde pueden llegar, mostrando lo que le puede costar en términos de esfuerzo, pero también poniendo foco en demostrar claramente los beneficios que finalmente se van a obtener. Es evidente que resulta más difícil diseñar información personalizada, entre otras cosas, porque una de las claves es conocer bien a las personas a las que va dirigida. En su empresa, antes de desarrollar cualquier iniciativa de seguridad vial, dedique un tiempo a conocer lo que realmente necesitan sus compañeros, busque el material que mejor se ajuste a sus necesidades y adáptelo a las características de su empresa y sus compañeros para que cuando lo vean, claramente se sientan identificados. Conocer muy bien a los destinatarios y segmentar la información, es esencial para lograr el objetivo. En definitiva, cuando quiera pedir a las personas que adopten o mejoren su comportamiento al volante, diríjase a ellos de una forma positiva y personalizada, haciéndoles ver que tienen capacidad de mejorar, así como los beneficios concretos que el cambio de comportamiento les va a reportar. Fuentes http://www.ted.com/talks/lang/en/thomas_goetz_it_s_time_to_redesign_medical_data.html http://ec.europa.eu/transport/road_safety/topics/behaviour/index_ es.htm